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Un beso a Blancanieves por Ellie Blanch

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Notas del fanfic:

Los personajes son propiedad de Fujimaki-sensei.

Perdon la tardanza pero no pude subirlo cuando debia T.T

 

¿Cómo rayos habían llegado a esta situación? Se volvía a preguntar el pelirrojo, mientras sentía que era “toqueteado” por alguna de sus compañeras de clase.

—      No nos hemos equivocado en la elección de Kagami-kun, tiene todo el porte de un príncipe  ¿No creen?— Comento una chica de pelo café hasta los hombros de nombre Inoue Shizuka mientras tomaba las  medidas de la espalda del joven.

—      ¡Si! Deberíamos agradecer al club de basket — Sonrió una segunda chica de pelo negro corto de nombre Yagami Kaori la cual anotaba las medidas que indicaba Inoue.

—      Si no hubiese sido por aquella reunión lo más seguro es que jamás habrían aceptado el papel – Se burló la primera muchacha esta vez pasando la cinta de medir por la cintura del pelirrojo.

Fue en ese momento en el que Kagami maldijo por primera vez al club de basket ¿Por qué  rayos se les había ocurrido realizar la estúpida reunión cuando sus compañeros de clase se estaban poniendo de acuerdo para la presentación del festival escolar?

Debido a eso los habían anotado como castigo a ser los personajes de la obra en cuestión, lo peor de todo era que serian los personajes principales,  y aunque él reclamo, nadie aprobó el cambio, tuvo que aceptar de mala gana y lo único que logro tranquilizarlo fue saber que su compañero peliceleste tendría un papel peor que el de él.

 

—       Un momento alguien me podría decir  ¿Dónde se encuentra Kuroko-kun? —  Pregunto Yagami.

—      Aquí estoy — Dijo el mencionado levantando su mano como si esa simple acción hiciese notar su presencia.

—      ¡Kuroko-kun! — Gritaron las dos jóvenes asustadas, Kagami solo observo sin decir palabra, ya que el mencionado había entrado junto a él y nadie había reparado en su presencia, incluso debía admitir que si no hubiese estado concentrado mirando a la sombra también hubiese olvidado que se encontraba en el lugar.

—      No debes aparecerte así —Lo regaño Inoue terminando finalmente con Kagami — Necesito que te coloques aquí, seguiremos contigo.

—      Lo siento pero he estado aquí todo el tiempo — Aclaro mientras se acercaba a la chica.

 

Las jóvenes se observaron con asombro preguntándose si era cierto lo que el peliceleste les había dicho, ya que nadie lo había visto hasta ese momento. Bueno sin perder más el tiempo las medidas de Kuroko también fueron tomadas para la confección de su traje, aunque por alguna razón a Kagami le molestaba que tocaran tanto a la sombra, ¿Acaso a él también le habían tomado la medida de las caderas y la entrepierna?...No lo recordaba, lo más seguro es que no, solo toqueteaban de más al peliceleste, además este ni siquiera reclamaba.

 

—      Vaya Kuroko-kun sí que eres lindo, sabía que calzarías perfecto en el papel cuando Tomoe me lo conto — Comento Inue tocando levemente el rostro de Kuroko como si esta acción fuera de lo más normal – Incluso tus medidas son buenas — Prosiguió alejándose y tomando el papel donde las medidas de ambos estaban anotadas y comenzó a compararlas.

—      …— La sombra no fue capaz de decir nada, es más el tigre se dio cuenta de que un pequeño rubor adornaba sus mejillas.

—      ¡Lo siento tanto! — Exclamo la chica arrepentida de sus palabras, sobre todo cuando vio el rostro de Kuroko, el cual a pesar de intentar aparentar no pudo mantener su cara de póker — A los chicos no les gusta ser tratados como lindos.

—      Lo has hecho sin pensar más de seguro te recuerda a tu hermanito – Molesto Yagami a la chica — Aunque no creo que te arrepientas de tus palabras, siempre con Tomoe han dicho que Kuroko-kun es lindo.

 

Fue en ese momento en el que todas las miradas se posaron en una chica llamada Sasaki Tomoe de pelo largo amarrado en una trenza, quien estaba entusiasmada leyendo unas hojas.

 

—      Basta ustedes dos y dejen a los chicos tranquilos — Se apresuró en decir levantándose de su lugar y dirigiéndose hacia los chicos — Ahora aquí está su libreto, serán los primeros en revisarlo solo porque son los principales…Si tienen una duda me avisan y lo corregimos antes de entregarlo al resto.

 

Sin más salió del lugar seguida de las otras chicas quienes hicieron una pequeña reverencia, dejando a unos jóvenes bastante confundidos. Quienes unos minutos más tarde salían del salón en completo silencio, Kuroko observaba la portada con el título de la obra.

 

—      Primero Momoi y ahora Sasaki — Comento Kagami sacando a Kuroko de sus pensamientos.

—      Kagami-kun puede ser un idiota en ocasiones – Hablo molesta la sombra.

—      No te enojes te vez “lindo” cuando lo haces – Remarco la palabra con burla.

 

Esa fue la gota que derramo el vaso, y la sombra en un acto reflejo golpeo el estómago del tigre con toda su fuerza, dejándolo tirado en el piso sin siquiera voltear a verlo, como las clases habían terminado se fue directo a casa.

Cuando su compañera lo había dicho solo le había dado vergüenza debido al momento y también porque Kagami se encontraba presente, pero cuando su luz lo había dicho por alguna razón sintió que su corazón dio un brinco dentro de su pecho y juro sentir mariposas en su estómago…Definitivamente eso no era normal.

Caminaba algo distraído pensando en sus cosas, mientras observaba el pequeño libreto en sus manos ¿Cómo habían llegado a eso? ¿A quién en su sano juicio se le había ocurrido la estúpida idea? Y lo peor ¿Por qué ellos?...Estaba tan inmerso en aquellos pensamientos que no reparo en la persona frente a él.

—      ¡Auch! — Exclamo cuando callo de lleno al suelo sobre su trasero.

—      Deberías fijarte por donde vas  - Lo regaño una voz grave bastante conocida.

—      ¿Tetsu-kun? — Esta vez fue una voz femenina, al levantar la vista se dio cuenta que frente a él se encontraban Aomine y Momoi.

—      Vaya Tetsu ¿Cómo estás? — Pregunto el peliazul extendiendo su mano para ayudar a su ex sombra.

—      Bien gracias — Dijo mientras se ponía de pie y comenzaba a limpiar su ropas.

—      ¡Tetsu-kun!~ — Exclamo Momoi mientras corría a tirarse a los brazos del chico, pero algo la detuvo, se agacho y tomo una libreta con un título en ella — ¿Blancanieves?

 

Ante el comentario Aomine se la quito de las manos importándole muy poco las quejas de la chica y comenzó a ojearla, la verdad es que no le llamo mucho la atención, pero a la chica que se encontraba tras él no pensaba lo mismo.

 

—      ¿Aomine-kun me podrías entregar eso por favor?— Hablo estirando su mano, pero al no ser tomado en cuenta, realizo un intento fallido de obtener devuelta el libreto.

—      ¿Qué es esto Tetsu? – Pregunto mientras esquivaba ahora cada intento del chico por recuperar el objeto.

—      Por favor Aomine-kun devuélveme eso —  Esta vez hablo enojado, haciendo que el moreno diera un salto, ver a Kuroko enojado era peligroso.

—      Aquí tienes – Le entrego lo deseado — El que me ruegues tanto me da curiosidad, se cuánto te gusta leer, pero jamás te había visto con este tipo de libros infantiles ¿Qué tiene este?

—      Nada en particular — Para que no insistiera lo guardo en su bolso.

 

Unas palabras más fueron intercambiadas antes de que la sombra siguiera su camino, también termino siendo advertido sobre leer y caminar al mismo tiempo, no debía hacerlo porque podía ser peor que solo chocar con la gente. Bueno esa era una costumbre que no se le quitaría pronto así que no le importo mucho.

 

—      No puedo creer que no quisieras saber más de Tetsu y sus libros extraños — Comento Aomine extrañado cuando vio que la sombra había desaparecido de su vista.

—      Enserio eres un tonto Dai-chan ¿No te has dado cuenta? — Pronuncio la pelirosa de forma inocente mientras comenzaba a caminar rumbo a su casa.

—      ¿De qué?

—      No te lo diré aunque creo que debemos hacer unos pequeños arreglos y una linda junta de ex compañeros — Dijo volteando para mirar a Aomine con una hermosa sonrisa de oreja a oreja que no le pareció nada adorable.

 

 

~*~

 

Un nuevo día daba comienzo a las clases, Kuroko estaba sentado con aquel libreto entre sus manos, lo había visto un montón de veces durante la noche repasando sus líneas, hubieron unas cuantos que no logro entender, ya que habían cambiado la historia en una cuantas cosas; así que estaba esperando que su compañera apareciera.

Mientras esperaba comenzó a leer un nuevo libro, dejando el anterior sobre la mesa mirándolo de reojo de vez en cuando, había una escena en particular que deseaba que desapareciera, no se sentía capaz de poder actuarla sin que su corazón no se saliera de control, ya era suficiente tener que realizar aquel papel como para hacer además una escena de lo más vergonzosa.

Cuando llego Kagami antes de sentarse en su lugar se puso al lado de Kuroko, a pesar de que quería hablar las palabras no salían, fijo su vista en la mesa y vio lo que había sido el comienzo de sus pesadillas desde que le habían dicho de actuar en la obra.

 

—      ¿Ya has comenzado a leerlo? — Pregunto intentando romper el ambiente.

—      Soy uno de los personajes principales…Kagami-kun también debería aprenderse sus líneas ­— Cerro el libro que se encontraba entre sus manos, ya que había visto a la persona con la cual quería hablar.

—      ¡Tsk! Lo que menos quiero es leerlo — Hablo frustrado mientras tomaba el libro de la mesa, pero antes de que pudiese abrirlo Kuroko se lo quito de las manos — Kuroko yo…

—      Lo siento quiero hablar con alguien — El peliceleste no lo dejo continuar se levantó y fue directo al asiento donde se había instalado recién Sasaki quien había sido la autora de tan macabra obra y aunque estaba junto a las dos chicas del día anterior Kuroko no se acobardo, necesitaba que cambiaran el guion, Kagami sintiéndose molesto por ser ignorado lo siguió —Buenos días — Saludo cortes como siempre — ¿Podemos hablar de la obra Sasaki-san?

—      Claro, pero...las clases comenzaran pronto ¿Qué te parece si lo vemos durante el descanso? — Pregunto la chica mirando a ambos muchachos — Kagami-kun también puede venir si tiene dudas.

—      Lo siento aun no lo he leído, solo el principio —  Fue la sincera respuesta del pelirrojo.

—      Una lástima — Se apeno la chica mirando la mesa.

—      La verdad es que quisiera que habláramos solos — Hablo la sombra aprovechando el hecho de que Kagami ni siquiera sabía de qué hablarían.

Los ojos de todos se abrieron por la sorpresa, sobre todo los del tigre, pudo sentir rabia acumulada, por alguna razón le molestaba que la sombra se encontrara a solas con una chica.

—      Está bien — Acepto la muchacha.

 

~*~

 

Las clases pasaron normales para la mayoría de los alumnos excepto para Kagami Taiga quien no paraba de pensar en ¿Por qué Kuroko quería hablar a solas con la chica? ¿Y si este también tenía sentimientos por la joven? Sería una confesión cliché sobre la azotea de la escuela o tal vez en el patio junto al cerezo.

Su estómago comenzó a doler, un sentimiento que jamás había sentido comenzó a apoderarse de él.

Finalmente la hora llego y Kuroko junto a Sasaki salieron del salón, seguidos por un tigre que no pensaba quedarse con las dudas, y así llegaron al jardín del instituto, al menos el cerezo no se encontraba en flor o si no le darían ganas de vomitar de tanto rosa.

—      Sasaki-san necesito que cambies el guion — Fue la sombra la primera en hablar.

—      ¿Qué parte es la que deseas cambiar? — Pregunto la chica, aunque lo sabía a la perfección puesto que ella había sido la responsable de adaptar el cuento infantil en un guion.

—      He aceptado mi papel, pero definitivamente deben cambiar la parte del beso — Intento hablar el joven sin sonar molesto.

—      Pero Kuroko-kun esa es la parte más importante de la obra ­— La muchacha no se dejaría intimidar.

—      Has cambiado la parte de la manzana por un batido deberías ser capaz de hacerlo — El muchacho estaba serio, la verdad es que sentía que desde un principio lo iban a elegir para el papel principal.

 

Kagami escuchaba atentamente todo y agradecía el hecho de que no fuese una confesión estaba aliviado, pero ¿Qué era eso del beso y un batido? Fue entonces cuando unas risas a su espalda lo sacaron de su concentración, al voltear se dio cuenta de que se trataba de su entrenadora y Hyuuga-sempai.

—      ­Y yo pensando que era una confesión y que Kagami estaba celoso  — Comento la entrenadora con burla.

—      ¿¡Eh!?

—      ¡Shh! No grites o nos descubrirán — La chica llevo una mano a sus labios haciendo la mueca de silencio.

—      ¿Por qué están aquí? — Susurro Kagami, ya que no quería ser descubierto.

—      Simplemente te vimos tan concentrado persiguiendo a Kuroko que nos pareció interesante — Explico Hyuuga encogiéndose de hombros.

—      No tiene nada de interesante, es solo a causa de una ridícula obra — Explico el pelirrojo.

—      Ohh~ No me digan que ustedes actúan en ella, por lo que puedo notar Kuroko es uno de los personajes principales por lo del batido ¿Qué obra es?

—      Blancanieves — Dijo el tigre de mala gana.

—      Pff — Ambos intentaron contener la risa, pero la entrenadora fue la primera en calmarse ­— ¿No me digas que Kuroko es Blancanieves y por ello usaran el batido en vez de la manzana?

—      …

—      Jajaja…No lo puedo creer — Antes de que comenzara a reír mas fuerte Hyuuga le tapó la boca, pero justo en ese momento que el silencio se había hecho presente les llamo la atención las palabras de la muchacha.

—      ¿Quieres que sea una apuesta? — Pregunto la chica, la verdad es que parecía otra persona a la que conocía normalmente, la chica tímida y callada no estaba por ningún lugar.

—      ¿Qué significa eso? — Pregunto Kuroko.

—      Lo que has escuchado, no cambiare la obra, ya todos la han aceptado…Además sé que te ayudara a aclarar las cosas y a esa persona también — Dio unos cuantos pasos — Lamento retirarme pero quiero alcanzar a comer algo antes del segundo periodo.

 

Sin nada más que decir se marchó de aquel lugar dejando a un fantasma bastante sorprendido, ¿A qué se había referido con aquellas palabras? ¿Era posible que esa chica hubiese descubierto cosas que hasta el mismo desconocía? Tardó en reaccionar y volver al salón, pero eso les dio tiempo a los espías a volver sin ser descubiertos.

 

—      Kagami-kun si Kuroko es Blancanieves ¿Quién es el príncipe? — Pregunto Riko seriamente.

—      …Nadie en particular…— Respondió mirando hacia otro lado, sabía que comenzarían a burlarse de él.

—      ¡Bakagami! — Exclamo tirándose sobre el chico para hacerle una llave.

—      ¡Soy yo!

—      Mmmmm — La chica lo soltó —  Muy bien desde mañana comenzaran a ensayar para su obra, igual debido a los preparativos de todas las clases no practicaremos mucho esta semana.

—      Pero…

—      Nada de peros Bakagami… ¡Es una orden!

 

~*~

 

Ese mismo día en la tarde después de clases Kagami, volvió por su segundo intento de disculpa, aunque jamás había sido bueno con eso se sentía tan solo sin la compañía de su fiel sombra, también se dio cuenta de que no le gustaba ver a Kuroko sumergido en sus pensamientos.

Además que era un estúpido beso, Alex siempre se los daba no encontraba que fuera algo malo, bueno eran dos hombres, pero eso no era nada Alex se los daba a las chicas también, bueno si tanto le molestaba la última opción y la más valida era un beso falso, así que con eso en mente se acercó a su sombra.

—      Kuroko ¿Quieres que ensayemos juntos? — Pregunto rascándose la cabeza — Sé que debemos ensayar con el resto, nuestras partes son pocas, pero necesito que alguien me ayude a aprenderlas.

—      Está bien Kagami-kun ¿Vamos a la cancha de basket?

—      ¿Eh? ­— Se extrañó el pelirrojo ante el comentario de Kuroko.

—      Bueno tu aprendes más cuando juegas basket ¿No lo hicimos así para los exámenes? — Tomo su mochila y dio unos cuantos pasos antes de que Kagami lo siguiera.

 

~*~

 

Dos días pasaron antes de que el salón completo tuviese el libreto en mano para comenzar con los ensayos oficiales, al menos la obra no era tan complicada así que aprenderse las líneas no sería difícil, pero entre todos se hizo tabú realizar el ensayo del beso, no era complicado y saldría solo en la obra de eso estaban seguros, por lo cual se preocuparon del resto.

Fue una semana difícil entre ensayos y arreglos, el día anterior Kagami le pidió a Kuroko ayuda con algunas partes, y en compensación lo invitaría a comer a su casa, a lo cual la sombra no dudo en aceptar, le encantaba la comida que preparaba el tigre, además de que siempre le cumplía sus caprichos.

—      Kuroko…mmm…veras. — Murmuraba indeciso mientras observaba su plato a medio comer.

—      ¿Qué sucede Kagami-kun? ­— Fue la pregunta que salió de sus labios mientras miraba atento al tigre.

—      ¿Podemos practicar aunque sea una vez la parte en la que estas dormido? — Pregunto finalmente — No quiero que la obra salga mal debido a mi torpeza.

—      Me extraña que Kagami-kun se preocupe tanto — Bajo la mirada, ya que esa parte era la que menos deseaba actuar.

—      …

—      Está bien, pero solo una vez — Acepto mientras se echaba otro bocado a la boca, intentando así aplacar la vergüenza que estaba sintiendo.

 

Momentos más tardes Kagami se preguntaba en por qué se le había ocurrido pedir aquella solicitud, no era algo que fuera de otro mundo, es mas ¿Qué le importaba si echaba a perder la obra? Pero aquí estaba el observando a un pequeño peliceleste acostado en su sillón con los ojos cerrados y un vaso en sus manos simulando su batido envenenado, ¡Dios mío, se ve tan lindo! Exclamo internamente, esa piel nívea era perfecta para el papel, esas pestañas largas… ¿Alguna vez había reparado en eso? Y lo que faltaba esos labios rosa que lo tentaban de alguna forma.

Tomo aire antes de dar aquel enorme paso, solo unos escasos centímetros su corazón latía sin control, solo un centímetro más y podría saborear aquellos labios, cerro sus ojos esperando el contacto.

—      Lo siento Kagami-kun — La mano del fantasma había detenido el contacto ­— No puedo hacer esto, mañana veremos cómo nos sale, ya es tarde debo volver.

Sin más se levantó dejándolo con la palabra en la boca, tomo sus cosas y salió rápidamente del lugar, dejándolo con unas enormes ganas de probar aquellos labios, ¿A que sabían? Era la pregunta que ahora rondaba por su mente. Aquella noche no pudo dormir bien, quería ver a Kuroko y explicarle lo que estaba pasando, y mientras estaba en ello una luz ilumino sus pensamientos, le dio terror aquella revelación, pero no podía ser otra cosa lo que estaba sintiendo.

 

~*~

Finalmente el día llego, todos los alumnos corrían de un lado para otro arreglando detalles que les habían faltado, algunos chicos ya se encontraban promocionando una casa embrujada, otras chicas vestidas de Maid invitaban a servirse algo en su café, otros ofreciendo lo que tenían en su stand de comida.

Mientras que en la clase de Kagami y Kuroko, recién comenzaban con el arreglo de vestuarios, los días anteriores ya habían hecho las pruebas y quedaban perfectos, pero habían algunas cosas como el maquillaje que se debía hacer en el momento, como la obra era en una hora más tenían tiempo suficiente.

—      Ahora Kuroko-kun vendrás conmigo para tus arreglos, Inoue ayudara a Kagami-kun — Informo Sasaki.

—      ¿Por qué no podemos cambiarnos juntos? — Pregunto Kagami molesto, no quería que se llevaran al chico ni mucho menos aquella chica.

—      No, Kuroko-kun lleva más arreglos y no quiero que nadie lo vea, antes de estar completamente arreglado— Informo la chica saliendo del lugar junto a el fantasma que no dijo nada.

 

Veinte minutos bastaron para que Kagami estuviera listo, miraba a todos a su alrededor a los siete enanos la bruja, el cazador, pero aun no aparecía su sombra por el lugar, los trajes habían quedado hermosos, eso era algo que debía admitir. El suyo constaba de una camisa blanca con unos botones abiertos mostrando parte de su pecho, unos pantalones ajustados color rojo, unas botas altas negras, y un cinturón de cuero negro, su pelo estaba hacia atrás le habían puesto gel dejando tan solo unos mechones sueltos.

Cuarenta minutos después apareció Sasaki por la puerta seguida de Yagami muy felices, Kagami se acercó a ambas muchachas preguntando por él, pero la única respuesta que le dijeron es que estaba en el escenario, ya que la obra se realizaría en unos minutos.

Ante la orden de las chicas todos los actores salieron del salón para llegar donde realizarían la obra, les impacto la cantidad de gente que había en el lugar. Los nervios se apoderaron de unos cuantos, qué decir del pelirrojo le tiritaban las piernas, y había comenzado a traspirar frio.

En el momento en que llegaron tras el escenario muchos quedaron con la boca abierta al ver a una hermosa jovencita sentada en una silla leyendo un libro, su pelo negro largo,  su hermosa piel blanca y aquellos labios rojos, lo que lo delato fue el vestido característico de Blancanieves y la cara de póker.

 

—      ¿Kuroko? — Pregunto Kagami, ya que se habían encargado hasta de que el chico tuviese pechos, realmente era una mujer, al escuchar su nombre Kuroko tembló la verdad es que no quería que el tigre lo viera, pero no tenía escapatoria — Luces diferente.

—      Fue idea de Sasaki-san, dijo que Blancanieves tenía el pelo negro pero largo haría resaltar más el traje ­— Intento sonar serio.

—      No queda mal ­— Se acercó y comenzó a observarlo de pies a cabeza, definitivamente el chico frente a él se estaba convirtiendo en su condena.

—      Por favor deja de mirarme de esa forma, te recuerdo que no soy una chica — Hablo molesto cerrando el libro.

—      Lo sé, no te estoy comparando con una…yo solo…

—      ¡Vamos todos a sus lugares! — Exclamo Yagami a lo cual todos hicieron caso.

 

Kuroko se levantó con algo de problemas pero al pasar al lado del tigre susurro un “Luces bien”, la luz de Seirin sonrió enternecido ante aquel comentario, muchos se lo habían dicho, pero que se lo dijera él hacia la diferencia.

La obra comenzó todos miraban entusiasmados, pero la parte que les causo más gracia fue el hecho de cambiar la manzana por el batido, los más cercanos sabían la razón otros cuantos se imaginaron que solo era para poner un toque de humor, incluso Kuroko podría jurar que escucho un “Kurokocchi” entre el público, pero eso era imposible, debía estar delirando, además lo que menos quería hacer es observar la cara de los presentes.

Finalmente la parte llego, el joven se encontraba en su ataúd de cristal con su batido a que el príncipe rompiera el hechizo, ¿Qué es lo que haría Kagami-kun? Ahora no podía levantarse y salir corriendo, quiso tranquilizarse, obviamente el pelirrojo no sería capaz de besarlo.

—      Lo siento, pero creo que me gustas — Fue lo que escucho antes de ser besado, fue algo corto pero lleno de sentimientos cuando se separaron sus ojos se abrieron de par en par, con un hermoso rubor adornando sus mejillas.

 

Kagami extendió su mano para que saliera de aquel lugar dando por finalizada la obra mientras los siete enanos lloraban de emoción y algunos de los que habían actuado de animales saltaban de alegría por el lugar.

Luego se acercaron para dar las gracias, un horrible escalofrió se apodero de Kagami y una fuerza oscura le hizo mirar hacia el público, advirtiendo por primera vez en aquellas cabelleras de color que resaltaban en la tercera fila, le costó tragar, dándose cuenta de que una sed de sangre y muerte emanaba de ellos sobretodo un enano pelirrojo que tenía unas tijeras en las manos.

Se le había olvidado el pequeño detalle de que a pesar de que Kuroko no tenía hermanos, aquellos chicos arcoíris se habían autoproclamado defensores oficiales del chico. Un nuevo dolor de cabeza se hizo presente, pero se desvaneció en el momento en que el peliceleste a su lado le dio un pequeño apretón en la mano en forma de apoyo.

 

Minutos más tarde…

—      Dime Kuroko-kun ¿Tienes alguna queja ahora sobre mi obra? — Pregunto Sasaki quien los había llamado para conversar después de haberse cambiado el atuendo, pero esta vez junto a Kagami quien no se separaría del fantasma.

—      No, pero dime ¿Cómo lo has sabido? — Solicito Kuroko avergonzado.

—      Porque los observo.

—      ¿Es porque estas enamorada de Kuroko? — Pregunto Kagami molesto.

—      No, es porque adoro las historias de ese tipo y ustedes juntos son…son… ­— La chica empezó a delirar en su mundo, hasta que se dio cuenta — Lo siento, es solo que desde ahora seré su fan y me alegro haber sido la persona que los junto.

—      …

—      Ya los dejare, creo que tienen mucho de qué hablar, iré a disfrutar del festival — Despues de aquello la chica se fue saltando literalmente de felicidad.

—      ¿Dónde quedo la chica timida? — Pregunto Kagami con una gotita en la frente.

—      No lo sé, pero yo tengo una duda — Ante esas palabras Kuroko observo a su luz fijamente — ¿Qué somos ahora?

—      Supongo que novios — Dijo rascando su mejilla.

—      Entonces deberías pedirlo más formal Bakagami — La voz de ultratumba de Aomine se hizo presente.

—      Y pedir nuestro permiso — Unas tijeras las cuales alcanzo a esquivar pasaron por su lado.

—      ¡No te dejaremos tomar a nuestro Kurokocchi! — Exclamo Kise aferrándose al pequeño.

—      Ki-chan no es solo tuyo — Momoi jalaba al rubio.

—      Dios dejen de hacer tanto ruido ­— Midorima arreglaba sus gafas.

—      Kuro-chin me llevara donde venden dulces — Murasakibara alzo a Kuroko para llevárselo lejos.

 

Mientras Kuroko era arrastrado, pudo ver como su tigre era amenazado por todos sus ex compañeros, en cierta forma le dio pena, pero no podía hacer nada en contra del gigante de Yosen, y sabía que su luz no se dejaría vencer por nadie.

Lo observo por última vez antes de desaparecer entre la multitud…

 

Notas finales:

Si llegaron hasta aqui espero que les haya gustado.

No duden en escribir sus quejas, me gusta la retroalimentacion bueno y si les gusto tambien pueden dejar un pequeño review para hacermelo saber.

 

Muchas gracias a todas las personitas que fueron capaces de leerlo.

Un saludo, no leemos en otra ocasion :3


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