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Persiguiendo Sueños por DanyNeko

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Notas del capitulo:

Ni Pokemon ni Yu-Gi-Oh! Me pertenecen, son de sus respectivos creadores Satoshi Taijiri y Kazuki Takahashi. Yo solo los utilizo y junto en mis locas ideas de fan-girl-medio-fujoshi xD.

Morty regresó a su pokemon con una sonrisa satisfecha ─diste una gran demostración Gengar… pero admitiré que ellos lo hicieron mejor ─miró a Bakura quien abrazaba a sus dos pokemons.

─Creo que… encontré lo que estaba buscando ─musitó Ryou, viendo a Bakura con una sonrisa complacida.

-o-

─Felicidades por tu victoria en el gimnasio Iris ─Ryou se acercó con una pequeña caja en manos, sonriéndole a Bakura con algo de coquetería.

Morty venía con él, tomó algo de la caja en manos de Ryou y se lo ofreció a Bakura ─la medalla Niebla, símbolo de tu victoria en mi gimnasio ─se la entregó.

─Gracias ─la tomó e hizo una pequeña reverencia ─chicos ¡ya tenemos nuestra cuarta medalla! ─celebró junto a sus pokemons. Para su sorpresa los niños que estaban en el salón le aplaudieron a lo que Bakura, algo apenado, se llevó una mano tras la nuca con una risilla nerviosa.

─ ¿Cuánto falta para que termines tu clase? ─le preguntó Ryou al rubio.

─Unos diez o quince minutos.

─ ¿Quieres que lleve a tus pokemon con la enfermera Joy? ─ofreció.

─Claro, gracias Ryou ─le pasó las tres pokeballs ─no te entretengas mucho por ahí ¿sí? ─le dio un beso en la frente.

─No es nada ─luego infló las mejillas ─y no soy un niño pequeño Morty ─lo regañó ─vamos Glaceon.

─Ven Zoroark, tenemos que llevarte al centro pokemon, tú y Frillish necesitan atención ─Bakura lo llamó a su pokeball ─ ¿te importa si te acompaño? ─le dijo al menor, tomando a Umbreon en brazos.

─Para nada ─le sonrió a lo que Bakura empezó a caminar a su lado. Así ambos salieron del gimnasio ─debo admitir… ─dijo de pronto ─que eres muy bueno, esa fue una gran batalla.

─Ahh, muchas gracias ─sonrió de lado ─entonces… ¿tu novio no se molestará porque te esté acompañando? ─preguntó casual.

─ ¿Novio? ─Ryou parpadeó extrañado ─ ¿de qué hablas?

─ ¿No eres pareja de Morty?

Ryou soltó una risilla que descolocó al mayor ─no, Morty no es mi novio ─aclaró ─es un chico coqueto y nos tenemos confianza pero no tenemos una relación y realmente no está entre mis planes ─le sonrió ─no me gusta y no creo que yo le guste de esa manera ─Bakura asintió ─ ¿qué hay de ti? ¿Tienes novio o novia? ─curioseó con algo de coquetería.

─En realidad no ─respondió ─no eh conocido a la primera persona que logre llamarme la atención de esa forma ─levantó el mentón.

Ryou sonrió, entrecerrando sus ojos en él “así que eres un chico difícil… bien, serás mi próxima meta” pensó con una risilla para sus adentros ─entonces ya tienes cuatro medallas de Jotho ¿no es cierto? ─Bakura asintió ─ ¿A dónde iras ahora? Ciudad Olivo es la más cercana con gimnasio ─le dijo mientras se acercaban al centro pokemon.

─Antes tengo que hacer un favor a alguien e ir a… ─hizo memoria ─ ¡Pueblo Primavera! A por un encargo ─Ryou parpadeó extrañado ─ ¿sucede algo?

─ ¿A Pueblo Primavera, dices? ─Bakura afirmó ─es donde yo vivo ─le informó.

Ahora fue Bakura el que parpadeó extrañado ─ ¿es enserio?… Vaya, pues qué suerte eh tenido, debo ir con el profesor Hopkins, me lo pidió Pegasus.

─ ¿El Profesor Pegasus? Eh escuchado al prof. Hopkins mencionarlo alguna vez ¿vienes de Unova? ─consultó.

─Sí.

Ryou saludó amablemente a la enfermera Joy, pasándole las pokeballs de Morty, mientras Bakura entregó las de Frillish y Zoroark. El menor se le quedó mirando a su semejante unos momentos y luego asintió para sí.

─Entonces… ¿Qué te parece si vienes conmigo a Pueblo Primavera? ─Bakura se giró a verlo. Ryou se llevó las manos tras la espalda, retorciéndolas con nerviosismo ─tengo que regresar pronto y… etto, no me molestaría algo de compañía ─dijo sin mirarlo, empezando a caminar hacia un sofá frente a la cristalera de la puerta que daba al patio trasero, para sentarse ─de hecho, estoy cansado de viajar solo ─miró hacia el cielo, acariciando la cabeza de su Glaceon, sentada en su regazo.

Bakura se ruborizó ligeramente ¿viajar con él? Se sentó a su lado y Umbreon se acercó tímidamente a Glaceon, la tipo hielo movió su cola suavemente, acariciando el rostro del tipo siniestro, luego se sentó a su lado, recargándose en él.

─Pues creo que a nuestros pokemons les ha agradado la idea ─rio Ryou ─tu Umbreon es muy lindo ─le acarició la cabeza al tipo siniestro.

Bakura llevó un brazo al respaldo del sofá, moviéndose para acercarse más al menor, llegando a tocar el cabello del otro con sus dedos ─ ¿viajar contigo?... Me encantaría ─le sonrió de lado, rozándole la nuca con sus dedos.

Ryou se estremeció un poco y sus mejillas se tornaron rosadas; le sonrió a Bakura, mordiéndose apenas el labio inferior, provocando en el mayor el deseo fugaz de probarlos.

-o- En Sinnoh

Yugi se despertó cuando algunos rayos del sol poniente le pegaron en todo el rostro, se removió un poco en su lugar intentando acomodarse para seguir durmiendo hasta que se topó con un trabajado pecho cálido en su frente lo que lo obligó a abrir los ojos solo para encontrarse con el rostro durmiente de Yami, sus orbes amatistas casi se salen de sus cuencas al darse cuenta de que estaba acurrucado en el pecho del oji-vino, con uno de sus brazos por sobre su cintura y el otro bajo su cabeza como almohada.

Las mejillas casi le estallan por la sangre que se acumuló en ellas.

El corazón se le agitó de repente ─ ¿Ya-Yami? ─susurró.

El mayor empezó a despertar ─Mmm… ─abrió los ojos ─hola ─susurró con una pequeña sonrisa.

─Ah ¿hola? ─parpadeó confundido por la actitud del mayor.

─ ¿Qué tal dormiste, Yugi?

─Bien… eh, disculpa si te incomodé ─se encogió en su sitio.

─Para nada, también me eh dormido un buen rato ─le calmó, mirándole a los ojos ─ ¿tienes hambre? ¿Quieres ir por algo de comer? ─le propuso.

─Claro, me encantaría ─le sonrió ─ ¿te apetecen hamburguesas?

Yami soltó una risilla ─me has leído la mente ─en un movimiento inconsciente se acercó a rosar su nariz con la del oji-amatista antes de levantarse. Yugi se quedó algo pasmado ante su acto pero le siguió.

Ambos regresaron a sus pokemons -que seguían dormidos- a sus pokeballs y fueron a la zona restaurante del Centro Pokemon.

─Entonces… ¿Entrenaras para volver a retar a Fantina? ─preguntó el menor de forma casual antes de darle un mordisco a su hamburguesa.

Yami apretó un poco su vaso de malteada ─sí ─afirmó con seriedad, bajó su vaso y miró a los ojos al menor ─ ¿querrías ayudarme? ─Yugi le miró también serió ─creo que eres un buen entrenador y tienes una increíble relación con tu equipo ─admitió, algo muy inusual en él ─además conoces a Fantina y su estilo de lucha… creo que…

─No voy a revelarte las tácticas de Fantina si eso es lo que piensas ─advirtió de una, cruzándose de brazos.

Yami negó ─no te pido eso ─aclaró ─pero pienso que podría mejorar mucho, entrenando contigo ─se sinceró.

Yugi lo escudriñó con los ojos unos instantes, finalmente relajó su tez ─si es eso, estaré encantado de ayudarte Yami ─tomó un sorbo de su malteada y le sonrió dulcemente, ladeando su cabeza un poco.

Yami no pudo contener el ligero rubor de en sus mejillas.

Siguieron comiendo con tranquilidad, hablando de cualquier cosa, sencillamente compartiendo su compañía de la forma más natural y agradable para ambos.

─Yugi ─irrumpió la enfermera Joy, un rato luego de que los dos tricolores terminaran de comer y simplemente estuvieran intercambiando algunas anécdotas.

─ ¿Qué sucede Enfermera Joy?

─Es el Gyarados Rojo ─dijo en voz baja ─ha despertado y está algo agitado.

─Vamos a ver ─se levantó Yami, con expresión preocupada.

─Sí ─Yugi le siguió.

Caminaron hasta un costado del centro pokemon donde había una especie de piscina en la cual se hallaba el Gyarados rojo, visiblemente anestesiado pues trataba de pelear pero se le notaba cansado y algo aturdido.

Estaba tratando de usar la hidrobomba cuando se acercaron los tricolores ─ ¡Gyarados, alto! ─le detuvo Yugi, corriendo hacia él ─Tranquilo, no te esfuerces mucho o te harás más daño ─le dijo tratando de calmarlo aunque Gyarados seguía rugiendo ─ ¿te acuerdas de mí? No te haré daño, prometo que estas en buenas manos pero cálmate y déjate curar ─le habló suave, Gyarados se calmó un poco pero dirigió su vista a Yami ─ ¿estas molestó porque te capturaron? Lo hicimos por ayudarte ─Gyarados bajó al nivel del agua y Yugi le acarició la cabeza ─Yami, ven acércate ─lo llamó ─tú lo atrapaste, él necesita de ti.

─Lo siento si te hice sentir mal de alguna manera, solo quería ayudarte ─le dijo el oji-vino, acercándose con cautela ─has pasado un mal rato y no creas que eh querido aprovecharme de eso ─le acarició la cabeza ─ ¿cuando estés curado podríamos tratar mejor esto? ─se miraron a los ojos unos instantes, hasta que el Gyarados se calmó, dejándose hacer.

─Ya está mejor ─dijo Yugi.

─Sí, debo darle esta medicina ─dijo la enfermera, acercándose con un frasco en sus manos.

─ ¿Podría hacerlo yo? ─pidió Yami, la mujer se miró con Yugi a lo que el pequeño asintió, así que la mujer le pasó la medicina al oji-vino y este se la dio al Gyarados ─eso es, así está mejor.

─Un poco de compañía no le caería mal ─dijo Yugi acercándose más a la orilla ─Milotic, quédate aquí con Gyarados ─liberó al pokemon en el agua ─ ¿de acuerdo? ─la hermosa pokemon de agua afirmó a su entrenador y se acomodó cerca del pokemon variocolor que empezaba a quedarse dormido ─que lindos se ven ─rió bajito.

─Dejemos que descanse, mañana estará mejor ─afirmó la peli-rosa y los tres se retiraron.

─Iré a dejar a Gliscor con el profesor ─pensó Yami en voz alta.

─Yo debería irme, se hace tarde ─dijo el tricolor.

─ ¿Dónde te quedas?

─Como Fantina me invitó a venir, me quedaré en el Gimnasio ─le respondió.

─Ya veo… bueno ¿t-te veré mañana? ─quiso confirmar, se sentía muy a gusto con Yugi a pesar de que llevase menos de un día de conocerlo.

─Claro ─el menor le guiñó un ojo ─vendré en la mañana ─aseguró ─ ¿podrías echarle un ojo a mi Milotic por mí?  Dejaré que pase la noche aquí con Gyarados.

─Por supuesto, yo la cuido ─afirmó.

─Gracias Yami, hasta mañana ─se acercó con intenciones de darle un abrazo.

─Que pases buena noche ─le deseó el mayor, respondiendo al abrazo gustoso.

Se separaron sin desearlo realmente y cada quien se fue por su lado. Yugi sacó a su Espeon para que lo acompañase de vuelta al gimnasio y Yami caminó a los video-teléfonos para mandar a  su Gliscor con Pegasus antes de subir con Jolteon a una de las habitaciones del centro pokémon.

Yugi le informó a Fantina sobre el estado del Gyarados y le dio las buenas noches antes de dejar sus pokemons en el gimnasio fuera de sus pokeballs e irse a una habitación del gimnasio para dormir solo con Espeon. Se cambió y se tumbó en la cama con cansancio…

Antes de quedarse dormido una palabra salió de sus labios.

─Yami… ─y pensando en su nuevo amigo, el oji-amatista se quedó dormido.

Por otro lado Yami se acostó bocarriba en la cama con las manos tras la nuca y vistiendo solo un pantalón holgado para dormir de color negro. Dejó que Jolteon se acostara a su lado y cerró los ojos dispuesto a dormir con una sola cosa en mente.

─Yugi…

Al día siguiente.

─Gracias por traerme, Luxray ─dijo Yugi, bajando con Espeon del lomo de su pokemon eléctrico.

─Raaaay ─charló el pokemon antes de ser regresado a la ball.

Yugi camino hasta el centro pokemon, buscando a Yami con la mirada pero no lo encontró así que se dirigió a la pelirosa ─Buenos días enfermera Joy ¿Ha vista a Yami?

─ ¿El entrenador del Gyarados? ─Yugi asintió ─claro, estaba en el lobby hace un poco, creo que subió a su habitación ─respondió la mujer ─habitación 25 ─le guiñó un ojo.

Yugi le sonrió y agradeció a la mujer antes de tomar rumbo a la zona de habitaciones, buscó el número indicado  y se acercó, iba a tocar la puerta cuando se dio cuenta de que estaba entreabierta a lo que se asomó por la pequeña rendija que había.
Alcanzó a ver a Yami en medio de la habitación, hasta ahí todo normal, lo que lo dejó con los ojos y la boca abierta además de teñir su rostro con un lindo tono carmín fue el hecho de que Yami estaba desnudo de la cintura para arriba.

Lo dicho, Yami justamente se estaba poniendo la playera negra cuando Yugi se asomó, permitiendo al chico admirar los firmes pectorales y el marcado abdomen. Yugi tragó grueso, Yami no tenía para nada un mal cuerpo.

─Eoooon ─musitó Espeon en voz alta.

─Shhhh ─Yugi miró mal a su pokemon por delatarle y se apartó un par de pasos de la puerta.

Yami tomó su chaqueta en lo que Jolteon empujaba la puerta con su cabeza para ir a saludar a Espeon, quien bajo del hombro del menor.

─ ¿Yugi? Buenos días ─dijo con una pequeña sonrisa, feliz de ver al chico de nuevo.

─Bu-Buen día Yami ─saludó algo nervioso, sin ver a los ojos al mayor ─ ¿Qué tal dormiste? ¿Ya desayunaron? ─preguntó, arrodillándose para acariciar a Jolteon.

─Bien, gracias y sí, desayunamos hace un rato ─le respondió Yami, extrañado con la actitud del menor ─ ¿y ustedes? ─se inclinó también.

─Sí ─afirmó ─ ¿están listos?

─Claro, solo tomo mis cosas y… ─señaló dentro de la habitación.

─Entonces te espero en la piscina ─se levantó de improviso ─quiero ver a Milotic ─se excusó ─vamos Espeon.

Yami se le quedó viendo en lo que el menor se iba, Espeon rozó su cabeza contra la de Jolteon cariñosamente antes de seguir a su entrenador, el oji-vino miró a su pokemon con una ceja arqueada ─ ¿te gusta Espeon, eh? ─dijo con picardía. Jolteon se ruborizó un poco y empujó la pierna de Yami con su cabeza logrando que este riera por lo bajo ─ ¿te digo un secreto? ─Jolteon lo miró ─Yugi a mí me agrada bastante ─le guiñó un ojo a su pokemon antes de ponerse su chaqueta por sobre sus hombros y entrar al cuarto para tomar sus cosas e ir tras Yugi.

-°-

Al llegar a la piscina Yugi aun sentía su corazón agitado puesto que la imagen del cuerpo de Yami seguía grabada en su mente. Saludó a su Milotic que estaba en el agua junto al durmiente Gyarados rojo, la pokemon tipo agua notó enseguida la inquietud y acarició el rostro de su entrenador con uno de sus mechones rosas mientras que Espeon hacía lo propio del otro lado con su mejilla.

─Amigas ─musitó el menor, agradeciendo la preocupación de sus pokemons ─Creo… creo que me gusta alguien ─dijo con vergüenza cubriéndose el rostro con ambas manos, sintiendo el calor que desprendía. Milotic se mostró un poco sorprendida pero feliz por su entrenador, queriendo saber quién era la persona afortunada que había ganado el corazón de Yugi. Espeon miró a su espalda, había sentido la llegada de Yami quien venía saliendo con Jolteon ─C-creo que me gusta otro chico ─reveló apenado, sin saber que Yami le había escuchado.

El mayor se quedó sorprendido al oír esa última oración ¿A Yugi le gustaba alguien? ¿Quién sería esa persona? Apretó los puños ¿Quién se le abría adelantado en el corazón de ese dulce chico?

─ ¿Yugi? ─lo llamó, tratando de que su voz no sonara dolida.

El pequeño tricolor se sobresaltó al oír la voz del muchacho ¿lo habría escuchado? ─Ah, Yami ─se quitó las manos del rostro y volteó tímidamente ─ ¿cu-cuanto llevas ahí?

Yami frunció ligeramente el ceño ─acabo de salir ─mintió, señaló con su la puerta a su espalda, Yugi suspiró de alivio ─ ¿te ocurre algo?

─N-no es nada ─dijo presuroso.

Tanta palabrería terminó por despertar a Gyarados.

─Oh Gyarados ¿cómo te sientes hoy? ─preguntó el oji-amatista con amabilidad, acercándose al pokemon agua/volador. El pokemon rojo gruñó suavemente al menor, como diciendo que estaba mejor ─eso está bien, pronto estarás del todo recuperado ─le sonrió ya más calmado ─ ¿Entonces? ¿Listo para entrenar? ─se giró a ver a Yami.

─Claro ─afirmó el oji-vino, decidiendo dejar el asunto anterior de lado. Su prioridad debía ser su revancha contra Fantina.

Yugi sacó al resto de su equipo, al igual que Yami ─de acuerdo ¿tienes algún lado por donde quieras comenzar? ─le preguntó Yugi.

─Creo que Hipnosis es realmente mi mayor problema ─estableció el mayor, siendo apoyado por los tres pokemon que habían participado en el combate ─si podemos hallar una manera de contrarrestarlo creo que podemos hacerlo mucho mejor en ese gimnasio.

Yugi sonrió en aprobación ─Hipnosis es la técnica favorita de Fantina para poner a prueba a los entrenadores ─explicó Yugi ─si logran superar eso, es cuando empieza la verdadera batalla ─caminó hasta su Luxray, recostándose contra ella ─a nosotros también nos costó mucho controlarla ─acarició el pelaje del pokemon eléctrico.

─ ¿Cómo fue tu combate con ella? ─consultó, acercándosele un poco más.

─Bueno, el punto es que Hipnosis no tiene mucha precisión dado que el usuario debe tener contacto visual directo con su oponente, es por eso que Drifloon y Drifblim sujetan al oponente con sus tentáculos para tenerlo frente a frente ─instruyó ─fue entonces que se me ocurrió que la electricidad de Luxray podría servir para mantenerlo alejado.

─Es lo que intentamos pero su Drifblim esquiva los ataques de Jolteon.

Yugi sonrió ─si apuntas a un solo lugar como lo hace Rayo Carga le es fácil esquivarlo ─corrigió ─nosotros buscamos la manera de hacer del ataque un escudo que mantenga alejado al pokemon fantasma para que no haga hipnosis, a la vez que le golpeé.

─ ¿Te refieres a lo que hizo ayer Espeon?

Yugi asintió ─presta atención ─se separó de Luxray e hizo a Yami apartarse un poco ─Luxray, contraescudo ─el pokemon eléctrico utilizó Descarga, rodeando su cuerpo con electricidad azul logrando formar una especie de jaula de electricidad a su alrededor. Yami y Jolteon vieron eso sorprendidos ─de esta forma creábamos una especie de protección que no solo disolvía la hipnosis sino que además hacía daño con la Descarga, sobre todo a Drifloon que era en parte volador ─explicó ─por eso lo llamamos el contraescudo ─Luxray paró su movimiento.

─A eso llamo yo ingenio ─alagó con una sonrisa.

─La verdad es que nos costó mucho ─se llevó una mano tras la nuca ─con la electricidad es más fácil crear el contraescudo pero como movimientos como lanzallamas y psicorrayo es necesario que el pokemon se mantenga en movimiento ─acarició la cabeza de su Espeon.

Yami sacó a todo su equipo, listos para meterse de lleno en el  entrenamiento con Yugi.

-o- En Jotho -día después de la batalla-

─Ha sido un placer verte de nuevo Ryou ─le dijo Morty al joven albino, despidiéndose en la puerta del gimnasio fantasma. El rubio tenía una incubadora con un huevo pokemon en ella de color gris ─y gracias por esto, te prometo que lo cuidaré mucho.

─Más te vale hacerlo ─le amenazó con juego, guiñándole un ojo.

─Que tengan buen viaje ─Morty estiró un brazo, demandando un abrazo de su amigo. Ryou sonrió abrazándose a él y recibiendo un beso en la mejilla mientras que Glaceon una caricia en su cabeza ─cuídate mucho ¿de acuerdo? Trata de no meterte en líos ─le dio un ligero zape en su nariz.

─ ¿Qué no lo hago siempre? ─jugó Ryou con una dulce sonrisa.

Morty negó con la cabeza ─dale mis saludos al profesor… y ven a verme más a menudo, adoro tus visitas cariño ─dijo lo último en tono de broma. Ryou soltó la risa ─niños, despídanse ─le dijo a sus alumnos, que estaban un poco más atrás de ellos.

─Que tengan un buen viaje, Ryou-senpai, señor Thief ─dijeron a coro todos, despidiendo también al callado albino mayor que había estado al lado de Ryou todo el rato.

─Hasta luego niños ─les sonrió Ryou ─sigan poniendo mucho empeño en aprender sobre los pokemon y verán que llegarán a ser grandes entrenadores ─les animó.

─ ¡Muchas gracias!

─Nos vemos ¡adiós! ─Ryou tomó marcha junto a Bakura para salir de la ciudad.

─ ¿Tú le regalaste ese huevo? ─consultó Bakura.

─Sí, es el huevo de una Banette de la reservación del Profesor ─explicó Ryou ─me pidió que se lo trajera ya que venía de visita y estoy seguro de que Morty estará encantado de tener un nuevo pokemon fantasma ─sonrió.

Siguieron charlando de cualquier cosa hasta salir de la ciudad.

─Entonces… ¿quieres hacer todo el recorrido a pie y disfrutar de los paisajes ─preguntó el menor con una sonrisa ─o tienes prisa y mejor aceleramos el viaje? ─ofreció.

─ ¿A qué te refieres? ─consultó el mayor.

Ryou arrojó su pokeball un poco hacía arriba y de esta salió su Dragonair ─Bueno, nosotros no echamos casi dos días de camino volando ─explicó.

─Es que… Murkrow es mi único pokemon volador ─se excusó, desviando la mirada, admirando al elegante tipo dragón.

─No te preocupes por eso ─le restó importancia, subiéndose a Dragonair con Glaceon en sus hombros ─Dragonair es muy fuerte, puede con ustedes también ─le tendió una mano a Bakura con amabilidad.

El mayor dudó un poco pero finalmente Umbreon saltó a su hombro y este se subió tras Ryou en el lomo de Dragonair y, con algo reticencia sostuvo la cintura del menor, cosa que hizo a Ryou temblar levemente y los ruborizó a ambos.

Ryou agitó un poco su cabeza ─ ¿listos pasajeros? Estamos a punto de despegar así que por favor abrochen su cinturones ─bromeó ─vamos a casa Dragonair ─le dijo con cariño a su pokemon.

─Draaaaa ─el flexible cuerpo de Dragonair se ondeó mientras ascendía al cielo despejado.

─Waaaaa ─el sube y baja que provocó su movimiento sacudió a ambos albinos, haciendo que Bakura se abrazara más a Ryou ─oh, muy gracioso Dragonair ─se quejó el menor ─estabilízate ¿quieres? Provocaras que se me revuelva el desayuno ─le regañó.

Dragonair soltó una risilla y alineó mejor el cuerpo cuando llegó a buena altura, sin embargo Bakura ya no soltó a Ryou lo cual logró acalorarlos un poco a pesar de la brisa que soplaba a esa altura.

-°-

Casi a medio día estaban pasando por una zona montañosa y escarpada que parecía casi desértica puesto que se notaba una profunda canaleta que indicaba que alguna vez fluyó un rio por allí, sin embargo ahora estaba totalmente seca.
Dragonair volaba algo más bajo dado que los rayos de sol se sentían más fuerte al volar.

─No parece molestarte mucho el calor ─comentó Ryou, quien se había quitado la chaqueta. Ahora estaba sentado de lado, con ambas piernas colgando por un lateral de Dragonair y el costado pegado a su lomo.

─Entrena dos semanas en la Zona Desierto de Unova y luego me dices lo que es calor ─le contó con una sonrisa.

─Wow ─musitó asombrado ─aquí en Jotho, zonas como esta son lo más parecido a algo desértico que puedas encontrar ─explicó.

─ ¡! ─Bakura ahogó una expresión asombrada, mirando más arriba hacia el frente.

 ─ ¿qué pasa? ─consultó Ryou.

─Mira hacia allá ─señaló.

Ryou y los pokemon miraron en la dirección señalada solo para encontrarse una especie de aurora boreal brillando en el cielo, cerca de las montañas más altas.

─ ¿Qué es eso? ─musitó Ryou.

─Eooon ─le imitaron las dos Eevee-evoluciones.

─ ¿Una nave espacial? ─bromeó Bakura mientras sacaba su guía de bolsillo ─sea lo que sea, está sobre la Montaña Remoraid ─dijo, ubicándose en el mapa de la zona, luego notó algo ─ ¿umm? Oye, parece que cerca hay un centro pokemon ─le mostró a su acompañante.

─Tienes razón ¿qué te parece si bajamos a almorzar allí? Quizás averigüemos un poco sobre eso ─señaló la onda danzante de colores en el cielo.

─Sí, muero de hambre.

─Y yo de sed ─añadió ─a la carga Dragonair ─se sentó bien para dirigir a su dragón.  

─Ryou mira allá abajo ─señaló Bakura luego de un kilómetro o así ─parece una ciudad prehistórica.

Ryou sonrió ─ ¿quieres ir a ver más de cerca? ─ofreció a lo que Bakura asintió ─Dragonair, desciende ─el pokemon bajó a tierra firme ─gracias amigo, toma un buen descanso ─lo regresó a su ball luego de que ambos se bajaran.

─Hay toda clase de símbolos en estos troncos ─notó Bakura ─ ¿Qué significarán?

─Aquí es donde vivió la tribu del Árbol Colosal ─explicó Ryou. Bakura volteó a verlo interrogante ─una civilización perdida cuya gente solía cortar árboles de los bosques y montañas cercanas para hacer ciudades gigantesca ─relató.

─Lo de las montañas te lo compro, pero no he visto un árbol en kilómetros y kilómetros ─se quejó el mayor.

─Breooon.

─ ¿Qué encontraste Umbreon? ─curioseó Bakura, acercándose a su pokemon que estaba cerca de una especia de escultura con forma de pez ─creo que esta figura se parece a un pokemon pero…

─No es una figura. Ese es el fósil de un Remoraid ─Ryou iba a contestarle pero una voz femenina se les adelantó.

─Enfermera Joy ─exclamaron los albinos, viendo a la dama acercase con algo en manos.

─ ¿Dijo Remoraid? ─Bakura sacó su pokedex.

Remoraid: el pokemon jet. A menudo se encuentra en grandes grupos, el Remoraid puede disparar agua y dar en el blanco a 100 metros de distancia.

─Pero no se ha visto a un Remoraid en esta área hace siglos, no desde que los ríos y los lagos se secaron ─contó la pelirosa ─antes de que el agua se fuera quienes vivían aquí amaban tanto a los Remoraid que eran conocidos como los Remoraidians.

─ ¿Se refiere al pueblo del árbol Colosal? ─consultó Ryou.

Joy asintió ─hace mucho esta tierra era muy verde y hermosa, había grandes bosques en todas partes pero los Remoraidians querían hacer una gran ciudad aquí así que cortaron árbol tras árbol para obtener madera… después de un tiempo ya no quedaban árboles, los ríos y los lagos empezaron a secarse; la tierra se convirtió en polvo, no pudieron cultivar pues ya no tenían agua y finalmente tuvieron que abandonar su ciudad y mudarse.

─Esa es una gran lección de historia ─sonrió Ryou ─ah, y que bonita ─señaló una flor que Joy traía en manos, parecía un tulipán de color fucsia brillante con puntas rosas

─Me sorprende ver que crezca algo aquí, en especial una flor pero miren ─señaló a la sombra de unos troncos.

─Ahhh, es muy bonita ─comentó Ryou.

─Una entrenadora me dijo que había flores aquí pero tenía que verlo para creerlo.

─Hay por todas partes ─dijo Bakura, observando mejor el terreno.

─No puedo explicarlo pero es bueno saber hay algo vivo que crece aquí ─sonrió la mujer.

─Nueva vida brotando de una civilización muerta ─musitó Bakura.

─Que pasa con mis modales ─se auto-reprendió el menor ─me llamó Ryou y él es Bakura ─presentó. 

─Que lindura ─dijo la chica. Ryou se sonrojó un poco y Bakura la miró con los ojos y boca abiertos ─ ¿verdad Glaceon? ─acarició las orejas de la Eevee-evolución en hombros del albino. Bakura calló al estilo anime y Ryou soltó una risilla nerviosa ─tu piel no esta tan fría como debería, se nota que tienes sed ─Glaceon afirmó ─ ¿Por qué no vienen conmigo al centro pokemon? allí hay mucha agua fresca.

─Sí, gracias ─afirmaron ambos, por lo que la dama los guió unos diez o quince minutos de camino hasta el edificio de techo rojo.

Almorzaron junto a sus pokemons y se rehidrataron con agua fresca, aunque a los dos les pareció que tenía un gusto algo diferente.

─Me pregunto de donde proviene esta agua ─pensó en voz alta el mayor.

─Se los mostraré ─dijo Joy ─creo que lo encontraran interesante ─con un jarrón en manos tomo unas escaleras subterráneas ─sacamos el agua de aquí ─dijo a los albinos al llegar al final.

Ambos oji-marrones emitieron expresiones de asombro. Había una especie de cueva iluminada con un enorme lago-manantial allí.

─ ¿Un lago bajo el centro pokemon? ─preguntó el mayor ─pero este lugar es muy seco ¿Cómo es posible? ─le preguntó a la enfermera.

─No puedo explicarles esto pero me alegro que hacía sea ─declaró ella ─una vez cada doce años el rio seco que corre frente al centro pokemon empieza a fluir otra vez, de alguna forma el agua se abre camino y llena nuestro rio subterráneo.

─Eso es maravilloso ─sonrió Ryou.

─Lo es ─se oyó una cuarta voz, masculina y grave ─pero pasan más cosas.

─Ah, les presentó al señor Gangó, es un artista ─presentó Joy al hombre mayor de acento algo francés con pelo y bigote canoso, una boina verde oscuro y un pincel junto a su oreja, vestido con una camisa blanco bajo un sweater color vino y pantalones grises.

Subieron juntos al balcón del centro pokemon y Ryou preguntó por aquellas ‘más cosas’ que el anciano había mencionado ─cada 12 años vengo aquí a ver algo que vi hace 24 años ─empezó ─el misterioso arcoíris de luces.

Los albinos se miraron entre si ─ ¿el misterioso arcoíris de luces? ─repitió Bakura, emulando su acento en burla, ganándose un codazo de Ryou.

─Era yo un joven que viajaba por aquí cuando lo vi por primera vez… quedé cautivado al instante, los colores eran extraños y fascinantes y decidí hacer un dibujo, por suerte tenia crayones con todos los colores del arcoíris… aun así 7 colores no fueron suficientes para plasmar lo que vi, 12 años después creí que estaba listo: tenia 12 crayones pero tampoco fueron suficientes para recrear la variedad de colores que vi en el cielo ─suspiró ─pero este año no fallaré ¡este año tengo 251! ─mostró orgulloso ─ ¿impresionante no? Este año por fin será diferente ¡este año voy a capturar los colores perfectamente!

─ ¿Usará todos los colores para dibujar las luces que vimos hoy? ─musitó Ryou.

De la nada, Gangó corrió hacia él, sujetando el cuello de su camisa empezó a zarandearlo mientras le preguntaba ─ ¿Los vieron? ¿Vieron los colores? ¿De dónde venían? ¡Dime, dime!

─N-no lo sé, estoy mareado ─balbuceó el menor. Indignado por aquel atrevimiento Bakura jaló en sus brazos a Ryou para zafarlo de las manos del anciano, el pobre chico tenía los ojos como remolinos, parecía un pokemon fuera de combate.  

─ ¡Glace Glace! ─chilló Glaceon, saltando del hombro de Ryou al de Bakura, soplando débilmente su frio aliento al rostro de su entrenador.

Luego de que Ryou se recuperara los cuatro se sentaron en una mesa con una mapa de la zona, tratando de indicarle al anciano la posición de las luces.

─Entonces vieron esas luces aquí ─señaló el pie de una montaña ─y luego caminaron hasta aquí ─deslizó su dedo hacia el este, donde estaba la señal del centro pokemon.

─Así es y parecía que estaban flotando sobre la montaña Remoraid ─confirmó el menor.

Basado en eso y en cómo se veían las luces desde el centro pokemon, la enfermera Joy trazó un par de líneas en el mapa las cuales se cruzaban en un punto ─sí, es el lago Remoraid.

─ ¿Un lago cerca de aquí? ─consultó Bakura, no había visto una masa de agua en kilómetros mientras volaban.

─Antes fue un lago pero ahora está tan seco como el rio ─le contesto la chica.

─Si no mal recuerdo, hay una leyendo de ese lago.

─Así es Ryou, hay una leyenda que dice que a los Remoraid que vivían en ese lago era casi imposible capturarlos.

─Eso es extraño ¿por qué serían más difíciles de atrapar que cualquier otro pokemon? ¿Y cómo un pokemon de agua sobrevive por siglo en un lago sin agua? ─planteó Bakura.

La enfermera estuvo a punto de decir algo cuando Glaceon y Umbreon los interrumpieron ─ ¿Qué sucede? ─preguntaron a coro los albinos.

─ ¡ahh! Miren, las luces de nuevo ─señaló Ryou.

Gangó se abalanzó a su caja de colores junto a su lienzo ─debo hace mi dibujo antes de que desaparezca.

─Vaya, viéndolas mejor son muy hermosas ─dijo Ryou conmovido, abrazando a Glaceon.

─Sí ─concordó Bakura.

El mayor desvió su mirada hacia Ryou, notando el hermoso brillo que habían adquirido sus ojos, parecía incluso reflejar los colores de la aurora boreal. El cabello del menor se mecía con la ligera brisa cálida del lugar y la dulce sonrisa de sus labios fue lo que cautivó los ojos de Bakura. Abrió la boca como queriendo decir algo pero la expresión decepcionada de Ryou lo sacó de su trance.

─Está desapareciendo ─notó el menor. Por desgracia, el pobre señor Gangó ni siquiera había podido decidir con que color habría de empezar ─ya es tarde ─se lamentó por el buen hombre.

─eh fallado.

─lo intentó ─consoló Joy.

─Primero no tenía suficientes colores y ahora demasiado, no supe por dónde empezar y las luces ya se fueron.

─Aún hay esperanza señor Gangó ─lo animó Joy ─esas luces estaban directamente arriba del lago y si va allá podrá descubrir que está causándolas.

─Si, no se desanime señor, si vamos talvez podamos verlas de nuevo ─alentó Ryou con positivismo.

─ ¿vamos? ─remarcó Bakura con una ceja enarcada.

─Sí ─afirmó el menor ─iré, vayas o no con nosotros ─estableció de una, cruzándose de brazos, dejando en claro su posición firme.

Bakura lo miró unos segundos a los ojos y luego suspiró derrotado ─ya qué… no quiero perder a mí guía ─añadió, desviando la cabeza.

Ryou lo acuchilló con sus ojos, inflando las mejillas de indignación.

─Entonces debo ir al lago Remoraid ─dijo serio el anciano.

Todavía tenían algo de luz así que los dos albinos junto al señor Gangó emprendieron la marcha al lado Remoraid, dado que la enferma Joy debía quedarse en el centro pokemon por si acaso. Un rato de andanza después Ryou, quien iba adelante, le llamó algo la atención.

─Miren ─Ryou corrió unos pasos a una pequeña mancha de césped delante de él con dos flores como las que habían visto antes ─más flores.

─Todo se está poniendo verde ─dijo asombrado el mayor, viendo más adelante, donde el césped empezaba a cubrir la tierra y con él traía varias flores.

A poco rato la noche ya se cernía sobre ellos, Gangó caminaba adelante con una linterna. Ryou en medio no le había dirigido la palabra a Bakura en un buen rato, aun molesto por haberlo tratado como un simple ‘guía’, llevaba sus manos en los bolsillos -cosa poco usual en él- dado que la temperatura había empezado a disminuir. A la retaguardia iba Bakura, Umbreon caminaba junto con Glaceon frente Ryou.

─Según la enfermera Joy el lago debe estar pasando la cima de ese risco ─señaló Gangó.

Ryou asintió ─bien, porque estoy sintiendo algo de frio… y eso que yo no soy para nada friolento.

─El desierto es muy caliente durante el día pero cuando no hay sol la temperatura baja bruscamente ─comentó Bakura mientras se acercaba a Ryou, poniéndole su campera roja encima.

Las mejillas de Ryou se calentaron un poco ante el gesto, pero él era terco por lo que no podía dejar ir su molestia tan fácil.

─No es necesario ─rebatió, ladeando el rostro con orgullo, haciendo amago de retirársela.

─No seas tonto ─Bakura le frenó, acomodándole mejor la campera ─lo que si me fastidia es no poder ver más allá de mi nariz ─miró hacia arriba, a la luna que recién se alzaba en el cielo ─Umbreon, por favor.

Los ojos rojos de Umbreon brillaron entre la penumbra de la noche antes de que los anillos amarillos de su cuerpo absorbieran y reflejaran la luz del satélite.

─Impresionante ─musitó el menor con una sonrisa.

La noche avanzaba y ellos igual, no se detuvieron a pesar de la luna ya empezara a ocultarse en el horizonte. Luego de caminar un poco más los tres ahogaron expresiones de sorpresa al dar de frente con un profundo… especie de… ¿cráter? seguramente el espacio que antes ocupase el lago. En medio había una alta columna con forma peculiar, de unos 10 metros de altura.

─Este debe ser el lago Remoraid ─dedujo Ryou.

Bakura sacó su libro guía y buscó un poco con ayuda de la luz de Umbreon ─pues sí, es lo que dice el libro… pero no menciona esa ¿torre?

─Tiene el tamaño de un gran edificio ─comentó Gangó ─parece hecho de cristal ─añadió al ver el leve brillo que destacaba el pilar.

─Glace Glace ceon ─negó agitada la Eevee-evolución.

─ ¿Qué sucede bonita? ─consultó Ryou.

Glaceon se adelantó y deslizó por la pendiente del cráter seguida de Umbreon, naturalmente Ryou fue tras ellos. Glaceon golpeó con su cola un pico sobresaliente en la base del pilar el cual aterrizó en manos de Ryou ─está frio ─su piel se resintió de inmediato por lo que lo hizo saltar de mano en mano antes de arrojarlo a un costado ─es hielo.

─Debe haber alguna relación entre esa columna de hielo y las luces en el cielo ─dijo el albino mayor ─además ¿Cómo puede mantenerse esto aquí durante el día?

Ryou fue distraído por un destello de luz que le molestó el ojo así que miró hacia las montañas ─aquí viene el sol ─efectivamente estaba amaneciendo.

La columna de hielo empezó a destellar ante la luz. De repente, desde huecos dispersos en el cráter, potentes chorros de agua salieron disparados hacia arriba.

─Miren eso ─dijo Bakura asombrado.

─ ¿De dónde viene toda esa agua? ─preguntó Gangó.

─Creo que algo se mueve allá abajo ─señaló Ryou. De entre los huecos empezaron a aparecer muchos Remoraids, quienes usaban chorro de agua ─ ¡Son los Remoraid!

─Vaya sorpresa ─musitó el mayor. Los pokemon jet apuntaron a la columna de hielo ─todos usan sus chorros de agua… ¿qué pretenden?

Otros cuantos Remoraid empezaron a usar rayo de hielo, haciendo más grande la columna.

─Ahora lo entiendo ─musitó Ryou ─los Remoraid usan su chorro de agua y rayo hielo para crear esa gran torre.

Los Remoraid flotaban pacíficamente en el lago ahora lleno.

─Nunca creí que los pokemon de agua pudieran vivir en un lago seco ─dijo Bakura sorprendido. El sol abrazador empezó a derretir parcialmente la torre de hielo, generando más agua que corrió por el cauce del rio y provocando que la luz  reflejada se distorsionara en el cielo, formando aquella brillante aurora boreal ─miren arriba ─señaló.

─Así que las luces estuvieron saliendo del lago Remoraid todo el tiempo ─confirmó Ryou ─el vapor de agua que se eleva del hielo derretido debe reflejar los rayos del sol y eso es lo que crea las luces de colores en el cielo.

─ ¿Cómo deduces todo eso? ─le cuestionó Bakura.

─Algo parecido sucede con los mechones de Glaceon ─le respondió ─cuando el sol se refleja en el granizo, los hace brillar ─explicó. Bakura murmuró un ‘wow’

─Eso era ─murmuró el señor Gangó, viendo el cielo con ojos brillantes ─los Remoraid creaban el arcoíris.

─Es tan hermoso ─dijo Ryou de la misma forma, regresándole a Bakura su chamarra roja.

─Ciertamente lo es ─respondió este en voz baja, mirando el menor. Al percatarse de ello, Ryou desvió la mirada para ocultar el rubor de sus mejillas.

Luego de eso regresaron al centro pokemon, viendo como el agua fluía majestuosamente por el cauce del rio frente al mismo.

─Ahora entiendo lo que pasó ─dijo Joy, mirando el rio por el balcón tras haber oído toda la historia ─los Remoraidians se fueron cuando el rio se secó pero los Remoraid se quedaron aquí, se enterraron en el fondo del lago y se ayudaron a sobrevivir. Cada doce años usan su chorro de agua y rayo de hielo, inundan el lago seco y los ríos para poner su dotación de agua y luego regresan al lago Remoraid ─concluyó ─tal vez algún día el agua de los Remoraid reponga la vegetación en las montañas y haga que sus ríos fluyan otra vez.

─Yo creía que investigaba maravillas no relacionadas con los pokemons ─comentó el artista, los albinos lo miraron ─y resulta que todo el tiempo perseguía pokemons.

─Nunca consiguió hacer el cuadro que quería ─lamentó Ryou.

─Cierto, pero a veces encontramos más que lo que buscamos ─filosofó ─yo solo vine a hacer un cuadro de las luces hermosas que vi, pero me voy de aquí con una maravillosa experiencia que ningún lienzo podría capturar.

─Esa es una maravillosa forma de pensar ─sonrió Ryou ─bueno ─dio una palmada ─creo que será mejor que tú y yo retomemos el camino si es que queremos llegar pronto a Pueblo Primavera ─le dijo a Bakura.

─ ¡¿Qué?! ¡Pero si fue cosa tuya que nos detuviéramos en primero lugar! ─le regañó el mayor.

─Me iras a negar que también te divertiste ─lo acusó con el índice.

Bakura torció el gesto ─… e-ese no es el punto ─gruñó.

Ryou bufó por lo bajo ─como sea, Dragonair esta hidratado, descansado y listo para volar ─sacó la pokeball de su pokemon mientras caminaba para salir del centro pokemon ─apresúrate si es que aun quieres venir con nosotros ─le dijo de espaldas, contoneando ligeramente las caderas.

─ ¿Serias capaz de dejarme tirado en medio del desierto? ─le reclamó el mayor con una venita en la sien, yendo tras él.

Umbreon y Glaceon negaron ante el comportamiento de sus entrenadores antes de ir con ellos.

Se despidieron de la enfermera Joy y el señor Gangó antes de subir en Dragonair ─ ¡Hay que recuperar el tiempo amigo, adelante! ─animó el menor en lo que Dragonair ascendía.

─Que sueño ─bostezó el menor luego de un ratito.

─Normal ¿si te diste cuenta de que caminamos toda la noche? ─le dijo el mayor.

─Te recuerdo que nosotros volamos por estas montañas ayer en la mañana y no vimos ese lago, así que de noche mucho menos lo hubiéramos visto si íbamos volando ─le dijo Ryou con los ojos cerrados ─además, caminar es sano, quejica ─le molestó, dándole un suave puño en el brazo antes de acomodarse mejor sobre Dragonair.

─ ¿Y te vas a dormir en pleno vuelo? ─le regresó de mismo tono, arqueando una ceja ─ ¿no piensas que podrías caer?

─ ¿Y tú dejarías que cayera? ─le planteó Ryou, Bakura se hizo un poco para atrás al oírlo. Ryou volteó a mirarlo y le sonrió ─confío en ti ─dijo antes de recostar su pecho contra el lomo de su pokemon quien inclinó más el cuerpo para que Ryou estuviera cómodo.

Bakura se ruborizó un poco pensando que, en toda su vida, nadie le había dicho palabras semejantes. Bufó por lo bajo ante la ‘extraña forma de actuar’ del chico frente a él; sin embargo se hizo un poco para adelante, rodeando parcialmente el cuerpo ajeno con sus brazos.

Umbreon y Glaceon intercambiaron miradas significativas al ver el actuar de sus entrenadores.                     

…Esta Historia Continuará xD

Notas finales:

Basado en el capítulo 28 de la 4ta temporada de Pokemon “La luz fantástica/La luz mágica”

¿Qué hay mi gente? Aquí les traigo este sensualote cap nuevo con mucho tender ya que el cap pasado se centró más que nada en Yami y Yugi y así nos vamos alternando. Espero que se hayan divertido con la loca aventura de los albinos ¿Y qué les pareció el pequeño lio que se ha vuelto Yugi tras haber visto a Yami? ¬w¬

Gracias a todos lo que leen y las hermosas personas que dejan rw ¡me hacen muy feliz!

Espero que sigan disfrutando de esta locura mía ^^ 
(pd: con 7.200 y pico de palabras este es el cap más largo hasta ahora) 

¡Saludos mis amores! Ja ne~nya


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