My Dear Sensei
Capitulo Uno.
Nuevo profesor, Nueva casa, Nuevos sentimientos.
Aquella era una agradable y cálida mañana en la ciudad Z o así lo percibía un joven de cabello rubio y ojos dorados llamado Genos Kuseno, aquel era su primer día de clases en su segundo año de preparatoria, aunque en realidad no estaba ni emocionado o ansioso por aquel suceso, para el seria repetir una rutina interminable que solo terminaría con su título universitario, lo cual diariamente lo aburría.
El era el nieto de uno de los más afamados científicos de todo Tokyo, por lo cual no era de extrañar que su nieto era alguien sumamente brillante, lo aprendía todo a una velocidad impresionante, además de poseer una envidiable memoria fotografía y un alto nivel de retención en cuanto a información se habla, por lo cual nunca tenia la necesidad de estudiar, solo de poner atención en clases era suficiente para él, aunque eso le dejaba una especie de vacío, si bien había otras compañeras como Fubuki o Tatsumaki que aprendían realmente rápido y con poco esfuerzo como él, a veces envidiaba a sus demás compañeros, los cuales veía batallar e incluso celebrar sus calificaciones apenas aprobatorias como una gran hazaña.
Termino de arreglar su gakuran y observo su reloj, estaba en tiempo perfecto para desayunar con calma e irse tranquilamente al instituto. Una vez que termino de observarse y notar que no le faltara nada bajo para desayunar, como siempre su abuelo no se encontraba en casa así que se preparo un desayuno sencillo de huevos revueltos, pan tostado y jugo de naranja.
Cuando termino de comer tomo sus cosas y como todas las veces que salía de casa hacia una reverencia al altar que había para sus padres cerca de la puerta principal, los progenitores del rubio habían fallecido ya hace 10 años cuando Genos solo tenía 7 años, si bien aun los extrañaba ya no dolía tanto como antes.
El instituto no estaba lejos de su casa o eso era lo que el pensaba, se encontraba a unas 6 estaciones de metro y la entrada al subterráneo estaba a 3 cuadras de su casa por lo cual simplemente tenía que ser cuidadoso con los tiempos para no llegar tarde. Una vez en el metro Genos se preguntaba si de nuevo sus días serian así, tan repetitivos y vacios, lo único que le causaba algún tipo de emoción eran las peleas callejeras a las que clandestinamente asistía y de las cuales era participe, pero estas se organizaban una vez por semana a menos que surgiera algún contratiempo por lo cual el resto del tiempo pasaba de maneras tortuosas y lentas para el de ojos dorados.
Llego a su escuela sin mayores problemas y la observo antes de entrar, había convencido a su abuelo para inscribirlo en una escuela pública a diferencia de las privadas en las que había estado desde guardería hasta secundaria, aquella petición fue un vano intento de tratar de tener otro tipo de gente a su alrededor, que fuera más interesante, pero no logro nada, a excepción de un chico extraño de tez clara y cabello negro de su clase con el cual inmediatamente comenzó una rivalidad de nombre Sonic Kaji el cual parecía tener algo en su contra ya que siempre buscaba pelea o gastarle alguna broma de mal gusto.
Como costumbre de todos los inicios de año fue a buscarse en las listas notando que había quedado en la misma clase, la A; también logro ver nombres conocidos, como los de Tatsumaki, Fubuki, Tank Top y para su disgusto, Sonic.
Genos no era alguien muy social que digamos, si bien trataba a todos de maneras respetuosas no tenía ningún tipo de amistad con los demás, la persona que más le hablaba era Sonic y todo por molestarlo.
Mientras caminaba a su salón pudo escuchar algunos cuchicheos de las alumnas de tercero acerca de que un profesor de la escuela, PriPri-sensei, el cual había sido el profesor responsable de la clase A, había sido encarcelado por acosar sexualmente a un joven, por lo cual habría un profesor nuevo en la escuela.
Aquello sonaba medianamente alentador para Genos, quizás su nuevo profesor fuera más interesante ya que sinceramente el anterior le daba perturbación hasta cierto punto.
No término de dar tres pasos dentro del gimnasio de la escuela para que Sonic le lanzara una bola de papel a la cara, la cual rápidamente atrapo antes de que esta impactara en su rostro, inmediatamente escucho como el otro chasqueaba la lengua.
- ¿Molesto por fallar como siempre, Sonic? – Si bien era verdad que el pelinegro era alguien bastante molesto, se divertía haciéndole enfadar.
- El año apenas empieza – dijo al tiempo que rápidamente volvía a repetir la acción pero en una velocidad a la cual el otro no logro notar, logrando que el papel esta vez sí le golpeara.
Genos estaba dispuesto a darle una buena paliza a aquel idiota pero la voz del director pidiendo que se formaran en filas le detuvo. “Que buena suerte tienes, infeliz.” Pensó el rubio antes de acomodarse para escuchar atentamente a su director.
- Bienvenidos estudiantes de la preparatoria Suwaipu, esperamos que como siempre hayan mantenido el nombre de la escuela en alto y se hubiesen comportada de manera correcta y responsable durante sus vacaciones. – el director Bang, un hombre de edad pero de un carácter fuerte y amable, hizo una pausa para mirar a todos sus alumnos y aclararse la garganta – Como algunos ya estarán informados, por situaciones fuera de nuestro control el profesor PriPri ya no será parte de nuestra escuela por lo cual la clase A tendrá un nuevo asesor, el cual espero que todos traten con el respeto que se merece. En otros aspectos…
El director siguió con su acostumbrado discurso, dándole a los nuevos la bienvenida y exaltando los valores principales de la escuela pero Genos dejo de poner atención, buscaba con la mirada por todo el gimnasio al nuevo profesor pero no logro observar a alguien nuevo, para cuando volvió a poner atención a su director este ya había terminado de dar su discurso y las filas comenzaban a romperse para ir todos a sus aulas.
Una vez en el salón todos estaban intrigados por su nuevo profesor ya que incluso al pasar lista para la primera hora lo hizo otro profesor, lo cual causo aun mas curiosidad en los alumnos, no fue hasta antes de que pasaran el nombre de Genos que la puerta fue abierta de manera rápida y sin delicadeza.
Todas las miradas se posaron sobre un hombre alto y complexión un poco musculosa de cabello negro el cual respiraba un poco agitado intentando regular su respiración.
Eso llamo bastante la atención del rubio, jamás en sus 13 años de estudiante había pasado algo similar, por un momento aquel hombre poso su mirada en el rubio causando que este se quedara estático, aquella mirada era extraña, profunda pero al mismo tiempo tranquila, jamás había conocido a nadie que mirara de la forma en la que aquel hombre lo hacía.
- Lamento el retraso pero me surgió un contratiempo – dijo de manera indiferente al otro profesor, el cual solo le entrego la carpeta de la lista de estudiantes y reprendiéndole un poco por llegar tarde, el Profesor King era así.
El pelinegro siguió pasando lista como si nunca hubiera llegado tarde, los alumnos estaban curiosos, querían saber el nombre de su profesor. Una vez que termino de pasar lista se volteo hacia la pizarra para tomar un gis y comenzar a escribir en esta.
Por un momento Genos aparto la mirada de su profesor para observar a la clase la cual se encontraba tan intrigada como el mismo, sus pensamientos fueron cortados por la voz de el pelinegro mayor.
- Bien chicos, mi nombre es Furukawa Saitama, les agradecería que no me llamaran por mi apellido, Saitama-sensei está bien para mí. A partir de hoy seré el asesor de la clase A, cualquier problema diríjanse directamente a mí, espero no causen muchos problemas.
Aquel pequeño discurso lo dijo con el mismo desgano con el que se había disculpado, lo cual exaspero a su compañera de baja estatura y cabello verde la cual comenzó a reñirle al profesor.
- Te veré después de clases en el aula de castigos – dijo sin más haciendo que la otra se callara rápidamente pero notoriamente molesta.
Genos estaba tan concentrado en analizar a su nuevo profesor que no logro darse cuenta de que Sonic había vuelto a lanzarle una bola de papel la cual hubiera impactado contra su cabeza a no ser porque Saitama rápidamente se había movido de lugar para atrapar la bola de papel con una mano. El rubio quedo impresionado ¡El sensei estaba hasta el otro lado del aula! ¿Cómo se había movido tan rápido para lograr atrapar aquel papel?
- Tu, el de atrás, tu nombre. – hablo dirigiéndose claramente a Sonic.
- Sonic Kaji, Furukawa-sensei – respondió el otro intentando molestar a su profesor llamándole por su apellido.
- Muy bien Panic, también te veré en el aula de castigos después de clases.
La cara del de los ojos grises era un poema, estaba notoriamente enojado y sonrojado por la carcajada general que había dado el salón entero por la manera en la que el sensei le había llamado.
- ¡Es Sonic! ¡SONIC, IMBECIL! –
Saitama por su parte solo se acerco al de pelo negro tomándolo por un brazo para así obligarlo a levantarse y llevarlo a la oficina del director no sin antes decirle a la clase que lo verían al final del día.
Después de aquello todo paso como normalmente, las clases, la hora del almuerzo, las constantes quejas de Tatsumaki, los repetidos intentos de fastidio de Sonic, todo era igual, era como si Saitama-sensei solo hubiera sido obra de su imaginación, a no ser porque los demás compañeros mencionaban al sensei, el cual no regreso al final del día como había dicho volviendo a causar revuelo en sus estudiantes.
Rápidamente pasaron los días hasta llegar al viernes; todos los días de la semana aquel nuevo profesor no dejaba de sorprenderlos, descubrieron también que el seria su nuevo profesor de educación física y en la primera clase se encargo de volver a dejar anonadados a todos con sus increíbles habilidades, como su velocidad o su fuerza aunque este no parecía esforzarse demasiado.
Genos por su parte dejo de un lado sus pensamientos hacia su sensei para enfocarlos en la pelea clandestina que se llevaría a cabo esa noche cerca de una de las zonas más peligrosas de la ciudad aunque aquello no asustaba al ojidorado, sino todo lo contrario.
Se alisto como de costumbre, pantalón y chaqueta negros con una playera sin mangas blanca, tenis rojos y una gorra también negra; salió de su casa sin mayores problemas ya que su abuelo como de costumbre trabajaría hasta tarde o incluso no llegaría a la casa hasta el amanecer.
Una vez en el lugar todo fluyo como de costumbre, hombres pelando hasta que el otro ya no pudiera mas mientras que otros apostaban, aquella noche había un peleador nuevo, un tipo de gran tamaño con una fuerza colosal que se hacía nombrar Asura Kabuto, parecía que por más que le golpeaban este no sentía dolor.
Fue allí cuando llego el turno de Genos, justamente contra aquel hombre, el rubio era realmente rápido y sus patadas era su fuerte resultado de practicar tae kwon do gran parte de su niñez y pubertad.
Aunque el de ojos dorados estaba atacando con sus mejores golpes el otro no se inmutaba, ni siquiera se movía y el rubio comenzaba a sentirse impotente, no fue hasta que aquel hombre se dispuso a golpearlo en que sintió un dolor que jamás había experimentado, aquel puñetazo le había dolido más que todos los demás golpes que alguna vez había recibido y de aquel golpe siguieron otros provocando que rápidamente comenzara a sangrar, sentía la sangre en su boca y el calor de la misma en su rostro, aquella bestia no tenía intención de ser mas condescendiente o delicado solo porque se trataba de un muchacho, Genos pronto comenzó a tener miedo, sentía que moriría si seguían golpeándole de aquella manera, observo como otro golpe se dirigía directo a su rostro y solo cerró los ojos para esperar el impacto que jamás llego.
Abrió los ojos lentamente para notar a un hombre frente a el que había parado el golpe de Kabuto con una sola mano, era increíble; el hombre parecía molesto, al parecer nadie había igualado su fuerza antes así que rápidamente centro su ira en el sujeto que había salvado al rubio, no fue hasta que Genos enfoco la vista en aquel individuo que se dio cuenta de que se trataba de su nuevo profesor, Saitama.
Observo toda la pelea aun adolorido, Asura no era capaz de darle un golpe al pelinegro, no lo igualaba en velocidad por lo mismo no logro ver cuando Saitama le golpeo rápidamente en la boca del abdomen con una fuerza increíble, dejándolo fuera de combate rápidamente.
- Si no quieren que les de una paliza a todos será mejor que se larguen de una buena vez. – dijo sin titubeos el de los ojos negros.
Y en un abrir y cerrar de ojos el lugar estaba vacío, solo se encontraban Genos y su sensei el cual se aproximaba a el, Kuseno se esperaba un gran regaño junto con un tortuoso discurso sobre el y la seguridad hacia su persona pero solo encontró una mano extendida frente a él.
- ¿Estás bien? – Ver a aquel hombre, debajo de la luz de la luna, sin recriminarle nada ni regañarlo si no preguntarle genuinamente por su bienestar le hizo sonrojarse ¿Qué era ese extraño sentimiento que estaba teniendo?
- Yo… estoy bien… - dijo intentando levantarse pero fue inútil, tenía demasiado dolor incluso para caminar, su sonrojo incremento al sentir como el mayor se inclinaba frente a el de espaldas a lo cual solo atino a abrazarse lo más fuerte que pudo a los hombros del pelinegro y este a su vez pasaba sus brazos detrás de su espalda como punto de apoyo.
- Te llevare a mi casa y allí podrás llamar a la tuya para que tus padres vengan por ti.
Genos no se atrevió a corregirle diciéndole que no tenia padres, solo recargo su cabeza contra la espalda de su sensei, dejando que todo el cansancio de la pelea, su miedo, su estrés y su alivio cuando se vio salvado por el mayor le vencieran para así poder dormir mientras era cargado por su sensei.
Antes de conciliar el sueño, Genos pensó que quizás Saitama-sensei seria mas que solo un profesor peculiar, pensó… no, deseo que asi fuera, deseo poder conocer aun mas a su sensei, deseo poder ser de ayuda a su sensei pero sobre todo, deseo saber cual era aquel extraño y embriagador sentimiento que estaba teniendo mientras aspiraba el olor a bosque que desprendía el cuerpo de Saitama.