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El Amor Puede Todo por LaitoMatsuokaLawliet

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Notas del capitulo:

Primero que nada algunos de los nombres aqui dichos, son completamente inventados como nombres de lugares dichos los personajes me pertenecen y son inventados, si se parece a cualquier otro personaje de otro fanfic, anime o manga, o cualquier otro lugar por favor avisarme y poner en claro todo

Esto comienza el viernes 25 de noviembre del año de 2045, en la Ciudad de Londres, Inglaterra, una ventisca de nieve, azotaba la mañana de viernes, en un edificio reconocido como la casa de modas en la calle principal donde se encontraba el Big Ben, un hombre, de unos 26 años de edad, cargaba una bolsa de papel adornada blanca, cubierto en una gabardina negra y una bufanda roja a rayas blancas, entro a tan conocido edificio sacudiéndose la nieve y frotando sus palmas para mantener calor en su cuerpo 

-hola Cynthia –sonrió dejando la bufanda y la gabardina en un perchero que había en la entrada

-buenos días joven Aldrich –decía mientras mantenía una conversación al teléfono, tomo algunos sobres y los puso sobre el recibidor mientras el joven pelinegro firmaba una hoja

-¿ya llego Damére? –preguntó tomando los sobres sin soltar la bolsa que cargaba antes

-ya… -guardo un poco silencio colgando el teléfono –y parece que no está de muy buen humor –se acercó más al oído de Eliott para decirle en voz baja –creo que se peleó con su novia, ya que me dijo que si llamaba no le pasara las llamadas y dijera que está ocupado –sonrió con ternura

-deséame suerte –sonrío de lado estampando un poco los sobres –nos vemos a la salida –camino con tranquilidad a la oficina de quien parecía ser su jefe, toco la puerta un breve momento esperando a escuchar algunas palabras dentro de la oficina

-si eres Cynthia… retírate de inmediato, si no… pasa –se escuchó dentro, Eliott suspiro y empujo la puerta de cristal dejándole ver a un hombre de unos 27 o 28 años sentado tras un escritorio dando la espalda a la puerta mirando por la gran ventana de fondo, que dejaba ver la nieve caer sobre las calles casi vacías de gente

- he llegado Jonathan –cerro la puerta tras de sí mirando como la silla del dueño de la oficina daba vuelta hasta dejar ver la cara a un hombre de cabellos rojos y tez blanquecina a tal punto de parecer lechosa

-al fin llegas Eliott Aldrich, que puede ser más importante que el trabajo –se cruzó de brazos recargándose en el respaldo de la silla de cuero negra

-nada es más importante –sostuvo la mirada demandante del mayor agarrando con más fuerza la bolsa que llevaba en su mano derecha

-bien, como mi asistente personal debes estar aquí antes que yo… creo que quieres volver a tu puesto de tercero –miro los papeles sobre el escritorio esbozando una sonrisa de lado

-no…-suspiro –su última orden me indico que debía llegar más tarde, lo lamento –sonrió un poco acercándose aún más al escritorio

-bien, necesito que me informes de los cambios en las ventas de la ropa, alguna más vendida, alguna menos vendida, todo, en algunas horas llegaran las nuevas telas para la nueva colección de Invierno, quiero que las revises y verifiques si son las encargadas, toma, esta es la lista de las telas, deben estar todas y cada una de ellas, si hay alguna otra marca, encárgate de dejar a alguien sin trabajo –extendió un folder azul claro con algunas hojas dentro –otra cosa, por la nevada tendrás que cancelar mi vuelo a Los Ángeles, avisa a los aliados sobre la nevada, dile a Carmina que necesito que lleve mi deportivo a casa y que no lo saque, si no cesa la nevada que traigan mi jeep –guardo silencio mirando a Eliott de pies a cabeza –es todo, retírate –dio vuelta a su silla, Eliott solo sonrió y dio vuelta sobre sus talones dispuesto a retirarse –Eliott –se detuvo – ¿Qué es esa bolsa? –el mencionado sonrió dando vuelta de nuevo solo para ver a su jefe de perfil

-esto –lo miro y elevo la mano –esto joven Jonathan Damére, es su regalo de cumpleaños –se acercó al escritorio dejándolo sobre el –feliz cumpleaños –sonrió con ternura alejándose de inmediato

-gracias –sin dejar su seriedad de lado tomo la bolsa para abrirla y encontrar en ella un set de perfumería para caballero, costosa y famosa en esos tiempos de invierno en Londres –te lo agradezco –saco todo lo que había dentro solo para encontrar muy al fondo del arreglo una bufanda y un suéter que combinaban perfecto, era negro con algunas rayas blancas y otras rojas

-no hay de que… -dio media vuelta –con permiso –jalo la puerta de cristal para salir

Camino por los pasillos del edificio para llegar finalmente a la recepción donde una joven de cabellos castaños recogidos en una coleta alta, atendía una llamada, se detuvo frente al mostrador esperando a que la chica terminara, miro su gabardina y se acercó a ella sacando de una de sus bolsas una pequeña caja aterciopelada metiéndola en su pantalón, regreso al mostrador y ahora la chica lo miraba con atención

-¿qué es eso, Eliott? –pregunto pensando un poco mal

-se paciente Cynthia, algo bueno –escondió sus manos en las bolsas de su pantalón

-y que resulto… ¿si está enojado tu jefe? –sonrió mirando los resplandecientes ojos color miel del joven frente a ella, siempre en contraste con su cabellera negra y perfecta, como la noche de invierno

-no… esta estresado… solo eso –miro los papeles sobre el escritorio de la chica de no más de 25 años –y… ¿con quién hablabas? –pregunto curioso rondando el tema

-ah… -suspiro cansada –la novia de tu jefe… es la tercera vez que llama… está un poco preocupada… -chasqueo la lengua mirando la ventana por donde caían copos de nieve

-hoy sales temprano ¿no? –miro con sus tiernos ojos, las manos finas de su novia

-si… a las 5… ¿y tú? –devolvió la mirada al joven asistente

-no se… con eso de que mi jefe esta tan cambiante de humor… no sé a qué hora salga –estiro un poco sus brazos

-bueno –bajo la cabeza- de cualquier forma yo estaré esperándote –rio nerviosa

-gracias… bueno debo regresar a mi oficina, tengo un par de cosas que hacer –envió un saludo con la mano mientras se adentraba de nuevo en el pasillo para llegar a su pequeña oficina, al llegar se adentró en ella dejando los papeles que le había dado su jefe, tomo el teléfono y marco un numero esperando el tono, tomo el folder azul mientras esperaba, leyó con atención cada marca y tipo de tela encargada junto con un número determinado de metros de tela; se escuchó una voz al otro lado de la línea sacándolo de su memorización

-Aerolínea LondonAir, en que puedo servirle –dijo una voz aguda atendiendo la línea

-sí, quisiera cancelar un vuelo privado a la ciudad  de Los Ángeles, California, debía salir dentro de 40 minutos, pero por la nevada puede ser peligroso –acomodo sus papeles meticulosamente

-entiendo… ¿quiere que le cambie la fecha para otro día? –Se escuchó un fuerte viento proveniente de la línea de la señorita, para después escucharse el vacío, Eliott espero un momento hasta volver a oír la vos de la mujer –disculpe, ¿decía? –pregunto

-no… le avisare cualquier cambio  -colgó de inmediato para marcar otro número escuchando el tono esperando a que contestaran

-boutique La Fontein, en que puedo servirle –se escuchó la voz de otra dama

-necesito que me comuniques con tu jefe –miro su oficina tratando de encontrar algo

-¿quién lo busca? –se escuchó desconfiada

-hablo de la casa de modas de Londres –observo un cuadro por un momento –es urgente que me comunique con su jefe –ladeo su cabeza un poco estresado

-en un momento –se escuchó una musiquita cortar la voz de la dama para después escucharse la de un hombre mayor  -¿si diga? –preguntaron al otro lado de la línea

-señor, quiero avisarle que mi jefe Jonathan Damére, no podrá asistir hoy a la pasarela de su nueva colección de Invierno, debido a una fuerte nevada que azoto esta mañana, no sabemos cuándo pueda cesar –termino

-entiendo… cuando fijen una nueva fecha para una pasarela individual, por favor avísenme de inmediato –Eliott sintió una sonrisa por parte del hombre

-gracias por su atención –colgó sin más mirando los informes del día de hoy notando una baja en la venta de un chaleco de cuero con peluche dentro y bolsas secretas, al solo haber vendido 3 entre las 5 boutiques a las que se enviaron, tomo el teléfono de nuevo marcando el teléfono de la casa de Jonathan, escucho el tono esperando

-casa del joven Damére –se escuchó la voz de una dama, ya gastada pero potente y demandante

-¿Carmina? –Pregunto alegre –soy yo, Eliott –acomodo de nuevo los papeles

-joven Eliott, que milagro, en que puedo servirle –se pudo escuchar el ladrido de perros y un timbre sonar en la lejanía y hacer eco –discúlpeme, debo atender –se disculpo

-si no se preocupe –dio unos pequeños giros en su silla como si fuese un pequeño infante, miro el techo de su oficina hasta escuchar la voz de la mujer de nuevo

-ya, perdone, ¿que decía? –tocio un poco

-dice mi jefe que si puede mandar a traer a alguien por su deportivo, si la nevada no cesa para cuando el salga que el chofer traiga su jeep –suspiro cansado, había gastado dos meses de pago para comprar el regalo de Jonathan tanto como el anillo para su novia

-entendido joven Eliott, fue un placer hablar con usted, haber cuando me visita de nuevo –rio

-claro, hasta luego –separo la bocina colgando el teléfono, se recargo cansado en su silla y abrió el folder de nuevo, tomo por cuarta vez el teléfono y marco a la recepción

-Casa de Modas, con quien tengo el gusto.

-que linda voz tienes Cynthia –rio un poco

-ah… Eliott, que se te ofrece –pudo sentir un leve rubor por parte de la chica

-si necesito que me avises de inmediato si llega una entrega de telas, debo asegurarme de que sean las telas indicadas –tomo su taza de café mirando dentro de ella –¿entendido?.

-entendido –rio para después colgar

Eliott se levantó de su silla con su taza de café en mano, jalo la puerta de cristal templado para abrirla y permitirle salir, camino por el pasillo iluminado con luz blanca, pasando junto la puerta de su jefe quien, extrañamente sabía que pasaría y le llamo, escucho el llamado y toco la puerta pidiendo permiso para pasar

-pasa –se escuchó con un poco de molestia; empujó la puerta mirando a su jefe parado frente a la ventana, eso era malo

-dígame señor –intento tragar su nerviosismo

-¿ya avisaste sobre la cancelación de mi vuelo? –sus manos estaban entrelazadas tras su espalda

-ya señor –comento seguro de si

-y sobre mi deportivo –dio un giro a su cabeza para poder ver de reojo la silueta de un delgado Eliott

-también he avisado sobre su decisión señor –miro el reflejo en la ventana que mostraba bien su cara

-y lo de las telas… ¿ya las has revisado? –se dio la vuelta para ver la reacción de su presa

-aun no llegan señor –la mano que sostenía la taza se debilitaba hasta el punto de sentir que soltaría la taza en cualquier instante y escucharía como se rompía en pedazos contra el suelo

-dile a Cynthia que ponga el pase directo de llamadas a mi número, tú y ella pueden salir, yo revisare las telas, dile a Aarón que este al pendiente de cualquier llegada de mercancía, que me avise de inmediato, fuera de eso, disfruta tu fin de semana –sonrió de lado con los ojos algo tristes

-gracias señor –sonrió entusiasmado –con permiso –se giró para darse la vuelta y salir de la oficina, directo al área de diseño en busca del solicitado, paso un par de camerinos hasta llegar al área de dibujo encontrándose a Aarón rodeando con los brazos a un joven peliblanco que parecía ser nuevo –Aarón –este mismo volteo –ven… -llamo Eliott con seriedad

-dime corazón –dijo Aarón acomodándose la bufanda que tenía puesta

-dijo Jonathan que por favor subas a piso y te estés al cuidado de la llegada de nuevas telas, que le avises de inmediato –termino de decir mientras Aarón se mordía el labio pensando en Jonathan

-Jonathan –simulo un desmayo –claro corazón –toco su barbilla subiendo por el elevador al piso de arriba, Eliott se fue a la recepción

-hola hermosa, tengo buenas noticias –sonrió –el jefe dice que conectes la línea directa a su teléfono y podemos salir, y regresar el lunes –sonrió –así que anda y apúrate que te esperan varias sorpresas –le guiño el ojo sensualmente

-claro Eliott –sonrió con ternura conectado la línea directa para después acomodar sus cosas y tomas su abrigo lista para salir, Eliott camino a la puerta de la entrada tomando su gabardina,  su bufanda, colocándola de tal forma que mantendría el calor en su cuerpo, abrió la puerta y el frio azoto su cara causándole un escalofrío, tomo el brazo de su acompañante y caminaron fuera del edificio al restauran más cercano

-¿ya desayunaste? –pregunto frotando su mano sobre la que se sostenía a su brazo

-no, aun no –sonrió recargando su cabeza en el hombro del pelinegro

-¿Qué te gustaría desayunar? –rio besándole la cabeza

-no lo sé, algo ligero –sonrió con ternura

-lo que usted quiera mi princesa –miro el suave cabello de su acompañante y la guio a un restaurante que había cerca, entraron y pudieron sentir de inmediato el ambiente tan cálido que gobernaba ese restaurante, se sentaron en una mesa junto a la ventana para poder ver la nieve caer, pero algo paso de inmediato por la mente de Eliott

-e… Cynthia ¿tienes algo que hacer para esta noche? –dijo con seriedad

-eh… no… nada – sonrió -¿Por qué? –pregunto con preocupación por la actitud de Eliott

-quiero invitarte a una velada en mi casa, no es necesario que me des una respuesta ahora, piénsalo, y me llamas –tomo sus manos entre las suyas

-si… quiero ir a tu casa, que debo llevar, a qué hora –pregunto ilusionada

-lleva un vestido de noche, y a las 9 –sonrió alzando la mano llamando al camarero para que tomara su orden –yo quiero un menu del día con un café negro gracias –le extendió la carta para después mirar a su novia

-igual pero me puede traer una malteada de cocoa en lugar del café por favor –el chico asintió –gracias –se retiró –tengo mucho frio –se froto los brazos

-me gustaría poder tener un automóvil para que no tuviéramos que caminar con esté frio –suspiro con rabia

-no Eliott… me gusta caminar abrazada a ti –miro al camarero acercarse con los platillos depositándolos en la mesa junto con las bebidas

-¿se les ofrece algo más? –pregunto sonriéndole a ambos

-nada más, gracias –el chico se retiró dejando a la pareja solos

-¿de verdad te gusta caminar a mi lado? –sonrió

-si Eliott –probo un bocado de su platillo

-muchas gracias –palpo con seguridad el bolsillo de su pantalón

Paso el tiempo y entre algunas platicas tanto de programas como de temas en general, paso la mañana para dar paso a la media tarde con una hora exacta de ser las 14:45 horas, Eliott miro su reloj notando la hora

-es tarde –sonrió sacando su cartera dispuesto a pagar

-muchas gracias Eliott –limpio los restos de comida de sus labios

-no es nada –dio el dinero y el camarero se fue, se levantó y ayudo a Cynthia a levantarse –vamos, tomaremos un taxi para que nos lleve a tu casa y después a la mía –se acercó a la puerta tomando de la cintura a su novia

-gracias pero no es necesario –sintió el aire helado golpear su cara para después salir a la banqueta –yo tomare uno y tu otro –sonrió nerviosa

-no… de verdad no es molestia –alzo la mano para después parar un taxi y que se detuviera frente a ellos –pase usted señorita –abrió la puerta del auto

-gracias –entro en el taxi para que le siguiera Eliott

-por favor llévenos a la 4ta y 20 –pidió al conductor quien solo asintió y encendió la calefacción

Las calles pasaban por ambos lados del vehículo, pero para una de las personas que viajaba en este transporte, ese paso de casas y establecimientos se hacía eterno, solo podía ver las mismas calles y los mismos establecimientos en todos lados, fácilmente era como decir que daba vueltas en lugar de ir a un destino fijo y retirado; una mano delgada y pálida lo saco de su transe para parpadear un segundo y notar la diferencia de paisaje, miro a su costado izquierdo notando a Cynthia

-te veo en la noche –deposito un beso en su mejilla para abrir la puerta y salir del taxi, la cerro y el automóvil se quedó sin movimiento 

-a donde lo llevare joven –lo miro por el retrovisor el conductor

-a Bridgest # 3214 a dos calles de Victoria’s Boutique –se recargo sonriendo mirando la ventana y el paisaje

-¿es su novia? –pregunto curioso

-si –contesto

-déjeme adivinar, va a pedirle matrimonio ¿no? –sonrió con alegría

-eso es lo que pasa exactamente –lo miro un momento para después volver a voltear a ver la ventana, el conductor encendió el auto lo puso en marcha a su nueva dirección, estaba un tanto retirado y ya era hora que que la mayoría salieran de sus trabajos por lo tanto había más tráfico, en esas circunstancias tardaría en llegar a su casa

-¿le molesta si pongo un poco de música? –pregunto mirando la mirada tan perdida del joven

-adelante –respondió sin mucho ánimo, el conductor respondió y empezó a escucharse una melodía en una estación de radio londinense

-“esta es una canción especial para uno de nuestros mayores seguidores de esta su estación de radio fórmula, va dedicada a Jonás, de Leyla, la canción se titula “Monster” de Meg & Dia que la disfruten”- termino de decir para después escucharse la melodía inicial de la canción antes dicha.

His little whispers. "Love me, love me." That's all  I ask for. "Love me, love me." He battered his tiny  fists to feel something. Wondered what it's like to touch to feel something.

Eliott observaba la ciudad totalmente cubierta por la nieve blanca, un escalofrió recorrió su espalda poniendo sus sentidos al 100%, lo cual lo saco de sus pensamientos tan, rutinarios, suspiro y miro al frente escuchando la canción, era tan conocida para él, todos sus fines de semanas eran tan iguales, y todos los fines de semana ponía esa misma canción deprimido por su vana existencia, encerrado en la obscuridad de su departamento para por la noche iluminarse con la sombría luz de la luna.

Monster. How should I feel? Creatures lie here. Looking through the windows.

Suspiró con cansancio dispuesto a llegar a su departamento y preparar todo, pensaba que el casarse con Cynthia alegraría su vida, pero algo era diferente a como lo había planeado, ella, si era su amiga su novia y en algunos momentos le sacaba sonrisas plenas de alegría, pero seguía sintiendo ese vacío en su corazón, se sentía solo, pero tenía la esperanza de que viviendo con ella, podría iluminar su corazón y llenarlo de ese algo que le faltaba urgentemente.

That night he caged her. Bruised and broke her. He struggled closer. Then he stole her. Violette wrists and then her ankles. Silent Pain. Then he slowly saw their nightmares were his dreams.

Miro nuevamente la ventana enamorándose de ese color tan blanco  y lleno de vida, vida que él no sentía tener, en esos momentos se sentían la persona más desdichada del mundo y solo quería acabar con eso.

Monster. How should I feel? Creatures lie here. Looking through the windows. I will. Hear their voices. I'm a glass child. I am Hannah's Regrets.

Acabar con el dolor que sentía su corazón desde que cumplió los 14 años y sus padres habían muerto, el maltrato físico y psicológico por parte de sus hermanos y el rechazo por parte de sus demás familiares, solo quería apagar ese pasado y tener una vida significativa, la cual disfrutar, ser como desea ser sin ataduras.

Monster. How should I feel? Turn the sheets down. Murder ears with pillow lace. There's bath tubs. Full of glow flies. Bathe in Kerosene. Their words tattooed in his veins. ¡¡¡yeah!!!.

En pocas palabras terminar su vida, cerrar los ojos y dormir eternamente, sentirse importante por un día para que las personas, por muy hipócrita que se vea, ir a su velorio y ya sea a despedirse o reclamarle, al fin y al cabo, estaría muerto, no lo escucharía, no le dolería; si Cynthia lo viera en esos momentos de decadencia seguro se sorprendería ya que el suele parecer un chico alegre y radiante, ante todo, ante todos, daba lo mejor de sí, a pesar de haber un gran problema, siempre parecía sonreír, seguir adelante y pensar de la forma más positiva posible; pero si alguien pudiera entrar en su mente, de verdad arruinaría todas sus expectativas, y terminaría de convencerse de que las apariencias, verdaderamente nos engañan en todo momento.

-joven –le llamo el conductor sacándolo de sus pensamientos suicidas, otra vez

-diga –sonrió como si de verdad se sintiera del todo bien, por la gran noticia que dentro de unas horas le daría a su novia

-ya llegamos –miro por la ventana asombrado por el tiempo que permaneció pensando

-ah… claro… cuanto va a ser –pregunto esbozando una tierna sonrisa

-serian 10£ -miro con atención la cara de Eliott

-si claro –saco su cartera y le dio un billete de 10£ y uno aparte de 5£ -muchas gracias… que tenga un gran día –dijo antes de bajarse del auto

-igualmente… suerte –respondió para después arrancar el auto y perderse entre el movimiento vehicular

-gracias –dijo para sí mismo mirando el cielo fuera del edificio donde vivía, observando la nieve caer sobre su cara, hace tiempo que había dejado de creer en los milagros divinos, toda su vida espero por uno, cuando sus padres estaban a punto de la muerte, cuando sus hermanos lo maltrataban, cuando esperaba a que alguien lo salvara del desprecio de sus tíos y abuelos, cuando espero refugio en los momentos que no tenía trabajo, cuando esperaba a que ese dolor tan inmenso en su pecho desapareciera, fuera de todo eso, perdió la fe, la esperanza, de que algo llegara y cambiara su vida tan drásticamente como cuando sus padres murieron, cuando conoció a Cynthia, sabía que algo pasaría entre ellos, pero no lo llamo obra divina, más bien destino, o casualidad, nada aria que cambiara su forma de pensar asía el Dios todo poderoso.

Tomo la llave de tan lujoso edificio y abrió la puerta principal, camino al elevador presionando el botón que lo llevaría pisos arriba, espero un momento para después observar las puertas abrirse y dejar ver a una chica rubia salir del elevador

-oh… Eliott… como te va –se acercó depositando un beso en la mejilla del pelinegro Eliott

-bien Deyla –sonrió por cortesía

-me alegro –se alejó –estás listo para la noticia –acaricio su brazo por sobre la gabardina

-sí, eso creo –suspiro nervioso

-bien, llevo prisa, te veo mañana, me cuentas –dijo alejándose –suerte –elevo la voz estando en la puerta para después abrirla

-gracias –sonrió entrando al elevador para mirar las puertas cerrarse y presionar el botón del 5 piso, se recargo en la pared del elevador escuchando la melodía que se reproducía, suspiro y vio las puertas abrirse en el piso 4 donde un chico de no más de 15 años entro y miro con atención a Eliott, lo cual le incomodo un poco logrando que lo mirara

-¿qué sucede? –sonrió amablemente

-yo quiero ser como usted señor –dijo el niño quitando su pequeño fleco

-sigue intentándolo –revolvió su cabello –tienes mucho que vivir –miro las puertas del elevador abrirse de nuevo en el piso 5 cruzándolas dejando al pequeño con una gran pregunta –me llamo Eliott –sonrió caminando mientras las puertas se cerraban dejando a un niño sonriente dentro, volvió a su seriedad caminando a su departamento encontrándose con su vecina tratando de abrir su departamento cargada de bolsas –necesita ayuda señora –se acercó a ella tomando las bolsas para que ella abriera la puerta

-gracias Eliott –rio un poco agotada abriendo la casa –pasa, por favor –abrió la puerta dando espacio para que Eliott pasara a dejar las bolsas

-donde las dejo, señora –pregunto observando el lindo color rojo tinto que adornaba las paredes

-aquí, por favor –se acercó a la cocina dejando las bolsas en el pretil –gracias Eliott –abrió su refrigerador

-no fue nada señora, me gusta ayudarla, y si tengo la posibilidad, me es más fácil –respondió rascando su nuca con nerviosismo

-te lo agradezco, y por tu ayuda –saco una caja de chocolates nuevos del congelador –tómalos –los extendió

-no señora no podría aceptarlos –oculto sus manos con pena

-no es nada, anda tómalos –los dejo sobre el pretil

-gracias señora –los tomo

-no agradezcas, es lo menos que puedo darte por tan lindo niño que eres –acaricio su mejilla –ahora vete, no te quito más tu tiempo, y ya sabes si ocupas algo, cualquier cosa, no dudes en llamarme –sonrió encaminando a Eliott a la puerta

-gracias señora, nos vemos luego –sonrió saliendo del departamento caminando al suyo, tomo las llaves de su bolsillo y abrió observando la obscuridad que adornaba las paredes dadas a las cortinas negras que cubrían la ventana evitando que entrara la luz del día, suspiro entrando cerrando la puerta tras de sí dejando la caja de chocolates congelada en el comedor, paso de largo dejando las llaves y su celular en una mesa a un lado del sillón entrando a su habitación, igual de oscura, dándole un tono tinto al rojo escarlata que adornaba dos de las paredes de la habitación, se acostó en la cama y miro la hora en su reloj, en la mesa de noche

-las 4:20 –suspiro boca abajo –tengo 2 horas –suspiro cerrando los ojos dispuesto a dormir.

Notas finales:

espero les guste esta historia, trato de que sea lo mas hermoso y prospero posible, cuidence 


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