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El último sistema. por aurora_la_maga

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Notas del capitulo:

AHORA SI ARRANQUEMOS!!!

 

A LAS CHCIAS QUE LEEN AVANT REBORN paciencia que pronto se actualizara ese y otros n_n fics n_n gracias por su comprencion y no he olvidado ninguno de mis fics okey n_n las quiero gracias pro leer nos vemos en los comentarios n_n

El ultimo sistema.

By:

Aurora la maga.

Stage 1: Inicio.

 

 

Año 3500. Planeta Eris… Colonia del perímetro 12 del cinturón galáctico.

 

Instituto Aiwa, clase de historia.

El enorme edificio de varios pisos era traficado por tanto humanos como extraterrestres todos eran menores y los adultos eran profesores encargados de darles los conocimientos básicos y principales para despertar sus aspectos cognitivos adquiridos al nacer, el clima estaba templado en aquella colonia, en la cual existían enormes arboles artificiales con cielos proyectados que reflejaban el azul y la estación en la cual se encontraba el planeta Madre en ese momento, todo era asistido o proyectado, dando la sensación de estar viviendo en un mundo terrícola y no en una enorme plataforma de muchos millones metros cuadrados.

La vida como la conocíamos había cambiado para estas futuras generaciones a los cuales su interlocutor les hablaba diciendo:

-“La tierra, es el planeta madre, el cual es nuestra misión proteger y servir… como ya todos saben, las peleas interestelares contra los enemigos de nuestro sistema iniciaron alrededor de los años 2750…”-

El profesor de aquella clase de historia, exponía aquellas palabras mientras en la pizarra de cristal cromado se reflejaban las imágenes de un planeta antiguo cuya tecnología había mejorado y se había elevado en sus resultados obtenidos los alumnos observaban atentos todo aquello con entero interés.

Aquel grupo en cuestión debía de conocer todo acerca de su mundo natal aunque estos hubieran nacido en la última frontera del sistema solar en los que la tierra y sus demás esferas con estrellas como el sol y la luna existían.

-“Técnicamente la guerra inicio cuando, nuestros aliados del planeta Eris unificaron fuerzas con Plutón en conjunto con Orión, y claro las grandes naciones de la tierra, como China, Rusia, Corea norte y sur, Latinoamérica y América… dejaron sus diferencias y decidieron  unirse para contrarrestar  un terrible mal que nos…”-Su exposición se detuvo cando escucho risas y murmullos al final del salón.-“Que nos acechaba y ese era…”-

Las risas se incrementaron, el profesor en cuestión dirigió su mirada al fondo un grupo de chicos estaban  estratégicamente situados al lado de la ventana, entre estos había un joven de cabellos platinados, otro de cabellos castaños y otros dos más. El mayor de aquella sala de estudios se aclaró la garanta y exclamó.

-¡Señor Kurosaki!-

El mencionado y todo su grupo se silenció de golpe para observar al maestro quien se acercó hasta donde estaba el platinado, que parecía ser el líder de ese peculiar grupo, sus ojos de un color celeste claro  se tornaron serios.

-¿Podría decirle a la clase, cual es la mayor fuerza con la que la tierra y los aliados de Eris, Orión y Plutón lucha?-

El silencio se presentó en todos los alumnos, sus rostros eran de entera confusión un joven rubio observaba hacia el frente estaba seguro de que una de las chicas que era muy aplicada en ese ramo de la historia estaría molesta ya que cierto platinado había interrumpido la clase con sus estupideces, esta se encontraba sentada en el primer asiento sus cabellos eran de color naranjas y sus ojos eran de un color demasiado extraño, un violeta brillante y hermoso se apreciaba en sus iris, ella dejo caer su Tablet en la cual realizaba anotaciones y observaba por sobre su hombro miraba con desaprobación a ese grupo de chicos, mientras volvía su vista al frente y susurraba con desgano.

- Por supuesto que no sabe esa respuesta.-

Aquello dicho por la de mirada violeta fue audible tanto para el maestro como para los jóvenes mal educados, Kurosaki se puso en pie de su asiento, dejando a evidencia su altura contaba con un metro con 80 demasiado alto para un joven de apenas 16 años. el educador quien llevaba puestas unas gafas especiales y trajes muy a la época se acercó a la joven y expreso.

-Señorita, Jinguji… Renge… ¿Dijo usted algo?-

-Si… dije que él no sabe la respuesta Profesor, Hanagata.-

El mencionado soltó un largo y tenue suspiro y cuestiono.-¿Y usted lo sabe?-

-Por supuesto que lo sabe es la NERD del salón, terminara siendo una Técnica, esos inútiles deben saber todo en cambio yo.- Expuso para dar unos pasos y  dar una vista examinadora a toda la clase, después de aquello el agacho su rostro para observar una pulsera de color gris en su muñeca la cual reflejo una hora y una anuncio.- Soy un guerrero y los guerreros debemos de conocer otras cosas, no está basura.-

-¿Qué tipo de cosas Kurosaki?- Cuestionaba Renge seria y también poniéndose en pie.- Algo ¿Cómo por ejemplo técnicas de combate, tecnología de las maquinarias y análisis de ataque?- Termino refutando molesta.

-Jóvenes.- Hanagata intento persuadir a ambos de aquella lucha entre palabras y miradas iracundas.

Kurosaki finalmente coloco su chaqueta sobre su hombro derecho y caminando hacia la peli naranja susurro.-Eso se lo dejo a los técnicos, lo mío es la lucha niña...-

Aquellas miradas se cruzaron era intempestiva la situación, entre ambos, finalmente luego de unos segundos el ruido de la campana anunciando el final de la clase sonó, todos los demás alumnos se ponían de pie mientras el profesor Hanagata gritaba.- No olviden estudiar la historia de cómo fue vencido el destructor de mundos en la batalla de Agnes, y la unión de ambas razas, es para mañana, el examen vendrá de ahí.- Todos soltaron un suspiro colectivo y gritaron enfadados.

-Vámonos ya Kurosaki.- Exponía acercándose el chico castaño que estaba con el de mirada celeste anteriormente, Renge noto como este nuevo personaje que tenía cabellos un poco largos y alborotados pasaba al lado de aquel platinado que enfrentaba a la joven Jinguji.

La de cabellos naranjas y de mirada violeta los observo partir.

Mientras a su lado uno de sus compañeros se acercaba diciendo.- Mijail Kurosaki y Shino Kotobuki… son personas peligrosas Renge… recuerda que son Cadetes de la armada y forman parte de la Elite de guerreros en primera etapa.-El rubio a su lado, parecía ser  de la misma estatura que ella y tener su misma edad pero resultaba que ese chico era un año mayor que ella.

Renge antes de que su amigo dijera algo más, tomo sus cosas y salió de ese lugar apresurada, mientras el otro solo podía verla partir, aquel rubio dirigió sus orbes en dirección de la enorme ventana que había a un costado, tras de esta se podía apreciar el enorme parámetro de toda la colonia y los cielos celestes artificiales de esta misma..

 

~~~~oooO****Oooo~~~~

 

Más tarde ese mismo día, 6 de la tarde, apartamentos del centro de la colonia 12.

Jinguji regresaba de la escuela, bajaba de un autobús volante, aquel no tenía ruedas en lugar de estas contaba con una base metálica que era impulsada por imames los cuales les permitía a todos los transportes de la ciudad movilizarse cuando tenían que hacerlo pos las calles de asfalto imantado negro, el autobús se elevó partiendo dejando a la chica la cual suspiraba al observar el enorme edificio en donde vivía, a sus espaldas la vida seguía, los enormes rascacielos y las pantallas movibles en la cual se anuncian películas, conciertos de Idols intergalácticos y alguna que otra noticia se presentaba.

Ella no hacía caso a nada de eso todo era monótono, lo que deseaba era llegar a casa.

Entro al edificio paso de largo el lobby en donde varios de sus vecinos se encontraban incluso uno de ellos la saludo pero ella aun caminaba sin ver a nadie, traía un rostro triste y la mirada puesta en el piso, se había puesto la capucha de su chaqueta sobre su cabeza ya que de cierta forma sus cabellos eran únicos y tal parecía eso la molestaba al igual que sus ojos; habría sufrido mucho desde niña pues siempre cada vez que conocía a alguien ellos se estremecían al ver sus ojos y al ver sus cabellos.

Muchas ocasiones quiso pintarlos de otro color, ahora eso era muy fácil, solo tenías que comprar una diadema especial la cual al tocar el capilar cambiaba tu tono de cabello, pero ella no lo hizo ya que su padre tenía el mismo tono y de seguro la castigaría por semanas, no había hora en la que contara los minutos y segundos para llegar a la mayoría de edad y largarse lejos.

Aun silenciosa Jinguji fue directo a una cabina que parecía capsula, pero que solamente se trataba de su elevador, al instante en que entro, el brazalete en su mano izquierda de metal reflejó la información de la joven la cual entro y sin tocar o presionar ningún botón fue llevada a su piso en tanto por dentro ella escucho la voz de fémina y robótica de FLER, ese era el nombre dado a los sistemas de elevadores en todo los mundos y colonias aquella susurraba.

-“¿Qué tal su día Joven Renge?”-

-Un poco mal… ¿Y el tuyo?-

-“Eso no me está permitido responder, soy una maquina”.-

-Sí, es verdad…- Dijo para sentir que la gravedad con la cual era elevada se dejaba e sentir entonces escuchar  de la maquina decir.

-“Bienvenida a casa, Señorita Renge.”-

-Gracias… ¿Oye sabes si mi padre ya llego?-

-“Sí, su brazalete fue escaneado hace una hora.”-

-¡Ay no!-

Ella salió de ahí corriendo, apresurada se posó al frente de su puerta la cual escaneo su cuerpo y al verificar su brazalete le permitió entrar, al hacerlo ella rápidamente fue a la mesa en donde se depositaba la correspondencia el buzón tenía la responsabilidad de hacerlo, aun estando en el futuro ellos aun utilizaban ese medio de comunicación antiguo. Sin embargo aunque fuera un medio antiguo y desfasado, el uso de papel se eliminó, en su lugar se utilizaban plantillas de plástico reciclado.

Renge rápidamente se esforzó por buscar algo mientras susurraba.

-¿En dónde está?, no puede ser, no…-

Su rostro se apreciaba angustiado y es que era así como ella se sentía, no deseaba que su padre leyera esa correspondencia, sus cejas estaban curveadas en preocupación un travieso mechón naranja se posó sobre su rostro y se movía al mismo tiempo que ella revolvía los papeles.

Estaba tan sumergida en encontrar lo que buscaba, que no noto que su padre se posaba en el marco del recibidor y la observaba diciendo.

-¿Buscas esto, Renge?-

Se detuvo y se congelo deprisa, al escuchar la voz ronca y grave de su padre a quien observo de reojo como este elevaba el sobre con el emblema de ARMADA UNIDA, ella se giró a ver a aquel hombre que llevaba una chaqueta blanca de cuero de tiro largo muy al estilo dela época, y la cual tenía detalles negros relucientes, su padre era una persona hermosa, tenía el cabello largo, ajustado con un broche que sujetaba algunos cuantos cabellos al nivel medio en la parte trasera de su cabeza, algunos de estos no eran alcanzados o ajustados por aquel artefacto por lo tanto  caían muy graciosamente por sus hombros y uno de aquellos mechones gobernaba siempre a la mitad de su rostro.

Su padre también tenía los ojos más hermosos del mundo eran de color celeste, era raro ver ese color de ojos aunque últimamente los había visto en Kurosaki Mijail. Como odiaba a ese sujeto lo aborrecía y de cierta forma llego a pensar que ese chico y su padre tenían algo en común pues ambos la ponían muy molesta.

Al ver sus esfuerzos truncados y a enterarse que no había escape de que su padre mirara lo que contenía esa carta ella susurro el nombre de su padre.

-Ren… eso es mío.-

-Veo que finalmente, has recibido la respuesta e tu examen para Técnico, ¿Quieres que lo habrá?- Cuestiono acercándose a su hija muy despacio y dedicándole una mirada serena e ilusionada, la mano de su padre bajo para poner a su frente aquella carta la cual observo con seriedad y tragando gruesamente cuestiono.

-¿No la has abierto?-

-No, quería esperar a que llegaras.-

-Gracias Ren… pero no es necesario.- Dijo para sacársela de los dedos y caminar hacia su cuarto, el mencionado suspiro hondamente y cuestiono.

-¿Cuándo dejaras de llamarme así? Soy tu padre.-

-Si bueno, no lo hare hasta que me digas en donde esta mi madre.-

El silencio gobernó en ese entonces aquel apartamento, el más alto cerro los ojos parecía que aquello dicho por su hija lo lastimo, sin decir nada más él se acercó a la cómoda al lado de la puerta y susurro.- Tengo que ir al hospital, hay muchos heridos, los ataques en el cinturón siguen dándose… -Se colocaba otra chaqueta más, pues conocía que esta nueva ida al hospital terminaría en un viaje a una base de la Armada por lo tanto debía ir preparado.-Creo que demorare, así que… por favor estudia ¿Quieres?-

-Aja…-Respondió sin gracia dando la vuelta y tratando de ir a su recamara cuando.

-Y Renge.- Expuso su padre haciendo una pausa de sus movimientos en la puerta.- No tiene nada de malo, no ser un Técnico… siempre puedes ser un Médico.- Ante esto último dicho, Ren Jinguji partió, la compuerta se cerró y ella quedo sola, no le daba ninguna pena o remordimiento no hacerle caso a su padre tampoco decirle de esa manera, ella simplemente se dio la vuelta y fue directamente a su recamara, en la cual abrió la carta y ahí estaba, lo que tanto temía que su padre no viera.

-Reprobada….-

Dijo con voz calma para dejarse caer en el sofá de cuero al lado de su cama.

- Esto no puede ser.- Expuso con impotencia.- ¿Qué es lo que quieren de mí?- Cuestiono observando las hojas trasparentes de sus resultados, ella había aplicado para todos los puestos de la armada y nada, no había ninguna posibilidad de que formara parte de ello. Estaba jalándose los cabellos cuando escucho el sonido de su brazalete, ella elevo su brazo y noto el nombre de quien le llamaba, y el cual se reflejaba en este, presionó un botón y expuso.-¿Qué quieres Mark?-

-Oh lo siento, es que te fuiste así de la nada que ya no pude preguntarte ¿cómo te fue con la prueba para técnico?- Renge se puso en pie, activo el manos libre y su amigo se presentó a su lado en una visión holográfica.

-Pues, velo por ti mismo.- Dijo ella señalando la mesa en donde coloco la hoja de los resultados, yendo ella al sanitario mientras el chico se acercaba a la correspondencia y examinaba.

-¿Qué?, eso no es cierto, ¿reprobaste?-

-Pues así parece.-

-No lo entiendo.-

-Es siempre lo mismo, pasó todos los exámenes teóricos y cuando me califican neuronalmente repruebo…- Ella dejo ir el agua en el retrete y salió susurrando mientras se lanzaba a la cama.- ¡YA NO SE QUE HACER!-

-Vamos no te rindas aun puedes aplicar para médico.-

¡Médico!-

-¿Si?-

-Eso nunca.-

-Pero ¿por qué no?, tu padre es Medico.-

-No me hables de él ¿Quieres?- Gruño seria y severa.

-Renge…- Exponía su amigo para acariciar sus hombros y susurrar.- ¿Aun estas molesta por eso?-

-Lo dices como si fuera algo común, como si se tratara de algo que no es gran cosa.- Expreso ella alejándose de el holograma de Mark quien le siguió preocupado mientras ella agregaba.- El jamás, me ha mostrado una foto de mi madre o si quiera… me ha dicho su nombre, solo dice que murió después de que nací.-

-Bueno… -

-Ni siquiera tengo una tumba en donde llorarle.-

-Prácticamente nadie tiene una, recuerda que todos son procesados y lanzados al espacio.-

-Si lo sé, pero hay documentos y un mural del recuerdo en el centro de cada colonia y cada uno de los planetas de nuestro sistema y… yo no sé, ni siquiera sé cómo se llama… como es ella… solo sé que saque sus ojos.-

Renge  estaba terriblemente devastada habían sido 15 años muy solitarios y llenos de confusiones, con respecto a su madre y la única forma de superar aquello era obteniendo algo con que entretenerse, ser útil y distraerse de ese tema, la ARMADA UNIDA era su principal meta, pero tal parecía el destino se ensañaba por no darle tregua a su dolor. Ese misterio era algo que debía solucionarse tarde o temprano.

Ante ver a su amiga muy cabizbaja y triste Mark, junto sus manos y susurro un poco nervioso.-Bueno… no quería decírtelo pero, es probable que logremos encontrarla, entrando a la base de datos de la ciudad y comparando tu ADN.-

-Eso es ilegal, no puedo hacerlo sin un permiso de Ren.-

-Pero si obtienes un permiso de un maestro, si puedes ¿cierto?- La peli naranja estaba dándose de topes en la pared de metal de su habitación cuando aquella resolución llego a sus oídos y entonces ella se emocionó, una idea golpeo su cabeza como un yunque.

-¡MARK COLTON, ERES UN GENIO!-

-¿Eh…?-

El holograma fue sujetado y zarandeado, por la chica, aquello era posible ya que el nivel de tecnología había aumentado tanto que las partículas de luz y de algunos Nanos electrónicos lograban hacer que la persona fuera casi real, Renge lo lanzo a la cama y susurraba.

-Debo convencer al maestro de ciencias para que me dé su autorización y entonces pedirle que me muestre como rastrear en bases de datos de Genética avanzada.-

-Eh… Espera Renge, solo hay un problema.-

-¿Qué cosa?-

Solo los médicos o aspirantes a médicos, pueden hacer eso.-El chico trago grueso.

Su júbilo se fue por el desagüe caía a la cama y lloraba diciendo.- NO, PUEDE SER.- Mientras el drama se daba, el joven chico sacaba de su bolsillo una hoja trasparente y susurraba.

-Renge quizás tú no puedas pero yo…- Mostro la hoja.- Yo sí puedo.- Jinguji se sentó como un resorte en la cama se acercó al chico rubio y leyó la hoja en voz alta.

-La ARMADA UNIDA le da la bienvenida a la flota de lucha, aprobando sus habilidades médicas, por favor cuide de nuestros soldados.-Sus orbes violetas temblaron llenas de emoción, su corazón latía acelerado y en tanto logro leer todo aquello grito.-¡OH POR TODOS LOS METEOROS DEL 2700! ¡ERES MEDICO!-

-Si.- Se sonrojó.

-MARK SI FUERAS REAL, EN ESTE MOMENTO… TE DIERA UN BESO ENORME.-

-Oh vamos.-

El júbilo y la alegría de la chica no cabían en aquella habitación, el joven Mark fue entonces acallado por sus padres que intentaron entrar a su habitación tras escuchar los gritos.-

-Cielos mis padres, Renge tengo que cortar.- mientras se despedía rápidamente el agregaba.- Te veo mañana en clases necesitare una muestra de tu ADN para iniciar la búsqueda.-

-Cielos muchas gracias.-

-De nada, nos vemos mañana.-

La proyección dejo de transmitirse y el sonido del altavoz aun activado dijo.- “La conexión se ha finalizado”-

Renge estaba muy feliz, a un lado quedaron las dudas de sus habilidades para la humanidad a ella lo que más le interesaba era encontrar a su madre, aunque sea viva o si quiera para saber en dónde estaba su nombre en el  muro de los recuerdos, en el cual se plasmaban los nombres de cada una de las personas fallecidas ya sea por enfermedad o por los terribles ataques de aquellos seres de otro mundo.

 

~~~~oooO****Oooo~~~~

 

El futuro era un lugar incierto, pero la vida del ser humano seguía dándose ya que de alguna manera era un lugar seguro, muchas evoluciones tuvieron cabida en aquellos años plenos, humanos alterados genéticamente fueron creados, con habilidades mucho más desarrolladas en un ámbito específico, por ejemplo la mayoría de los hombres por no decir todos los que tenían un gen ágil rápido, y regenerativo eran colocados entre los guerreros, que se encargaban de que las fronteras del ultimo cinturón que divide el sistema solar de la tierra con otros más sistemas sea protegido y salvaguardado. Mientras que los que tiene genéticas avanzadas, como visión, resistencia equilibrio y sumo criterio para solucionar problemas diversos, se encargaban de ser los médicos… La medicina había cambiado era de una u otra manera muy fuera de este mundo, eran los tiempos en que un órgano podía ser creado con esfuerzo, artificialmente y ser perfectamente compatible con el paciente en cuestión, pero pese a toda esa evolución en la ciencia médica.

Algunas enfermedades se volvieron más agresivas y no se podían corregir, por ende el equipo Médico debía ser el más calificado y capacitado de todos, y el gobierno en conjunto con los alienígenas de otros planetas tenían una extensa red de conocimientos de todo el sistema genético de cada uno de los seres humanos y no humanos.

Ambas razas vivieron en armonía tras haber impedido tres de los principales ataques del destructor de mundos, que no era nada más y nada menos que una raza destructora y la cual luchaba por exterminar el sol de cada sistema.

Y para enfrentarlos aquellos humanos súper dotados tenían estas y muchas otras habilidades, iban desde técnicos los cuales estaban encargados de guiar a los guerreros y darles la mejor de las estrategias de batalla y lucha y de reparar rápidamente las armas que se averiaban en cada lucha. Era tan importante su trabajo que en cada examen de aptitud se evaluaba cada mínimo detalle.

También había humanos comunes, provenientes de los humanos originales, los cuales eran los más apreciados por todos los súper dotados. Y por los cuales luchaban para prevalecer la raza humana y cuidarla, al igual que los residentes de otros planetas.

Todos esos planetas se habían unido por una sola causa la cual era la súper vivencia.

 

~~~~oooO****Oooo~~~~

 

 

Las alarmas sonaban con locura, la plataforma 18 había sido atacada por los Oroboros así eran los llamados destructores que intentaban entrar a como diera lugar al último sistema, no había tregua, esos sujetos y sus naves atacaban con potencia. Habiéndolos vencido por mucho tiempo ahora la situación se ponía precaria ya que tal parecía habían capturado algunas naves de la armada y habían copiado sus tecnologías solo así pudieron asemejarse a los humanos y sus aliados.

El grupo de soldados dentro e aquella plataforma corrían por los pasillo, traían puestos trajes especiales de batallas, los cuales consistían en una aleación especial de fibra de vidrio carbonatado en color negro para que no entrara nada ni siquiera una bala, pero tenía fallas, ya que era vidrio tenía que tener pequeños pliegues para que el piloto se mueva y ese pequeño detalle causaba lesiones en los guerreros.

Llegaban por montones a la zona médica los habían atacado sin previo aviso, ninguna de las maquinas encargadas de detectar a los enemigos pudo visualizarlos en los radares, por esa extraña falla el resultado de los heridos iba en aumento. Ren  que había sido llevado de emergencia llego al lugar en compañía de su equipo, sus orbes celestes admiraban todo el ambiente y desastre de aquella base, era un completo caos, estaban todos muy lastimados, rápidamente él dio órdenes.

- Lleven a los heridos que se puedan mover a un área protegida.-

En eso estaban cual las puertas de un elevador se abrieron, tras de estas un hombre de cabellos azules y trajes militares de batalla se presentó, sus ojos revisaban minuciosamente a todos los heridos, cuando de pronto visualizo al equipo médico. Rápidamente reconoció a uno de sus más viejos amigos tenía muchos años sin verlo así que sin pensarlo y sin recordar que este había dejado de ser un soldado guerrero el grito.

-Jinguji.- el principal comandante de las flotas acompañado de sus más fuertes guerreros, se situó a su lado para cuestionar.-¿Cómo está la situación?- Él había volado desde la plataforma 20 para darles apoyo, pero como todo comandante tenía que enterarse de que paso primero; sin embargo se había acercado a la persona equivocada pues.

El de mirada celeste observo al otro con rostro serio y enfadado enseguida susurro.- A mí no me preguntes no soy un guerrero…-

-Jinguji.- Decía el otro antes de dejarlo partir, mientras uno de los generales, de la base atacada se acercaba y gritaba.

-¡Comandante Hijirikawa!- El mencionado giro su rostro en dirección de quien lo llamaba, sus cabellos azules se movieron acelerados, con paso apresurado se acercó y entonces.- Nos atacaron por sorpresa, no supimos como evadieron nuestros radares y escáneres de impulsos cardiacos.-

-¿Es una broma?-

-No señor, hay varáis bajas, la mitad de los guerreros fueron afectados y un 5% asesinados por los bombarderos.

-¡Entonces no se hable más!-

El comandante quien llevaba los mismos trajes de todos los guerreros en aquella plataforma, pero que solo lo diferenciaban unos detalles azules en su pecho y hombros expreso.

-Alisten las naves, quiero a tres Artilleros en el aire ¡AHORA!- Dos de los que estaban con el salieron corriendo apresurados, mientras que Hijirikawa eleva su brazo izquierdo y susurraba por un comunicador en su muñeca.-Kurosaki Ranmaru espero que vengas en camino, los están haciendo pedazos, el CENTAURO debe llegar a tiempo.-

-Claro, descuida ya vi a esos insectos tu solo encárgate de hacer lo tuyo, Masato.-

El otro afilo la mirada y enseguida se fue corriendo en dirección de los hangares que no habían sido afectados, las enormes naves de ataque que había llegado para socorrer a esa base se movieron, el de cabellos azules ya estando dentro de su Mobile Suite, se colocaba el casco de piloto, mientras que las pantallas proyectadas se presentaban a su frente y el accionaba los botones para iniciar la movilidad de su propio gigante de acero.

Por dentro del de cabellos azules escuchaba.-“Activando fase guerrera.”-

Los controles desaparecieron, en su interior una enorme pantalla reflejo lo que había afuera, y una sola palanca con controles, holográficos se presentó a su frente, mientras el sistema por dentro expresaba.

-“Usted se encuentra en fase de guerrero, ¿desea seguir adelante sin su técnico?”-

-Si…-

-“¿Sabe a las consecuencias que…?”-

-Activa modo manual.- Él no estaba para perder tiempo con protocolos de cuidado.

-“Como usted diga, modo manual activado, toda alerta de sistema será bloqueado… enemigo detectado, alrededor de unos 4 mil intrusos avistados, armas y bombas de plasmas encontradas, necesitara su escudo y una…”-

-Se lo que necesitare.- Expresaba con seriedad Hijirikawa, a su frente al lado derecho uno de los pilotos que lo acompañaban se presentó diciendo.

-¿Pelaremos cuerpo a  cuerpo Comandante Hijirikawa?-

Enseguida la transmisión de ese piloto desapareció, mientras la de un platinado con ojos vi color se presentaba y cuestionaba.-¿Alguien esta alterado, realmente lucharas sin un técnico?-

-No está a discusión Kurosaki, Dile a los otros que es momento de proteger esta plataforma.-

-Como digas comandante…-Las imágenes ya no se apreciaban en sus monitores, pero la transmisión de las comunicaciones de su grupo y los que venían en camino se escuchaba, él debía de ganar tiempo hasta que Kurosaki y los otros llegaran a ayudar, se abalanzo a la lucha, de su enorme brazo mecánico se desprendió una espada con un filo peligroso, estaba hecho con las mejor tecnología Masato y sus dos acompañantes ya estaban acabando con las naves enemigas, las cortaban rápidamente en dos y esquivaban los ataques con verdadera maestría, sus orbes de color violeta se movían apresuradas, de manera experta, con prisa y mientras luchaba escuchaba .-

-Camus, encárgate del costado derecho, cuando llegues.-

-No me des ordenes Kurosaki…. Sé que hacer.-

-Ohayo pu~~~~!-

-Ringo.- Expuso sorprendido Masato, deteniendo todo movimiento y ladeando su rostro para visualizar el espacio que se extendía y muy a lo lejos podía ver aquellas naves acercarse despacio

-Dime comandante.-

-.-¿Podrían darse prisa?.. Dejen de jugar y en cuanto estés cerca ve por el lado izquierdo.-

-SI SEÑOR.- grito severamente el otro.

-Ai.-Llamo Hijirikawa.

-Dígame Comandante…-

-Ve por.-

-Lo se… perímetro norte, o sea a su retaguardia.-

-Oi, Oi… Masato, no te pases de listo este es mi grupo de soldados.- El mencionado sonrió y expuso.

-Entonces haz lo tuyo no holgazanees.-

Aquellas naves que hacían todo lo posible por llegar lo más aprisa  a la plataforma 18  sobre volaban en dirección de las explosiones y ataques en el espacio, se separaron apresuradas mientras ellos se acercaban a la zona de batalla los artilleros trataban de evitar el que continuaran atacando a la base pero era imposible no dejar escapar alguno que otro atacante, pero para eso estaba Masato Hijirikawa el comandante general de toda la armada, quien con todos los recursos y agilidades asombrosas lograba evitar algún ataque directo a la base, pues la idea del enemigo era como siempre buscar un orificio para poder pasar el campo de protección que cubría a todo el sistema solar de la tierra.

 

~~~~oooO****Oooo~~~~

 

Adentro los temblores y las explosiones se presentaban al máximo, era completamente imposible no sentirlo, Ren sujeto a uno de sus pacientes que estuvo a punto de caer de una camilla, entonces el observo por sobre su hombro por la ventana, agrando la mirada al ver el enorme escuadrón de enemigos que se había encargado de darles con todo y tratar de acabar con esa base. Tragaba grueso pero entonces escucho.

-Doctor Jinguji, hay un paciente muy grave.-

-Guíame a él.- Dijo el otro para salir de ahí corriendo y entrar a la sala en donde lo estaban tratando era un joven apenas de unos 16 años, era terrible ver aquellos chicos sufrir tan a temprana edad, el que les atacaran por sorpresa siempre ponía en riesgo la vida de los guerreros, dio gracias a que su hija no era un hombre y formara parte de esa flota.- Dense prisa, debemos colocarle un catéter con suplemento para bloquear las arterias importantes y evitar que se desangre.-

-Pero aún no lo hemos escaneado.-

-Olvídate del escáner…-

-PERO LA CANTIDAD.-

-Pesa 180 libras, mide 5. 9 pulgadas, ¿quieres saber más?-

-Nos menor.-

-A trabajar.- Gritaba el peli naranja movilizando sus manos con suma prisa.

 

~~~~oooO****Oooo~~~~

 

Afuera la guerra continuaba Masato estaba sudando dentro de aquella cabina no parecían disminuir el número de invasores es más aumentaba y  Kurosaki Ranmaru no aparecía con los otros, sus soldados se comunicaron entonces.

-¡Señor, no tenemos más municiones!-

-Señor que hacemos.-

-Prepárense para la próxima oleada, no dejen que golpee la base, debemos salvar esta base a como dé lugar.-

-¡SI SEÑOR!- todos estaban en sus puestos él se encontraba con los rotores de las armas sin municiones, no había otra alternativa más que la auto destrucción entonces.

-“El suplemento de armamento esta vacío, acuda a la base o plataforma más cercana para recargar municiones…”- Masato tecleaba rápidamente y susurraba.

-Asquerosa maquina tardaste siglos para darte cuenta.-

-“Está introduciendo la opción de Auto destrucción, ¿Está seguro de hacer esto? Si o No.”-

-No permitiré que rompan esta plataforma jamás.- gruño.- Señores aléjense de la base daremos nuestra última batalla.- El presiono en el tablero la opción si entonces.

-“El radio de alcance es de…”-

-No me digas lo que ya se, solo avísame cuando este lejos de la plataforma.-

-“Como usted ordene”-

-Si señor.-

El grupo de naves que rodeaban al guardián de acero de masato se posaron al frente a una distancia segura mientras el sin fin de naves enemigas se acercaban rápidamente, Hijirikawa arrugaba las cejas y susurraba.-Maldición…- El sudor bajaba por su frente, era un honor morir para salvar aquella plataforma, pero también era humillante, no podía creer que había llegado hasta ese punto, llevo su mano a sus monitores y expuso.- Chicos, son todos unos héroes.-

-Sera un honor morir a su lado Comandante Hijirkawa.-

Ya estaban listos para auto destruirse cuando, una de las naves enemigas explotaba de la nada y en el último minuto, un grito se escuchaba en los comunicadores.

-¡YA LLEGAMOS!-

-Lamentamos la tardanza.- Agregaba Ai tras las palabras de Kurosaki Ranmaru.

-Santo cielo, de verdad ibas a suicidarte, ¿Hijirikawa?-

-Camus… Kurosaki… Mikase.-

-No se distraigan es hora de darles una buena a esos horrendos sujetos.- Expresaba por ultimo un peli rosa en la línea.

-Ringo…-

-¡Masa!- Escucho un grito más a un costado.- Lamentamos la tardanza.-

Hijirikawa observo por entre el monitor como una enorme flota dos CENTAUROS de la ARMADA se acercaba también.-Kurusu…-

-Que les parece si aniquilamos a esos idiotas.- Expresaban con ganas el mencionado.

-Ya estamos aquí.- Exponía otro sujeto posándose tras del gigante de acero de Hijirikawa para cargar las armas.- No debes preocuparte más Comandante, díganos ¿cuáles son las ordenes?-

-Proteger la plataforma 18, mátenlos a todos.-

-¡HAI!- Gritaron todos para las cosas volverse una masacre para los invasores…

 

~~~~oooO****Oooo~~~~

 

Unas horas después…

 

La plataforma 18 ya estaba siendo reconstruida, afortunadamente las bajas no fueron muchas pero, Masato Hijirikawa se sentía demasiado molesto con sí mismo, no había llegado a tiempo y más incluso la información que el centro de mando de esa base había dado era otro asunto del cual tenía que preocuparse, por lo tanto mando alertas a las tres mil bases y plataformas que rodeaban el cinturón dela última frontera.

Mientras tanto el revisaba documentación al mismo tiempo que salía de la enfermería, él había llegado a ese sitio para saludar a todos los soldados heridos y que fueron muy bien tratados por el médico.

Mientras caminaba el grupo que llego al rescate había bajado para saludarle.-Ahí está el hombre más terco destarado y poderoso del sistema solar.-

-No es para tanto Kurosaki.-

-¿Cómo esta Comandante Hijirikawa?-

-Bien Mikase, muchas gracias.- Respondió el de forma tenue y un poco seria.

-¿Bien, que bien puede estar alguien que intentó suicidarse?- Cuestionaba directo y serio el rubio en escena.

-Teniente Camus …-

-No se pongan serios, ¡Ganamos es lo que vale!- Expresaba animado el de cabellos rosas y de nombre Ringo.

El grupo por fin se retiró a relajarse en un lugar más cómodo el comedor, en este se encontraban dos rubios los cuales Masato saludo diciendo.- Hola Kurusu, Shinomiya.-

-Oye Masa, no estamos en presencia de ningún alto, puedes relajarte.-

El mencionado se dejó caer en una banca y abriendo el cierre de su traje de batalla dijo.- Es verdad.-

Pues entonces a relajarse, muchacho.- Expresaba con calma Ranmaru ese hombre de cabellos platas observaba a todos y cuestionaba.-¿Oye Otoya, en donde está tu técnico?-

-A… lo mande a hacer revisión en la nave.-

-¿Si?-

-Sip.-

-Y el tuyo Camus.- El mencionado estaba serio y con los brazos cruzados diciendo.

-Ese sujeto, debo presionarlo más es un tipo demasiado duro de educar.-

-¿No me digas, es Eiichi cierto?-

-Sí, Otori y sus aires de grandeza me dan un dolor en el hígado que de verdad necesito hablar con él.-

Deberías ponerlo a pelar papas a la antigüita.- Comentaba un castaño de ojos grises que se acercaba muy animado en conjunto de su Técnico quien era nada más y nada menos que Ichinose Tokiya.

-¡Reiji!- Expresaron todos.

-Hola, ¿Qué tal la pelea?-

-Bien, pero sin tu ayuda no hubiéramos ganado.-

-Na, todos somos héroes aquí, yo solo traje al grupo de tontos.- Sonrió rascándose la nuca, para todos sonreír también, mientras lo hacen el ambiente se tornó tenso al escuchar que la compuerta del comedor se abría y tras abrirse esta Ren Jinguji, entro  se dirigió a la máquina de café para servirse un poco. El silencio era tétrico, Reiji quien ya tenía la santa costumbre de ser imprudente susurro.-¿Oye Masa-chan aun no arreglas las cosas con Ren?-

-¿De qué cosas me habla General Kotobuki?-

-Pues…-

-Creo que es evidente que aún no han solucionado nada.- Susurraba Tokiya al  lado de Reiji, para tomar al castaño de una oreja y agregar.- General deje de perder el tiempo hay que irnos ya, debemos de tener el informe listo en la noche.-

-DUELE, oye, ¡Tokiya!-

-Ese par me da escalofríos.- Anuncio Ranmaru, mientras que los demás notaban como Masato observaba con atención los movimientos de aquel peli naranja, que se iba con calma por donde vino sin saludar a nadie.

Cielos.- exponía un pelirrojo llamado Otoya Ittoki.

-Ni siquiera nos saludó.-

-Es evidente que aún está afectado.-

-Cualquiera lo estaría, abandono a su escuadrón…-

Masato decidió ponerse en pie y anuncio.- Es suficiente, el descanso termino, es hora de regresar a sus obligaciones.-

-Si señor.- Todos se pusieron en camino, mientras él se encontraba solo en aquel comedor, no podía dejar de sentirse culpable aunque a ciencia cierta no entendía el por qué Ren dejó lo que tanto le gustaba, ahora no le quedaba de otra más que ser un médico, después de desertar de la armada, ante esto él pensó que sería conveniente ir a él y arreglar las cosas, con prisa se movió para salir al pasillo y tratar de encontrar con la mirada a ese peli naranja, y para su suerte una de las enfermeras lo había entretenido en el pasillo. El peli azul espero prudente para poder acercarse cuando Ren estuvo solo se encamino hacia el de mirada celeste al cual llamo.

-Jinguji.-

El mencionado se detuvo, pero no se dio la vuelta para ver al otro, solo aguardo a esperar que le dijera, luego de unos segundos en los cuales no pasó nada Ren susurro.

-Con su permiso comandante, yo me retiro a casa.-

-E-Esta bien, solo quería darte las gracias por tu trabajo.-

-…- El otro inicio a caminar, mientras Hijirikawa agachaba la mirada y pensaba en si actuar o no, ¿Era prudente o contra producente?

-Ren espera.- Le llamo con una cierta necesidad en su voz, su corazón latía acelerado y sus ojos se apreciaban llenos de culpabilidad de terrible pesar, mientras que el otro aun le daba la espalda.- Han pasado más de 15 años desde la última vez que te vi… solo dime una cosa ¿Fue por mí que dejaste la armada?-

-Eso no te interesa, me retiro.-

-Espera.- Dijo acercándose, para sujetarlo de un brazo y jalarlo a una habitación, que estaba de paso, adentro, Ren fue estampado a la pared de aquella habitación a oscuras, solo siendo iluminada por las luces de las estrellas y las de las naves mismas que partían hacia las colonias cercanas, Masato lo observaba directamente a los ojos, Jinguji intento movilizarse y salir de ahí, pero al darse cuenta que su brazo el cual estaba puesto sobre su cabeza no era capaz de moverlo el expreso.

-Por favor, déjeme ir.-

-No te iras hasta que me expliques porque.-

-Yo... no tengo por qué darle explicaciones de mi vida personal, ahora suélteme o interpondré una denuncia.-

-Ren…- Susurraba el otro, con severidad arrugando las cejas en enfado.-¿Por qué no me dices nada?-

-Suéltame.-

-No lo hare… quizás quieras recordar lo que teníamos antes.- Dijo hundiendo sus labios en los del otro quien agrando la mirada y comenzó a temblar, con su única mano libre intento quitárselo de encima pero no lo logro, mientras que Masato susurraba.- No lo recuerdas…- Besaba.- Te volvías loco cada vez que te besaba de esta forma.-

-Eso quedo en el pasado, aléjate de mí Masato.-

-Quisiera hacerlo pero no puedo.- Dijo para darle la vuelta y estamparlo con fuerza a la puerta de metal, mientras con una de sus manos  recogía sus cabellos y besaba su cuello, causando en Ren cerrar los ojos y susurrar.

-Basta…-

-No creo que quieras que pare.- Replico Hijirikawa, guiando sus manos por entre aquella chaqueta blanca, y sometiéndola entre sus pantalones para sentir con su mano como el miembro del otro se ponía duro.- Estas poniéndote duro Ren…- El otro soltó un jadeo y arrugo las cejas diciendo.

-No sigas…-

-Pero, ¿Acaso no lo quieres, acaso no me extrañas?-

-No sigas…- Refuto para girarse y empujarle, pero aquellas manos capturaron las suyas y lo juntaron más al comandante, quien besaba sus labios con fogosidad y relamía con su lengua aquel labio inferior mientras el otro, se estremecía e iniciaba a respirar erráticamente. Masato estaba haciéndole perder el juicio, sus ganas de querer salir de ahí se fueron lejos, sentía como las exasperadas caricias del otro le abrían la chaqueta y trataban de desnudarlo, mientras Jinguji separaba sus labios de los del de cabellos azules y expresaba.-Siempre fue así… tú me obligabas a hacer esto.-

-Eso no es cierto… tú lo deseabas, tú me tentabas.- Expresa con voz temblorosa el comandante quien, lanzaba al otro al piso, mientras lo besaba lo devoraba por completo, como si se tratara de un animal o una bestia, lamia su cuello, engullía su piel, y bajaba para lamer su clavícula, e ir lentamente hasta uno de sus pectorales, cuando logro tocar con su lengua aquel lugar Ren reacciono y expreso con dureza.

-Eres un degenerado.-

-¿Y tú?-

-Tu creíste todos esos rumores…-

-¿Acaso no eran ciertos?-

-Jamás lo fueron.- Replico Jinguji, sintiendo como el otro bajaba sus pantalones y el agregaba.- No sigas, te lo pido.-

-Si no quisierais me golpearías.-

-No puedo golpear a alguien que aprecio…- Hijirikawa se detuvo, se apartó de él y lo miro con sus orbes violetas temblando e impresionadas.

-¿Me aprecias?-

Ren se sentó en el piso, se arregló la ropa y sin mirarle dijo.- ¿Y aun te preguntas porque lo deje?- Se puso en pie, sin decir más nada, abandono el lugar con el orgullo y el corazón hecho pedazos, solo ellos dos sabían lo que había pasado en ambos hace mucho tiempo…

Ren llegaba a tiempo para irse en el siguiente transporte, que lo llevaría a casa, la colonia 12, mientras se cerraban las puertas a sus recuerdos vinieron tantos sucesos que el inicio a llorar, a su lado una joven enfermera cuestiono muy preocupada.

-¿Doctor Jinguji se encuentra bien?-

-Si…- Respondió el, con voz grave y un poco escueta, mientras se dirigía a su asiento, sería un largo camino a casa, admiraría la inmensidad del espacio y sus tantas estrellas, siempre deseo ser una de ellas.

El tiempo paso y el por fin estaba de pie al frente del enorme edificio departamental, se sometió a este y al instante de abrir su compuerta, noto que las luces y el televisor estaban prendidos, aquel enorme monitor de cristal  al medio de la sala aun transmitía las noticias, en las cuales se presentaba información importante del ataque efectuado a la plataforma 18. Ren se fue directo al sofá, quería reclamarle a Renge el que no estaba dormido, pues eran ya las 4 de la mañana, pero para su sorpresa ella había quedado dormida en el sofá.

Él se la observo en silencio, mientras lo hacia escuchaba en las noticias las cuales decía.

Afortunadamente los heridos fueron salvados por la brigada médica, ninguno de los doctores o enfermeros resultaron heridos, se cuantifican bajas, pero gracias al efectivo equipo del comandante Hijirikawa lograron persuadir la situación… y el doctor encargado, Ren Jinguji fue quien logró salvar a la mayoría de los soldados.”

Quizás las noticias estaban un poco desfasadas pues habían pasado horas desde eso; no tomando detalle de eso el hablo con calma.- Televisión apágate…-

-“Lo siento, no puedo apagarme.”-

El de cabellos naranjas se sorprendió y cuestiono.-¿Y porque no?-

-“Este es un programa pre-grabado, necesito la autorización indicada para detener la grabación y apagarme.”-

Ren observo a su hija, la cual estaba con un viejo oso en su pecho, tal parecía ella estaba preocupada, ¿Pero de qué?- A lo mejor preocupada porque se abriera el escudo.- Susurro, para observar al monitor de cristal  y susurrar.- Detén la grabación y apágate.-

-“Está bien, buenas noches…”-

Jinguji, soltó un largo y extenso suspiro, con calma, se agacho para tomar el delgado cuerpo de su pequeña, la llevo en brazos a su habitación, en la cual la recostó, y mientras cubría con la cobija su cuerpo escucho.-Papá…- Aquello dicho por Renge lo erizo de pies a cabeza, el sonrió, aparto el flequillo travieso en el rostro de su hija y beso su frente para susurrar.

-Buenas días, Renge.-

El salió de la habitación en total silencio, mientras la joven descansaba  en su cama…

 

~~~~oooO****Oooo~~~~

 

Unas horas después…

El auto bus la había dejado en la entrada de la escuela y Jinguji había bajado arrastrando los pies  había pasado la noche en vela por estar pendiente de las noticias y había quedado dormida antes de cerciorarse de que todo estaba bien.

Lo que paso antes de salir de casa:

Asustada había salido de la cama esa mañana para ir corriendo a la habitación de Ren el cual no estaba, aun recordaba que salió corriendo a la cocina y había gritando.

-¡Ren demonios en donde estas!-

-¿Qué tipo de lenguaje es ese señorita?-

-¡REN!- Se giró de golpe a ver a su padre en la cocina haciendo su desayuno y almuerzo.

-¿Cuándo me llamaras papá?-

Ella había disimulado muy bien su alegría, de verdad estaba contenta de que su viejo hubiera llegado a salvo de aquel ataque haciéndose la dura y la fuerte torno sus ojos serbios y molesta  gruño.- NUNCA.-

-Bueno, aquí tienes tu desayuno y tu almuerzo.- La chica lo arrebato de sus manos y le observo de pies a cabeza al mismo tiempo tomaba una fruta de la mesa y se encaminaba a la puerta, pero se detenía antes de retirarse, ella se mantuvo en silencio dándole la espalda a un oji celeste quien la observaba curioso, Renge entonces susurro casi inaudible.

-Me… alegra que hayas regresado con bien… Ren…-

El mencionado agrando la mirada, noto como ella salía corriendo de su casa una sonrisa ganadora se dibujó en sus labios y expresaba complacido.- Mi hija me ama.-

De regreso a la realidad:

Caminaba como un zombi hasta la entrada y en cuanto estuvo cerca de esta sintió un empujón y golpe en su hombro. Por poco y fue tumbada entonces rápidamente ella se giró y grito.

-¡OYE TU INFELIZ FIJATE POR DONDE VAS!-

-Vaya, si es la nerdita.-

-Kurosaki.- Resolvió Renge admirando a  aquel platinado quien la observaba de manera furiosa.

-Aun no me desquito lo de ayer.-

-¿Quieres pelear?-

-¿Contigo, acaso estás loca?- Cuestiono casi muerto de risa.- Eres una mujer…-

-¿Y qué tiene de malo?-

-¿Qué tiene de malo?, te diré que tiene de malo…-Se acercó a ella sujetándola del cuello de la camisa y gritando.- Las mujeres son inservibles… no deberían de existir… no sirven para nada.-

-Mijail.- Llamo un castaño, sujetando la mano del mencionado y susurrando.- Ya es suficiente.-

-Shino…- Murmuro el platinado observando a su amigo con furia.

-No, es algo bueno que vean que un chico de la elite de la Armada ocasiones problemas.-

-Tienes razón…- Kurosaki la soltó empujándola y dejándola caer al piso, mientras los chicos que seguían a Kurosaki reían desmedidamente, en tanto Shino, él se agachaba y tomaba la mano de la joven diciendo.

-Perdónalo.-

-¿Perdonarlo, estas de broma? Ese chico necesita que alguien le rompa las bolas.-

-Ja, ja, ja eres divertida.-

Renge se sonrojo enseguida pestano notando lo lindo que se miraba aquel castaño sonriendo, con esos ojos azules muy brillantes.- ¿Oye…?-

-No le hagas caso a Mijail, él ha pasado por cosas terribles, por eso es como es…-

-¿En serio?-

-Si…- Kotobuki y Jinguji caminaban por los pasillos, no era que fueran grandes amigos sino más bien ella tenía curiosidad de saber que pasaba con Kurosaki y su curiosidad la llevo a enterarse de algo sumamente impactante.- El perdió  a su madre en el ataque a la colonia… nebulosa falleció cuando tenía solo 7 años.- Renge se quedó de piedra ante escuchar aquello, Shino expreso.- No estaría de más decirte que guardes el secreto…-

-¿Pero…?-

-El entro a la Armada para vengar a su madre… y para que su padre lo reconozca.-

-¿Su padre?-

-Es uno de los generales, Ranmaru Kurosaki.- Renge quedo con la impresión en toda su cara era impresionante, inocentemente ella pensaba que Kurosaki solo era un cerebro hueco en un cuerpo hormonal y fuerte, Shino se despidió de ella, uniéndose a su amigo platinado, mientras que ella, al dar un paso alguien la sujetaba de un brazo y la jalaba a un salón.

-¡AHG! ¡oye!- Renge cayó al piso se acarició sus sentaderas sobre la pulcra ropa, la cual era un pantalón de cuero negro y una camisa un poco holgada de color morada, en sus muñecas el brazalete y una pulsera de plata se apreciaban, ella luego de recuperarse elevo la mirada y cuestiono.-¿Pero que demonios?-

-Renge.-

-¿Mark?-

-Oye, te olvidaste de la prueba.-

-¡OH ES VERDAD!- Grito acelerada.

Ambos salieron de ese sitio y fueron en dirección del área de medicina y humanidades. Ya entraban a los laboratorios, Jinguji notaba con sus ojos violetas como los experimentos y creaciones eran la orden del día en ese lugar, también habían clases básicas como primeros auxilios, partos y toda esa clase de cosas, con personas casi reales, los maniquíes en ese tiempo eran androides, cuyos trabajos eran ser parte de la enorme industria de la enseñanza.

Mark Colton caminaba mientras lo hacía susurraba.

-Conseguí un grupo de amigos, ellos nos ayudaran a rastrear el ADN tuyo y el de tu madre.-

-¿De verdad?-

-Si.- Respondió el otro deteniéndose en la puerta y siendo escaneado, al instante en que la chica fue escaneada, la compuerta expreso.

-“Visitante, no autorizado.”-

-Claro que sí, espera se me olvido.- Dijo para colocarle un Tucker con una leyenda que decía, “Visitante de honor”

-Que ridiculez.-

-Oye, vamos.-

-“Visitante autorizada.”- Ambos entraron en el laboratorio en el cual Colton se aclaró la garganta y dijo.

-Chicos ella es Renge Jinguji.-

-¡JINGUJI!- Gritaron los tres hombres y otra chica en el lugar, a la peli naranja fue rápidamente rodeada y enseguida la atosigaron con preguntas y expresiones.

-CIELOS ADMIRO A TU PADRE.-

-ES TAN GUAPO.-

-¿DIME TUVISTE MIEDO DE PERDERLO AYER EN LA PLATAFORMA 18?-

-REN JINGUJI ES EL MEDICO MAS CAPACITADO Y…-

-¡BASTA!- El grito de la oji violeta causo susto entre los ahí presentes, los cuales luego de un rato de silesio fueron presentados.

-Ejem, disculpa, ellos son fanáticos de tu padre.-

-Si ya me di cuenta.-

-Bueno, ella es Yessica, él es Owen, Shimaru y Aldo.-

El panorama no era alentador, todos esos chicos parecían ratas de laboratorios, pensó Renge, para incidir a darse la vuelta y exponer.- Sin ofender Mark pero yo mejor me voy, esto no funcionara.- El mencionado la detuvo y enseguida susurro.

-Espera, Renge, creí que querías encontrar alguna pista de tu madre.-

-Sí, pero con el equipo fantástico que tienes no creo que…¡AUCH OYE!-La única mujer en el grupo de aquel laboratorio se acercó a ella la examino de pies a cabeza, mientras ella había estado platicando con Mark Yessica jalo un cabello, al mismo tiempo que pinchaba su brazo y susurraba.

-Listo tengo la muestra, comparen glóbulos blancos y rojos, además de capilares.-

-Que comience la función, señores.- Expresaba muy animado Aldo, sentándose en un banquito con un monitor proyectado a su frente.

-Abre la boca princesa.- Sugería Shimaru, para acercarse a Owen.

-Owen, es hora de que hagas magia.-

-señores, en unos segundos tendremos localizado el ADN que más se le asemeja a esta joven.-

Frente a sus ojos, la enorme pizarra de cristal se presentaba, habían muchas graficas en las cuales, un sinfín de cadenas distintas a la de ella, se comparaban, era impresionante, Colton observaba el rostro de su amiga la cual estaba impactada, entonces, después de un rato el conteo se finalizó enseguida, Owen susurro.

-Listo, está hecho.-

-¿Y entonces?- Cuestionaba la joven peli naranja intrigada.

-Pues…- Owen no comprendía los datos, estaba extrañado, a sus lados se situaron sus colegas y Renge cuestionaba.

-¿Qué sucede Mark?-

-Espera aquí…- Mark se acercó el rubio analizaba los datos cedidos por sus amigos y al hacerlo negaba diciendo.

-Es imposible.-

-Pues esto no miente, es una base de datos correcta, aunque no podemos saber el nombre…-Respondia Yessica.

-¿Mark que pasa?-

-Renge…-Dijo girando la hoja para mostrarla a su amiga.-Tu madre está viva.

-¿Qué?-

-Si.- Decía Owen para teclear y permitir el ver el flujo de la cadena de aquel ADN.

-¿Esta viva, entonces no murió?-

-No… pero hay un problema.-

-¿Qué sucede?-

-Tal parece…- Dijo apartando con su mano las imágenes que observaban para colocar un enorme holograma de todo el sistema solar, y acercar a los tres puntos que se reflejaban en aquellos mapas, dos de ellos eran naranjas y uno era violeta, Mark fue acercando más y más hasta que el satélite le dio el sitio exacto de los tres objetivos.- Este punto eres tu estas en la academia, y estos dos puntos son tu padre y tu madre, el naranja sabemos que es tu padre y el violeta.

-¡ES MI MADRE!-

-Sí, pero… ¿Ya viste en donde esta?-Cuestionaba inquieto Owen sin entender nada.

-ARMADA UNIDA… zona de guerreros.- Leyó de forma apresurada Renge.

-Si…- Respondió con calma Owen

-¡ELLA ES UNA GUERRERA!- Gritaron ahora todos exaltados.

-Eh, espera eso es imposible, las mujeres no somos guerreras.- Gritaba Yessica.

-No lo entiendo…-

-Técnicamente no tiene sentido.- Agregaba Shimaru a las palabras de Aldo.

-Es imposible, debe haber un error, ni siquiera a los gestantes les permiten unirse a los guerreros.- Expresaba inquieta Yessica.

-Eso quiere decir que… madre es poderosa por eso la aceptaron como una de ellas.-

-Renge yo no creo que…-

-Debo entrar.-

-¿Qué?- Gritaron todos.

-WO, WO, WOOOO, ESPERA CHICA.- tranquilizo Shimaru.-¿Estas tratando de decir que quieres idear un plan para hacerte pasar por un  hombre y meterte a la brigada de guerreros y así conocer a tu madre?-

Todos se quedaron mirando unos a otros y Renge estaba con cara de emoción, giro a ver a Mark quien negó diciendo.- No.-

-POR FAVOR, MARK.-

-No…-

-Bien echo kimosabi.-Regañaba Yessica.

-¿Qué, acaso no era ese su plan?-

Prácticamente no había un plan, Shimaru.-Expresaba Aldo y Owen al mismo tiempo.

-Oh vaya…-

Ambos amigos salían de aquel lugar mientras que Renge susurraba.- Por favor Mark, yo sé  que puedes hacerlo posible.-

-No jamás.-

-Vamos.-

-Oye, tienes tres problemas para que puedas hacer ese plan, primero, eres una chica, No habrá ninguna maquina a la cual puedas confundir…-

-Bueno he escuchado de los trajes especiales y...-

-Segundo… tu brazalete, ese si no te lo puedes quitar o mucho menos alterar.-

-Pero, para eso existe el mercado negro jajaja, recuerdo que una vez vi en internet que estaban vendiendo unos a muy buen precio…-

-TERCERO…- Gruñía Mark deteniéndose en el pasillo de la enorme escuela a su frente estaba Kurosaki Mijail y Kotobuki Shino.- Ellos van a reconocerte…-

Renge estaba contra la espada y la pared era un verdadero dilema, conocer a su madre o quedarse en la incógnita, ¿Qué podía hacer? Estaba muy molesta, por lo tanto decidió irse del lado de Colton quien suspiro y la siguió, tras de el  rubio sus amigos científicos, estaban ante una idea bastante descabellada y que traería consecuencias fatales o quizás no.

Continuara…

Notas finales:

Bueno gente hermosa este fue el primer capítulo de esta cosa rara y extraña 7u7 bueno espero los haya enganchado y les haya echo disfrutar un poco, esto se actualizara lentamente… pero habrán actualizaciones no se desesperen que vengo con las pilas puestas xD muajajajaja nuevo año vida nueva xD okey no pero ustedes me entiende…


Gracias por leer!!!


Nos vemos en los comentarios n_n


 


 


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