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Secret por Magui HeeHee

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Notas del capitulo:

Es mi primer one shot de tokio hotel so... espero que les guste

https://www.wattpad.com/myworks/61378532-secret

"La vanidad y el orgullo son cosas distintas, aunque muchas veces se usen como sinónimos.El orgullo está relacionado con la opinión que tenemos de nosotros mismos;la vanidad, con lo que quisiéramos que los demás pensaran de nosotros"

 

Caminaba por los pasillos de la escuela de una manera tranquila y segura a pesar de la horas y que se encontraba completamente solo el lugar se sentía relajado, no es que le encantara estar ahí, si no fuera porque pertenece al comité estudiantil y ser de los más populares no seguiría ahí.

 

El pertenecía a una de las escuelas más prestigiosas de Alemania y sus padres aportaban una muy generosa cantidad a dicha escuela para que se aportará de lo mejor. Bueno aunque él pensaba que a la escuela debería de reservar su derecho de admisión.

 

Siguió su camino al salón donde dejó sus cosas estaba un poco alejado y ya se sentía cansado, solo deseaba llegar a su casa para comer algo delicioso hecho por su nana y tomar un baño relajarse en su tina con sales aromáticas. Si, es lo que necesitaba, apresuro su paso para llegar al salón y sonrió al encontrarse enfrente de este, abrió la puerta con la llave que le habían otorgado para guardar sus cosas, entro y el salón ya se encontraba levante oscuro así que trato de encontrar el interruptor de luz y al encontrarlo se dio cuenta que la luz estaba fallando, se le hizo raro pero no le tomo importancia siguió caminando hasta sus cosas pero el el sonido de la puerta cerrarse lo asustó.

 

Eso no le podía estar pasando, mientras sentía que era jalado y lo aprisionaba entre la fría parece del salón, ¡Oh vamos!, ahora entendía la tranquilidad en la que había pasado esta semana, ya se le hacía sospechoso y se confío, diablos, cómo pudo ser tan estúpido y haberse descuidado en el peor momento, donde nadie lo oiría gritar y ayudarlo, solo le quedaba defenderse más que con su cuerpo.

 

Trato de luchar contra su agresor, pero era imposible, era más alto y fuerte que el. Lo reconocía, sabía de quien se trataba, esas manos callosas, hambrientas y rudas trataban de tocarlo sin ningún pudor, ese olor almizcle entremezclado con su perfume varonil, el frío tacto de ese piercing en el labio hacían contacto con su cuello, dejando un rastro de besos húmedos y lo sintió reír al ver que trataba de pelear contra el con uñas y dientes para poder escapar pero su lucha no serviría de nada.

 

Sintió un tirón de sus cabellos y ser empujado rudamente contra la pared, sintió el dolor en su espalda por el impacto, un gemido de dolor salió de su boca, subió su mirada hacia su agresor. Tenía una sonrisa en el rostro, diciéndole que disfrutaba verlo así , que era lo que quería, jugar con el. Trato de empujarlo una vez más con fuerza e impacto con saña su mano contra su rostro el cual giró por el impacto, trato de correr y solo alcanzó a caminar unos pasos para sentir una vez más el jalón de su pelo largo impidiéndole huir de el, sabia que el hacerse el difícil lo excitaba mucho.

 

Logro tomarlo por los hombros y regresarlo a la prisión de su cuerpo. su cara término pegada al frío muro una vez más, sus manos se encontraban encima de su cabeza siendo aprisionadas contra la pared y una mano de él quien lo apretaba con fuerza, no la necesaria para lastimarlo pero si la fuerza exacta para no dejarlo escapar.

 

Se posición detrás de el, podía sentir su miembro duro y fuerte contra su culo, posó su mano en su caderas y restregó sin vergüenza alguna su miembro contra él, empujando sus cadera contra el, asemejando una embestida contra su cuerpo, mordió sus labios para callar ese gemido que quería salir de su boca y lo sintió sonreír mostrándole que no había escapatoria.

 

-¡Suéltame! - grito con la cara enrojecida - ¡Suéltame o grito maldito infeliz! - trato de empujar su cuerpo para alejarlo de él pero la respuesta fue solo una risa por parte de él.

 

-Oh, créeme Bill, vas a gritar - susurrando en su oído sintiendo su aliento caliente y mentolado - eso tenlo por seguro, voy a ser que grites mi nombre- mordiéndole el lóbulo de la oreja provocando un escalofrío por toda su piel - Vamos no es como si fuera la primera vez.

 

- ¡Jodido hijo de pu... haaaa! - la nalgada que le dio le hizo saltar y gemir, se odio por su reacción

 

- Eres un pequeño león escurridizo- tomando su cabello el cual lo traía en una pequeña melena - Te has estado escondiendo detrás de tu "noviecito" pero tu sabes que no puedes huir de mí - deslizando sus manos por mi cuello y tomándolo con fuerza - mi pequeño león, no... tu y yo sabemos que no eres un león, no, eres un gatito deseoso de que le den su leche... si un gatito que quiere que lo follen.

 

- Eres un cerdo, me das asco ¡Suéltame! - pero el solo río una vez más mientras su mano recorría sus muslos sobre el pantalón, dios es aquí cuando se arrepiente de utilizar pantalones ajustados los cuales se apegan muy bien a figura, rozo con la llama de sus dedos su miembro el cual ya se encontraba excitado.

 

- Sostente contra la pared y no hagas nada tonto - le ordenó mientras soltaba sus manos - no quiero lastimarte - hace lo que le dice, pone sus manos a cada lado de su rostro, sus manos se meten dentro de su playera, recorre su estómago, pasando las yemas de sus dedos suavemente hasta subir a su pezón derecho apretando con fuerza, lo pellizcaba con fuerza y mordió una vez más sus labios al sentir esa corriente de placer por toda su columna, se odio por sentirse así con él, sus manos arañaban la pared al sentir sus manos sobre el borde del pantalón rozando con la yema de sus dedos su pelvis. Lo sintió desabrochar el pantalón y bajar el cierre, metió sus manos y bajó el pantalón quitándoselo hasta lanzarlo por alguna lugar del salón. Se sintió expuesto.

 

- Ya suéltame, no soy uno de tu jodido harem.

 

- No, no lo eres, eres mi único y favorito - riéndose una vez más mientras le daba una fuerte nalgada. Podía sentir esa zona del impacto caliente y a dolorida y sintió su miembro vibrar, el no era virgen, hace mucho que dejó de serlo, no es como si no supiera lo que su cuerpo provocaba en muchas personas, el sabor del sexo lo probó a su corta edad de 14 años y no es que se acostara con cualquiera, pero a tenido la suficiente experiencia para saber qué hacer y cómo dar placer. Pero en estos momentos se negaba hacerlo, estaba furioso contra su destino, contra el mundo y sus malditas reglas sociales y sobre todo contra el.

 

- ¡Quítame tus asquerosas y sucias manos Tom Kaulitz! - mas otra nalgada con mayor fuerza se impactó contra su culo advirtiéndole de lo que estaba por hacer, siguió jugando con su pezón y subió su otra mano hasta llegar al otro jalando por aquel piercing que tenía en su pezón izquierdo, lo sintió completamente pegado a él, su culo estaba completamente pegado a su duro miembro. Volvió a moverse sobre él simulando una embestida cual ocasionó que arqueara su cuello hacia atrás dándole acceso a su cuello el cual se encargó de llenar de besos humanos por todo el, marcando sus dientes en el hueco de su hombro y cuello haciéndolo estremecer por el placer, subir sus labios a su oreja mordiendo con saña sabiendo que es su punto débil el cual hizo que se pegara, friccionando su culo contra él, lo hizo volverse loco, gemir por lo alto.

 

- Vez, no fue tan difícil hacerte gritar - tomando su playera por lo bordes hasta quitársela y poder tener plena disposición de su cuerpo, de su espalda lechosa llena de pequeños lunares el cual no tardó en inclinarse para besar su espalda baja donde se unía su columna con sus caderas, su frío piercing del labio lo sintió frío contra él y lo hizo gemir, las manos de él bajaron a se boxer apretado y se sobresaltó al sentir la mano de él meterse dentro de esta, estaba duro, trato de gritar pero solo de su boca salió un gemido, él se río al verlo así y eso lo enojó, Tom lo mordió en el cuello dejándole una gran marca.

 

- Dime que esto te desagrada - susurrandole en el oído mientras tomaba su miembro y lo bombeaba con fuerza y rapidez - dime que no lo quieres y me detengo - apretando mientras su pulgar esparcía su pre semen por la punta de su miembro - vamos dímelo, di que no lo deseas y quieres que pare - siguió con su trabajo manual mientras sus labios besaba su mentón, mejillas y barbilla - vamos Bill dímelo - pero él no podía hablar sentía que se ahogaba por el placer que sentía que le era imposible hablar, lo sintió alejarse de su miembro y tomar los borde de su bóxer bajandolos por sus piernas, quedando desnudo frente a él.

 

Volteo su rostro y lo observó quitarse su ancha camisa blanca y la lanzaba junto la demás ropa, dejándolo desnudo de la cintura para arriba, si no fuera porque lo odiaba admitiría que el tipo era sexy y guapo, lo sintió acercarse y solo aguanto las ganas de gritarle, si alguien más estaría en su situación estaría ya al borde de la histeria, presa del pánico pero no le daría ese placer de verlo así, nunca lo haría. Su corazón se aceleró cuando sintió su pecho pegado contra su espalda, caliente y fuerte. trato de volver a empujarlo pero él fue más rápido poniendo la palma de su mano en el centro de su espalda aprisionando contra la pared, volvió a golpear su culo con mayor fuerza que las anteriores haciéndolo gemir por el impacto.

 

- No te muevas, no quiero que te duela - llevó sus dedos a la boca chupándose los hasta dejarlo ensalivados, lo dirigió a su pequeña entrada rosada introduciendo uno por completo, le dolió, sintió aquella extraña sensación en su recto, lo sintió moverse dentro de el para después agregar otro, el dolor seguía, los movía con lentitud abriéndose como tijera dentro de el, suspiro, el placer estaba llegando junto con otro dedo, nada de él era pequeño ni siquiera sus dedos que lo estaban torturando, los dedos dentro de él se movieron más rápido y más bruscos casi violentos tocando ese punto de placer que lo hizo delira y sentirse como gelatina, trataba de sostenerse de la pared frente de el, lo sintió besar su cuello y espalda.

 

-Tom... por favor... depende - cegado por el placer al sentir la manipulación de sus dedos dentro de él, le estaba rogando, no hacía nada por moverse y por detenerlo, el movimiento fue duro, fuerte sin piedad.

 

-¿Me detengo bebé? - besando su cuello - No, tu no quieres que pare - quería gritarle Si, pero sentía aquellas olas de placer que invadan su cuerpo, estaba por llegar al orgasmo, estaba al límite, el maldito disfrutaba tenerlo así - Vamos dímelo, me detendré, pero tu y yo sabemos que eso es lo que menos quieres.

 

- ¡Tom! ¡Dios! ¡Haaaaa! - lo sentía su orgasmo esta cerca, solo un empujón más pero le escucho reír y detuvo el movimiento y salir de él - ¿Que? ¡No! - lo estas haciendo sufrir para humillarlo, quería que le rogara, y no lo iba a hacer quiso liberarse de su cuerpo pero le fue imposible se sentía débil, sus piernas le temblaban, estaba todo sensible, lo volteo a ver y sus ojos denotaban peligro y hambre, la lujuria estaba presente junto a su sonrisa de medio lado perversa, moviendo ese piercing por su lengua hambrienta, lo odiaba.

 

- ¡Ya suéltame, ya tuviste lo que querías! - tratando de moverse - ¡Déjame ir!

 

- Por su puesto que no Bill, aun nos falta mucho más... - lamiendo su mejilla - me conoces sabes que yo no quiero nada a medias - Su corazón se acelero mas, sabia que nadie estaba en la escuela y que era imposible que los descubrieran, pero aun así alguien del comité podría pasar si se le había olvidado algo en los salones y verlos, ¡Que dios no lo quiera!, si lo veían así con él no quería pensar en el escándalo que se armaría, no podía arriesgarse, fue un gran error porque sabía que no había escapatoria. Lo sintió agacharse sosteniendo con fuerza sus caderas, volvió a azotar su culo y juro escucharlo gruñir, recorrió sus piernas hasta llegar a su culo y por la posición en la que se encontraba le fue más fácil separar sus mejillas y se sintió completamente expuesto ante el, grito al sentir su lengua recorrer su esfínter, moverse era imposible, su cuerpo estaba sensible al tacto y no tomó mucho tiempo para llevarlo a límite, lo chupo y beso, su lengua jugó en su interior pero una vez más se separo de él. 

 

Tom soltó una carcajada al ver su reacción y al oírlo protestar una vez más, le dolía las palmas por la presión, se sentía mareado por el placer, luego escucho como se desataba el cinturón junto con el cierre del pantano, lo pateó lejos de ellos junto con su ropa interior, o si, el cabrón se encontraba desnudo detrás de él, lo sintió tomar su cintura y restregar su miembro en su entrada, estaba duro y caliente, lo estaba tentando, jugando con el.

 

Quiso ir a su encuentro pero el lo tomo por las caderas sujetándose las con fuerza, casi clavándole los dedos, lo froto contra él, lo miró por el rabillo de ojo y estaba concentrado viendo como su miembro se perdía entre sus piernas, esto ya era demasiado para él, lo quería dentro ¡ya!

 

- Tom...

 

- Dime Bill - se burlaba de él.

 

- Por favor Tom - le rogó, si lo estaba haciendo, lo quería dentro de él y Tom Kaulitz lo sabía a la perfección pero le iba a ser rogar. Maldito imbecil.

 

-¿Por favor que Bill? ¿Que quieres? vamos dímelo - su voz estaba más ronca, cargada de deseo y lujuria, lo encendía, le encantaba, dioses amaba esa voz ronca y no podía alejarse el.

 

- Te quiero a ti

 

- ¿A mi? - soltando un risita - ¿haciendo que? - me esta matando, por dios lo iba a obligar a decirlo, que lo gritara si era posible, que rogara por él - Vamos si no me dices, no puedo hacer nada bebe - inclinándose, rodando sus labios con su oreja - Dime.

 

- ¡Maldita sea! - frustrado - Dentro de mi, te quiero den.... ¡Aaaa! - Entro de él de una forma brusca haciendo que se quedara sin aire, lo sintió sisear del placer, contener el aliento, y empezó a moverse dentro de él, ¿Que si era la primera vez que lo hacía así?, oh no, claro que no, pero le encantaba ese ardor cuando entraba en el de esa forma, lo hacía sentir vivo, diferente, ellos eran tan diferentes y eso era lo más placentero que ha tenido en años.

 

Tomo lo tomo de las caderas marcando un ritmo fuerte y rápido, mordió su hombro, lo escucho murmurar cosas que no alcanzo a entender, lo dejaba sin aire, gruño y lo embistió más salvaje satisfaciendo sus deseos.

 

- Mierda Bill eres tan estrecho... joder.

 

- Oh mierda... ¡Si!... Mas Tom.... haaaa asi- dios Tom era una maquina de sexo, lo hacía gritar, desear por más, haciéndole sentir cosas que no debería de sentir, algo que estaba mal, que era peligroso. Mordió sus labios, el sonido de la pelvis de Tom chocando con su culo se oía por todo lugar, sentía la piel de Tom que quemaba a su tacto, sus testículos golpeaban contra él, su mano apretando con fuerza su miembro le causaba estragos en él, su respiración golpeando contra su cuello, recargo su cabeza en su cuello gimiendo en su oído aferrando sus manos en la pared tratando de no resbalar.

 

Lo sintió detenerse y salir de él, lo giro pegando su espalda a la pared y por fin lo miró al rostro, perlado de sudor y respirando agitadamente, lo miro lamer sus labios y él mordió los suyos sabiendo que eso a él le encanta que haga, ninguno de los dos se movió permitiendo observarse uno a otro, tenía una mirada salvaje, hambrienta, mas no le asqueo, miro sus dreadlocks sueltas, siempre las odio, eso y su pinta de gangster chulo, cuando lo vio por primera vez no podía creer que alguien como él fuera capaz de ser un alumno, claro está hasta que supo su apellido supo que al igual que él era intocable, aun así ¿quien permite que su hijo vista de esa forma?.

 

Se río por su ocurrencia y lo miró una vez más sonriéndole coquetamente, el le correspondió la sonrisa con una más maliciosa, se acercó a él, tomándolo del cuello, rozando sus labios, y por fin los unió, besándose con fuerza, con hambre, metiendo su lengua para tomar el control de la otra, un beso para dejarlos sin aire, metió sus manos en su pelo negro profundizando más el beso que lo sintiera por completo, sentir la lujuria de los dos.

 

Se separaron por la falta de aire, pero sus frentes seguían unidas tratando de recuperar el aire, se miraron a los ojos y volvió a besar sus labios mientras lo alzaba en sus brazos y él rodeó sus caderas con sus piernas sosteniéndose fuertemente de él, rodeando sus brazos en su cuello y tomando sus dreadlocks con un puño, Tom lo empujo contra la pared besando su cuello y se volvió a dirigir dentro de él, no hubo resistencia solo un grito de placer salir de su profunda garganta y empezó a moverse dentro de él, un ritmo rápido y fuerte, su cuerpo se movía al compás de sus embestidas, tomaba con fuerza su cabello para no caer, rozaban sus labios y luego se miraron, lo miraba de una forma diferente que le hizo cortar la respiración, tenía un brillo extraño en sus ojos que le hizo pensar que quizás... no, era sexo, ellos solo tenían sexo no había más siempre fue así cuando inicio todo.

 

Solo sexo, no había palabras de amor, ni momentos para compartir o caricias dulces, era sexo... sexo fuerte, rudo y salvaje, rápidos en ocasiones, secreto, prohibido y protagonizados en algún salón de clase, en los baños, en el cuarto de limpieza, en la biblioteca e incluso dentro del cadillac de Tom, lugares donde guardaban el secreto de los dos.

 

No había amor, no jamás, no podían, ellos jamás lo permitirían.

 

Lo tomó del cuello y empezó a moverse de una manera frenética, salvaje saliendo de él de una manera casi doloroso, lo estaba haciendo suyo con toda la palabra, dios lo sabía, era imposible no saber que nadie como Tom lo llenaba, lo hacía sentir así, y estaba mal, pero le encantaba le hacía sentir suyo, aunque ellos jamás se pertenecieran, no ni el es de Tom ni Tom es suyo pero amaba como se lo hacía, duro, rápido dominante y posesiva.

 

- Dilo - le susurró en los labios - Eres mío Bill - mordiéndole los labios - Mío y de nadie más.

 

- Nunca - arañando su espalda con su largas uñas.

 

- Mío...- apretando su agarre embistiendo más fuerte - ¡Vamos, dilo! - tomando su rostro con fuerza - ¡Mío! - sus estocadas eran violentas rápidas haciéndolo gritar de placer, sentía su espalda adolorida por el fuerte vaivén - ¡Dilo Bill! Dime que eres mío y de nadie mas, que solo yo te hace delirar, que solo yo puedo darte este placer... Solo mío, único para mi, mío, mío mío, eres mío, ¡Dilo!

 

-¡Haaaaa Tom! - tomo con más fuerza mi rostro mirándome posesivo y que viera quien es la persona que estaba dentro de mi, que me hacia gritar y que no había rastro de nadie sobre mi piel, solo el.

 

- Bill...

 

-¡Soy tuyo! - grité

 

- ¡¿A quien le perteneces?! - deteniendo sus embestidas - Dilo

 

- ¡Tuyo Tom!, soy solo Tuyo

 

- Eso es, eres mío ¡Nunca lo olvides! - besándolo con fuerza, mordió sus labios callando sus gemidos mientras lo embestía con la misma fuerza, no había rastro de Bill que Tom no conozca de él, lo tiene a su merced, loco por él, gritando por el.

 

- Dios Tom ¡Mas!- Grito de placer encajando sus uñas en sus espalda dejando marcas rojas en esta - Si... así, duro... ¡Haaaa Tom! me encanta si....- dios qué fácil se oía, pero le estaba haciendo estragos dentro de él, sabría que le dolería al final y caminaría extraño pero no lo cambiaría por nada en el mundo

 

-Eso es Bill... así, dios me estás matando- sonriendo con malicia- eres exquisito, tan estrecho y caliente- besando sus labios- solo mío, nunca me cansare de ti, mío, siempre mío - sonrió al escucharlo decir eso, y sabía que por esas situación estaba condenado al infierno, aunque ya no le importaba tanto, entero de nuevo sus uñas en su espalda, jalando con fuerza sus dreadlocks mirándolo a los ojos.

 

- Te odio, no tienes idea de cuanto te detesto - le dijo, estaba apunto de llegar, no sentía dentro de su cuerpo.

 

- Mentiroso - le sonríe con malicia y lo besa, no podía discutir, lo sabía estaba mintiendo pero quería quitarle esa sonrisa si que apretó su esfínter que lo absorbía por completo, sintiéndolo más, ahogandolo dentro de él, lo quería suyo.

 

- Bill... Eso es bebé... Apriétame así... ¡Si! - lamiendo sus labios, sacó su lengua junto con la de él y frotandola con parsimonia, deleitando su sabor, ahogando un grito en su boca mientras la tomaba como quería.

 

- Siénteme Bill, quiero que me sientas por completo dentro de ti.

 

Se sentía adolorido por su espalda y sus labios rojos he hinchados, típico de una película +18, así eran ellos, explosivos y salvajes sus encuentros eran así entre ellos y lo adoraba, odiaba que lo trataran como muñeco que lo tocaran y lo tomaran de una manera tierna y dulce como si lo fueran a romper, el no quería eso, le gustaba que lo destrozaran, sentir la fuerza de un miembro dentro de el, fuerte, duro y salvaje, odiaba que lo tomaran con delicadeza por temor a lastimarlo, y Tom le daba lo que necesitaba y le encantaba, lo supo la primera vez que lo tomo, como lo hizo gritar con fuerza, como lo follaba sin compasión sin amor con el deseo de solo liberarse.

 

- Tom... Tom - susurraba su nombre una y otra vez - no pares... asi... mmmm duro.

 

Lo penetraba rápido y profundo, besaba sus labios con violencia como a el le gustaba, el orgasmo lo estaba golpeando, apretándole más dentro de él, Tom aceleró el ritmo mientras se aferraba a su cuello con fuerza, estaban húmedos, eran un desastre, su pelo y su maquillaje de aseguro eran un asco. Entró en el uno y otra vez gritando su nombre y Tom el de él, un nuevo orgasmo se formó en el, seguido por el de Tom, lo siento derramar su esencia dentro de él, llenándolo con fuerza. Miro su rostro preso de la pasión, del deseo alcanzado, verlo así hacía que su ego creciera porque fue por el que estaba así. Siguieron abrazados, recuperando el aliento después del intenso clímax, sus piernas temblaban no era capaz de poder sostenerse el solo, seguía dentro de él, lo sintió aun palpitar. 

 

Se miraron a los ojos diciendo que no podían decir, con solo una mirada gritaban aquellas dos palabras que estaban prohibidas.

 

Se besaron por última vez, lo sintió salir de él, bajo sus piernas con cuidado sin soltarlo manteniendo sus manos en su cadera acariciándolo con la yema de sus dedos, sus manos bajaron de los hombros de Tom hasta posarlos a su pecho, miró su abdomen manchado por su esencia, sonrío al ver su obra un recuerdo muy bueno, pero ya no podía seguir con esto, tenía que terminar con esto que tenían o lo que sea que tengan debe acabar ahora.

 

- ¿Por que Bushido no se a separado de ti todo este tiempo? - acomodando su pelo detrás de la oreja - ¿Teme que le quiten a su novio? - riéndose

 

- Eso no te interesa - alejando su mano

 

- ¿Enserio lo crees?

 

- No hagas como si te importara - bufando molesto - no tienes por qué reclamar cuando tu te paseas y te restregas con tu amiguita Ria o ¿también te recuerdo a Andy? - le dolía, sobre todo de este último siendo su mejor amigo.

 

- Sabes que ellos no me interesan y son solo un hoyo mas, no son nadie en mi vida - miro hacia otro lado, no tenia porque darse explicaciones, no eran nada, es solo sexo - lo sabes...

 

- Tenemos que vestirnos - alejándose de él, tomó de su bolsa un pañuelo limpiando parte de su esencia de su abdomen, volteo a ver a Tom y se lo extendió para que hiciera lo mismo. Lo tomó y siguió con su trabajo, tomó su ropa del suelo y empezó a vestirse con rapidez para luego sacar un espejo y acomodar su pelo y maquillaje, era un desastre tenía el delineador corrido y sus labios hinchados junto con sus mejillas rojizas por el momento, retocó su maquillaje y trato de acomodar su pelo - Deberías irte primero, alguien podría vernos.

 

- ¿Y que? no es como si aparte de nosotros alguien más pudiera estar a estas horas en la escuela.

 

- No pero...- el sonido de su teléfono lo hizo callar, miro la pantalla era Bushido y la realidad lo golpeo más fuerte, toco el botón verde y llevo el teléfono a su oreja.

 

- Hola

 

- Bill... ¿Donde estas?

 

- En la escuela, ya sabías que había junta con el comité y me quedaría hasta tarde - miro de reojo a Tom y lo vio apretar sus puños con fuerza

 

- ¿Pero tanto tiempo? Natali me dijo que terminaron hace como 1 hr

 

- Me quede viendo unas cosas, sabes como soy, quiero que todo sea perfecto

 

- Siempre así mi Billy por eso te amo - eso fue como balde de agua fría sobre el, no podía, no podía seguir haciendo eso, tenía que acabar con esto, no podía seguir mintiendo, no a él, no valía la pena,

 

- Si... - estaba nervioso

 

- Entonces te veo mas al rato

 

- ¡No! - grito espantado pero recompuso su voz para aclarar lo dicho - no, no es necesario, estoy algo cansado y quiero llegar a casa a dormir que tal otro día ¿te parece?

 

Me parece perfecto cariño nos vemos entonces

 

Ok, adios

 

Adios, Bill... te amo - y colgo el telefono

 

Suspiro con cansancio y guardó sus cosas, sintió como lo tomaban del brazo y lo volteaban con delicadeza, miró a Tom quien le miraba con un brillo extraño en sus ojos, tomo su rostro acariciando sus mejillas con delicadeza, lenta y suave como muy pocas veces se permitían besarse, se aferró a su brazos y siento el picazón en sus ojos sabiendo la tormenta que se venía, el beso subir de intensidad, tomando sus caderas con fuerza con posesividad, pegándole a su cuerpo donde le decía que el era completamente suyo. 

 

Rompió el beso y sintió una lagrima rodar de sus ojos a su mejilla, Tom se acerco y lo limpio con sus labios para luego pasar su pulgar por esa zona acariciándola, ya no podía con esto, ya no podía seguir con esta mentira, no podía esperar que haya una siguiente ocasión, los besos y caricias robados, las oportunidad de provocar debían acabar ya, porque sabia, porque por mas que se lo repitiera sabía que no solo era sexo, lo sabía por mas que se lo dijera una y otra vez no era solo sexo.

 

Cuando ambos estuvieron completamente vestidos, Bill tomó sus cosas para salir del salón, Tom ya se encontraba afuera esperándolo al parecer caminaron juntos hasta el estacionamiento, salio y cerro el lugar con la llave y caminó alejándose de Tom quien lo seguía por detrás, siguiendo sus pasó, se sintió extraño al caminar le era incómodo y sintió a Tom reír detrás de él, giro su rostro y lo fulmino con la mirada y él le dedico un sonrisa divertida, volvió a retomar su camino a la salida con el pisándole los talones. 

 

Ya estando afuera lo único que quedaba en el estacionamiento era la moto de Tom y su auto y con el autocontrol en orden detuvo su paso, sintió a Tom detrás de él, tenía que acabar con esto ya.

 

- Tom... No podemos vernos mas... yo - tomo un bocado de aire - no quiero seguir haciendo esto.

 

- ¿Que? - tomándolo del los hombros girando para que quedaran frente a frente - ¿De qué hablas? ¿Te lastime? - sonaba preocupado

 

- No - sonriendo por su preocupación - No, al contrario sabes que lo disfrute mucho.

 

- ¿Entonces?

 

- Ya no quiero esto, de lo que tenemos... bueno si lo que sea que ahí entre nosotros, ya no puedo seguir haciéndolo, ya no puedo seguir mintiendo

 

- ¿Es por el? - estaba enojado su mirada se oscureció por la rabia, me reí y quise decir que si, que es por el que no sigo con esto, porque lo amo y es mi novio el amor de mi vida, pero no lo era.

 

- No, no es por el pero ya no quiero seguir con esto

 

- Bueno... esta bien - cerró los ojos, ¿así de simple?, tan fácil le fue aceptarlo, le dolió y lo supo que para él esto no significaba nada, quería llorar, gritarle pero se tragó su orgullo no iba a permitirse que lo viese así.

 

- No creo que sea fácil hacerlo pero podemos intentarlo - lo vio rascarse la cabeza, de que estaba hablando - Nos marginaron por un tiempo pero la verdad me da igual - lo vio acercarse a él, pero Bill retrocedió para alejarse de él, lo confunde y si se acercaba más a él no podría seguir con esto y mandaría todo a la mierda para lanzarse a sus brazos, no podía permitir eso, tenía que hacerlo de una vez por todas, debía de hacerlo.

 

- No, Tom - Tom lo miraba abatido, confundido, tratando de entender y asimilar lo que decía.

 

- Tu...

 

- Ya no quiero esto, no puedo seguir mintiéndole a la gente, ¿no lo entiendes? si mi familia se entera de lo que ha pasado entre tu y yo me odiaran, los estaría traicionando, eres un Kaulitz y yo un Trumper, el odio entre nuestra familia...- se abrazó - jamás lo aceptarían, no podemos Tom entiéndelo, tenemos mucho que perder, no vale la pena.

 

- Eso no nos ha importado antes.

 

- Pero ahora si.

 

- ¡¿Por qué ahora?! - golpeando la pared con furia - ¡A mi no me importa tu compromiso con ese imbécil! - estaba furioso respiraba con fuerza - ¡Yo puedo darte todo lo que deseas! - se acercó a mí tomándome de las manos - Si tu me lo pides, si tu lo quieres, nos iremos de aquí, no necesito a mi padre, tengo lo que me dejó mi abuelo y mi madre, y una parte de la compañía ya es mía, puedo...

 

- ¡No! ¡No puedes! - tratando de alejarme de él pero no me lo permitió, las lágrimas ya estaban bajando de mi rostro, ya no podía con esto si seguían así perderían muchas cosas, familia, amistades, respeto, él perdería el poder y los privilegios de los que tanto goza y gusta, perdería su reputación, quedarían manchados de por vida. Ante todos él sería el hijo menor de Gordon Trümpe que cayó en las redes y la desgracia de el primogénito de Jörg Kaulitz. Eran jóvenes, aún tenían que vivir una larga vida, Tom conocería a la persona adecuada para él, aquella que sea aceptada por su familia y por la sociedad.

 

- Me niego.

 

- Tienes que aceptarlo.

 

- ¡No! jamas - tomándolo del rostro - eres mío siempre lo has sido, eres lo que quiero, siempre obtengo lo que quiero y es así a quien quiero en mi vida - derramar más lágrimas cerrando sus ojos con fuerza - Sabes que nos necesitamos, me amas y yo... Yo también te amo, te amo Bill - lloro con más fuerza tomando el rostro de Tom acercándose a él lentamente besándolo como nunca lo había hecho antes, con todo el amor que tenía por él, quería hacerlo sentir que lo amaba.

 

- Te amo Tom - separándose de él, Tom limpio sus lagrimas con sus pulgares - Pero el amor no es suficiente, no en esta vida - lo miro a los ojos con tristeza - Quizás en otra vida tu y yo...

 

- Yo quiero que sea en esta vida.

 

- No Tom por favor- rogándole y sintió que lo abrazaba con fuerza - no lo hagas mas difícil por favor - llorando en su pecho su voz se quebraba - Por favor, suéltame, déjame ir, por favor - siguieron abrazados hasta que se fue debilitando el agarre de Tom hacia el, se soltó de él - Adiós Tom.

 

Y corrió tanto como sus piernas lo permitieron, corrió a su auto encerrándose en él, agarrando el volante con fuerza, apretándole, deseando que esto nunca hubiera pasado, deseando que esto no fuera así, miró hacia donde esta Tom y lo que vio le impactó, esta ahí mirando a su dirección con lágrimas bajando de su rostro, mirándolo con dolor, con tristeza, con el corazón roto como lo estaba el de él, bajó la mirada no podía seguir mirándolo, lo hecho hecho está, no había vuelta atrás, tenía que seguir con su vida, continuar con antes era su vida, antes de que Tom apareciera en ella, arranco el carro y salió del lugar no podía con esto, el corazón le martillaba el pecho con fuerza, las lágrimas seguían bajando, ahí en la oscuridad en una fría y silenciosa noche dejó a su amado Tom.

 

Quizás solo quizás en otra vida ellos se permitirían amar con libertad.

Notas finales:

Bueno espero que les alla gustado, un final asi me gusta o ¿ustedes que dicen? y pues gracias por haberse tomado el tiempo de leer besos. 


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