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CAMINANDO A TÍ por MAFITA

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Notas del capitulo: Holas, espero que disfruten el capi y me dejen MUCHOS REVIEWS, les agradezco en el alma a las que lo han hecho hasta ahora, son lo máximo, espero que disfruten este capi también... las respuestas a los reviews las tendrán apenas pueda sentarme a contestarlos, lamentablemente, ahorita solo tengo tiempo de subir el capi... Ahora si, a leer!
Holas!!! Lo s… me he vuelto a demorar ms de la cuenta… pero es que casi no he podido usar la computadora en este tiempo… recin hoy que mis hermanas no estn, me he podido sentar un rato… adems… a partir de ahora no s que tanto tiempo libre vaya a tener… la empresa en donde estaba trabajando cerr… es que era una empresa que recin estaba comenzando y como las cosas no estaban saliendo como el dueo quera… decidi cerrar todo sabe Dios por cunto tiempo! As que me he vuelto a quedar en la calle… pero bueno… quiero empezar a estudiar, y me estoy dedicando a averiguar todo lo que pueda para comenzar en agosto o setiembre, y a buscar un trabajo de medio tiempo que me permita pagarme el estudio y adems tener algo de plata para mis gastos personales… As que dentro de todo no fue tan malo… Bueno… volviendo al fic… ya estamos en la recta cuasi-final del fic… y para l@s que quieran continuacin he estado pensando en hacer una con Suguru Fujisaki y Tatsuha Uesugi como protagonistas… depende de ustedes… ya tengo varias ideas para esta continuacin, y ms o menos el esquema de cmo quiero que vaya la historia… solamente faltan sus opiniones… para las que quieran el Tatsuha-Ryuichi… no va a poder ser… tengo otros planes para el peliverde en una tercera secuela… Como siempre… djenme sus comentarios acerca del capi y de esta idea que les estoy dejando… Ahora si vamos con el fic!

CAPTULO 15:

“Yuki! Tengo que irme!” dijo Shuichi, colgando el telfono, despus de hablar con K, y dirigiendo sus pasos al estudio de su esposo.

“Ha pasado algo?” pregunt el rubio, dejando de escribir para mirar a su pequeo, mientras esperaba la respuesta.

“Sip, van a llevar a Hiro a la clnica para hacerle una prueba de ADN, y K quiere que les d el alcance para que luego vayamos a comprar cosas para el beb, as que en este momento estoy saliendo para all” contest el pequeo, con una sonrisa.

“Bueno…. Entonces djame despedirme como se debe…” dijo el rubio entonces, con lujuria, mientras observaba el cuerpo de su pequeo moverse hacia l con cadencia.

Levantndose de su asiento, se acerc a Shuichi con lentitud, todo su cuerpo anticipando lo que vendra a continuacin.

El pequeo se limitaba a mirarlo con el deseo brillndole en los ojos amatistas, esperando las caricias que estaba seguro vendran, y olvidando de momento su salida.

Los cuerpos hicieron contacto, los labios se unieron en un beso lleno de necesidad, las manos se desvistieron con impaciencia, sin parar por un segundo hasta que estuvieron totalmente desnudos.

Yuki separ sus labios de los dulces del pelirrosa, pasando a mordisquear lentamente el apetitoso cuello que se extenda ante l, mientras una de sus manos acariciaba la masculinidad ante l y la otra preparaba con impaciencia la entrada del pequeo.

Sigui con sus atenciones hasta que un sonoro gemido se desprendi de la garganta de Shuichi, lo que le indic que ya estaba listo para seguir.

Posicionndose en la entrada anhelante, embisti con rapidez, ocasionando sendos gemidos de parte de ambos.

El vaivn no se hizo esperar, el pelirrosa rodeando la cintura del rubio con sus piernas, mientras que el otro apretaba su trasero con fuerza, apoyando su espalda en la pared, para poder embestir con mayor rapidez.

Pasaron los minutos de mete y saca, hasta que con un grito lleno de placer, llegaron a la cima, abrazndose con fuerza el uno al otro y llenando el aire de te amos.

“Bueno, creo que no les har dao si me esperan un rato ms” dijo entonces Shuichi, apoyando la cabeza sobre el hombro de su esposo y cerrando los ojos para entregarse al sueo por un rato.

***

Haban pasado ya 15 minutos desde que les haban sacado las muestras de sangre a K y a Hiro, adems de sacar con mucho cuidado una muestra del lquido amnitico que rodeaba al beb de Hiro, y el pelirrojo junto con su madre y K, estaban descansando en la sala de espera de la clnica, mientras que esperaban a que Shuichi llegara para salir de compras.

Escucharon el sonido de unos pasos apurados que venan del pasillo, y voltearon a ver si era Shuichi el que llegaba, pero grande fue su sorpresa al ver llegando, no al pelirrosa, como esperaban, sino al Sr. Nakano, quien se diriga a ellos con una expresin furiosa en el rostro.

Al ver a su padre, Hiroshi se abraz inconscientemente el vientre, y comenz a temblar ligeramente, temiendo lo que pudiera ocurrir ahora que su padre haba regresado de su viaje.

Contrario a lo que K hubiera pensado, juzgando por lo que saba de la Sra. Nakano, sta se levant de su asiento, y se encamin con paso decidido a su esposo.

“Himiko! Nos vamos a casa en ste instante!” dijo el hombre apenas vio a su mujer acercarse, levantando el brazo para tomar a la mujer del brazo, a lo que la Sra. Nakano contest dndole un golpe en dicho brazo para alejarlo de ella.

“No me toques! Si no has venido aqu a disculparte con Hiroshi y a apoyarlo en estos momentos entonces vete!” dijo la Sra. Nakano, mirando a su esposo con molestia.

“Pero cmo te atreves?! Soy tu esposo, y te estoy ordenando que regreses a casa conmigo, te prohbo que te acerques a se!” dijo el hombre, su furia incrementndose en segundos.

“Ese que tu dices es nuestro hijo! Debera darte vergenza! Tienes que apoyarlo ahora y no dejarte llevar de prejuicios estpidos!” dijo entonces la mujer. “Y escchame bien, Ryoma, no voy a volver contigo hasta que recapacites, tu decides, o sigues con esta actitud idiota y nos pierdes para siempre, o recapacitas y apoyas a tu hijo menor en todo esto!”

El Sr. Nakano boqueaba como un pez fuera del agua debido a la furia que dominaba su cuerpo, hasta que apart a su mujer de un manotazo y se dirigi con paso decidido a su hijo, que lo miraba con terror en los ojos.

“T! No fue suficiente con lo que hiciste, ahora pones a mi mujer en mi contra! Ahora me vas a conocer!” dijo, mientras se acercaba al pelirrojo con una mano extendida, lista para golpearlo.

En ese momento, K se levant de su lugar y se puso frente a Hiro, para enfrentar al furioso hombre y proteger a su amor.

“No voy a permitir que toque a Hiro! Usted es su padre, por el amor de Dios, debera estar apoyando a su hijo no recriminndolo por idioteces!” dijo el rubio manager, tratando de hacer entrar en razn al Sr. Nakano.

Pero entonces pas lo inesperado.

Hiro emiti un gemido de dolor que hizo paralizar a los presentes. Inmediatamente, K y la Sra. Nakano estuvieron a su lado, dejando de lado al furioso Sr. Nakano.

“Amor, estas bien?! Qu te pasa?!” dijo K, agachndose frente al embarazado con preocupacin, mientras la madre del pelirrojo se sentaba a su lado y acariciaba su espalda, tratando de calmar a su hijo sin conseguirlo.

“Aaaahhhh!” grit entonces Hiro por toda contestacin, aferrndose con ms fuerza a su vientre. “M-mi beb! Algo le pasa a mi beb!”

Fue entonces que K se levant y, tomando en brazos al pelirrojo, se dirigi a la estacin de enfermeras que se encontraba al final del pasillo.

“Enfermera, algo malo le est pasando a Hiro! Pronto! Llame al Dr. Nakankari!” dijo el hombre, con la angustia dibujada en el rostro.

La enfermera levant el telfono, y se dispuso a llamar al susodicho doctor, mientras que un enfermero con una silla de ruedas se les acercaba y K, depositando delicadamente a Hiro en sta, sigui al enfermero hacia una habitacin vaca, y miraba cmo el experimentado enfermero conectaba varios aparatos al pelirrojo.

En esos momentos, el Dr. Nakankari entr en la habitacin, seguido de los Sres. Nakano (el Sr. Nakano con una extraa expresin entre incredulidad y preocupacin en el rostro) y comenz inmediatamente a revisar al asustado guitarrista, que no dejaba de llorar y de tocar su vientre con angustia.

Luego de unos pocos minutos de revisarlo, el mdico levant la vista y, dirigindose al tro que esperaba a un lado, habl, con una seria expresin en el rostro.

“Lo que Hiroshi ha tenido ha sido una amenaza de aborto, debido a la tensin que senta. Voy a decir esto una sola vez, Hiroshi est delicado, hay la posibilidad de perderlo a l tambin si perdemos al beb. No quiero que nadie lo altere, entendido? No voy a permitir que lo inquieten, Hiro debe descansar mucho, hasta que estemos seguros que el beb y l estn fuera de peligro” dijo entonces, para luego agregar “los voy a dejar un momento con l para que hablen, pero luego deben salir de la habitacin para que pueda dormir, en unos minutos el enfermero va a administrarle un suero para dormir”

Las palabras del mdico hicieron que los presentes pusieran una expresin de alarma en el rostro, mientras vean como el hombre sala del cuarto.

K se acerc a Hiro rpidamente, acunndolo en sus brazos, con cuidado de no desconectar nada, y dejaba que el pelirrojo llorara toda su angustia sobre l.

Por otro lado, el Sr. Nakano miraba desde su posicin a un lado de la cama, cmo su pequeo hijo se abrazaba al rubio americano, llorando.

Realmente estaba angustiado, era tanta la furia egosta que senta, que no se haba puesto a pensar en verdad en las consecuencias de sus actos.

Haba pensado que no le importaba lo que le ocurriera a Hiro, pero era claro ahora que no era as, al escuchar las palabras del mdico y ver a su hijo lleno de cables, sentado sobre la cama, algo en l se rompi, y su preocupacin de padre haba salido a flote, dndose cuenta de lo que haba hecho. Casi mata a su propio hijo y a su futuro nieto por su egosmo.

Entonces, escuch como el rubio le hablaba a su hijo.

“No te preocupes, todo va salir bien, no voy a permitir que nada malo te pase, entendido? Ni a ti ni a nuestro beb les va a pasar nada, no voy a perderlos ahora, Hiro, no ahora cuando he encontrado el amor que haba estado buscando toda la vida. Te amo, Hiro” dijo el rubio, acariciando la cabeza de su amor.

“Y-yo tambin te amo, K, pero no quiero ser una carga para ti, este beb no es tuyo, cmo podra dejar que cargues con esa responsabilidad?”

“No me has escuchado decir que es nuestro? Yo ya lo quiero como mo, as como Micky te quiere como si fueras su madre. Podemos formar una familia, yo firmar al beb como mo, y les dar a ti y a l un hogar, como merecen. Te amo, Hiro, y no ser ningn sacrificio, ms bien un inmenso placer tenerte como mi esposo, si es que tu me aceptas” dijo K, decidido a jugarse el todo por el todo, era ahora o nunca.

El pelirrojo lo miraba con incredulidad. K tomarlo a l como esposo? Era real?

Entonces cerr los ojos, recordando el sueo que haba tenido la noche anterior, ese sueo que haba aclarado las dudas acerca de sus sentimientos.

**********Sueo**********

Hiro se sent sobre la cama, y levant la vista hasta posarla a los pies de sta.
Frente a l, estaba su querido Shinji, parado, mirndolo con una sonrisa, y ojos llenos de amor.

“Sh-Shinji?” pregunt el pelirrojo con miedo.

“Si, Hiro, soy yo, Shinji. He venido porque no puedo soportar verte sufrir. Lo que nosotros hemos vivido juntos ha sido inolvidable, fueron los momentos ms felices de mi vida, pero yo ya estoy muerto, y t sigues vivo. Me gusta que todava me quieras y que quieras mantener vivo mi recuerdo para nuestro hijo, pero tu corazn ya no me pertenece, Hiro, en este tiempo que ha pasado, un cierto rubio lo ha conquistado, y no quiero que te niegues la posibilidad de volver a ser feliz por mi causa. K te ama, y s que te va a hacer feliz, dale una oportunidad”

“P-pero…”

“Nunca es muy pronto cuando se trata del amor, Hiro, yo quiero volver a verte sonrer desde all, quiero ver que eres feliz. Solo te pido que nuestro beb sepa de m, cuando tenga edad para entender. Cuntale nuestra historia, para que sepa de donde vino, pero no le niegues la posibilidad de tener un padre que lo cuide, como yo no puedo hacerlo”

“Shinji…”

“Te amo, Hiro, y siempre te voy a cuidar desde all, a ti y a nuestro hijo”

En ese momento, la visin de Shinji desapareci.

**********Fin del Sueo**********

Hiro abri los ojos, por fin sintiendo plena seguridad acerca de sus sentimientos por K, y del paso que estaba por dar.

“Claro que te acepto, K, te amo” dijo entonces, sintiendo varias emociones juntas. Felicidad, por lo que acababa de ocurrir, y una terrible angustia acerca del futuro de su pequeo beb. Volvi a llorar, echndose nuevamente sobre K, quien lo recibi con brazos fuertes y protectores.

“Tranquilo, amor, no te angusties, que todo va a salir bien, ya vers, ahora estamos juntos, y vamos a salir de esto juntos” le dijo el rubio, feliz porque Hiro lo haba aceptado, pero con la preocupacin por el beb nublando su felicidad.


Luego de esta declaracin, el Sr. Nakano se acerc a Hiro con paso decidido.

“Hiro…” dijo el hombre con inseguridad, mientras senta que el rubio clavaba sus ojos en l, mirndolo con suspicacia. “Hijo… perdname… casi los mato a ti y a mi nieto… no puedo creerlo… perdname… si algo les pasa me muero… no puedo creer que haya sido tan egosta y tan ciego… perdname…”

Hiro miraba a su padre con ojos de amor y un profundo alivio. Por fin las cosas con l se estaban arreglando.

“Claro que te perdono, otou-san” dijo entonces el pelirrojo, separndose de los brazos de su rubio para abrir los propios en direccin a su padre, el cual acort la distancia que haba entre ellos, abrazando a su hijo con fuerza.

“Ahora ya est todo bien entre ellos, falta poco para que todo sea perfecto” pens la Sra. Nakano, mirando la escena desde su posicin a los pies de la cama, con una ligera sonrisa en el rostro.

***

Hasta aqu lleg el capi, chicoc@s... Espero que les haya gustado el capi (y el regalito del comienzo, que aunque estuvo chiquito espero que lo hayan disfrutado igualmente) y que me dejen muchos comentarios…. Jejeje… tratar de publicar el siguiente capi la prxima semana…. Nos leemos! Besitos!

MAFITA.
Notas finales: Bueno... espero que les haya gustado y que me dejens sus comentarios, que me alegran el día!!!! Besitos a tod@s!

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