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Aishiteru por Linz

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Notas del capitulo: Bien, bien, nunca pensé que llegara a subir un fic en este sitio (y si, te culpo a ti Arla) incluso nunca pense llegar a este lugar, pero bueno, lo echo, echo está, espero les guste la historia y mis locos personajes.
Aishiteru.

 

Capitulo uno.                         Un inicio como cualquier otro.

 

«Mi nombre es Misaki, hoy doy inicio al cuarto semestre en la preparatoria Seijou, como siempre espero que venga mi tormento, un torbellino de cabellos cafés, su nombre Hiyono, como cada semestre ella llega con su entrada triunfal para luego atacar con su mortífero abrazo rompe costillas, algo que detesto, pero espero que esta vez sea diferente»

 

            Una chica de largo cabello negro y ojos verdes esperaba el timbre de entraba sentada sobre la mesa de su pupitre, miraba con ansia aquella puerta que estaba a escaso espacio de ella, esa persona a la que esperaba aun no llegaba.

 

- Buen día, Narumi-kun- la saludó una chica entrando al salón, era popular por ser parte del equipo femenil de baloncesto, le gustaba eso aunque no tanto por los hombres que la veían como una buena presa que cazar- ¿aun no llega Hiyo-chan?

 

- Le doy cinco minutos para que llegue, tiene esa costumbre de tardar tanto el primer día de clases- contestó Misaki con cierto fastidio, tardaba de acostumbrarse en volver a levantarse temprano después de las vacaciones llenas de ocio en donde no tenia horario fijo.

 

- Esta bien- la chica se alejó hasta donde estaba su lugar, los alumnos comenzaba a llegar poco a poco, cada vez era mayor la cantidad de platicas que se escuchaban en el salón de clases, un molesto sonido para los que se mantenían en silencio esperando a sus amigos para luego formar otro ruido mas.

 

- Buenos días Misaki-chan- un chico de cabello castaño y ojos del mismo color le saludó mientras se sentaba en ese instante frente a ella.

 

- ¿Qué quieres, Mamoru?- sabia que quería algo, siempre que se acercaba a ella era por alguna razón.

 

- ¿Te gustaría salir conmigo este fin de semana?- le preguntó el joven con su mejor y mas sincera sonrisa.

 

- Ah…déjame pensarlo- fingió interés por la petición del chico, mas esas cosas no le gustaban- no, no me interesa tener una cita contigo- ignoró luego al muchacho para fijar su vista en su reloj, ya estaban terminando aquellos cinco minutos de tolerancia para su amiga.

 

- Pero Misaki, siempre dices lo mismo, al menos dame una…

 

- Shh…- lo calló Misaki viendo los últimos segundos para que dieran exactamente las 7:05 a.m.

 

- BUENOS DIAS A TODOS- gritó una chica, de cabello café agarrado en una coleta y ojos azules, entrando al salón de clases, varios le saludaron el saludo después de pasado el susto, se fue dirigiendo hacia donde estaban Misaki y Mamoru, acomodó su mochila y sentada se volteó hacia ellos que estaban frente a su pupitre.

 

- Buenos días Hiyono- Mamoru la miró como si no hubiera sufrido cierta decepción amorosa.

 

- ¿Ya lo lograste?- le preguntó la castaña mirando de reojo a su amiga que desviaba el rostro hacia la puerta, no quería que le dijera nada sobre el tema.

 

- No, mejor me voy a planear mi nueva estrategia- antes de retirarse le guiñó el ojo a Hiyono, nunca se rendiría hasta que consiguiera que aquella mujer aceptara ir a algún sitio con él.

 

- ¿Cómo estuvieron tus vacaciones?- preguntó Hiyono a su amiga Misaki, siempre lucia tan activa e inquieta, para muchos era encantadora y graciosa aunque su fama solo llegaba al salón de clases fuera de él era conocida nada mas como la compañera de Narumi-kun, dígase Misaki.

 

- Bien- contestó Misaki desganada, si por ella fuera estaría aun durmiendo en su cama.

 

- Pues yo te extrañe muchísimo, ¿tu me extrañaste también?- parecía una niña pequeña con ese rostro tan expresivo y esa voz tan aguda.

 

- Para serte sincera te diré que no- Misaki hablaba como si no le importaran las palabras de su amiga, mas esa era su forma de ser, no tenia que tomarle mucha importancia a una platica sin sentido y sabia que la castaña entendía su forma de ser así que no se sentiría ofendida por su tono de voz « bien, creo que ya estoy fuera de peligro, ya pasaron tres minutos y nada de abrazo» pensaba victoreándose mentalmente, así que mientras esperaban la llegada del profesor comenzó a sacar uno de sus cuadernos, pero de pronto sucedió lo que tanto temía, su respiración estaba siendo cortada al sentir una descomunal opresión en sus costillas, no podía moverse libremente y sus mejillas empezaban a tomar un rubor rojo por la vergüenza.

 

- ¡Me da tanta alegría volverte a ver!- le decía Hiyono mientras le abrazaba con fuerza frente a todo el salón.

 

- ¡Suéltame! ¡Suéltame!- gritaba Misaki intentando safarse sin éxito alguno.

 

- Estas semanas se me hicieron eterna- Hiyono solamente escuchaba su propia voz, los gritos de su amiga de alguna manera no le llegaban a los oídos, en cambio todo el salón estaba atento al raro combate que tenia el par.

 

- Asasuki-san, le sugiero obedezca a su compañera- esa voz hizo que ambas se callaran y se separaran.

 

- Lo…lo lamento profesor- le contestó Hiyono, ambas jóvenes se sentaron en sus respectivos lugares, la castaña estaba completamente roja mientras que Misaki respiraba aun con dificultad.

 

- Esta niña me las pagara- murmuró para si misma Misaki con cara de pocos amigos, aunque en parte se sentía culpable de haberse dejado engañar.

 

            El receso había comenzado, ambas chicas tenían como costumbre sentarse en una de las bancas del jardín de la escuela, un lugar muy apartado para todos los demás y en donde podían platicar de cualquier cosa sin que alguien más las molestara.

 

- Lamento haber hecho eso y que el maestro nos regañara- Hiyono estaba muy avergonzada, estaba destapando un recipiente de plástico donde tenía el almuerzo de ese día.

 

- Supongo que ya estoy acostumbrada- encogió los hombros, tenia la mirada perdida en las ramas del árbol que estaba tras de ellas.

 

- Toma- Hiyono extendió el brazo entregándole la mitad de su sándwich a su amiga- Mi-chan ¿hiciste algo en las vacaciones?

 

- No- luego le dio una mordida a dicho sándwich, suponía que la castaña si tenia algo que contarle.

 

- Pues yo conocí a alguien- dijo entre tartamudeos le apenaba decirle ese tipo de cosas a Misaki, pero sabia que era la única a la que le podía revelar todo lo que le sucedía- tan solo lo vi unos instantes en la calle- tomó aire para el clímax de su historia- Mi-chan, creo que estoy enamorada- Hiyono estaba sonrojada y jugueteaba con sus dedos índices, Misaki tuvo que procesar la información de forma lenta para entender, hasta que de pronto escupió el jugo (que había tomado instantes antes)  por la sorpresa, además se levantó sin darse cuenta de su lugar en la banca.

 

- ¡¿Estas hablando en serio?!- realmente estaba sorprendida eso no se lo esperaba, al menos no de Hiyono, la cual solo asintió ante la pregunta «Excelente, si tiene novio no estará siempre conmigo» se volvió a sentar pensando en todo lo que podría hacer sin estar monopolizada por la castaña

 

- Tan solo averigüe su nombre- prosiguió la chica- es Nokuro Shirou.

 

- Nokuro Shirou, mmm…- Misaki se notaba pensativa, ese nombre le era conocido mas no lo podía asociar con algún rostro.

 

- ¿Acaso lo conoces?- Hiyono estaba entusiasmada ante tal idea- dime donde vive, ¿es de la escuela?, anda dime- comenzó a darle tirones de la manga del uniforme.

 

-  No tengo ni idea de quien sea- dijo con voz imponente la otra haciendo que Hiyono casi cayera al suelo.

 

- No juegues así conmigo- pidió la castaña con la cara baja decepcionada.

 

- Me suena ese nombre, ¿Dónde lo habré escuchado?- se preguntaba Misaki, haciendo caso omiso de los pucheros de su amiga- ¡ah!

- ¿Ya te acordaste?- le pregunta Hiyono con la cara iluminada.

 

- Ya te dije que no se quien sea, me acordé que Maaya te estaba buscando antes de entrar a clases- resultaba tener muy mala memoria a corto plazo.

 

- Ya hable con ella, es para la clase de arte- eso sonaba raro, ella nunca se había arriesgado a tomar una decisión de tal magnitud sin preguntarle a ella, suponía que ya comenzaba a tener un criterio mas reservado, no sabia por que pero eso la hacia sentir algo inútil como si su amiga comenzara a hacerla a un lado- por fin me decidí a entrar.

 

- Así no tendrás que estar esperándome sin hacer nada durante los entrenamientos- dijo Misaki matando toda ilusión que tuviera Hiyono de que ella se quejara o dijera que se sentía mal por su abandono, mas no fue así.

 

            Ambas salían por la entrada de la escuela, las dos apenas habían terminado sus clases extras, una con un raspón nuevo en la rodilla, y otra con una buena impresión de la profesora al cargo del área artística de la escuela.

 

- Nunca pensé entretenerme tanto- dijo Hiyono mientras caminaban por la banqueta, de dirigían a la casa de la castaña- ¿Cómo estuvo tú practica, Mi-chan?

 

- Te he dicho un millón de veces que no me digas así- se quejó Misaki molesta, aunque no podía negar que ya estaba acostumbrada a ese nombre, la regañaba solo por costumbre- estuvo bien, algo pesado, este fin de semana tendremos nuestro primer encuentro- contestó la pregunta de la otra con cierto orgullo.

 

- Eso es estupendo- dijo la chica emocionada-yo estaré en las gradas echándote porras.

 

- Mejor no lo hagas, la otra vez armaste un alboroto tanto que las del equipo contrario ya querían darte una golpiza- ya estaban llegando a la casa de Hiyono, Misaki que ya estaban mas adelante la esperaba en la entrada al patio de la casa- ya llegamos- le dijo a Hiyono.

 

- Fue tan rápido, yo quería platicar mas cosas contigo- Hiyono abría la puerta del barandal de su casa.

 

«Pues yo no»Misaki solamente veía como entraba al jardín y luego regresaba con una bicicleta.

 

- Aquí está- le entrego la bicicleta a Misaki, tenia esa costumbre de irse en bicicleta después de dejar a la castaña en su casa, con ella hacia la mitad del tiempo en llegar a la suya que quedaba a casi una hora a pie.

 

- En la mañana vendré a dejarla, ¿tengo que esperar a que salgas?- preguntó a Hiyono mientras montaba el vehículo.

 

- Por favor- pidió Hiyono con su cara risueña, esa era la costumbre como también lo era el que su amiga preguntara siempre lo mismo, aun recordaba la vez en que se conocieron, ella era la única chica que llegaba en bicicleta a la escuela y eso causaba a veces problemas al momento de dejarla en algún sitio en la escuela, así que en ese entonces Hiyono le sugirió dejarla en su casa que no quedaba tan lejos del lugar.

 

- Bueno, nos vemos- no solía despedirse con muchas palabras, solo decía lo mismo, le gustaba la rutina, de eso podía estar uno seguro.

 

            Viendo que compañera ya no se veía a lo lejos entró a su casa, a su derecha, en donde estaba la sala su hermana menor miraba la televisión.

 

- Ya regresé- anunció dejando su mochila en un sillón y sentándose a un lado de la niña.

 

- ¿Por qué no entró Misaki a la casa?- le preguntó la pequeña de apenas ocho años, le gustaba jugar con Misaki, aquella joven podía hacer cualquier cosa para entretener a los infantes.

 

- No, creo que tenia prisa- Hiyono dio un suspiro, su amiga debía de estar molesta sin saberlo ella misma, algo en ese día no le debió de haber echo gracia.

 

- ¿Que te sucede, Hiyo-chan?- le preguntó su hermana, pero la mayor estaba ocupada pensando.

 

- Déjala Kaoru, ¿Qué no vez que está triste por que su novia no le hizo caso el día de hoy?- dijo una joven que bajaba las escaleras, las tres hermanas eran muy parecida, tenían el mismo color de ojos, aunque la tonalidad de su cabello era diferente, mientras mas joven era mas claro.

 

- Eso no es cierto Sakura, Misaki tan solo es mi amiga- dijo Hiyono enojada, aunque eso era un estado de animo muy raro en ella, solo su hermana podía lograrlo con tal facilidad.

 

- ¿Eso es verdad, Hiyono?- Kaoru ignoró las palabras de la mediana y mejor se había enfocado en el comentario de la mayor que para el criterio de la pequeña era la mas sabia de las tres- no puede ser, mi hermana es rarita.

 

- QUE NO SOY RARA- gritó toda furiosa, mientras Sakura aplaudía a su hermana menor por haber logrado que Hiyono gritara de tal forma.

 

- Ya llegue- gritó Misaki entrando a la cocina, su casa era un departamento en el tercer piso del edificio, no podía negar que era pequeño pero no por eso dejaba de ser cómodo, al mirar sobre la barra que era la única mesa para comer se percató de cierto vaso lleno de malteada- bueno, si no hay nadie- poco a poco se aproximaba a él, apenas le había tomado un sorbo cuando de pronto alguien apareció tras de ella.

 

- Mas vale que dejas esa bebida donde la encontraste- escuchó una voz masculina, cierto sonido metálico sonó también, Misaki aun le daba la espalda.

 

- ¿Me retas?, pues entonces- la chica se bebió todo el vaso sin dejar nada dentro de él, aun ignorando el arma que le estaba apuntando.

 

- ¡No!, Misaki ¿acaso no escuchaste mi advertencia- le dijo con una actitud infantil un joven unos años mayor que ella- hasta te apunte con el arma de papá- su padre era oficial de policía así que no era nada anormal ver esposas, o en este caso armas por toda la casa.

 

- Papá nunca las deja cargadas- le contestó Misaki limpiando el vaso en el fregadero- eres muy infantil Yamato- su hermano no compartía su temperamento, aunque el parecido físico si era notorio, pues también tenia el cabello negro aunque los ojos eran de color azul.

 

- Pude haber comprado una bala- Yamato la seguía a su habitación esperando una disculpa.

 

- ¿Con que dinero?- Misaki había resultado ganadora en esa mini pelea, sabia que su hermano no duraba mucho con el dinero que le daba su padre, se lo gastaba en cuanto se lo daban dejándolo sin nada durante una quincena entera.

 

- Ah, pero era mi malteada- se quejó mientras esperaba a que se abriera la puerta del cuarto de su hermana que en esos momentos se cambiaba de ropa- ahora tendré que resistir tres horas en la universidad sin nada en el estomago- su actuación era digna para un programa infantil, lastima que ya tuviera 19 años.

 

- No lloriquees, hermano- Misaki por fin salio del cuarto con su mochila- aquí esta lo que querías en la mañana- durante su camino a casa se había detenido en un establecimiento de comida rápida para comprar algo, de su mochila sacó dos hamburguesas una para ella y la otra para su hermano, la cual se la aventó a él, menos mal que tenia la envoltura bien puesta.

 

- ¿Y las papas y soda?- le encantaba jugar así con su hermana mas ella sabia que esa era su forma de ser, en pocas palabras los dos se seguían el juego, fastidiada Misaki saca una bolsa de la cual saca lo que le pidió su hermano- ¿y la catsup?- un pequeño sobrecito golpeo su frente, se trataba de la salsa de tomate- que consideraba- bromeo agradeciendo el gesto de su hermana.

 

- Con tal de que te vayas de la casa pronto- le contestó Misaki comenzando a comer su hamburguesa.

 

- Mañana yo traeré la comida- dijo Yamato, se suponía que ella no debía de haber llevado la comida, debió de haber se acordado de que ese día su hermano no tendría mucho tiempo para hacerse algo con el horario tan absorbente que tenia ese semestre en la universidad

 

- Si, si, claro, iba a preguntarte algo- comenzó a buscar en su mente - ¿De quien iba a preguntar?- murmuró para ella misma, pero su hermano logró escucharla.

 

- No me preguntes a mí, tu eres la que lo olvidó- los dos comían en la barra de la cocina.

 

- Ya me acordé, ¿conociste a un chico llamado Nokuro Shirou cuando estabas en la prepa?, se que lo mencionaste algunas veces, pero no logro recordar por qué.

 

- ¿Shirou?- en un principio también le sonó desconocido, pero luego recordó de quien se trataba- ah, si, él era…- la alarma del reloj de Yamato comenzó a sonar indicando que tenia quince minutos para estar en el campus- tengo que irme o se me hará tarde- dijo poniéndose su chaqueta que estaba en una silla y tomando unos libros de ahí mismo.

 

- Pero ¿y lo que te pregunte?

 

- Busca mi anuario- fue lo único que dijo antes de salir de ahí a toda prisa.

 

            La clase pasaba con una lentitud descomunal, la maestra Seguichi de literatura no solamente tenia el don de hacer una telaraña las mentes de los estudiantes, sino que también podía hacer dormir a cualquiera que no se interesara en el tema, ese día se la había mantenido hablando de un tal Macbeth.

 

- Para el viernes quiero un resumen de la obra- decía la profesora mientras pasaba por las filas entregando el trabajo pasado ya revisado por ella, que era una obra creada por cada alumno en donde cada uno criticaba las cosas a su alrededor.

 

- Misaki, Misaki- una chica de cabello rubio que estaba sentada en la fila de al lado intentaba despertar a una completamente dormida Misaki- Hiyono, despiertala- le murmuró a la castaña que estaba ocupada escribiendo algo en su cuaderno, al escucharla miró a la que estaba al frente suyo totalmente dormida.

 

- Otra vez se volvió a quedar dormida- dijo sorprendida, entendía que no le gustara la clase, pero dormirse en ella era un total extremo, intentó moverla un poco para despertarla pero eso hizo que solamente cambiara de posición.

 

- Asasuki, tenga su trabajo- la maestra le entregó su tareas a Hiyono, pasando luego con Misaki.

 

- Narumi- mas no recibió respuesta por parte de su alumna- ¡Narumi!- una vena comenzó a saltarle en la sien derecha, eso no podía ser posible.

 

- No moleste- para colmo de males Misaki le faltó al respeto, eso no lo podía permitir

 

- NARUMI, OTRA VEZ DURMIENDO EN CLASE- gritó furiosa despertando con ello a la alumna- AL PASILLO AHORA MISMO- sin importarle el regañó salio del salón como si en vez de correrla la hubieran premiado.

 

- Esa maestra no sabe lo que hace, su perspectiva esta fuera de foco, le caigo mal, es por eso que hace eso- Misaki se quejaba camino a casa, aunque no se podía negar que ese día estaba de buen humor.

 

- Al menos esta vez sacaste 47 puntos, subiste- le dijo Hiyono.

 

- Lo dices por que tu sacaste 96, solo yo repruebo, seguro que mi padre si me mata en esta ocasión- Hiyono no hallaba que decir, su apoyo no era de mucho a menos que le ayudara a organizar una campaña en contra de aquella profesora.

 

- ¿Cómo te fue en la práctica?- atinó a decir para calmarla.

 

- No intentes cambiar la conversación- la miró de reojo con cierto enojo.

 

- Je, perdón- Misaki se detuvo recordando algo, comenzó a hurgar en su mochila  buscando cierta cosa que tenia que entregarle a su amiga, Hiyono no se había dado cuenta, pero al notar que ya no estaba a su lado miró hacia atrás- no me digas que ya te enojaste.

 

- Estoy buscando algo- Hiyono tan solo escuchaba como su amiga maldecía el no tener buena memoria- ¡lo encontré!- Misaki tenia en sus manos una especie de libro.

 

- ¿Qué cosa?- la castaña se acercó para ver mejor aquello que tenia la otra joven.

 

- El anuario de mi hermano- dijo Misaki formando una gran interrogante en la cabeza de Hiyono- ¿querías información del chico que te gusta o no?

 

- Si, pero no entiendo como la sacaras de un anuario- Misaki hojeaba dicho libro buscando cierta pagina.

 

- Pues digamos que alguien me dijo que está en nuestra escuela, es el capitán del equipo varonil de básquetbol.

 

- ¿En serio?- dijo entusiasmada, pero luego se detuvo- un momento, ¿Cómo es posible que no supieras eso?, se supone que ambos equipos se ven de vez en cuando para jugar uno contra el otro.

 

- No me critiques, toma- le entregó el anuario justo en la pagina donde estaba la fotografía de aquel chico y sacando su bicicleta de la casa de Hiyono- mañana lo iremos a buscar para que se conozcan, ve bien arreglada a la escuela- no podía creer que dijera eso ultimo, siendo que ella nunca estaba a favor del maquillaje, ni siquiera usaba.

 

- Pero Mi-chan, aun no estoy preparada, es muy rápido- comenzaba a sentirse muy nerviosa.

 

- ¡No me interesa!- gritó Misaki a lo lejos.

 

- Mañana me voy a volver loca- Hiyono tan solo miraba como se alejaba su amiga tratando de entender el plan de aquella y sus intenciones.

 

 

 

Fin del capitulo.      

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