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El extraño día de John Egbert (Homestuck Fanfiction) por Nekinamine

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Notas del capitulo:

Bueno, este es ya el segundo cap.

Me pareció algo interesante porque no se que puede pasar en el siguiente capítulo *-* 

Sin mas antelación les dejo con el capítulo :3

El rubio jala al azabache dentro del auto y conducen hasta una tienda de ropa mientras Dave no puede dejar de imaginar ver a John con un pequeño traje de baño, mojado y posando en la playa.... Comienza a sonrojarse mientras tiene una estúpida sonrisa de bobo empalmada en toda la cara y eso a John le ha parecido muy extraño.....

 

 

Al llegar a la tienda de ropa, John mira tan entusiasmado por la idea al Strider que no quiere hacerlo sentir mal diciéndole que cree que esto es ridículo, pero le sigue el juego porque sabe que si se niega, probablemente tenga que regresar a casa con su padre y esos empalagosos pasteles que hace como loco, y que digamos, al menor no le llama la atención mucho tener que hacer eso en un día tan soleado y genial como es ese sábado, así que sin más, decide que lo mejor es pasar el rato en la playa disfrutando del sol y por qué no, también de alguna que otra chica buena que pase por ahí.

 -o…oye Dave, ¿en verdad piensas comprarme eso? Se ve algo pequeño y apretado para lo que es…  huh… mi talla…

John mira como Dave descuelga unos shorts de elástico, que se ven apretados y pequeños, pero el Strider obliga al Egbert a probarse la prenda en el vestidor, y cuando sale vestido con el traje a su mejor amigo casi se le salen los ojos de sus cuencas, y si no fuera por esos lentes obscuros seguro John le hubiera soltado un buen puñetazo por la broma. Pero al final Dave acepta que no puede irse así a la playa –además de que se le nota todo a su obsesión secreta- y no quiere que nadie más lo mirara de esa manera, así que optan por llevar unas bermudas que son mucho más sueltas que aquel traje de baño que casi, más que ser un traje, parecía una tanga.

 

Después de pagar las prendas los dos fueron a un centro comercial no muy lejos de la playa, a comprar refrigerios y algo de bloqueador solar, ya que sus pieles no son muy morenas y mucha exposición al sol podría lastimarles después.

Mientras estaban por los pasillos de la tienda, John nota que Dave ha estado algo más extraño de lo normal, así que decide tratar de averiguar lo que le pasa.

 -Hey Dave, ¿pasa algo?

 -¿por qué lo dices?

 -estás raro, no lo sé, más callado y… ¿menos parlanchín y engreído?

 -¿te preocupas por mí?

 -a que viene eso, somos amigos Dave.

Eso al Strider le llegó como puntapié, pero no abandonó su semblante serio. Realmente sus planes eran disfrutar al máximo con su mejor amigo, y se sentía tan valiente como para confesarle su amor secreto en el mejor momento del día, que calculaba sería en un momento más nocturno, durante su viaje a la feria. Y estaban todas esas ventajas juntas; es decir, la dichosa feria era instalada muy cerca de la playa, así que inmediatamente cuando empezara podían “disfrutar de los juegos mecánicos, o comprar dulces y golosinas y apreciar las olas del mar mientras los fuegos artificiales de los eventos dibujaran una hermosa visión en el cielo durante la noche”. Debía admitir que ese pensamiento era excesivamente cursi y que no iba con su fuerte personalidad de tio guay, pero dentro de la cabeza de un individuo pueden pasar tantos pensamientos como estrellas existen en el universo.

 -sí, los mejores amigos, ¿no John?

 -claro Dave, pero sé que algo estás ocultando, tu cara de tonto me hace creer que viste algo que te dejó impactado. Tal vez las marionetas de tu hermano, no lo sé…

 -¡Exacto! Aunque has dicho algo que no concuerda con todo este royo.

-¿y se puede saber qué es?

 -que tú eres el que tiene cara de tonto.

 -ja si claro, no te has visto en el espejo el día de hoy.

 -un chico genial como yo sabe que todo el tiempo se ve cool, así que no necesita verse en un espejo.

 -jajá si claro, ahora tu paga. Si me hubieras avisado que íbamos a gastar mucho dinero no tendría que haberme limitado con la cantidad de papitas que quería comprar. Pero no sería el caso si no llevaras tanto zumo de manzana innecesario.

 -Cállate John, tu no lo estás pagando.

 -porque no me dejaste coger dinero.

 -porque no preguntaste.

 -porque creí que solo íbamos al parque o algo así.

 -porque no preguntaste a dónde íbamos a salir.

Estaban ya en el mostrador de la tienda, la pobre cajera ya solo quería hacer que pagaran y se fueran para no tener que soportarlos ni un segundo más, su vida ya era demasiado miserable como para escuchar a un par de jóvenes quejarse por quien paga o no, cuando por fin desesperada de que dejen de pelear carraspea de manera estruendosa, y ambos jóvenes dejan de discutir para pagar. Cuando terminan de comprar empieza una nueva discusión, ahora para ver quien tiene la culpa de haber hecho enojar a la cajera.

Así suelen ser las discusiones de John Egbert y Dave Strider, llenas de razones estúpidas y ningún sentido lógico, que al final terminan con un alegre momento de risas y carcajadas que les llenan de alegría y que disfrutan tanto que al final terminan dolidos del estómago por las contracciones.

 

 

Dave aparca el coche de su Bro en uno de los lugares del estacionamiento de la playa y baja los refrigerios y algunas mantas con una sombrilla que siempre suele llevar su hermano, porque sabe que es un visitante regular de la playa y por eso su curioso tono de piel…. Pero eso ahora no es importante. John baja las bebidas y el bloqueador solar y se instalan en la arena, haciendo una especie de choza de mantas, palos y sombrilla, en la que perfectamente pueden quedar cuatro personas, pero solo la ocuparán ellos dos.

 -Valla, al final creo que ha sido buena idea venir aquí, no hay mucha gente pero tampoco está lleno de locos o nudistas.

 -Jajaja, eres todo un pervertido, Egbert.

 -¿yo? Y yo por qué.

 -eres el único aquí pensando en nudistas.

 -yo dije que ES BUENO QUE NO HAY esos tipos por aquí, tu eres el pervertido por querer pensar eso de mí.

 -ja, valla que eres un pillo.

 -¿eso es ironía?

 -no.

 -no te entiendo.

 -el no si es ironía, pero la frase tendrás que analizarla.

-AAhhhh estúpido Dave, deja ya tu juego de palabras irónicas por un rato y mejor disfruta de la playa.

 -está bien John, pero antes debo ir a ponerme el traje de baño.

 -¿y por qué no lo haces aquí Dave?

 -y se suponía que yo era el pervertido.

 -¡ahh! Cállate Dave.

John sale del refugio improvisado con la cara de un tono carmesí intenso, mientras escucha la risa traviesa y burlona de su amigo dentro de la tienda. Entonces John agarra un puñado de arena y lo arroja sin ver dentro de la tienda. Se escucha como su querido amigo se cae dentro y se oye enfadado. El azabache corre hasta un puesto de helados mientras el rubio sale del montón de sábanas a ubicar al agresor. Cual niños pequeños, corre Dave tras de John para intentar atraparlo, cuando el pelinegro tropieza y Dave termina encima de él desde detrás, poniéndolos en una escena bastante comprometedora, entonces  John intenta voltearse pero el rubio le aplica una llave que lo deja inmovilizado.

 -estúpido Egbert, esta vez te haré pagar por lo que hiciste.

 -No Dave, suéltame, o te juro que le diré a tu hermano de aquella vez que se te cayeron sus lentes al excremento de perro mientras intentabas imitarlo hace 4 meses.

 -eres un…… Maldito Egbert

Dave suelta al más joven aceptando su derrota, mientras este se sacude toda la arena con la que ha quedado impregnado, entonces avisa brevemente que va a vestirse a la tienda también y el de gafas obscuras afirma con la cabeza y voltea a todos los ángulos para observar si alguien se ha dado cuenta del espectáculo anterior. Realmente sería aterrador si su querido hermano Dirk se enterase de lo que le sucedió a sus lentes hace un tiempo, pues los cuida como si fueran su propio hijo, pero dejando de lado el tema, Dave se dirige al mar a mojarse, pues nadie se ha inmutado a su parecer. Al principio va metiendo solo sus pies, pues a pesar de que el día es caluroso, el agua es tan helada como el polo norte mismo.

Entonces de repente siente unas manos tras de sí tratando de empujarle, pero lo único que consiguen esas manos es resalarse por un costado, revelando que John intentaba meterlo al agua de lleno logrando un enorme FAIL que lo hace ponerse en ridículo así mismo.

 -los chicos cool no caen en ese tipo de trucos sucios, Egbert.

 -¿cómo has sabido que te iba a empujar?

 -el destino cree que sería una falla de proporciones universales si le llegase a pasar algo a este rubio que tienes ante tus ojos

 -¿acaso nunca te cansas de ser tan orgulloso?

 -no creo que orgulloso sea el adjetivo correcto, más bien creo que la palabra correcta es “fabuloso, espléndido, súper cool”.

 -jajá, ven acá y deja de decir tonterías.

Los dos inician lo que a simple vista sería una especie de pelea mortal, de esas típicas que parecen hacerse en una nube de humo y que no se sabe quién o que se están haciendo uno al otro, pero en verdad Dave está intentando no caerse al agua porque el moreno intenta a toda costa tumbarle para verlo tiritar de frío. Después Dave recuerda algo que le parece “importante”.

-oye John, espera, espera.

Al ver que el menor no se calma, Dave lo toma de las muñecas y lo tumba a la arena, quedando el encima de nuevo, y en otra de esas poses tan comprometedoras y de carácter incluso erótico. Dave se sonroja al instante después de esto y se tensa rápidamente al encontrarse con los ojos del más chico, que apenas se da cuenta de lo que ocurre a su alrededor.

 -¡hey! Quieres llamar mi atención y lo único que se te ocurre es aplastarme con tu trasero, ¡wow!, que genio Dave, que genio.

 -es que no dejas de retorcerte como gusano y tampoco me escuchas ni un solo segundo.

 -jaja, parece que el chico guay se ha quedado sin una buena respuesta a mi ironía ejecutada a la perfección.

 -claro que tenía una respuesta, pero me ha dado por evitar mejor las molestias.

 -lo que diga, señor súper cool…  Bueno… ¿estás enfermo? O porque estás tan rojo. Estás más rojo que carbón ardiendo.

El rubio estaba rojo no por el sol o por alguna enfermedad, si no que le resultaba excitante la pose en la que habían quedado después de su pequeño combate, y era aún más difícil porque el estúpido John no se daba cuenta de nada, y tenía otro problema creciendo, dentro de su traje de baño. Debía pensar algo rápidamente, así que se levantó de John y lo ayudó a pararse también.

 -eso era precisamente lo que te quería decir: que si el bloqueador solar solo lo habíamos traído de adorno.

 -ohh, es cierto, se me había olvidado. Bueno, en ese caso iré a ponérmelo, y tú también deberías, pero es raro que solo tu cara se haya puesto así de roja.

 -si bueno… ya regreso, debo ir al baño…

 -está bien Dave, mientras yo tomaré algo de lo que trajimos de comer.

Entonces el rubio se dirigió al baño, para deshacer el bulto que se hacía cada vez más grande cuando pensaba en cómo habían quedado sus cuerpos, totalmente pegados, rozándose el uno al otro sin decencia ni escrúpulos, sintiendo toda la anatomía delgada y suave de Egbert bajo su plano abdomen, y resistiéndose a si mismo el impulso de querer besarle pasionalmente en ese espacio tan reducido y a la vista de todos esos ojos curiosos que los observaron esperando algún tipo de acción. Y lo más increíble del caso…. Que su querido John no se haya dado cuenta de nada…

Notas finales:

Baaiia Baiia 7u7

No se si poner el lemon en el siguiente cap, pero intentaré no decepcionarles, porque esto ha sido muy poquito e inocente (?)

 :3

Sin mas..... no daré adelantos de lo que pueda pasar en el siguiente cap, así que.....

¡HASTA LA PRÓXIMA!


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