El ultimo sistema.
By:
Aurora la maga.
Stage 3: Situación.
El nerviosismo aun recorría todo su cuerpo, la joven ya salía de las instalaciones de aquel edificio en donde se llevó acabo el reclutamiento de los nuevos pilotos y guerreros para la Armada Unida. Lugar en el que ella y sus amigos consumaron la mayor estafa conocida en esa época; nadie se había atrevido a hacer tal barbaridad por eso ella temblaba como una maraca y sus manos sudaban al punto de sentirse desmayar pues las palabras del Comandante Hijirikawa aun resonaban en su cabeza haciendo que la chica de cabellos negros se mareara y casi cayera al piso.
Muy mala fue su suerte al no enterarse que la persona más cercana y a la cual le cayó encima era nada más que Mijaíl Kurosaki, el joven platinado al igual que todos los demás estaban afuera esperando los transportes, cuando de pronto intempestivamente Oou le cayó en la espalda, el platinado al no estar atento por charlas con sus amigos no pudo evitar la caída de ambos.
El golpazo fue duro para el de mirada vi color mientras que para Oou la situación era de vergüenza total.
-Ahg, lo… lo siento.-
-QUITATE DE ENCIMA.- grito Mijail escuchando las risas de los demás.
Renge estaba demasiado nerviosa tanto así que no logro levantarse, pero Mijaíl si logro darse la vuelta y mirar a su agresor diciendo.- ¡Ah eres tú!- Grito severo sujetando al peli negro del cuello de la camisa que llevaba.- Ni creas que por haber sido el mejor en todos las pruebas voy a ser bueno contigo.-
-…- La mirada se agrando en el joven Ashita tanto así que esa expresión causo un pequeño asombro en los presentes, Kurosaki estaba cegado por la rabia, pero ver ese rostro sorprendido y los cabellos negros que cubrían agradablemente parte de aquel rostro suave, terso y brillante los dejo atónitos a todos, la mirada inocente de Oou causo que Mijaíl no lograra colocar un golpe en su cara. Entonces la joven pensó.-“¿Pero qué les pasa?”- fue entonces que ella analizo su postura la cual no era muy sana, estaba sosteniéndose con las rodillas a los costados del cuerpo de ese sujeto mal humorado y sus manos estaban apoyadas al nivel de su pecho parecía que la situación iba a pasar a otros sucesos.
Rápidamente Oou se sonrojó puesto que eso era vergonzoso y enseguida se apartó diciendo.
-LO SIENTO.-
Mientras hacia reverencia, escucho un grito a sus espaldas se trataba de Mark y los demás los cuales acudían a ella, la joven se dio la vuelta y los observo con disimulo puesto que aun debían aparentar que no se conocían. Por tanto los invito con la mirada a ir a un lugar no tan visible, ellos caminaron para cruzar la calle y ocultarse en los edificios aledaños mientras que estos desaparecían para ocultarse.
Kurosaki estaba aún en el piso tratando de entender qué demonios había pasado, cuando se escuchó la risa descarriada de uno de los chicos.-Por los estelares esto fue raro.-
-¡Neh, Mija-chan! ¿Te gusto verdad?-
-Ahg, ya cállense idiotas.-
El grupo soltaba a reír mientras él se levantaba y limpiaba su uniforme, en cuanto esto sucedía afuera adentro de aquella instalaciones un tema un poco más delicado se trataba entre Reiji Kotobuki y Masato Hijirikawa. Ambos hombres estaban caminando por los pasillos en dirección de la salida ya no había nada que hacer en esa base, Hijirikawa mientras caminaba era asaltado por las secretarias que cuestionaban los siguientes movimientos para los nuevos cadetes.-Quiero que el sistema de entrenamiento cambie, envía un memorándum electrónico, a todas las bases y estudiantes a guerreros; en el cual se indica que a partir de ahora los jóvenes cadetes se internaran a la base principal para entrenarse.-
-Como usted diga Comandante.-
-¿Pero qué estás haciendo Masa-chan?-
-Estoy reforzando a nuestros hombres para que no pase lo de la última vez.- Respondió él observando a Kotobuki con un claro entrecejo fruncido pero, aunque este estuviera severamente marcado en su frente no se logró notar gracias a un travieso flequillo azul y lizo al medio de su frente, Reiji examinaba con mayor atención a su compañero. Masato parecía estar verdaderamente molesto ese día el castaño apenas y podía comprender a ese muchacho definitivamente el comandante era un enigma pues esta ocasión el enfado parecía ser más de lo normal.
Kotobuki le daba muchas vueltas al asunto hasta que comprendió y cayó en cuenta que era lo que molestaba al comandante por tanto inicio a picar su orgullo.
-Se lo que te tiene así…- Canturreo con tono de burla.- Estas molesto por que se fue antes de que tú lo notaras ¿Cierto? Masa-chan~~-
Masato se erizo de pies a cabeza dedico una mirada enfadada a Kotobuki quien solamente sonrió y agrego.
-Masato, porque no buscas su dirección y vas por él.-
-Por… que no puedo, sabes que tengo muchos deberes que hacer.-
-Oh si, si, si, tienes razón… pero podrías aprovechar las dos horas de licencia que te dan… a menos que, tú~~ no quieras enfrentar la realidad de verle.-
Hijirikawa arrugo sus puños en señal de impotencia, la verdad es que su enorme orgullo no le permitía doblegarse e ir a buscar a Ren, ¿Para qué? Se preguntaba, si estaba más que claro que el peli naranja había sido el que lo había dejado ¿cierto? Su rostro parecía el de alguien que pensaba y pensaba hasta el cansancio, podría decirse que se podía ver un hilito de humo salir de su cabeza, Reiji entonces susurro en el oído.
-Te vas a quemar las neuronas no lo pienses más hombre terco.-
-¿Sera correcto?-
-Pues solo tú sabes la respuesta a eso…- Expreso el con un poco de seriedad en sus palabras.- Mira; Tokiya me matara por lo que hare pero, es para ayudar a la causa.- Dijo sacando de su pantalón un pequeño trozo de papel, arrugado.- Ese terco Ichinose vino a esta plataforma hace dos días y pues como lo pensé sigue siendo amigo de Ren… Aquí está la dire….- Masato no permitió a Kotobuki el terminar lo que decía rápidamente arrebataba el trozo de papel y cuestionaba.
-¿Es aquí, es ese lugar en donde vive?-
-Creo que si… vale la pena ir a revisar ¿No?-
-Si…- Respondió con los ojos llenos de brillo y esperanza.
Reiji soltó un largo suspiro, elevo su mano derecha y palmo el hombro del peli azul agregando.- Ve por él, pero esta vez no pelees… solo hablen las cosas y arreglen todo y por favor dile a ese pedazo de animal que regrese a la flota.-
-Hare lo posible.- Dijo firmando los últimos papeles y agregando.- Te dejo a cargo Kotobuki-san si sucede algo tienes permitido actuar como te sea posible.-
-Claro… Claro.- Hizo el saludo militar y dejo ir a su amigo.
Masato recorría el pasillo que lo llevaría a la salida, pero algo sumamente importante lo hizo detenerse él aún se encontraba vistiendo los trajes militares; dado a que los de su rango no son bien vistos el andar en uniforme en las colonias, el decidió cambiar su vestuario, fue directamente al sitio en donde había dejado sus pertenencias al llegar a esa plataforma y rápidamente se alistaría para salir al exterior y buscar a Jinguji Ren…
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Afuera los chicos estaban hablando muy emocionados de todo lo que paso, Shimaru vigilaba para que nadie les escuchara Renge estaba impresionada de como las cosas salieron tan bien, pero un anuncio inesperado le cortaría la felicidad. Estaban en lo mejor de hablar la joven ella emocionada relataba a sus amigos la visión que había tenido en el examen neuronal cuando de repente su brazalete UNIQUE inicio a sonar.
-Re…es decir Oou, tu brazalete está sonando.- Inquirió Mark haciendo silenciar a todo el grupo los cuales observaron el emblema de la armada en este y Yessica grito emocionada.
-¡Oh por todos los meteoritos! Es un anuncio de la armada.-
-¿Qué será?-
-A lo mejor es un mensaje de bienvenida.- Repuso Emil.
-Qué esperas… anda andaaaa escucha lo que tienen que decirte.- Grito Owen.
Renge entonces toco el instrumento en su muñeca y enseguida se desgloso un mensaje orográfico, en este había una carta muy bien redactada y con el logo de la armada en el encabezado, Renge leía rápidamente y su rostro se tornó bastante pálido, con prisa sus amigos se colocaron al lado de ella y Mark susurro.
-Esto no puede ser.-
-¿E-Eso es legal?- Cuestionaba Owen lleno de impresión.
-Pero si el general Kotobuki, dijo que solo irían a la base central a entrenar y después regresarían.-
-¿Qué sucede?- Cuestionaba Shimaru regresando al lado de sus amigos, Renge elevo su rostro y con aquellos ojos color café oscuro respondió al chico.
-Es un memorándum electrónico, dice que a partir de este día se lanzó una ley en la cual los nuevos cadetes se internaran para recibir entrenamiento en la base central… todos están obligados a presentarse en dos días a las instalaciones de la base con sus pertenencias…-
Shimaru trago grueso, al igual que Mark y los demás sin embargo; cierta chica sonrió emocionada y apretando sus puños susurro.
-Esto es mejor de lo que yo esperaba.-
-¡Espera de que hablas, Renge!- Grito Mark.
-Entrare a la base y veré a mi madre.-
-¡Por dios chica escucha lo que dices!- Grito Owen sorprendido.- ¿Qué va a pasar con tu padre?-
La joven entonces observo con cierto interés a su amigo y susurro llevando su mano a su barbilla.- Oh vaya no había pensado en ese detallito.-
-Baka.- Grunia Mark.- No puedes ir… una cosa es que puedas engañar a todos en una prueba y otra muy diferente es hacerte pasar por hombre y convivir con los de la armada.-
-Suena interesante.-
-¡RENGE!- Gritaron todos hasta Yessica.
-Oigan tranquilos, no pasara nada, este traje es cómodo y pues yo veré la forma de disimular, me duchare lo más temprano que pueda y….-
-Renge, escucha si te descubren…- Mark detuvo sus palabras cuando escucharon que un auto lujoso descendía y se aparcaba en la entrada, el chofer bajaba de este y abría la puerta del que subiría, el grupo de chicos salió de su escondite y observo aquella situación. Masato Hijirikawa salía con trajes de civil, llevaba puesta una chaqueta de talle largo negro, unos pantalones negros una camisa de botones azul oscuro y unas gafas negras.
-Oigan que ese no es…-
-Si es el comandante.-
-Que guapo.- Dijeron las dos chicas aunque una de ellas sonaba como chico.
-¿A dónde ira?-
-Según tengo entendido ellos tiene una licencia de dos horas.- Explico Mark notando como el peli azul se retiraba dentro del transporte que emprendía el viaje.- Ese sujeto debe tener algo importante que hacer para que pida esa licencia es, el más importante de toda la armada y para que salga quiere decir que su objetivo es algo de vital importancia.-
-Chicos…- Corto la voz grave de Oou.- Sé que están preocupados, pero… yo necesito de su apoyo, necesito entrar a esa base…. Les prometo que en cuanto ve a mi madre yo me saldré.-
Los chicos la observaban con entera angustia pero pese a la promesa que ella estaba dispuesta a cumplir suspiraron y susurraron.- Esta bien.-
El ambiente se tornó muy animado, ahora el grupo se retiraba del lugar, afortunadamente nadie los había visto, fueron a la estación de autobús más cercana y esperaron ya que no tenían mucho dinero para el taxi, finalmente el transporte llego y ellos se subieron en la parte trasera, de dos en dos se acomodaron en los asientos, Ashita y Colton estaban ambos sentados en un solo asiento, el rubio observaba a aquel chico a su lado, era increíble como su amiga se había transformado en alguien así. Mark libero un largo suspiro y dijo.
-Oou, debes decirle a Ren.-Respuso serio.
El jovencito a su lado ladeo su rostro y observo con impacto a su amigo a quien susurro.-¿De que estas hablando?-
-Debes, hacerlo… y si no lo haces yo mismo me encargare de delatarte.-
-Vaya ¿cuando se hizo tan valiente Mark?- Bromeo la chica la cual al darse cuenta que el rubio no sonreía y le miraba de manera seria se silenció y expuso.-Mark yo…-
Suspiro hondo.-No sé qué podemos decirle a tu viejo, pero algo es claro debes ser honesto con él.-
-Pero Mark… yo a Ren no le intereso.-
-No digas eso, escucha ya pensaremos que decirle en el camino, pero debes hacerlo hoy.-
-¡Ahhh, no me presiones!-
-Oigan, oigan.- Exponía Owen quien estaba atrás de ellos dos con Yessica.- Miren.- Dijo, para señalar a unos asientos más lejos de ellos en la parte delantera.- ¿Ese no es Mijail?-
-Es Kurosaki.- Expusieron Mark y Oou.
El chico de cabellos platinados estaba sumergido en sus pensamientos, él estaba observando todo el paisaje que pasaba con rapidez afuera, Mark susurro a Renge entonces.- Renge si vas a hacerlo, debes mantenerte alejado de ese sujeto.-
-Sí...- La joven trago grueso, una gran prueba se le estaba presentando solo ella sabría cómo solucionaría ese problema.
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Por otro lado….Base general de la ARMADA.
El anuncio y memorándum electrónico tomo por sorpresa a todos los que ahí se encontraban, tanto así que los comentarios y malas reacciones no se hicieron esperar, técnicos y pilotos estaban un poco impresionados por la decisión del Comandante, pero aquella acción tomada muy en serio en la oficina principal en donde se encontraba el Mayor. Este estaba sentado en un escritorio amplio y reluciente, sus uniformes eran diferentes a los de los demás pilotos o incluso que toda la armada, él era el único que llevaba trajes de un color blanco elegante, sus cabellos alborotados y caobas se podían ver rojizos gracias a la fuerte luz en su oficina.
Él se movía en su silla dejaba caer su espalda al respaldo mientras escuchaba.- Hice esa nueva ley, porque debemos educar a nuestros cadetes desde el inicio señor.-
-Mister Hijirikawa… ¿Hay algún motivo en especial?-
-Para ser honesto si.- Expuso, Masato quien se reflejaba en el comunicador del escritorio de aquel sujeto, el cual recibió una notificación.- Mayor Shining le he enviado el perfil de uno de los cadetes, ese chico es especial… después de tanto tiempo por fin uno de los pilotos aspirantes es uno de los mejores que he visto.-
-Ashita Oou.- Expuso elevando una ceja.-Nice…- Susurro.- Esta bien, esto será interesante… enseguida realizare los cambios pertinentes y convocare a una junta para que podamos darles la bienvenida.-
-Gracias Mayor Shining.-
-No te preocupes… -Mirada de aquel peli caoba recayó en las vestimentas de su comandante al hacerlo Shining Cuestiono.-¿Puedo preguntar por qué los trajes informales?-
-Ese es otro asunto, Mayor… estoy yendo al apartamento de Jinguji Ren en este momento.-
El Mayor se sorprendió, casi cae de su silla enseguida cuestiono apresurado.-¿Trataras de hacerle que regrese?-
-Si señor.-
-Pues buena suerte.- Expuso el hombre.- Llámame cuando vengas a la base.-
-Si señor.- La llamada se cortó y tras esta, Shining sonrió al observar a aquel joven en cuestión, rápidamente el peli caoba toco la pantalla de su comunicador y en esta apareció la imagen de un joven el cual cuestiono.
-¿Dígame Señor?-
-Comunícame con el planeta madre, necesito contratar a un Idol para que cante en la bienvenida de los nuevos aspirantes a Piloto.-
-¡Si señor!-
-Interesante.- Expuso para reírse como un loco psicópata.
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Entre los pasillos de la Armada, tres técnicos caminaban, los tres tenían cara de pocos amigos, pero no había de otra, debían obedecer y presentarse a los llamados de sus superiores. Tokiya era quien los guiaba, el había regresado de su visita a la plataforma. Y para su sorpresa al llegar a la base se encontró con que su esposo no estaba en esta así que gracias a su ausencia el tenía que hacer los pendientes de Kotobuki y uno de estos era llevar a Eiichi Otori y a Kira Sumeragi a la sala de reuniones de Técnicos, en donde sus dos pilotos los esperaban.
Los tres entraron, Ichinose se dirigió al rubio Camus y a Ittoki diciendo.- Ya están aquí sus técnicos, me costó trabajo traerlos hasta aquí espero aprovechen el momento.-
-Claro gracias.- Expuso Camus poniéndose de pie y señalando las sillas que habían en la habitación.- Por favor siéntense.-
-No tengo tiempo para estas tonterías, aun debo reparar tu estúpida nave de batalla, Camus.-
-Solo tomara unos minutos Eiichi.-
-Kira, por favor…- Agrego Ittoki, ambos se acomodaron costa de chasqueas de lengua y miradas asesinas, ambos estaban pendientes de saber que tenían que decir esos dos.
-¿Y bien?-Cuestionaba inquieto y serio Kira, su frustración y furia fue notada por Otoya quien giro a ver a otro lado y suspiro sudando una gotita ese chico era demasiado serio, frio misterioso y con un temperamento de los mil demonios cuando se trataba de cuestionar su trabajo. Pero apartando eso él era demasiado atrayente y guapo, era uno de los mejores técnicos al lado de Eiichi eran los mejores a Kira se le conocía como black rabit por el uso de sus guantes negros él los utilizaba constantemente.
-Pues… la razón por la que están aquí es para, amonestarlos por segunda vez a ambos.-
-¿Para esto nos llamaron?-
-Kira-san… - El mencionado arrugo las cejas aún más cerrando sus ojos se cruzó de brazos y exclamo.
-Esto es una tontería, yo hago mi trabajo a la perfección no puedes quejarte Ittoki.-
-Claro, claro, nadie está negando que no hacen un trabajo excelente, lo que sucede es que las relaciones personales no son tan buenas que digamos entre ustedes para nosotros…- Eiichi se puso en pie y gruño.
-No tengo tiempo para esto.- Kira estaba por ponerse en pie también cuando Camus expuso serio y con voz elevada.
-Si tienes tanta prisa, Otori ire directamente al grano.- Expreso fuerte y demandante.- Se ha decidido que a partir de esta noche, ambos se mudaran a nuestras habitaciones, para reforzar el lazo entre piloto y técnico.-
Ambos observaron con enfado a esos dos, el primero en reaccionar fue Eiichi.-Ni una mierda.-
-Pues entonces puedes irte de la base, Técnicos sobran y están a la espera de que un piloto los acepte… así que.- Camus se puso en pie.- Si no te sientes capaz, lárgate.- Otoya al escuchar aquello se puso nervioso y exclamo.
-Ca-Camus-senpai… e-eso no.- El pelirrojo lo veía todo perdido.
El rubio se encamino a la salida y estaba a punto de retirarse ante la mirada impactada de Ittoki cuando Otori expuso, entre dientes.
-Esta…. Bien, iré por mis cosas.-
Camus al estar frente a la puerta se detuvo demostrando una mirada ganadora que solo el mismo pudo ver ante su reflejo en el reluciente metal de aquella compuerta, giro su rostro para observar a Otoya y elevando un dedo pulgar con disimulo exclamo-Bien.-
Ittoki estaba sorprendido por dentro se decía.-“Rayos quisiera ser tan tosco y fuerte como Camus-san pero…”- Giro a ver a Kira quien lo asesinaba con la mirada afilada y frita.-“Kira es otra cosa.”-Otoya noto como ambos dejaron la habitación, Camus había llevado a Eiichi a mostrarle el camino a su habitación, mientras que el pelirrojo, él se ponía de pie también y se acercaba a su técnico el a comparación de Camus era más calmado y no tan fuerte e hiriente con las palabras.-Kira…-
-Yo no acepto el que me humilles de esa manera, puedes buscar el técnico que te plazca.- Dijo serio el moreno para disponerse a retirarse pues ya había dado su última palabra, no obstante Otoya desesperado busco la forma de ser severo y fuerte con el otro junto toda su fuerza y tomo a Sumeragi por uno de sus brazo y susurro.
-Podría conseguir un técnico en el momento en que cruces la puerta…- Dijo con voz ras posita y grave mirando al piso.- Pero nadie me hará sentir como tú lo haces a la hora de la lucha.- El peli negro observaba al otro con seriedad aquellas orbes doradas quemaban a Ittoki el cual agrego.- Quiero que sigas siendo mi Técnico, pero también quiero acercarme mas a ti… Kira.- El pelirrojo gracias a sus nervios se estaba acercando más de lo debido fue entonces que Sumeragi susurro.
-Está invadiendo mi espacio personal, Ittoki.-
Aquello dicho lo detuvo, su corazón palpitaba rápidamente sus orbes carmesí temblaban y su cabeza pensaba.-“Y si intento hacer… algo radical… Kira.”- Lentamente se fue acercando mientras agregaba con valor y sin ningún temblor en sus palabras.-Soy tu piloto y tu mi técnico puedo invadir cualquier espacio personal.- Refuto con suavidad para ir acercando su rostro al del otro y este arrugar el entrecejo en confusión, mientras que Ittoki.- Por mucho tiempo me vengo conteniendo el deseo de poder invadir más que tu espacio personal Sumeragi…- El mencionado trago grueso y mucho antes de sentir aquellos labios sobre los suyos, el elevo su mano derecha para cubrir la boca de el pelirrojo, Otoya al sentir aquella mano enguantada sobre sus labios se dio cuenta que esta temblaba de manera que noto que el pelinegro estaba nervioso.
Kira por otro lado había negado la mirada y susurraba.- ¿Qué trata de hacer?-
-Kira.- Expuso el pelirrojo para tomar su mano y sacándole el guante con lentitud, acaricio la pálida piel y besarla con suavidad, para luego observar al joven con esas orbes de color rubí causando un estremecimiento horrible en el peli negro, el cual sintió su cuerpo muy débil esa mirada lo observaba con tanta pasión y algo que el reconoció como amor.
-No… es bueno que sienta eso por mi.-
-¿No lo es?-
-No…- Dijo para salirse de su agarre tomar el guante de la mano de Ittoki y colocarlo al momento que se dispuso escapar de la habitación, Ittoki se quedó adentro, su rostro podría verse emocionado sonriente y severamente ilusionado.-Sé que algún día llegaras a amarme como yo lo hice desde el primer momento en que te vi Kira Sumeragi.- suspirando hondamente, mientras que el joven técnico recorría los pasillos con prisa y con enfado, su corazón latía acelerado sus pensamientos le gritaban que debía de irse de ese sitio darse de baja, pero después recordó la forma en que aquel hombre lo había tocado, se culpó a su mismo por sentir si quiera algo que se removió en su interior y se reprendió por permitirse, darse el lujo de llegar a sentir algo por su superior; no podía hacerlo era demasiado peligroso debía cuidar su puesto y seguir avanzando aunque en su silenciosa cabeza aquella sensación de esos labios sobre su piel lo inundo de una sensación jamás experimentada; se detuvo en el pasillo ya estaba lejos de aquel salón de juntas, dejo caer su espalda a la pared de metal y soltando un largo aliento observo el techo de aquel lugar tomando con su otra mano la que había besado su piloto. Kira había colocado sobre su pecho sus manos.
-Ittoki.- Susurro para sí, no obstante él debía reprimir todo lo que sentía por lo tanto decidió que; debería de cambiar de piloto antes de que algo peligroso pasase entre el pelirrojo y su persona…
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Por otro lado Camus llegaba a su habitación, seguido por un severamente molesto Otori Eiichi quien se introdujo a la habitación y admiro todo espacio en esta, el orden era impecable, ese era un punto a favor para el rubio entro al cuarto de baño en el cual había una extensa y enorme ducha, además de un lavado de dos puestos, esa habitaciones taba hecha para dos ocupantes.
-¿Puedo preguntar que buscas?-
-Pensé que eras un cerdo asqueroso.-
-Me insultas.- Gruño el peli largo para tornar su rostro maniaco.-El orden es importante en esta habitación, si veo que dejas un solo cabello tuyo en la ducha te hare recogerlo con la boca, si noto que no arreglas tu cama al levantarte te castigare de la peor forma, si no despiertas a la hora te despertare a golpes.-
-¿Y pasa si la situación es al contrario?-
-Eso no pasara Eiichi.-
-Está bien, hay algo mas.-
-Si… no toques mis dulces.- Al de gafas le entro un tic en el ojo y cuestiono.
-¿Du-Dulces?-
-Si…- Dijo acercándose a un extremo de la habitación muy camuflajeada estaba una mini nevera la cual el abrió y al hacerlo, Otori noto como un sinfín de postres sabrosos se podían admirar dentro de aquella pequeña cabina presurizada.- Estos son mis dulces, soy adicto a ellos.-
-¿Acaso eres diabético?-
-Jajaja, muy gracioso.-
-Demonios vivir contigo será peor que tener un entrenamiento con ese sujeto pelo rosa.-
-Te refieres a Ringo.-
-Aja.- Respondió para soltar un largo aliento y murmurar.- Bueno veremos quien se cansa primero.- Expuso para acercarse a la salida e intentar irse cuando de la nada, la compuerta se cerró y a sus espaldas Camus se pegaba como lapa a su cuerpo, contraminándolo a la compuerta.-¡Pero que mierdas estás haciendo!-
-Voy a ponerte a raya Eiichi…-
El mencionado se quedó quieto y dibujando una sonrisa maraca “Me estas jodiendo” expuso.-Inténtalo si puedes, adicto a los dulces.-
-Ya verás que caerás… en mis manos y serás un técnico amable y tierno conmigo.-
-Eso nunca sucederá… Idiota.-
Camus acercaba sus labios a uno de sus oídos y susurraba.- Quiero que te quede claro… eres mío, únicamente mío y cuando seas completamente de mi pertenencia sabrás que yo no soy una persona con la que se bromea.-
Eiichi podía sentir aquel aliento delicado y cálido remojar su oreja era demasiado extremo aquello, tanto así que sus mejillas se coloraron un poco y su corazón comenzó a latir acelerado, un pequeño jadeo se coló de sus labios al sentir como las manos de Camus comenzaban a tocar su cuerpo, sus dedos pálidos y delgados rozaban aquel uniforme de cuero negro con detalles violetas como era el color de los ojos de Otori quien al sentir que una de esas manos se posaba en uno de sus pectorales y apretaba con fuerza su tetilla al tiempo que la insana sensación de la pelvis de Camus se rosaba a su trasero Eiichi trago grueso y apenas logro susurrar.- Estas enfermo.-
-Solo un poco... o más bien solo contigo… esta noche te ensenare quien manda Eiichi- Dijo para apartarse el castaño y dejarle en paz. Eiichi llevo su mano al interruptor de la compuerta y salió de ahí rápidamente, con una mano en su oído inicio a caminar nerviosamente, adentro de la habitación, Camus se lanzaba a la cama que le pertenecía y expresaba.-Esto será interesante.- Dibujo una escasa sonrisa en su rostro la verdad es que el juego iba a comenzar con ese testarudo y rebelde sujeto…
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Plataforma 20…
Aquella ciudad dentro de la plataforma, era admirada por sus ojos color violeta el panorama siempre fue el mismo, cielos artificiales edificios que se extendían por todo el perímetro y naves o transportes futurísticos, la gente caminaba de un lado a otro cumpliendo la rutina diaria de sus aburridas vidas, los seres de otros planetas también se movilizaban en aquel ecosistema. Hijirikawa pronto diviso el edificio al cual se dirigía su chofer le anuncio que estaban llegando por lo tanto él se preparó.
Percibió el cambio de gravedad al descender y estacionarse frente al multifamiliar, un lugar bastante deprimente y lleno de suciedad, honestamente no comprendía que hizo que Ren cambiara tanto.-“Debió ser algo sumamente fuerte para traerte a vivir a esta pocilga.”- Pensó el de cabellos lizos azulados e impecablemente brillantes. Abrió la compuerta y salió de está sintiendo como una pequeña ráfaga de viento le acariciaba la cara y removía su chaqueta. Finalmente observo aquel enorme multifamiliar y se encamino acomodando sus ropas.
Sus zapatos relucían en cada paso y las pisadas eran fuertes y seguras no se iría de ahí sin antes solucionar el problema con su ex compañero.
Masato se adentró aún más al edificio dirigiéndose al elevador, el aparato reconocido como FLER no hizo ni el intento de escanearlo, pues estaba claro que el UNIQUE de Hijirikawa le permitía el paso a cualquier lugar pues era una persona importante en todo el sistema; llego al piso indicado y caminando entre los pasillos escuchaba algunos gritos de parejas discutiendo algunos niños llorando, sonidos de video juegos y uno que otro televisor a alto volumen. Muy al fondo estaba el apartamento que el militar buscaba.
Se posó al frente de este observando con meticulosa atención la puerta…
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Adentro, Ren apenas salía de la ducha, había sido un día pesado en las pruebas y la noche estaba llegando, debía alistarse para otro turno aunque antes de hacerlo, el intento llamar a casa de Yessica para saber de su criatura, pero como en las veces anteriores el hermano de la chica le había sido claro.- Mi hermana no ha regresado.-
-Está bien muchas gracias, si regresa por favor dígale que Ren Jinguji le llamo y que si puede regresarme la llamada.-
-Está bien.-
Ren cortaba la comunicación y mientras se secaba los cabellos con la toalla, susurraba.- Debí haberle preguntado en la prueba de hoy…- Él había visto a la chica en cuestión en la prueba de elección de pilotos, pero dado a que su ética no le permitía inmiscuir asuntos familiares en su trabajo no lo hizo, incluso quiso a bordar a Mark pero de seguro ambos chicos no dirían nada de su hija. Jinguji se encontró en una fase de total angustia pues ya eran tres días en los que Renge no se aparecía se dirigió a la cocina a buscar algo con que calmar su ansiedad.
Su hija era el centro de toda su atención y lo más importante del sistema. Tomo un refresco y lo abrió al tiempo que daba un sorbo para enseguida escuchar el timbre de su apartamento.
El detuvo todo movimiento coloco su toalla en su cuello, Ren solo llevaba puesta una salida de baño cubriendo todo su cuerpo, observo con curiosidad la puerta del recibidor desde la cocina y cuestiono.-¿Visitas?- Coloco su bebida en la mesa de la cocina y fue directamente a la puerta mientras pensaba en que tal vez podría ser su hija o quizás.- Si es Icchi de nuevo… juro que.- Abrió de golpe la puerta y al hacerlo él se quedó congelado y con los ojos enormes, a su frente se encontraba el hombre de cabellos azules y ex amigo.
-Jinguji.-
El mencionado enseguida trago grueso, arrugo las cejas y exclamo.- ¡Vete de aquí!- Se dispuso a cerrar la puerta pero Masato fue más rápido se movió hacia adentro sin si quiera pedir permiso, Ren retrocedió y logro escuchar el como la puerta se cerraba tras de Masato, sus orbes celestes notaron como este se acercaba peligrosamente a él y sujetaba su rostro con una mano, para encajar sus labios en los suyos propios, el cabello aun húmedo de Ren se adherido al del otro al ser besado, aquellos labios suaves al contacto pero severamente apasionados lo dejaron en silencio y con temblores enormes.
Había abierto enorme sus ojos sus manos estaban pegadas a la pared en la que había apoyado su espalda, no lograba reaccionar hasta que su mirada noto los cuadros de su hija en la sala, rápidamente empujo al otro con severidad y le grito.-¡Pero qué haces!-
-Me alegra que aun siga robándote el aliento.-
-… E-eso no es verdad.- Dijo con voz un poco temblorosa, notando con pánico como Masato se retiraba las gafas y observaba todo el lugar susurrando.
-Esto es horrible.-
-Si no te agrada entonces vete.-
-No…- Dijo para adentrarse más a ese apartamento y examinar todo y cada uno de aquellos sitios, cuando de pronto una fotografía en un cristal le llamo la atención, Ren fue de prisa a su lado para colocar aquel retrato boca abajo y su visita expresar.-¿Quién es esa persona?-
-No te interesa, ya vete de mi casa o llamare a la policía.-
-¿Y tú crees que ellos vendrán a arrestar al Comandante de la Armada?-
Ren apretó sus puños, mirando al piso murmuro.-¿Qué es lo que quieres Masato?-
-Quiero explicaciones.-
Esa terquedad y tosquedad de ese hombre lo ponía muy de malas incluso Ren se llegó a preguntar ¿Cómo era que había caído en los insanos brazos de ese hombre? ¿Cómo y por qué llego a enamorarse de él? Si desde que lo conoció las cosas nunca fueron miel sobre hojuelas en más Masato siempre luchaba para humillarlo frente a los otros, lo odiaba se odiaban, eran rivales y tan opuestos que no podía creer que llegaran a soportarse al nivel de estar juntos en una sola habitación.
Las miradas eran llenas de seriedad de furia de incontenible deseo de querer agarrarse a golpes uno por desear conocer la verdad y el otro por necesitar el sacarlo de su vida para siempre. El silencio se incrementó más Masato al no recibir respuesta alguna decidió por su cuenta admirar el apartamento y los cuadros finalmente el logro ver a una mujer al lado del peli naranja aquella tenía una figura hermosa envidiable, los ojos más celestes del mundo y un cabello castaño claro casi iguales a los de Ren solo que estos eran un poco más naranjos como si fuera un dorado. Aquella imagen en la fotografía se grabó completamente en su cabeza, Ren parecía feliz abrazando a esa mujer.
La furia inicio a recorrer su cuerpo causando que la sangre se le calentara y también la cabeza los terribles celos se acrecentaban, no podía creerlo era definitivamente imposible, Ren rápidamente tomo aquel cuadro también y apartando al peli azul de aquellos cuadros los cuales Jinguji volteo con prisa susurro.
-Quiero que te vayas.-
-¿Por qué, acaso temes que tu esposa venga?-
Jinguji agrando la mirada ante aquello dicho por el otro, estuvo a punto de negar el hecho de que había equivocado las cosas cuando Hijirikawa agregaba.
-Así que eso fue… te casaste.-
-Masato…-
-Que idiota soy, yo creí que todavía había un poco de mi recuerdo en ti… pero veo que no es así.- Hablaba con total enfado.- Pobre mujer nunca se dará cuenta la clase de alimaña que eres.-
-Oye, no me insultes.-
-¿Entonces dime Ren, la conociste antes o después de estar conmigo? Es decir en algún momento debiste haberla conocido mientras aun te revolcabas conmigo.-
-Ya es suficiente, sal de aquí.- Dijo jaloneándolo intentando sacarlo de ahí...
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Mientras tanto en la parte baja de aquel edificio, Renge y Mark llegaban a este, el rubio ayudaba a poner la última extensión en los cabellos de su amiga, era de vital importancia que Ren no se diera cuenta de su cambio pues, aquel medico era muy suspicaz y demasiado inteligente es por eso que Colton en conjunto de Yessica se las arreglaron unos minutos antes de que la chica fuera a su casa, compraron las extensiones y ayudaron a la joven a vestirse como ella solía hacerlo. Un bello conjunto de botas al estilo futurístico hacían juego con unas medias negras y una falda de color gris una camisa ajustada a su figura que acentuaba su esbelto cuerpo.
Renge al entrar al elevador decía a Mark.- Creo que ya está bien.-
-Si…- El rubio examinaba a su amiga, pronto noto que algo faltaba en su muñeca izquierda, con suma prisa le arrebato el UNIQUE falso y le coloco el suyo, al instante la voz de aquel elevador susurro.
-Bienvenida joven Renge.-
-Hola FLER, ¿Esta mi padre?-
-Si señorita.-
-Oh bueno.-
Mark trago grueso, no quería que Ren pensara cosas raras así que detuvo el elevador antes de que ella llegara a su piso, al abrirse las compuertas la joven cuestiono.
-¿Qué sucede?-
-Escucha no quiero que tu padre me vea será sospechoso, ya que yo también estuve en el proceso de elección.-
-Oh si.-
-Te veré mañana en la escuela, por favor Renge soluciona las cosas con tu padre.-
La chica rodo los ojos, empujo a Mark y cerró las puertas despidiéndose, mientras ella por dentro acomodaba sus cabellos falsos y suspiraba hondamente, la voz de aquella mujer metálica se escuchó de nuevo dándole paso al piso que le correspondía, ella como siempre saludaba a todos los que se encontraba cuando ya estaba llegando a su puerta, ella escucho un grito adentro de su apartamento.
-“No quiero volver a verte lárgate de una vez.”-
-¿Ren?- Cuestiono ella, para abrir la compuerta y ser testigo de lo que sucedía, su piel se congelo al momento en que noto la presidencia de Masato Hijirikawa en el apartamento, ella entonces pensó apresurada.-“No puede ser, me descubrieron, no.”-
Ren observaba a su hija y luego miraba a Masato quien se quedo mirando la chica, estuvo a punto de acercarse a preguntar quién era pero Jinguji rápidamente tomo a la joven de su brazo y susurro.- Renge.-
-Ah, Ren que pasa.-
-Nada…- Respondió, abrazándola fuertemente en su pecho y ocultando su rostro.
-¿Quién es ese señor?-
-No es nadie, él ya se va.-Respondió aun ocultando su rostro en su pecho.--Vete ya Masato.- Renge agrando la mirada al escuchar aquello.
-¿Quién es ella?- Cuestiono el de cabellos azules.
La joven se separó de su padre y observo a ese hombre con más atención y expuso.- ¿No nos vas a presentar… papá?-
Masato agrando la mirada, dejo de ver a la chica para observar a Ren quien se masajeaba el tabique de su nariz, era el momento más inadecuado de su hija para comenzar a llamarle de esa forma, finalmente luego de unos segundos, el dejo a Renge a un lado y empujo a Masato a afuera diciéndole.- Señor yo tengo derecho de sacarlo de mi casa ahora lárguese, FLER no permitas entrar a este sujeto de nuevo al edificio ¿entendiste?-
-Lo siento, mi sistema no me permite hacer ese tipo de restricciones sin una orden de la policía.-
-Ren, ¿Ella es tu hija?-
-Ya vete.- Dijo cerrando de un golpe la puerta justo en las narices de Hijirikawa quien no entendió nada, pero rápidamente su cabeza le dejo saber lo que pasaba, el rostro sorprendido de Masato paso impacto a tristeza, pero luego de un momento transformo esa tristeza en enfado, coloco sus gafas y dio media vuelta.
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Adentro de aquel apartamento, su padre aun temblaba apoyado en la puerta ella no comprendía porque su viejo estaba tan nervioso y consternado; sin embargo ella debía averiguar había una prioridad y esa era conocer si Masato Hijirikawa había llegado a su casa para reclamar a su padre el que ella haya engañado a la flota, sin embargo al no escuchar nada de su padre ella hablo inocente pues aunque no conocía el porqué de aquella situación ella pensó que todo había sido descubierto por lo tanto ella cuestiono disimuladamente.-A…Am… Ren…¿Sucedió algo?-
-¿Ahora me dices Ren?-
-Este si… oye ¿Qué quería ese señor?- Cuestionaba nerviosa la jovencita de cabellos largos y ondulados.
-Nada.- Respondió para apartarse de la puerta y mirarle fijamente.- Escúchame bien, si lo vez de nuevo, no te le acerques.-
-¿Pero por qué?-
-Porque no quiero que hable contigo, no quiero que se te acerque ¿entendiste?- Respondió furioso, para dejar la sala e irse a su habitación, aunque la joven no dejaría irse tan fácil a su padre pues ella tenía algo pendiente con él.
-Ren… está bien si no quieres que hable con él está bien…-
Ren se detuvo al instante que escucho a su hija tan accesible, rápidamente su instinto paterno le dicto una sola cosa esa chica quería algo-¿Qué es lo que quieres Renge?- inquirió dedicando una mirada seria su hija.
-Eh.- La joven observaba a su padre con ternura y una sonrisa nerviosa dijo.- oye que malo eres... Yo solo quería hacer las paces contigo.-
-Te conozco, nunca eres tan amable conmigo y mucho menos me dices papá.- Decía mientras se secaba de nuevo sus cabellos.- ¿Qué es lo que pasa?-
-Bueno… me inscribí en un curso, para estudiar Mecánica y pues quería saber si puedo ir.-
-¿Mecánica en dónde?-
-Pues en la plataforma 16.-
-¿Tan lejos?-
-Si.- Ella asintió con calma el flequillo al medio de su rostro se movió tiernamente, Ren observaba a su hija con atención y susurraba.-¿Plataforma 16?-
-Si.- Ren estaba a punto de decirle que no, que eso nunca iba a pasar primero muerto antes de que ella se vaya lejos de su cercanía, pero después de un minuto el detuvo todo movimiento, llevaba su mano a su barbilla y se la pensaba, se decía a sí mismo.
-“Es una buena oportunidad para que se aleje de Masato…”- El resolvió todo el dilema en su cabeza, aunque para poder permitirle a su hija ir lejos tuvo que darle un sermón enorme.- ¿Con quien iras?-
-Iré sola Ren.-
-¿En serio?-
-Si…-
-Okey te dejare ir con una condición y si no la cumples iré por ti a ese lugar y no me importara que tus amigos se burlen, vendrás conmigo quieras o no.-
-Ya cálmate, te saldrán arrugas en la cara.- Jinguji estaba muy agitado todo lo de Masato lo puso bastante inestable.- Esta bien ya dime que es la condición.-
-Deberás llamarme todas las noches para saber cómo estas.-
-Oh vamos…. AL MENOS TRES VECES A LA SEMANA REN.-
-De acuerdo, es un trato.- Ambos estrecharon sus manos y se retiraban a cada una de sus habitaciones, pero en cuanto la chica salió de la alcoba de su padre ella noto que las fotografías en la sala estaban volteadas.- Hum, que raro.- Dijo levantando la que más le importaba a ella.- Abuelita, ese mal hombre te dejo boca abajo que malo es.- Renge acomodaba las fotográficas en los cristales eran los únicos recuerdos que tenía de su abuela, además de algunas grabaciones que le dejo a su padre. Ella entonces feliz ordeno su maleta esa noche para partir al siguiente día aunque Ren no estaba muy convencido debía dejarla ir pues el peligro asechaba ahora que Masato conocía su dirección no le quedaba de otra más que buscar otro sitio y en lo que su hija estudiaba él podía buscar algo digno de ambos.
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En algún lugar lejos del sistema terrícola…
El ambiente en los pocos planetas aledaños que habían quedado con vida, se movilizaba aquella raza devoradora de mundos, justo en uno de los pobres mundo que se encontraba a una cierta distancia de la primera frontera del sistema en el que Renge y los otros vivían, se llevaba un plan.
El horrible y temible ejército de destructores de mundos estaba planificando el nuevo contra ataque para aquel sistema, y el que parecía ser el líder de ellos se presentaba al centro de aquella enorme reunión. La figura oscura sobre cargada de enormes tentáculos y cuerpo enorme como el de los humanos con la diferencia que la masa muscular era dos veces mayor se presentó.
Aullando en su natal lenguaje rechinaba advirtiendo que la guerra estaba comenzando, aquel horrible sujeto sacaba lo que parecía ser un látigo para castigar a los sobrevivientes de ese planeta para que lograran mover una enorme cortina tras la cual una enorme nave con el emblema de la Armada se presentó; ese era el objeto más preciado de los destructores…
-Han pasado más de milésimas de años luz y los humanos en unión con los traidores de otros planetas han logrado evadir nuestros ataques…-
El enorme grupo de horribles sujetos aullaban en furia y cólera.
-¡PERO ESTA VEZ, YA NO SERA ASI!- El enorme sujeto se movía de un lado a otro haciendo mover sus enormes restas.- ¡A NOSOTROS LLEGO ESTA NAVE! Y SUS OCUPANTES LOS CUALES HAN SIDO EXAMINADOS, CONOCEMOS SUS DEBILIDADES Y AHORA TENEMOS SU TECNOLOGIA!-
Al enorme horrible público se mostros a los pilotos y técnicos cautivos, era un grupo de cuatro sujetos los cuales parecían haber pasado por muchas torturas y situaciones verdaderamente devastadoras mientras sus enemigos se regocijaban por que ya tenían la clave para poder invadir ese cinturón y la frontera.
-PRONTO, EL ULTIMO SISTEMA SERA NUESTRO Y SU SOL CAERA COMO LO HAN HECHO LOS OCHO SISTEMAS DE ESTE EXTENSO UNIVERSO, LOS DESTRUCTORES DE MUNDOS SEREMOS LOS QUE LIDERAREMOS TODO.-
Los aullidos y gritos enormes se esparcían por todo lo largo y ancho de aquel planeta en penumbras, estaban quizás a meses luz del último sistema, pero ya estaban preparándose para destruirlos, los capturados fueron llevados a las horribles prisiones en donde mantenían cautivos a todas las razas que habían coleccionado en cada una de sus conquistas. Los cuatro cayeron pesadamente en el piso negro y seco del lugar.
Al hacerlo los cuatro se quejaron y a su lado las razas que estaban cautivas corrieron a ayudarlos susurrando uno de ellos en un averiado idioma que los pilotos y técnicos entendían.-¿Están bien?-
-Si… gracias…- Respondió un joven de cabellos castaños, tenía el uniforme de los militares y en su pecho traía su apellido gravado, el cual era Otori.
-Shion.- Llamaba uno de los cuatro acercándose a mencionado quien estaba en el piso mal herido él era el que se había llevado la peor parte por ser una persona bastante seria y directa y no obedecer a los captores había sido golpeado hasta quedar inconsciente, los tres se reunieron al lado del rubio que permanecía inconsciente mientras que otro castaño observaba las rejas y susurraba.
-Maldición.-
-Van… debemos advertirles.
-Eiiji, no podemos salir de aquí eso… es imposible.- Expuso serio el más alto del grupo acomodando a el que estaba inconsciente a la pared de la celda y agregar.- Shion despierta.-
Muy lentamente el rubio fue despertando al acomodar su vista a la tenue oscuridad noto a su rubio compañero y con poca voz susurro.-Ya…Yamato.-
-Eso es… ¿Cómo te sientes?-
-Estoy cansado.- La mirada asustada de Yamato se hizo notar, observo a sus dos amigos con atención y susurro.
-Sus heridas no están curando, debemos escapar de aquí.-
Los cuatro estaban en una situación precaria, debían hacer algo o uno de ellos moriría. Además de esa situación, algo los abatía con más aflicción el hecho que los enemigos lograron capturar su nave y permitirles el conocer su tecnología era un tema que no podían dejar de un lado y la posible invasión; como fuera debían avisar a la Armada ¿Pero cómo hacerlo?
Continuara…