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El niño perdido por HizakiDoujinshi

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Notas del capitulo:

Prometo buena ortografía y redacción.

 

-Basta Sasuke, es hora de ir a la cama, mamá y papá saldrán de nuevo esta noche y me dejaron a cargo-  le decía un joven a su pequeño hermano quien no dejaba de saltar y correr por la habitación haciendo gala de toda la energía que sus seis añitos le brindaban más aún a la hora de dormir. Su pobre hermano con solo dieciseis años lucía ya un común tic en el ojo que había desarrollado precisamente a causa de esas pequeñas batallas nocturnas. -Vamos, le dije a mamá que ya estabas a punto de dormir-.

-No quiero dormir aún- decía el pequeño Sasuke mientras subía de un salto a la cama desordenando las mantas e inmediatamente huía cama abajo de su hermano cuando este quiso cogerlo. El mayor se tiró en el colchón fingiendo sollozar, fue entonces que el pequeño paró sus juegos y se acercó preocupado a su hermano. -Oniisan...no llores...¡AH!- por supuesto que había sido una trampa, ya que en cuanto el pequeño se acercó, Itachi lo atrapó en sus brazos, el niño no pudo hacer nada más que soltarse en risas al igual que su hermano.

-Con que ya Sasuke ya está en la cama- Mikoto Uchiha hacía su aparición  en la puerta de la habitación del pequeño Sasuke con todo el porte y elegancia que solo una dama posee, y no era porque en esos momento luciera un fino vestido de noche color salmón ni el cabello recogido con una peineta de diamantes ni finos guantes de seda que cubrían sus delicadas manos, sino porque para sus hijos no había mamá más hermosa que ella. Sasuke corrió a los brazos de su madre, no había lugar más cómodo para dormir para Sasuke y ella lo sabía, y aprovechando que lo sabía, se sentó en la cama acunándolo mientras Itachi se encargaba de recoger los juguetes de su hermanito mientras escuchaba a su mamá salvar su tan esperada noche de sueño.

-Sabes que los niños buenos deben dormir bien para crecer sanos y fuertes- empezaba Mikoto mientras acomodaba el pijama de una sola pieza de su bebé, ya que entre sus juegos los botones se le habían abierto.

-Yo no quiero crecer mami- respondía el pequeño con voz segura.

-¿Ah no? ¿No quieres volverte igual de fuerte y guapo que tu hermano? –Mikoto sonreía llevando al niño dentro de las mantas.

-No mami, yo nunca creceré- Sasuke cruzó los bracitos e hizo un puchero que en ocasiones resultaba tierno hasta para su estricto padre. –¡Viviré en el país de Nunca Jamás y pelearé contra los piratas! – ahí iba de nuevo la energía del pequeño Sasuke a arruinar el perfecto trabajo de Mikoto con las mantas.

-¿Como Naruto Uzumaki?- Mikoto volvió a enrollarlo en las cobijas acariciando sus cabellos para relajarlo de toda la felicidad que ese nombre causaba en él.

-¡S, digo no! –Al verse descubierto decidió que no quería que su hermano ni su mamá supieran lo que era obvio, él quería ser como el niño rubio de los cuentos – ¡quiero ser un pirata y pelear contra él, yo sería mejor! Y podría vencer al sucio capitán Garfio más rápido que Naruto. –un pequeño bostezo apareció con sus últimas palabras.

-Pues si este caballerito quiere volverse un pirata, necesita dormir primero o si no, no va a poder enfrentarse nunca al malvado Garfio, y menos a Naruto- Itachi fue a sentarse al lado de su madre al saber que se avecinaba el fin de su visita pues el pequeño Sasuke ya estaba bien arropado y bostezando mientras abrazaba un pequeño dinosaurio de peluche. Al ver a su niño dejándose caer en los brazos de Morfeo, Mikoto decidió levantarse, pero una manita en su vestido la detuvo.

-¿Mami?

-Dime, cariño- volvió a sentarse en la cama.

-Olvidé como llegar a Nunca Jamás- Sasuke, un tanto avergonzado por su confesión, luchaba contra el calor de las mantas y el aroma de flores de su madre que le daba la tranquilidad necesaria para descansar, debía saber las instrucciones si quería ir alguna vez, no podía creer que lo hubiera olvidado. Sintió como su madre acarició sus mejillas retirando los mechones de su rostro, sintió que se acercaba a él para confiarle el secreto y besar su frente después.

-Debes volar hasta lo más alto del cielo, girar en la segunda estrella a la derecha y después seguir derecho hasta el amanecer-

Eso lo hacía dormir sin falla con una sonrisa dibujada en su tranquilo e inocente rostro.

-Volveremos tarde cariño- Mikoto se levantó sin hacer ruido dirigiéndose a su hijo mayor dándole también un beso en la frente. –Duerme con él –su semblante cambió, estaba preocupada- por si lo de la otra noche vuelve a repetirse- Itachi la abrazó.

-No te preocupes madre, no pasará nada, lo cuidaré.

-Aun así, mantén la ventana cerrada- . Fue lo último que dijo Mikoto antes de salir de la habitación.

Itachi se quedó parado un rato viendo dormir a su hermanito y escuchando las voces en el piso de abajo; sus padres despidiéndose del ama de llaves, ella caminando por la casa cerrando puertas, apagando las luces y por último asomándose a la habitación de Sasuke para desearle buenas noches. Acto seguido él cerraba la ventana del balcón y echaba el seguro de arriba, ya que era el único que Sasuke, aún con toda su inteligencia, no podía alcanzar. Dejó las cortinas abiertas pues a Sasuke le gustaba mirar el sol salir frente a él al despertar y fue a la cama del pequeño para dormirse a su lado, en realidad no dormía mucho, su sueño se había vuelto muy ligero con los años, (haciéndole ganar una notorias ojeras a su corta edad), desde la primera vez que su travieso hermano había querido visitar Nunca Jamás, para lo cual solo le bastó saltar por su balcón en el tercer piso. Nunca olvidaría su sonrisa de felicidad al despertar después de una semana en coma debido al fuerte golpe que recibió en la cabeza, él juraba que había visto a Naruto Uzumaki volando en su ventana pidiéndole que le ayudara a atrapar su sombra, pero que sin decir nada se fue y él intentó seguirlo.

Desde ese día la ventana se cerraba todas las noches y se abría solo cuando Sasuke estaba bajo vigilancia.

Itachi en ese momento no supo si creer en la imaginación de un niño de cuatro años o en la palabra de su inteligente hermanito, pues algo dentro de él le decía que Sasuke no mentía. Aun así, intentaba no seguir alimentando las ideas que tuvieran que ver con Naruto Uzumaki y el país de Nunca Jamás para prevenir otro accidente igual, y de cualquier forma, Sasuke debía empezar a crecer…

Notas finales:

Gracias por leer este primer capítulo, paciencia pues apenas vamos empezando.

 


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