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A Friday. (YoonMin). por Selenebts

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Notas del fanfic:

Advertencia: es corta venas D:

Caminaba rumbo a mi casa con ansias de nada, sin ganas de nada y solo pensando en que dormiría todo lo que me restaba del día.

La universidad, el estudio, mi trabajo a medio tiempo e inclusive mi cansancio sin sentido me tenían en mal estado, me sobrepasaba.

Últimamente nada salia bien en mi vida, en realidad si me ponía a pensar nunca nada me había salido bien en mi vida.

Mi novia me había dejado hace poco tiempo, ¿por qué? , su excusa fue que de mi parte ya no había mas interés en la relación, debía de tener toda la razón, ya que había momentos, incluso en los que me olvidaba su existencia, no la juzgo ni le guardo rencor, yo en su lugar hubiera hecho lo mismo.

En definitiva ,el amor no era para mí, el romance mucho menos, en realidad nunca creí sentir totalmente eso que la gente comúnmente llama mariposas en el estómago.

— Ah... — suspire, patee una piedra y seguí mi camino por la entrada de complejos de apartamentos donde vivía.

— ¡Ey!, ¡tú! —Alguien gritó detrás de mi pero lo ignore por completo, seguramente no era conmigo con quien quería hablar aquella persona — Sí, ¡tú!, el idiota de chaqueta azul que sigue caminando e ignorándome.

Sí, definitivamente este no era mi día ni mi mes, ni mi año, tenia tanta suerte que justo me tenia que topar con una persona molesta, que seguro era un ladrón o un pandillero busca riñas.

— ¡¿Qué mierda quieres?! — Casi grité volteándome mientras mi sangre hervía.

— Acabas de patearme una piedra y ni siquiera tienes la decencia de disculparte, ¡eres un niño malcriado! — Su cabello era casi blanco de lo rubio que estaba, su piel era sumamente pálida, jamás lo había visto por aquí, de eso estaba completamente seguro.

Pude notar que traía un bolso y estaba donde se dejan los sobres.

— Tú... — Lo señale y el frunció su ceño molesto — ¿Eres el cartero? — Estaba realmente sorprendido,¿había golpeado al cartero?.

— ¿Y tú que crees? — soltó agitando un sobre frente a su rostro.

Nos miramos unos segundos sin decir ninguna palabra y lo recordé en ese preciso instante.

— ¡Espera! — hable cuando él se estaba dando la vuelta — ¿No traes ninguna carta para Park Jimin? — pregunte casi dejandole a la vista toda mi desesperación.

Él me observo de arriba abajo con su semblante serio y se cruzo de brazos.

— ¿Así que me estas dirigiendo la palabra y ni siquiera te estas disculpando? — soltó arqueando una ceja y sonriendo con autosuficiencia.

Mordí mi mejilla hundiendo uno de mis cachetes y luchando con mi orgullo cerré mis ojos rendido.

— Lo siento, ¿okey?, hoy no he tenido un buen día — Volví mi vista a su rostro y él asintió sonriendo.

— Y por eso te importa una mierda tratar mal a los demás, ¿verdad?, ¿quien te crees? — escupía las palabras envuelto en una furia que no llegaba a comprender, ¿por qué me hablaba de este modo? , ¿tan grave fue el golpe con la piedrita? — ¿Sabes qué?, yo he tenido un día, seguramente mucho más mierda que el tuyo niño, por lo que no estoy para tolerar idiotas que encima me anden pidiendo favores.

Él, ¿qué puta sabía de mi vida?, estaba haciéndome enojar y aun no entendía por qué se había vuelto tan agresivo conmigo.

— Es tu trabajo entregar sobres, ¿o no ?, puesto que es tu trabajo, te preguntaba si había alguno con mi nombre, ya te dije que lo sentía ¿qué más quieres? — respondí desafiante.

— Quiero que toda esta puta mierda no sea verdad, pero ¿sabes qué?, sigo despertando todos los días y la mierda sigue estando allí — .Había elevado su voz y esto parecía una discusión de personas que se conocían y yo jamás en mi vida lo había visto.

— No sé de que hablas, pero se ve que tu problema no es conmigovmurmuré y su semblante cambio por completo, como si mis palabras lo hubieran traído a la realidad, como si su mente hubiera hecho "click".

Él bajo la cabeza y la sostuvo con sus manos, su cuerpo se tambaleo.

— ¿Estás bien? — pregunté, comenzando a preocuparme por su repentina acción. Me acerqué hasta él y posé una de mis manos en su hombro para que él levantara el rostro, pero éste no lo hizo.

— Hace poco... — Él comenzó a hablar y yo lo deje hacerlo, tenia, no sé por qué razón, la necesidad de escucharlo — Mi pequeña...ella no lo resistió...no pudo tolerar el trasplante...los médicos dijeron que nada se podía hacer... que solo le quedaban 24 horas de vida... — .Él no lloraba pero aun mantenía su cabeza gacha.

Sentí un fuerte dolor en mi pecho y una gran necesidad de rodear con mis brazos el menudo cuerpo de aquel desconocido.

No dude y lo hice, creí que tanto él como yo necesitábamos de esto, un simple y cálido abrazo, uno reconfortante y duradero.

Entendía las razones de él y quizás si tenia sus motivos para decir que mi día era menos mierda que el de él.

Di pequeñas palmadas en su espalda y nos separamos.

— ¿Quieres...ir por unas cervezas? — pregunté y al instante me arrepentí, ¿desde cuando te cruzas por la calle a un desconocido, lo abrazas y encima lo invitas a beber?, pues no tenia respuesta la idiotez de mi repentina idea.

Pero algo en mí me decía que él era una buena persona, quería escuchar más de su historia, saber más sobre él.

— Lo siento... — susurró y volvió a observarme con su fría mirada — Me llamo Min Yoongi — soltó y estrecho su mano para que yo la cogiera.

Luego del apretón de manos el volvió a hablar.

— No sé por qué estallé de ese modo, realmente lo siento, no es contigo, pero esto es muy reciente para mi y...

Lo interrumpí.

— Vayamos a beber — .Volví a insistir y sonreí a lo que él me devolvió una forzada mueca, atisbo de una sonrisa.

Caminamos por la calle por la que en un principio había llegado hasta allí.

Era viernes y casi oscurecía, suponía que no había ningún problema si salía a beber, vivía solo por lo que nadie me esperaba en casa; pero el sábado debía trabajar y por supuesto no tenia pensado el llegar con una resaca, por lo que intentaría no beber más de los debido.

Estando en el bar comenzamos a conversar y él termino por comentarme que sí, era cartero, pero justamente no estaba haciendo su trabajo cuando fue pillado por mí, sino que estaba dejandole una carta a quien, por lo que entendí, era su ex mujer, la madre de la niña de la que había hablado con anterioridad.

— Ella no me lo perdona, yo tampoco lo hago, no lo merezco, nunca fui un buen padre y ese día que tuvo el accidente yo no estaba, pero... — Tomó aire — Prefiero no seguir pensando en lo que sucedió — .Sus ojos brillaban pero no derramaba ninguna lagrima, era como un frió cubo de hielo, tenia sentimientos pero no se dejaba a si mismo liberarlos porque temía parecer débil ante los demás, absurdo para mi.

— Tú, ¿por qué dices que tienes un mal día?, yo ya te conté un poco de mí historia, ahora es tu turno, Park Jimin — soltó y sorbió un poco de cerveza clavando sus ojos en los míos.

Miré repentinamente mis manos y jugué con los dedos que se hallaban sobre el vaso; todo lo que me sucedía a mi era una pequeña basurita al lado de sus problemas, me sentía pequeño.

Dudé en un principio, pero de todos modos comencé con el relato de mi historia.

— Yo...me escape de mi casa cuanto tenia 18 años, en realidad no sé si fue específicamente un escape, ya que a mis padres les valía mierda lo que hacía con mi vida, busqué un trabajo en Seúl y abandone Busán; mis razones fueron muchas, una de ellas era progresar, poder estudiar, avanzar en mi vida y no quedarme estancado, allí con quien decía llamarse mi familia estaba estancado, solo — .Hice una pausa, bebí un largo trago y volví mi vista a mis manos intercalándola con pequeños vistazos a Yoongi — .Cuando vine aquí conocí a una chica, me enamoré o eso creí, pero todo se me fue de las manos, yo dejé de interesarme por ella y lo nuestro termino por ya no ser mas que el encuentro de dos desconocidos...pero lo que me tiene mal no es solo ella, ya que a mí no me importaba nada referente a salvar esa relación que ya estaba más que muerta, lo que me preocupa es mi pequeño hermano, el cual hace dos años no veo; todas las semanas nos mandamos cartas para que la que se supone que es mi madre no se entere de que el aún se comunica conmigo, no podemos hablar por teléfono porque ella lo sabría, hace dos semanas no recibo ninguna carta, estoy preocupado; pero no puedo ir como si nada a buscarlo, si mi padre me ve será un gran problema, esa familia no es ninguna broma; mi padre, si es que puedo llamarlo de ese modo, me odia desde hace mucho tiempo atrás, antes de que decidiera marcharme.

Volví a hacer una pausa para tomar aire, jamás había soltado de este modo la historia de mi vida a nadie.

— Mi padre me golpeaba — .Sonreí con amargura, Yoongi me miraba fijamente mientras bebía, escuchando atentamente mis palabras — Según él, eso me haría "mas hombre" — .Fije mi vista en Yoongi, esperando que preguntara o aunque sea reaccionara ante lo que por primera vez le confesaba a alguien — Él un día descubrió una carta escrita por mí, creo que tenia alrededor de 14 años, yo no me animaba a confesarme y estuve todo el día escribiendo mis sentimientos sobre aquel pequeño papel, era mi primer amor y tenia más dudas que certezas, más miedo y nervios que seguridad, en fin, era apenas un niño...como la suerte nunca está de mi lado mi padre descubrió esa carta y la rompió luego de leerla, todos mis sentimientos fueron destruidos y pisados frente a mis ojos, después recuerdo que me lleve la paliza de mi vida...

Yoongi me alentó a seguir hablando.

Apreté el agarre de mi mano en el vaso, serví mas cerveza y luego de un trago seguí con el relato.
— Lo que mas me dolió no fueron sus golpes, sino que fue mi madre, yo creí que me protegería él; pero fue todo lo contrario...ella también se había vuelto loca al leer aquella carta y todo porque el nombre de a quien iba dirigida era el de un niño y no una niña; desde ese día odie a mi familia, antes de aquello odiaba mi vida pero seguía creyendo que las cosas cambiarían; pero me di cuenta de que si yo no tomaba las riendas todo seguiría igual, por lo que espere ser mayor de edad para marcharme de allí, no sin antes vivir 4 años un calvario, mi padre llamándome marica y llevándome a prostíbulos todos los fines de semana,mi madre llorando e ignorándome cada vez que le dirigía la palabra, yo realmente los odio y el solo hecho de pensar que mi indefenso hermano esta en esa casa llena de homofobicos ignorantes me hierve la sangre, no lo tolero — .Lo observe y seguía tal cual pared sin decir una sola palabra — ¿No piensas decir nada?, te he contado toda mi vida.

— Mi opinión no es lo importante, Jimin, lo que importa es que hayas podido soltarlo, que te hayas liberado de años estando callado.

Él tenía razón, después de todo él solo había preguntado por qué mi día había ido mal y terminé por contarle casi toda mi vida, cosa que seguro hice porque lo necesitaba, y así era, sentía mi corazón menos pesado, me sentía más calmado, más relajado.

— ¿Sabes qué?, ¡brindemos! — .Él sonrió y juntamos ambos vasos — Brindemos por el mañana, abandonemos el ayer, solo por hoy creamos que existe la esperanza de que todo va a ir para mejor — .Sonreí ahora realmente, sin forzar nada, él igual.

Ambos rotos, descocidos, sin siquiera ver la luz que sabemos que alumbra nuestro oscuro y pequeño corazón seguimos adelante; aunque no veamos aquella luz sabemos que ésta existe, sabemos que aún hay esperanzas.

Esa noche luego de esa charla, comencé a ver las cosas con diferentes ojos.

No soy yo el problema, no soy tampoco el único que carga con angustia, no soy el único que lleva consigo un doloroso pasado; y así fue como se nos hizo costumbre compartir cervezas los viernes, hablar sobre nuestros problemas , solo eso, uno siendo oreja del otro, compartiendo preocupaciones, deseos, compartiendo unas horas de risas.

Me sentía cada vez más cómodo a su lado, llevábamos dos meses de este modo, juntandonos a beber en el mismo bar, los viernes por la noche.

+++

Iba camino al bar, Yoongi ya debería haber llegado.

Entré y divisé rápidamente su rubia cabellera, caminé hasta donde se encontraba con una pequeña sonrisa en mis labios.

Su semblante hoy era distinto.

— Hyung... — susurré, él levantó la vista y pude ver el vacío de sus ojos y lo rojos que se encontraban.

Había llorado.

Me senté frente a él en la pequeña mesa junto a la ventana.

— Hoy no es un buen día, ¿verdad? — pregunté.

— Hoy, se cumple un año... — contestó volviendo su vista directo a mis ojos.

Mi corazón dolía.

Sabía a lo que se refería, moría por abrazarlo, pero sabía que eso no era debido.

— ¿Quieres ir a mi departamento?, parece que pronto lloverá, además el clima es frío — hablé sin siquiera detenerme a pensar lo que estaba diciendo.

Él sabía sobre mis gustos y durante estos dos meses siempre tuve miedo que él creyera que tenía algún tipo de interés en él y se alejara, ya que no era así, yo solo lo veía como un amigo.

Era la primera vez que lo invitaba a mi departamento desde que nos conocíamos.

Él no respondió con palabras, solo levantó su cuerpo de la silla y tomó su abrigo entre sus manos.

Me levanté al igual que él e hice mi camino hasta la salida.

— ¡¿Hoy no beben?! — preguntó la señora del bar al ver que nos marchábamos.

Sonreí.

— ¡Será el próximo viernes! — contesté y saludé con mi mano a aquella mujer.

Caminamos por las frías calles, ambos con las manos en los bolsillos, respirando calmadamente, sin decir una sola palabra.

Demoré una eternidad en encontrar la llave para abrir mi departamento.

— Puedes ponerte cómodo, haré café — hablé y luego de entrar cerré la puerta detrás de mi.

Fui a la cocina y comencé a cargar la cafetera con agua, para luego calentarla.

Sentí pasos detrás de mi pero los ignoré, hasta que sentí unos brazos rodear mi abdomen.

— ¿Q....q — .Quise hablar pero él me detuvo.

— No pienses en nada — Me tensé — ,olvida todo lo que sabes de mi... te quiero, Jimin.

¿Qué?

Me di la vuelta para observarlo, su mirada no me transmitía un sentimiento en concreto.

— ¿Puedo besarte? — susurró y mis ojos se abrieron como platos, ¿qué era esto?.

No esperó que le respondiera y lentamente juntó nuestros labios.

¿Yoongi era gay?¿Qué era lo que estaba sucediendo?

Dejé que me besara, le correspondí y ahí fue que lo sentí.

Un calor recorría mi abdomen subiendo por todo mi cuerpo, un sentimiento que jamás había pasado por mí ser, las famosas "mariposas en el estómago".

Llevó sus manos a mi rostro y yo llevé las mías a su cintura.

No sé como fue que se dieron las cosas, no sé como es fría noche de invierno terminamos de ese modo.

Nunca imaginé que pasaría algo semejante con él.

Caímos en mi cama ya despojados de nuestras ropas y él se cernió sobre mí, sin aplastarme; sus caricias, su suave y blanquecina piel contrastando con la mía, todo esto era mucho para mí, había descubierto que siempre me había gustado, que cada encuentro los viernes era esperado y ansiado, que cada sonrisa con él, que siempre lo quise y que ahora lo deseaba, que no me importaba el que fuera otro hombre, que no estaba pensando en nada más que no sean esas pupilas apenas dilatadas que me miraban.

— Te quiero — .Volvió a decirlo, con su voz serena, calma, llena de paz.

Porque eso me daba su cercanía, paz.

— Yo también te quiero Yoongi — musité y él volvió a atrapar mis labios con los suyos.

Lento, saboreando, investigando, buscando e inspeccionando detalladamente cada centímetro de mi boca.

Nuestros cuerpos se rozaban lentamente, despertando el placer en ambos.

Con sus piernas separó las mías y se colocó entre ellas, ésta era la primera vez con un hombre y suponía que para él era igual.

Aunque no entendía porqué terminamos de este modo o porqué él repetía que me quería todo el tiempo, seguí adelante con lo que estábamos haciendo.

Acaricié su espalda y él llevó sus besos a mi cuello.

Una de sus manos fue hasta mi boca e introdujo dos de sus dedos para que los saboreara.

Volvió a mi rostro y siguió besando, noté que mis mejillas se humedecían; pero las lágrimas no venían de mi.

— Cierra los ojos — susurró.

Lo hice.

Besaba mis labios y noté la cercanía de sus dedos a mi entrada, apreté las sábanas cuando lentamente introdujo un dedo allí.

Ahogué un gemido mientras él seguía besándome.

Necesitaba hacerlo por lo que obviando lo que con anterioridad me había dicho, abrí mis ojos.

Su rostro estaba empapado, él estaba llorando.

¿Por qué?

Me besó cuando notó que había abierto mis ojos, no me dejaba pensar en otra cosa que no fueran sus labios, no podía detenerlo, él no quería que lo detuviera.

Introdujo el segundo dedo, dolía, pero dolía mucho menos que mi corazón al verlo con sus ojos empañados.

Comenzó a moverlos y mis jadeos se escabullían de mis labios sin que pudiera controlarlos.

Quitó sus manos y se acomodó en mi entrada.

Se separó de mis labios y nos miramos fijamente.

— Te quiero, realmente te quiero, Jimin — dijo y entró en mí.

Solté un fuerte gemido y él esperó para poder moverse con mas libertad.

Entraba y salía de mí tocando un extraño punto que me generaba placer, algo nuevo, algo que jamás había vivido.

Sus gemidos, roncos sobre mí me llenaban de placer, solo escucharlo a él me hacía sentir de ese modo.

Estaba en el paraíso, estaba siendo libre por primera vez en mi vida, sentía paz por primera vez en mi vida.

Sus movimientos eran cada vez mas rápidos, iba a llegar.

Ambos lo hicimos, llegamos al orgasmo.

Él se tiró sobre mí y con mis brazos lo apreté.

— No me dejes Yoongi — solté.

— No lo haré — susurró.



+++



¿Cómo había pasado?, ¿en qué momento nos habíamos enamorado?, no lo sé, no tenía la respuesta, no había ninguna respuesta.

Nunca lo hablamos, nunca dijimos nada al respecto.

Yo sabía de su vida y él sabía de la mía, compartíamos nuestros secretos y nos amábamos cuando podíamos.

Los viernes, solo los viernes estábamos juntos.

La calidez de Yoongi lo era todo para mí, y aunque sabía que ambos teníamos un pasado difícil, quizás para él mucho más reciente que para mí, lo sobrellevábamos juntos.

Amaba sus caricias y su cercanía, sus besos y su tacto; todo de él me gustaba, había aprendido a amarlo y quererlo esa noche donde me hizo suyo por primera vez; donde me confesó que me quería, donde, para mí, hicimos el amor.

— ¡Ey!, ¿qué tanto piensas? — . Su voz me trajo a la realidad y sonreí mientras bebía un sorbo de café.

— En ti — contesté y él arqueó una de sus cejas.

— ¿En algo pervertido?, sabes que puedo ayudarte en cualquiera de tus fantasías — .Guiño uno de sus ojos y le arrojé una almohada, cuando quería era un hyung bastante pervertido.



+++



Había pasado más de un año desde que nos conocíamos y seguíamos con esa rutina extraña de solo vernos los viernes, eso se había convertido en un ritual para nuestra pareja.

Hoy era un día poco alegre y lo sabía, hoy se cumplían dos años de la muerte de su pequeña hija, la cual supe que murió cuando tenía cuatro años en un accidente de tráfico, Yoongi, había sido padre a la edad de 20 años, pero nunca se casó con la madre de la niña, según él nunca la amo en realidad.

Mucho más que eso no sabía, ya que Yoongi era muy reservado al respecto y yo no insistía en preguntarle nada.

Le había dicho que no había forma en que no lo acompañara a visitar su tumba, a lo que accedió casi a la fuerza.

Sujetaba fuertemente su mano mientras caminábamos rumbo a donde se hallaba la tumba de la niña.

Cuando llegamos él soltó su agarre de mí y se agachó con las flores que traía en su otra mano.

— Bebé — .Comenzó a hablar y mis lagrimas a acumularse junto con un nudo en mi garganta — Papi vino a verte, sé que no he sido un buen padre, pero intento hacer lo mejor que puedo...te traje flores, porque son del color que más te gustan, amarillas, ¿ves como papi recuerda todo? — Mis lagrimas iban a salirse — Tengo a alguien a quien presentarte...aunque parezca a simple vista un ligón y un pervertido, es todo lo contrario — .Solté una pequeña risa — .Él es alguien muy importante en la vida de papi, él me ayuda mucho cuando estoy triste, se llama Jimin y papi lo ama mucho, ¡no más que a ti!, no te pongas celosa; pero sí es una gran persona que también me ama, por eso no te preocupes, estaré bien a su lado, seré feliz con él, haré como tú siempre me decías, sonreiré cada día que me quede de vida hasta volver a verte, junto a él.

Iba a llorar, ¡no!, ya lo estaba haciendo.

Él se levantó lentamente del suelo y rápidamente sequé mis lagrimas.

Se dio la vuelta y me abrazó.

Le correspondí rápidamente frotando su espalda con la palma de mi mano.

Volvimos a mi departamento y dormimos juntos, solo abrazados, sintiendo nuestro calor, amándonos sin decirnos nada.

Los dos rotos, los dos partes de distintos artefactos que juntas construían uno nuevo; uno con nuevas funciones, nuevas cualidades, uno mejor que el anterior.



+++



Me desperecé y caminé rápidamente hasta el baño, hoy era viernes.

Aunque viviéramos hace un año juntos, era costumbre encontrarnos en el bar de siempre, los viernes.

Generalmente, Yoongi, iba a trabajar temprano ese día y yo solo debía ir a buscar algún empleo a tiempo completo ya que me había recibido y aún no conseguía trabajo.

Mi hermano vivía en Seúl, en una pensión de una importante universidad por lo que ahora mi corazón estaba más tranquilo, fue difícil localizarlo sin volver a Busán ya que como mi madre se enteró de las cartas, él tenía prohibido comunicarse conmigo; pero lo logré y lo traje para Seúl, él quería escapar de allí al igual que yo en su momento, y lo entendía, ese no era un buen ambiente ni uno en el que deseara vivir a nadie.

Caminé por toda la ciudad dejando en cada puesto mi curriculum.

Estaba ansioso por que cayera la noche.



+++



Caminaba hasta el bar con una gran sonrisa en mis labios, luego de un arduo día buscando empleo necesitaba besar a quien mas amaba para recobrar el poco aliento que aún quedaba en mis pulmones.

Entré en el lugar y recorrí todo el sector con mi vista sin poder hallar la cabellera rubia del hombre que esperaba encontrar allí.

Era raro, él siempre llegaba antes que yo al lugar.

Comencé a desesperarme luego de llevar una hora sentado allí, sin rastros de Yoongi.

Fui directo al departamento, le marqué millones de veces al teléfono y él no contestó ni una sola de mis llamadas.

Tomé mi cabello entre mis manos y tironee.

— ¿Dónde te metiste Yoongi?... — balbucee y corrí hasta donde se encontraba la habitación que compartíamos.

Busqué por todos lados algo que me diera pistas de donde se podía encontrar, pero se lo había llevado todo, su ropa, sus libros, todo.

Abrí su mesa de noche y encontré dentro muchos sobres.

Todos tenían escrito exactamente lo mismo pero con distintos números.

Viernes 1 -Jimin, Viernes 22-Jimin, Viernes 85-Jimin, etc.

Me ericé, no quería abrirlos, no quería leer lo que contenían, él hizo una carta por cada viernes donde nos encontrábamos.

Revolví hasta que hallé una que paralizó mi corazón.

Último viernes-Jimin.

¿Qué era esto?

Mi corazón apretaba, mis ojos se aguaban.

Abrí el sobre y saqué la carta de su interior, con mis manos temblorosas la desplegué sobre mí y comencé a leerla.

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Mi Jimin:

Estas leyendo esto y seguramente estas enojado conmigo y quizás también dolido, lo siento, siento mucho hacerlo de este modo; pero no halle la manera adecuada, sabes que a veces suelo ser muy idiota y reservado con lo que me pasa, siempre acumulo y luego termino por estallar.

Este viernes te fallé, no fui y lo siento, no quería que sufrieras, no quería tener que despedirme cara a cara porque dolería mas de lo que ya duele.

No quiero que me odies, pero se que lo harás, yo me odiaría; pero no quería ver tus lagrimas, no quería ver que sufras, no quería que me veas caer y sepas que no podes sostenerme.

No lo quiero y por eso me marché, yo te amo, realmente lo hago y siempre lo haré.

Mi cuerpo es quien no lo puede seguir soportando, sabía que no lo soportaría e igualmente me enamoré de ti y formamos algo lindo, algo hermoso, te amé y te amo como a nadie, siempre estarás en mí como yo en ti.

No puedo curar lo dañado en mí, siempre supe que no tenía cura, desde que mi pequeña ya no está; desde que ella no soportó esa pequeña parte de mí y se fue, desde ese instante sabía que yo tenía fecha de vencimiento, me sentía perdido; hice cartas, millones de ellas, como habrás visto, en todas y cada una te recuerdo lo mucho que te amo, por favor, ¡no lo olvides!

Si quieres buscarme hazlo allí, en las cartas, en nuestros viernes juntos, Jimin, es hora de que le de la mano a mi pequeña, es hora de que tenga que soltar tu mano y tomar la de ella.

Pero, no olvides que aquello que nos une va mas allá que un simple roce o un beso, sabes que hay algo más profundo que nos ata y por eso mismo te pido que sigas adelante, como dijimos alguna vez, dejemos el pasado como un recuerdo de lo que fue parte de nuestras vidas y vivamos de ahora en más, ¡vive Jimin!, vive por mí.

Te amo.

.Yoon Gi.

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Las lagrimas mojaron el papel.

Una y otra vez me pregunté porqué me hiciste eso.

No lo entendía, si tanto me amabas, ¿por qué solo te fuiste con tu dolor?, ¿por qué no me dijiste que tu cuerpo estaba enfermo?,¿por que me hiciste eso Yoongi?, ¿por que me amaste esa fría noche de invierno?, ¿por qué me hiciste amarte?



+++



Estaba frente a nuestro bar, ya no existía, ya no estaba más, solo quedaban los recuerdos de nuestras sonrisas ahí dentro.

¿Dónde estarás?, ¿eres feliz allí?, ¿está tu pequeña contigo?

Apretaron mi mano y volví a la realidad.

— ¿Por qué miras hacía allí? — susurró quien me acompañaba.

— Ese lugar es uno muy preciado para papi — solté y me agaché para estar a la altura del pequeño a mi lado.

— Pero se ve muy feo... — susurró.

Sonreí y sacudí su cabello logrando que sonriera.

— ¿Lo es? — pregunté a la nada misma.

Me erguí nuevamente y giré a verlo.

— Para mí, es un lugar hermoso— murmuré.


FIN-

Notas finales:

No me mateeeenn plis ! Las amo


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