De pronto despertó, estaba abriendo lo ojos un pelirrubio confundido, no sabía porque pero se había desmayado o quedado dormido, no sabía bien que paso antes de entrar a aquel cuarto al que le habían llamado.
- Ya despertaste – le dijeron desde el fondo
- ¿Qué paso? – pregunto aun confundido
- Nada, solo tome precauciones – le dijo saliendo de las sombras
Era el dragonslayer de las sombras que estaba al fondo, salía lentamente convertido en sombra aun para no ser visto o tocado por el rubio quien se encontraba atado de manos y pies a un poste del otro lado.
Mientras intentaba recordar cómo había acabado así trataba de soltar por lo menos una mano, confundido porque veía a su compañero cerca y él estaba atado, no sabía que pensar.
- Rouge, ¿Qué pasa? – le pregunto confundido aun
- El cazador va a su presa…
- ¿Qué dices?
- Y lo devora…
Mientras el rubio intentaba soltarse de la cuerda con magia se dio cuenta que no podía, al parecer tenían algo para sellar la magia y eran cuerdas muy resistentes para romperlas solo con fuerza física.
Mientras forcejeaba para escapar solo sintió como el pelinegro se le había lanzado bruscamente, parecía que no era una pelea o una broma.
- ¿Qué haces Rouge?
- Solo vamos a divertirnos – respondió el pelinegro extendiendo la mano
En ese instante el cazadragones de luz sintió una pequeña sensación recorrer su cuerpo, sintió como la mano de su compañero le había tocado desde el pecho hasta el abdomen lentamente.
Lentamente sintió como los dedos del pelinegro lo tocaban, esto no era una broma y solo veía como su compañero se le encimaba poco a poco, los dedos del mago de las sombras comenzaron a tocar el abdomen del rubio, acariciaban cada musculo marcado lentamente y se veía en su cara la satisfacción de hacerlo.
- De…tente – decía el mago de luz
- Las sombras consumirán a la luz esta noche – decía el pelinegro sin hacer caso a su compañero que estaba retorciéndose
Las manos del mago de sombras comenzaban a subir al cuello del rubio y este solo se retorcía como podía para liberarse sin conseguirlo, quería soltarse pero no podía, era imposible y poco a poco sentía algo de excitación ante lo que su compañero hacía.
El mago de luz comenzaba a sentirse débil ante las caricias forzadas que le hacia el pelinegro, sentía como su cuerpo reaccionaba ante las lentas caricias de su ahora posible violador, sentía un dolor en la entrepierna que le molestaba mucho en la posición en la que se encontraba.
- Ya deten…te Rouge – decía el mago de luz ante la excitación del otro
Parecía un sufrir lo que ahora sentía en su cuerpo, sentía que quería explotar sin poder conseguirlo, mientras el pelinegro solo se limitaba a tocarlo por encima de la ropa ya el rubio intentaba zafarse de la cuerda aun.
De pronto sintió un brusco empujón y su chaleco fue arrebatado de él, sintió el frio aire tocar la piel de su cuerpo al desnudo, sentía las frías manos de su violador esta vez más veces que antes, sentía como lo tocaba por todo el pecho sin parar, vio cómo se acercó a él lentamente, no sabía para que razón hasta que llego lo suficientemente cerca.
- Rouge…aaahhh
Sintió como la lengua del pelinegro comenzó a lamer su piel, sentía la saliva del otro caer a su pecho y luego como recorría con su lengua su abdomen lentamente mientras con sus manos acariciaba fuerte sus piernas buscando algo más.
Sintió como la lengua del mago de sombras tocaba cada rincón de su cuerpo, sin más que poder hacer solo se rindió a su estimulo quedándose quieto dejando al otro el paso libre a lo que quería.
- Veo que te rindes – dijo el pelinegro
- Pues no…puedo hacer nadaaaahhh… - exclamaba el rubio mientras era acariciado y lamido por el otro
Sintió la excitación a su límite ya, un bulto en la entrepierna del rubio le molestaba más y más, le dolía y daba una expresión que lo decía claramente, quería liberarse pero ya no de las cuerdas que ataban sus manos, se retorcía al sentir las manos del pelinegro y gemía poco a poco cada vez más fuerte ahora.
Escuchando el mago de sombras los gemidos del rubio comenzó a excitarse también, escuchar el gemido de su compañero le animaba a seguir más allá, termino de despojar al rubio de su ropa, le arrebato los pantalones y la ropa interior de una para dejar al rubio completamente desnudo.
Al sentirse al fin sin ropa el mago de luz solo pudo aliviarse de aquel dolor que le incomodaba dejando salir su miembro erecto completamente, se sentía aliviado ya pero con algo de dolor y excitación que debía liberar lo antes posible.
- Ya…no…puedo – le decía el rubio
- Te haré sentir mejor – dijo el pelinegro
Al momento abrió su boca y se tragó de una el miembro de su compañero haciendo que este se encorvara bruscamente, comenzó a sacar y meter se su boca el miembro erecto del rubio, saboreaba a su compañero mientras con sus manos pellizcaba sus pezones completamente duros haciendo que el rubio gimiera más y más fuerte.
- Rou…ge – decía el rubio
El pelinegro solo al escuchar su nombre comenzó a meter y sacar el miembro del rubio con más rapidez haciendo que gimiera y no le permitiera hablar más, solo se retorcía y notaba como se empujaba con sus piernas para soportar tal excitación.
El mago de sombras al ver a su compañero más y más caliente se quitó la ropa quedándose desnudo también, veía como su compañero se había sonrojado y sudaba sin parar por lo que había hecho con él, pero aún no estaba satisfecho, quería más, no solo quería saborearlo con su boca, quería sentirlo en su cuerpo.
Tomo dos de sus dedos y los introdujo a la fuerza en la boca del rubio haciendo que los lamiera y dejaba abundante saliva en ellos, despues de que los quitara de sus labios le beso de manera brusca y sin que se diera cuenta se introdujo los dos dedos que había lubricado en la boca del mago de luz.
Mientras se besaban bruscamente el pelinegro con una mano acariciaba el duro miembro del rubio y había introducido sus dedos en el con la otra, sintió la excitación tan grande que esto le producía, no podía parar, lo hacía más y más fuerte cada vez gimiendo y haciendo que el mago de luz también lo hiciera, calmaban sus gemidos besándose sin parar hasta quedarse sin aire, solo se veía un hilo de saliva que conectaba sus labios al terminar y volver a besarse.
Al sentirse ya bastante excitado el pelinegro solo dejo caer el cuerpo desnudo del mago de luz al suelo y se encimo en el para hacer lo siguiente ya.
Estando en el suelo el rubio sin poder mover solo sentía el frio en su espalda y el peso del mago de sombras sobre él, no podía moverse y las manos de su opresor tocaban las partes más débiles de su cuerpo.
El pelinegro se subió a sus piernas quedando sentado sobre ellas, se levantó un poco para poder acomodarse y con las manos buscaba la punta del miembro erecto de su compañero, lo tomo con sus manos fuertemente haciendo gritar de placer al rubio y al acomodarlo bien se sentó sobre el introduciéndolo en su cavidad de una forma lenta, entraba en el lentamente y mientras lo hacia apretaba el miembro del rubio haciéndolo sentir bien.
Al estar sentado encima del rubio subía y bajaba para ser penetrado más y más rápido cada vez, el mago de luz sin poder resistirse mucho a tal acción termino vaciando su liquido blanco dentro del pelinegro el cual al sentirlo paro de hacerlo y cayó encima de su compañero exhausto.
- Vaya, sí que aguantaste – hablo el mago de sombras recuperando el aliento
- Trate lo más que pude – respondió el rubio levantándose
- Jajaja esta vez me gusto más – dijo el pelinegro – estuviste genial
- Pues gracias, pero…
- ¿…?
- Veo que te encanta jugar al torturador sexual – sonrió el mago de luz
- Pues algo – dijo el pelinegro soltando las manos de su compañero
- La próxima vez será a mi modo – exclamo el mago de luz
- Solo si ganas el juego de quien domina – respondió orgulloso el pelinegro
- Ya verás…ganaré la próxima vez