Cuando Kim Namjoon abrió sus ojos, la habitación del hotel era tranquila y cálida e iluminada por la luz matutina del sol entrando por la ventana. Ayer había estado nublado pero hoy era brillante, brillante, demasiado brillante, y él no pudo evitar quejarse y cubrirse los ojos con una mano. Había una especie de ruido blanco que venía de alguna parte pero no pudo descifrar de dónde – parecía que venía de todas partes y de ninguna al mismo tiempo, susurrando bajo el mundo como una nota baja.
No. Era agua, la regadera. Namjoon giró su cabeza en la almohada y la cama de Seokjin estaba vacía y acomodada al azar, como si hubiera intentado hacer un esfuerzo simbólico. Namjoon se encontró sonriendo muy a su pesar porque dios, en resumen ¿no sólo se trataba de Kim Seokjin? Se había despertado temprano en una habitación de hotel, sabiendo que la cama iba a ser destendida y tendida por profesionales pagados, pero aun así había acomodado la sabana y el edredón y las almohadas.
El ruido sordo de la ducha zumbaba en la habitación de forma estática, y Namjoon cerró los ojos. Todavía no era tiempo de levantarse – había programado la alarma para cuando tuviera que levantarse y todavía no era la hora – y el sonido del agua era como un arrullo para él. La cama era cálida al igual que el aire y si se apartaba de la ventana entonces podría quedarse dormido de nuevo.
Pero entonces Seokjin comenzó a cantar en la ducha, y Namjoon abrió los ojos.
Literalmente en cualquier otro momento y en cualquier otra mañana, en cualquier otra habitación de hotel, estaría molesto. Dios, en verdad estaría muy molesto. Qué momento era este, de todas maneras – habían llegado muy tarde y habían tenido un largo día y estaba tan desfasado que ni siquiera sabía que año era y ahora su compañero de habitación cantaba en la maldita ducha como un tipo de persona madrugadora… pero era Seokjin, y su voz tenía un tono más bajo de lo que acostumbraba hacer cuando estaban grabando (su voz por las mañanas, tal vez), y cantaba Propose en la ducha como si no significara nada.
Porque no significaba nada, ¿verdad?
Namjoon se quejó y rodó sobre su estómago y enterró la cabeza debajo de la almohada, los recuerdos de la noche anterior inundándolo como un océano entero de humillación y arrepentimiento. Dios, ¿en qué demonios estaba pensando? Había estado bien. Había estado absolutamente bien, había sido capaz de hablar con Seokjin como siempre lo hacía, había sido capaz de sentarse a su lado en las sesiones de fotos, había sido capaz de codearlo y discutir con él por lo que iban a cenar y robar las buenas partes del pollo por debajo de su nariz cuando no estaba mirando. Estaba bien. Estuvo bien. Podía fingir que nunca había empezado a pensar en él de ninguna otra manera que no fuera como compañero de grupo y casi había conseguido volver a la normalidad hasta que Seokjin había respondido esa maldita pregunta de la celebridad favorita.
Había actuado como un completo cretino y lo sabía, incluso mientras se alejaba de la mano de Seokjin y presionaba sus labios y se negaba a mirar a Seokjin a los ojos, pero había removido las cosas. Seokjin no lo sabía. No había manera de que él lo supiera, Namjoon había sido muy cuidadoso de no actuar de forma diferente, y no había manera de que Seokjin supiera que cuando contestó “¿quién es tu celebridad favorita?” con un “Rap Monster” se había sentido como una bofetada en la cara. Era peor que una bofetada en la cara, era como una herida que había sido abierta después de haber empezado a curarse.
No importaba cuánto mirara Namjoon a Seokjin. No importaba que Namjoon notaba la forma en la que Seokjin sonreía o la forma en la que Seokjin cuidaba a todo el mundo discretamente o la forma en la que Seokjin hacía todo tan torpe y sinceramente y con cariño. Todo era una broma.
¿Quién es tu celebridad favorita? Rap Monster
Era una broma.
Namjoon escuchó el agua que provenía del baño. El susurro de las rejillas de ventilación. El bajo e indistinto sonido de Seokjin cantando Propose en la ducha como si no significara nada. Todo era una broma, pero por un segundo casi podía fingir que no lo era. Que era real. Que era algo, a pesar de que era tonto e imposible y ridículo y qué demonios, Namjoon, deja de hacer lo que sea que es esto y sólo madura, no es como si –
Hubo un grito que provenía del baño, después un sonido que sólo podía ser descrito como un accidente, y Namjoon estaba en posición vertical incluso antes de pensar en que forma responder.
Estaba de pie, en la alfombra, estaba tropezando con las maletas que había tirado anoche, golpeaba la puerta del baño antes de que las manchas hubieron desaparecido de su visión- ¡Hyung! Hyung, ¿estás…?... ¿Seokjin? ¡Seokjin! ¿Estás bien?- y luego esperó, sus pulmones agitados en su pecho, su mano en el picaporte, esperando por algo. Cualquier cosa.
Nada.
-Maldición- Namjoon murmuró en voz baja, tratando de detener el miedo cristalizándose en su columna vertebral, y abrió la puerta del baño- Hyung, ¿estás bien?-
-No- había sido la voz de Seokjin, alta y fina y petulante- Me entró champú en el ojo y no puedo alcanzar la toalla. También se me cayó el acondicionador en el pie-
-Por el amor de dios- Namjoon cerró sus ojos y pasó una mano por su cara- Casi haces que me dé un ataque de pánico, hyung-
-Bien, muy bien, ¿pero podrías darme una toalla? No puedo ver nada y esto realmente arde-
-Sí, sí. Dame un segundo- Namjoon sacó una toalla del estante (convenientemente situado a un metro de distancia de la bañera ¿quién demonios había planeado el diseño de este baño?) y asomó su mano en la esquina entre la pared y la cortina de baño- Ten-
El brazo de Seokjin se extendió y tanteó a ciegas por un segundo antes de que Namjoon le acercara la toalla- Gracias- la toalla desapareció- Dios, no me había entrado champú en los ojos en años. Había olvidado lo mucho que arde- un momento de silencio- Lo siento, te desperté-
-No lo hiciste- dijo Namjoon- Me desperté hace unos minutos-
-¿Sí?- la toalla fue volteada para colgarla encima de la barandilla de la cortina de baño- Estoy algo sorprendido de que despertaras temprano, caíste muerto anoche-
¿Anoche?
Oh diablos. Anoche.
Había actuado como un cretino por esa estúpida entrevista y lo sabía, lo sabía, pero Seokjin lo había seguido y hablado con él y casi resuelven las cosas, ¿no es así? Casi resolvían las cosas, habían hablado y había intentado no decir nada estúpido y Seokjin había dicho –
-Hyung,- Namjoon tartamudeó, su espalda apoyada en el lavabo exactamente al mismo tiempo en el que el agua se apagaba,- ¿te gustan los chicos?-
El momento no pudo ser peor. Había silencio en el baño ahora, sólo interrumpido por el zumbido del ventilador y el amortiguado goteo del grifo en la bañera. El momento no pudo haber sido peor, pero Namjoon no podía dar marcha atrás. No pudo. No pudo obligarse.
La toalla desapareció de nuevo- ¿Por qué?-
-Algo así dijiste,- Namjoon logró decir, sintiendo el aumento de calor en su rostro,- ayer por la noche. Sólo tengo curiosidad-
-Me di cuenta, pero ¿por qué tienes curiosidad? No importa. Incluso si… quiero decir, eres heterosexual, cierto, así que incluso si me llegaran a gustar los chicos en realidad no te afecta en nada-
Eso era todo. Ese era el problema. Tenían que ser heterosexuales. Todos ellos tenían que ser heterosexuales, a todos tenían que gustarles las chicas (pero no demasiado), todos tenían que querer las mismas cosas (pero no demasiado), todos tenían que mantener las manos quietas y todos tenían que ser buenos. Namjoon antes se había sentido atrapado por su identidad de idol, pero nunca tanto como ahora. Siempre había sido capaz de simplemente quitárselo de encima y pensaba que si seguía, que si continuaba trabajando duro y haciendo buena música y seguía siéndose fiel entonces la gente mostraría respeto con el tiempo, pero esto –
Al diablo.
-No lo soy-
-¿Qué?-
-Heterosexual- aclaró Namjoon, y sus costillas se apretaron firmemente aun cuando repentinamente sintió como si en verdad pudiera respirar por primera vez en semanas- No sé lo que soy, pero no soy heterosexual. Quiero decir… soy como tú- continuó, sintiendo como si estuviera cavando su propia tumba- Me gustan las chicas, pero también… hay algo más ahí, ¿sabes?-
-Dímelo a mí- dijo Seokjin, y abrió la cortina del baño.
Wow, no. Esta había sido una mala idea. Fue la peor idea. Él estaba en el peor lugar posible y en el peor momento posible, usando la peor ropa posible (sólo una camiseta blanca y unos delgados boxers de algodón) ¿y por qué demonios tuvo que entrar al baño?, ¿por qué demonios se había quedado? ¿Por qué diablos entró y se quedó y continuaba parado ahí como un idiota cuando Seokjin abrió la cortina del baño?
Por lo menos había envuelto la toalla alrededor de su cintura. (Un pequeño favor.) Pero casi no ayudó en nada, porque seguía siendo él mismo, y la tela colgaba alrededor de sus caderas de forma que parecía que podría caerse en cualquier momento o podría ser quitada sin ningún esfuerzo en absoluto, y sus hombros, y su cintura, y la forma en que su cabello caía en su cara y su piel tenía un tono rosa por el calor de la ducha –
-Um- dijo Namjoon con elocuencia.
Ninguno de los fanfics había hablado de esto. Había leído sobre las manos de Seokjin (sus dedos ligeramente curveados, la forma en que tomaba las cosas con torpeza como si tuviera miedo de que se rompieran), había leído sobre los hombros de Seokjin (amplios y rectos, delgados y musculares), había leído sobre los labios de Seokjin y su cabello y la forma en que sus ojos se curveaban cuando se reía y la diferencia entre sus sonrisas (la pequeña sonrisa que hacía cuando estaba cansado; la sonrisa con los labios fruncidos cuando algo le divertía y sabía que no debía hacerlo; la amplia sonrisa en la que mostraba sus dientes cuando estaba absolutamente encantado y algunas veces un poco avergonzado), pero nunca había leído esto. Tal vez no leyó los correctos.
Seokjin se miró a sí mismo, luego subió la mirada y luego apartó el cabello de su cara- ¿Te importa? Necesito vestirme-
-Sí- dijo Namjoon estúpidamente- Quiero decir no, no me importa. ¿Qué?-
-¿Necesito vestirme?- Seokjin dijo de nuevo- Y tal vez deberías intentar dormir un poco más-
Se había quedado congelado cuando Seokjin abrió la cortina del baño, pero ahora podía sentir como sus articulaciones se aflojaban, dejando que sus músculos se relajaran. Namjoon dio un paso hacia delante, lejos del lavabo, tropezando un poco. Se dirigió hacia la puerta- Sí- dijo- Sí. Está bien. Tienes razón. Volveré a la cama-
Cuando se dejó caer sobre la cama, afortunadamente las sábanas estaban frescas y secas y felizmente el sol había subido lo suficiente como para no resplandecer de manera directa por la ventana, pero cubrió su cara con la almohada de todos modos – para bloquear la luz, para bloquear el día, para bloquear el pensamiento de Seokjin en la ducha que seguía jugando y repitiéndose y reproduciéndose en su cabeza. Habían pasado semanas desde que comenzó a ver a Seokjin como algo distinto de lo que Namjoon siempre pensó que era; un amigo, un miembro del grupo, una especie de madre, alguien de quién había tenido que cuidar en ocasiones, alguien que a su vez cuidaba de él. Habían pasado semanas y cada vez Namjoon sentía como si estuviera bajo el control de algo que había pasado. Algo sucedió que le recordaba la piel de Seokjin o el tacto de la mano de Seokjin alrededor de su muñeca o la forma en que Seokjin se veía cuando estaba avergonzado o estaba siendo halagado.
El sonido del ventilador en el baño se filtraba a través de la pared, el sonido era roto de vez en cuando por el sonido de alguien vistiéndose, alguien colgando su toalla, alguien cepillando sus dientes, y todo se sentía tan malditamente familiar que si cerraba sus ojos y fingía por un segundo entonces… entonces tal vez casi podría convencerse de que en un minuto Seokjin saldría, saldría del baño y se sentaría en el borde de la cama y colocaría una mano en su espalda y hablaría con él, de la forma en que los padres de Namjoon lo hacían en casa.
La puerta del baño abrió haciendo un clic. Los pies de Seokjin sonaban en la alfombra. Una cremallera se abrió, sonaba el crujido de Seokjin acomodando su equipaje.
Los resortes crujían mientras Seokjin se sentaba en el borde de la cama de Namjoon y colocaba una cálida mano en su espalda.
-Puedo decir que no estás dormido- dijo Seokjin.
Namjoon cerró sus ojos- Lo estaría si no estuvieras hablándome-
Hubo silencio por un segundo. No del todo silencio, casi silencio, silencio roto por el sonido del zumbido del ventilador en el baño y la constante inhalación y exhalación en la respiración de Seokjin- Todavía pareces molesto-
Namjoon se quejó y se dio la vuelta, girando por debajo de la mano de Seokjin que estaba sobre su espalda ahora colocada en el otro lado de la cama- Yo no… no estoy molesto. Estoy cansado, hyung, hemos estado de gira durante un millón de años y dormí como cuatro horas y más tarde nos subiremos a otro avión. Sólo estoy cansado- abrió sus ojos y miró hacia el techo, dispuesto e incapaz de mirar a Seokjin a los ojos- ¿Crees... crees que los demás tampoco sean heteros?-
Seokjin pareció congelarse, sólo por un segundo. Aclaró su garganta- Tal vez. Quién sabe-
-Pero ninguno de nosotros realmente sabe si no somos heteros- Namjoon continuó- Nunca has hecho nada con nadie. Yo nunca he hecho nada con nadie. Tal vez somos heteros y sólo… nos sentimos solos-
-Podría ser- Seokjin giró en la cama, balanceando una rodilla en el colchón- ¿Es eso lo que te molesta?-
-No- demonios, lo dijo demasiado rápido- No estoy molesto. Sólo estoy cansado-
-Mm- Seokjin dijo evasivamente. Alisó con una mano la sábana, planchando las arrugas que Namjoon había creado en la noche- ¿Y quieres?-
Tal vez era porque realmente estaba cansado, pero su mente trabajaba más lento que de costumbre, pero a pesar de eso, Namjoon giró su cabeza sobre la almohada y miró adormilado al rostro de Seokjin. Seokjin no lo estaba mirando. Estaba centrado en su mano sobre la sábana, su suave rostro, mirada baja, nada de su expresión le decía nada. Su cabello aún estaba húmedo. Su piel todavía estaba sonrojada. Sus labios estaban abiertos- ¿Quiero qué?-
-Hacer algo- dijo Seokjin, su voz más alta pero su mirada aún baja- Con alguien. Ya sabes. Sólo para averiguarlo, de una vez por todas-
-¿Contigo?-
Seokjin se encogió de hombros- No sé. Los dos estamos aquí. Tenemos tiempo antes de que tengamos que irnos. Ninguno de los dos está seguro de lo que somos- sus ojos parpadearon y se rió, aun cuando la mirada que tenía en su rostro parecía como de terror- Quiero decir, yo no… sólo como un experimento, no hacer algo raro- sacudió la cabeza y sonrió y pareció encogerse un poco- Dios, finge que no dije nada, esto probablemente no sea –
-Sí- Namjoon lo interrumpió, y cada músculo de su cuerpo se retorció y saltó en la antigua y olvidada lucha, aquella huida a la respuesta que le causaba miedo- Sí, no, sé a lo que te refieres. No para que sea raro, sólo para… entender las cosas- giró su cabeza sobre la almohada para mirar a la pared… todo menos ver el cambió de expresión en el rostro de Seokjin- Y tenemos tiempo. Como dijiste-
Hubo silencio por un segundo. Namjoon podía escuchar los sonidos de su corazón en sus oídos, podía sentir su pulso latiendo en sus muñecas, podía sentir sus músculos contrayéndose, retorciéndose, tratando de hacerlo escapar.
Después los resortes crujieron, y Seokjin estaba a su lado en la cama. Recostado sobre la sábana, sólo sus rodillas arropadas debajo de la manta, sus manos cerradas debajo de su barbilla- No tenemos que hacerlo. Es una estupidez-
Podría tratar. Podría intentarlo. Podría intentar mirar hacia la pared y quedarse dormido (fingir quedarse dormido, de todos modos), pero Seokjin estaba tan malditamente cerca y había puesto demasiada energía en no pensar en esto, en ignorar todo lo que Seokjin hacía, en no alcanzar lo que quería (cuando lo necesitaba) y ahora Seokjin estaba tan malditamente cerca y su voz era tranquila y Namjoon podía sentir su respiración en su garganta al hablar y, de todos modos, había sido idea de Seokjin, ¿cierto? Había sido idea de Seokjin, por lo que si Namjoon estuvo de acuerdo con eso es todo lo que sería, sería sólo él dejándose llevar. Y dios, tal vez a ninguno de los dos les gustaba y podría relajarse por primera vez en semanas y todo volvería a la normalidad. ¿Cierto? ¿Cierto?
No tenemos que hacerlo, Seokjin había dicho. Ellos no tenían que hacerlo. Seokjin no lo iba a obligar, y él podría intentar ver a la pared y fingir quedarse dormido, pero Namjoon había pasado semanas tratando de dejarlo ir y ya no podía hacerlo más. No tenemos que hacerlo, Seokjin había dicho, pero lo estaban haciendo. Namjoon lo estaba haciendo. Tenía que averiguarlo. Tenía que saber. Tenía que dejar ir esto.
Namjoon se dio la vuelta y fue como si alguien moviera su cuerpo por él, era como si estuviera soñando, era como si algo hubiera tomado su cuerpo y lo estuviera manejando como un robot a control remoto mientras se movía. A medida que se incorporaba sobre un codo, pasaba una mano por la curva de la cintura de Seokjin- Si quieres parar,- Namjoon dijo, su lengua sintiéndose gruesa en su boca,- sólo di “detente”. ¿Está bien?-
-Tú también- dijo Seokjin, su cuerpo ajustándose como un resorte bajo la mano de Namjoon- Esto es sólo un experimento, no tenemos que ir más lejos de lo que…-
-Cierto- dijo Namjoon. Los ojos de Seokjin apenas y estaban abiertos, sin mirarlo, y su rostro lentamente estaba empezando a colorearse de rosa desde sus orejas. Dios, era tan lindo, que debería ser un maldito crimen, y aquí estaba él fingiendo que no estaba seguro- Cierto. Cierto-
Había abrazado a Seokjin antes. Había sostenido su mano, había tocado su piel, sabía cómo se sentía, pero aun así el calor que irradiaba su cuerpo fue de alguna manera una sorpresa. Se sentía caliente contra la fría palma de Namjoon que lo hacía sentir hambriento, como si necesitara recoger todo ese calor y extraerlo y guardarlo como una ración para más tarde cuando tuviera frío y se sintiera solo en medio de la noche.
-No sé qué hacer- dijo Seokjin, en voz baja. Se rió, su rostro ruborizándose más pronunciadamente- Yo nunca…-
No
No, ellos nunca.
Nunca habían hecho nada, ninguno de los dos, y Namjoon estaba tan acostumbrado a que su cabeza le dijera qué hacer que se sintió atrapado ahí con su mano en la cintura de Seokjin, pero entonces estaba la sensación de ser tomado, de ser movido, alguna parte de su instinto animal que intentaba no escuchar, la mayoría de las veces creciendo y cambiando y fortaleciéndose hasta que su cabeza ya no pudo más y se inclinó y presionó sus labios en la curva de la mandíbula de Seokjin. Deslizando la punta de sus dedos bajo el dobladillo de la camiseta de Seokjin. Suavizando su mano sobre el arco de la caja torácica de Seokjin.
-Sí- dijo Namjoon, elevándose para moverse sobre donde Seokjin yacía, haciéndolo rodar con cuidado para que quedara de espaldas al colchón, curveándose hacia abajo para presionar su boca en la garganta de Seokjin- Sí, yo tampoco-
Fue el suspiro que hizo. Seokjin suspiró y se estiró debajo de él, levantando su mandíbula para dejar al descubierto su garganta, levantando sus manos para deslizarlas alrededor de la cintura de Namjoon, con sus dedos sobre la piel, y Namjoon sabía que no sería capaz de detenerse. Lo haría, si tuviera que hacerlo, si Seokjin le dijera que se detuviera, Namjoon lo haría, pero también sabía que él no sería el primero en hablar. Cada vez que Seokjin respiraba, cada vez que se movía, la forma en que sus manos se cerraban (cuidadosa, cuidadosa, cuidadosamente) alrededor de la cintura de Namjoon – no podía obligarse a detenerse. No podía hacerlo.
Había besado chicas antes, había salido con chicas antes, antes de audicionar y firmar el contrato y estado arrastrado en Bangtan, había tenido un par de novias y habían sido típicos adolescentes, escabulléndose para sentirse entre sí y metiéndose en problemas y tratándose mutuamente como cosas, y esto no era nada parecido. Subió la camisa de Seokjin, su mano subiendo por la suave piel de su estómago, su palma pasando por su pecho, y tenía una forma diferente – plano, liso y firme, su piel apenas perceptible bajo la punta de sus dedos. Era diferente y extraño, pero Seokjin estaba respirando, pasaba sus cálidas manos por los costados de Namjoon, se movía debajo suyo de manera casi impaciente.
Namjoon se movió sobre él, sentándose sobre una de sus piernas así su muslo quedaba entre sus piernas, inclinándose hacia abajo de nuevo y tirando del dobladillo de la camisa de Seokjin. Seokjin se arqueó en respuesta, desenredando sus manos de la camisa de Namjoon para que pudiera estirar sus brazos por encima de su cabeza para así dejar a Namjoon subir su camisa y quitársela, lanzándola con impaciencia al suelo, y se inclinó para presionar su boca entre la clavícula de Seokjin.
Seokjin suspiró de nuevo, pero esta vez su respiración tenía cuerpo, tenía peso, estaba cargado de algo que sonaba casi como desesperación, y levantó sus manos para retorcer sus dedos sobre el cabello de Namjoon y Namjoon estaba en un increíble problema, estaba en un gran problema, si existía un mundo en el que pudiera besar a Kim Seokjin y Seokjin gimiera así, gimiera así y retorciera sus dedos de forma necesitada en su cabello entonces no estaba seguro por qué querría vivir en otro lugar. Las manos de Seokjin se movieron hacia abajo para enroscar sus dedos sobre la nuca de Namjoon, para alisar sobre sus hombros, sobre su pecho, arañando torpemente en el borde de su camiseta y jalándola hacia arriba y Namjoon estaba en un gran problema.
En el momento en que la camisa de Namjoon tocó el suelo, Seokjin se impulsaba a sí mismo con un codo, enlazando un brazo por encima del hombro de Namjoon para acércalo lo suficiente como para besar su garganta y diablos, diablos, diablos, besar a Seokjin era bueno pero la sensación de los labios de Seokjin contra su piel era como, era como, ya no sabía más si estaba vivo, posiblemente no estaba despierto. Había tenido sueños como este (despertándose con una sacudida en la oscuridad, con su respiración áspera en su pecho y la sangre corriendo por su sien y el miedo zumbando en él ante el pensamiento de que tal vez habló en sueños y por una vez Jungkook no estuviera durmiendo) pero habían sido sueños, difusos e indistintos, y ahora mismo, en este momento, Kim Seokjin estaba presionando sus cálidos labios en la piel de su garganta y tal vez había muerto.
Pero no había muerto, no lo estaba, porque Seokjin seguía besándolo, moviéndose de su mandíbula hacia su yugular y de ahí a la clavícula de su plano pecho, suspirando su cálida respiración contra su piel.
Por un segundo Namjoon se encontró preguntándose si había sido el único pensando en esto. Si Seokjin tampoco hubiera pensado en esto, evadiéndolo, tratando de no querer esto – cada movimiento era cuidadoso e intencional y con deseo, como si Seokjin hubiera reproducido este escenario un millón de veces en su cabeza, sus pulmones contrayéndose y sus dedos ansiosos de encontrar y tocar y agarrar. Por un segundo Namjoon se encontraba preguntándose, pero entonces Seokjin abrió sus labios y ladeó la cabeza ligeramente y alzó la vista hacia él y Namjoon perdió el aliento.
-¿Estás bien?-
-Sí- Namjoon dijo- Sí, estoy… estoy bien, es…-
Fue cuando la alarma de Namjoon sonó al mismo tiempo que alguien llamaba a la puerta de la habitación del hotel.
En la lucha que sobrevino, Namjoon terminó golpeando el duro suelo, Seokjin aterrizando casi encima de él, y les tomó unos diez segundos de lucha frenética para separarse el uno del otro y la sábana plana que se había enredado alrededor de sus extremidades y anudada casi estrechamente de alguna manera. Seokjin estaba en posición vertical y colocándose su camisa de nuevo antes de que Namjoon recuperar el aliento, moviéndose hacia la puerta con su rostro de color rosa y su cabello húmedo sobre su rostro en todas direcciones.
Seokjin miró por encima de su hombro- ¡Ponte tu camisa!- dijo entre dientes, haciendo una pausa por un segundo- Y apaga tu alarma-
-Espera- Namjoon se quejó, luchando por ponerse de pie y tomando su camisa de debajo de la sábana- Bien, bien, abre la puerta, lo tengo-
Dios. Namjoon se puso la camisa, su respiración todavía saliendo rápida y desigual cuando escuchó que la puerta se abría y Seokjin hablaba. Era la voz de su manager, baja e indistinta, e incluso mientras Namjoon sentía cada uno de sus sentidos agudizándose por el miedo, no podía distinguir nada de la conversación, al mismo tiempo que corría para apagar la alarma, tirando del dobladillo de la camisa, recogiendo la sábana y haciendo que la escena en la habitación del hotel se viera, aunque sea menos sospechosa. (No era sospechoso, ¿verdad? Simplemente parecía que había dormido mal, dando vueltas en la cama, no necesariamente como si hubiera tenido a Seokjin atrapado debajo de él en el colchón y tenerlo medio desnudo y a punto de besarlo cuando alguien había llamado a la puerta.)
La puerta se cerró mientras colocaba la manta sobre las sábanas revueltas, y levantó la vista para ver a Seokjin ahí de pie, luciendo agitado y avergonzado- ¿Qué dijo?-
-Tenemos menos tiempo del que pensábamos- Seokjin tartamudeó, sus ojos parpadeando para ver su rostro una fracción de segundo antes que su mirada cayera de nuevo hacia el suelo- La camioneta va a estar aquí en diez minutos, tenemos que vestirnos y bajar-
-Oh- dijo Namjoon- Bien. Genial. Um…-
-Diez minutos- dijo Seokjin de nuevo, pasando por encima de su equipaje y abriendo la parte superior del montón- Voy a vestirme primero-
Resultó ser que sólo en ocho minutos, los siete ya estaban alineados en la acera frente al hotel, máscaras para ocultar sus rostros sin maquillaje, con gafas de sol para ocultar las bolsas debajo de los ojos, chaquetas pesadas para el frío del invierno. Namjoon se sentía incómodo y lleno de electricidad, pasando por todo una y otra y otra vez tratando de encontrar una oportunidad de acorralar a Seokjin y preguntarle de qué diablos se trataba todo esto. Jimin y Taehyung estaban asintiéndose el uno al otro a unos pocos pasos de distancia, en alguna discusión silenciosa, Yoongi cabeceaba a su lado, Seokjin estaba al otro lado de él, tan cerca y tan lejos y no importaba cuando trataba de llamar la atención de Seokjin, él sólo se había quedado mirando con indiferencia al suelo.
No fue hasta que todos se habían apilado en la van que alguien dijo algo- No tenía idea…- dijo Jungkook, rompiendo el silencio- …de lo bien que puedo dormir cuando no tengo que escuchar los ronquidos de Namjoon hyung-
Namjoon hizo una mueca- Oh, gracias. Mocoso-
-Yo dormí bien- dijo la voz de Seokjin desde la parte trasera- Puedo compartir habitación con él de nuevo. O, de todos modos…- Namjoon miró hacia atrás, y los ojos de Seokjin subieron. Parecía preocupado. Parecía consciente de sí mismo. Parecía avergonzado y sonrojado y ansioso, como lo había estado antes de que Namjoon se inclinara y lo besara por primera vez- Si a Namjoon no le importa-
-Nah- dijo Namjoon, tratando de mantener su voz casual- Por mi está bien-