Apenas entró a la sala, la iluminación de aquella lo desconcertó.
Había muchos ventanales, que daban directo hacia afuera y por tanto lo cegaban. Cuando al fin su pupila se adecuó, pudo verlo. Muebles de ornamento situados simétricamente en la sala. Se veían caros, al ser tan cafés y de material especial.
En medio del lugar, se encontraba un sofá grande, de color negro, con uno individual frente a él. Entre ellos, una mesa de centro, con un té esperándole. Y dos personas sentadas.
r13;Adelante. r13;Escuchó una gentil voz de mujer.
Aladdin asintió, y obedeció.
A medida que se acercaba, lograba ver con mejor detalle.
Ahora podía decir con certeza. Quienes le esperaban sentados eran un hombre pelirrojo, con severa expresión, y una dama de cabello azabache, con una apariencia más amistosa.
r13;Nombre. r13;Demandó el pelirrojo.
r13;Aladdin Jehoahaz Abraham. r13;Respondió, a la vez que se sentaba de manera lenta en el sillón individual. r13;Permiso… r13;Susurró.
r13;Nosotros. r13;La mujer se apuntó a sí misma, y al hombre a un lado de ella. r13;Somos la cabeza de la familia Ren. Yo soy Gyokuen Ren, él es Kouen Ren, mi hijo adoptivo. r13;Explicó. r13;Tomaré el atrevimiento de preguntar, ¿Cuál es su edad, Aladdin?
r13;17 años, señorita Gyokuen. r13;La nombrada rió un tanto ante tal cumplido, mientras Kouen escribía los datos en un cuaderno.
r13;Preséntate. r13;Ordenó Kouen.
Aladdin, de un bolso que llevaba con él, sacó sus calificaciones, informe de personalidad, y cartas de recomendación, colocándolos encima de la mesa.
r13;Como pueden ver, soy un estudiante aplicado con buenas calificaciones y comportamiento. El ámbito de aprendizaje no me cuesta realmente, por tanto puedo adecuarme a cada contexto con una facilidad enorme. Además… r13;Apuntó a las cartas de recomendación. r13;Pedí al departamento de profesores de manera individual que me juzgaran, y ayudaran en cuanto a respaldo de la información se refiere. r13;Iba a seguir, pero Kouen levantó su mano derecha, a la vez que Gyokuen negaba levemente, con una sonrisa en sus labios.
r13;A eso no nos referimos. r13;Explicó la dama.
r13; ¿Entonces…?
r13; ¿Quién eres? ¿Por qué recurres a nosotros? ¿Cuál es tu situación? r13;El pelirrojo hizo una pausa. r13; ¿Cuál es tu historia?
Aladdin quedó estupefacto ante algo como eso. Boquiabierto, a decir verdad.
Cabizbajo, apretó sus manos por encima de sus rodillas.
r13;… A una temprana edad. r13;Comenzó el relato. r13;Mi padre murió, y mamá tuvo que encargarse de mí por su cuenta. Gracias a ella, nunca me faltó nada. r13;Había captado la atención de ambos. r13;Pero hace dos o tres años, un virus desconocido comenzó a afectarle. Gradualmente le ha quitado la capacidad de moverse, por tanto se encuentra en reposo. Como menor de edad, me era imposible trabajar sin un permiso notarial. Y aunque actualmente lo tengo, junto a un trabajo, no me ha sido posible encargarme de los gastos médicos de mi madre y mi diario vivir. r13;Hizo una pausa, para ver si seguían el hilo. Cuando ambos adultos asintieron, prosiguió. r13;Por eso acudo a ustedes. Necesito poder estudiar para darle un mejor futuro a mi madre, cuanto antes. r13;La desesperación comenzaba a mostrarse. r13;El Párvulo es mi pasión, pero un parvulario no recibe buen sueldo a menos que salga de una buena Universidad y-
r13;Espera. r13;Lo paró en seco Kouen. r13;Si quieres estudiar Párvulo, no nos sirves. r13;Anunció, sin titubear en su semblante.
r13;Pero… Siempre se me ha dado el trato con los niños… Su manera de pensar… Quiero estar con ellos y poder observar su mente y crecimiento. r13;Se excusó Aladdin.
r13;Si eso quieres, pues podrías optar por Psicología. r13;Elevó la voz Gyokuen. r13;Así sí podríamos financiarte.
Aladdin apretó los puños. No era exactamente lo que quería, pero era algo. Y también era bien remunerado.
r13;Con respecto a mi trabajo…
r13;Deberás renunciar a él.
r13; ¿¡Qué!?
r13;Si te llegamos a elegir. r13;Gyokuen se llevaba esta explicación. r13;Te será completamente imposible trabajar. Tu concentración deberá estar centrada tan sólo en rendir en la Universidad.
r13; ¿Y mi madre…?
r13;Antes de eso. r13;Volvió a cortar Kouen. r13; ¿Sabes la principal condición de poder financiarte?
r13; ¿Condición…?
r13;Deberás formar parte de la familia. r13;Informó. r13;Ya sea casándote con alguna de las legítimas hijas de la familia, o siendo adoptado. Tendrás que atarte sí o sí acá. Y tu apellido cambiará.
r13;Eso… Lo tengo claro. r13;Aceptó el joven.
r13; ¿Y estás dispuesto a hacerlo? r13;Cuestionó la azabache.
r13;Completamente. r13;Hizo una pausa. r13;Pero al ser menor de edad, el Matrimonio queda fuera. Tendría que ser adoptado.
Un momento de silencio se reservaron ambos adultos, y luego se miraron, ignorando al nervioso Aladdin que yacía frente a ellos.
r13; ¿Qué te parece? r13;Preguntó Kouen a su madre.
r13;Es el más convincente hasta ahora. r13;Aceptó.
r13; ¿Verdad? Me parece mucho mejor poder financiar a un tipo como él, que a las sanguijuelas anteriores que tuvieron el descaro de presentarse ante nosotros.
r13;No lo digas así, querido. r13;Rió un tanto. r13;Entonces, ¿Decidido?
r13;Quiero preguntarle una cosa más. Pero esto será por cuenta mía. r13;Declaró.
r13;Fufufu ~ r13;Rió la dama, volviendo hacia el frente su mirada. r13;Creo que ya sé lo que viene.
Kouen se limitó a asentir, e imitar a la mayor.
Aladdin se tensó aún más.
r13;Escucha, Aladdin. Esto puede tener otro costo, pero puedo tener a tu madre en las mejores instalaciones, con doctores capaces y medicación diaria. Podríamos incluso encontrar la cura para ese virus «desconocido» r13;Bien sabía Kouen que algo como eso no existía. Sólo había filtros de información en la salud pública, la cual infería, había podido usar el menor.
De repente, una sorpresa se pintó en el rostro del peli azul. r13; ¿¡En serio!? ¿Qué es, qué es? ¡Estoy dispuesto a cualquier cosa! r13;La esperanza. Una ingenua esperanza le hizo decir eso. Claro, el no desconfiaba de las personas. Menos si le iban a ofrecer ayuda.
Pero. . .
r13;Sé mi juguete.
El semblante de Aladdin cayó en picada, sin entender al cien eso.
Kouen por su parte, se había interesado en el pequeño. A tal punto, que no quería que alguien más lo tuviese.
r13;Perdone, ¿Qué? r13;El peli azul estaba en shock. Seguía sin poder procesarlo. Miró a Gyokuen, buscando algún tipo de consuelo. Pero era nulo, la mujer tan sólo le sonreía, sin alteración alguna.
r13;Eso. r13;Kouen había cerrado su libreta, y se disponía a levantarse. r13;Entonces, ¿Aceptas? r13;Se acercó a una repisa, de donde sacó una carpeta. Luego volvió a su asiento.
r13;Pero qué significa ser su juguete. r13;Siguió con ello Aladdin, bastante alterado. Creía que el pelirrojo estaba bastante grande como para andar jugando, así que, ¿A qué se refería exactamente?
r13; ¿Aceptas, o no?
Los papeles yacían frente a Aladdin, y este titubeaba. Era su pase a una mejor vida, y no sólo para él, sino para su madre también.
« ¿Qué tan malo podía ser…? » Se preguntó.
r13;Acepto.
Acto seguido, tomó una lapicera, y firmó todos los papeles que le ponían en frente.
Había sellado su destino.