Celty abrió la puerta al rubio vestido de camarero con curiosidad. No por el simple hecho de que su ropa y la piel debajo de esta tuvieran cortes por doquier, eso era usual, sino por lo que traía en su hombro.
Un cuerpo humano.
Más no cualquier cuerpo humano. Uno bastante más pequeño, de apariencia un tanto frágil y una que otra característica delicada y aniñada extraña en alguien de sexo masculino. El líder de los Dollars. Bueno exlíder de la antigua banda llamada Dollars.
Teniendo en cuanta que llevaba un año de su disolución.
Se hizo a un lado dejando pasar al adulto y notando recién en ese instante que el adolescente estaba inconsciente, con severos cortes en algunos costados y algunas magulladuras que junto a la cantidad de sangre que manchaba la ropa del joven hacían que su corazón se detuviera de la angustia.
Hace menos de una semana había regresado a Ikebukuro. Los rumores de desapariciones, los cuales la gente asociaba con ella a pesar de su ausencia, le impedían moverse con libertad en la ciudad y por ello estaba presente en ese momento.
Lástima.
Ahora sentía que sus instintos maternales, los que extrañamente parecía mostrar solo con Anri y Mikado, despertaban con todo su poder. Decir que arrastro a Shinra con todo y almohadas, el castaño veía una película de terror (Algo de un amor prohibido entre una humana y un ser mitológico que no podía ser y por tanto para el era una temática de horror) y parecía querer fusionarse con la misma.
- ¡Ah! ¡Hola Shizuo! ¿Otra víctima de tu ir… ¿¡Mikado!?- El médico clandestino mostro una sincera preocupación por el estado del adolescente. Celty apreciaba al niño casi como a un hijo, por tanto el también lo apreciaba.
Sin decir nada guio al rubio hacia la ya conocida sala donde atendía a sus pacientes y comenzó a curar al chico.
- “¿Qué sucedió?”- Esta frase escrita en la pantalla de la Dullahan fue contestada con pesar por el rubio.
Una historia simple y a la vez complicada. Mikado y Anri terminaron su relación como pareja debido a que la portadora de Saika tenia miedo de poder lastimarlo si seguían juntos. Izaya hizo acto de presencia cuando menos se lo necesitaba, como siempre para crear caos, mostrándose bastante recuperado de las lesiones en la medula espinal.
Si bien el informante apenas podía caminar tres cuadras (con ayuda) se las ingeniaba para arruinar vidas con su limitada movilidad física. Todo esto gracias a estimulaciones epidurales y operaciones tan caras como riesgosas.
“Orihara Izaya. Arruinando vidas desde 1991” Era el slogan que puso Kiba en una imagen con la cara del informante. Pero me desvié de tema.
La cosa es que el Informante logro de alguna manera hacer enfurecer a Anri y a Saika, no es que le costara mucho, y que estas intentaran cortar al ser que consideraban el principal dueño de su amor.
Mikado en este caso.
El joven logro salvarse a si mismo y a Izaya, a quien cargo con dificultad en su espalda y escapar de Saika. Anri no estaba controlando su cuerpo.
Shizuo vio la ropa del informante a lo lejos y como se movía (en realidad el que se movía era Mikado, pero paso desapercibido porque estaba vestido con ropas similares a Izaya y por la lejanía solo parecía que el informante subió un poco de peso) por lo que pensó que su trabajosa recuperación era una farsa que formaba parte de planes malvados de Izaya.
Lo que no sería raro.
El informante, gracias a años de costumbre, podía sentir el instinto asesino de Shizuo y el peligro que representaba. Le aviso a Mikado de la máquina expendedora que se avecinaba. Lo que no espero es que el menor lo empujara y protegiera su integridad física antes que la propia.
Mikado intento apartarse luego de empujar a un lugar seguro a Izaya pero con solo un segundo no pudo esquivar el golpe de la maquina. Esta golpeo toda la parte izquierda del torso y destruyo parte de la cadera y brazo. La maquina quedo a un par de metros pero el golpe logro lanzar por lo aires al joven.
Por primera vez en mucho tiempo a Shizuo no le importo la presencia de Izaya, y el informante no sonrió por el resto del día.
Volviendo al tiempo actual. Mientras Mikado era operado Shingen Kishitani llego a…crear mas caos acompañado de Emilia y lo que parecía una bebe. De ojos color chocolate y cabello negro azulado.
- ¡Celty! ¡Vine a presentarle a Shinra a su nueva hermana!- exclamo el enmascarado con efusividad mientras su esposa solo sonreía tiernamente con un aire distante y soñador.
- “¿¡Que!?”- tecleo rápidamente el hada irlandesa.
- Buen uso de signos de exclamación pero yo le agregaría mas emoticones o caritas- comento el “adulto” con una mano en la barbilla.
- “¿¡Realmente es tu hija!?... Pobre niña si es así.”- Tras leer la pantalla del PDA el científico actuó ofendido y mortificado, muy mal actuado pero actuado, para luego simplemente reir escandalosamente.
- Es una niña que va a ser usada para unos experimentos. Celty ella es el sujeto de estudio Nº 3915 y es una pequeña hibrida entre una bruja y un genio. ¿Puedes creer que es la séptima vez en la que tenemos éxito creando híbridos? Toda la asociación de Nebula esta superándose poco a poco - comento eufórico el científico ignorando el horror que genero en Celty.
- Buenas tardes, Celty. Quisiera que cuidaran de ella mientras buscamos al objeto de estudio Nº 3913 y 3914. Vinimos con los tres niños pero Shingen perdió a los dos que estaban bajo su cargo- Comento la rubia dejando a la bebe en brazos de Celty.
Dicho esto ambos se retiraron a buscar a los otros dos niños híbridos. Celty se acerco a la sala donde Shinra terminaba de cerrar las heridas del menor.
- Perdió mucha sangre y sus huesos están hechos trizas, no pude hacer mucho- dijo el castaño para luego notar a la bebe en brazos de Celty- ¿Y esa niña?
- “Experimentos de tu padre. Fue a buscar otros dos”- fue todo lo que pudo escribir la irlandesa mientras su cuerpo entero hervía en ira.
- Gaa…gu..ga- los balbuceos incoherentes de la niña de no más de ocho meses y sus manos estiradas hacia el joven inconsciente le dieron a entender a Celty que quería estar con el. Accediendo al capricho de la bebe se puso junto al joven. La infante estiro su tierna manita hacia el adolescente.
Al rozar su mano con la piel del rostro del muchacho todas las heridas comenzaron a sanar a una velocidad imposible. Los huesos se reconstruyeron y los daños desaparecieron. En su lugar una marca azul en forma de círculo se grabo en el pecho del joven.
Shizuo observo asombrado esto. Curioso se acerco a la bebe. Esta al verlo balbuceo cosas incomprensibles y estiro su mano hacia el sonriente.
Instintivamente el dejo que la niña se aferrara a su dedo índice mientras sentía algo cálido en su interior. Luego frio. Y sin saber porque cayó al suelo.
Para sorpresa de Celty, Shinra y un recién despierto Mikado había cuatro diferentes figuras del Fortissimo de Ikebukuro en el suelo.
Uno vestido con una yukata azul, otro con la forma de un niño, uno vestido con un traje blanco y rosa y por último el usual Shizuo de siempre.
La bebe por otro lado seguía estirándose hacia Mikado. Nadie sabe qué fue lo que la llevo a pensar eso pero la bebe identifico desde el primer instante a Mikado como su madre y a Shizuo como su padre.
Llámenlo instinto. Pero crear a cuatro Fortissimos que la protegieran a ella y a sus hermanos fue sin duda una sabia elección.
Eso y que su “madre” tenia buenos contactos. Eso sí que es instinto de supervivencia.
Pasaron unos minutos y los diferentes Shizuos comenzaron a despertar. Viéndose cara a cara la primera reacción de todos, menos el de azul, fue gritar.
- ¿¡Porque hay otros yo!? ¡Fue la pulga! ¿¡Verdad!?- bramo furioso el rubio original antes de pararse en busca del informante que, curiosamente, era inocente.
Shinra no tardo en aclararle lo ocurrido a Shizuo. Bueno, a los Shizuos.
- ¿Fue la bebe?- Curioseo el rubio vestido de Azul.
- ¿Qué es la pequeña mocosa que puede hacer eso?- Inquirio con una sonrisa el de traje blanco.
- Si fue la bebita Shizuo, y no lo se…otro Shizuo…. – el castaño pensó un par de segundos- No se los puede llamar a todos Shizuo.
- Diganme Delic- Aconsejo el joven de traje blanco y rosa mientras hacia un gesto de saludo con la mano- Un placer conocerlos.
- Soy Tsugaru- comento escuetamente el hombre con ropas tradicionales japonesas mientras hacia una leve reverencia.
- Eh… No se como podrían llamarme- comento la versión infantil de Shizuo.
- ¿Qué tal Shizu-chan?- Propuso el doctor recibiendo una mirada amenazante del infante.
- No
- ¿Junior?
- Supongo que es aceptable – acepto el pequeño castaño.
- Me supongo que no queremos dejar a mi padre saber de esto- dijo el castaño acomodando sus lentes- Creo que los podemos esconder en el armario… De paso cuando sale de su escondite podemos decir que descubrió su verdadera naturaleza.
La mirada de Muerte de Shizuo nunca antes había sido tan intensa… aunque ahora podía hacerlo cuatro veces mejor. Digo eran cuatro personas mirándolo de la misma forma. Tiende a ser muy intimidante.
Luego de poner a los tres Shizuos extras en el armario. Sin comentarios. El grupo le dio la bienvenida al Kishitani mayor y su esposa acompañados de dos niños de no mas de tres años.
- Hola Shinra! Conoce a los nuevos sujetos de estudio!- exclamo un tanto emocionado el mayor. Su hijo simplemente lo miro con una mescla de cansancio, hastió, y resignación.
- ¿Ahora experimentan con niños también? Sinceramente no puedo despreciar mas a Nebula- comento desviando la mirada- De todos modos no se que haces aquí
- -Tienes que cuidarlos, por el dia de hoy, puesto que mi adorada esposa y yo tenemos que arreglar unos asuntos con unos socios.
Celty le arrebato los niños en menos de un segundo y estampo la puerta en su cara, o mascara, sin muchos remordimientos.
- “Mikado se que no es un buen momento pero… ¿ podrías hacerte cargo de cuidar a los Shizuos mientras Shinra y yo nos hacemos cargo de los niños? Dudo que Shizuo sea lo suficientemente paciente para hacerse cargo de ellos”- tras leer el mensaje el joven asintió un tanto nervioso.
Shizuo quiso diferir de lo insinuado por su amiga pero era ciertamente imposible contradecirlo. Ademas, si ellos eran igual a el en todos los aspectos era muy probable que Ikebukuro terminara destruida por una discusión entre ellos.
- Pueden ir a mi apartamento Ryugasaki – dictamino el rubio mientras ponía una mano en el hombro del menor y lo guiaba siendo seguido por sus…otras versiones que salieron del armario rompiendo la puerta.
------------------------------------Amo cada parte de ti------------------------------------------------
- ¡Eres tan adorable Ryugasaki!- dijo animadamente Delic mientras abrazaba a Mikado y lo levantaba en brazos.
- Gracias pero debo preparar el almuerzo- El joven de 18 años se sentía un poco incomodo en brazos del otro pero no en un mal sentido. Además, teniendo en cuenta que tenia puesto un mandil rosa, parecían una pareja de recién casados.
- ¿Puedo ayudar en algo?- pregunto Tsugaru tranquilamente.
- ¿Crees que podrías pasarme las verduras? Gracias. Etto.. Tal vez deberías poner la mesa mientras Delic y yo terminamos de cocinar- dicho esto volteo a ver el ramen que estaba preparando (a pedido de Junior) y al ver que estaba listo sonrió cancinamente.
- ¡Huele delicioso!- Escucho gritar animadamente a Junior quien resaltaba no solo por su estatura baja, o su cabello castaño sino por su sonrisa tan calida al estar con ellos. En el exterior se mostraba bastante distante por miedo a enojarse y lastimar a alguien pero con Mikado y los otros rubios parecía un niño mas alegre y sociable.
- Gracias Junior- dijo el azabache despeinando al menor.
El sonido de alguien golpeando la puerta un tanto bruscamente llamo la atención de los habitantes de la casa.
Alli, aun sin poder creer lo que ocurría, estaba el original Shizuo Heiwajima. Miro fijamente al adolescente y se detuvo unos momentos en la venda que rodeaba su cabeza. Las heridas no estaban del todo curadas pero la magia de la bebita había hecho un trabajo notable.
- Tadaima…- Murmuro con un leve sonrojo el rubio original recibiendo una sonrisa brillante y cálida del pequeño emperador.
- Okaeri, Shizuo-san- dijo antes de quitarse el delantal rosado con un adorable color rojizo adornando sus mejillas- Perdón por tomarlo sin permiso pero…lo use mientras preparaba la cena.
- ¿Cena?- cuestiono confuso.
- ¡Oh! El original. Okaeri Shizuo!- comento con una sonrisa relajada Delic sin dejar caer el cigarrillo que descansaba en sus labios.
- Okaeri- saludaron a coro Junior y Tsugaru. El primero en hombros del segundo.
- Estábamos esperando a Shizuo-san para cenar…
- Gracias- El guardaespaldas no se consideraba una persona de muchas palabras. Pero no podía pensar en otra cosa que decir. Era una situación extraña y nada tenia sentido.
Curiosamente no le desagradaba.
Aunque la cena fue bastante comoda y alegre, todo se complico un poco después de la misma con la llegada de Shinra y Celty.
- ¿Qué?
- Quiero que cuiden a los niños. Acabamos de robárselos a mi padre y a Emilia sin que lo notaran pero probablemente lo hagan en cualquier momento. El ultimo lugar donde mi padre creería que yo dejaría un niño indefenso es contigo Shizuo- dictamino Shinra.
- ¿Quieres morir?- amenazo el guardaespaldas sintiéndose ofendido.
- Me disculpo desde lo mas profundo de mi corazón. Pero realmente tenemos que ocultarlos para protegerlos de Nebula.
- ¿Desde cuando te importa lo que le pase a alguien que no sea Celty?
- Es que ella se siente mal por lo que le harán a los niños y si es por el deseo de Celty yo iría en contra del mundo entero- Sin decir otra palabra el castaño huyo sin voltear a ver a los niños.
Mikado se colgó el bolso en el hombro y se dispuso a caminar a la entrada ,ignorante de lo ocurrido con Shinra, encontrándose con una bebita en brazos de Shizuo y dos niños parados frente a el.
- Ryugasaki… Ni creas que te vas a ir. Tienes que ayudarme con esto.
De todo modos Mikado no podía irse si Delic y Junior no soltaban su brazo y su pierna asi que al menor no le quedo de otra mas que asentir y sonreir.
Tenia el presentimiento de que su vida normal se terminaba en ese mismo instante.