LA MAGIA NO ESTA PERDIDAD O SI
Odín observaba a los niños a esos pequeños llenos de inocencia, pureza que en sus miradas no había ningún rastro de maldad sino eran ingenuidad pura, lastima que los años pasaban y esos pequeños al crecer olvidaban muchas cosas en especial la magia, todavía recuerda los tiempos dorados en que la magia del polo norte estaba rebalsando como nunca, lo vio en su padre, como ancestro aunque ellos vivían largos años y cuando sentían que era tiempo para darle su puesto a uno de la siguiente generación descendían al cielo para ser una estrella más en el cielo para guiar a los humanos.
Entonces se fue desmoronando, muchos olvidaban lo que era tener fe, esperanza pero sobre todo de creer en la magia, poco a poco toda ella estaba desapareciendo y él no pudo hacer nada, y se sintió peor cuando fallo a Stark a ese pequeño que aun cuando lo negara muy dentro de su ser seguía latiendo su niño interior, ese pequeño que corría para decorar su árbol de navidad, que reía divertido cuando su madre le colocaba crema batida en su nariz y luego ese Tony que preparaba chocolate para darle a todos sus invitados pero al perder a sus padres, él pequeño se aisló, se alejo de todo y todos convirtiéndose en ese hombre tan roto, tan solitario y Odín no se perdonaba pero aunque todos los niños como grandes eran importantes, algo en Stark lo hacia resaltar por esa alma tan pura, por ese corazón tan enorme y esos ojos llenos de inocencia que poco a poco se fueron apagando pero el hombre estaba seguro que al poner esa muralla inquebrantable era solo para resguardar lo poco que quedaba de su corazón, alma, que en un punto estaba ese niño, esa alma que pedía a gritos que lo liberaran para poder ser libre al fin.
En sus momentos de meditación la encontró otra alma con lo era Anthony, ese niña, esa pequeña le recordaba tanto a Tony cuando era niño, llena de inocencia, pureza que prefería callar su dolor para no preocupar a su padre, y entonces Odín no pudo quedarse con los brazos cruzados, dos almas tan difíciles de encontrar estaban en un mismo lugar, Tony y Sharon dos niños que ocultaban en grandes capas su dolor, que preferían ser lo que la sociedad los apuntaban sin considerar sus sentimientos, en Stark lo apuntaron de lo peor de los omegas, de ser un chico fácil, que su corazón no existían cuando el hombre era consiente que nadie conocía al verdadero Stark, el hombre que gritaba porque alguien lo amara por lo que era, por lo que es sin juzgarlo sin nada de eso , y entonces estaba Sharon una pequeña que gritaba por sentir lo que era la calidez de un madre, o papi, que alguien la viera como su pequeña y no solo la mirada de su padre porque ella sabia que Steve la amaba como ninguna persona la iba a querer, que su padre daría su vida por ella, como sus demás tíos pero Sharon miraba a los demás mamis y papis, y no podía sentirse mal por ser egoísta por desear tener ese mismo cariño que alguien la viera de esa manera especial que la abrazara de esa manera única entonces rogo al escribir su carta para Santa que este le concediera su único deseo.
Por lo que Odín sabiendo que su magia iba a quedar casi en cero, no lo pensó más su corazón le indicaba que estaba haciendo lo correcto, tenia la confianza en sus hijos, mejor dicho en Loki no es que dudara de las capacidades de Thor, pero su hijo a veces era un poco impulsivo (bueno era bastante) en cambio su yerno Loki al que considera un hijo, él era el equilibrio de su hijo, sabia que el pelinegro lo estaría buscando pero estando en puerta la navidad, le daba un tiempo para poder realizar su maravilloso plan, estaba seguro que su hermosa esposa al verlo lo mandaría a dormir en los establos con los renos pero si todo saldría como lo tenia planeado bueno su esposo lo amaría y la daría lo que quisiera.
—¿Puedo tener un deseo? —pregunto con inocencia Sharon viendo al anciano que tenia un parche negro en uno de sus ojos, su mirada se quedo observando al padre de la niña, Steve que lo miraba con algo de desconfianza para ver como ese hombre le regalaba una pequeña sonrisa para ver a la niña nuevamente.
—Claro pequeña, todos tenemos el derecho de tener un deseo, pero debes tener mucho cuidado de lo que deseas —informo Odín viendo como la pequeña solo asentía varias veces para ver las pequeñas esferas de colores, el anciano sabia, que la niña estaba viendo que iba a escoger con mucho cuidado, pero cuando iba a estirar la mano se quedaba quieta como si dudara de lo que realmente quería.
—Yo pedí un regalo a Santa, ¿crees que se enoje si lo vuelvo a pedir a otra persona? —cuestiono Sharon mordiendo un poco su labio, es que ella no quería dudar de Santa y que él se pusiera triste al pensar que ella no creía en él, claro que Sharon creía en Santa, y sabia que ese hombre gordo con barba blanca y una sonrisa maravillosa no se iba a enojar con ella ¿Verdad que no podía enojarse con ella?, el anciano escucho como el tal Clint decía que el hombre gordo de Santa no se enojaría de ella si pedía un deseo y el asintió necesitaba que la pequeña diera el primer paso a su plan, pero no su vista se fijo en todo el lugar, muchos negocios ya estaban empezando con las decoraciones de navidad, muchos ya estaban colocando la imagen de santa en algún lugar de su negocio, y no pudo tener un pequeño tic, al ver su supuesta imagen como se santa gordo, con una panza a punto de reventar.
Odín suspiro como no lo había hecho hace bastante años, enserio solo fue una vez, y eso fue en su juventud e iniciando su matrimonio, una vez en que su amada esposa se enojo por él por haberse comido todo la camino de celebración antes de la navidad, Frigga estaba enojada pero con una sonrisa perversa en sus delicados rasgos solo hizo que Santa tragara nerviosamente y más cuando llego el día en que debía recorrer en una noche todo el mundo su amada llego con un traje rojo, gorro rojo que al ponérselo parecía que estaba gordo, y una barba blanca para completar y quiso negarse, claro que sí pero la promesa de nunca tocar a su esposa por un año, hizo que tuviera sus prioridades y si debía ponerse ese tonto traje lo haría, pero lo que no espero que entre adaptarse a ese cuerpo y entrar una chimenea sin usar mucho su magia dio como resultado que algunos lo vieran así de gordo y que los rumores se movieran como pólvora.
El resultado era que todos miraban a un Santo así de gordo, con barba blanca, una gran ofensa para él que en sus días de juventud tena un cuerpo digno de dioses. Pero salió de sus pensamientos al notar que la pequeña solo lo miraba curiosa para sonreír y con sumo cuidado como si algo la llamara tomaba una esfera de color blanco que al tenerla se había puesto de un color dorado para volver a su color original y Odín solo vio como la magia empezaba a funcionar, de verdad esperaba que todo saliera como debía ser, al principio Tony se sentiría confundido, pero solo debía abrir los ojos.
—tienes suerte señor, la vida le ha bendecido pronto tendrá dos estrellas que alumbran sus noches oscuras —dijo el hombre para tomar sus cosas e irse de ese lugar no si antes notar a todos esas personas —Y quizás muchos se beneficien con ese deseo —susurro lo ultimo y se fue de ahí dejando a mas de uno confundido con su actuar.
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Pepper estaba cansada sabía que había pasado horas desde que entro en su oficina exigiendo todo los archivos como que revisaran la oficina del ex de Tony sin llamar mucho la atención agradecía a Natasha su silencio y obedecer a esa simple orden, pero necesitaba ver todos los papeles que ese maldito del ex de Tony tuvo acceso, sus hombros estaban tensos, pero algo le indicaba que debía seguir revisando cada documento, cada caso que ese infeliz toco, pero sus ojos se abrieron de una manera imposible, sentía que el lugar se hacía pequeño, su respiración se acelero y estaba sudando frio, sentía que en cualquier momento se desmayaría sino hubiera sido por la pelirroja que entro en su despacho para tratar de calmarla en eso momento hubiera perdido la conciencia, se trato de tranquilizarse con lo poco que le salía la voz y viendo directamente a la mujer.
—Llama a Tony y a los demás —pidió para sentir como la cabeza estaba a punto de explotarle, ese maldito era mejor que nunca apareciera en su vida porque era capaz de arrancarle la garganta.
CONTINUARA…