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Una obra de amor por desire nemesis

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Notas del capitulo:

Yukito daba la vuelta a la esquina de un pasillo cuando se encontró ante la imagen de su mejor amigo siendo confesado por una chica. Este sorprendido caminó hacia atrás y se ocultó tras la pared a un lado pero ya había sido visto por el príncipe.

8-Mi primer beso

 

Yukito daba la vuelta a la esquina de un pasillo cuando se encontró ante la imagen de su mejor amigo siendo confesado por una chica. Este sorprendido caminó hacia atrás y se ocultó tras la pared a un lado pero ya había sido visto por el príncipe.

 

Lo siento—le contestó Touya a la chica.

 

Pero yo… sé que tal vez tenga que casarse con una princesa pero yo…--la chica tenía la ilusión en la mirada por lo que el joven príncipe sentía mucha simpatía por ella.

 

Lo siento. Me halaga que te sintieras así por mí pero no puedo corresponderte. Solo puedo desear que encuentres a una persona que te quiera así—dijo el pelinegro antes de marchar dejándola sola en pos de el lugar donde sabía que su amigo se ocultaba.

 

No eres bueno para esconderte—le dijo Touya, de pronto, llegando a su lado. Del susto a Yukito se le cayeron los papeles que llevaba al salón de profesores pues era material que un profesor le pidió que llevara allí mientras él discutía algo con unos alumnos.

 

¡Ah, lo siento!—dijo el peligris arrodillándose para levantar los papeles caídos y Touya se puso a ayudarlo regañándolo un poco. La chica pasó por ahí llevada por la curiosidad de a quien ayudaba el otro y las miradas azul y canela se cruzaron cuando Yukito percibió que alguien pasaba tras Touya. La chica parecía enfadada.

 

 

 

 

 

 

Touya ayudó a su amigo a llevar las cosas al salón de profesores y luego cuando pasaban por el vacío salón de música el príncipe lo agarró y tiró de su brazo para entrar ahí.

 

¿Touya?—preguntó Yukito algo pasmado mientras el otro se posicionaba frente a él. El salón estaba bien iluminado por amplios ventanales uno de los cuales estaba a un lado de ellos y por el que se veían los frondosos árboles en el patio de la academia.

 

Yo… quiero decirte que esa chica…--dijo el príncipe inusualmente nervioso.

 

No tienes que aclararme nada Touya. No tiene nada que ver conmigo—dijo el ojicanela sonriente, todos saben aquí que eres el heredero y es natural que busques una novia.

 

Pero yo ya tengo a alguien en mente—dijo el pelinegro mirando directamente al de ojos pardos el cual le miró algo sorprendido.

 

¿En serio, Touya?—en realidad le había sorprendido porque hasta ese día no lo había visto con nadie en especial.

 

Así es—dijo mirando fijamente al peligris.

 

¡Les deseo mucha felicidad!—dijo Yukito con una rara sensación en la garganta.

 

El príncipe sonrió como aquel que sabe un secreto—Es de suponer—

 

Después de un momento de perplejidad Tsukishiro sonrió y dijo, pensando que el príncipe se refería a su amistad—Es claro—

 

De pronto Touya se le acercó y dijo en tono grave—Porque tú eres parte interesada después de todo—

 

¿Parte intere…--el diálogo del ojicanela se cortó cuando sus labios fueron paralizados por la dulce sensación de un beso, los brazos del príncipe lo atrajeron contra él con pasión mientras un desconocido fuego entraba por la garganta de Yukito y lo inundaba todo.

 

Touya—apenas pudo decir Tsukishiro mientras el mencionado abandonaba su boca para volver inmediatamente de recobrado el aliento.

 

El cuerpo del otro le respondía, se dio cuenta el príncipe mientras se desfogaba en sus labios y caminando quedaron entre la ventana y la cortina en un quicio que ahí existía para separar la pesada tela de los ventanales. Lentamente después de que la espalda del más bajo tocara la pared el pelinegro fue calmando sus ansias por fin separándose para verlo desde una corta distancia.

 

Tsukishiro estaba falto de aliento, sorprendido y adorable al parecer de su alteza, el príncipe de Hybiscus.

 

Para lo que te he traído aquí es para decirte que tú eres esa persona—dijo el pelinegro muy serio y desde muy cerca.

 

Pero yo…--murmuró el peligris.

 

No tienes que decir nada aún—le dijo el príncipe algo avergonzado de si mismo por haber atacado de improviso al otro, algo satisfecho de lo conseguido—También para pedirte que vengas al baile que se va a organizar la semana que viene con motivo de mi cumpleaños. Me haría muy feliz que acudieras. Lo arreglaré todo con mis sirvientes para que vayan a por ti. Si necesitas algo me lo puedes decir—añadió mientras retrocedía un poco—Te quiero ahí—dicho eso se alejó, saliendo por la puerta y cerrándola con cuidado.

 

Al poco tiempo Tsukishiro tocó sus labios con sus dedos y luego de un momento sonrió.

Notas finales:

Espero este arco no se les haga largo pero creanme que pronto lo entenderan todo

como se relacionan estas dos parejas 

todo

ja ne

n.n


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