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Quiero Decir "Te Amo"... por Miyuky

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Notas del capitulo: es muy triste pero lindo a la vez, no se, ami me gusto, opinen ustedes
Quiero decir Te Amo 

Kurama lloraba, sentado en una hamaca de una solitaria plaza de la ciudad. Estaba atardeciendo, y por eso los niños ya no jugaban allí. Solo estaba Kurama allí, solo, llorando desconsoladamente, murmurando cosas que no se entendían. Con la cabeza gacha y tapándose la cara, lloró hasta ya no poder.

Su tristeza era tan grande que cualquiera creería que se le murió alguien importante o hizo algo terrible que no se podía perdonar a si mismo. Nada de eso. Kurama lloraba por alguien, si. Pero nadie murió ni él hizo nada grave. El que hizo tal cosa fue Hiei, y por eso lloraba Kurama. Lloraba y lloraba...
La noche caía de a poco. Kurama seguía sentado en aquella hamaca gastada y alejada de las calles que rodeaban la plaza. Estaba solo. Había dejado de llorar al fin, su cara estaba húmeda por sus lágrimas, y su expresión era muy entristecedora, sus ojos estaban rojos e hinchados de tanto llorar. Se hamacaba lentamente como un loco. Parecía que no tuviera alma. Su entorno estaba cargado de tristeza, incluso algunas personas que pasaban cerca, se alejaron por temor.
Parecía muerto. ¿Que cosa pudo hacer Hiei para poner así a Kurama? ¿dónde estaba Hiei? Kurama seguía sentado en aquella vieja hamaca en estado tieso. Todo la noche, se quedó allí, desvelado y agotado. El amanecer ya se aproximaba y Kurama estaba en su hamaca, mirando al suelo fijamente y sin despegar la mirada de un punto fijo en la arena bajo sus pies. Las personas ya comenzaban a circular por la plaza a la mañana. Miraban a Kurama y se alejaban. Los niños que iban a jugar no se hacercaban a las hamacas por desconfianza. Kurama parecía no percatarse del movimiento a su alrededor, solo miraba.
Al parecer, por su mente solo pasaban recuerdos que no podía dejar de analizar. Escenas de aquel incidente que lo deprimía tanto. La imagen de Hiei. Su expresión, sus palabras y reacciones. Todo, pasaba por su mente confundida.
Las lágrimas de Kurama comenzaron a brotar otra vez.  sin alterar su expresión seria y concentrada en el suelo.
 
<*©*©FLASH BACK©*©*>
 
Kurama estaba en la cocina de el departamento de Hiei haciendo té para ambos. La cocina de Hiei es un desastre, ya que el no sabe cocinar y no tiene mucho éxito cada vez que lo intenta. Y de limpiar, ni hablar. Por eso Kurama visita el departamento con frecuencia para ayudarlo a mantener todo bajo control, y que Hiei no acabe por destruir todo el lugar. Además, la recompensa de parte de Hiei era muy grande para él. Con uno de sus besos basta, pero Hiei da grandes propinas a esos favores. Por eso Kurama se apresuraba par estar con él. Pero antes, un té, para halagarlo un poco.

—con mi amor voy a ablandar tu corazón Hiei... jaja...— murmuraba Kurama con mucha alegría y tarareando una canción conocida (Wild Wint).

Una vez las tazas listas, Kurama las llevó al Living donde estaba Hiei viendo el televisor. Sirvió en la mesita ratona y se sentó a su lado esperando que pruebe las galletitas que le trajo, preparadas por él. Hiei lo miró con ternura y acarició su pelo rojo mirándolo a los ojos.

—Por que te preocupas tanto por mi, Kurama. Si yo ni siquiera puedo decir que te quiero. Perdóname.

—eso es por que yo sé que me querés. Y por que yo te amo y puedo y quiero  decírtelo.— cerrando la frase con un profundo y enternecedor beso.

—además, estoy decidido a ablandar tu corazón, espero algún día me digas que me amás.

Hiei bajó la cabeza reflexionando las palabras de Kurama.

—dde verdad. Perdón. Me cuesta mucho, hasta mirarte a los ojos. Pero yo... si team.... te am...

— esta bien Hiei, no voy a forzarte a quererme.

—                    ¡no! Yo te quiero! Lo siento tanto...— dijo llavándose una mano a la frente y luego cubriéndose los ojos, pasando su mano por su cara con nerviosismo.

Kurama le sonrió con felicidad, estaba logrando cambiar su frialdad, y al menos intentó decirle que lo amaba, eso bastaba para el, ya que el lo amaba como para soportar cualquier cosa, cualquiera...

Hiei se sirvió té y las galletitas de Kurama, y él hizo igual.

—es... están muy ricas, gracias...— dijo Hiei con vergüenza y titubeado. Kurama se puso muy feliz y le dio un beso en la mejilla. Hiei se puso rojo, y siguió comiendo.

Al terminar. Kurama esperaba su “atención especial” de parte de Hiei, y empezó a acariciar su pelo, tentándolo a mimarse uno al otro. Kurama le dio un abrazo y le susurró al oído.

–Hiei, decime que me amas por favor... yo te amo...

–no... puedo....

–inténtalo, por mi.

–te... am... t... yo... t... a.... ... ... ... .. ... ¡TEAMO!– gritó Hiei con las palabras atropelladas.

–jaja! Sabía que tenías que poder! Te amo mucho!

Hiei sudaba de nervios. Pero estaba aliviado de poder decir que lo amaba. Y Kurama estaba super contento.

Esa tarde Kurama y Hiei, estuvieron juntos. Se besaron con pasión. Uno desnudó al otro, y se demostraron su amor, sin palabras de afecto. Con el tacto y las miradas profundas. Sus cuerpos se rozaban y sus manos recorrían uno al otro. Sus besos los dejaban sin aire,  se amaron, toda la tarde en aquel sillón azul. Las ropas regadas por el suelo del Living y los muebles, eran los únicos testigos del romance que acontecía entre ellos dos.

Eso tubo que terminar. Kurama se bañaba en el baño de Hiei, y esta ya estaba bañado y cambiado. Estaba sentado en el Living frente al televisor otra vez, esperando a Kurama, que pasaría la noche ahí, ya que estaba atardeciendo, y vivía lejos.

–Kurama, ya estás.

–si, gracias por dejarme usar tu baño.– decía Kurama alegre, secándose el pelo con una toalla de Hiei.

–hoy quédate en mi casa.– dijo Hiei mirando a otro lado.

–si, gracias!– respondió con una gran sonrisa. Su alegría era inmensa.

  Kurama se acercó por detrás del sillón y le dio un masaje.

–por favor no lo hagas...–dijo Hiei con vergüenza.

–                   por que? No t gusta que yo te mime un poco.– dijo Kurama fingiendo tristeza.

– no es eso, pero no me gusta, que me toques tanto...

Kurama se ofendió con esas palabras. Hiei estaba un poco cansado de que Kurama insistiera en ablandarlo así. A veces era algo pesado.

–Kurama, perdón, pero es cierto, no te enojes...– dijo Hiei intentando convencerlo.

–esta bien, tenes razón.– dijo kuarama con tristeza real.

–pero, al menos... podés decirme que me amás? Una vez más?– dijo Kurama con esperanza.

–ahora no estoy para eso, dejame descanzar...

–descanzar de mi? Tanto te molesto?

–no empieces. Estuvimos todo el día haciendo lo que querías, y estoy muy cansado... en otro momento...– dijo Hiei dajandose caer en el sillón.

–Hiei... eso que me decís, suena muy agresivo. Te amo. Vos no?

Detrás del sillón, Hiei yacía dormido. Kurama creyó que no quizo contestar, entonces... rompió en llanto y salió corriendo del departamento hasta la plaza cercana.

 

<*©*©FIN FLASH BACK©*©*>

 

Kurama no sabía que Hiei se había dormido, y ahora creía que Hiei ya no lo quería y no entendía por qué.

–que debo hacer...? quien me puede aconcejar...?– murmuraba Kurama entre lágrimas. Su corazón era invadido por esa gran decepción y se sentía culpable de que Hiei no sienta amor por él. Nada tenía sentido si no era realmente correspondido por su gran amor.

–te amo. Te amo mucho.– y un cálido abrazo envolvió a Kurama, cuyas lágrimas se detuvieron súbitamente al oír esas palabras de los labios de Hiei.

–perdón. Soy una basura, y no merezco a alguien tan especial. Te amo, te lo juro. Perdón por ser así...– y Hiei se acercó al rostro de Kurama, apartando su pelo de la cara, para darle un beso, caragado de su intenso amor, de la forma que el sabía expresárselo.

Kurama solo pudo llorar de emosión, respondiéndole la cálida muestra de afecto. Ambos se abrazaron. Hiei lloró, estaba feliz de que aceptara su disculpa. Y Kurama estaba feliz, de que Hiei pueda decir “te amo” y llorar de alegría.

 

*©¬·Fin®·©*

miyuky99@hotmail.com

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