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Dos Extraños y Un Extraño Pasatiempo por sparksbtwnsugakookie

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En el rincón de un café, en la esquina de una calle poco transitada, yacía sentado un hombre de unos treinta años.  De peculiar apariencia, así sería la forma como la gente lo describiría.  De no ser por las leves arrugas en el contorno de sus ojos y los gruesos anteojos colgados sobre su nariz, que acentuaban aún más su madurez; el hombre de baja estatura podría pasar por un  adolescente más. El color de su cabello era lo inusual de su aspecto. Se trataba de un sorprendente verde menta que no hacia otra cosa más que resaltar la palidez de su blanquecina piel.

Aquel hombre era guapo, no había duda de ello. Pero su sonrisa era quizá aquello que nadie podía pasar por alto; porque cada vez que alguien pudiera, trataría de robarle una carcajada solo para apreciar sus labios curvarse, para ampliarse y dar paso a sus rosadas encías. Las personas que trabajaban en el café amaban oírlo reír. A pesar de no intercambiar alguna conversación, mantenían una buena relación; el hombre y los trabajadores.

El hombre venía cada vez que el café se encontraba abierto. Se sentaba allí por horas, siempre en el mismo lugar, casi como si estuviera anticipando algo.  Y a veces lo estaba. Cuando no tenía nada en que pensar y sus ojos no estaban fijos en la pared blanca que los trabajadores lentamente habían comenzado a decorar; se ponía a observar a las personas. Podía ver a jóvenes parejas teniendo conversaciones concisas y discusiones acaloradas. Podía ver a una pareja de ancianos cogidos de la mano. Podía ver a un grupo de mujeres saliendo del trabajo hacia unas copas, así como a un grupo de jóvenes varones observándolas.

Sin embargo, su mirada siempre terminaría centrándose en cierto muchachito de ojos redondos. No conocía su nombre, pero a ciencia cierta era mucho más joven que él.  Gracias a su nuevo pasatiempo, pudo observar que siempre llevaba poleras con mangas largas, que el fleco del cabello le daba hasta por las narices y que constantemente llevaba consigo un block de notas a la mano, a pesar que nunca lo vio escribir en él.  Lo que más le intrigaba era darse cuenta que el muchacho venía al lugar con la misma frecuencia que él lo hacía.  Y mientras más lo observaba, pudo notar que el chico hacia lo mismo que el hombre. Sus acciones eran simplemente similares; observar a la gente y tomar su bebida (El hombre había tenido que averiguar la orden usual del muchacho ya que uno nunca sabe cuándo dicha información sea necesaria).  

Cierta tarde, vio al joven entrar al establecimiento y sentarse en una mesa diferente ya que alguien más había tenido la osadía de tomar su asiento. A medida que el hombre observaba al muchacho, uno de los camareros se dejó caer sobre el asiento frente a él y le dio una sonrisa de medio lado. En su gafete podía leerse el nombre de "Namjoon".

"Sabe, ustedes dos deberían hablar en lugar de tan solo mirarse el uno al otro" El trabajador se inclinó hacia delante para darle un guiño.

"Eso solo arruinaría la ilusión del momento. Ponte a trabajar y tráeme lo de siempre" El hombre se burló e hizo una pausa. "Sírvele al niño su pedido habitual, también. Yo lo pagaré" Namjoon movió las cejas sugestivamente mientras se levantaba y dirigía al mostrador dejando a otro trabajador saber de las órdenes hechas.

Fue una espera tranquila. Además del muchacho, solo había una pareja de ancianos y una mujer en la cafetería. El silencio era bueno para el hombre. Esto le permitió organizar un poco sus pensamientos (si organizar se puede considerar o no el hecho de evaluar cuan joven o cuán hermoso era el chico)

Fue llevado devuelta a la realidad cuando dos bebidas se posaron sobre su mesa y vio a Namjoon sentarse de nuevo frente a él, “Déselo usted mismo”

“No quiero que parezca como si lo estuviese acosando o intentando coquetear con él” El hombre protestó.

Namjoon soltó una carcajada. “Ha comenzado a coquetear cuando le ha comprado una bebida, señor”

“Sabes cuál es su nombre ¿cierto?” El hombre preguntó.

“Bueno, sí lo conozco. Es amigo de Jimin” Namjoon asintió y señaló al trabajador de cabello naranja calabaza apoyado en el mostrador, cerca de la caja registradora.

“Entonces, ¿cómo se llama?”

“Su nombre es algo que debe descubrir por usted mismo” Antes que el hombre dijera algo, el barista se adelantó “y no más peros” Namjoon caminó hasta el mostrador y el hombre lo vio intercambiar algunas palabras con Jimin y de pronto ambos estaban mirándolo fijamente.

El hombre arrugó la nariz y se levantó a recoger las bebidas y se acercó a la mesa del muchacho y deslizó la bebida sobre la mesa mientras tomaba el asiento del otro lado.

“Um, hey. Pensé que te gustaría tomar algo” Dijo el hombre torpemente con una sonrisa vacilante.

“Oh, gracias. Mi nombre es Jeongguk, por cierto”

Jeongguk. Un lindo nombre va bien con un lindo rostro, pensó el hombre

“Yoongi. Bueno, puedes decirme Suga. Todos me llaman así”

“Va contigo. Por tu piel y tus lab…. oh cielos, eso sonó raro” Yoongi vio notar el rubor en las mejillas del menor a la vez que soltó una pequeña risa.

“Si eso es raro, ¿cuán raro me hace el hecho de haberte comprado una bebida?” Jeongguk sonrió, mostrando sus blancos dientes de conejo.

Diablos, como puede ser tan lindo. Yoongi pensó.

"Vienes aquí a menudo" Jeongguk dijo volviendo la cabeza ligeramente.

"Es tranquilo aquí y me gusta observar a la gente. Algunas personas tienen los caprichos más extraños” Yoongi se encogió de hombros de forma sencilla y tomó un sorbo de su café.

"¿Te gusta observar a otras personas?”

“Básicamente sería aburrido o imposible obsérvame a mí mismo pero sí, me gusta “

La nariz de Jeongguk se arrugó, como una sonrisa se dibujó en su rostro. “Eres bastante sarcástico. Me gusta” lo dijo un tanto con admiración y miró a su bebida para volver la mirada al mayor. “¿Cómo sabías mi orden?”

"Ya te lo dije, me gusta observar a la gente. Aunque omite lo raro que me sigue haciendo ver esto"

"En ese caso, es algo raramente bueno" Ambos rieron. Yoongi tomó un sorbo de su café observando a Jeongguk en silencio. (La misma acción fue correspondida, y Yoongi estaba complemente seguro que aquel jovencito era la cosa más linda que alguna vez haya visto, aunque jamás lo diría en voz alta)

"Eres divertido." Jeongguk dio una mirada a su reloj. "Aquí tienes mi número" el menor dijo súbitamente sacando una pluma y escribiendo una cifra en el brazo expuesto de Yoongi. "Mis clases debieron comenzar hace ya 10 minutos así que tengo que irme, pero no dudes en llamarme, ¿sí?" Le dio una amplia sonrisa antes de ponerse de pie y agitar su mano como despedida.

No paso mucho tiempo para que Namjoon tomara la silla vacía dejada por el menor, rebotando de arriba abajo como un niño de escuela que acaba de recibir su primer beso.

“¿Cómo le fue?”

“Tengo su número”

“¡Llámalo! O mejor, mándale un texto. Hágalo ahora y fijen una cita”

“Seamos realistas. Si algo busca ese niño de mi es solo una amistad”

Namjoon chasqueó la lengua y sacudió la cabeza. “Por favor, Jeongguk va por el segundo año de la universidad. Él no es más un niño”

Yoongi soltó un suspiro.

“Ughhh, como sea. Ya va a ser hora de cerrar, pague y salga de aquí. Y será mejor que haga algo con ese número” Namjoon se levantó con cierta frustración.

Quizá era hora que aquel hombre, sentado en el rincón del café, situado en la esquina de la calle menos transitada de la ciudad tenga a alguien con quien compartir su extraño pasatiempo.

 

Notas finales:

No quise fijar la edad de Jeongguk pero para que no crean que se va a shota, el maknae es mayor de edad.

Ciertamente no sé porque me imagine a Yoongi como un hombre solitario de 30 años pero bueno, espero que les aya gustado :)


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