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Una vez más. por Ddai

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Notas del capitulo:

Renuncia: Todo le pertenece a ONE, este fic no se realizó con fines de lucro, fue solo por hobby (en serio xD)

Final de capítulo para respuesta general de RR

Les aviso que la primera parte es explicación del cuerpo de Genos, para que se pueda entender mejor como funciona. Lo que será algo importante en el futuro y posiblemente les deje un dibujo de él en el futuro, no prometo nada.

IV

Reunión

 

Cuando el doctor Kuseno se había percatado de que había la posibilidad de salvar a Genos hizo todo lo que pudo para tener las mejores oportunidades, pero por mucho que él fuera un genio en robótica y mecatrónica, entre otras, no había sido el creador original del Genoside 0-0114-K, lo que había hecho fue reparar el cuerpo y ajustar la programación dañada cuando lo encontró, pero solo le ofreció al muchacho lo más básico que supo de él para protegerlo de la dolorosa verdad, así fue como Genos pensó que su familia, y ciudad, fue destruida por un ciborg loco, así como le dijo que su nombre de pila era… Bueno, hizo lo mejor para el chico nuevamente.

Su reconstrucción sería imposible, replicar el mismo cuerpo sin la tecnología para ello no tenía sentido, sin embargo no todo estaba perdido, el doctor recordó que Genos le había hablado de un científico que había logrado realizar clones completos y perfectamente funcionales, el “Ashura Kabuto” era la prueba de ello.

Kuseno había tardado casi tres meses en dar con ese científico y uno más para convencerlo de colaborar con él. Una vez logrado el paso uno venía el paso dos, el doctor Genus necesitaba hacer pruebas e investigaciones adicionales antes de proceder a recrear el cuerpo que necesitaban, su problema principal fue que todo lo que quedaba de Genos eran el cerebro y los huesos de su cabeza y espina dorsal, además de tres unidades de sangre, que Kuseno había rescatado de las últimas partes del cuerpo humano que Genos tenía cuando lo halló, todas ellas muy dañadas.

Proceder a recrear el cuerpo, con todo y la muestra de ADN, no fue sencillo, en especial por que los componentes orgánicos, como los órganos internos, no estarían listos rápidamente, pero pese a todo eso y con mucho esfuerzo el cuerpo nuevo estuvo completo antes de que dos años pasaran. Su cabeza seguía siendo mecánica, al igual que sus ojos,  pero su torso se componía de metal y elementos orgánicos, siendo su corazón, un pulmón, estómago y riñones, prototipos mejorados y perfectamente funcionales, la sangre que los mantenía funcionando era transportada por venas ratifícales de material altamente resistente y flexible, sus intestinos se componían de una combinación de ese material y tejido clonado. Su nueva piel fue creada en base a su ADN pero requirió de modificaciones para que soportara altas temperaturas así como los golpes que recibiría a futuro. Ambos científicos, habían hecho un esfuerzo de experimentación para lograr  usar finos hilos de metal que sirvieran como una malla protectora de los órganos, la cual se ubicaba justo debajo de la piel.

Habían clonado sus huesos para reforzar su cráneo y espina dorsal también, pero sus brazos y piernas seguían siendo mecánicos, como el setenta por ciento de su cuerpo. A partir de eso es que Genos tenía que aprender a asimilar cómo funcionaba todo en él al mismo tiempo que tendría que arreglárselas para no ser partido por la mitad de nuevo.

Claro que esas mejoras “orgánicas” le habían dado la ventaja de poder vivir como cualquier otro hombre joven de su edad, pero más que “ventajas”, Genos, hallaba sus “mejoras” como molestias, especialmente las erecciones matutinas, algo con lo que no quería tener que tratar cuando la convivencia con su maestro se reanudara, entendía que era normal, pero no dejaba de ser embarazoso, en especial ahora que sabía que no pasaría mucho tiempo antes de que él regresara.

—     …Pensé que tu cuerpo era de metal —comentó descuidadamente, al menos la comodidad ente ellos no se había perdido del todo— ¿O es como el material de tu cara? —nunca había tocado su cara antes, pero era evidente que el rostro de Genos estaba hecho de un material flexible y posiblemente imitaba la piel bastante bien, o al menos Saitama esperaba que tuviera una función adicional a la de ser estética.

—     No sensei, mi nuevo cuerpo es casi un treinta por ciento orgánico, esto —dijo señalando su torso— Es piel. También tengo un pulmón, corazón, riñones, hígado y sangre — estaba hablando sin pensar, para su fortuna se detuvo antes de decir que tenía también un pene “orgánico  y perfectamente funcional”, odiaba repetir las palabras de Genus.

—     Oh… Eso es genial —no esperó algo como eso, pero debía de ser algo bueno ¿No?, no estaba seguro de como sentirse al respecto, porque el chico no parecía muy feliz al momento de explicárselo — Por cierto, hay un monstruo allá afuera — señaló hacia la ventana, un enorme ser estaba pasando, obstruyendo la luz y lanzando fuego al aire a diestra y siniestra mientras parloteaba algo sobre ser el nuevo amo de la tierra o algo por el estilo— ¿Vas a encargarte de él? —

—     Por eso parecía ser tan tarde — murmuró para sí mismo, además de suponer que el aumento de temperatura también era a causa del monstruo, pero no era momento de perder el tiempo, se levantó en el acto para comenzar a vestirse— ¿Sensei, vas a venir también? — para ese momento ya se había puesto su pantalón y estaba sujetando su camisa, sin mangas para variar, una de las nuevas que le había dado el doctor Kuseno.

—     …No, solo iré a mirar —Saitama se percató de que, probablemente, nadie le había dicho a Genos que él ya no era un héroe o el rubio no les creyó, pero lo que más intrigó en ese momento fue que la extraña camisa que Genos se estaba poniendo.

—     Muy bien Sensei ¡Gracias por confiarme este monstruo a mí! — terminó de ajustarse su “nuevo uniforme” ahora lucía un poco más como su “viejo yo”.

—     ¿Eso es una armadura? — ahora no sabía si tenía que preocuparse más o no hacerlo.

—     Sí, ahora que mi torso es menos mecánico es más frágil y el Doctor Kuseno diseñó esta armadura ligera como protección adicional —él decía armadura, pero era bastante liviana, práctica, casi como un chaleco del que usaban los policías, pero más flexible.

—     Oh… El doctor es una persona genial, de verdad —ahora sí sentía que debería darle una visita a ese doctor, si el chico era más propenso al daño entonces no era una mejora ¿Verdad?

El monstruo había sido una enorme roca con forma de oso, o tal vez un enorme oso con cuerpo de roca, derrotarlo había sido difícil, se requirió una hora de estar combatiendo sin descanso y Genos había logrado derribarlo con el “único” costo de un solo brazo. Saitama reconoció que su pupilo fue muy cuidadoso, tener un cuerpo con partes frágiles, potencialmente mortales, lo habían obligado a planificar mejor sus ataques, al final resultó que ese doctor Kuseno no era un idiota después de todo, sólo por eso, Saitama, ya no estaba molesto con él, de hecho se sentía más tranquilo.

Después de la derrota del monstruo los dos volvieron a casa, les tomó menos de cinco minutos. No cruzaron palabra y ya había pasado la hora del almuerzo, eran las tres con diecisiete de la tarde.

—     Es un poco tarde —Genos murmuró, acordándose que tenía que comer— ¿Ya has almorzado, sensei? Puedo preparar algo rápidamente —los viejos hábitos no se van fácilmente.

—     Cualquier cosa que haya está bien —dijo él, caminado hacia su estante de mangas, era tan familiar y extraño a la vez, todo se veía igual a como lo recordaba, como si nada malo hubiera pasado, eso le hizo sonreír cálidamente.

Genos estaba en la cocina, buscando entre lo poco que tenía para ver que podría hacer, no había ido al supermercado así que lo que tenía por ahí era poco, ni siquiera verduras, solo pastas, algunas algas y las instantáneas. En todo caso sería mejor preguntarle, se giró hacia su maestro y verlo de pie, buscando en su estante por algún manga, tenía puesto esa bermuda desteñida y una camisa que decía “tama” por todas partes, además de sonreír de aquella manera, ahora que recordaba, Saitama sensei había dicho “estoy en casa” cuando entró ¿Verdad? Que idiota había sido al no darse cuenta antes ¡Tenía que corregir su error de inmediato!

—     ¡Lo siento mucho, Saitama sensei, por ser tan descortés! — hizo una marcada reverencia, en su defensa lo único que se podía decir es que estaba muy sorprendido, pero no era ninguna excusa.

—     ¿De qué estás hablando? — ese chico seguía siendo un poco impredecible para él.

—     ¡Bienvenido a casa, sensei! —sonrió, completamente emocionado y feliz — Me temo que solo hay instantáneas para el almuerzo, pero si sensei lo desea puedo ir a comprar algunas cosas para preparar algo más sustancioso —su mundo estaba recuperando el balance que a él le gustaba.

—     Hombre, las instantáneas están bien —él sonrió también, el brillo en esos ojos dorados era impresionante por no mencionar que el chico en verdad tenía una sonrisa preciosa — Podemos ir a comprar más tarde — oyó un enérgico “Sí, sensei” desde la cocina — Finalmente estoy en casa… —

En definitiva no iba a extrañar su aburrido trabajo, ni su otro departamento, ni su ropa formal. Renunciar a su trabajo y esa vida había sido la mejor decisión, sin lugar a dudas.

Sacó un manga cualquiera y se sentó a esperar la comida, mientras lo hacía su semblante se ensombreció ligeramente, tenía un par de problemas que tenía que atender, el primero, aún tenía que decirle a Genos que ya no era un héroe y no iba a ser nada fácil, lo dejaría pendiente hasta que no tuviera opción. El otro era un poco más apremiante, tenía que mirar a Genos de frente y hablar sobre sus sentimientos, era imposible negar que lo quisiera, lo amaba, no tenía idea si ese chico todavía tenía esos mismos sentimientos por él. Sobre ello tendría que esperar y decidir discutir ese tema sería conveniente o no, por ahora se contentaría con compartir el almuerzo con él de nuevo.

Habían pasado siete días desde que habían vuelto a su vida normal, eso quería decir que Saitama perdía el tiempo entre dormir, leer, jugar videojuegos y ver televisión, Genos se había dedicado a limpiar, ordenar, tratar con monstruos y volver para la cena, cada día. Todo parecía estar bien, naturalmente el rubio había notado que el maestro no estaba interviniendo para pelear con ninguna clase de amenaza. No pudiendo entenderlo decidió preguntarle a Saitama directamente si no pensaba volver a la Asociación de Héroes, ya que cuando se había retirado estaba en el rango treinta y nueve de la clase A, Genos no esperó recibir una negación y, de nuevo, no pudo evitar preguntar “¿Por qué?”

—     Porque ya no me interesa ser un héroe — fue todo lo que el maestro dijo, sin apartar la mirada de su manga, deseaba que el chico lo dejara así, no quería tener que explicarle, en especial no a él, cómo se sentía al respecto.

—     Siempre dijiste que ser un héroe era todo lo que querías ser, sensei… — él lo miró, esperando por una respuesta que no llegó, lo dejó pasar por el momento, si su maestro no quería volver a ser héroe estaba bien, pero se trataba de algo que había adoptado como su estilo de vida, simplemente no parecía lógico para él que alguien abandonara su estilo de vida sin razón aparente.

Genos se mantuvo pensando en ello el resto del día, pretendió seguir estudiando mientras lo hacía. Analizando la información, el maestro procuraba estar presente en las peleas, mirando con atención, pero solo en las amenazas nivel Demonio o superiores, si no era el caso ni siquiera se daba por enterado ¿Por qué? Repasó sus recuerdos cuidadosamente, Saitama sensei no estaba realmente mirando las peleas ¿Cierto? Lo único que parecía estar haciendo era mirarlo a él y todo el tiempo mantenía su rostro sin mostrar emociones, como si estuviera fastidiado, no había tratado de animarlo, Genos no le dio importancia porque tampoco antes lo había hecho, pero ahora esa falta de ánimo se sentía un poco diferente ¿Saitama sensei estaba preocupado por él?

Ahora que recordaba, Fubuki había dicho algo la última vez, cuando le preguntó si él y Saitama sensei se habían peleado ¿Qué había dicho ella? Oh sí, fue “Parece triste cuando te mira”, eso había comentado, no se lo había tomado a bien y por eso solo la ignoró, ahora se arrepintió un poco por ello, tal vez ella tenía razón… Tal vez…

La idea fue golpeando su mente de forma brutal, era su culpa.

Saitama sensei había dejado de ser un héroe por su imprudencia de hacía dos años.

Su corazón se estremeció dolorosamente, tuvo el impulso de gritar y golpear algo sin embargo se quedó callado, quieto, las lágrimas negras bajaron por su cara silenciosamente, no solo había decepcionado al hombre que admiraba, había destruido el sueño del hombre que amaba.

No sabía cómo arreglarlo, quería asumir su responsabilidad y cambiar las cosas pero no sabía que podía hacer para corregir sus errores.

Saitama notó que algo le estaba pasando a su alumno, quien repentinamente se había quedado quieto, como si fuera una estatua, completamente tenso y unos minutos después sus hombros cayeron, dando un aspecto derrotado. Saitama se preguntó que podría estar leyendo el rubio para causarle tales reacciones, también podía ser que su nuevo cuerpo estuviera presentando algunas fallas, quizás sí debería hablar con ese doctor, por si acaso. Se levantó, dejando su videojuego de lado, solo iba a asegurarse de que se encontraba bien, no esperó ver que estaba llorando.

—     Oi ¿Qué sucede? ¿Estás bien? — él no sabía qué hacer, consolar a otros no era su punto fuerte y no le gustaba ver al chico en un estado tan… “roto”.

—     Sensei, lo siento mucho —se disculpó, pero no quería decirle la razón por la cual estaba llorando, eso solo haría que su maestro se sintiera mal de nuevo — Solo… es que aún no me acostumbro del todo a este cuerpo — una verdad relativa no era una mentira, se lo dijo así mismo al menos cien veces, en algún momento debería dejar de sentirse culpable, esperaba — Saldré un momento, para ir por los ingredientes para la cena — se secó las lágrimas, tratando de calmarse, debía de parecer natural.

—     Bien… — él no insistió, no quería que se pusiera peor, lo que menos quería era ver al chico en ese estado.

La cena de ese día fue tranquila, no hablaron mucho, ninguno de los dos era bueno en el “arte de conversar”.  A partir de ahí los días fueron pasando de forma natural, como si esos dos años no existieran, volver a compartir las comidas e incluso el lugar para dormir fue sencillo, pero… Saitama no le gustaba ver el rostro del rubio ensombrecido por esa “extraña” seriedad, algo estaba pasando, podía sentirlo de alguna forma, peor no estaba seguro de cuál era el problema.

  Saitama intentó alegrar al muchacho con un truco sencillo, de aquellos que se usan para asombrar  a los niños pequeños, pero Genos lo había convertido en “una lección de vida”, había sido muy frustrante, y ahora tendría que cumplir su promesa de enseñarle un truco nuevo, cosa que no conocía y que tendría que aprender antes del  fin de semana, con un poco de suerte y el rubio olvidaría esa promesa, tal vez en un sueño o algo así.

Así pasaron los días hasta que un mes completo transcurrió. Ahora estaban en el dojo de Bang, de visita. Había visto cómo quedó King y no fue agradable ver a su amigo en ese estado sin embargo no se disculpó por estar ahí para salvarlo, King tampoco lo culpó por lo ocurrido, solo habían sido las circunstancias que ocurrieron y nada más, de esa visita pasaron tres semanas y ahora Saitama y Genos estaban de nuevo en el dojo, King y el ex héroe estaban jugando videojuegos ahora, como tiempo atrás, el rubio mayor estaba feliz de ver al calvo de nuevo, para él las cosas estaban comenzando a tener sentido de nuevo.

—     ¡Demonios! — el calvo con una vena saltada en su frente — ¡Cuando menos podrías dejarme toma run ítem maldito! — aunque parecía enojado realmente estaba contento de poder jugar de nuevo con el rubio.

—     Es del primero que lo tome — dijo el mayor una pequeña sonrisa, esos momentos lo hacían sentir normal, era refrescante que al menos una persona no lo trata como cristal solo porque estaba en una silla de ruedas — Por cierto — dijo con suavidad — ¿Va todo bien con Genos? Hoy parecía un poco tenso — los dos, maestro y alumno, habían llegado un par de horas atrás, pero el joven se quedó en el dojo con el maestro Bang.

—     Sí, esta así desde que le dije que no pienso volver a ser un héroe de nuevo — decirle a King sobre eso fue difícil, pero no más que hablarlo con Genos.

—     Ya veo… No lo tomó bien — lo entendía, él también pensaba que Saitama debía seguir siendo un héroe, pero ellos debían de respetar su decisión aún si no estaban cómodos con la idea.

—     … Oh, mira, ya llegamos con el jefe — no se hablaría más de ese tema.

En el dojo, Genos, Bang y Fubuki, estaban en una de sus reuniones “secretas”. La tensión que King había percibido de Genos en realidad no se debía a lo que él creía, lo cierto era que estaba así únicamente porque Fubuki estaba en el mismo lugar que ellos, él podía ser perfectamente político e ignorar la marea de celos que lo invadía pero él no quería comportarse de esa manera.

Bang estaba frente a ellos, sintiendo la presión pero sin inmutarse por ello, él ya había hablado con la psíquica, ella era la mayor, debía de ser más madura al respecto, pero Genos, tan infantil como era él solo, no se lo ponía nada fácil. El anciano había intentado hablar con el rubio sin embargo ese muchacho había fingido demencia en todo momento. Bang sabía que no rejuvenecía con los años pero ese par de “mocosos” realmente lo hacían sentirse como un anciano decrépito. A veces decía que envidiaba su juventud pero solo era una manera de hablar.

Ya era momento de ponerse serios o quizá todo lo contrario, en ese momento el maestro se preguntó cuánto tiempo había estado perdido en sus pensamientos ya que cuando se dio cuenta esos dos estaban discutiendo de nuevo.

—     Fubuki, esta es la última advertencia sobre tu comportamiento descarado y desinhibido frente a Saitama sensei — Genos no estaba gritando pero el tono de su voz era bastante grave.

—     Sonreír es una cortesía, mocoso maleducado — ella le respondió sin bajar la mirada — Si tú no puedes controlar tus celos es problema tuyo — en eso Bang coincidía con ella, pero creía que decírselo directamente no era la mejor forma de corregirlo, especialmente si estaban peleando.

—     Hay diferencia entre ser cortés y estar desesperada — para que constara, él en ningún momento había negado que estaba celoso.

—     ¡¿Cómo te atreves?! — ella se puso de pie, furiosa — Bueno alguien que no tiene educación no puede distinguirla aunque esta le peque de frente — ella lo había aguantado hasta lo humanamente posible, estaba harta de todo eso — ¡Y si vas a hablar de otros cuando menos deberías ser lo suficientemente hombre como para aceptar que solo eres un chiquillo inseguro y temeroso! — ella estaba diciendo algo un tanto incoherente ahí, Bang no quería ser quien se lo dijera y mucho menos en ese preciso momento — ¡si tanto miedo tienes, quítate del camino! ¡Si no eres capaz te decirle que lo amas solo retírate de la carrera! — ella dio media vuelta y salió al jardín, que solo estaba a unos pocos pasos, tenía ganas de gritar  y llorar, maldecirlo por la eternidad, estuvo a punto de gritarlo que Saitama lo amaba y que solo eran un par idiotas dándole vuelta al asunto, pero ese mocoso rubio merecía sufrir si no era capaz de hablar de sus sentimientos con la persona que amaba ¿Por qué le tenían que pasar esas cosas a ella?

Genos simplemente miró hacia el lado en donde ninguno de los otros dos estaban, sabía que de cierta forma Fubuki tenía razón ¿Pero que podía saber ella? Él solo tenía a Saitama sensei, si lo perdía a él también entonces no le quedaría nada, ella no lo entendía, no sabía lo que  significaba perderlo todo, incluso su humanidad… Al viejo maestro no le gustaban los hombres por eso no podía hablar con él al respecto, Fubuki tenía razón en eso, tenía miedo de perderlo porque lo amaba, una dolorosa ironía, pero eso no significaba que iba a dejar que ella se lo arrebatara ¡Eso jamás!

Bang se abstuvo de hacer comentarios, no era asunto suyo y cada quien tendría sus motivos para hablar o quedarse callado, sea el caso, no iba a ser él el que complicara las cosas por algún comentario indiscreto, por lo que solo hizo un ruido con la garganta para llamar la atención de sus jóvenes invitados.

—     Bueno, nosotros aún tenemos algo importante que discutir — al oírlo Fubuki entró de nuevo, aún furiosa con el rubio por supuesto — Genos, ya pasaron las cuatro semanas ¿Crees que sea seguro hablar con King sobre  esto ahora? — realmente ninguno se había atrevido a hablarle a King  sobre el tema para no darle falsas ilusiones.

—     A decir verdad venimos a buscarlo para llevarlo con el Doctor Kuseno, está todo listo para realizar las primeras pruebas —

—     ¿Qué? — Bang y Fubuki hablaron al mismo tiempo, realmente sorprendidos.

—     ¿Tan pronto? ¿Estás seguro? — Ella preguntó, con ciertas reservas, no porque estuviera en un mal término con él, sino porque ella no entendía absolutamente nada sobre el campo de la medicina, de lo que sí estaba segura es que “arreglar” una columna vertebral no era un asunto sencillo.

—     Estos científicos sí que son rápidos — el anciano reconoció con mayor asombro, se sentía como personaje de una de esas películas de ciencia ficción.

—     Normalmente el proceso es más tardado, construir una espina dorsal generalmente tiene se trata de un lento avance, pero el doctor Kuseno y Genus utilizaron una de las estaban cultivando previamente, por ese motivo es que el proceso fue más rápido, sin embargo debido precisamente a que utilizaron una columna que ya había iniciado su proceso de cultivo es que es un poco más complicado todo el proceso, se requiere de hacer unas pruebas preliminares para asegurarse de que el cuerpo de King no rechazará su nueva columna vertebral en unos días o meses, también se requiere que sea compatible con su sistema y además esta otro factor importante, este factor es nuestra altura, nosotros dos tenemos alturas diferentes, él es más alto que yo. Este es un procedimiento experimental y eso significa que es riesgoso, se tiene que proceder con la mayor cautela porque… — Bang y Fubuki se quedaron en silencio, escuchándolo por casi treinta minutos consecutivos.

Fubuki sentía un horrible dolor de cabeza golpeando justo en sus sienes ¿Cómo le hacía Saitama para convivir con ese chico? En serio ¿Cómo diablos? Bang se estaba haciendo la misma pregunta. Al final los tres estuvieron de acuerdo en que fueran los propios científicos quienes le explicaran esas cosas a King, por la salud mental de todos Genos no debía intentar explicar nada de nuevo.

Saitama estaba enterado de todo, Genos se lo había dicho de camino al dojo.

King, Saitama y Genos salieron de la residencia de Bang con el pretexto de que levarían al rubio más viejo a un lugar para que conociera, sería emocionante, impresionante y seguro que le encantaría, King debió sospechar que algo estaba muy mal ahí, pero como no iba regularmente a ningún lado dejó que su entusiasmo sesgara su buen juicio y lo iba a lamentar después, cuando se diera cuenta de que iba a ser un viaje de terror.

Fueron en auto, para comodidad de King, Fubuki estaba al volante, para disgusto de Genos, quien solo había aceptado viajar con ella porque le maestro había dicho que era lo mejor ya que ninguno de los dos sabía manejar y para todo caso el vehículo le pertenecía a ella.

Los dos mayores iban en el asiento trasero, lo que dejaba al joven ciborg en el asiento de copiloto, la tensión era tal que King pensó que se asfixiaría en cualquier momento, miró a su lado y vio al calvo, quien parecía no darse cuenta de nada, la verdad en esos momentos lo envidiaba por ser casi una piedra a las emociones de los demás. La psíquica se repitió una y otra vez que eso lo estaba haciendo por King, un amigo, solo sería un rato, un rato pequeño e insignificante comparado con el tiempo que King había estado en esa silla. Genos estaba calculando la posibilidad de hacer creíble que todo fue por accidente en caso de que tuviera que desaparecer a esa mujer ¿A Saitama sensei le molestaría mucho eso? Tal vez moralmente sí lo afectaría, pero emocionalmente no estaba seguro, su maestro no había dado señales de que estuviera particularmente interesado en ella.

La sirena comenzó a sonar en ciudad Z, había aparecido una amenaza, un monstruo alado y que entraba fácilmente en la categoría de “grande”, tenía la apariencia de una serpiente dragón, generó una alerta nivel Demonio que subió casi de inmediato a categoría Dragón.

Bang era el único héroe de clase S en la ciudad, él estaba camino a defender su ciudad de la amenaza y por supuesto Mumen Rider se puso en camino desde dónde estaba también, Sting y Trickman se movilizaron desde su ciudad al no saber que Bang estaba más cerca, con ese tipo de amenazas era mejor no confiarse de cualquier forma.

La noticia se transmitió por todo el globo, el “Dios del Cielo”, amenaza nivel Dragón, había arrasado con una buena parte de la ciudad, las llamas iban avanzando sin control y las personas habían huido lo más rápido posible al refugio de la ciudad. Los héroes no tendrían mucha posibilidad en contra del monstruo ya que su enemigo tenía la ventaja de poder volar, los héroes fueron derrotados rápidamente y el único que quedó para hacerle frente al dragón fue Silver Fang, quien sabía que su misión era complicada, el monstruo estaba dando vuelta para envestirlo de lleno y de no tener cuidado entonces podría acabar muerto en ese ataque.

Fubuki, Genos, Saitama y King no tenían idea de lo que estaba pasando y para cuando ellos se enteraran sería demasiado tarde.

Notas finales:

 

Primero que nada, lo siento por la espera, pero un cierto Jason Todd se atravesó en mi camino y bueno, en realidad es mi favorito de favoritos, lo siento mucho por esto. 

Para el* Él dice “Okaeri”, la manera habitual de saludar a la familia que llega a casa o con las personas con quienes se vive, significa “bienvenido”, básicamente.

 

No lo puse en japonés porque, primero, quiero dejar de usar tantas palabras en ese idioma en mis fics, y segundo, porque me pareció que se lee mejor así, en español 

Les agradezco todos los comentarios y los ánimos, nos veremos en el número seis del cual no tengo adelanto, no será gran cosa en realidad, pero es un paso para los temas profundos y los sentimientos (aght, eso fue muy cursi…). Espero no tardarme mucho, trataré de controlar mi obsesión son Jason por el bien de este fic (y de todos los demás) Pero si alguien tiene imágenes de él y Dick lo agradeceré (y fics, especialmente fics, ya me leí todos los de AO3 y de la FF Net y no hay mucho de ellos en AY, lo necesito!!!!!)

 

¡Bueno, nos vemos la próxima!


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