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Amigas...Rivales...¿Cuando De Mi Te Enamoraste?... por Karmen Historia

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Notas del capitulo:

Hola mis adoradas y hermosas personitas del universo *-*/


Soy Karmen Historia y al fin les traigo el capitulo ttes de esta historia!!! :D


En verdad lamento muchisimo la demora, realmente no tengo un tiempo establecido para subir actualizaciones, la preparatoria me consume muchas veces mis ideas y mis ganas.


Bueno, dejando eso de lado y esperando me disculpen, les dejo este capitulo que estoy segura les gustara!! 


Sin nada mas que decir...


¡Que comience la lectura!


 


 

Alondra…

Dice un viejo dicho

Que si no puedes vencer a tu enemigo

Conviértelo en un aliado

Así puede servirte de algo.

 

Nunca había imaginado necesitar

De la ayuda de mi rival

Es irritante en verdad

Pero supongo que no dispongo de nadie más

 

Si alguna de las dos quiere ganar

Por ahora nos tendremos que aliar

Suficiente tenemos ya

Con nosotras y nadie más

 

No sé cómo esto vaya a resultar

Espero que no mucho tenga que durar

Y pronto podamos volver a la normalidad

Porque Álvarez y yo nos odiamos, nada más

 

Ahora solo queda convencerla

De ser aliadas en esta parte de nuestra “guerra”

Ojalá acepte sin tanta queja

O tendremos que atenernos a las consecuencias.

 

Después de aquel momento que pasaron en el parque y las palabras dichas por Annie, Alondra y Carolina pasaron el resto de aquel fin de semana pensativas y algo preocupadas. El pensar que Annie estaba enamorada de alguien más las tenía con los nervios de punta.

Alondra era la más preocupada, pues si Annie no estaba interesada en ella, podría estar enamorada de otra chica que formara parte de su grupo de amigas o bien de la misma Carolina. Alondra tenia esperanza de que fuera la primera opción, y en el dado caso de que así fuera, ahora se le presentaba un nuevo problema, una nueva rival. Eso sería en verdad complicado. Sentía que con Carolina ya tenía más que suficiente.

Si quería todavía tener una oportunidad con Annie, debía tomar un par de decisiones que podrían darle tiempo para eso.

Lunes por la mañana.

Preparatoria

El lunes, recién al ingresar al colegio, Alondra se encontró en la entrada con su pelirroja rival oficial.

Carolina trató de ignorarla y pasar de largo, más no contaba con que Alondra la tomara del brazo y la obligara a seguirla.

Estacionamiento.

La pelinegra llevó a la de ojos amatista hasta un escondido lugar detrás del estacionamiento de la escuela.

- ¡¿Qué carajo te sucede Morales?!- preguntó Carolina al tiempo que se soltaba del agarre de la más alta.

-Cállate y escucha Álvarez. Te tengo una propuesta- fue la respuesta algo molesta de Alondra.

- ¿Tu proponerme algo a mí?, vaya, eso es algo que no se oye todos los días. -

-Solo escucha, te interesa y conviene Álvarez-

-Vale. Habla de una buena vez que tenemos que ir a clase-

Carolina estaba a la defensiva, que Alondra se dirigiera así a ella no podía ser nada bueno. Alondra, por su lado, se sentía irritada y enojada consigo misma por tener que hacer eso. No le gustaba pasar mucho tiempo cerca de la pelirroja sin que nadie más estuviese alrededor.

-Bien, seré directa. Tu y yo estamos enamoradas de Annie, quien justo el sábado nos dijo que está enamorada de otra persona. No sabemos ni tenemos idea de quien pueda ser esa persona, lo cual nos trae una nueva rival y mira que nosotras somos más que suficiente. Así que me pasé pensándolo mucho y creo que, si alguna de nosotras aún quiere tener la oportunidad de conquistar a Annie, debemos “aliarnos” para descubrir quién es esa chica que nos estorba y poder crear una estrategia para sacarla de en medio. ¿Te parece si dejamos nuestra rivalidad en pausa por unos días en lo que averiguamos quién diablos es esa chica? - cuando terminó de hablar la pelinegra tras exponerle su idea y su propuesta, Carolina se quedó en silencio.

Sabía que por un lado la pelinegra tenía razón y si le interesaba aquello. Mas no estaba segura en que le diera algún beneficio “aliarse” con Alondra. No podía esperar nada bueno de ella, y mucho menos ayuda.

-Tenías razón, si me interesa lo que has dicho, pero no veo en que puede beneficiarme. Mas si eres tu quien sería mi “aliada”- replicó con duda y clara desconfianza.

Alondra suspiró irritada.

-Te beneficia en que descubres a que nueva maldita te enfrentas y yo podría ayudarte a deshacerte de ella, tras lo cual solo tendrías que seguir compitiendo contra mí y eso en si ya es un punto a tu favor, porque por desgracia a mí me conoces muy bien, pero de esa otra tipa no tienes ni la menor idea de quien coño es. Y a mí me beneficia en que únicamente te soporto a ti, y yo a ti también te conozco muy bien, me deshago de esa tipa y listo. ¿Aceptas sí o no? –

Aun con dudas, Carolina se decidió. Era mejor solo Alondra como rival.

-Bien Morales, trato hecho. Seamos “aliadas”. - respondió finalmente tendiéndole la mano a la pelinegra, quien la tomó con una sonrisa.

-Todo sea por conquistar a Annie-

Y mirándola desde su auto, Annie apretaba fuertemente el volante conteniendo las ganas que le daban de atacar a Alondra cada vez que la veía cerca de la pelirroja.

Las tres adolescentes, desde sus respectivos lugares, escucharon el sonido de la campanilla escolar sonar anunciando el inicio de la jornada estudiantil ese día. Al ver a sus compañeros dirigirse hacia los salones, los imitaron, dispuestas a comenzar otro rutinario día de escuela.

Salón de Clases.

-Esta tregua es provisional Álvarez. -

-Lo tengo más que claro Morales. –

Y tras dirigirse esas últimas palabras, tomaron sus respectivos asientos y comenzaron a estudiar.

Durante las primeras horas de clase, Annie se comportó más cariñosa de lo normal con Carolina, cosa que pasó desapercibida por la pelirroja, pero no así para la pelinegra, a quien esa actitud de la de ojos verdes solo la hacía ponerse más nerviosa, con miedo de que su mayor preocupación se cumpliera.

No, lo mejor era no pensar en eso y despistar a Carolina.

Nada podía salirle mal a Alondra.

-Si estas así de pensativa debo suponer que se trata de Carolina y Annie ¿verdad? -

Al escuchar esa voz a su lado, Alondra levantó la vista de su libreta con notorio cansancio. No le agradaba cuando esa chica en particular se le acercaba y terminaba dándole un gran sermón, mucho menos porque insistía en lo mismo siempre. Que ella realmente no amaba a Annie.

-No estoy de tan buen humor para aguantar tu sermón de hoy Kate- respondió suspirando y ganándose una mirada burlona de aquella chica.

Kate Smith era una compañera de clase de Alondra. Rubia de cabello lacio, largo a la cintura y abundante, de ojos azules y tez blanca. Medirá cerca de 1.68 m. Una chica muy atractiva que era conocida dentro de ese colegio por su actitud alegre y siempre sencilla, aunque también por las pláticas que sostenía con todo aquel que se acercaba a pedirle un consejo. Para Alondra era un fastidio, ya que no era ella quien la buscaba, sino la misma Kate quien iba y la obligaba a hablar de sí misma, cosa que le molestaba, pero al final terminaba haciendo.

-Vamos Alondra, ambas sabemos que tu no quieres que venga a decirte la verdad. No quieres admitir ni para ti misma que nunca has estado enamorada de Annie, únicamente sientes una fuerte atracción, fácil de confundir con amor, pero no lo es. - le dijo sentándose enfrente de ella y sonriendo confiada en que tenía la razón.

- ¿Cuántas veces tendré que repetirte que estas equivocada y no quiero que sigas con tus cosas? Me cansa tener que decírtelo todos los malditos días- contestó con enfado la pelinegra.

-Hasta el día en que lo aceptes y te des cuenta de a quien amas verdaderamente-

-Según tu Kate, ¿Quién sería esa persona sino Annie? –

-Yo no puedo decírtelo, tienes que darte cuenta por ti misma. Pero una vez que lo hagas, sabrás que yo siempre he tenido la razón. Lo de Annie no es amor, es atracción. Y créeme que te llevarás una sorpresa al reconocer a quien amas realmente. –

Dicho esto, Kate se levantó y se fue, dejando a Alondra pensativa y algo enojada.

“Cada día se hace más difícil soportar sus cosas. Supongo que no me libraré de ella hasta que haga a Annie mi novia y le demuestre que está equivocada.”

 

Y por su lado, Carolina también la soportaba. Solo que Kate tenía una forma distinta de hablar con ella.

-Veo que ya fuiste a joder un poco a Morales- le dijo al verla tomar asiento a su lado ahora.

-Siempre le molesta que le diga la verdad y ella no sepa verla, aunque creo que eso pronto cambiará- respondió Kate con la misma sonrisa.

- ¿De qué verdad hablas? -

-Cuando llegue el momento lo sabrás Carolina, y, además, deja de llamarla por su apellido, su nombre es Alondra. -

-Sabes que si lo hago es porque fue ella quien lo hizo primero-

Kate notó como una sombra de tristeza iba apoderándose de la mirada de Carolina tras ese comentario. Su sonrisa se borró, ella conocía la historia de cómo Alondra había roto su amistad, así como lo mucho que eso le había dolido a la pelirroja en su momento. Y no le gustaba despertar en la de ojos amatista esa tristeza.

-Bueno, olvidémoslo. -

-Siempre le dices que no está enamorada de Annie, pero nunca das pistas de la persona que según tu pensamiento es su verdadero amor. -

-Eso es porque tiene que ser ella quien lo descubra por sí misma, de otro modo no tiene sentido. -

Esa respuesta de Kate dejó más confundida a Carolina. Le convenía que Kate hiciera ver a la pelinegra que no amaba a Annie, eso la ayudaría a quitársela de encima y tener vía libre para conquistarla, pero siempre se quedaba con la duda de quién podría ser esa otra persona. Sin embargo, en el tiempo que llevaba conociendo a Kate descubrió que con ella todo era un misterio hasta que se le daba la gana. Lo mejor era esperar a que la respuesta llegara sola.

“Por el momento solo debo centrarme en descubrir de quien está enamorada Annie y sacar de en medio a Morales” Pensó Carolina mientras su rostro adquiría seriedad.

Carolina…

Tan complicado que resulta ser el amor

Tan fácil te causa dolor

Como hace latir con viva emoción

A tu miedoso corazón

 

Todos queremos un amor bonito

Pero para conseguirlo

Se tienen que hacer sacrificios

Y perder el miedo a lo desconocido.

 

Es mejor correr el riesgo

Que terminar sintiendo

Un terrible arrepentimiento

Por no ser libre y decidir aceptar los retos

 

Vive cada momento

Al final todo en la vida es eso

Y estos se vuelven recuerdos

Que independientemente de que sean malos o buenos

Debemos aprender a sentirlos y vivir con ellos.

 

Dicen que hay determinados momentos

En los que el destino te sorprende en extremo

Ojalá hoy sea mi momento

Y Annie se enamore de mi sin remedio.

 

Aunque ahora tengo que concentrarme

En librarme

De mi rival más conocida y estable

Solo tengo que deshacerme de Alondra Morales.

1º receso, en la biblioteca. Tenemos que hablar”

Carolina frunció el ceño extrañada. Uno de sus compañeros acababa de pasarle una nota de la de ojos celestes. El mensaje era claro.

¿Hablar?, ¿De qué querría hablar ahora Morales? Con esas preguntas en la mente decidió hacer caso y averiguarlo después.

Giró un poco su rostro hacia el lugar de la pelinegra y al hacerlo sus ojos mostraron una evidente molestia. Alondra estaba hablando con Annie.

Pero muy al contrario de lo que la pelirroja pensaría, Alondra no estaba ni mínimamente feliz de esa situación. No después de lo que Annie acababa de revelarle.

Tras preguntarle a Kate de qué había estado hablando con Alondra y Carolina, y pedirle un consejo, Annie decidió ir a hablar con la pelinegra. Y al principio, a Alondra nada le quitaba la sonrisa. Pero en su rostro solo se veía la sorpresa, lo cual era mínimo contra todo lo que estaba sintiendo ahora.

Momentos atrás…

Alondra estaba sentada en su respectivo lugar. Tenía una hora libre antes de que comenzara el primer receso escolar de aquel día.

Sus manos se encontraban ocupadas trazando líneas en una libreta. No eran simplemente líneas, era el comienzo del dibujo de un rostro, aunque ni ella sabía exactamente de quien. Y mientras se encontraba en su laborioso trabajo, sintió que había alguien detrás de ella.

-Pensé que habías dejado de dibujar hacia años cuando te concentraste en tratar de aprender a escribir poemas como tu tía. - Reconoció esa voz al instante. Era Annie.

Al girar su rostro se encontró con la sonrisa alegre tan característica de la de ojos verdes. Y ella también sonrió feliz.

-No del todo, sigo dibujando a ratos. - Fue la única respuesta que salió de su parte.

-Vi a Kate hablar contigo hace un rato, supongo que te dio el mismo “sermón” de todos los días, aunque nunca me has querido decir de que se trata el mismo. - Comentó la de ojos verdes para iniciar la conversación con la de ojos celestes.

-No tiene caso, solo que llega a ser molesta su insistencia- contestó acompañando sus palabras de un suspiro molesto que divirtió un poco a la de cabello chocolate.

-Aunque no puedes negar que la mayoría de las veces tiene razón en lo que dice. Yo acabo de charlar con ella. Le pedí un consejo acerca de mi situación amorosa en este momento y me fue de mucha ayuda escucharla. - Esas palabras de Annie lograron despertar la curiosidad y los nervios de la de ojos celestes.

- ¿Un consejo sobre tu situación amorosa? -

-Así es. De hecho, por eso he venido a platicar contigo. Sobre lo que dije el sábado en Hyde Park. -

Y en ese preciso instante para Alondra la alegría se fue. Tenía un mal presentimiento. Raramente, no quería escuchar lo que Annie iba a decirle.

- ¿Me vas a decir quién es esa chica de la que estás enamorada? - Al hacer esa pregunta, Alondra sintió la primera gota de sudor frío recorrerle la espina dorsal. Era una pregunta por la que había esperado dos años en poder formular y estaba más que nerviosa de escuchar la respuesta.

Annie no logró ver nada de eso en ella.

-Kate me recomendó que lo hiciera para que no siga pensando mal. ¿Sabes?, muchas veces, cuando te veo cerca de ella, pese a que siempre estén discutiendo, me dan celos por verte tan cerca. Alondra, estoy enamorada de Carolina. -

A esas palabras les siguió un silencio mortal.

Se cumplía lo que tanto temía…

Annie enamorada de su rival… Carolina Álvarez…

Ahora, Alondra seguía en silencio. Su rostro si mostraba cierta sorpresa, pero como con los años había aprendido a controlar muchas de sus emociones, Annie no notó nada extraño.

¿Qué se supone que debería decir en aquel momento?

No continuó con su infructuosa búsqueda mental de palabras adecuadas para decir, puesto que la de ojos verdes volvió a hablar.

-Nunca quisieron decirme por qué rompieron su amistad hace dos años, y yo tampoco trate de averiguarlo. Al principio era Carolina quien se acercaba más a ti para tratar de arreglar las cosas, pero nunca le diste la oportunidad. Sin embargo, en cuanto ella se dio por vencida después de tanta negativa tuya, los papeles se invirtieron, solo que tú la buscabas para molestarla, hacerla enfadar y terminar discutiendo. Muchas veces he llegado a verlas, aunque sin que se dieran cuenta, y he notado lo mucho que te acercas a su rostro y a su cuerpo, así que por eso siempre he sentido celos. Yo creía que tu solo hacías eso para seguir teniéndola cerca de alguna manera, que era tu forma de expresar que la amabas, pero no sabías como decírselo sin que la impresionara. Ahora que Kate habló conmigo me hizo pensar en que podría estar equivocada y de corazón espero que así sea. -

Annie se dispuso a esperar paciente la respuesta de Alondra, más transcurrían los minutos y nada.

Nada de eso tenía sentido ante la de ojos celestes, pero hizo un gran esfuerzo por salir de su pequeño “shock”.

Y como si un dios quisiera ayudarla, en ese preciso instante sonó la campana que anunciaba el comienzo del primer receso.

-Annie ¿Te importaría esperar a que volvamos a clase para seguir hablando de esto?, tengo que ver a una persona con urgencia. – Sin decir más, salió deprisa de aquel salón.

No sentía ganas de llorar en ese momento, decepción, o siquiera sentía derrota.

Los pensamientos se arremolinaban en su mente y no sabía exactamente qué sentía ni que es lo que haría.

Sus pasos la guiaron a la biblioteca de ese colegio, el lugar donde había citado a Carolina para presentarle una lista de posibles “rivales”, pero ahora el tema había cambiado drásticamente. Y obedeciendo a un impulso entró en el lugar.
Si algo sabia en aquel instante, es que no tenía ni idea de lo que pasaría ahí dentro.

Pero quería averiguarlo…

Para Annie no pasó desapercibido el detalle de que Alondra evadió responderle.

Y lo casual de que, al salir un poco del salón, se dio cuenta de que Alondra fue hacia la misma dirección que su pelirroja.

Casualidad no podía ser.

Decidió seguirla, o, mejor dicho, seguirlas.

Biblioteca.

Esperando a que llegara su rival pelinegra, Carolina se sentó en una de las mesas de ese lugar.

Como se lo esperaba, está completamente vacío, ni siquiera estaba la encargada. Siempre era así, ni esa chica quería quedarse ahí durante receso.

Perfecto para hablar sin que nadie las viera.

“Bien, a esperar que Morales se digne en aparecerse. Ya quiero saber que tiene que decirme esta vez”

En eso pensaba la de ojos amatista cuando escuchó el sonido de la puerta de aquel lugar abrirse de golpe.

Su sorpresa no sería poca al ver entrar a Alondra, pues pese a que era quien esperaba, para nada había previsto verla así: respirando profundo, como si estuviera nerviosa. Sus ojos celestes no estaban llenos de frialdad, irritación o enojo como de costumbre, sino que parecían llenos de nostalgia y algo de sorpresa, inclusive, podría jurar ver miedo en ellos.

No era la misma que hacía apenas unos minutos había visto en su salón de clase.

- ¿Qué te sucede Morales?, No te vez muy bien, pareces nerviosa- Le comentó con cautela, atenta a cualquier reacción de la pelinegra enfrente suyo.

Alondra no respondió, simplemente actuó.

Sus pasos la acercaron a la pelirroja, quien no retrocedió, recordando que la de ojos celestes se le acercaba tanto cuando trataba de intimidarla, algo a lo que estaba acostumbrada.

Alondra no sabía exactamente que hacia ni que iba a hacer, pero tenía la seguridad de que eso le daría la respuesta a lo que le había dicho Annie.

Quizá era necesario comprobarlo.

 

Carolina la miraba con atención. En el rostro de su rival no encontraba los mismos sentimientos a los que se había acostumbrado en esos dos años desde que su amistad se rompió. No tenía idea de que pretendía, así que tendría que esperar.

Y la espera no se prolongaría más.

 

Tomando entre sus manos el rostro de Carolina, Alondra cerró la distancia que había entre ellas y olvidándose de todo, de Kate, de Annie, de sí misma, unió sus labios con los de su rival…

La besó...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Continuara...

 

 

 

Notas finales:

Y eso seria todo por esta ocasion.

Aun no he respondido sus reviews pero ya lo hare esta noche ^_^

Espero les haya gustado y me dejen muchos de sus hermosisimos reviews, ya saben que: preguntas, dudas, criticas constructivas, amenzas o lo que sea, yo siempre respondo con mucho gusto!!

Un beso y un abrazo del porte del universo!!!

Atte: Karmen Historia *-*/


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