III
Principio
Genos salió volando hacia atrás, impactándose contra un edificio, las personas que estaban cerca salieron corriendo, terriblemente asustados por ese “monstruo”. EL ciborg rubio cayó al piso momentos después y comenzó a levantarse lentamente, sacudiendo la cabeza un par de veces para despejarse, finalmente se puso de pie. La parte izquierda de su rostro se había agrietado.
— ¿Sabes algo? — Saitama se tronó los dedos de la mano derecha, solamente para hacer el momento más dramático — Hace tiempo se me ocurrió que si volvía a verte iba a golpearte hasta que me cansara — se acercó de nuevo a él, listo para darle el segundo golpe pero se detuvo a unos centímetros de su cara, ocasionando que la presión del aire derrumbara el edificio que estaba detrás de Genos — ¿Qué pasa contigo? ¿Vas a dejarte matar de nuevo? — la actitud de ese rubio lo estaba cabreando bastante más.
— Si sensei está enojado por mi causa y si golpearme lo hará sentir mejor está bien — él miró directamente a su maestro a los ojos — Voy a recibir cada golpe hasta que estés satisfecho, sensei —
— … Debería volarte en pedazos sólo por decir eso y para no tener que verte de nuevo — pero ningún golpe vino después de que hablara, se ‘conformó’ con moler sus dientes rabiosamente por unos segundos para después volver a su estado “desinteresado” de siempre — Es todo, me voy — ya iba tarde para su turno matutino en la tienda en la que trabajaba.
— Espera sensei — Genos quería acercarse a él hasta que pudiera tocarlo, pero se mantuvo a la misma distancia a la que estaban para no molestarlo —Te extrañé sensei, cada día que estuve consciente te extrañé — la sensación de tener un “nudo” en la garganta era horrible, estaba llorando pero no le importaba, todo lo que quería era recuperar la vida que tenía dos añas atrás antes del ‘incidente’.
— ¡No deberías estar llorando! — ¡De verdad le costaba comprender a ese estúpido muchacho! Si no lo quisiera tanto definitivamente lo hubiese partido por la mitad.
— Lo siento mucho sensei — sacó un pañuelo y se limpió la cara antes de que sus lágrimas de aceite hicieran un lío, afortunadamente nadie más lo había visto. Quería hablar con él, para tratar de hacer las paces lo mejor posible, pero su celular comenzó a sonar — Es de la Asociación de Héroes, sensei, por favor deme un momento — Sí, él habla — la voz se escuchaba alterada, pero a Saitama no le interesaba oírlo — No, no se trata de una amenaza, ha sido un malentendido — al parecer las personas de ciudad Z habían reportado ese incidente como el ataque de un monstruo — No es necesario, todo está en orden. No hay ninguna amenaza — colgó el teléfono y se dirigió a su maestro de nuevo — Lo siento, sensei, pero al parecer las personas confundieron su ataque sorpresivo con la aparición de un monstruo y lo reportaron a la Asociación de Héroes. Ya les aclaré la situación — lo dijo como si Saitama no lo hubiese podido escuchar antes, durante la llamada.
Saitama se le quedó mirando por unos breves momentos, la destrucción a su alrededor, el comportamiento de Genos, incluso la grieta en su rostro, que era culpa suya esta vez, todo en conjunto lo hacía sentir como cuando finalizaba una pelea contra un monstruo cualquiera, como si esos dos años no hubieran pasado, le recordó cuanto lo amaba y también en todas esas veces que pidió volver a verlo. Pensó que estaría dispuesto a hacer lo que sea, cualquier cosa, con tal de tenerlo de vuelta y ahora que su deseo se había cumplido lo primero que hizo fue ir a golpearlo. Simplemente era ridículo, tenía ganas de reírse de su propia estupidez y lo hubiese hecho de no ser porque eso lo haría doblemente estúpido.
— Ok… — fue todo lo que pudo decir, finalmente — Tengo que irme, dejé algunas cosas pendientes — se dio la vuelta, dándole la espalda para comenzar a caminar — … No creas que te he perdonado, un par de golpes no solucionan estas cosas — claro que en realidad solo le había dado un golpe, pero ya lo había dicho y no iba a corregirse.
— ¡Lo mantendré presente, sensei! — dijo casi gritando, con toda su determinación, hizo una reverencia mientras estaba sonriendo, ahora quería llorar de felicidad, tenía la esperanza de que pronto iban a reanudar su “estilo de vida” acostumbrado, el día que su maestro lo perdonara.
Saitama se fue del lugar, no iba a quedarse a responder preguntas incómodas y mucho menos para que le hicieran pagar por los daños materiales. Genos se quedó ahí, sin moverse ni un paso, su mente estaba tratando de agrupar todos sus pensamientos y sentimientos desordenados de adoración hacia Saitama, su maestro era una persona increíble, poderosa, generosa, amable, considerada… Pero toda su cadena de pensamiento fue interrumpida al detectar movimiento cerca de él. Bang había llegado y estaba caminando en su dirección.
— Reporté que todo fue una confusión, no hay ninguna amenaza —informó en el mismo tono engreído de siempre, había algunas cosas que no iban a cambiar.
— Mha… Sí, la Asociación de Héroes me informó sobre eso — Bang se acercó lo suficiente como para hablar cómodamente, a pesar de su impulsividad ese muchacho le caía bien, todos eran difíciles a esa edad — Vengo en plan de “visita social”. ¿Todo bien entonces? — él había llegado para ver a Saitama retirarse, por como pintaban las cosas no parecía tan malo.
— Sensei dijo que solo necesita tiempo, así que esperaré — esbozó una pequeña sonrisa, mirando en la dirección por la cual su maestro se había marchado.
— Bueno, eso se oye como una buena noticia — el anciano sonrió, las buenas noticias escaseaban últimamente y una de ellas, por pequeña que fuera, era bien recibida — ¿Qué te parece si te invito algo de tomar para celebrar? — Genos ya era mayor de edad, no debería tener ningún inconveniente con ir a tomar algo con un amigo ¿Cierto?
— Bang, las formalidades son innecesarias y no tengo tiempo para ir a cualquier lado ahora — esa era su versión “educada” para decir ‘Dime qué quieres y que sea rápido, no me hagas perder el tiempo’, algo que el mayor entendió perfectamente.
— Bueno, quería preguntarte si el doctor Kuseno había hallado alguna forma de ayudar a King para pueda volver a caminar —él y Fubuki iban a cubrir los gastos necesarios, no estaban obligados a ello pero la AH no iba a cubrir ese gasto — De cualquier manera posible, no importa si al final llega a necesitar un bastón — la AH se había enterado de la verdad detrás de King y su rango 7 de la clase S y después de eso no quisieron ayudarlo — Lograr que pueda moverse con sus propios pies ya sería un gran avance — lo habían intentado con varios cirujanos y especialistas, pero la espalda de King había quedado destrozada, su espina quedó astillada sin oportunidad de reconstrucción. Pero nadie hizo pública esa información para no meterse en problemas, tampoco querían arriesgarse a dejar a su amigo en manos de un médico desconocido.
— Con las placas que mandaron el doctor Kuseno y el doctor Genus llegaron a la conclusión de que es imposible realizar una reconstrucción a su espina dorsal y no sería posible proporcionarle un implante biónico porque su espina está astillada sin posibilidades de reconstrucción — él estaba hablando mientras miraba su teléfono celular y escribía en él.
— Ya veo… — era lo mismo que los otros médicos habían dicho.
— Una solución sería darla una columna vertebral artificial, pero eso normalmente es un proceso tardado, costoso y doloroso — podía parecer un tema serio pero él lo decía como si no fuera la gran cosa — Aunque es un método complicado podría ser su mejor oportunidad con la medicina convencional — miró a Bang por un momento para luego devolver su vista a la plática que mantenía por el celular – Sin embargo el doctor Genus indicó que reconstruir la columna en base a su ADN era una mejor forma —
— ¿Reconstruir a base de su ADN? No querrás decir… —la ‘clonación’ no era algo posible en esos días, tendrían que pasar años para que lograran algo como eso, pero si eso le daba alguna posibilidad a King…
— Sí — él seguía concentrado en su conversación, después de unos momentos cerró su celular repentinamente — La columna vertebral estará lista en aproximadamente cuatro semanas, solo tiene que ser paciente — nuevamente tenía ese tono de quien platicaba del clima.
— Entiendo… —él asintió y luego las palabras de Genos fueron completamente asimiladas por su cerebro — ¿Cuatro semanas? ¿Tan rápido? — él estaba seguro que cuando menos tendrían que esperar un año o dos.
— Solo tienen que mantener saludable a King para que se puedan realizar las primeras pruebas y posteriormente se realice la operación final —él estaba omitiendo mucha información ahí, pero no se trataba de asustarlo por ahora — Solo recuerden que deben mantener esto a total discreción — porque esa tecnología y experimentos no estaban a conocimiento público, claro que podrían tener increíbles aplicaciones médicas para salvar vidas, pero también podían ser usadas como peligrosas armas.
— Sí, por supuesto — tal vez era un poco pronto para celebrar, pero tenía ganas de darle la noticia a sus amigos, lo más difícil sería informarle a King, porque todo eso se estaba haciendo a sus espaldas.
Saitama ya estaba de vuelta en su departamento, mirando todo de forma ausente, no podía quedarse a perder más tiempo, tenía que ir a trabajar, tal vez si agarraba a su jefe de buen humor no le descontaba todo el día, agarró su uniforme y salió corriendo. De camino a la tienda se dio cuenta de que todo se veía diferente, todo parecía más colorido, los adolescentes se portaban más bulliciosos, pero el cambio más impactante es que sintió, por primera vez, que sus pasos lo estaban llevando a algún lado.
Un nuevo amanecer llegó a la ciudad, el sol parecía ser más brillante y ninguna nube se asomaba hasta donde llegaba el horizonte, nada de eso estaba siendo registrado por cierto ciborg rubio, el cual se había quedado en su futón. No había salido a correr, ni se había levantado para comer o limpiar y era muy probable que no se levantara en todo el resto del día. La grieta de su rostro ya no estaba, había ido ayer mismo a que el doctor lo arreglara, se suponía que ese nuevo material era más resistente que el anterior sin embargo no había modo que resistiera el increíble poder del maestro. Aprovechó la visita para informarle al doctor Kuseno de las ‘buenas nuevas’ así como hacerle saber que seguramente todo volvería al mismo ritmo que antes y por supuesto que ahora se enfocaría más en buscar al ciborg que destruyó su ciudad, ya que había perdido dos años después de aquel incidente y la información que había recibido sería de gran ayuda.
El doctor Kuseno le sugirió que se tomara un descanso por ahora, su prioridad debía ser poner orden en su vida, en especial ahora que Saitama iba a volver a ser una constante de nuevo. En ese momento, Genos, no sabía a qué se refería el doctor, todo se puso claro cuando preguntó inesperadamente lo siguiente “¿No dijiste que le habías declarado ese días tus sentimientos, Genos?” después le hizo otra pregunta “¿Saitama no te dio ninguna respuesta hasta ahora, verdad?” y luego lo remató con lo siguiente “¿Crees que Saitama se acuerde de que le has dicho cómo te sientes hacia él?” enterrándolo diez metros bajo tierra para luego desenterrar un miedo que no sabía que tenía arraigado tan profundamente en alguna parte de su mente. El doctor tenía razón, como siempre.
No podía poner orden a lo que pensaba y por eso se quedó todo el día tirado en su futón ¿Qué iba a hacer? Tal vez Saitama sensei de verdad no se acordaba que le había dicho sobre sus sentimientos, el maestro era muy olvidadizo y Genos estaba consciente de eso. Claro que él lo había mencionado al menos un par de veces durante su explicación, el día de ayer, pero su maestro tenía la mala costumbre de perder el interés durante las explicaciones largas, así que podía ser, seguramente, que ni siquiera lo hubiera escuchado.
También tenía que tomar en cuenta que el maestro era un hombre considerado y amable, quien no actuaría deliberadamente de una manera en la que pudiese herirlo.
Tenía las dos posibilidades pero ya sea que Saitama sensei lo hubiese olvidado o pretendiera que no estaba consciente de sus sentimientos daba igual ahora, sabía que su maestro se preocupaba por él y no actuaría de alguna manera que lo hiciera sentir incómodo. No podía solo ir y preguntarle, eso acabaría peor.
Genos se tapó la cara con una almohada, era la primera vez que sentía que la frustración se “escurría por sus engranes”, lo peor del caso era que pasaba por lo que él consideraba una tontería. Desde su perspectiva, tomando en cuenta todas las circunstancias, lo mejor para todos sería dejar ese tema en el olvido, pero haber tomado esa resolución no aliviaba el cómo se sentía.
Él dejó caer la almohada a un costado de su cara, notó que estaba oscureciendo prematuramente ¿Tal vez se pasó tanto tiempo sumido en sus pensamientos que no se dio cuenta del pasar de las horas? Eso podía suceder cuando se ignoraba el reloj interno, ya lo había comprobado antes. Demonios, no debería irse saltando las comidas de esa manera irresponsable ahora que necesitaba consumir alimentos. Seguro que tenía ingredientes para hacer algo sencillo o alguna instantánea, honestamente no quería moverse todavía ¿A sí se sentirían los hombres normales de veintiún años? Quizás solo se trata que no se acostumbrara a ese cuerpo. Repentinamente se dio cuenta de que estaba sudando un poco, hacía bastante calor.
Sudar se sumaba a las desventajas de tener un cuerpo orgánico, ahora sí que era afectado por el exceso de frío o de calor, su tolerancia al clima había bajado considerablemente. Su lista de desventajas iba creciendo. La maldita comezón era una perra también y de las peores cosas que tenía en contra. Se quitó la camisa que llevaba y la tiró sin fijarse, definitivamente se quedaría ahí tumbado y si le daba hambre se levantaría más tarde a comer algo.
— Estoy en casa* —
Genos estaba tan sumido en sus pensamientos que no oyó a su maestro entrar, ahora estaba frente a él, tumbado en su futón descuidadamente y vestido con solo su ropa interior.
— ¿Genos? — Saitama se quedó quieto por unos momentos, no estaba seguro de que estaba viendo al mismo ciborg con el que había estado viviendo un par de años atrás. El rubio estaba en el futón, a medio sentarse, con solo la ropa interior puesta, su torso estaba completamente expuesto y… ¿Era eso piel? ¿Qué no era su cuerpo completamente de metal?