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Una vez más. por Ddai

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Notas del capitulo:

 Renuncia: Todo le pertenece a ONE, este fic no se realizó con fines de lucro, fue solo por hobby (en serio xD)

 Bueno, este capítulo puede parecer un poco… Disperso, tal vez. Está dividido en tres partes y quizás no haya mucho de SaiGenos, pero es importante lo que ocurre aquí para el futuro. Las cosas simplemente van a ponerse un poquito mal, pero no creo que sea tan malo. Bueno, tal vez para King…

En fin, les dejo leer.

VI

Resplandor

La vida en la cárcel solía ser mala, especialmente cuando el “señor” Pri Pri Prisioner estaba de ánimo para realizar una rutina de ejercicios, porque eso quería decir que todos tenían que cumplir con la rutina o repartiría su famoso “beso francés”. Ninguno de los reos sabía que quería decir los nombres que decía el instructor del video, porque si alguien podía salirse con la suya en ese lugar de tener un video de un tipo “lindo” en mayas era Prisioner,   así que solo se limitaban a tratar de imitar al instructor.

Garou estaba esperando, de cuclillas, en una de las esquinas más alejadas; era el único exento de hacer esas ridiculeces y no porque Prisioner lo considerara “lindo”, el Demonio Humano nunca encajaría en esos estándares; ellos tenían un acuerdo.

“No te metes conmigo y yo no me meto contigo”

Bueno, al menos funcionó muy bien aunque después tuvieron que llegar a otro acuerdo, pero eso no venía al caso ahora. Se suponía que Garou debería estar observando que todos hicieran la rutina lo mejor posible, pero  le importaba un pepino o una caja de melones o quizás una papel de cortado. Él estaba muy entretenido leyendo la nueva revista de la asociación de héroes, cortesía del propio Prisioner para su “nuevo mejor súper amiguis”, Garou se estremeció al recordar la primera vez que el héroe grandulón lo llamó de esa manera, había sido espantoso, el hijo de su reputa calabaza había tenido la osadía de estar desnudo, tuvo pesadillas por semanas ¡Semanas!

Había más fotos del rubiecito ese, el tipo le caía mal, era un chulito y esa cara bonita que tenía solo le daban ganas de golpearlo hasta hacerlo pulpa. Err… en su caso sería desperdicio de fábrica, no importaba.

Siguió ojeando la revista hasta hallarlo que buscaba, una entrevista exclusiva a Metal Bat. Sonrió al ver la imagen del joven con pinta de pandillero, parecía muy enojado, lo que no era de extrañar, además de que posó para esa foto como si estuviera amenazando al camarógrafo, que tal vez sí lo había hecho. El artículo no decía mucho, pero habían varías fotografías, si tan solo pudiera tener una de las originales.

—Aún no puedo creer que de verdad te guste ese chico— Prisioner le dijo, apareciendo de repente a su derecha ¿Cómo le hizo para lograrlo siendo que era un espacio muy reducido? Ni idea, ese corpulento héroe era capaz de desafiar algunas leyes de la física.

—¡Aléjate!— estuvo a punto de darle un codazo, nunca era bueno sorprenderlo pero estaba mejorando en su convivencia con otras personas — ¿No deberías estar bailando o lo que sea? —

—Garou chan, terminamos hace unos minutos, pero como estabas ocupado babeando por Bat kun no te diste cuenta ¿Verdad?— él usó su índice derecho para picar, suavemente, el pómulo del otro reo.

—Aléjate Prisioner— gruñó por lo bajo, se estaba enfadando y a nadie le gustaba cuando él se molestaba.

—Aguafiestas— el mayor se levantó, retirándose solo un par de pasos, no por su seguridad, sino por la seguridad de los demás reos, quienes no se tenían la culpa del mal humor de ese chico, aunque, siendo completamente honesto, Garou era superior a él en técnica y fuerza, el ex alumno de Bang no se había escapado de ahí únicamente por ese trato que habían hecho — Bueno chicos— él aplaudió para llamar la atención de todos los demás —Ya saben qué hacer, pórtense bien, voy a darme un baño y a descansar— lo que quería decir que iba a ver la televisión para marcar en algún lado a los jóvenes guapos que iría a visitar en su próxima fuga.

Los reos solo se dispersaron, no tenían la intención de molestar a ninguno de esos dos monstruos. Ahora que Garou estaba ahí ya no tenían ningún momento para hacer las cosas a su manera, es más, ahora era peor porque cuando Prisioner no estaba era Garou el que controlaba todo y el tipo estaba loco. Ellos se alejaron lo más que podían de aquella esquina, no tenían permitido hacer ruido, moverse mucho y algunas veces parecía que incluso respirar molestaba a Garou; aunque el día de hoy parecía de buen humor, tal vez porque estaba leyendo de Metal Bat, nótese que ese tal vez equivalía a un “seguramente”, no era secreto en la cárcel que ese chico estaba pirado hasta los huesos por ese héroe cascarrabias, no que alguno se lo fuera a echar en cara o a burlarse porque, tú sabes, se trata del monstruo humano.

Él se levantó de pronto, dejando la revista en el piso, era un tipo despreocupado después de todo, caminó con su habitual postura semi encorvada y las rodillas dobladas, todos los residentes se iban alejando a su paso, él pensaba que eso era divertido, especialmente porque caminaba directo hacia ellos, a veces formando espirales, o zigzag e incluso otras completamente al azar; hubo una vez que los hizo correr por tres horas continuas, únicamente porque podía. Y luego decían que no había “diversión” en la cárcel. Estaba por aterrorizarlos, para su propia diversión.

Repentinamente la puerta de la enorme celda se abrió, los guardias, un poco temerosos ahora, arrojaron a un nuevo recluso y cerraron de inmediato, no querían saber que le pasaría al nuevo chico “lindo” de la prisión y no querían sufrir ningún tipo de lesiones. Garou les lanzó una mirada mortal aunque no pudiese verlo realmente, esa era el peor tipo de escoria y no los soportaba.

El nuevo se movió como si el lugar le perteneciera, mirando todo con desinterés. Tenía la piel blanca y el cabello negro, la cara de muñeca, era uno de esos “lindos” que le gustaban al grandulón. Garou lo miró mientras sonreía malévolamente, lo recordaba de las noticias del año pasado, se trataba de un idiota que tenía una velocidad sorprendente, pero nada más. Iba a divertirse mucho con ese tipo.

—¿Dónde está esa mole que llaman jefe?— él no estaba de humor para soportar a nadie en ese agujero, hablaría con ese espantoso tipo y luego se iría de ahí, después de todo aún tenía que buscar a ese maldito de Saitama —Les hice una pregunta— se estaba impacientando, ninguno de ellos parecía que hablaría pronto, de hecho parecían bastante aterrados ¿No le tendrían miedo justo ahora, o sí? Porque eso sería ridículo — ¿Qué pasa? ¿Su jefe les comió la lengua o algo? —

—É..él está de-de-descansando— uno de ellos dijo casi susurrando, mirando nerviosamente hacia la dirección de su “otro jefe” —N…No a-alse-es la voz— quien estaba caminando lentamente hacia ellos.

—¿Uh? ¿Qué dices?— esos tipos no podían ser más cobardes, patéticos —No entiendo tus balbuceos— sonrió maliciosamente, quizás si los hacía gritar esa mole de músculos bajaría a hablar con él y decirle lo que quería saber.

—Está prohibido gritar— Garou dijo de pronto, interrumpiendo la plática —Largo— le dijo a todos los demás, quienes no se lo pensaron para alejarse lo más rápido que pudieron, en completo silencio.

—Oh, así que tú eres el jefe ahora— dijo él con cierto tono aburrido, el tipo le parecía conocido de algún lado, tal vez lo vio en las noticias o algo así —¿Y qué pasó con la mole? ¿Fue asesinado? O quizás ya fue puesto en libertad— bueno, tampoco era que le importara, solo quería respuestas.

—¿La mole?— Garou alzó una ceja, tratando de no reírse, ese era un apodo estúpido, le pegaba al grandulón pero no dejaba de ser estúpido —¡¡Espera a que ese idiota lo sepa, la va a flipar!!— definitivamente iba a burlarse de eso.

—Entonces sigue con vida, en fin. Quiero saber en dónde está Saitama, así que dímelo— demandó él, como no quería perder el tiempo se iría apenas le contestara, si no le respondía entonces iba a comenzar a romper algunos huesos.

—¿Saitama? Que descaro de este pequeño punk el de venir a preguntar por un tipo sin haberse presentado primero— dijo el de cabello blanco mientras se tronó los dedos de una de sus manos, dejando que su aura amenazante resplandeciera.

—*¿Quién es este tipo? Pone en alerta todos mis sentidos, él tiene verdaderas intenciones de matar*— él se puso en guardia de inmediato —Guarda espaldas y asesino, Onsoku no Sonic— se presentó con una sonrisa, ese idiota no sabría que lo golpeó.

—Que nombre más estúpido— Garou se burló, preparándose para golpear a ese “niño bonito”, de verdad que le caían mal los de su tipo —Garou— eso del monstruo humano, pensó, como que venía sobrando por ahora.

—¿Garou?— Sonic sabía que el nombre debería de significar algo pero, nah, quizás no era importante —Solo dime dónde está Saitama y— pero él no terminó de hablar, Prisioner llegó en ese momento.

—¡¡Garou chan!! ¡¡ Voy a salir!!— Él cayó de lo alto, registró que Sonic estaba ahí en ese momento —¡Pero si es Sonic Baby! ¿Viniste a verme?— parecía muy feliz por ese hecho. Insanamente feliz a decir verdad.

—No, solo venía a preguntar por Saitama ¿Sabes en dónde está?— había oído rumores de que el ciborg rubio había vuelto por lo que, lógicamente, Saitama tendría que haberlo hecho también.

—¿Saitama?— Prisioner estaba seguro de que había oído ese nombre antes —¡El tipo calvo!— ya que Garou le había contado de su pelea con él, a todo detalle, tiempo atrás —¿Te gustan los calvos, Sonic Baby? Porque por ti podría raparme— él guiñó un ojo, mientras sonreía, causando un estremecimiento en el ninja.

—¡No es “mi tipo”! ¡Quiero saber en dónde está porque es mi rival y voy a matarlo!— dijo, entrecerrando los ojos, con furia controlada, en ese momento quería estrangularlo lenta y dolorosamente.

—No deberías vivir en negación, aprende de Garou chan, aquí presente— y lo señaló como si hiciera falta —Él no oculta de nadie que está completamente enamorado de Metal Bat kun ¡La verdad nos hará libres!— para ese momento ya estaba en su pose de “recital”, con los ojos cerrados y las manos juntas.

—¡Oye!— Garou gruñó, no le gustaba como estaban pintando las cosas —¿Cómo que vas a salir? ¿A dónde estás yendo y porque?—realmente no le importaba, pero quería unas fotos nuevas y seguro que el grandulón se las conseguiría.

—¿Metal bat?— Sonic parpadeó, sonriendo casi sin poder detenerse —¿En serio te gusta ese tipo?— no creyó que el llamado “Garou” le gustaran los hombres, no parecía tener el tipo de —¿Qué diablos les hacen en la cárcel? ¿Todos se vuelven gay o qué?—

—¿AHH?— Garou sintió una vena saltar su frente, ellos estaban ignorando el “recital” que Prisioner estaba dando sobre salir del closet o algo así —¡Tú no eres quien para criticar! ¡A ti te gustan los calvos! ¿Y tú no ibas a salir a algún lado?— le gritó a Prisioner, el imbécil no tenía por qué estar gritando lo que sentía por Metal Bat, era por eso que todos en la cárcel lo sabían, demonios.

—¡Oh! ¡Es verdad! ¡Abran paso, muchachos!— él se puso en posición y salió volando del lugar, dejando un enorme agujero en el muro, de nuevo.

—Se fue— Sonic se estaba cabreando mucho ahora —¿Alguien sabe en dónde está Saitama o no?— miró a Garou, quizás él pudiese decirle —¡Dime en dónde está!—

—Tal vez sí lo sé— Garou dijo, tronándose los huesos de la otra mano —Pero me lo vas a tener que sacar a golpes — y ahora estaba esperando a que llegara, según recordaba habían ducho que ese tipo tenía el nivel de un héroes de clase S.

Sonic salió de ahí solo unos minutos después, respirando con dificultad, por fortuna el artemarcialista no parecía tener intenciones de seguirlo fuera de la cárcel, ese loco sin duda era algo que no esperaba, pero al menos le había dicho algo valioso. Al parecer Saitama había vuelto a ciudad Z.

Ya era hora de hacerle una visita.

En el presente todos en el dojo se quedaron petrificados, Saitama estaba contra la pared del dojo,  Sonic estaba frente a él y entre ellos, con la empuñadura de la espada del ninja pegada en su pecho, estaba Genos, quien únicamente estaba utilizando su mirada llena de ira, para mirar al ninja.

—Incinérate— Genos estiró su brazo, lanzando una gran llamarada, la cual Sonic esquivó por prácticamente nada, debido a que estaba muy sorprendido.

—*¿Qué es lo que acaba de pasar?*— Sonic se preguntó mientras aterrizaba elegantemente lejos del rango del fuego —*Estoy seguro de que lo atravesé y fue como si…*

—  miró su espada y entonces lo entendió ¿Cuándo pasó? Él no se dio cuenta en que momento el filo de su Katana había sido completamente destruido, sin duda había sido obra de Saitama. Demonios —Tendremos que dejar esto para después— dicho eso él desapareció antes de que fuera atacado por todos ahí, estaba consiente que ni con su divina velocidad podría contra tantos a la vez, especialmente estando Saitama ahí.

—¿Qué fue eso?— Fubuki preguntó, rompiendo el “juego de las estatuas” en el que todos había caído repentinamente.

—Solo un chico estúpido que no sabe cuándo rendirse— contestó el calvo con su tono más aburrido, mirando los pedazos de la Katana, los cuales se encortaban en el suelo ahora. Eso había sido muy peligroso —No era necesario que te metieras— susurró a Genos, pensó que era obvio que no necesitaba ayuda.

—Lo siento sensei, pero no iba a permitir que ese tipo siguiera metiéndose con sensei— dijo feroz, con el ceño fruncido, Sonic se había hecho un poco más veloz, lo que ya era algo sorprendente en sí mismo.

Después de eso la fiesta siguió como si nada, aun cuando los invitados aún se preguntaban que diantres  había pasado ahí.

Al llegar la noche ya casi todos estaban durmiendo, prácticamente ebrios. Bang había dispuesto unas habitaciones de su casa e incluso el propio dojo, para que algunos de ellos durmieran, el único que salió fue Snek, ya que tenía unos pendientes temprano y no podría quedarse; el resto siguió brindando un poco más después de su partida. El anciano maestro sonrió, hacía mucho que su casa no tenía tanta vida e incluso King había bebido un poco, olvidándose de todos los problemas que tenía, así como también olvidó los sustos que sus amigos le habían hecho pasar.

Naturalmente Genos y Saitama tuvieron que compartir una habitación, sin nadie más que pudiera “estorbar”. Fubuki estuvo a punto de gritar pero decidió no hacerlo, tal vez eso finalmente hiciera que ese par de idiotas se dieran cuentan de sus sentimientos y todo eso.

—Me sorprende que los estés ayudando— ella susurró al viejo anfitrión, un poco consternada —Hubiera pensado que, aunque no estés en contra, no harías nada para hacerlos entrar en razón—

—Tal vez en otros tiempos no hubiera sido comprensivo— Bang tenía un tono triste en su voz —Pero hace unos años conocí a un chico de gran potencial, muy talentoso— el mayor pareció perderse en sus recuerdos momentáneamente —Si le hubiera puesto una objeción a este chico ésta hubiera sido que es homosexual, pero él era terco y testarudo, además de dejar en claro que no estaba entrenando en el dojo porque quisiera estar rodeado de hombres, sino que lo hacía porque realmente quería aprender.  Fue una lección importante que aprendí hace mucho tiempo—

—¿Te estas refiriendo a Garou?— ella se controló para no temblar, muchos le temían al ex alumno de Bang, se trataba de un monstruo que prefería tener lo más lejos posible.

—Tal vez no sea fácil de creer, pero hubo tiempo en el que fue un buen chico, un buen alumno y por supuesto, tenía el potencial para convertirse un héroe, nunca supe, realmente, por qué decidió tomar ese camino— y en secreto esperaba a que, algún día, su alumno ratificara y volviera a la senda correcta.

Fubuki no le respondió, pero ella dudaba que el viejo estuviera diciendo la verdad o tal vez veía mucho bien en un monstruo como ese tipo, ella no podía saberlo con certeza y esperaba no tener que saberlo en ningún momento.

Genos y Saitama se estaban acomodando en su habitación, los futones estaban pegados debido al poco espacio, algo que no era incómodo para ninguno de los dos debido a que era la forma en la que dormían habitualmente en su casa. Era como si esos dos años nunca hubieran pasado.

Apenas caer al futón Genos se permitió caer dormido, estaba exhausto, acostumbrarse a ese nuevo cuerpo era complejo, los trabajos físicos lo cansaban de una forma que no recordaba que pasara cuando era humano por completo, ni hablar de cuando era un ciborg casi en su totalidad. Si tenía suerte podría soñar que vivía con su familia y que era feliz al lado del sensei.

Saitama se acostó pero no se durmió de inmediato, el simplemente suspiró y miró al techo. Era extraño cómo había caído en su vieja rutina tan rápido. Movió su cabeza hacia un costado para mirar a Genos, el rubio estaba durmiendo en su forma acostumbrada, completamente inmóvil, casi como si fuera un maniquí, la única diferencia entre ahora y hace dos años era que podía verlo respirar; era increíble, incluso podía escuchar cuando inhalaba y exhalaba, eran momentos que no hubiera apreciado antes pero ahora… Estaba realmente feliz de tenerlo ahí, a solo unos centímetros de distancia. Saitama sonrió quedamente, esta es la forma en la que “paz” debería de definirse, era algo sencillo y hasta cierto punto irrelevante, pero las mejores cosas de la vida lo eran, él lo sabía por experiencia. Al paso de unos pocos minutos cerro los ojos, dejándose arrastrar hacia un sueño agradable.

Eran cerca de las dos de la mañana, en el laboratorio del doctor Kuseno hacía mucho que se habían ido a dormir; Genus había sido el último en acostarse porque era un hombre obsesivo y había unos cultivos que quería verifica y no tenían nada que ver con su proyecto para ayudar a King, estos cultivos eran del cuerpo de Genos. Crear un humano mejorado era fácil, especialmente combinado con otro ADN, crear un ciborg era sencillo si tenías los materiales correctos en los “lugares” correctos, pero crear un humano ciborg completamente balanceado era diferente. Hacer que el metal respondiera como si fuera tejido vivo era imposible… Hasta que se hiciera.

Era como cuando le dijeron que no se podía clonar a una persona o como cuando se burlaron de su teoría de crear seres con genes diferentes. Quizás no podría hacer que el metal respondiera como si fuera materia orgánica pero sí podría hacer que la materia orgánica respondiera al metal ¿Verdad? Su reto nuevo, su proyecto. No iba a dejar que el sueño o cualquier otra necesidad “básica” lo distrajera de lograrlo. No se trataba de ayudar al joven rubio, realmente no, se trataba de realizar lo que otros no podrían ni soñar y mira, por experiencia, él era el hombre que hacía “milagros”.

Él miró el reloj justo después de checar sus cultivos, los cuales hasta ese momento iban muy bien, ya era hora de irse a descansar. Por costumbre miró también los escáneres, nunca se podía ser demasiado precavido, especialmente cuando ya había perdido un enorme laboratorio por tomarse las cosas a la ligera. Miro dos veces para estar seguro, había algo acercándose a gran velocidad, algo o alguien que no aparecía en los radares pero que los sensores de sonido estaban captando y no estaba muy lejos de allí. Se alegró de haber instalado esos sensores por que había cosas que el radar simplemente no captaba debido a que estaban creados para evitarlo, pero engañar a un sensor de sonido era algo diferente, básico pero que no todos se tomaban la molestia de pensar.

Pero volviendo al asunto… Podría no ser nada, podría ser un problema, Genus no iba a correr riesgo alguno, tenían cerca de cinco o quizás diez minutos antes de que “el objeto desconocido” llegara al punto exacto en el que estaban, activó la alarma en ese momento, dejando todo de lado para salvar esos preciosos y delicados cultivos.

Kuseno se levantó en el acto al oír las sirenas y la luz parpadeando en rojo ¿Qué estaba pasando? Activó el comunicador hacia el laboratorio de Genus, que a juzgar por la hora era seguro de que estuviera aún ahí. Solo esperaba que no fuera por alguna cosa estúpida, como hacía seis meses, cuando la alarma fue activada únicamente por que unos aviones habían pasado encima del laboratorio a las once de la mañana.

—¿Qué sucede? ¿Por qué activas…?— Kuseno ni siquiera estaba completamente despierto.

—¡Se acerca algo a gran velocidad!— Genus gritó mientras mantenía la concentración para guardar delicadamente sus muestras —El radar no marca nada, pero los sensores de sonido marcan que la velocidad excede al de un avión de carga por mucho, no se trata de un avión comercial y tampoco entra en el rango de un avión militar— ya tenía a salvo un par de muestras, solo faltaban tres —Parecen ser propulsores de gran capacidad y son relativamente “silenciosos”— podía saberlo porque tenía muchos datos almacenados en su ordenador y los datos recibidos no coincidían con nada “normal”, pero sí habían arrojado una similitud —Cómo los de Genos— Pero no se estaba refiriendo al joven rubio, él se refería al 0-0114-K y el otro científico lo sabía.

—¿Estás seguro?— Kuseno frunció el ceño, eso no era algo imposible aunque sí inusual, podría ser solo un error aunque…

—No voy a perder estas muestras ni los avances por esperar a ver, no de nuevo— solo un cultivo más y listo.

—Bien, ahora lo reviso— miró los datos desde su cuarto, el objeto ya debería estar lo suficientemente cerca como para ser visto, eso si no tenía instalado ningún tipo de dispositivo de invisibilidad o algo parecido, Kuseno no creyó lo que estaba viendo —Se parece a… mad ciborg—su corazón se detuvo por un momento, no estaba viendo mal, no estaba soñando. Tenían que salir de ahí, ahora.

Genos se revolvió en su futón, abrió los ojos perezosamente y le pareció que no conocía ese lugar. Oh,, era verdad, se estaba quedando con Bang, él y su maestro. Cambió a modo de visión nocturna y buscó su celular, era el timbre de éste lo que lo había despertado aunque no se trataba de una llamada, ahora que recordaba….

Él se levantó en el acto al darse cuenta de qué clase de timbre era ese. Las alarmas del laboratorio estaban activas. No tenía por qué alertarse, podría ser sólo un accidente.

Marcó al doctor Kuseno y cuando no hubo respuesta le marcó a Genus. Tal vez era hora de preocuparse un poco cuando no obtuvo respuestas. Oficialmente decidió que tenía que ir cuando el gorila no contestó.

—¿Qué sucede?— Saitama se había despertado por la misma razón que su alumno pero él no tenía ni idea de que era tan importante —¿Vas a algún lado?— era evidente que el chico estaba alterado, no nervioso, parecía más bien preocupado.

—El profesor Kuseno tiene problemas, tal vez está bajo ataque— dijo susurrando, para que nadie más pudiera oírlo —Podría ser solo un accidente también— dijo para restarle importancia, él no quería molestar a su maestro con eso.

—¿Qué?— ok, sí, eso parecía muy grave, especialmente porque Genos no tenía cara de que eso fuera un accidente —Solo dame un momento, iré contigo— ya estaba de pie, poniéndose ropa adecuada para salir, no iba a ir en pijama, tal vez no era un héroe ahora pero eso no quería decir que se quedaría de brazos cruzados si podía ayudar.

—Gracias sensei— sonrió suavemente antes de mirar su celular una última vez, él quería creer que fue un accidente, que nada malo estaba pasando, no ahora cuando las cosas finalmente comenzaban a salir bien para él, para todos.

Saitama estuvo listo casi de inmediato, salió unto con su alumno sin decirle nada a nadie más. Corrieron tan velozmente como sus piernas alcanzaron, realmente no tardaron mucho en llegar, tal vez unos diez o quince minutos, ese científico vivía bastante cerca de ciudad Z en realidad, ya que Genos residía ahí.

Estaban a pocos kilómetros del lugar, quizás cinco o seis, cuando un gran estruendo los sorprendió, una enorme llamarada brotó de la nada, iluminando el cielo con sus tonos amarillos y rojizos. El laboratorio había explotado.

—¡El doctor Kuseno estaba ahí!— Genos trató de no temblar, debía de ser positivo, creer que su segundo padre no estaba ahí, necesitaba tener esperanza —¡¡DOCTOR KUSENOO!!— pero él sabía que a veces la esperanza no bastaba.

Notas finales:

Hasta aquí llega, espero que les haya gustado y, bueno, nos vemos en la próxima.

Y sí, es Batarou o Gabat, es igual para mí en realidad, pero ellos estarán poco en el fondo por ahora. Recuerden que en las viñetas saldrán cosas que no salen aquí y por lo general son sólo tonterías que se me ocurre así que si se les ocurre alguna cosa graciosa que pudo haber ocurrido por aquí díganme y posiblemente pueda hacer como viñeta }=P.

Nos vemos en la próxima.


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