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El Adiós. *SaitamaxGenos* por zazkita1

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El adiós.

 

Ese frío tan descomunal lo calaba hasta los huesos, no hacía más que calentarse las manos con su aliento mientras veía los horarios de los autobuses en la terminal, ya había pasado un buen rato en el que le tenían que asignar un nuevo puesto de trabajo. El joven maduro de pelo castaño miraba impaciente la fila para comprar boletos esperando salir en el autobús más próximo a su destino, se sentía raro una vez más, ya que hace unos años atrás también tuvo que partir de su ciudad natal y establecerse en esa ciudad enorme llamada Tokio solo y una vez más tener que empezar todo de nuevo. No paso mucho tiempo hasta que llegó con el agente de la terminal comprando así su boleto y tomando sus pesadas maletas dirigiéndose a la sala de espera, en una hora tendría que salir a su destino, que mal, odiaba esperar…

Se sentó con molestia en una de esas mesitas cerca del área de comida, esperaba comer antes para que el viaje no le cayera pesado, sus ojos obscuros miraron con desdén el boleto, “Prefectura de Chiba, Kamogawa, 6:00 de la tarde”. No le gustaban los climas demasiado cálidos como las zonas costeras, pero todo era por el trabajo; Saitama es un joven que estudió Biología Marina, sus antiguos trabajos consistieron en investigaciones pero en universidades o incluso museos, nunca pensó que acabaría cerca de una zona costera redundantemente. Había sido suplente de un maestro unos cuatro semestres o más en una universidad de su ciudad natal, la paso bien a pesar de todo pero había un chico que se la hizo bastante pesada…a pesar de todo ese chico siempre le traía buenos recuerdos, ya que también era bastante atractivo y popular entre las alumnas…incluso los alumnos, y ese chico se llamaba…

 

-¿Sensei?- una voz tenue y varonil lo saco de sus pensamiento haciendo que Saitama mirara hacia un costado de él encontrándose así a un joven de unos veintitrés o veinticuatro años, de pelo rubio y ojos dorados, indudablemente era él, el joven Genos de la clase A-1. Saitama lo miro con sorpresa, si apenas habían pasado como cinco años desde la última vez que lo vio, todos los recuerdos le llegaron de golpe sintiendo un vuelco en sus entrañas.

-Genos-kun, que sorpresa…ha pasado tanto tiempo, mírate eres todo un adulto, la última vez que te vi aun eras un niño…

Genos sonrió ante el cumplido y se sentó junto a él, friolento por el clima tallándose las manos. –Pensé que se alegraría más al verme…o iba a estar más emotivo así como el día que se despidió de mí.

Saitama volteo avergonzado viniéndole de golpe el recuerdo de los últimos besos que le pudo dar a su amado Genos cuando era el suplente de la clase. Claro eso ya tenía bastante tiempo pero siempre que se acordaba sentía como si otra lo vez lo estuviera viviendo, sintiendo su aliento, su aroma…Genos apenado bajo la mirada.

-He visto por Facebook que le ha estado yendo bien en el museo de antropología marina de Tokio, pensaba en venirlo a visitar pero tenía todo lo de la carrera encima, la titulación y eso…

-vaya, ya has terminado, ¿seguiste siendo igual de molesto con tus otros maestros? ¿Qué haces por aquí? Jamás te había visto…

Genos rio –Vine por unos papeles que necesitaba para el trabajo y no Sensei, yo siempre fui molesto con usted porque lo quería…recuerda el día que casi me obligo a decírselo…

Saitama se rascó el entrecejo enrojecido; un día colérico de la actitud que tenía Genos hacía él lo abordo solo en el salón, lejos de sus amiguitos castrosos Tatsumaki y Sónico para preguntarle cuál era su problema, y vaya sorpresa que se llevó al verlo llorar de coraje diciéndole que le gustaba y que a él le molestaba mucho esa situación plantándole así un beso, y claro Saitama le correspondió, y tuvieron una “pequeña” relación en esos dos años que estuvo de suplente. Genos estaba un poco mal de la cabeza, a lo mejor por la edad, decía que no le importaba si a él lo corrían de la universidad pero que Saitama era humano igual que él y no perderían tanto en al menos intentarlo, Genos siempre tan sincero.

-Que chico problema eras, en fin dime ¿Cómo te ha ido? ¿Sigues viviendo en Nagano?

-Si, he conseguido trabajo en una pequeña empresa que se dedica la pesca y control de calidad, todo eso…es divertido ya sabe, siempre me gusta Nagano, no es una ciudad muy grande ni muy cara, prefiero ganar bien ahí y luego írmela a vivir a los festivales de otras ciudades…- hablaba Genos mientras veía con desdén sus pies. Saitama sonrió para sus adentros, Genos aún seguía siendo muy infantil para su edad, observo que Genos estaba un poco desanimado, como si dentro de él ocultara algo más para Saitama.

-¿Por qué nunca me volviste a buscar? - Esas palabras cayeron como piedras ardientes hacia Saitama, se limitó a suspiras con pesadez.

-Es difícil tomar decisiones Genos…ahora que eres más…adulto lo debes de saber mejor que nadie, eras más joven, había cosas a las cuales yo no te podía pedir, mírate ahora eres un profesionista, si no lo hice fue por el miedo de entorpecer tu futuro, siento no haber estado más en contacto por otros medios, la verdad el trabajo era muy pesado…

-eso no es excusa…

-Además… trabajaba arduamente para ya no seguir pensando en ti…día y noche- Saitama lo miró notando que Genos comenzaba a llorar en silencio. Oh no, ese llanto, le recordaba la vez que le dijo que se tenía que ir  de Nagano para Tokio, la vez que lo obligo a confesarle su amor…así como la vez que pasaron su primera noche juntos. –Te extrañé mucho Genos, había noches en las que me dormía pensando en ti, tenía ganas de hablarte, de escribirte pero ¿Cómo iba a ser posible aun lo nuestro? Estaba yo tan lejos, solo, no sabes cuánto sufrí, has de haber pensado que solo fue un romance pasajero pero yo te quería, te sigo queriendo, pero siento que ahora nuestros caminos en la vida van en diferentes direcciones…

-¿Por qué te vas?

-Me voy las costas de Emi…en Kamogawa, en la Prefectura de Chiba, es un excelente trabajó, me puedo desarrollar profesionalmente, es hora de cambiar de aires…- parecía que cada palabra que salía de boca la escupía con sangre, ya no se oía tan bien si lo decía así.

Genos lo miró un buen rato curioso -¿Tienes a alguien más?

-No tienes idea de con cuantos ahogue tu nombre en sus cuellos…

-Yo te hubiera esperado ¡lo sabes!...te hubiera seguido…- Genos fue interrumpido por un abrazo de Saitama, de esos abrazos que sientes que te derrites, que puedes sentir el calor de alguien más. –Perdóname Genos, yo también era joven no sabía qué hacer, temía por ti, que te expulsaron…yo solo quería lo mejor para ti.-

-Contigo aprendí mucho Sensei…incluso esas cositas sucias que me enseñaste…

Saitama le acomodo un coscorrón en la cabeza apenando por lo que había dicho, para luego limpiarle las lágrimas con las yemas de los dedos, después de tantos años seguía sintiendo tanto amor y ternura por ese chico, ese joven alto que había madurado en tan poco tiempo.

-Lo amo Sensei…lo intente buscar tantas veces pero tenía miedo, Tokio es tan grande y sabía que si le preguntaba en donde vivía no me iba a decir, me limitaba a hablarle por Facebook o correo.

Saitama sentía que se desmoronaba con cada palabra del joven, se sentía pesado, pensaba que todo era un sueño, como era posible que al final se encontraran ahí los, en una terminal, así como hacer varios atrás en Nagano cuando Genos se despidió con un flojo “adiós”, ambos recordando lo vivido en tan poco tiempo, apenas un año y él se había enamorado de un niño molesto de la clase A-1, recordaban sus besos, su caricias en las noches frías y en los veranos largos, las visitas después de clases, las salidas ocasionales. Genos era un chico especial que cualquier hombre o mujer le gustaría tener a su lado.

-Aún recuerdo como te sonrojabas cuando te acariciaba detrás del gimnasio de la escuela- Genos se soltó dándole un golpe en el abdomen, ¿Cómo decía esas cosas? Genos se limpió las lágrimas mirando a Saitama con ternura, como la había hecho desde siempre, le basto tan poco para amarlo y seguir pensando en el, como algo inalcanzable, que si lo volvía a ver sería como en esos dramas coreanos o películas de amor para pubertas, pero ese día, a esa hora el mismo destino los quiso poner de frente, en una estación, sentía como si solo fueran ellos dos, sin importar el mundo de gente que iba y venía. Genos en silencio se fue acercando a Saitama hasta llegar a sus labios, Saitama cerró los ojos y dejo que Genos posara sus tibios labios en los de él, ese calor, ese aliento, esa sabor tan único, maldición, con nadie había sentido lo mismo. Tomo al joven rubio de sus suaves rizos obligándolo a no parar, cada vez más rápido, más intenso, con desesperación y tristeza, esos besos eran los peores porque en ellos se reflejaba que era lo que más esperabas de una persona, recordó cada momento con él, cada día de verano y de invierno, hablando, comiendo, incluso los días que no salían de la cama. Amaba ese chico pero sabía que ya era tarde para pedirle que lo siguiera, cada quien eligió su vida…era parte de vivir, y también de amar y perder.

Saitama lo sabía, esto no era una película ni un libro donde algunos de los dos personajes dejan su “vida” por irse con su “amor verdadero”. Miro su reloj, 5:40 pm, tragó saliva con tristeza y miro a Genos directo a sus ojos dorados tristeza e inmersos en sus pensamientos, sabía lo que pensaba y lo que estaba por venir. Saitama se levantó imitándolo Genos y ambos se abrazaron, Genos comenzó a sollozar en el cuello de Saitama, carajo, le dolía verlo así.

-Tengo que irme Genos…

-Lo se Sensei…yo también…

Ambos tomaron sus cosas en silencio y comenzaron a caminar a los andenes. Piensa en las posibilidades, se decía Saitama, en esa hora pudieron haber tenido sexo en algún motelillo de por ahí, pudieron haber hablado, le pudo haber dicho que le conseguiría trabajo, que se fuera con él, le conseguiría trabajo, sí, todo eso se escuchaba bien a excepción de una cosa…Saitama sonrió con frustración y dentro de su bolsillo saco una invitación arrugada que solo el alcanzó a ver…ese gran trabajo lo obtuvo por que se comprometió con Fubuki, se iba a casar con ella. Tragó saliva y volvió a meter la invitación a su bolsillo, ojala un día Genos lo pudiera perdonar.

-Sensei, me regreso a Nagano…Gracias por todo…también perdón por…-Saitama puso en dedo sobre los labios de Genos. –No hay nada que perdonar…ojala un día me perdones a mí, te amo Genos.

Genos entrecerró los ojos con lágrimas y abrazó por última vez a su Sensei, “búscame” le susurró en su oído, “lo haré” contestó Saitama con un nudo en la garganta.-Esto es el adiós ¿verdad?...- Se miraron por unos segundos para luego Genos salir al andén número diez directo a Nagano.

-“Ame a ese chico, que ahora va ahí”- Genos se subió al autobús y tomo lugar en la ventana mirando con una inmensa tristeza a Saitama pero con una pizca de esperanza en los ojos. Saitama alzó la mano despidiéndose esbozando una sonrisa bizarra –“me va a odiar toda su vida por esto, lo sé, nunca me va a perdonar”. El camión fue avanzando lentamente hasta tomar dirección a la salida de la estación.

“dicen que solo una vez te enamoras en la vida y que después de eso solo buscas a alguien que te haga sentir igual que con la primera persona con la que enamoraste”

Saitama caminó en silencio hacía el andén que le correspondía con sus pesadas maletas.

 

“creo que este si es el Adiós Genos-kun…-“

 

 

SI LES GUSTO EL ONE SHOT - <3 = 1 REVIEW  n_n

 

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Hola! si, ahora me gusta mucho esta pareja, y para los demas lectores siento tanto no continuar mis antiguos Fanfics pero ya no me da tiempo de nada D: ya soy un "adulto responsable". Sería muy largo explicar mi vida por aquí, pero espero que haya disfrutado este One-Shot, y regrese al foro después de un año de no abrir la cuenta TT___TT o más, en serio lo siento, se siente TAAAAN bien volver a escribir les juro que acabare algun Fanfic en el trascurso de este año, pero ya saben la sitacuón laboral en México es horrible, luego el dolar, ser adulto, y como que no se va a ver bien que una persona como yo ande escribiendo SHAOI ¬w¬ PERO EL YAOI ES VIDA. Saludos y buen inicio de semana


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