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Amigas...Rivales...¿Cuando De Mi Te Enamoraste?... por Karmen Historia

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Notas del capitulo:

Hola hermosas personas del universo!!!!


La razón de que esta vez tardaraen subir el capitulo fue que, en mi colegio nos tomaron el pelo!!! Nos habian dicho originalmente que entrabamos el 18 a clase, pero entramos el lunes, osea, el 15 T-T y como yo estoy ya en 3º semestre pues...la semana se me fue en ver lo de mis nuevas materias y algunos papeleos.


Tambien siento que debo informarles que este semestre escolar tendre que hacer practicas de ejecucion de mi carrera. Yo estudio el bachillerato en un CBT (Centro de Bachillerato Tecnologico) donde estudio la carrera de Informatica, asi que este semestre debere ir a un lugar a "trabajar" en algo relacionado. Siendo asi, mi tiempo para escribir se acortara aun mas, pero sepan que seguire actualizando. Espero puedan seguir entendiendome y teniendome paciencia.


Despues de esas aclaraciones eternas XD los dejo con el capitulo :D


Que disfruten la lectura!!!!

...

Tal como Carolina se lo había imaginado, Annie ya se encontraba en su salón de clases cuando ella llegó. Había tratado de calmarse para que la de ojos verdes no notara nada extraño en ella al verla, sin embargo, Annie sí que notó triste a la pelirroja.

- ¡Princesa!, ¡¿Te pasa algo malo?!, te ves triste…- le dijo acercándose y abrazándola.

Carolina correspondió ese abrazo con fuerza.

-Solo quiero que me abraces- respondió con un susurro que solo la de cabello color chocolate pudo oír.

Annie asintió con un ligero movimiento de cabeza mientras se encargaba de rodear su cintura con sus brazos y Carolina la seguía abrazando por el cuello.

 

Y la persona que entró en ese preciso instante, al ver a las dos chicas abrazadas de semejante manera, no parecía precisamente feliz.

Alondra acababa de llegar a la clase también.

Annie no le hizo el menor caso, seguía centrada en abrazar y acariciarle el cabello con delicadeza a Carolina.

“Debo calmarme, de nada servirá hacer un lío aquí, mejor dejó a Carolina pensar y hacer lo que quiera. A esperar.”

Pensó la de ojos celestes respirando profundo tratando de controlar sus celos.

Se dirigió a su lugar, el cual estaba al lado del de Kate. Estaba en la disposición de relatarle lo que había hecho, pero se detuvo al ver que Kate, aunque siempre tenía una expresión pensativa, ese día también se veía preocupada. Decidió dejarla por un rato. Esperaría hasta su primer receso para preguntarle qué le ocurría.

La rubia miraba con ansiedad la puerta del salón. Su primera clase era con la profesora Serena.

El día anterior, cuando se la había encontrado en la calle, no tenía planeado robarle ese pequeño beso. Había sido solo un breve roce de labios, tras lo cual salió corriendo. Haberla visto con esa ropa deportiva tan sexi la tentó demasiado. Y ahora no sabía si eso iba a traerle muchos problemas.

También se estaba regañando mentalmente, ella, que era más razonable y analítica que la inmensa mayoría, no lograba explicarse a sí misma por qué se dejó llevar por ese impulso.

Sabía que su profesora le gustaba, pero nunca creyó que fuera así de seria la atracción que sentía como para robarle un beso.

Esta vez, Kate no lo tenía fácil.

Y con los nervios gobernándola, vio entrar por fin a su guapa profesora castaña.

Ella también la miró.

Como de costumbre, todos se ubicaron en sus lugares y se sentaron.

-Buenos días chicos. El día de hoy… bueno, pensé que como ya llevamos varias lecciones adelantadas, podría darles las horas de mi clase libres. Todos pueden hacer uso de ellas como quieran, por el día de hoy solamente. – anunció la profesora con una sonrisa, dejando sorprendidos a todos, pero nadie dijo que no.

Muchos fueron saliendo de a poco del salón, dirigiéndose a los diferentes lugares de la escuela en los que podrían pasar un rato. Tenían 2 horas libres después de todo. Algunos se quedaron en el salón a terminar alguna tarea o repasar para alguna otra materia.

Alondra, Kate, Annie y Carolina se quedaron. Aunque no por mucho tiempo.

-Señorita Smith, necesito hablar con usted en la sala de profesores. - dijo Serena mirándola.

Aquello bastó para aumentar los nervios de la rubia.

En silencio, y ante la intriga de Alondra y Carolina, se levantó y siguió a la castaña.

Una vez que la profesora Serena y Kate salieron, Alondra, sin ganas de ver a Carolina con Annie, salió también.

Se dirigió a la biblioteca. Mejor pensar en cualquier cosa o enfrascarse durante ese tiempo en un libro que quedarse como idiota observando en silencio a esa pareja que cada vez que tenía cerca solo le daban deseos de lanzarse de un puente.

Iban en camino a la sala de profesores de ese colegio en completo silencio.

La rubia iba detrás de la castaña. Eso les daba a ambas algo de alivio. A Kate ya que así su profesora no podía verle la cara de nervios que traía, y al mismo tiempo la profesora Serena tenía la incomodidad grabada en el rostro.

Al entrar en aquella espaciosa habitación, la castaña cerró la puerta y le colocó el seguro. El lugar estaba completamente vacío ya que todos los demás docentes estaban dando clase.

- ¿Por qué me besaste Kate? - preguntó la castaña dándose la vuelta para verla de frente.

La rubia tragó saliva con dificultad.

-Yo profesora… digamos que me deje llevar por un impulso- respondió con sinceridad mirándola directamente a los ojos.

- ¿Un impulso? -

-Sí, verá… usted me gusta profesora Serena…-

En definitiva, la más baja no se esperaba aquella repentina confesión. Sus ojos se abrieron ligeramente más de lo normal y sus labios se separaron levemente.

Kate respiró profundo.

- ¿Yo te… gusto?, Kate, comprendo si en un principio has sentido por mí una especie de atracción, a cualquier estudiante le pasa al menos una vez sentirse así por un profesor, ya que es mayor, y esas cosas…- Kate la interrumpió.

Obedeciendo a un nuevo impulso, Kate olvido sus nervios. Al diablo con la pena o el miedo. Si ya estaba en aprietos, que fuera por una buena razón.

La rubia se acercó con rapidez a la más baja, hasta hacer que su espalda se encontrara con la pared, dejándola acorralada entre esta y su cuerpo.

-Créame que va más allá de una simple atracción física profesora. - dijo en susurro mientras acercaba sus rostros peligrosamente.

Serena no tardó en descubrir sus intenciones.

-Kate, eres mi alumna y no dejaré que…-

Pero nuevamente la de ojos azules no la dejo terminar de hablar.

Cerro la poca distancia que aún había ente sus labios y la besó. Esta vez de forma más seria y durante más tiempo en comparación con el día anterior.

Aunque trato de resistirse en un principio, Serena terminó correspondiéndole, su guapa e interesante alumna besaba bastante bien como para rechazarla en ese momento.

Aquel no era un beso precisamente tierno. El intercambio de saliva resultaba un tanto erótico para ambas, los movimientos de sus labios y el leve sonido que provocaban al separarse un momento y después continuar le daba algo de pasional a aquel encuentro.

Ese beso les provocó a ambas sensaciones extrañas. Algo que no habían sentido antes, y que deseaban experimentar muchas más veces.

Al separarse debido a su necesidad de respirar, Serena empujó a Kate, apartándola apenas unos pocos centímetros.

-Esto no puede volver a pasar Kate, soy tu profesora, soy una adulta y…- comenzó a decir Serena negando con la cabeza y colocando sus manos sobre sus labios.

-Y le gustó tanto como a mí, no lo niegue. Sé perfectamente todo lo que me dijo antes, pero a mí eso no me interesa. –

Serena se quedó en verdad sorprendida por la forma de actuar y hablar de la chica enfrente suyo. Durante las semanas que llevaba dándole clases a su grupo, ella siempre había sido más bien callada, seria, nada dispuesta a coquetos ni esas cosas. Lo notaba, había cientos de chicos y chicas en esa escuela que la seguían, pero Kate no les prestaba la más mínima atención.

Y ahora era como estar con una persona completamente diferente: atrevida, coqueta, seductora…

Quizá estuviera mal pensarlo, pero Serena le dio la razón mentalmente. Ese beso le había gustado y dejado ganas de seguir, tenía una hermosa chica delante, pero su sentido común no le dejaba lugar a dudas. Eso no podía repetirse.

Con toda la fuerza que poseía, la castaña volvió a empujar a la rubia, logrando apartarla lo suficiente como para escabullirse hasta la puerta de esa sala. Le quitó el seguro y se dio la vuelta para volver a verla de frente.

-No dirás nada de esto y yo asumiré que no ha sucedido. Esto que pasó aquí no se repetirá Kate. - y acto seguido salió dando un portazo.

Sin embargo, Kate sonrió.

“Oh no querida profesora… lo que sucede dos veces sucederá ciertamente una tercera…”

Con ese pensamiento y sonriente como raras veces, Kate abandonó el lugar en completo silencio. Ella era conocida por saber hacer un análisis de todo, controlarse y saber qué hacer en cada momento. Ahora tendría que planear su siguiente movimiento. Hoy había comenzado, tenía que seguir avanzando.

Unos Minutos Después…

Biblioteca.

No había pasado mucho tiempo, quizá media hora, que Alondra se encontraba en ese lugar, en un cómodo sofá, leyendo muy concentrada. Trataba de enterrar su mente en la historia de ese libro para dejar de darle vueltas al comportamiento de Carolina con Annie.

La pelirroja, hasta ese momento, siempre se había mostrado algo distante con la de ojos verdes, así que le daba curiosidad por qué el pequeño cambio. Tal vez era a causa de lo que le dijo o se lo había propuesto con anterioridad. Cualquiera de las dos opciones le preocupaba.

Seguía pensando en eso pese a seguir leyendo, cuando de pronto y de la nada apareció Kate ante sus ojos, asustándola.

- ¡Kate! ¡¿De dónde diablos has salido?!, ¡Me has asustado tonta! - le dijo mirándola algo molesta, pero se quedó extrañada la ver sonreír a la rubia.

Kate era una persona poco dada a sonreír, era común verla pensativa o curiosa, pero esa sonrisa…Alondra sabía que había algo tras ella.

-Tengo algo que contarte Alondra. Solo prométeme que no se lo dirás a nadie- le dijo aun sonriendo.

Alondra solo asintió con la cabeza. Más que curiosidad sentía algo de miedo.

Kate le contó acerca de su breve charla el día anterior con su profesora de historia, y de su reciente beso en la sala de profesores, dejando boquiabierta a la de ojos celestes.

-Tienes que ayudarme Al, no me importa que piense, pero ella al final terminara cediendo a su deseo. Solo necesito llevarla al límite necesario. - decía Kate con entusiasmo.

Alondra la miraba incrédula.

- ¿Quién diablos eres y que le has hecho a la verdadera Kate Smith? - preguntó con burla y sonriendo con diversión.

-Después de “desenamorarme” de Carolina nadie había logrado llamar mi atención de esa forma, por eso siempre me he mostrado algo fría con los que me cortejan. Hoy siento algo distinto Al, es una especie de deseo que nunca experimenté antes. Sabes lo raro que es en mí. -

La más alta entendió. No estaba segura de que fuera buena idea, pero… ¿Qué es la vida sin riesgo?

-Vale, te ayudaré. Pero ahora es tu turno de escucharme- dijo la pelinegra algo triste.

-Después de haberte ayudado a destruir y reconstruir tres habitaciones, allanar la escuela y robar una carta, escucharte será sencillo- Bromeó la rubia tratando de quitar un poco de la tristeza que le notaba.

Alondra le relató su “platica” con la pelirroja esa mañana. Kate la escuchó con atención.

-Primera, no debiste hacer eso. No conseguiste sino asustarla-Le dijo Kate con gesto serio.

- ¿Asustarla? -

-Imagina estar en su situación. Haberte enamorado de tu mejor amiga desde pequeña, sufrir que a causa de una tontería esa amistad se rompiera, pasar meses y meses tratando de volverte indiferente, de dejar de quererla de esa forma, y después ella venga de la nada y te bese, después te cele y por ultimo te diga que te ama. Es un lío mental y un drama inmenso. -

Alondra bajó la mirada. Como de costumbre, Kate tenía razón.

- ¿Alguna recomendación? - pregunto con tono triste aun mirando el piso.

-Solo deja de hacer todo a lo impulsivo. Y por el momento no te metas en problemas con Annie. -

La campanilla escolar sonó. Ya habían pasado dos horas, tenían otra clase.

-Vamos, tenemos que ir al salón, más tarde y con más calma hablaremos de todo esto- sugirió la rubia dirigiéndose a la puerta.

La pelinegra la siguió en silencio.

Alondra…

El peso de mis errores está por hacerme caer

Yo lo único que quiero es volver a ver

Esa sonrisa que me hace creer

Que este mundo no es tan cruel

 

Sé bien que soy impulsiva

Siempre arriesgué lo que más quería

Y ahora que siento la batalla perdida

Al fin mi mente acepta con una dulce agonía

Que encontré a la persona correcta en esta vida

Pero la estoy perdiendo por una vil tontería.

 

Ya no deseo ser la causa de su infelicidad

Pero supongo que si la quiero recuperar

Tendré que seguir sin claudicar

En la lucha por volverla a conquistar

Y eso al principio no le gustará.

 

Luna opaca, nubes grises

Son los elementos que encuentro en este escenario triste

Todo adquiere distintos matices

Todos oscuros y grises

 

Me odio por no pensar bien las cosas antes de hacerlas

Esa maldita manía mía de hacer todo a la carrera

Como si el mañana no existiera

Lastimando a quien no lo merece sin darme cuenta

 

Solo ella ocupa mis pensamientos

Solo sus hermosos ojos amatista me hacen ver un mundo nuevo

Pero comprendo

Que no la merezco

 

Sin embargo, luchare por tenerla de nuevo

Estaremos juntas pese a lo que el destino nos depare con el tiempo

Eso lo prometo…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Continuará...

 

Notas finales:

Y nos vemos en el siguiente capitulo, la tan esperada pijamada ^w^ 

Espero les haya gustado y me dejen como siempre sus hermosos reviews que respondere con todo el amor del mundo!!!!

Ya saben que: dudas, preguntas, criticas construcyivas, amenazas XD. yo respondo siempre con todo el gusto del mundo!!! 

Un beso y un abrazo del porte del universo!!!! 

Atte: Karmen Historia *-*/ 

 


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