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El Pasado Aún Puede Arreglarse por Fernandasnapeblack

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Notas del capitulo:

Ok ahora si, primero que nada, explicaciones: no queria borrar los capitulos porque no queria perder sus rw pero tuve que hacerlo porque seguir editandolos era confuso y hasta yo me perdia en lo que estaba haciendo asi que una disculpa, estare encantada de volver a leer sus opiniones de la historia y responder cada uno de ellos. 

Por otra parte este es el capitulo más largo que he escrito en mi vida, segun word son 16 paginas y 15 mil y tantas palabras, demasiado largo pero espero que no tedioso, veran algunos cambios que espero sean de su agrado y como siempre nos vemos a la proxima que quiza tarde un poco por que regreso a clases, pero intentare hacerme un tiempo asi no duerma. 

Disfrutenlo 

 

Las dos semanas antes del juicio de Sirius fueron completamente caóticas para las familias Malfoy y Lestrange, comenzando por que los niños parecían no querer apartarse nunca del otro (en ocasiones tenían que separarlos ya dormidos), que derivaron en los berrinches que Regulus tanto habia pedido de Harry, sin duda se arrepintió de sus palabras, aunque no lo admitiría jamás a su marido; si a eso se sumaba las mañanas y medias tardes de lecciones de oclumancia y mascaras sangre pura a los niños, además de tener que cuidar cada paso para no ser atacados por la orden, se tenía como resultado a 4 adultos a punto de un colapso nervioso y a dos niños que habían entendido ya la situación en la que vivían y no es agradaba para nada.

Pero algunas cosas no cambiaban, Harry seguía siendo demasiado tímido y aunque manejaba a la perfección sus mascaras no solía hablar ni ser carismático más allá de lo vital, eso se lo dejaba a Draco que era el perfecto sangre pura; ambos niños tenían magias fuertes que atraían sin duda y eran tan adorables que nadie podría resistirse a ellos si pidieran el control total del mundo con una sonrisa, eran complementos perfectos y reflejos de sus padres más allá de lo imaginable, con un toque que los distinguía por completo, ambos traviesos, ambos inteligentes, uno más calmado, otro más rebelde, ambos como un frente unido. Era difícil encontrarlos solos y siempre que uno se movía el otro parecía hacer lo mismo, sus magias juntas eran abrumadoras. Ambos entendían el peligro en el que se encontraban en ese momento y habían decidido afrontarlo y ayudar en lo que estuviera en sus límites, pero se rehusaban terminantemente a aburrirse y los adultos tampoco lo permitían, si no estaban en clases estaban en juegos o en más clases  

El día habia llegado y los Lestrange esperaban al matrimonio Malfoy, quienes aparecieron quince minutos antes de que tuvieran que marchar hacia los juzgados junto con Draco, explicando rápidamente que el niño se habia negado hasta romper varias ventanas con su magia a dejar a Harry solo en aquello; Remus no podía, ni quería, esconder su emocion, tendría de vuelta a uno de sus mejores amigos y su felicidad y nerviosismo se pasaban a Lucius, quien iba a ser el abogado defensor del pulguiento amigo de su esposo y hermano de su mejor amigo.

Harry sonrió al ver llegar a Draco y se acerco para besar la mejilla de los adultos y tomar la mano de Draco quien beso sus sienes como habia visto hacer mil veces a sus padres y sus tíos.

-       Sera mejor que caminemos si queremos llegar a tiempo, la puntualidad en estos asuntos juega un papel vital- dijo Lucius tranquilo-

Los niños tardaron unos minutos en poner sus mascaras para ser cargados por sus papis, era tradición que así fuera, los patriarcas Malfoy y Lestrange van en las orillas cuidando a sus maridos, quienes, a pesar de no necesitar protección, disfrutaban esas atenciones, habían conocido casos, sobre todo de seguidores de la luz, que dejaban a la parte “sumisa” de la relación solo como un adorno que podían tratar de la peor manera, pero los puros no, ellos sabían que los magos con capacidades de concebir eran preciosos y no solo eso, ellos habían encontrado a sus almas gemelas, jamás dejarían que algo les pasara nunca; caminaban desprendiendo un aura de seguridad y altanería que solo se había visto en Hogwarts muchos años atrás, todos se apartaban de sus caminos, quizá sus apellidos no tenían la fuerza que solían tener, pero todavía existía ese respeto y miedo ancestral, después de todo los Lestrange, los Malfoy y los Black eran algo parecido a nobleza entre los magos y siglos de tradición no podían cambiarse de manera tan radical, incluso los Potter, que eran más grises que blancos lograban imponer, sobre todo el nombrado Niño que Vivió.

Llegaron en mortal silencio y con mascaras perfectas a la sala, en donde todos menos Lucius  se sentaron en la tribuna, Harry de inmediato salto de los brazos del menor de los Black para sentarse junto a su pareja, quien hizo lo mismo sentándose entre sus papis quienes sabían que las miradas estaban sobre ellos, pero los niños no tenían problemas en ignorar a todos mientras jugaban en silencio con sus manos.

Minutos más tarde empezaron a entrar varias personas más, algunas solo como visitantes, otros iban directo a sus asientos del Wizengamort; Harry no sabía cómo funcionaba ni estaba interesado, pero parecía que Draco si y hacia preguntas en voz baja a Remus quien simplemente le contesto que tendría que preguntarle a su padre, haciendo que Draco sonriera, si el rubio tenía un héroe en su vida era su padre con todo su porte, no que no adorara a su papi, pero su padre era tan parecido a él en casi todos los aspectos que sus personalidades congeniaban más.

Los últimos en entrar fueron Dumbledore con Snape detrás, este ultimo tenía un aspecto desmejorado que hizo a Regulus suspirar casi imperceptiblemente, mientras que el anciano director se veía casi radiante al pasar a su lugar con Snape sentándose en el asiento de la familia Prince que tenía un escudo tan raro que no debía ser solo de una casa, quizá un señorío ganado en duelo o un pacto, o algo, pero el escudo era demasiado raro para ser únicamente de la casa Prince.

De pronto  pequeño pelinegro sintió una pesada mirada sobre él y a alguien queriendo derribar sus barreras mentales, se toco la cabeza distraídamente alertando a Draco quien apretó la pierna de su papi, quien de inmediato cubrió al niño haciendo como que se inclinaba hacia Regulus para susurrarle algo, mientras que este miraba al director.

-       ¿Se le perdió algo en la mente de mi hijo Dumbledore?- dijo en voz alta haciendo que todos los miraran, sobre todo al viejo con desaprobación, la Legeremancia era un arte peligrosa y que debía usarse con buenos fines o era mal vista ante la sociedad, a pesar de ser catalogada como magia blanca, sobre todo si se usaba en un infante que no debía tener barreras más que las naturales. El anciano solo sonrió moviendo la cabeza en una leve disculpa.

La sesión empezó unos minutos después, con la presentación del Wizengamort en pleno y el motivo por el que estaban ahí, el ministro parecía bastante atento a lo que pasaba, habia escuchado un par de susurros de su gente de confianza que lo habían alterado y ese juicio podía ser el que lo destruyera por completo si no jugaba bien sus cartas, pronto fue el turno de Lucius de hablar.

-       Durante la gran guerra que se cernió sobre nosotros desconfiamos hasta de nuestra sombra, se rompieron las cimientes de la sociedad como la conocíamos, todo fue diferente en tantas maneras que no habia como saber quién era quién y si estaba diciendo la verdad, sin embargo, Los Sagrados 28 siempre han sido una lista de personas en las que se ha podido confiar por sus altas morales, así estemos hablando de la “cepa mala” del árbol Black, una cepa que a pesar de las habladurías de la gente creció para convertirse en un gran exponerte de la sociedad mágica en su trabajo como Auror. Como todos sabemos si en realidad Sirius Black hubiera sido tan malo para su familia se le habría negado el señorío que estaba destinado a él, sin embargo no fue así, Sirius Black, es no más y no menos que Lord Black- los jadeos se dejaron oír, un Lord encerrado en Azkaban- Todos conocemos la historia de los famosos “Merodeadores” los bromistas que marcaron una generación no solo en Hogwarts si no en cada lugar al que iban, así que permítanme lanzar una pregunta al aire…¿en verdad creen que uno de los mas bromistas y pesados del grupo haya sido el traidor? Permítanme dudarlo, si algo caracteriza a Sirius Black es su inigualable lealtad hacia los que ama, y era, no solo el mejor amigo de James Potter, sino también el padrino del hasta ahora desaparecido Harry Potter, el niño que vivió.

Las voces comenzaron a subir de tono y Lucius pudo ver como la sonrisa de Dumbledore flaqueaba unos segundos.

-       Harry Potter estaba en custodia de sus parientes no mágicos para su protección señor Malfoy- comenzó a decir calmado el anciano director- si no se dio aviso al mundo mágico de este asunto fue para su seguridad señor Malfoy.

-       No estoy hablando de la seguridad de mi sobrino Dumbledore, estoy hablando de la libertad de Lord Black, por supuesto que si quiere hablar de la seguridad del salvador del mundo mágico podemos hacerlo sin duda, pero después de aclarar el tema que nos trajo aquí por comienzo.

Fudge estuvo de acuerdo con eso, no le agradaba para nada que Dumbledore se metiera en asuntos que no le concernían, y mucho menos que los susurros que habia escuchado se estuvieran volviendo verdades; tardaron unos minutos en traer a Sirius desde Azkaban, sus familiares y amigos tuvieron que evitar tirarse a la yugular de Dumbledore, el Sirius que estaba frente a ellos no parecía el que ellos amaban y adoraban, aquel hombre de rostro demacrado y serio que los miraba en un límite casi inexistente entre la cordura y la locura; incluso Snape tuvo que contener un jadeo aterrado de ver a su marido así, por no hablar de Harry, quien se escondió en el hombro de Draco, el cual solo lo cubrió, no habia convivido tanto con el hombre y solo tenía recuerdos vagos.

-       -Lord Black, ¿sabe porque se encuentra aquí?- pregunto Fudge al hombre quien sonrió de lado

-       Seguro por ser una excelente persona- se burlo el- Lord…hasta que se dieron cuenta…

Todos se sorprendieron, muchos ahí habían conocido al Sirius Black de antes, ese hombre alegre y risueño de voz amable que distaba mucho del hombre con una voz casi de ultratumba con  un deja sarcástico crudo, su rubio abogado se acerco a él inclinándose en su oído.

-       Sirius, no hagas esto más difícil- susurro tranquilo- mira a tu derecha, tenemos a Harry, mira a tu izquierda, podemos liberarte a ti y a Sev pero necesito que me ayudes en esto Padfoot, si jugamos bien nuestras cartas quizá podamos conseguir nuestra venganza.

Sirius miro a su derecha viendo a una copia exacta de James sonriéndole tímidamente mientras aguantaba las ganas de llorar, desvió su mirada o el también lloraría, volteo a su izquierda y vio a su marido quien le pedía en una muda suplica comportarse, ya lo habia decepcionado mortalmente una vez, no volvería a hacerlo; Lucius se separo tranquilo cuando Sirius alzo la cabeza para mirar a Fudge.

-       Señor Black ¿estaría usted dispuesto a tomar Veritaserum para poder dar imparcialidad al asunto?

-       Si, solo si las preguntas no se desvían del tema que importa.

-       Le aseguro que así será- dijo el ministro para mover la mano.

Un auror llevo la poción hasta ellos y Sirius la bebió sin hacer mayor escándalo, la subsecretaria del Wizengamort, la cara de sapo…la señorita Dolores Umbridge comenzó el interrogatorio.

-       ¿Cuál es su nombre completo?- exigió tranquila con esa voz chillona

-       Sirius Orión Black Black- contesto el aludido con calma

-       ¿Sabe por qué esta aquí?

-       Si, para por fin tener un juicio por el crimen que no cometí- eso de por sí ya era una declaración

-       Eso ya lo deliberaremos- dijo la mujer algo burlona, no era secreto que en sus años en Hogwarts habia estado detrás de Orión Black, quien la habia ignorado a favor de su propia prima, Walburga- ¿Esta usted casado señor Black?- pregunto con saña.

La pregunta no era la mejor, ambos habían decidido esconder en su mayoría su relación ya que ambos corrían riesgos en el día a día.

-       Sí- contesto llanamente, sorprendiendo a todos.

-       ¿Podría decir el nombre de su pareja?

-       Severus Tobías Snape Prince- eso sí fue un shock para todos, incluido Dumbledore, quien miro a su espía con furia mal disimulada, aunque este le ignoro por ver a su marido sintiendo un calorcillo en su pecho.

-       Bien, la poción esta funcionando…- anuncio la señorita para retirarse.

-       Señor Black- comenzó de nuevo Fudge algo sorprendido- ¿podría relatarnos los hechos ocurridos la noche que Quien- Usted- Sabe desapareció?

-       Era Halloween para los muggles, Samhain para nosotros; yo tenía mucho tiempo sin ver a mi pequeño ahijado que hacía unos meses cumplía apenas un año, iba a ir en mi motocicleta al pueblo, pero pronto me llego su patronus- su voz se corto un poco- estaban atacando la casa, lo habían traicionado, el guardián de los secretos de esa casa era Peter, pero ese asqueroso traidor no era fiel a nadie más que a el mismo y al lado que lo convenciera mas, acelere para intentar ayudar, cuando llegue no encontré a James por ningún lado y Hagrid estaba sacando a Harry…le pedí que me lo diera pero no quiso, tenia ordenes de Dumbledore de llevarlo directo a donde él estaba, me cegué por la furia, estoy casi convencido de que alguien me lanzo un hechizo de compulsión, así que me fui para buscar a Peter, en cuanto lo vi intento huir convirtiéndose en rata por las tuberías pero no lo deje, volé media calle pero no lastime a nadie, el se asusto y como era tan patético que no controlaba su magia exploto la calle molesto y mato a los muggles gritando estupideces. Después solo recuerdo verlo huir convertido en rata, se corto el dedo según creo, el meñique, los aurores llegaron y no me dejaron explicarme, muchos de ellos eran de La Orden y me encerraron sin permitir siquiera que le avisara a los míos lo sucedido, mi hermano intento sacarme a los pocos días, pero le negaron la entrada por ordenes de la misma persona que no solo sabia la verdad de todo, si no que habia vigilado el mismo el encantamiento fidelio.

-       ¿Quién es esa persona?- pregunto curiosa Madame Bones?

-       Albus Dumbledore- dijo el hombre sorprendiendo a todos mientras Albus balbuceaba que los hechizos Fidelio si no eran hechos por el guardián provocaban la pérdida de memoria.

-       Y según usted señor Black- comenzó el ministro- ¿Pettigrew era seguidor del que no debe ser nombrado?

Sirius levanto la mirada orgulloso

-       Tom Riddle es mi amigo, mi líder, pero lo más importante, el compañero de alma de James y el padre de Harry.

Aquella declaración hizo que el Wizengamort en pleno perdiera el control, el ministro tuvo que utilizar un hechizo para aumentar su voz, Dumbledore no tardo en hablar cuando todos se calmaron.

-       Eso es imposible Señor Black, usted y yo lo sabemos, James Potter era enemigo acérrimo del señor tenebroso…

-       Objeción Ministro- comenzó Lucius-

-       Déjalo Lucius- dijo Sirius desafiando a Dumbledore con la mirada- Para empezar le pediré que deje de intentar meterse en mi cabeza, es idiota si cree que podrá con mis protecciones, mi marido es el mejor Oclumante del mundo y me enseño personalmente- de nuevo todos miraron mal a Dumbledore y Fudge le advirtió con una mirada- James Potter estaba unido a Thomas por un lazo mucho más fuerte que un matrimonio, magia ancestral les unía desde que se conocieron, Riddle desapareció defendiendo a los suyos, le aseguro Dumbledore que si hacemos un hechizo de linaje aquí y ahora veremos quien dice la verdad, y usted sabe perfectamente la verdad.

-       Pruebas- exigió Fudge desde el estrado molesto y con un terrible dolor de cabeza, no lograba comprender en realidad nada- El joven Harry Potter deberá pasar al estrado, veremos sus recuerdos y determinaremos si lo que dice para empezar de los sucesos de esa fatídica noche son como usted los cuenta señor Black….señor Malfoy, ¿los tutores del niño no tienen problemas con el procedimiento a seguir?

-       Solo imponen una condición ministro, Albus Dumbledore debe estar lejos del niño en todo momento- todos estaban de acuerdo, curiosamente incluso las familias de luz tenían a la mano sus varitas, Dumbledore podría hacer una jugada en cualquier momento y no iban a permitir sangre ahí.

-       ¿Pero entonces quien realizara las pruebas señor Malfoy? Las leyes estipulan que en estos casos sea el jefe supremo del Wizengamort- comenzó Dumbledore siguiendo con la máscara de abuelo bonachón que, sin embargo, empezaba a caérsele en pedazos.

-       Las leyes estipulan que la Secretaria también puede hacerlo Dumbledore- dijo Fudge- y en este caso y al ver que es un tema tan personal para ti me temo que debo pedirte que te calles, veras esto como espectador, solo eso.

Si era sorprendente ver a Dumbledore fuera de su faceta de abuelo bonachón era doblemente impresionante ver al ministro callar de tal forma al mago que era considerado el más poderoso de esa época, era claro que el anciano director no podría irse, las cámaras del Wizengamort se sellaban con magia ancestral hasta que el veredicto fuera dado; Madame Bones en este caso bajo hasta donde debía estar y Lucius avanzo hacia Harry a quien Draco soltó reacio pero sabiendo que debía hacerlo, quien al pasar al lado de Sirius se despego un poco de el rubio para darle un beso estruendoso a su padrino que sonrió como no lo había hecho en esos años, todos se sorprendieron con el hecho, demostrando que las palabras del heredero Black podían ser ciertas.

Cuando Harry estuvo sentado frente a la bruja se sintió un poco intimidado, no era para menos, pero solo Draco sabía que en realidad su pareja estaba disfrutando su actuación de niño bueno e inocente que temía a los adultos.

-       Hola Harry- dijo la mujer en tono suave- mi nombre es Amanda Bones, si no te molesta voy a darte una poción y después aparecerán muchas imágenes por tu cabeza que ampliare por un hechizo para que todos podamos verlas, ¿estás de acuerdo?

Harry asintió sin dudarlo, no estaba seguro de que o para que era eso pero parecía importante para liberar a Padfoot; el mismo auror que entrego la poción para Sirius entrego a Madame Bones un frasco de color café claro que hizo a Harry arrugar un poco su naricita, la bruja le sonrió divertida y se lo dio, el niño hizo una cara graciosa antes de tomársela de un solo trago haciendo una mueca peor, sabia horrible, sintió un leve mareo y decidió mantener cerrados su ojitos, escuchando el murmuro del hechizo sobre él.

Después de unos segundos Harry soltó un jadeo sorprendido por las imágenes que pasaban a una velocidad impresionante en su cabeza, haciendo que se mareara hasta que la velocidad comenzó a bajar gradualmente poniendo como primera imagen una donde Sirius le cargaba mientras jugaba con él y hablaba con James, parecía borroso al principio, pero después las voces y las imágenes comenzaron a salir con claridad, aunque solo se veía a las personas, el cuarto en el que estaba seguía borroso, seguramente porque la atención del niño estaba en su padre y su padrino

-       Me alegra que se parezca a ti hermano, estaba considerando seriamente en negarme a ser el padrino si se parecía a Tommy

-       Que te escuche decirle así y tendré que buscar otro padrino- se burlo lentamente el castaño que todos conocían a la perfección- Y confió en Remus, pero el ya tiene a su mini rubio así que…

-       Nada va a pasarte, Tom no va a dejar que nada te pase, aun cuando estén peleados y no quieras decirme porque, ese hombre te ama con locura…bueno ya estaba algo loco- se burlo el mayor de los Black

-       Padfoot!- se quejo una voz inconfundible para todos los que habían conocido al bromista- Deja a mi marido en paz…

-       Es sorprendente que aun le digas marido… ¿Dónde está ahora James?

-       No lo sé…y me molesta no saberlo…cuando me fui yo…-suspiro- Por Merlín no quería irme pero el cada vez estaba más fuera de control…y te diré algo, estoy seguro de que tiene algo que ver con Dumbledore

-       Como todo lo que nos ha pasado-suspiro el mayor de los Black- ¡Bien dejémonos de cosas tristes! Mini Prongs necesita un cambio de pañal y yo soy solo el guapo e inútil padrino…

-       Dámelo, no quiero dárselo a Lilian…ya van dos veces que la encuentro diciéndole cosas a mi pequeño niño- dijo el hombre tomando a Harry quien le jalo cariñosamente los cabellos- ¿Dumbledore cree que todavía estoy bajo la poción de amor? - pregunto el hombre caminando hacia el cambiador-

-       Sí, he interceptado todas las cartas de Lilian y Remus las ha remplazado, ya sabes que eso de las firmas mágicas se le da mejor a él, no te preocupes, tenemos tu espalda, pero quizá sea hora de que desaparezcan…un Fidelio… - dijo Sirius haciendo una mueca- Iagh…¿Qué le das de comer? ¿babosas explosivas?

-       ¿Y quién podría ser nuestro guardián? - la imagen se desvanecía poco a poco-Tú serias una opción muy obvia…y no creo que a Remus le haga mucha gracia arriesgarse ahora que tiene a su Mini rubio, de Peter…bueno Peter suena a una buena opción- la imagen termino de desvanecerse.

Harry sintió un cumulo de cosas al escuchar todo aquello, se sentía raro, no habia dudado de que sus padres le habían dicho de sus padres biológicos, pero algo en el no habia querido creerlo, ahora la verdad resultaba dolorosa.

La siguiente imagen no tenia audio, simplemente Harry veía como James y Peter hacían el encantamiento Fidelio desde una ventana curioso, de donde segundos después Lily lo quitaba con rudeza para aventarlo sin delicadeza alguna sobre la cuna sin una palabra, sorprendiendo a todos ante el asco reflejado en su mirada, nadie habia esperado eso de la bruja que siempre habia parecido carismática y tierna.

La imagen volvió a cambiar, esta vez a una discusión de James y Lily, quienes estaban frente al niño, el hombre detenía cada intento de la bruja por acercarse.

-       Voy a hacer lo que se me dé la gana Lilian, es MI hijo…- dijo plantándose frente de ella autoritario, no tenían forma de saberlo a ciencia cierta, sin embargo, por como Lily se encogía parecía que James estaba amedrentándola con su magia

-       ¡Nuestro hijo James!- dijo la pelirroja logrando ponerse recta unos segundos.

-       Dime una sola maldita vez que lo hayas cuidado, que te hayas levantado porque llora o le hayas cambiado el pañal, una sola vez que no lo mires con desprecio y entonces diré que es nuestro hijo y te dejare en paz.

-       ¿Y cómo quieres que lo mire si es hijo de una abominación?- dijo la pelirroja histérica- lo escogiste a él antes que a mí, yo que podía darte todo.

-       Tú incultura del mundo mágico es tremendo, no entiendo cómo pudiste entrar a Hogwarts… y ser "la mejor alumna" - se burlo el hombre- Mi hijo es hijo de la magia y es más fuerte de lo que tú podrías llegar a ser, su padre es el legitimo heredero de Salazar Slytherin y su sangre se mezclo con los mismísimos herederos de Merlín, sin contar su herencia Peverell y Gryffindor por mi parte- dijo el hombre orgulloso- El es y esta destinado a ser el líder del mundo mágico como su padre lo será muy pronto.

-       Cuando toda esta estupidez acabe y Dumbledore te quite  ese demonio verás que estar mejor conmigo y los hijos que pueda darte, ese crio nació como un anticristo.

James se rio fuerte y estruendosamente

-        Ni bajo el efecto de la amortentia pudiste seducirme Lilian, deja de ser una maldita urgida, desde el colegio todos lo saben, te enteraste del poder que tengo y te obsesionaste conmigo después de que supieras que a Sirius lo habían desheredado y que de él no conseguirías nada…

La escena volvió a disolverse y Harry estuvo a punto de abrir sus ojos pero prefirió no hacerlo o lloraría, eran recuerdos que ni el sabia que tenia y le dolían de muchos modos, pero también lo intrigaban, sus padres le habían dicho de sus líneas de sangre, sabía que estaba destinado a una grandeza que no pidió.

Frente a él apareció de nuevo su casa, estaba jugando con su padre cuando un ruido extraño sonó de afuera, el bebé Harry notó como las manos de su padre lo apretaban con un poco más de fuerza y volteaba a ver a Lilian que sonreía malvadamente, James Potter salió corriendo hacia el cuarto del bebé, podían irse, iría con Moony ¿Pero cómo? No, James en realidad  se negaba a  aceptar que Peter los había traicionado y se notaba en su rostro; tomo una maleta con ropa de Harry y cuando quiso desaparecerse se dio cuenta de las barreras de protección anti magia, soltó una maldición y dejo a Harry en la cama antes de conjurar su imponente Patronus que para sorpresa de todos era un hermoso basilisco.

-          Tom, olvida el rencor mi amor, el está aquí, vino por nosotros, solo tú puedes salvarnos, lo distraeré pero, por lo que más quieras Tom, ven y llévate a Harry- La serpiente se fue y James se concentro a su alrededor susurrando palabras de magia negra extinta, creando Elementales  de fuego alrededor de la cuna de Harry quien rio al ver las extrañas figuras, ajeno a lo que significaban.

Los pasos por las escaleras se hicieron más cercanos, pero lentos, como cuando alguien disfruta una situación, Potter rogo porque todo aquello fuera una mala broma y Sirius y Peter entraran por esa puerta para decirle que Tom había vencido al fin; sin embargo no podía confiarse, aunque se negaba a creer que su amigo lo había traicionado, Peter no era un traidor. La puerta comenzó a abrirse y apretó su varita en la mano al ver entrar la indiscutible figura de Dumbledore el mago de "luz" más grande de la época, quien sonreía de modo tan…amenazador que Harry sintió su magia ponerse a la defensiva aún cuando se trataba solo de un recuerdo, James tembló unos segundos de repulsión antes de mirarlo desafiante.

-       ¿Qué es lo que quieres?- la voz del heredero Potter era de un tono de repulsión y asco.

-       Sabes bien lo que quiero James…piénsalo, a mi lado no te faltaría nada a ti y a tú pequeño demonio, Tom ha perdido todo…tus padres se han ido- el joven jadeo sorprendido ante la afirmación- Yo soy tu única esperanza.

-       ¿A qué precio? ¿Al de fingir placer, ocultando mi repulsión por ti? ¿El de ser tú puta personal? No, gracias, ya tengo un hombre a mi lado que si me llena.

Los ojos de Dumbledore cambiaron, obscureciéndose y susurro un hechizo, James sonrió de lado sin moverse, pues uno de los elementales se había movido de la cuna para recibir el hechizo, volviéndose negro…eso quería decir que ese hechizo no era "blanco".

-       ¿Qué creíste?- pregunto James burlón- Después de la ultima vez no iba a correr peligro.

-       Es tú última oportunidad Potter, o vienes conmigo o mueres- la voz del anciano era tan aterradora que se escucharon varios jadeos asustados en el Wizengamort-

-       Ambos sabemos que no puedes matarme Dumbledore, así que…- dijo aún burlón el menor, intrigando a todos.

-       Quizá a ti no, pero puedo matar a tu maldito mestizo y romperte poco a poco- el anciano parecía disfrutar el pensar en eso.

-       No vas a tocar a mi hijo- amenazo el joven enseñando los dientes en un gruñido casi animal.

Apunto con su varita a Dumbledore, quien lo miro desafiante, ambos susurraron hechizos que chocaron de inmediato, un rayo azul salió de la varita de James mientras que el rayo de la varita de Dumbledore era morado…ambas maldiciones muy fuertes que no dejaron al otro bien parado, maldiciones que, de llegar a su destino definirían lo que sucedería, Harry comenzó a llorar en su cuna, desplegando magia a su alrededor, haciendo que ambos hechizos se cortaran ambos adultos salieran disparados a las paredes, destruyendo también los elementales; James quedo inconsciente, pero Dumbledore se levanto segundos después, ruidos se escucharon en el piso de abajo, Dumbledore miro con odio a Harry y salió de ahí rodeado de un humo blanco; segundos después por la puerta apareció Tom Riddle en su forma humana; muchos estaban terriblemente contrariados, ese hombre no era la figura de la más grande causa de magos obscuros que el mundo, sus ojos rojos eran lo único que tenia acorde con aquel hombre que todos temían; el mago corrió hasta James, murmurando un hechizo para despertarlo, pero el hombre no lo hizo, a pesar de que respiraba con normalidad, como si estuviera dormido, fue entonces que el hombre se giro para encarar al niño en la cuna.

-          Así que tú eres el bastardo de Lilian y James, el niñato por el que me dejo, por el que me cambio y por el que perdió a nuestro bebé - una sonrisa bastante obscura se instalo en el rostro del hombre mientras sacaba su varita- Bueno tú madre está muerta abajo y me llevare a James lejos de ti, así que no tienes motivo por el que seguir en esta vida- lo apunto con presteza- Avada Kedabra- murmuro el hombre, pero algo, una capa invisible lo hizo rebotar, la capa fue lo único que quedo mientras el niño en la cuna lloraba con fuerza, en su frente había quedado marcada una cicatriz que el mundo conocería como una mentira.

Lo que siguió estaba muy borroso, Sirius llegando, peleando unos momentos con Hagrid en lo que él llevaba a James a un lugar seguro, Hagrid llevándolo con Dumbledore quien habia vuelto a su pose de abuelo bonachón y lo dejo en la casa de sus "parientes" muggles, Harry abrió los ojos cortando las imágenes, no quería que vieran su vida con los Dursley. Las imágenes dejaron de fluir y notó que Dumbledore estaba atrapado en una especie de burbuja que le impedía moverse si quiera, el hombre lo veía con odio, el se encogió en su asiento con los ojos llorosos, así había sido la muerte de sus padres, su magia había matado a ambos ¿Por qué? ¿Cómo había sucedido? No tenía idea y no le gustaba no saberlo, el lugar en pleno estaba en silencio, pronto el Ministro reacciono, Harry podía apostar que tenia la boca seca y su cerebro estaba quemándose, no era el mago más inteligente después de todo.

-       Sirius Black queda absuelto de todos los cargos en su contra…el Ministerio le indemnizara los daños a su imagen y a su familia…Albus Dumbledore quedara preso por cargos de traición a la comunidad mágica, fraude y engaño, se le condena a pasar lo que le reste de vida en Azkaban sin uso de magia y se confiscaran todas sus posesiones, queda destituido del cargo de Director del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.

Dumbledore sonrió perversamente y logro un despliegue de magia sorprendente que deshizo la burbuja de seguridad en la que se encontraba, apuntando su varita contra Harry, quien lo miro desafiante, quizá no sabía controlar su magia pero era precisamente eso lo que le daba el control sobre la situación, sin un control de su magia estaría en condiciones de darlo todo para matar de una vez al anciano, el hombre lanzo la maldición asesina contra él, quien estiro sus manos por reflejo logrando absorberla, haciendo que la varita de Dumbledore brincara directo a sus manos;  sus ojos brillaron de un modo sorprendente, eso solo tenía una explicación y nadie quería siquiera pensarla, mucho menos nombrarla, todos se quedaron en silencio y los aurores se le lanzaron encima a Dumbledore, quien estaba tan sorprendido por lo que Harry había hecho que no noto a los aurores, que lo capturaron sin problemas, logrando poner muchas protecciones, el ministro susurro algunas palabras en latín que nadie comprendió del todo y una luz azul muy fina rodeo a Dumbledore, que grito de dolor antes de caer sobre sus rodillas, su magia había sido sellada. Se lo llevaron de ahí sin más, ante las sonrisas de todos los presentes, que se sentían aliviados en gran forma, el viejo había sido un dolor en el trasero y solo por las grandes masas que movía a su favor nadie había querido arriesgarse a enfrentarlo, con Dumbledore fuera ahora como protector de los muggles solo quedaban las familias puras que regresarían y cambiarían la onda "pro muggle" que se había desarrollado, pero no todo terminaba ahí, el ministro mira Lucius

-       Si los recuerdos del niño están en lo correcto eso significa…

-       Significa que Tom Riddle solo estaba tomando lo que por derecho natural le pertenecía, el gobierno del mundo mágico.

-       Dentro de 3 semanas se hará un juicio para determinar que se hará con el niño Po…Riddle- afirmo el ministro- y se agraviar los cargos de Dumbledore así como el inicio de la búsqueda de Tom Riddle.

Todos estaban sorprendidos en realidad, ese juicio no solo habia hecho caer una de las figuras de la “luz”, habia marcado el futuro cambio de la sociedad mágica de Reino Unido. 


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