¿Quién dijo que matar un mosquito no es romántico?
Bueno, la acción en sí no lo es, hasta suena un poco cruel privar de la vida a uno de esos pequeños insectos vampiros chupa sangre, pero bueno cuando era Tony Stark el que intentaba cazar un mosquito las cosas podían terminar de una forma un poco... Caliente...
Era uno de esos días calurosos de verano cuando los mosquitos hacen acto de presencia por todas partes zumbando cerca de los oidos incomodando a cualquiera que estuviera cerca. Y ni siquiera la torre Stark se escapaba de esos molestos insectos. Y Tony Stark, como hombre poco paciente que es, no soportaba esos animalejos cuando se encontraba descansando y le parecian mucho mas molestos cuando era el tiempo compartido con su novio el que interrumpían.
Como Los Vengadores ellos tenían muchas obligaciones y el Capitán América como líder del grupo tenía muchas mas responsabilidades y como buen hombre responsable y cumplidor que era, se encontraba llenando un puñado de informes, leyendo otro puñado y al mismo tiempo planeando una complicada misión, sí, ese hombre a parte de guapo, sexy, lindo, y muchas virtudes más era un adicto al trabajo. ¿Quién lo diría...?
Pero aún con todo eso Rogers lograba sacar un poco de tiempo para pasar con su pareja, y eso era justo lo que estaban haciendo en ese preciso momento, sentados en un sofá largo. Steve revisaba sus informes y Tony leía una revista de modas, últimamente esa era la forma que tenían de "Compartir momentos" desde hacía unos meses la relación se habia enfriado, ya no pasaban noches enteras teniendo sexo desenfrenado, tampoco se pasaban todo el día dandose besos apasionados y toques indiscretos en público, aunque que la relación se enfriara no era sinónimo que el amor se acabara, pero sí significaba que hubiera un cierto distanciamiento entre ambos. Era por eso que ahora se encontraba cada uno a un extremo del sofá ocupados en sus propios asuntos.
-Steve, creo que necesito camisas nuevas, ¿Tú que piensas?- preguntó Tony pasando las paginas de su revista.
-Esta bien Tony- Steve a penas y había escuchado la pregunta de su pareja y contestó lo primero que se le ocurrió.
-Bien, entonces mañana iremos de compras- continuó Tony con la conversación automática que tenían
-Lo que digas amor- el rubio siguió llenando papel tras papel.
-Mira estos pantalones, seguro te quedarían bien- a pesar que Tony señalo los pantalones en la revista Steve no hizo ni el mínimo gesto por verlos y el castaño ni cuenta se dio.
-Si, eso creo- contestó e rubio sin inmutarse ni un poco.
-Creo que también tengo que comprar una colección de trajes- Tony continuaba la superficial conversación pasando página por página y catalogando los diferentes trajes de diseñador desde unos de exquisito gusto hasta los que consideraba jamás debieron ser diseñados por ser una abominación de moda.
-Ok cielo, estoy seguro que lo harás bien- esa frase ni siquiera estuvo acorde al comentario del castaño, pero es que a Steve se le estaban acabando las frases monótonas y entre tanto papeleo a penas si podía pensar en algo coherente que decir.
Tony no pareció darse cuenta de lo que su pareja decía, pero lo que definitivamente no pudo pasar por alto fue el ruido estúpidamente molesto de un mosquito zumbando en su oido, trato de espantarlo con su mano, pero a los pocos segundos ahí estaba de nuevo y esta vez era mas ensordecedor, volvió a repetir su gesto con la mano para espantarlo, pero el insecto era testarudo y volvió a hacer acto de presencia ésta vez picando su bronceado cuello, se golpeó con la palma de la mano en la zona afectada y resopló molestó al ver su mano vacía, no lo consiguió exterminar. Lo buscó con la mirada y cuando por fin lo localizó en una de las braceras del sofá enrolló su revista en forma cilíndrica y atacó al molesto insecto, otra vez perdió su oportunidad de matarlo, pero no se daría por vencido. Volvió a buscarlo con la mirada y cuando, después de unos segundos, lo encontró, estaba decidido a acabar con ese tonto animalejo, pero había un problema, el ridículo insecto se había posado sobre la frente de su novio, su novio que estaba sumamente concentrado en su trabajo, ese era un gran problema, pero era su única oportunidad de ponerle fin a la tortura zumbadora, así que con revista en mano, echó su brazo hacia atrás, tomó impulso y de un solo golpe le dió de lleno a la frente de Steve, que ante el golpe recibido echó su cabeza hacia atrás totalmente desconcertado. Tony que por el impulso que tomó terminó tumbado boca abajo sobre las piernas del capitán, se incorporó de inmediato viendo directamente la frente del rubio que no tenía nada más que una tremenda marca roja provocada por el golpe con la revista.
-¡Mierda, volvió a huir!- refunfuñó el castaño
-¡¿Pero que carajo te pasa?!- gritó el capitán sobandose la frente con una mano -Joder, eso dolió dijo entre dientes cerrando los ojos con fuerza.
-Steve, amor, lo siento, es que habia un estupido mosqui...- Tony intentaba explicar con una sonrisa nerviosa la causa de su repentino ataque cuando vió el ceño fruncido de su novio y una nada delicada mano le tapó la boca.
-¿Esto es por que anoche me quedé dormido justo antes del sexo?- la expresión del rubio era ahora de arrepentimiento puro, cosa que Tony no pasó desapercibida, intentó negar con la cabeza pero Steve lo estaba deteniendo realmente con fuerza -Escucha, te dije que estaba cansado, pero tienes razón de estar molesto, ya tenemos un mes con dos días que no tenemos intimidad- ¿En serio Rogers llevaba la cuenta?, eso era ciertamente adorable, aunque el agarre en su boca comenzaba a sofocarlo y Steve pareció notarlo pues retiró su mano rapidamente seguido de una bocanada de aire por parte del castaño -Lo siento...- dijo esta vez fijandose en el cuerpo que tenía sobre sus piernas, estaba en una posición bastante sugerente con ese traserito respringado a su disposición -Vamos a solucionar el problema del sexo ahora mismo- dijo con una sonrisa coqueta y sin descaro apretó una de las nalgas del castaño sacandole un pequeño jadeo.
-Uhmm... Rogers... Podrías hacerlo una vez más?...- preguntó Tony con una voz tan sensual que el cap no pudo negarse y volvió a apretar su glúteo obteniendo por respuesta otro leve gemido.
-Tengo una mejor idea...- diciendo esto Steve tomo a Tony por la cintura y lo sentó a horcajadas sobre sus piernas.
Tony pasó sus manos por el cuello de Steve acariciando suavemente sus rubios cabellos, se vieron unos segundos a los ojos para luego besarse primero lento saboreando sus labios para luego subir de tono con un beso completamente apasionado, jugando con sus lenguas en la boca ajena, dando paso a las pequeñas y juguetonas mordidas y las succiones de labios, un beso perfecto para ellos.
En medio del beso Steve no fue conciente de cuando ya había levantado la camisa de su pareja hasta el pecho tocando con descaro el moreno abdomen subiendo por toda el área hasta sus pezones, los cuales presionó y el gemido de Stark lo devolvió a la realidad.
-Tony... Ya estás muy duro...- dijo con burla
-¿Ah sí? ¿Y tú no?- preguntó con sonrisa sarcastica moviendo su cadera contra la entrepierna del otro.
-Compruébalo tú mismo- gimió el capitán tomando la mano de Tony y colocándola justo sobre su prominente bulto.
Tony sin decir nada abrió el cierre del pantalón de Steve y metió la mano tocando por encima de la ropa interior.
-Estás... Wow... No dejó de sorprenderme por el tamaño- ronroneo moviendo sus manos en circulos sobre la poca ropa que lo separa del contacto directo de su mano con ese miembro.
Steve sonrió con una mezcla de diversión y coquetería.
- Y eso que aún no termina de despertar- alardeó el capitán.
-Oh, vamos Rogers no seas tan modesto- Tony rió por su propio comentario y decidió apresurar las cosas al siguiente nivel.
Tony se deslizó de encima de las piernas del capitán hasta quedar de rodillas entre sus piernas. Lo vió fijamente los ojos, le dedicó una pequeña sonrisa y finalmente liberó el miembro de Steve de ese apretado boxer. Lo tomó con una de sus manos subiendo y bajando por toda la extensión, tocando el glande con suavidad con su pulgar dibujando un círculo imaginario apretándolo levemente haciendo gemir a Steve con esa acción. Conocía muy bien los puntos débiles de su hombre.
-¿Me creerías si te dijera que extrañé tu forma tan sensual de gemir?- bromeó Tony sin detener ni un momento su labor con la mano. Steve rió suavemente y acarició una de las las mejillas del menor con el pulgar, lo deslizó despacio hasta los labios del moreno acariciándolos con suavidad.
-¿Y si ocupas tu linda boquita para algo más?- le dijo el rubio en tono ronco y un poco, solo un poco, obsceno.
Tony amaba cuando Steve olvidaba lo correcto que era y su lado sucio salía a flote.
-Como ordene Capitán...- sonrió el castaño con malicia alzando una ceja.
De una sola vez metió todo el miembro de Steve dentro de su boca sacandolo levemente y masturbándo con su mano lo que no alcanzaba a tocar con su boca, subiendo y bajando con sus labios apretados jugando con su lengua por toda la extensión, succionando la punta con la fuerza necesaria para ahuecar sus propias mejillas luego pasando su lengua por la zona dando una sensación sumamente placentera a Steve que solo jugaba con los cabellos de Tony halandolos suavemente llegando lentamente al punto donde sus caderas se empezaron a mover contra la boca de su novio y con su mano presionando levemente hacia abajo la cabeza del menor marcando el ritmo que deseaba, gimiendo ronco y alto, dejando en evidencia lo mucho que disfrutaba de la boca de Tony en esa situación.
-Tony... Hmmm...aaah... Amor, deja eso y ven acá- lo tomó por el mentón obligandolo a levantar la vista, con un sonido algo obsceno sacó el miembro de Steve de su boca, se levantó de su posición y ante los ojos azules que lo observaban atento se desabrochó su propio pantalón y bajó el zipper con total parsimonía desesperando al rubio que se masturbaba descaradamente frente a él.
-Vamos Tony, éste pequeño te necesita ya- comentó señalando con la mirada a lo que se refería.
-Tranquilo capitán, te ayudaré a deshacerte de esa molesta y monumental erección- Tony se mordió el labio inferior en un gesto demasiado sexy según Steve.
Sin más preambulos Tony terminó por quitarse los pantalones dejando al descubierto su muy despierto miembro, se sentó nuevamente sobre las piernas de Steve frotando descaradamente el pene del rubio contra sus nalgas, se sujetó al cuello de su novio nuevamente para ayudarse a comenzar con el moviemto de sube y baja sobre esa gran erección.
Steve tomo al castaño por las caderas ayudandole con el movimiento volviéndolo más rápido logrando con ello una deliciosa fricción entre sus cuerpos. Steve se inclinó hacia adelante haciendo que Tony echara su cuerpo hacía atrás quedando prácticamente colgado deteniendose solo de su agarre en el cuello del rubio y de esas fuertes manos que lo sostenían ahora de sus nalgas, separandolas para colar su miembro mejor entre ellas.
Por fin el rubio acortó la distancia entre ambos cuerpos atacando a besos el cuello de Stark que gimió con sorpresa al sentir las succiones y leves mordidas por parte del capitán sobre los puntos sensibles de su cuerpo.
-Steve, no esperes más te quiero adentro ya nhg...- Tony estaba haciendo un equilibrio increíble por no caer al suelo en semejante posición y quería esa gran y erecta parte de la anatomía de Rogers en su interior lo más pronto posible por no decir de inmediato.
Steve sonrió divertido y sin previo aviso de una sola estocada entró por completo en Tony que solo pudo clavar sus uñas en la espalda del capitán lanzando un gruñido de dolor mezclado con placer puro.
Sin esperar más Steve empezó a moverse en ese apretado interior. Tomó nuevamente a Tony por la cadera y volvió a la posición original haciendo más fácil llegar aún más profundo. Las estocadas se intensificaron y los besos hambrientos volvieron. Steve arremetía contra Stark cada vez más fuerte, más profundo, más rápido, más salvaje... Tony por su parte se encargó de su propio miembro que reclamaba atención, lo masturbó con rapidez al compás de las embestidas del rubio, creando cada vez más y más placer sintiendo un agradable cosquilleo por todo su cuerpo.
-Aaah, Steve, así oooh sí así, ¡Ahí! ¡Justo ahí!- gritaba Tony como loco cada vez que el capitán encontraba aquel punto en su interior que lo volvía loco.
-Tony, estás muy apretado, ya voy a.. Nnhg... Voy a...- Steve estaba perdiéndose a si mismo en el placer que le proporcionaba estar en el interior de Stark.
-No te detengas cariño, hazlo adentro, yo también estoy a punto de... ¡Aaah, sí, sí! Correte amor....- Tony sentía cada vez más cerca el orgasmo conforme su cuerpo brincaba sobre el de Steve, unos instantes después sintió una correntada eléctrica por todo su cuerpo y término por correrse entre su propia mano y el abdomen de Steve.
Un par de estocadas más bastaron para que Steve también se corriera dentro de Tony dejándolo con la respiración cansada recostado sobre el moreno hombro y abrazado a esa masculina cintura que tanto le gustaba. Sintió unas manos acariciandole el cabello y luego unos labios besandole su rubio cabello con ternura.
-Sabes, el golpe que te dí fue por un molesto mosquito que andaba rondando cerca y se detuvo en tu frente- le habló Tony al oído después de normalizar su propia respiracion.
Steve alzó la mirada incrédulo.
-¿Es en serio?-
-Sí, quería acabar con él, es que son tan molestos- refunfuñó con un ligero puchero entre sus labios.
-Bueno, pues yo le agradezco por ser el iniciador de esta maravillosa sesión de sexo- rió divertido el capitán.
-Sí, pero eso no quita lo molestos que...- él castaño se interrumpió a sí mismo con una sonora palmada en una de sus nalgas.
-¿Que pasó?- preguntó Steve confundido al ver la acción de su pareja.
Tony alzó la mano y dejó ver un pequeño puntito negro sobre su palma.
-Lo maté...- Dijo Tony, pero al contrario de lo que Steve creía el castaño se mostraba afectado por la muerte del insecto.
-Eso es... Bueno... No?..-
-¡Steve, por dios!, ¡¿Cómo puede ser bueno que matara al mosquito del amor?!- chilló el castaño.
Steve se limitó a negar con la cabeza y suspirar con resignación. Tony Stark era un completo caso...