Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Clavel por alliaries

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Espero que se encuentren bien,y les agradesco por aventurarse a leer la historia.

Notas del capitulo:

Saint seiya no me pertenece es propiedad de masami Kurumada 

Advertencia: este fic contiene ternura y palabras melosas.

La noche cayo con rapidez sobre el santuario, Aioria se encontraba en la casa de Cáncer hablando con Deathmask.

-¿Que dices me ayudaras?

-Aioria… ¿por qué  quieres mi ayuda? -el italiano miraba a su acompañante con curiosidad,

-No lo  sé-Aioria soltó una risa leve-me da pena pedírselo a alguien mas

-¿incluso a Aioros?

-Si -Aioria se detuvo soltó con pesadez una bocanada de aire, antes de continuar vio como el italiano recobro su posición inicial-además, tú también tienes que hacer una.

Cáncer meneo su cabeza y le dijo-Claro que no, yo no me uniré a sus juegos chantajistas

-¿Chantajistas?

-Claro-Deathmask veía como su acompañante se levantaba para sentarse a su lado-Si les entregan la corona en un acto público esas pobres chicas no tendrían  el valor suficiente para negarse a sus peticiones, no serias capaces de dejarlos en ridículo.

-¿Debo asumir que esa seria tu reacción?

-¡Por supuesto que no!-Deathmask cerro sus ojos y ladeo el rostro-solo estoy diciendo que…Deathmask abrió los ojos vio a Aioria y acto seguido  lo reprendió de manera divertida como si Aioria fuera un niño – está bien te ayudare pero deja de insinuar tonterías, oye Aioria-Deathmask dejo de ver al griego-¿A quién le darás la corona?

Aioria tardó en responder-Quiero que sea una sorpresa. ¿No tendrás problemas en ayudarme? recuerda que son para mañana.

-Pues sí, si quieres que te ayude solo debemos ir por algunas flores mañana.

-¡Genial!- vendré mañana a primera hora

En ese momento Deathmask tuvo una idea, es era una oportunidad única jamás estaría tan cerca de Aioria-Está bien, nos iremos mañana en la mañana.

Cuando Aioria se fue Deathmask se recostó en el sillón.

-En que momento termine así, ¿por qué?, ¿por qué me duele tanto, alejarme de Aioria?, creo que deje que se acercara mucho a mí, aunque ahora que lo pienso no fue Aioria quien me busco, yo utilice cualquier excusa para estar a su lado.

La noche fue tranquila solo el sonido de los grillos podría perturbar la calma que se vivía en ese momento, y así como llego se fue, los suaves rayos del sol cobijaban los pasos de los dos Santos que se dirigían a las zonas bajas de Grecia, donde crecen las más variadas y hermosas flores.

No es que no quisieran conversar, solo que a ninguno se le ocurrió que decir después del típico hola, como estas y muy bien. Si es fácil caer en la incomodidad del silencio, pero eso les daba tiempo para pensar no en un tema de conversación por supuesto, ese momento era perfecto para reflexionar, en especial para Aioria que recordaba  un fragmento de la conversación que había tenido con Aioros.

-¿Por qué no le dijiste?

-Quería hacerlo pero…pensé que sería mejor hacerlo mañana.

-Ya veo, te tomaste en serio la sugerencia de Atena, pero yo creo que tu serás el único en declarársele a otro caballero dorado, no te importara si comienzan a decir cosas ¿cierto?

-No, hace mucho dejo de importarme lo que puedan decir de mí.

-Está bien, tú sabes que te apoyo y si eso te hace feliz, siempre te apoyare.

Aioria, miro a su acompañante-oye, crees que podamos hacer la corona en el campo de flores, a si  puedes enseñarme a hacerlas, y así no corremos el riesgo de que se acaben.

-Está bien.

Llegaron al lugar indicado pero aun debían bajar por una pequeña loma.

-Bueno, espero que estés listo-Deathmask comenzó a descender de manera precavida.

-Si-Aioria sonrió, comenzó a descender, pero él no lo hizo con el mimo cuidado  que su compañero y termino por perder el equilibrio, y para su fortuna cayó sobre Deathmask, rodando el resto  del camino aterrizando en las flores.

-Oye gatito ten más cuidado-Deathmask trato de levantarse pues había quedado debajo de Aioria-Aioria creo que ya puedes quitarte-el italiano se sorprendió, cuando intento levantarse Aioria lo detuvo-¿Aioria?-se sentía extraño el joven león acaricio su  cabello  y comenzó a acercarse a su labios-Aioria…-estuvo a punto de ceder, pero dudo no creía que fuera posible, hizo un último intento y logro separarse de Aioria-será mejor que comencemos-peino su cabello y giro su rostro. Aioria sonrió pudo notar un leve sonrojo en el caballero de Cáncer.

-¿Qué tipo de flores usaremos?-Aioria se sentó, procurando quedar frente  a su acompañante.

-No sé, ¿Qué tipo de flores le gustan a la chica a la que se la vas a dar?

-No le pregunte.

-Bueno si lo deseas podemos hacerla con muchos tipos de flores.-Cáncer, comenzó a escoger las flores para ayudarle a Aioria, se detenía para que el joven león siguiera sus instrucciones, al hacerlo un grato recuerdo lo abordo, dejándose notar en su ligera sonrisa, acción que no pasó desapercibida por Aioria.

-Es una buena idea, ¿Cómo aprendiste a hacer esto?, me sorprende que alguien como tu sepa hacer este tipo de cosas.

-¿Alguien como yo?

-¡No me malinterpretes!, solo digo que con tu carácter…no pensé que fueras cercano a este tipo de  actividades, leíste algún libro o…

-Mi madre me enseño.

-Oh, ya veo ¿era maestra?

-No, mi madre siempre quiso tener una hija, ya sabes para enseñarle todo esto-una ligera sonrisa se dejó escuchar por parte del italiano-parece que el haber tenido un hijo no le molesto, porque mi madre me trato como la hija que no tubo.

-Me alegra que lo hiciera, gracias a eso pudiste enseñarme-Aioria, dudo en preguntar algo que le rondaba en la mente desde ya  hace mucho tiempo, claro que esta duda comenzó en el momento de su resurrección hace algunos meses.-dime una cosa, no te parece extraño que te sigamos llamando Deathmask, digo si a ti te gusta está bien pero, ¿no te gustaría que te dijéramos por tu verdadero nombre?-pregunto el león, ansioso de recibir una respuesta afirmativa.

-Ya lo había pensado, pero luego pensé que sería algo extraño, llevo tanto tiempo  sin usarlo, casi he olvidado como suena mi nombre en labios de otra persona.

-Déjame recordártelo-la voz de Aioria era cálida, como la sensación que despertaba en el hombre frente a él cada vez que lo veía con esos ojos esmeralda.

Deathmask suspiro, abrió lentamente su boca dejando escapar el nombre que su madre escogió para él cuando lo tuvo por primera vez entre sus brazos-Dane.

-Dane-un susurro, eso se escuchó, Aioria se acercó delineo con suavidad el rostro del caballero de Cáncer-tienes un nombre muy hermoso.

-Aioria-Dane cubrió la mano de Aioria con la suya-¿Por qué has estado actuando así?

-La verdad quería esperar hasta esta noche pero, ya no puedo resistir más. Deathmask…digo Dane, te amo, no me preguntes como sucedió, porque ni yo he llegado a comprenderlo, solo sé que lo siento y quería decírtelo esta noche…poniendo esta corona sobre tu cabeza para ver como las flores resaltaban sobre tus bellos cabellos azulados, pero no podría hacerlo, quiero saber que flores te gustan, para que ese momento sea perfecto.

Dane, que desde ya hace un tiempo había dejado de tocar la mano de Aioria, se sorprendió, no esperaba que Aioria tuviera ese tipo de ideas sobre el-Sabes mi madre…ella siempre tuvo muchas flores, le encanaban, todos los colores, todas las clases, todos los aromas. No existe una sola flor que pudiera escapar de pasar por nuestra casa, bueno solo una.

-¿Cuál?

-Los claveles, mi madre nunca tuvo claveles, ella decía que esas flores eran para los muertos, aunque yo no pensaba eso, ¿cómo podemos creer que tenemos el derecho de asignarle a una flor su utilidad? , Rosas de amor, Girasoles de felicidad. Todo está fuera de lugar, una flor es una flor, hermosa y digna de admirar. Es por eso que me gustan los claves, esas flores no ven más que lapidas  grisáceas, no  sienten algo diferente a las lágrimas que se deslizan como falso roció sobre sus pétalos, y solo parecen atraer  la energía de una tristeza desbordante , la perdida , el llanto, el temor  a recibirlas-Dane hizo una pausa en la reflexión  que había empezado. -Aioria, ¿Crees que alguna vez sintieran la energía del amor?, ¿la felicidad que le producen a quien las reciben?

Aioria veía con atención a su compañero, no sabía que aquel hombre pudiera hablar con tanto afecto sobre una flor…no, no era por la flor, no era por apreciar lo que los demás desprecian, era el recuerdo…el recuerdo de su madre.-Si deseas claveles, tendrás todos los que quieras.

El silencio se apodero de la escena nuevamente, pero esta vez no era incomodo, la calidez había aparecido en sus miradas y se dejaba ver en sus sonrisas.

En una bella noche, como todas las que cubrían al santuario los caballeros dorados hacían gala de todos sus encantos, charlando con los invitados al festejo que había preparado Atena, ella pensaba que sus caballeros necesitaban una compañera, para hacer su vida más agradable, así que desde hace un tiempo les permitía cortejar a las mujer, ella defendía al amor y sabía que eso les faltaba a sus caballeros, no solo a los dorados, pronto le daría ese lujo a todos sus guerreros.

La forma en la que debían confesar sus sentimientos era peculiar, ponerle una corona de flores, esa era la señal que le daban a su Diosa para que ella supiera que ya habían encontrado a su pareja.

Deathmask, que ya le había indicado a su Diosa que no deseaba formar parte de ese “encantador momento” como lo llamo la joven, llevaba una bandeja en la que estaban todas las coronas, sonrió al percatarse  de que eran un desastre, coloco la que él había hecho, y se acercó a su amigo  Afrodita que sería el primero en confesar su amor a una hermosa joven. Y a si uno a uno  sus compañeros tomaban la mano de una mujer y pasaban a la pista de baile para bailar al son del piano y los violines. Aioria fue el último.

-Oigan, ¿no quedan dos corona en la bandeja?-La pregunta de Camus, causo que sus compañeros notaran ese detalle.

-A lo mejor Deathmask se animó a hacer una-Respondió  Aldebarán quien mientras hablaba con sus compañeros, hacia girar a su compañera.

-Les quedaron muy lindas-Aioros estaba impaciente pues él ya sabía lo que iba a hacer su hermano, lo que aún no le quedaba claro era si Deathmask le iba a corresponder.

-¿A quién se las darán?-Milo que hasta el momento solo había escuchado sin prestar atención a las flores en la bandeja, hasta que Aioros menciono que eran lindas, las veía, preguntándose quienes serían las elegidas.

-Talvez Aioria se la dé a Marín-Shura con un sutil movimiento de cabeza le indico a sus compañeros que  dirigieran su mirada a la guerrera, que al parecer estaba algo emocionada la ver como Aioria tomaba la corona, notaron como sus otras compañeras le deban palmaditas en la espalda como felicitándola.

Cosa que no duro mucho, con sorpresa vieron como la joven abría los ojos con sorpresa los presentes murmuraban cosa, dirigieron su mirada al caballero de Leo, quedando perplejos ante aquella escena. Aioria había escogido a Deathmask, eso no lo esperaban.

-¿Cómo es que?-Saga trato de preguntar pero  la verdad, ni siquiera sabía que decir.

Mayor fue la sorpresa de los presentes al ver como Deathmask correspondía a Aioria poniéndole a él una corona de flores. Acto seguido se acercaron a sus compañeros para acompañarlos en el baile.

-¿Soy el único que piensa que esto es extraño?-fue la sencilla pregunta de Milo, quien no tardo en escuchar una respuesta por parte de Shaka.

- ¿Extraño?, ¿Por qué iba a ser extraño?, Milo vivimos en un mundo  que se desangra con violencia, ¿Por qué han de parecernos extraños las muestras de amor?

-No es eso, solo que no me esperaba esto de esos dos.

-Sí, si me lo hubieran preguntado - Saga tato de alivianar el momento con algo de humor- yo habría dicho, que Deathmask le hubiera dado esa corona a Afrodita.

-¡oye!-respondió el Santo de Piscis.

Los santos rieron y con esa misma sonrisa recibieron a sus compañeros. Una velada grata estaba a punto de terminar, la fiesta había terminado satisfactoriamente, Aioria que aun deseaba compartir un tiempo con Dane, lo llevo hasta el campo de flores.

-Me alegra que me hayas correspondido.

-No tienes que agradecer nada, te amo, y me alegra que tú también lo hagas.

Se encontraban recostados en el campo de flores, viendo las estrellas.

-Aioria, tengo un poco de sueño-Deathmask, sintió como Aioria lo acercaba a su pecho, para que pudiera descansar en él.

-Entonces duerme-Aioria se levantó abrazando a Dane.

-Aioria, ¿vamos a regresar ya al santuario?

-Si lo deseas sí, pero antes-Aioria recostó a su compañero retomando la posición en la que habían caído aquella tarde. Y al fin, por primera vez se besaron, con todo el amor que habían acumulado por tanto tiempo. Pero Deathmask, con cierto temor  a que aquello fuera más lejos sin estar preparados, se separó de Aioria.

-Aioria-Deathmask se sonrojo al pensar en lo que estaba a punto de decirle al León-mira no es que no te quiero solo que…no me siento preparado, para que tu…tu estés dentro de mi.-Dane sintió como Aioria tocaba su rostro.

-Me estás diciendo ¿qué me dejarías estar dentro de tu calor?-Aioria deslizó su mano por el cuello de Cáncer hasta posarla en su pecho.

-Nada me haría más feliz, solo que nunca he hecho eso con nadie, no sé si me dolerá.

-Mientras estés conmigo nunca deberás pensar de nuevo en el dolor o la tristeza, yo te cuidare y amare con toda la fuerza de mi corazón, nunca te hare deño ni permitiré que alguien más lo haga, aceptaste estar conmigo, ahora eres mío.

-No es así Aioria-Deathmask abrazo al león-una relación no se basa  en propiedad, sino en unión, en saber que  ese amor no te abandonara, porque yo no pienso hacerlo, no te diré que me perteneces, porque eso incluiría tu vida, y yo no deseaba poseerla, quiero que la vivamos juntos.

-A si será, compartiremos nuestra vida-beso con suavidad el cuello de Deathmask, se levantó y extendió su mano para ayudar al caballero de Cáncer a levantarse.

Regresaron al santuario tomados de la mano, subieron hasta el templo de Aioria y se fueron a dormir.

-Tu cama es muy cálida -Dane se acomodó mejor abrazando a Aioria.

-No siempre fue así, estoy seguro  que ese calor es gracias a tu compañía.

Deathmask sonrió, y así juntos esperaron a que llegara un nuevo día.

Porque Aioria había encontrado  a un hermoso claven, pero a diferencia del resto no permitiría que las lágrimas cayeran en el o que la tristeza lo invadiera, porque para él cada momento con Dane estaría colmado de la mejor felicidad.

 

                FIN.

Notas finales:

Gracias por leer que tengan lindo día.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).