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~~Come Back~~ por ignis

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Notas del capitulo:

Heme aqui escribiendo un Elricest...O.O si, escucharon bien un ELRICEST, puro y solo, ninguna otra pareja...y saben otra cosa...NO ES UN POV Ô.Ô, como lo hare?? (si, hare porque mi mente esta en blanco xDD) no sé, sólo sé que tengo una cacion no deprimente Oo, estoy a la mitad de un fic deprimente y acabo de ver un dou AlxEdxAl que me hizo llorar (maldita sea todo el primer capitulo es recordar la jodida muerte de Hei TT^TT) pero a la vez me mato xDDD fue tan lendo >^<

En fin, ya sin más presento lo que creo sera un fic Oo??...sin inspiracion asi que mejor no mas lean esto y ya no lean el fic, o mejor, se hubieran saltado las "notas del autor" y desilucionadose con el fic xDD

Aclaraciones como siempre:::

Negritas lo que dicen ^-^

" " <---- pensamientos anteriores (lo que dijeron hace tiempo)

Eso es todo segun yo...dudas, aclaraciones, correcciones, deseos de muertes, reportense con Ignis ;D (o dejen review xDD)

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****Come Back****

by::

Ignis :3

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Todo había acabado, las batallas, los infortunios, los altibajos, el deseo de "una vida normal" se haría realidad para Edward Elric, su hermano se encontraba a su lado, oculto en una armadura, vaya susto que le dio verlo salir de repente, pero un gusto mayor se apodero de él, por fin estarían juntos, no en su mundo, pero que importaba eso, el caso era estar con él...su única razón de vivir...

Pero Dios no perdona a los pecadores, Ed cruzó un límite, y la sombra de la culpabilidad lo seguía a todos lados, la felicidad de sentir a Al a su lado se esfumó en un abrir y cerrar de ojos, miró a Noah, sus piernas, la dilatación de sus pupilas no se oculto, lágrimas comenzaron a salir, Heiderich, sin vida...por su culpa...

"Un disparo directo, lo recibió cuando hizo despegar el cohete, lo siento Edward-san, cuando lo encontramos ya era muy tarde..."

Las palabras del oficial Hughes sólo ocasionó más depresión para el ex-alquimista, le cumplió su capricho, le permitió ver de nuevo a su hermano, le devolvió el sentido a su vida, le dio felicidad a costa de su aire, de su respiración, de su alma...

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Varias semanas habían pasado desde el entierro del joven ojiazul, las impresiones de Alphonse Elric no acababan, la tecnología que presentaba ese mundo lo dejaba maravillado, simplemente era impresionante, sin duda soportaría la perdida de la alquimia rodeado de todas esas complejidades, pero lo más importante era estar al lado de Ed, que más daba saber que en ese lugar la alquimia era ciencia muerta, su ciencia se volvería Edward, era su nuevo mundo, su vida, su universo, su todo...pero el ojidorado no reaccionaba, el sentimiento de haber acabado con dos vidas inocentes en ese mundo lo acosaban día y noche...

"Nii-san, no es tu culpa, el destino..."

No, el destino no era una excusa, el Edward de Londres, el Alphonse de Munich, era su culpa y su hermano lo sabía, pero quería animarlo...el menor sentía rechazo, las depresiones de Edward lo alejaron más de él, pareciera como si estuvieran separados ya no por un mundo, si no por miles de ellos...

Al había hecho de todo para recuperar a su hermano original, incluso corto su larga cabellera marrón para intentar tomar presencia del difunto, pero esto solo causo mayor culpabilidad para el rubio...

"No quiero que seas él Al"

"Pero tu lo buscaste a él pensando en mi nii-san, ¡Yo puedo ser él si tu lo quieres!"

"No Al, no lo quiero..."

Tenía que ser fuerte, había encontrado la forma de ver a su hermano mayor de nuevo, aún separados por la nada, con mayor facilidad debía sacarlo del abismo en donde se encontraba, pero, ¿Cómo?

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-Nii-san...¿Me odias?

La pregunta por fin salió de las entrañas de Al, tuvo un efecto de exaltación para el ojidorado, la manera tan directa y dolida en la que al pequeño la daba, lo tomo por sorpresa...

-Aru...¿Por qué me preguntas eso?-giró su cuerpo para encontrase con la mirada del castaño frente a su cama...

-Lo haces...-el menor bajo la mirada evitando que lágrimas salieran-, me odias por el intercambio equivalente...Alphonse...

-Heiderich murió por mi...no intentes culparte...jamás te odiaría...-se incorporó tomando asiento en la esquina de la cama.

-Nii-san...-se arrodilló ante el mayor, el cual posó su mano mecánica sobre su cabeza.

-Al, di mi brazo por ti, incluso estuve dispuesto a dar mi vida, jamás te odiaría, eres lo más importante...

-Ni siquiera soy capaz de recuperar tu brazo...

-Eso no me importa...tengo otro...-con su mano izquierda acarició la mejilla de su interlocutor haciendo que levantara el rostro.

El menor tomó entre sus dedos la mano posada en su cara, cerrando los ojos y apegándola más a él.

-Esta tibia...-susurró-, nii-san, por fin puedo tocarte...eres tan suave...

-Al...-el rubio se tornó algo rojo por el comentario, no lo podía ocultar, el también había estado anhelando una caricia de su hermano...

-Nii-san...quiero que seas feliz, no quiero verte deprimido, al contrario, quiero que muestres esa sonrisa que recuerdo...no importa lo que tenga que hacer...quiero verte sonreír...

El ojidorado tocó el rostro del pequeño con el suyo propio, ambos cerrando los ojos, el anhelo de sentirse nuevamente se volvía realidad, después de tantos años...

Edward buscaba más que un toque, disimuladamente fue acercando su boca a la del menor, sorprendiéndose al notar que su hermano tenía el mismo plan, sin esperar más lo tomó del mentón besando por primera vez los labios que deseó desde hace más de cinco años...

Al rodeó a su amante al sentir el contacto de sus bocas, fue un beso inocente y rápido, separándose lo más pronto posible, se miraron unos segundos ambos sonrojados. El menor tomó la iniciativa tumbando boca arriba a su hermano para después recostarse en él y así unir de nuevo sus labios, esta vez permitiendo que el ojidorado penetrara en su boca en busca de la lengua...

El inocente beso se desvaneció tan rápido como llegó, pronto evolucionó a uno apasionado, húmedo y demente, la lucha entre las lenguas que se llevaba acabo, ya no en el interior del menor, si no al aire libre acaloraba más el ambiente.

La falta de oxigeno separó las bocas de los hermanos, pero los cuerpos eran otra historia, ambos se excitaban más al sentir la entrepierna reaccionante del otro sobre la suya propia, la ropa ya no era un bien necesario, se había convertido en un maldito estorbo...

Lo más rápido que pudo Alphonse se liberó de su chaqueta negra comenzando a despojar a Ed de su chaleco y camisa a la par, sus miembros estaban urgidos, tantos años reprimidos, querían vivir el momento lo más antes posible...

Al descendió al cuello de su hermano, saboreando el dulce sabor de la piel, dejando una que otra marca roja, excusándose con un "es mi símbolo de propiedad", siguió besando a Ed, a la vez que este, con movimientos algo torpes, lo despojaba de su pantalón y el mismo se deshacía de su prenda quedando en paños menores los dos.

El alquimista de acero comenzó a jadear en el momento en que su hermanito se divertía con sus pezones, los mordía y jalaba a su merced, poniéndolos a ambos erectos, Edo jalaba mechones de cabello con desesperación, era un placer impresionante, simplemente amaba a ese niño, cómo era posible que toda su vida dependiera de él, otro misterio de su ya no tan patética existencia.

El menor dejó de besar el cuerpo del mayor para olfatearlo, cual perro busca comida...

-Aru, ¿qué haces?-preguntó el rubio impactado por el cosquilleo que el aliento causaba en su cuello.

-Hueles muy rico, nii-san, extrañaba tu olor...

El ojidorado tomó asiento frente al castaño, tomó entre sus manos el rostro de su hermano...

-Yo te extrañaba a ti, Aru...

Lo beso tiernamente, recorriendo con sus manos el vientre desnudo ocasionándole escalofríos a causa de la extremidad metálica.

-Nii-san...

El mayor se aventuró en el interior del boxers de Alphonse, encontrando el erecto miembro de este, al rodearlo con su mano quedó atónito...

-Aru, eres un fenómeno...

-¡Nii-san, no me digas esas cosas!-respondió el menor tiñendo sus mejillas-, esto se debe a que yo ¡sí tomo leche!

-¿Qué insinúas...?-preguntó Edward insultado.

-Tú empezaste, nii-san.

-Te enseñaré que la leche no tiene nada que ver.

Ed empujó al ojimiel recostándose ahora sobre él, descendiendo por su tronco dejando un camino marcado con su lengua y parando al encontrarse con el bóxer, rápidamente lo quitó de su paso para besar la GRAN "masculinidad" de Alphonse.

Al no reprimió sus gemidos cuando su hermano se introdujo todo su miembro a la boca, masajeándolo con sus labios y acariciándolo con su lengua, era un placer reprimido, lo que lo hacía más que delicioso.

-¡Nii-san...Nii-san!-el menor de los Elrics se retorcía sobre las sábanas enrollándoselas entre los dedos.

Al escucharlo, Ed apresuró su juego oral, le encantaba como Al gemía su nombre, simplemente lo enloquecía y excitaba de más, cosa que en ese preciso momento no sobraba en lo absoluto.

Su respiración agitada, sus ojos humedecidos y entreabiertos, sus mejillas rosas, mordía su labio inferior con la meta de no hacer tanto ruido, pero tener al rubio entre sus piernas hacía de esa, una misión imposible.

-Nii-san, me voy...me voy...¡Ya!

Edward detuvo el trabajo, levantándose para encarar al pequeño...

-¿Y a dónde vas?-cuestionó burlón.

-No es momento de bromas, nii-san.

De nuevo el ojidorado se entrometió en la boca del menor, tenía un sabor delicioso, su subconsciente le rogaba por tomarlo, además de que era la táctica para empezar una nueva aventura.

Su mano humana fue acariciando cada centímetro de la columna vertebral de Al, haciendo cosquillas y causando escalofríos en partes desiguales, pero con un sólo propósito, descender y descender.

-¡Nii-san!, ¿¡Qué haces!?-sentir un intruso moverse en su cavidad inferior sobresaltó a Al.

-Shh, tranquilízate, todo está bien-el mayor lo silencio con otro beso, este interrumpido por un gemido de dolor-placer debido a que un segundo dedo invadía el cuerpo del ojimiel.

Cuando el tercer dedo entró al movimiento de los otros dos, Al sólo sentía placer, ya nada de dolor, y la compañía del masturbar que proporcionaba su hermano hacía que ese sentimiento desapareciera de sus pensamientos.

Con paciencia el ojidorado sacó sus dedos para posar frente a la cavidad del menor su erecto pene, no aguantaba las ganas de poseer por fin a su hermanito, era un deseo que comenzaba a ver como imposible, pero con fé y esperanza todo se puede lograr.

-Nii-san, ¿me dolerá?

Edward miró tiernamente a su amante, acarició su flequillo haciéndolo para atrás y con una sonrisa en el rostro sólo se limitó a contestar con tres palabras...

-Confía en mí...

Lentamente fue introduciéndose en la entrada del castaño, el cual empezaba a enterrar las uñas en los hombros de su hermano, era placenteramente insoportable sentir algo así, lágrimas salieron de sus ojos por efecto de la última embestida, todo el miembro de "Hagane no" se encontraba ya dentro de él.

La tranquilidad invadió el cuarto, fue hasta que Al rodeo las caderas del rubio para que este comenzara lentamente.

La respiración aumento.

Al pedía más, Ed con gusto se lo daba.

Quejidos.

Besos húmedos se apoderaban de labios y caras.

Jadeos.

Las hiperactivas manos de ambos hermanos inspeccionaban el cuerpo del contrario.

Gemidos.

El mayor masajeó el miembro del menor al compás de sus embestidas formando una maravillosa armonía.

El sudor, la saliva, el viento, el calor, todo era perfecto, todo era una maravilla del mundo, se sentía con éxtasis, era amor de verdad, un amor prohibido, pero ya eran pecadores, no tenían anda que perder.

La cama resultó ser muy pequeña para los movimientos tan bruscos que hacían, por lo que ambos, en dueto, terminaron vaciándose en el suelo, Ed en el interior de su pequeño hermanito y Al en el pecho de su idolatrado hermano.

El cansancio evitaba que los dos recuperaran su respiración, el castaño se acomodó junto a su amante, recostándose en su pecho, mientras que el mayor jaló la sábana de la cama para cubrir sus cuerpos desnudos...

-Nii-san...¿lo extrañas?

-¿Mmmh?-Edward estaba cayendo en el sueño, era un placer poder dormir en esa posición.

-A Heiderich...¿lo extrañas...aún?-el menor ocultó la mirada en el abdomen del ojidorado, tenía miedo a escuchar la respuesta que lo haría miserable de por vida, pero quería una respuesta honesta.

-Siempre lo extrañaré, Aru...-respondió fríamente el mayor con la mirada perdida en el techo-, pero si me dieran a elegir entre tu y él...él siempre será plato de segunda mesa, al igual que todo el mundo...incluyéndome...eres lo más importante.

-Nii-san...te amo...-cerró sus ojos para poder dejarse llevar por el sueño.

No hubo respuesta alguna de Ed, simplemente la acción de besar la frente de su hermanito, eso indicaba más que mil palabras...

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Fin!!! ^0^

Oo Ok, la bendita canción que estuve escuchando cuando lo escribía nada que ver xDDD, pero de todas formas ahi quedo mi lemon xDD, como siempre una basca, ._. y peor ahora que mi mente estaba en blanco pero tenía que hacerlo...

Arima!!! si alcanzaste a leer esto es para TUUUU!!!! ^0^ (no se me ocurrió ningún epílogo para el fic de "¿¡Quién como tú!?" así que hize esto xDD) mucho cariño y mucha suerte en tu viaje y operación!! Ò0Ó recuerda que en alma estare contigo!! TT^TT y Aru igual TT^TT

Etto, eso es todo, gracias por leer, dejen comentarios si no tienen nada que hacer (Oo porque hoy ando rimando todo!!! >^<)

TT^TT no saben cuanto sufri al hacer esto...>^< Hei murio!!! asi que con su permiso *se corta las venas* ire contigo amor mio!! *-*

Kissus!!!

P.D.

¬¬UU Titulo...yo que se amo el ingles xDDD *continua con su trabajo venal*


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