Porrim miraba divertida a su amigo, esté estaba sentado en el sillón marrón de la casa de las Maryam con su cara enterrada en uno de los cojines color beige, todo con la intención de que Porrim no viera su rostro avergonzado aunque la chica podía imaginárselo debido a la condición del Vantas a que hasta sus oreja se pusieran rojas cuando estaba apenado. Había estado así desde que habían vuelto a casa, aunque primero le había estado diciéndole que había algo importante que contarle.
—Lo siento Kanny, pero para poder saber lo que pasó primero necesites que despegues tu rostro de ese cojín—Murmuró mientras daba un sorbo a su vaso de agua y lo miraba divertida. El delgado chico quitó el cojín de su rostro pensando que quizás ya había hecho demasiado drama y no era algo que fuera del gusto de todas las personas. Suspiró acomodando sus cabellos mirando los ojos verdes de su amiga.
—Es…Me emocione por algo no tan importante.—Bajó la mirada.
—Kanny—Canturreo su nombre—Recuerda que para mí cualquier cosa que te pase es importante.
Esas palabras solo dieron rienda suelta a que el del suéter rojo le contará con lujo de detalles como fue que el Ampora le saludo, comúnmente sería una plática corta debido a que no fueron ni dos minutos pero cuando Kankri se emocionaba relataba de tal manera que podía imaginar toda la situación. Tras la anécdota ambos quedaron de acuerdo en que Kankri tenía que saludarle todos los días de la misma manera, mientras tanto ella se encargaría de investigar a ese Cronus aunque dudaba que fuera lo que su pequeño necesitara.
Pasó una semana en la que repitieron el mismo proceso, pero a ambos les frustraba no poder hacer algún avance saliendo de los saludos que cualquier persona podría darse. Ese día Kankri había tenido una junta con la universidad por lo que había tenido que faltar a la escuela, había pasado dos días quejándose de eso, Porrim a veces no lo entendía ya que era uno de los mejores en su generación, el segundo mejor solo porque Aranea le ganaba pero para Porrim las decimas no importaban, su amigo era el mas inteligente. La morena tenía unas horas libres, por lo que puso en marcha su investigación colándose a una clase del Ampora y sentándose a su lado, era la clase de ciencias donde el profesor Makara a veces no asistía, podrían hablar un poco.
El pelinegro notó la presencia de esa chica que no era de su clase, pero podía jurar haberla visto antes pero sin recordar con quien.
—Ey dulzura, disculpa pero creo que te has perdido.—Cronus sonrió guiñándole un ojo a la chica tatuada, nunca perdía oportunidad de coquetear.
Maryam alzó una ceja sin creer que alguien que coqueteaba tan fácil había podido enamorar a su Kanny sin proponérselo.
—No lo he hecho, una amiga no vino y estoy suplantándola pero al parecer no había necesidad en esta clase.—Miente con una pequeña sonrisa, debía ser algo simpática si quería sacarle toda la información.
—Entiendo.—Cronus asintió mientras apoyaba su barbilla en su mano sin apartar la vista de Porrim—Pero, puedo jurar haberte visto antes cariño…No recuerdo donde. ¿Cuál dices que es tu nombre?
—Nunca lo dije, soy Porrim Maryam.—No le había quedado de otra mas que decir la verdad. Mientras que Cronus reflexionaba sobre ese apellido, hasta que un recuerdo fugaz paso por su mente “Los Vantas y los Maryam siempre están juntos” había escuchado decir a su padre cuando llegaron a esa ciudad.
Chasqueo sus dedos apuntándola.—Ya recuerdo. Eres la chica que siempre esta con Kankri.
“La chica que siempre esta con Kankri”
El pelinegro vio la expresión fácil de sorpresa en la cara de Porrim y no pudo evitar soltar algunas risitas aunque no estaba seguro de la razón. Mientras que Porrim sufría un colapso mental, ahora tenía que darle puntos a Cronus por haberla reconocido de esa manera. Siempre le habían dicho a su mejor amigo eso pero al revés “El chico que siempre esta con Porrim”, por lo tanto era algo adorable que ese greaser supiera mas de su pequeño.
—Sí, soy su mejor amiga.—Murmuró con orgullos y una sonrisa de satisfacción.
—Entiendo, antes pensaba que eras la novia del pequeño pero al parecer no. Por lo menos sé que eres soltera.—Le sonrió mostrando todos sus dientes intentando actuar coqueto.
A Porrim se le pasó el frenesí de que el chico le identificara por su casi—hijo.
—¿Quién dice que lo soy?—Pregunta con el ceño fruncido.
—Hmm nadie, pero pareces serlo. Eso o viniste a intentar conquistarme.
Si Cronus la conociera, sabría que se metía en terreno peligroso.
—No sé a qué te refieres, yo solo le hago un favor a un amigo.—Murmuró con un tono severo. Cronus sonrió sacando una paleta metiéndola en su boca, le gustaban los retos aunque Maryam no era el mayor ni el que realmente le importaba, pero jamás podría con su principal interés.
—Pues nadie de mi clase falto, así que solo viniste a acosar a alguien cariño. No te preocupes, no me molesta tener a chicas tras de mí.
—Jamás me rebajaría tanto como para estar tras un mujeriego como tú—Murmura frunciendo el ceño y cruzándose de brazos.
—Sabes que lo quieres, cariño.—El greaser sonrió guiñándole un ojo.—No me importaría tener una cita contigo aunque no eres mi tipo.
—¿Tú tipo? Vamos que no tienes un tipo, solo sales con todo lo que tenga una falda.
Eso había calado en el interior del Ampora, sacó la paleta de fresa de su boca mirándola fijamente con el ceño fruncido.
—No lo hago
—¡Oh claro que lo haces! Te forjaste una fama.
—¿Una fama? Mejor eso a que solo me conozcan por estar junto a un ratón de biblioteca.
Justo con esa frase que nunca fue pensada, que nunca tuvo intención de ser dicha…se desato una guerra y un sentimiento entre ambos.
—¡Retráctate!—Gritó Porrim mas enojada porque se metiera con su pequeño.
—¡No! ¡No eres mas que su sombra!— Cronus también había comenzado a alzar la voz.
—¡Y tu una puta!
—¡No me llames así!
—¡Yo solo te llamo por tu nombre!
—¡Lo dice la que se viste como una!
—¡Ampora y Maryam a detención!— Ambos chicos se quedaron callados y automáticamente buscaron al dueño de esa voz de enojo puro, se encontraron nada mas y nada menos que con el profesor Noir. Conocían el carácter del hombre de un solo ojo, lo mejor era hacerle caso.
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La morena quería pegarse contra la mesa del asiento, había cinco personas en detención: Cronus, Gamzee, Karkat, Mituna y ella. ¿Podía ser mas estresante? Por lo menos el profesor Noir los estaba cuidado, eso significaba silencio absoluto. Las horas de detención pasaron rápido cuando por fin pudieron salir de ese encierro, fue la primera en levantarse seguida de Cronus ya que los otros chicos tenían mas horas por cumplir. Al abrir la puerta estaba Kankri con su característico suéter rojo mirándola con una ceja alzada y con reproche.
—Porrim Maryam.—Siempre era malo cuando Kankri llamaba a alguien por su nombre completo.
—¿Qué sucede?—Pregunto haciéndose la tonta, algo que nunca funcionaba con el mas pequeño.
—Tu sabes
La morena solo suspiró esperando el castigo que le esperaba. Por lo menos ese castigo le había servido para darse cuenta de una cosa…
Odiaba a Cronus Ampora. Lástima que tuviera que ayudar a Kankri a acercarse a él.
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Jamás pensó llegar a ese nivel, llegar a odiar a una chica. Ni siquiera odiaba a Meenah y eso que la Peixes era demasiado ruda con el en cualquier ámbito de convivencia. Cronus miró como el castaño de suéter rojo regañaba a la morena como si se tratará de una madre. No pudo evitar sonreír ante esa escena mientras se alejaba de ahí, lo mejor era estar alejado de Kankri.
No por temor a que si lo veían relacionarse con el lo trataran como un apestado, ni porque le cayera mal, de hecho era todo lo contrario, el Vantas le caía de la mejor manera. Justo por eso no quería relacionarse con él.
Caminó hasta los jardines de la escuela sacando su cigarrillo, lo prendió llevándolo a su boca, necesitaba calmarse. Aún podía recordar perfectamente su primer día de clases, el día en que su mirada se encontró con unos rojizos ojos enigmáticos que causaron que una corriente eléctrica pasara por su interior sacudiéndolo. Tras ese encuentro había investigado un poco al chico. Kankri Vantas, alumno Senior y uno de los mejores estudiantes de la escuela Alternia, un promedio casi perfecto, parte de clubes importantes, los profesores confiaban en el por ser un chico tan responsable; pero como todos tenía sus defectos, uno de ellos era que hablaba demasiado aunque el Ampora había llegado a pensar que mas que un defecto era una bendición, quizás porque le gustaba escuchar su voz. Siempre había querido volver a hablar con el pero la timidez se lo impidió, el darse cuenta que el no era nada en comparación a ese chico con la posibilidad de entrar a cualquier universidad que quisiera sin un gran esfuerzo. Eran tan distintos.
Suspiró dando otra calada mirando el cielo, no le quedaba de otra mas que intentar consolarse con las chicas.
—Tsk maldita Maryam.—Susurró pensando que solo había metido mas la pata.
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Kankri Vantas se encontraba guardando algunos libros en la biblioteca, los había necesitado para realizar algunas tareas ya que no siempre confiaba en lo que había en internet. Eso y que quería algo de paz y tranquilidad, donde su hermano menor nunca entraría por lo que la biblioteca escolar fue su mejor opción pero ya se le había hecho algo tarde por quedarse leyendo mas. Acomodó su mochila saliendo del edificio para dirigirse a la salida, había sido un día cansado entre las juntas por las becas y tener que hablar con Porrim sobre su comportamiento.
Cronus Ampora se levantó del suelo, había quedado dormido apoyado contra un árbol. Suspiró sacudiendo sus pantalones negros de cualquier rastro de tierra u hojas, se estiro mientras caminaba para irse. El cielo estaba rojizo, al parecer todas esas noches de desvelos por fin le habían pasado factura. Suspiró cuando notó una figura conocida, con un suéter cargando su mochila en su hombro.Una loca idea pasó por la cabeza del Ampora y antes de que pudiera meditarlo ya estaba llamándolo por su nombre.
—¡Kankri!—Gritó ocasionando que el mencionado parara su marcha para voltear a verlo, el chico se sorprendió pero consiguió calmarse simulando estar sereno.
—Cronus no necesitabas gritar. Podía escucharte perfectamente desde donde estaba si hubieras hablado.—Y ahí iba, un mini sermón Vantas. El pecoso quería pegarse contra una pared por llegar a ser así de imprudente, por no pensar antes de abrir su bocota.
—Sí, bueno…actué por impulso.—Se disculpó mirándolo a los ojos. Tenía que hacerlo.—Siento haber causado problemas a tu amiga.—Suspiró mientras miraba al pecoso con algo de pena.
—No te preocupes por eso, aunque realmente lo aprecio. Porrim me dijo que fue culpa de ambos mas no me contó detalles.—Lo ultimó lo dijo haciendo un pequeño puchero. “Adorable” pasó por la mente del Ampora quien había comenzado a sonreír como un idiota.—Me disculpo si ella dijo algo malo.—Rojo y verde se encontraron, habían creado un contacto visual directo tras tantos meses.
—Ambos dijimos cosas malas…¿Qué hacías tan tarde en la escuela?
—Tú también estas aquí, yo hacía unas tareas y quería algo de paz alejado de mi hermano.
—Oh si, Karkat, maldición que ese chico es como un pequeño diablillo y…—Se quedó callado dándose cuenta que hablaba del hermano menor del chico “Correcto”—Aunque supongo que puede ser agradable.
Unas suaves risas salieron de la boca de Kankri, le dio gracia la cara llena de preocupación que el Ampora le dejo ver.
—Karkat es…Puede compararse con ese comportamiento pero tampoco es tan malo.—Aunque a veces hasta a el lo sacaba de sus casillas.
—Bueno chief, lo mejor es irse a casa o alguien intentará ofrecerte dulces para robarte.—Bromea y acaricia sus cabellos permitiéndose hacer algo así antes de separarse.—Nos vemos luego—Se despidió mientras el castaño caminaba hacia el lado contrario.
Si se pudiera tener tan buen oído, se habrían dado cuenta de los rápidos latidos del corazón del contrario.