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Amor Travieso por alekay

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Notas del capitulo:

En este primer capitulo comenzaremos a conocer un poco la trama y los personajes de esta historia, espero les agrade.

“Un Sueño Inquietante.”


El sonido de mi teléfono por la mañana me llevó a despertarme bruscamente, me dibujó una leve sonrisa en mi rostro el ver que aquel sonido fue por un mensaje de texto que había enviado mi madre solo para indicarme que papá me recibiría al llegar al aeropuerto, apague mi teléfono y me recosté nuevamente viendo fuera de la ventana de aquel avión en el que me encontraba rumbo a México, recargue mi cabeza levemente en la ventana para pensar un poco y recordar los momentos que había vivido en mi ciudad natal la cual estaba a punto de visitar nuevamente después de aquel largo viaje a España, no podía creer que estaba por llegar a casa de nuevo, varios sentimientos diferentes me llenaban por dentro, nostalgia, felicidad, enojo y sobre todo tristeza, habían pasado tres años y aún no podía terminar de superar aquellos sucesos que me llevarían a elegir irme de mi hogar por mucho tiempo como un escape de todo…


Esto había ocurrido hace cuatro años y medio y mi pensar me hacía querer volver en el tiempo y reparar aquellos errores que cometí, yo tenía quince años de edad, en ese tiempo estudiaba en la preparatoria de San Nicolás y la escuela recibía el mismo nombre que la ciudad al ser la más antigua y llena de historias, todos mis amigos desde pequeños habíamos estudiado ahí, como extraño pasar tiempo con ellos, pero a la vez sé que nunca podremos convivir como lo hacíamos en ese tiempo…


Cerré mis ojos un momento para revivir aquella historia que me marco para siempre y que creó en mi este sentimiento tan extraño que desearía poder controlar, el amor por lo menos para mí, me jugó muchas travesuras a lo largo de mi estancia en la preparatoria…


Todo comenzó en un agosto en pleno verano, había tenido durante varias noches un sueño que se repetía durante el transcurso del mes, el sueño de una boda con la chica de mis sueños, para muchos sería un momento sumamente feliz, pero en mi caso, el sueño se percibía deprimente y al parecer la única persona que sonreía era la que estaba por convertirse en mi esposa, siempre estuve enamorado de ella o al menos siempre me había gustado y disfrutaba mucho pasar el tiempo con ella, su nombre era Itzel, pero aquel sueño que emanaba tristeza siempre era interrumpido por una presencia en el fondo de la iglesia donde se celebraba la boda, la presencia de un chico que no podía identificar como alguien conocido para mí, al verlo, en mi sueño me acercaba a su asiento en el fondo de la iglesia donde se le podía apreciar con la cabeza mirando al piso del lugar al tratar de hablarle, el chico solo me miraba y podía apreciar en sus ojos verde esmeralda una enorme cantidad de lágrimas que brotaban de los mismos, me hacía sentir un escalofrío al ver la tristeza de su rostro y siempre despertaba en ese momento en que lo miraba a los ojos, pues la alarma para despertarme siempre sonaba en aquel momento clave del sueño.


Miraba mi despertador el cual marcaba las seis y media viendo que ya era hora de ir preparándome para ir la escuela así que me levantaba de mi cama como cada mañana, me cambiaba de ropa para ponerme mi uniforme de la escuela y bajaba las escaleras para desayunar con mamá.


—Mamá ya me voy —Le decía a mi madre como cada mañana después de desayunar con ella. —Tal vez llegue un poco más tarde, tengo ganas de practicar un poco con mis amigos después de clases.


—No llegues muy tarde, van a inaugurar una nueva panadería y me gustaría que fuéramos juntos a ver qué tal. —Me decía mi madre mientras me entregaba una bolsa con mi almuerzo y un poco de dinero para el autobús, me abrazó y me dijo con su linda voz. —Te quiero Alex, ten un gran día mi cielo.


—Yo también te quiero mamá. —Le dije antes de salir de casa para abordar el autobús.


En el camino a la escuela solo miraba el camino que seguía calle por calle hasta llegar a la parada de autobuses el cual tardó un poco en llegar por lo que al parecer llegaría algo tarde a mi primera clase una vez abordado el autobús en mi mente se repetía aquel sueño que me acechaba desde hace varios días atrás ¿Qué significa? ¿Quién es el chico que aparece en él? ¿Por qué estaba llorando? ¿Por qué no estaba feliz en mi propia boda? Aquel momento de reflexión fue interrumpido al notar que había llegado a mi destino, bajé del autobús y caminé hacia la entrada de la escuela, era un lugar exageradamente grande, contaba con varios edificios para albergar en ellos a los estudiantes que ingresaban día a día desde primaria hasta preparatoria, a pesar de ser una escuela muy antigua siempre trataba de estar al día en sus instalaciones sus colores no se veían desgastados al ser los edificios sometidos a mantenimientos y restauraciones frecuentemente para mantener un lugar bastante agradable para nosotros los estudiantes, pasaba el camino que me adentraba al edificio principal de la escuela en el cual se encontraban las oficinas y salones de las clases extras así como salas de profesores y de castigos debíamos atravesar aquel edificio para salir al patio principal el cual estaba al centro de la escuela dividiendo entre ella los edificios de primaria que se encontraba al centro, secundaria que se encontraba de lado derecho y la preparatoria que se encontraba del lado izquierdo, cada uno con un pequeño patio independiente del patio principal para procurar que cada generación estuviera con sus respectivos compañeros más que con los de otras generaciones, era una edificación hermosa y era una de las principales áreas de la ciudad, mientras caminaba por el patio principal hacia mi edificio algunos de mis compañeros de escuela me saludaban al verme caminar.


Dentro del edificio de la preparatoria podía apreciarse en el primer pasillo las vitrinas de los trofeos de los equipos deportivos así como varias fotos de los integrantes de ellos, me acerque a una de ellas y pude ver que había una foto nueva que había sido tomada la semana anterior a esa en la cual podía verme a mí con el trofeo del último torneo del país y con una medalla al mejor jugador del torneo era algo gracioso verme a pesar de ser un jugador de preparatoria mi baja estatura hacia parecer que jugaba para el equipo de secundaria, podía verme algo delgado y sonriente mi mirada se notaba feliz por aquel premio mis ojos color ámbar brillaban al estar con lágrimas a punto de salir de la emoción y mi cabello se veía más arreglado que de costumbre después de un juego de soccer, nunca había sido fanático de peinarme, pero al tener el pelo lacio y rubio mi cabello nunca llego a ser mal visto por nadie, una sonrisa algo orgullosa aparecía en mi rostro al apreciar la fotografía antes de sentir un fuerte golpe en mi brazo derecho que me lo dejó adormecido por unos instantes, al voltear a ver quién era el responsable de ello veía a Alejandro, mi mejor amigo y compañero de equipo.


—Ya viste Alex, ya pusieron tu foto en las vitrinas. —Decía Alejandro soltando una fuerte carcajada y enganchando su brazo en mi cuello con fuerza para hacerme una llave de lucha y frotar mi cabeza con su puño. —Este pequeñín fue el mejor del torneo según los organizadores, pero ambos sabemos que fui yo.


Trataba de zafarme de aquella llave, pero era algo casi inútil Alejandro era mucho más grande y fuerte que yo, con mucho esfuerzo logre escapar de sus brazos para poder hablar con él.


—En tus sueños. —Le decía mientras le hacia una mueca de burla sacándole la lengua. El por su parte ponía una cara de molestia la cual llegaba a parecerme bastante intimidante acompañado de una pose de chico rudo para asustarme, él era mucho más alto que yo era moreno y su playera del uniforme le quedaba ajustada debido a su musculatura, le gustaba presumir y bromear con los demás, a pesar de tener un aspecto que me aterraba cuando se le veía molesto y ser totalmente contrario a mí en cuanto a cuerpo se refiere pues yo era de piel blanco pálido mientras que él era moreno, tenía su cabello negro como la noche y más largo que el mío, para muchas chicas de la escuela él era el “macho de sus sueños”, pero para mí él era mi mejor amigo de todo el mundo desde que éramos niños.


—Bueno súper estrella tú tienes tu foto en la vitrina por ahora, pero ya veremos que ocurre en los siguientes meses. —Alejandro mostraba una risa bastante peculiar que solo utilizaba cuando me hacía alguna broma pesada, pero de momento se limitó a correr a su clase en vez de darme alguna pista sobre lo que había hecho para fastidiarme esta vez.


Me alejé de la vitrina de trofeos para ir a mi clase que estaba por comenzar, una vez dentro del salón de clases pude apreciar desde la entrada a Itzel que se encontraba en el pupitre del lado derecho del mío en el centro del aula, ella era bastante bonita y una de mis mejores amigas de toda la vida al igual que Alejandro, el uniforme de nuestra escuela era azul y naranja y estos colores hacían resaltar sus hermosos ojos azules que me hacían sentir una gran tranquilidad al observarlos, me acerque rápidamente a mi lugar y la salude con una gran sonrisa, después de todo ella y Alejandro éramos como hermanos y siempre nos ponía muy contentos vernos en la escuela a pesar de tener algunas clases separados, como era el caso de química clase en la que solo Itzel y yo estábamos juntos.


—Hola Alex, veo que llegas un poco tarde y algo agitado. —Me dijo dándome una linda sonrisa que hacía que en su cara se marcaran unos lindos hoyuelos que en su blanca y perfecta cara la hacían ver sumamente tierna. —Me dijo que te felicitaría a su modo por ganar el premio al mejor jugador del torneo pasado ¿Te dijo algo?


—Pues, al parecer me va a jugar una broma si no es que ya lo hizo, esa fue la impresión que me dio al hablar con él hace unos momentos. —Le dije y observaba su tierna risa.


—Ustedes dos nunca cambiarán, por eso los quiero tanto amigos. —Itzel tenía una voz muy delicada, pero eso no le impedía ser la que dirigía a las porristas en los partidos de soccer de la escuela.


Seguimos riendo un poco entre nosotros hasta que el profesor de química ingresó al salón a dar su clase en la que yo era realmente pésimo sobre todo porque el profesor parecía odiar a los que jugábamos soccer en la escuela y nos trataba un poco mal en comparación del resto o al menos esa era la impresión que a mí me daba, la ventaja que tenía era que Itzel era su alumna preferida y la mejor de la clase, ella siempre me ayudaba cuando tenía algún problema de química, la clase procedía lentamente hasta que oímos la campana que marcaba el fin de la primer clase por lo que debíamos dirigirnos a nuestra siguiente clase en los laboratorios de computación, pero al parecer el entrenador del equipo de soccer tenía un anuncio que hacernos junto al director de la escuela.


Después de darnos una felicitación a los integrantes del equipo de soccer de la escuela, comenzó a hablar acerca de que estaban preparando un equipo para la secundaria que iban a ser los titulares en el torneo de invierno representando a la secundaria de San Nicolás, este iba a ser el primer torneo al que podrían tener oportunidad los chicos de menor edad en participar, jamás lo habían hecho ya que el entrenador no podía dirigir los dos equipos al mismo tiempo que daba clases de educación física así que dio un pequeño anuncio que me dejó completamente confundido y a su vez me hizo comprender la risa de Alejandro de hace unas horas.


—Para elegir a los mejores jugadores de secundaria vamos a realizar un encuentro con las dos selecciones que ha preparado el entrenador principal de la escuela, dos equipos de 16 jugadores con chicos de 12 a 15 años, un jugador de la selección de preparatoria hizo la sugerencia de que dos jugadores experimentados dirijan estos dos equipos para decidir quién será el mejor para representar a San Nicolás en el torneo de invierno, Alejandro Vega y Alex Castro son los voluntarios para este proyecto y estamos muy orgullosos y contentos que se hayan ofrecido para entrenar a los chicos.


El comentario del director me dejo completamente sin saber que decir cuando me llamó al frente para recibir la lista de nombres de los integrantes de mi equipo, no sabía qué hacer en ese momento hasta que Itzel me abrazó dándome unas palabras que me hicieron aceptar aquella situación de buena gana.


—Alex ¡Estoy muy orgullosa de ti! ¿Por qué no me habías dicho nada? Sé que serás el mejor entrenador de todos, ¡Tú puedes hacerlo! —Me tomo y me dio un beso en mi mejilla haciéndome ruborizar y dándome el valor para levantarme y aceptar con orgullo la broma que Alejandro me había hecho.


Recibí la lista y después de un apretón de manos entre el director y yo recibimos un fuerte aplauso por parte de mis compañeros.


Al llegar la hora del descanso Itzel había ido con sus amigas para ver si podían hacer alguna coreografía para nuestros equipos de secundaria yo por mi parte me fui directo a buscar a Alejandro para reclamar sobre la situación en la que me había metido, para mi sorpresa fue fácil encontrarlo en la cafetería comiendo, supongo que un cuerpo tan grande necesita mucho alimento, porque Alejandro nunca dejaba de comer.


—Ahora tu grandísimo imbécil. —Le dije tomándolo del cuello de su camisa a lo que él solo miro mi mano y la aparto dándome un manotazo.


— ¿Qué sucede Alexito? ¿No crees ser capaz de vencerme en esto? —Se reía un poco mientras yo tomaba asiento con él.


—No es eso tonto, simplemente no soy bueno dirigiendo nada, además… Los chicos de secundaria son casi de mi estatura, no creo que me respeten como entrenador… —Le dije agachando la cabeza avergonzándome un poco por mi estatura.


—Vamos no pongas esa cara, te respetarán porque eres el mejor jugador de la escuela, todos te respetan por eso. —Dijo sacudiendo mi cabello como el acostumbraba para hacerme sentir mejor, eso siempre me animaba mucho. —Pero por otro lado, quizá te respetan porque eres mi amigo y nadie se atrevería a meterse conmigo.


—Eres un grandísimo tonto. —Le dije riendo y golpeando su brazo.


—Ya hablando en serio, quiero que ambos dejemos una marca en esta escuela y que mejor modo que haciendo que la secundaria gane por primera vez un torneo y sobre todo poder competir con mi mejor amigo es algo que siempre me ha hecho muy perseverante, pero no podría competir contigo si estoy en el mismo equipo que tú, por lo que organice esto para que veamos quien de los dos es mejor entrenador, tu equipo y el mío se enfrentaran en Noviembre para ver quién nos representará en Diciembre. —Sonaba muy serio, me hizo aceptar por completo la forma en la que me habló, si algo tenia Alejandro era una forma de hablar que podía convencerme de hacer cualquier locura con él.


Compré algo de comer y terminamos los almuerzos juntos antes de irnos a las últimas clases, el día pasó muy rápido así como el resto de la semana, llegó el jueves y nos dieron el aviso de que el viernes habría una junta de profesores por lo que no tendríamos clases, se nos dio la indicación a Alejandro y a mí de ir el viernes por la mañana a conseguir los nuevos uniformes y mandarlos a hacer para que estuvieran listos para la primer practica el lunes, ambos estuvimos de acuerdo y le pedí a Alejandro que pasara por mí en la mañana del viernes para hacer nuestro encargo juntos y elegir un color adecuado para ambos equipos que serían rivales en unos meses.


Una vez en casa ese mismo jueves me quedé dormido en cuanto llegue a casa y el mismo sueño que me había estado atormentando volvió a ocurrir, pero esta vez también yo estaba llorando al ver a aquel chico de ojos hermosos, el sueño era interrumpido como siempre por el sonido de una alarma, pero en esta ocasión no fue una alarma para despertar sino que era mi teléfono que estaba sonando por una llamada de Alejandro, revisé la hora y eran las cuatro de la mañana.


— ¿Tienes idea de la hora que es? —Contesté el teléfono algo molesto. —La tienda de uniformes abre hasta las 10 de la mañana.


—Vamos no seas perezoso, solo quería visitar a Alexito desde temprano como cuando nos escapábamos de casa para ir a la casa del otro. —Dijo riendo un poco en la bocina. —Por cierto te ves tan lindo durmiendo, pareces un bebecito.


— ¿Qué demonios? ¿Pues dónde estás? —Dije muy confundido.


—Revisa tu ventana, tonto. —Pude apreciar a Alejandro justo fuera de mi ventana en el árbol que se encontraba fuera de esta. —Pensé que sería divertido entrar a tu cuarto como en los viejos tiempos.


Abrí la ventana y lo dejé pasar, pero al mismo tiempo le propinaba un golpe en su brazo como era costumbre.


—Auch, ¿Así me recibes Alexito? —Alejandro sobaba su brazo y me hacía un comentario que me dejaba helado. — ¿Qué demonios estabas soñando? Hablas dormido y mencionabas mucho “¿Por qué estas llorando?” “¿Quién eres?” y varias cosas más, la verdad me preocupe un poco y por eso decidí despertarte de una buena vez.


No sabía que decirle en ese momento, era mi mejor amigo, pero este sueño no había querido compartirlo con nadie, afortunada o desafortunadamente Alejandro me terminó convenciendo de decirle de que iba aquel sueño.


—Sabes Alex, no sé qué signifique, pero tal vez quiere decir que no estás tan enamorado de Itzel como tú piensas. —Cuando lo escuche decir el nombre de Itzel en mi mente llego la idea de que ella podría malinterpretar el sueño de muchas formas y molestarse conmigo, eso era algo que no quería que llegara a pasar.


—Prométeme por tu vida que nunca le contaras este sueño a Itzel, jamás te lo podría perdonar, dile lo que quieras pero esto no por favor. —Me parecía que jamás le había dicho algo de forma tan seria a Alejandro, de hecho incluso él se veía sorprendido por mi comentario, el únicamente asintió.


—No te preocupes, no le diré nada, si llega a sospechar que le tenemos un secreto buscare otra forma de que piense que es algo que tu ocultas. —Dijo riendo un poco, pero me dejó bastante tranquilo. —Bueno de hecho vine más temprano también para elegir nuestros colores de equipo desde antes.


Pasamos un par de minutos eligiendo varias combinaciones de colores y al final se decidió que el uniforme de mi equipo sería negro con franjas naranjas y el de el sería azul con franjas blancas, ambos estuvimos de acuerdo y nos dimos un apretón de manos.


—Bueno, es hora de irnos.


Bajamos a desayunar con mamá quien extrañamente no se veía sorprendida de ver a Alejandro en casa y solo dijo.


— ¿Tu madre sabe que estas aquí?


—Si señora no se preocupe, usted sabe que siempre le aviso a mi mamá antes de venir, ya me conoce. —Alejandro se reía un poco y mi madre le contestaba.


—Precisamente por eso te lo pregunto. —Le dijo mientras le daba un golpe en la cabeza con la cuchara de madera que tenía para servir el desayuno.


Terminamos nuestro desayuno y rápidamente fuimos al autobús para ir a encargar nuestros uniformes, hicimos el encargo de 17 uniformes completos, 16 para los chicos y uno para nosotros como recuerdo. Terminamos bastante rápido y juntos decidimos ir a jugar un poco en el parque, compramos un balón barato en la tienda y nos fuimos a jugar.


Pasamos ahí varias horas antes de que nos diera hambre, recogimos nuestras cosas y nos fuimos directo a casa, una vez en el autobús me invitó a una fiesta esa misma noche.


—No lo sé, no tengo muchas ganas de ir. —Yo dudaba mucho sobre si ir o no a la fiesta.


—Bueno, será con los chicos de secundaria quizá te encuentres con los que serán de nuestros futuros equipos y no seas tan tímido el lunes con ellos. —Él tenía mucha razón en lo que decía, sonreí un poco y accedí a ir con él, al final podía ser divertido.


Al llegar a casa para arreglarnos fuimos a mi cuarto donde saque ropa para mí y ropa para el que siempre dejábamos uno o dos cambios de ropa en la casa del otro por si nos quedábamos a dormir.


—Alex, creo que deberíamos bañarnos antes de ir, estamos completamente sudados por el juego de hace rato. —Dijo mientras se quitaba su camisa dejándome apreciar su cuerpo completamente marcado.


—Tienes razón, si quieres metete a bañar mientras yo veo que me pondré para la fiesta.


—Vamos no seas una nenita, solo báñate conmigo para que podamos irnos ya. —Comenzó a insistirme.


—No, yo me bañaré solo. —Le dije.


—No entiendo porque ni en las practicas te bañas con el equipo, pensé que te daba pena que ellos te vieran desnudo, pero vamos, que yo soy tu mejor amigo y nos hemos visto desnudos desde que tenemos como tres años. —Alejandro seguía insistiéndome y yo seguía negándome ante su petición.


—Pero desde que cumplimos 12 años no hemos vuelto a ver al otro desnudo. —Le dije ya algo nervioso.


—Ósea que tienes algo que ocultar. —Sacudió mi cabello y se empezó a reír, esa risa me hizo enfadar y terminé accediendo.


—Sabes que, tienes razón y no me voy a morir por que tú me veas desnudo. —Con algo de pena me comencé a quitar mi ropa, pero para cuando terminaba de quitarme mi ropa interior él ya estaba completamente desnudo, no pude evitar ver sus partes privadas, eran grandes, no era un experto en ese tema y al nunca bañarme en las duchas de la escuela no podía decir si era mucho más grande que los demás, pero por lo menos era mucho más grande que yo en ese aspecto y lo que más me llamaba la atención era la cantidad de vello que tenía en su intimidad.


—Vaya Alex, entonces ese era el motivo por el que no te bañabas con nosotros en la escuela. —Alejandro se reía mientras señalaba mi miembro el cual al tener un poco de vergüenza de que me viera se encontraba un poco más pequeño de lo normal, yo no me había desarrollado como los demás chicos de la escuela y eso me avergonzaba mucho, no tenía vello y no me sentía muy cómodo con eso, las burlas de Alejandro no ayudaban en lo absoluto a sentirme mejor por lo que opte por cubrirme con mis manos, pero él me detuvo antes de hacerlo.


—Déjame en paz. —Le dije muy molesto por las burlas que estaba recibiendo de su parte.


—Tranquilo campeón, todos somos diferentes en ese aspecto. —Sorpresivamente me dijo esas palabras para tranquilizarme en vez de seguir con sus burlas, incluso alborotó mi cabello como de costumbre y eso me hizo darle una sonrisa de agradecimiento. —Es hora de bañarse entonces.


El baño fue rápido, nada fuera de lo normal, quizá extrañaba un poco ser así de unido con Alejandro, fue algo bastante divertido después de tanto tiempo sin hacer algo como eso, una vez que terminamos ambos nos pusimos algo de ropa para la fiesta de los chicos de secundaria, fiesta que aún no estaba totalmente seguro de si debía ir, nunca fui mucho de estar en ese tipo de diversiones y prefería pasarla en mi casa jugando videojuegos o salir a tirar en la portería que estaba en el parque cercano a mi casa, prácticamente todas las fiestas a las que llegué a ir alguna vez fue gracias a que me convencieron de una u otra forma o porque Itzel estaba ahí y me encantaba verla cuando estaba súper arreglada para las fiestas. No paso mucho tiempo después de arreglarnos antes de que saliéramos a nuestra reunión.


Una vez en la fiesta sorpresivamente Alejandro y yo éramos la sensación, supongo que el ser los campeones del último torneo de soccer tenía mucho que ver, esa sensación de aclamación y admiración por parte de la mayoría de los presentes en la fiesta me hizo sentir muy especial, mi buen amigo era muy presumido por lo que se sentía como rey en ese momento incluso consiguió que un par de chicas lindas de último año de secundaria vinieran a tomar algo con nosotros y bailar con ellas, la fiesta transcurría muy bien, increíblemente me estaba divirtiendo mucho, terminó una de nuestras canciones favoritas y terminamos de bailar, estábamos ya algo cansados y la chica que me acompañaba me había pedido una bebida para refrescarse, caminé hasta la mesa donde se encontraban las bebidas tome un vaso y por alguna razón voltee mi cabeza al lado derecho de aquel lugar y pude ver a un chico sentado en el fondo de la sala de aquella casa, verlo me había dejado completamente congelado, dejé la bebida que estaba sirviendo y trate de acercarme lentamente hacia donde se encontraba el, conforme más me acercaba podía verlo más claramente, era el chico con el que había estado soñando últimamente, estaba completamente seguro de que era el, esa piel tan blanca y el negro de su playera hacia resaltar su blanco color de piel, la única diferencia era que estaba sonriendo mientras hablaba, sus ojos no se veían hinchados por el llanto que lo acompañaba en mis sueños, pronto el frio que me recorría el cuerpo se había transformado en una sensación cálida conforme mi caminar me acercaba a él, pero mi paso fue detenido por un par de chicas que querían bailar conmigo, después de atenderlas y decirles que estaba por hacer algo en ese momento trate de retomar el rumbo hacia el final de aquella habitación, pero ya no estaba el ahí.


La fiesta había finalizado y no había podido saber nada realmente de aquel chico, pero por alguna extraña razón yo me sentía feliz de haberlo visto y no lograba entender el motivo, pero si estaba en esa fiesta era muy probable que también estudiara en San Nicolás, por lo que quizá tendría alguna oportunidad de conocerlo.

Notas finales:

Espero de corazón les agrade el capitulo y me puedan dar sus mas sinceras opiniones sobre que les gustó y que no les gustó :)


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