La velada continuo bastante tranquilo; el profesor Membrana fue un invitado de honor, y los reporteros comenzaron a hostigarlo, era curioso que al tomarse un día libre seguiría igual de ocupado que trabajando; Gaz fue la primera que se sentó en la mesa y saco su consola de inmediato, sabiendo perfectamente que la cena ya estaba acabada gracias a que su padre estaba ocupado, pero ella ya se había acostumbrado a este tipo de cosas. Curiosamente, los chicos se quedaron tranquilos y callados desde que subieron al auto; era sorprendente para Gaz, ya que normalmente a esta hora el local estaría completamente destruido, con Membrana alterado y la prensa molestando; pero no.
Dib prestaba atención a cada acto que el oji-ambar hacia; cualquier anomalía podría pasar desapercibida para la prensa, pero no para Dib *hace mucho que no investigaba a Zim...¿que clase de planes tendrá entre manos?* el ojinegro miro a su padre, quedando claro que la velada iba a ser monótona, y que hoy no iban a hablar seriamente, lo cual lo entristecía un poco *no debería preocuparme con estas cosas; todo se solucionara y podre seguir siendo un amante de lo paranormal...sin embargo, ¿que pasa si papá se niega?, probablemente tendría que dejar de perseguir a Zim* el pelinegro dio un largo suspiro y comenzó a comer el platillo que ya desde hace tiempo estaba servido en la mesa.
El extraterrestre miraba atento la comida y la movía incesantemente con la cuchara *terrícolas y su comida asquerosa, ¡¿no hay nada que el increíble Zim pueda comer en este lugar?!* pensaba mientras miraba como Dib comía muy alegremente, a pesar de que al piel-verde le dieran nauseas de tan solo probar un bocado. -Dib-larva, ¿como es posible que comas esa cosa asquerosa llamada comida?- Dib se mantenida callado y masticando lo que “parecía ser” un plato de sopa; Zim insistió -Dib-apestoso, Zim pide que le respondas...- el ojinegro se volteo hacia otro lado y comenzó a comer mas velozmente, causando un gran enojo de parte del oji-ambar -¡Dib, haz caso a Zim!- grito el piel-verde mientras miraba a Dib voltear bruscamente con una libreta de notas y un bolígrafo.
-El extraterrestre tiende a perder la cordura si se le ignora; se recomienda tomar distancia en cuanto este comience a gritar- todo eso fue anotado rápidamente en la libreta y el oji-ambar volteo a verlo con rabia.
-¿Que crees que haces Dib-mono?...¿tratas de confundir a Zim?- pregunto desconfiado el piel-verde mientras veía al ojinegro sonreír satisfecho.
-Claro que no Zim...simplemente anotaba datos necesarios para una pequeña investigación, ¿te molesta Zim?- esto ultimo lo dijo con un tono provocador *había pasado bastante tiempo desde que peleaba con Zim...lo molestare un poco*. Realmente Dib no extrañaba sus peleas, sino la reacción del pequeño extraterrestre al ser observado por el de gafas.
Un color purpura llego a las mejillas de Zim -¡Claro que no me molesta que observes a el grandioso Zim!...por fin te diste cuenta de lo maravilloso que soy- dijo eso con tono de arrogancia, no iba a caer en trucos bajos como ese. Últimamente Dib no había parado de observarlo, e incluso en clases podo sentir la mirada del pelinegro, a pesar que hace unos días estaba tan decaído, aun lo observaba. *¿Que querrá Dib?...sera ¡¿destruirme?!* observo con cuidado al chico y recordó todas las oportunidades que este había tenido para destruirlo...tal vez no quería destruirlo, pero entonces, *¿que sera lo que Dib siente hacia Zim?...si no es odio es-*
-¡TACOS!-
El grito de una camarera se escucho por toda la sala, y hasta la prensa dejo su entrevista para revisar que había sucedido. Un gran desastre era la descripción perfecta para la cocina de el local, si es que aun se le podía llamar “cocina”; platos rotos, comida regada en el suelo y cuatro cocineros tirados pidiendo ayuda fueron suficiente para que Zim supiera lo que había ocurrido, pero la prueba definitiva fue ver un cerdo corriendo por todo el local, causando gritos por parte de los clientes.
-Gir- alcanzo a decir el oji-ambar mientras miraba como el pequeño robot se acercaba para saludar alegremente.
-¡Hola amito! ¡hola Mary!- grito mientras comía algo que parecían albóndigas, y dando vueltas como loco por todo el lugar.
-¿Mary?- pregunto extrañado Dib a Zim, siendo este ultimo el que se daba leves golpes en su cabeza y preguntaba el “porque” de las acciones del pequeño robot. -Zim, ¿estas bien?- pregunto un poco asustado el de lentes, mientras miraba como el pequeño extraterrestre se alteraba bastante.
El extraterrestre camino lentamente hacia el pequeño Gir y alzo sus brazos, tratando de alcanzarlo. -¡Abrazo!- Grito Gir feliz mientras extendía sus pequeños brazos roboticos.
~Te matare~ susurro el oji-ambar mientras comenzaba a perseguirlo...el problema no estaba en que el robot hiciera un desastre en la cocina, o que cuatro cocineros le rogaran piedad, lo que en verdad le molesto al piel-verde fue ver que el padre de Dib comenzó a verlos con furia, como si fuera culpa suya todo lo que pasara en el mundo; y le molesto mas que solo por los errores que cometía Dib, este le ponía atención. (Pero realmente eso no significaba que se vengara con Gir).
Dib, cual madre queriendo proteger a su pequeño, corrió hacia el robot y lo cubrió con sus brazos -¡No lo lastimes!-
-¿Qué?- Dijeron al unisono Zim y Gaz, la cual por primera vez noto todo el escandalo y la situación en la que se encontraban ambos chicos.
-¡Tu pequeño robot no hizo nada malo!...al contrario- Dib miro a su padre mientras mostraba al pequeño Gir; no tenia mucha simpatía con el ayudante de Zim, sino que tenia un plan para que este incidente pudiera ser positivo, y poder arreglar un poco la situación con su padre. -¡Este robot camina, puede hablar, obedece ordenes-
-Y hace Waffles- grito Gir mientras comía uno que salia de su cabeza. La prensa se acerco a Dib y comenzaron a preguntar los datos de aquel robot y a elogiarlo por aquella creación, a lo cual Dib miro a Zim y comenzó a acercarlo a la cámara.
-No lo hice solo, la mayoría de el crédito la merece Zim...¿verdad Zim?- el oji-ambar asintió mientras miraba con superioridad a las cámaras, contestando preguntas y llenándose de elogios; Dib volteo a ver a su padre, y lo vio mas feliz que nunca...por primera vez le sonreía a Dib por un logro, aunque este no tenia que ver con lo paranormal, se sentía *bastante bien*. Pensó mientras sonreía e iba con su padre.
-Hijo, estoy bastante orgulloso de como has dado el crédito a tu amigo, aunque seguramente lo hayas hecho tu solo...- el ojinegro miro extrañado a Membrana...¿como podría ser posible que su padre no aceptara a Zim?; desde hace mucho tiempo había notado como su padre le prohibía estar con el, o ni siquiera le dirigiera palabra al oji-ambar.
-Papá, realmente yo no hice nada...fue Zim el que lo construyo, y creo que hizo un gran trabajo creándolo- dijo enojado el pelinegro. Membrana miro sorprendido el comportamiento de su hijo; jamas le había respondido de esa manera, y sentía como cada vez su hijo era influenciado por aquel chico.
-Dib, yo solo estoy diciendo lo que te conviene, y creo que seria mejor que te alejaras de ese chico...esta cambiando bastante tu actitud-
-¡¿y tu como lo sabes?!, si ni siquiera estas en casa o me escuchas...todo el tiempo estas en el trabajo, ya ni siquiera creo que saludes a mamá- grito Dib muy enojado; desde hace mucho tiempo que la tumba de su madre se encontraba descuidada, y Dib se había encargado de cuidarla lo suficiente, llevando algunas veces a Gaz, la cual casi ni la conoció.
Membrana noto como la actitud de Dib había llamado la atención de la prensa, causando bastantes especulaciones; -Dib, hablemos de esto en casa- comenzó a caminar mientras esperaba que sus hijos lo siguieran a la salida.
-NO- respondió Dib mientras trataba de aguantar la rabia que tenia. Su padre tratando de huir de la prensa y queriendo dejar las cosas a la mitad *ya no lo soporto* se dijo a si mismo mientras esperaba que su padre se fuera sin el, lo cual hizo. Gaz se quedo con su hermano; tal vez ella no seria de mucha ayuda, pero prefería quedarse con su hermano a ir con su padre, ya que este ni siquiera se preocupo de buscarla.
-Dib, vámonos- dijo Gaz mientras acompañaba a su hermano; se miraba depresivo, y ella trataría de ser lo mas amable posible con el, aunque esto le costara.
Zim comenzó a caminar detrás de ellos; sabia perfectamente que no querían regresar a su hogar y trataría de ayudarles a encontrar en donde dormir. Aunque ambos no tenían un techo, se mantendrían unidos.
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