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Fuego y Hielo (pausado) por sharedey

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Notas del capitulo:

Hoooola =D 


Hoy traigo un nuevo capitulo de este fic :D espero sea de su agrado ^///^ empieza un poco hard (cielos dónde quedó mí inocencia T.T) pero ese asunto es importante para la trama =//) 


 


 Muchas gracias a las lindas personitas que me envían sus reviewn :D son la fuente de mi inspiración ^0^ y tod@s en general muchas gracias por leer =D 


Ahora si al capitulo n.n 

 Tenía sobre sus labios los labios del moreno, junto a su lengua que penetraba su boca, aquéllas manos grandes comenzaban a recorrer su cuerpo, mientras que en las piernas sentía como comenzaba a deslizarse su ropa interior.
 
 Pronto lo tomaría nuevamente como las veces anteriores, no podía permitir que las cosas siguieran ese rumbo. Recordaba los concejos que le dio la bruja; aún le parecía difícil y algo vergonzoso lograr hacer todo aquello, pero no tenía más opciones. 
 
 El azabache continuaba con su labor, mientras el rubio intentaba seguir su ritmo. Era complicado, pero intentarlo lo valía. De pronto el moreno lo puso en cuatro, pero esta vez él se resistió, logrando que el otro frunciera el ceño por la molestia que le producía aquel acto; la cual no perduro, pues fue el rubio mismo quien volvió a atraparlo en un ardiente beso, para después rodearlo con las piernas por la cintura estando el moreno de pie. Aquello sorprendió al más alto; pero esa iniciativa, de algún modo, le gustó. 
 
 Pronto los besos se hicieron más candentes, al igual que las caricias que esta vez iban repartidas por ambas partes. A estas alturas la excitación ya era igualitaria y ambos cuerpos no podían conformarse tan solo por caricias o besos, necesitaban más, mucho más.
 
  El moreno sujeto amabas piernas del contrario para llevarlo contra una pared, y en esa posición comenzó a introducirse en él. Para el otro aún era doloroso aquel acto, pera esta vez el dolor era minimizado por el placer que comenzaba a sentir. Era curioso, este juego lo estaba favoreciendo de distintas maneras, quizá y en realidad no necesitaría fingir placer, ya que en verdad lo estaba sintiendo.
 
 Las embestidas se hicieron presentes, acompañadas de jadeos y besos que repartían ambos; pronto el cansancio de aquella posición comenzó a notarse, por lo que el rubio aprovechó para tumbar al moreno sobre el piso y llevar esta vez él el control; comenzó a mover su cuerpo arriba y abajo, auto penetrándose el mismo de un modo lascivo.
 
 El moreno disfrutaba aquella posición, la vista era la mejor que pudiera tener. Aun le era increíble que esto estuviera pasando, cuando vio a ese chico por primera vez ni por un segundo se le pasó por la mente que tuviera esta faceta oculta; era fascinante.
 
 
 Pronto se vio el cansancio del más bajo, por lo que el ojirojo hizo un nuevo cambio de posición, tumbando al rubio sobre el suelo y posesionándose sobre él. Guio las piernas del mas bajo hasta sus hombros y comenzó un nuevo vaivén, sacando en el otro infinidad de gemidos de placer. 
 
 Los movimientos eran cada vez más rápidos, más bruscos; el rubio se aferro al cuello del moreno abriendo un poco más las piernas de modo que estas quedaron casi colgando sobre los brazos del otro. Sentía llegar el clímax de ese encuentro, un par de estocadas más y el ojiazul termino por venirse en medio de ambos cuerpos, mientras él pelinegro lo hizo en su interior. 
 
 El moreno se incorporó casi de inmediato, por lo que él se sentó para ver si habría algún cambio; aún era pronto, pero deseaba haber logrado algo, por muy pequeño que fuera. Sin embargo el otro tan solo se cambio de ropa y se acostó en la cama sin dirigirle la palabra nuevamente. Aquello lo entristeció, pero esto apenas comenzaba; de ningún modo se daría por vencido tan fácilmente. Así que, se levantó y se acomodo la ropa después de limpiarse, para luego proseguir a acostarse al lado de su pareja.
 
 
 Fue sorprendente cuando de pronto sintió el abrazo del contrario; aún no le dirigía la palabra, pero ese acto era uno de afecto. Decidió dejarse llevar por la situación y casi por un impulso se acomodo en aquel pecho moreno, para después ambos caer en brazos de Morfeo. 
 
 
 
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Se encontraba dando vueltas en su habitación como un león enjaulado ¿Cómo era posible que Yukito se haya atrevido a hacer tal cosa? ¿Y si era descubierto?  Peor aún ¿si alguien con malas intenciones lo descubría para aprovecharse de él? Eso sin contar que dentro de un día esas tropas serian mandadas a combatir ¿Qué pasaría si perdiera la vida en batalla? No entendía que era lo que pasaba por la mente del peligris para haberse atrevido  a hacer tal cosa.
 
  Se sentó por un momento para pensar fríamente; debía encontrar el modo de sacarlo de esta muy peligrosa situación ¿pero cómo? Si al menos pudiera hablar con él, por muy corto que fuera ese momento, deseaba hacerlo.
 
— ¿Qué ocurre esposo mío? ¿Por qué no duermes?... —escuchó de pronto la voz de la joven, la cual se había despertado.
 
—no tengo sueño…— respondió tratando de sonar calmado— por favor duerme, yo volveré enseguida— y tras decir aquello salió de la habitación, dejando a la joven un poco preocupada. 
 
 Se dirigía a la parte trasera del palacio, en donde descansaban todos los soldados. Aún no tenía un plan establecido para lograr hablar con el chico de piel albina sin levantar sospechas, pero ya se le ocurriría algo. De pronto su pensamiento fue interrumpido, pues como si el cielo hubiera oído sus ruegos, vio al chico de sus pensamientos parado frente a él, había salido de la esquina de una de las tantas habitaciones de ese lugar. 
 
— Sabía que vendrías…— dijo el menor al momento de abrazarlo, por lo que el otro correspondió el abrazo. Esa situación, aunque peligrosa, era grata para ambos.
 
— ¿Por qué hiciste semejante locura?... — preguntó separándose un poco del más bajo.
 
 
 
—porque no encontré otra manera de venir acá…— respondió alzando su vista en dirección a su rostro— ¿no te parece extraño todo esto?
 
 
  Esa pregunta confundió al castaño— ¿a qué te refieres?... — preguntó sin entender 
 
 
 
—a todo ¿Por qué el rey de este lugar puso como condición de alianza la providencia de herederos? La única condición que él quería, era esposarse y esposar a su hermana. Todos los reinos deseamos recuperar el reino de hielo, pactos de alianza con condiciones no son necesarias si tenemos un solo objetivo; sin embargo el se aprovechó de su ventaja y poder para obtener algo a cambio; la pregunta es ¿Por qué? 
 
 El de ojos cafés se quedo pensando por unos momentos; la verdad él se había hecho esa misma pregunta antes; pero la respuesta que pudo deducir era muy simple.
 
— el reino de Nihon, a pesar de ser considerado el más poderoso y el que tiene mayores ventajas, no cuenta con nativos originarios. Sé dice que la razón de su gran crecimiento se debe a la unión de países pequeños que decidieron aliarse para convertirse en una sola nación, en estas circunstancias la sangre de los originarios se mescló con la de extranjeros. En un modo simple podría decirse que se despurificó su especie. El mismo rey Kurogane lo dijo cuando dio la condición para que nos aliáramos a él. Necesitaba sangre real, sangre pura. Yo al ser el hijo directo del rey de Clow era la mejor opción, y escuché que el chico que se caso con él rey de Nihon era el príncipe de Valeria, un reino que cayó en desgracia, por lo que también era un candidato viable. El misterio de porque el rey de este reino quiere un hijo es muy simple; necesita un heredero digno de su corona; si ganamos esta guerra que perdura ya casi un siglo él será nombrado el rey del mundo, por lo que su sucesor debe tener la capacidad y el linaje para ocupar dicho puesto…- concluyó.
 
 Para el menor no dejaba de ser extraña la situación. Esa escusa no se le hacía muy convincente, aunque al menos era creíble. Pero su intuición no podía fallarle, de  nada serbia camuflar de ese modo tan abrupto las cosas, el descubriría la verdad. 
 
 
 
—aun con esa explicación, todo esto no deja de ser extraño…— volvió a responder logrando nuevamente la atención del otro— el asunto del linaje me parece una escusa muy simple, demasiado simple.
 
 Y ante eso el otro no pudo negar que era verdad; pero incluso si las sospechas eran evidentes no podían hacer nada al respecto; sin embargo eso no era lo que más le preocupaba en esos momentos.
 
—debes esconderte ahora; encontraremos un modo de regresarte a Clow mañana. Todos deben estar preocupándose sin saber en donde estas…- soltó de golpe el mayor mirándolo fijamente, cambiando totalmente el rumbo de la conversación. Por su parte él peligris lo miró de modo fijo. Entendía las preocupaciones del otro, pero no podía renunciar a todo y hacer lo que le pedía después de haber llegado hasta ahí.
 
—No regresare…—- respondió firmemente— le deje una carta a tu padre; en ella le digo que inicié un viaje hacía los montes del sur con la intención de convertirme en un monje. Nadie excepto Sakura sabe que estoy aquí y que hice esto. Así que no me buscaran— concluyó mostrando seguridad en sus palabras, logrando que su compañero quedara en un mar de preocupaciones. 
 
— ¿eres consciente del peligro que corres?... — preguntó intentando hacerlo recapacitar.
 
—no corro ninguno si tu no me delatas,
 Y eso lo enojo un poco ¿Qué no corría peligro? ¿Y si lo mataban en batalla qué? Tal parecía que la terquedad de este chico era muy grande; hasta ahora conocía esta faceta de él. 
 
—si no eres consciente de los peligros que corres es más peligroso aún. No lo permitiré, incluso si tengo que delatarte no te dejare combatir en una batalla…— habló nuevamente el castaño de un modo firme y serio, por el contrario el más bajo solo se soltó de su agarre 
 
—de ningún modo me iré de este lugar; si tu quieres delatarme, hazlo; eso solo apresurara mi muerte, estoy dispuesto a arriesgar la vida con tal de lograr mi objetivo.
 
— ¿y cuál es ese objetivo?... — se limitó a preguntar tratando de calmar las ganas que tenía de agarrarlo y encerrarlo, amarrarlo si era posible con tal de mantenerlo a salvo.
 
—Librarte de la unión que tienes con esa princesa…— esa respuesta lo sorprendió ¿Cómo pretendía hacer tal cosa?— descubriré los secretos de este reino y del mismo rey; y si es posible, yo mismo acabare con todo esto— finalizó antes de intentar retirarse; Touya quiso detenerlo pero la presencia de una tercera persona los interrumpió a los dos. 
 
— ¿qué haces afuera a estas horas de la noche?...- se escuchó la voz de un hombre peli plata, de piel blanca y ojos cielo. Si mal no recordaba el ojicafe, esa persona era Yue; el hombre que su padre puso a cargo de las tropas que fueron enviadas a Nihon. 
 
—no puedo dormir, por eso decidí dar un paseo nocturno.
 
—ya te advertí. Nadie puede hacer nada sin mi consentimiento. Si vuelves a desobedecer tendré que darte un castigo ejemplar…— afirmó sin cambiar su expresión fría, logrando que Touya apretara los puños conteniendo el deseo de callar a ese sujeto.
 
— No lo volveré a hacer…— respondió el más bajo sonando tranquilo; para luego dar una reverencia en señal de respeto hacía Touya antes de retirase del lugar.
 
—Disculpe el mal momento…— habló esta vez en dirección al castaño mientras daba una reverencia para luego retirarse también. 
 
 El moreno quedo preocupado. No entendía nada de lo que pretendía Yukito, y no sabía con exactitud qué hacer para sacarlo del peligro al que el mismo se estaba exponiendo. 
 
 
 
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 La mañana llegó con total tranquilidad en la habitación principal del palacio real. El rubio abría lentamente los ojos para iniciar aquel día; se sorprendió un poco al no encontrar a su amante a su lado 
 
—ya te despertaste…— escuchó su voz de pronto; era la primera vez que le hablaba sin darle alguna orden— en agradecimiento a la noche que me has dado, eres libre de caminar dentro de palacio; pero de ningún modo puedes ir más allá ¿entendido?
 
 Ante esas palabras el ojiazul asintió. La verdad eso lo hacía feliz; tenía ganas de salir de aquella habitación. Así que en cuanto el mayor se fue se dispuso a bañarse para luego hacer aquello. 
 
Se encontraba en el jardín. Era increíble que a pesar de la guerra esas plantas estuvieran tan bien cuidadas; cuando llegó a ese reino estaba tan desorientado, tan confundido de su situación que ni siquiera se dio tiempo de contemplar aquel lugar. Ahora lo veía y era hermoso. 
 
—Es una fortuna encontrarte aquí…— escuchó de pronto la voz de un chico; volteo a ver de quien se trataba y se encontró con un joven soldado, de piel blanca y pelo grisáceo.
 
— ¿Quién eres?... — se limitó a preguntar.
 
—diría que soy tu aliado…— respondió tranquilamente confundiendo al ojiazul— necesito hablar contigo de un tema que seguramente te interesa. 
 
 
 
 Y eso lo confundió más ¿un tema que le interesaba? ¿Qué era lo que buscaba exactamente ese sujeto?  
 
 

 

Notas finales:

Bien, hasta aquí por hoy :) espero lo hayan disfrutado n.n la continuación la traere lo antes posible :D 

 

 Cualquier duda, sugerencia, critica o comentario es bien recibida =) cuídense mucho por favor. Hasta pronto ^_^


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