Tras susurrar aquellas improvisadas rimas en el oído de aquella mujer, Carolina se separó levemente de ella, pero Laura la tenía tomada por la cintura.
-Carolina…- susurró su nombre.
La pelirroja asintió levemente con la cabeza.
- ¿Y aceptas? - preguntó con sus ojos amatista fijos en los verdes profundos de la otra.
Notó la sonrisa dulce que le dirigió la más alta.
-Tendrás que contarme muchas cosas, chica, pero si…-
Serena se acercó con la duda grabada en el rostro. Y tras ella todos en esa clase tenían la misma expresión facial.
Aunque la de Annie llevaba también algo de celos, la de Kate un profundo desconcierto y la de Alondra celos e ira mezclados.
Laura soltó a Carolina y extendió una de sus manos a la castaña. Entrelazó sus dedos y le sonrió con diversión.
-Mejor vámonos a otro lugar, después de todo, ya casi comienza su descanso y bueno… Serena y yo tenemos que llevarnos a Carolina para que se calme. - Dijo la de profunda mirada verde al tiempo que guiaba tanto a la pelirroja como a la castaña fuera de ese salón.
¿Qué carajo acababa de pasar ahí? Esa era la pregunta que tres chicas tenían en la mente en ese preciso momento.
…
- ¡Kate cálmate!, yo también estoy confundida, pero debes admitir que descubrir que esa mujer es la novia de la profe Serena no es una gran sorpresa. - Trataba de razonar inútilmente Alondra con Kate.
La rubia se encontraba dándole de patadas y golpes con los puños a un árbol del patio escolar. Se notaba increíblemente molesta.
- ¡Ya lo sé!, lo sospeché desde que las vimos ayer en el parque de diversiones ¡Pero eso no hace que me moleste menos! ¡¿De dónde carajo salió esa tipa?!, ¡Si la tuviera enfrente la dejaría morada de tantos golpes!, ¡Quién debería estar besando a Serena soy yo, no ella! -
Alondra tomó como un poco exagerada esa demostración de celos de Kate.
-Hace mucho mi papi Alexia se lo dijo a mi madre, así que ahora te lo diré yo a ti… ¿No crees que estás pensando demasiado con el clítoris en vez de hacerlo con el maldito cerebro? – Le preguntó con algo de duda.
- ¿Por qué me dices eso? -
-Bueno, en primer lugar, no te has detenido a pensar en que además de ser nuestra profesora, Serena también es una adulta, mayor que tú por casi diez años, que además correría un enorme riesgo de terminar en una cárcel si solo se supiera que se besaron. Además, admítelo Kate, comparada con esa tipa de ojos verdes… no tienes muchas oportunidades. -
A Kate esa respuesta definitivamente no le gustó.
-Mira quien lo dice, la chica que fue tan estúpida como para romper su amistad más larga por una tontería y ahora quiere recuperar el amor de quien fue su mejor amiga. Además de saber que Carolina tiene novia y no contenta con eso está igual de celosa que yo por que vio como Carolina se abrazó a esa desconocida. -
Alondra lo sintió como un golpe bajo.
-Terminaremos discutiendo en vez de ponernos a pensar Kate. Ambas somos algo impulsivas, aunque tu recién lo estas descubriendo. Y ambas somos algo idiotas cuando de amor se trata. –
-Está bien, pero dime, ¿Qué vamos a hacer con nuestros respectivos tormentos? Porque en este preciso momento mi cerebro se fue de vacaciones- dijo la rubia con desgano y sentándose en el suelo.
-Bueno… En mi caso, esta noche iré a casa de Carolina, comenzaré siguiendo sus palabras, demostrarle que la amo con acciones. Y tu… te recomendaría no golpear a nadie, solo eso. Quizá puedas averiguar de dónde le salió una novia tan guapa a la profe Serena de un día para otro. Recuerda que antes de que la besaras ella nunca había mencionado nada de tener una relación. –
-No puedo creer lo que voy a decir. Alondra, tienes razón. - exclamó algo sorprendía la rubia mirándola con la boca ligeramente abierta y los ojos exageradamente abiertos
-No todo el tiempo soy una idiota. -
-Pero la mayor parte sí. -
…
-Solo eres una chica como cualquiera, a la que el enamorarse de su mejor amiga le dolió tanto que ha decidido enterrarlo en lo más profundo, pero no lo consigue. Puedo escucharte cuando lo necesites princesa de fuego, pero no creo poder hacer que olvides a quien le pertenece tu corazón-
Las palabras de Laura habían logrado calmar un poco a la pelirroja, quien en esos momentos tenía su cabeza sobre las piernas de su profesora de historia. Le había explicado como conocía a Laura y toda su situación amorosa actual. Había encontrado algo de desahogo en eso.
Su profesora y Laura la habían tratado tan dulcemente que se sentía una niña de 9 años otra vez.
-Tranquila linda. Ambas podemos estar para ti cuando lo necesites. -
-Se lo agradezco profesora Serena. Tal vez no debería comentarle mis problemas amorosos, pero sentía que iba a explotar si no lo hacía. - dijo Carolina con tristeza y abrazándose a sí misma.
-Vamos princesa de fuego, casi todos los adolescentes pasan por eso, y aunque no lo creas, Serena y yo también lo fuimos- dijo con tono burlón Laura, buscando sacarle una sonrisa a la pelirroja.
- ¿Princesa de fuego? - preguntó la de ojos amatista con una leve sonrisa.
-Acostúmbrate Carolina, Laura suele ponerle un apodo a todo el que conoce, a menos que le caiga mal, a mí me llama pequeña. - comentó la castaña con una sonrisa resignada.
- ¡Agradece que no te digo enana! -
…
Esa Noche.
Residencia Álvarez. Habitación de Carolina.
A la pelirroja le costó lidiar con el interrogatorio de Annie acerca de por qué había abrazado tan desesperada a una desconocida. Le dio la versión más suave de la historia de cómo conoció a esa mujer y se puso muy afectiva con ella para que dejara pasar el tema.
No tenía ganas más que de tirarse en su cama y dormir esperando que el siguiente día no fuese tan malo.
Se preparaba para dormir, ya vestía uno de sus pijamas favoritos. Un delgado pantalón con estampado de pandas y, debido a que tenía calor, se mantenía sin blusa, dejando al descubierto su torso, sus pechos solo parcialmente cubiertos por el sujetador negro que más le gustaba. Su cabello estaba algo desordenado, haciendo que sus ondulaciones naturales le dieran a su aspecto un toque sensual.
Si quería una noche de paz, esa definitivamente no lo era.
…
Fuera de la casa de la pelirroja, Alondra se encontraba trepando por la enredadera debajo de su ventana.
Alondra llevaba una chaqueta de cuero. Ella no salía sin una chaqueta, pero esa noche tenía pensado hacer algo que llevaba dos años evitando a toda costa, quitársela delante de Carolina, y que esta pudiese ver, en su muñeca izquierda, aquella pulsera tan valiosa.
Sabía que, aunque pequeño, aquel detalle era terriblemente significativo para la pelirroja. Después de todo, era lo más valioso que su madre le había dejado y decidió dárselo.
…
Al escuchar los primeros golpecitos en su ventana pensó que comenzaba a llover, hasta que estos se hicieron un poco más fuertes y rápidos. Al asomarse a ver que los provocaba su corazón dio un vuelco.
-Abre por favor Lina- le pidió con una mirada de cacharrito la pelinegra tras el cristal.
- ¿Qué haces en mi ventana Morales? -
-Déjame entrar y te diré que hago aquí. Si no me quedaré aquí toda la noche-
Sin ganas de una discusión más larga, Carolina abrió su ventana, dejando pasar a la de ojos celestes.
- ¡¿Qué se supone que haces a estas horas en mi casa y detrás de mi ventana Alondra Morales?!- le preguntó con más fuerza la pelirroja, tratando de aparentar estar enojada o irritada.
-Cumpliendo tus requisitos. Me dijiste que necesito demostrarte que te amo para que me creas, así que esta noche comienzo a hacerlo. - respondió con una sonrisa la de ojos celestes y no mirándola a los ojos.
El momento en que recién Carolina recordó su falta de blusa. Y lo que eso dejaba al descubierto. El dije de un corazón amatista que le dio Alondra de más pequeñas.
Con rapidez tomó una de las sabanas de su cama y trató de cubrirse.
-Aun lo conservas…pensé…que lo habías dejado en algún lugar, menos que lo siguieras usando. -
-No fui yo quien comenzó esa ridícula pelea… no tenía por qué dejarlo olvidado…como tu hiciste con tu promesa. -
Solo escuchar el tono de reproche y tristeza empleado por la de ojos amatista, Alondra decidió sonreírle.
-Sé que cometí una estupidez aquel día. Por una tontería mandé al caño años de amistad…y amor…Pero no pude dejarte de lado nunca…siempre oculta entre prendas, te mantenía a ti y a esa promesa muy cerca de mi corazón… He venido esta noche a mostrártelo. -
Carolina no comprendió la razón de que mientras decía eso se quitará la chaqueta, pero cuando estuvo en el suelo y pudo ver sus brazos al descubierto, la encontró. En la muñeca izquierda de la pelinegra se apreciaba una hermosa pulsera de oro, con la palabra “Always” en el centro…
Si, ese detalle que era tan importante para ambas.
Un corazón y una palabra.
…
Carolina…
Una palabra…
Tan solo letras juntas que forman un sonido
Pero ese sonido cambia
Puede hacerte sentir vivo
O hacerte derramar lagrimas
¿Qué tanto es su poder?
Solo imagina que una palabra puede hacerte caer
Y otra animarte a volver a creer
Una promesa…
Son solo palabras que el viento se lleva
En ocasiones las regresa y las graba en piedra
Otras simplemente las olvida y sigue sin ellas
Esa palabra lo es todo para mi…
Mi madre me la dijo antes de morir…
Ella siempre está aquí…
Esa sensación de confusión que me asusta
Temo caer una vez más en sus locuras
Esos ojos azul celeste son mi tortura
Ya no sé leerlos con exactitud
No distingo si me prometen sanar mi dolor
O se trata de una cruel burla.
Maldito para mi es el cielo
Y tal vez el infierno
Sea mejor que seguir con esto.
…
Alondra…
Hay tantas cosas que pienso
Y tantas en las que me equivoco
Hay tantos colores en el mundo
Y solo ese tono amatista puede hacerme sentir un nudo
Como un aviso de la tormenta que mis ojos dejaran caer
Es algo que no puedo ver
Pero si lo siento en mi ser
No sabes lo que es romperte en pedazos
Tratando de recomponer tu camino
Tras haberte ido
Del lugar donde todo era seguro
¿Qué pensará en este momento?
Solo sus ojos vacíos observan mis gestos
Puedo notar que tiene aún tiene mucho dentro
Adelante, quiero oír sus gritos de reproche
Necesito sentir las bofetadas que físicamente están ausentes
Quiero que esta noche
Se marque un antes y un después en nuestra historia
Pero eso solo lo decidirá ella
Venga, estoy lista para soportar la espera…
Al menos eso es lo que mi corazón piensa…
Continuará...