Sus pasos resonaban en aquella calle vacía, dos chicos caminaban tranquilamente a pesar de la terrible lluvia que en ese momento se presentaba. Con sus ambarinas orbes fijas en el pavimento escuchaba a su acompañante quien hablaba animadamente.
-Entonces ese viejo regordete, ya sabes, el profesor, me gritó y ...-. Se detuvo al ver que el menor no le prestaba la mas mínima atención. –Oye!! ¿Me estás escuchando?-. Dijo pasando una mano frente al rostro del de ojos ámbar.
-Eh! Si, lo siento, estoy un poco distraído, gomen...-. Se excusó ante la mirada acusadora de su amigo.
-Mmm, has estado muy raro hoy...-. Se tomó la barbilla con aire pensativo. –Yo creo que... Estás enamorado!!-. Lo tomó de los hombros para revolver su verde cabello.
-¡¿QUÉ?! ¡¿YO?!... Etto, no... yo no...-. Un color carmín se posó en sus mejillas al oír las palabras del mayor. -Supongo que sí...-.
-Y dime, ¿Quién es el afortunado?-. Preguntó con gran curiosidad el chico fijando su llamativa mirada azul en el otro.
-No, no puedes saberlo, no ahora...-. Dijo más para sí que para el ojiazul.
-Ehh?? Pero... ¿Por qué?-. Exclamó haciendo pucheros.
-Hi-mi-tsu...-. Mencionó poniendo divertidamente un dedo sobre sus labios en señal de silencio. -Es muy pronto aun, espera un poco y lo sabrás...-. Guiñó un ojo y se adelantó un poco del ojiazul. -Vamos, camina, se esta haciendo tarde y la lluvia no ayuda mucho-. Tiró de él tomándolo de la mano ante la sorpresa del mayor.
-Muy pronto aun, nee?-. Soltó en un susurro el chico castaño y ojos azules.
-¿Dijiste algo?-. En la mirada ambarina no se reflejaba más que duda.
-No, nada, vamos o te resfriarás...-.
-Baka, preocúpate por ti primero-.
El sol entró por la ventana anunciando el inicio de un nuevo día. Llegó al colegio para encontrarse con el chico de mirada de cielo en la entrada. Toda la mañana transcurrió normal, excepto por las seguidas distracciones del menor. Después de la escuela anduvieron por un buen rato, hasta llegar a aquel puente, del que se tenía una vista fabulosa de la ciudad, y mas aún con últimos reflejos naranjas que el sol, a punto de ocultarse, dejaba como rastro.
-... ¿En verdad quieres saber...?-. Preguntó el menor mientras dibujaba pequeños círculos en el barandal.
-Saber... ¿Qué?-. O.O.
-Vaya que eres despistado...-. ¬¬
-No es mi culpa, las clases me muelen el cerebro, jajaja-.
-¿Quieres saber... a quién quiero mas que a mi vida?-
-Si, si quieres decírmelo esta bien-. El chico de mirada azul rogaba por oír su nombre salir de esos anhelados labios como respuesta.
-¿Prometes guardar mi secreto?-. Dijo mirando los últimos destellos naranjas del sol.
-Si...-.
-Yo... esa persona es... -. Se giró para encarar la mirada azul del otro chico. –El mayor idiota del mundo porque no se ha dado cuenta de que lo amo-. Se acercó a él para tomar sus labios en un leve roce. –Te amo, baka... más que a nada...-. Susurró en su oído con una media sonrisa en el rostro.
Una felicidad infinita inundó su ser, por fin aquel bello chico era suyo, completamente, lo había dicho, sabía su secreto, lo amaba... más que a nada.
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Laaaaa Liiiiiii Hoooooooo!!!!. Bueno, bueno... Aquí lo tienen, espero reviews!!! Matta-ne*!!!
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