Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pink Cocktail por LovingTales

[Reviews - 234]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola!


Lo prometido es deuda y !Logré pagarla!


La verdad solo me quedaba una parte por finalizar (y vaya que parte) pero anoche dando vueltas en la cama logré concretar mucho mejor la idea final del cap. que enserio espero les guste pues aunque me duela decirlo es crucial, pues de aquí comienza el desenlace de esta historia. (No digo que vaya a terminar aún y conociéndome sé que queda mucho pero en términos de argumento ya pasamos la mitad :D) 


Por esta razón es un capítulo muy importante para mí y creánme que he disfrutado imaginando cada escena, tratando de narrarles lo mejor que he podido los sucesos que ocurren. 


Nuevamente mil gracias por los comentarios y visitas que esta historia ha tenido. !No saben lo feliz que me han hecho!


Aunque si les debo comentar que para la próxima actualización no podría prometerles fecha pero sí que será un capítulo bien extenso y con eso en parte me siento un poco más aliviada. 


Y bueno mejor me callo y a disfrutar el cap!!!! 


 


Mil besos y abrazo para tod@s!!!


 


PD: ayer recordé mi odio por Violet y espero que alguien en el público también la odie tanto como yo xD!

El estrepitoso sonido del móvil le estremeció y dando un salto, bajó del sofá con una energía que pocos tienen por la mañanas. Lamentó tener que trabajar un domingo, pero en una agencia como aquella realmente los horarios nunca eran muy convencionales. Observó a su alrededor un tanto adormilado y vio a Sanji durmiendo completamente destapado.

 

-Este idiota se va a resfriar- pensó y tomando una de sus mantas la extendió sobre el rubio, quien se movió inquieto y entre sueños abrió sus ojos sonriendo al tiempo que se enrollaba en la cama-

 

Retrocedió torpemente mientras le observaba dormir profundamente. ¿Por qué demonios había hecho eso? y lo peor, ¿Por qué su pulso estaba tan acelerado? pensó al percatarse de lo extrañamente nervioso que se encontraba en esos momentos.

Para cuando se dio cuenta había estado minutos viendo como el rubio dormía plácidamente mientras él se encontraba de pie como un idiota. Se dió una bofetada mental y precipitándose a la ducha echó a correr el agua más fría que de costumbre. Para desgracia suya no alcanzó a desayunar nada por lo que al llegar a la agencia se dirigió a la cocina en búsqueda de algo para comer.

 

-Buenos días joven Zoro ¿Cómo ha estado?- le saludó amablemente la encargada del lugar-

-Buenos días, muy bien gracias. ¿Y usted?-

-Bien, ¿Qué desea llevar?-

-Un café y tres medialunas por favor-

-Enseguida… a todo esto… ¿qué es del joven Vinsmoke? hace tiempo no recibimos pedidos suyos ¿Se encuentra de viaje?-

-Eh… no, no… él … él ha tomado unos días de vacaciones según tengo entendido-

La mujer lo miró un tanto extrañada sin embargo volvió a sonreír.

-Ya veo. A pesar de que nos molesta todos los días le tenemos bastante cariño al rubio ese, después de todo es un buen chico-

Zoro se limitó a asentir, sin saber muy bien por qué diablos le estaban diciendo eso.

 

Luego de haber desayunado  y de camino al camarín se encontró frente a frente con Doffy quien al verlo esbozó una sonrisa.

 

-Zoro, buenos días. ¿Cómo estás?-

-Buenos días, bien señor ¿Y usted cómo se encuentra?- preguntó cortésmente, aunque  a juzgar por la apariencia demacrada que ahora lucía el imponente hombre podía suponer que las cosas no andaban muy bien-

-Un tanto cansado, pero intentando distraerme-

-Obviamente no estaba de lo mejor- pensó-

-Me alegra encontrarte. Necesitaba hablar contigo. ¿Cómo se encuentra Sanji?-

 

Tragó saliva. ¿Acaso todos le iban a joder el día preguntándole por el estúpido cejillas?

 

-Bien… él está conmigo-

-¿Sabes si ha habido alguna novedad con el lío de su piso?-

-La verdad hasta donde sé nada todavía, su abogado es quien está llevando las cosas-

-Ya veo… solo espero que todo esto se solucione de una vez… ah si,  antes de que lo olvide, hay un nuevo cliente que me ha pedido que seas su rostro para una nueva fragancia que saldrá al mercado ¿Qué te parece?-

Zoro se sorprendió.

-Sí, muy bien-

-Perfecto, en la semana te estaré informando para que nos reunamos con ellos. Bien ahora debo irme, nos vemos, saluda a Sanji de mi parte-

-Gracias-

 

El camarín a esas horas de la mañana se encontraba desierto, pues realmente ninguno de los supermodelos se caracterizaba por ser muy puntual.

-Supongo que solo debo esperar a que lleguen los demás-pensó al tiempo que se extendía sobre uno de los sofás y tomaba una revista para hojearla- !Pero qué rayos!- gruñó al ver el rostro de Sanji en la portada y repetido a lo largo de las malditas páginas. Un tanto cabreado alejó la revista y cerró los ojos disponiéndose a tomar una siesta-



A eso del mediodía el sonido del carro de policías le despertó y de muy mala gana Sanji abrió los ojos.

-Mierda… ya es muy tarde- exclamó y lentamente se puso de pie-

El solo pensar en tomar una de esas gélidas duchas le hizo retorcer el estómago, sin embargo no podía estar sin bañarse por lo que valientemente echó a correr el agua y rápidamente entró, intentando no  retardar la inevitable tortura.

 

-Dios como extraño el agua caliente, gracias al cielo estamos en pleno verano- pensó masajeando su cabello-

Al salir del baño advirtió el sonido de su móvil y al percatarse que se trataba de marco se apresuró en responder.

 

-Aló-

-Señor Vinsmoke, buenas tardes. He estado intentando comunicarme con usted toda la mañana-

-Eh… si, si… estaba muy ocupado- mintió mientras preparaba un café-

-Comprendo, tengo algunas novedades sobre su problema. He estado investigando primero los escritos referentes a su casa en la playa y tras insistir en los distintos departamentos de bienes raíces he logrado levantar algunas hipótesis-

-Te escucho-

-En primer lugar usted según me comentó siguió todos los conductos regulares al momento de inscribir y regularizar su propiedad, sin embargo hace unos meses hubo un gran escándalo en el conservador de bienes raíces nacional en el cual salió a la luz la filtración de información respecto de algunas de las propiedades más costosas de aquella zona. Esto pudo haber permitido que alguien se hiciera con documentación legal de su casa y aprovechara de falsificar otros tantos documentos para hacerse con la escritura y de paso meterlo a usted en un enorme lío por los impuestos. En simples palabras lo que creo que ocurrió fue que alguien sobornó a un funcionario público para hacer pasar la estafa por una venta de la propiedad a un altísimo valor y luego de transferir a su nombre las escrituras lo dejó a usted como deudor al fisco al no pagar los impuestos correspondientes a esa venta-

El rubio se sentía mareado con tanta información, no obstante logró comprender a lo que Marco se refería.

 

-Entiendo y créeme que conozco a alguien capaz de eso y mucho más. Ahora dime ¿Cómo pasó eso con mi piso?-

-La verdad aún no estoy del todo seguro, pues como le dije lo anterior es una hipótesis en base a lo que pude investigar. De ser efectivo esto su piso le fue embargado a raíz de la enorme deuda que la supuesta venta de la casa en la playa dejó, tras no pagar los impuestos. Usted sabe que mientras más alto es el valor de una propiedad, más impuesto debe pagar  y los intereses asociados a esto son abrumadores-

-De eso me vengo enterando apenas desde lo ocurrido. Bien entonces aún no hay nada concreto…-

-Lamento decirle que no, pero estoy trabajando muy arduamente y le aseguro que en unos días más tendré novedades-

-Eso espero-

-Que pase buena tarde, estaré atento a cualquier consulta que tenga-

-Bien, hasta luego-

-Hasta luego señor Vinsmoke-

 

Un tanto más aliviado tras oír las palabras de su abogado permaneció recostado en el sofá donde su asistente dormía.

-Supongo que solo debo esperar- murmuró resignado, después de todo no podía hacer nada por su cuenta-

 

Aunque una parte suya se sentía bastante más tranquila, la otra estaba muy inquieta. El hecho de permanecer encerrado durante todo el día se le estaba volviendo sumamente aburrido, especialmente en las tardes las cuales se hacían eternas al estar sin el estúpido marimo.

-¡¿Qué mierda estoy pensando?! - reaccionó al sorprenderse a sí mismo diciendo aquello- Creo que lo mejor será hacer un poco de ejercicio...quizás si salgo a trotar, aunque dudo que sea una buena idea salir a un lugar como este-

 

Dudando si arriesgarse o no, prefirió tentar a la suerte y salir a dar una caminata ya que olvidó que no podía ir trotando por ahí con las ligeras sandalias que en ese momento calzaba y bueno sus otras zapatillas no eran deportivas por lo que parecer un payaso intentando entrenar sin el equipo adecuado no era una opción.

-No puedo creer que hasta me hayan quitado mi ropa deportiva- maldijo al recordar el día del embargo- Bueno supongo que es lo único que tengo por el momento-

 

Sin siquiera tomar la precaución de coger las llaves se dispuso a salir del edificio y apenas puso un pie fuera comenzó a sentirse un tanto ansioso. Sin embargo haciendo oídos sordos a su nerviosismo caminó en dirección contraria al día anterior.

-Veamos si ayer caminamos hacia allá creo que lo mejor será tomar esta otra ruta, después de todo ya sé que en esa dirección se encuentra ese apestoso centro comercial y no quisiera tener que volver a pisarlo nunca más en mi vida- pensó y alejándose a paso moderado se dedicó a observar  las deplorables casas que le rodeaban-

Tras caminar unos minutos divisó lo que parecía ser la estación de policías y unas cuantas calles abajo una enorme avenida.

-Así que el marimo no mentía respecto a la estación de policías… aunque claro parece más bien la penitenciaría del sector-

Deteniéndose por unos instantes para beber agua cayó en la cuenta que a su izquierda y bajando en dirección a una calle transversal a donde se encontraba, una verde arboleda se extendía hacia lo que parecía ser la entrada a un parque. Un tanto extrañado se animó a avanzar y de paso refugiarse bajo la sombra de las frondosas encinas.

Para cuando se acercó a la entrada del parque se percató de lo mucho que había caminado y un tanto extrañado ante la belleza de aquel paisaje tan cercano a la terminal gray, se lamentó el no tener una cámara. Sin detenerse a pensar más en aquello nuevamente se aventuró al sendero que tenía delante, el cual curiosamente se volvía cada vez más empinado.

 

-Me pregunto donde mierda estoy- se dijo a sí mismo, sin evitar sentirse un tanto inquieto al no ver a nadie merodeando por la zona-

 

Luego de caminar por unos minutos se percató que delante suyo comenzaban a extenderse numerosas colinas las cuales precedían a un cerro bastante boscoso.



Mientras tanto en la agencia Nami caminaba apurada y cargando un montón de documentos. Los ajustados jeans y tacones altos que había escogido como look para ese día se estaban convirtiendo en un martirio.

-Dios, siento que en cualquier momento tiraré estos zapatos por la ventana- se quejó al llegar donde Perona quien se encontraba ordenando y clasificando folios-

-Amiga !no! cómo dices eso… ¿no son los tacones que compraste por internet hace unos meses?-

-Así es, no puedo creer que sean tan incómodos-

-Pero son “Diable Jamble” ¿No te habían costado un dineral?-

-Eso es cierto, solo que fue una pésima inversión. Aunque bueno eso me sucede por no tener tiempo para ir de compras- rezongó al tiempo que se desplomaba sobre un pequeño sofá junto al escritorio de su amiga-

-Sí, ya debieras comenzar a pensar en vacaciones-

-Supongo que tienes razón-

-Muy bien querida, ya están los cheques listos. !Al fin nos pagarán!-

-Ni que lo digas, ya apenas me iban quedando unos pocos berries-

-Aunque tengo una duda… no sé si yo estaré equivocada pero no recibí todos los folios de los chicos-

 

La mirada que le dirigió la pelinaranja la sobresaltó.

 

-¿A qué te refieres?- interrogó un tanto nerviosa-

-Eh… esto… no me mires así- exclamó- Lo que sucede es que solo recibí tres cheques grandes: uno para Zoro, otro para Ace y el último es para Law. Sin embargo  Sanji, Bassil y  Cavendish no aparecen en el sistema todavía-

-Ahhh que alivio, me había alarmado. Tranquila con eso. Ocurre que esos idiotas son quienes más ganaron en la campaña de verano, por lo que al ser más dinero el departamento de finanzas demora un par de días más en liberar sus cheques-

-Ya veo... lo siento por ellos, al menos nosotras ya estamos en la lista- sonrió Perona al tiempo que besaba su propio cheque-

-Bien ya debo partir a dejar esto a esa maldita oficina. No sabes cuanto odio tener que aparecer en el departamento de finanzas… esos idiotas no se mueven de su escritorio en todo el día y esperan a que uno llegue para reclamar hasta por el agua que sale del grifo-

-Jajajaja paciencia Nami, si no vas el pago será mañana y más de alguno quiere salir de fiesta hoy-

 

Algunas horas después…

 

-!Chicos! revisen sus cuentas, ya debieran estar los pagos… a excepción de ustedes dos- indicó la manager a ambos rubios quienes ya estaban enterados-

-!Que injusto! quizás cuantos días más tengamos que esperar. Tendré que pedirle dinero a mamá para poder salir hoy con los chicos- reclamó Cavendish-

-Ni sé de qué te quejas, si de todas formas tu dinero no dura ni una semana- le reprochó Hawkins quien se encontraba trabajando en su portátil concentradamente-

-!No! esta vez quería ahorrar. Tengo ganas de tomar unas vacaciones al caribe-

-Ya cálmate de una vez, ten paciencia, sabes que siempre demoran en pagarles a ustedes dos. Antes de que lo olvide, mañana pueden salir temprano, solo vengan a registrar su asistencia, terminen de firmar los documentos para la próxima campaña y quedan libres-

-!¿Enserio Nami?!- preguntó Ace emocionado-

-Sí… prefiero que descansen y aprovechen lo que queda del verano. La próxima semana se viene cargada de trabajo. !Nos vemos!-

-Adiós!- respondieron todos-

 

Apenas se cerró la puerta Cavendish se puso de pie.

-!Vamos al centro comercial!-

Todos le miraron extrañados.

-¿No que no tenías dinero?- inquirió Bassil arqueando una ceja-

-!Vamos! !Por supuesto que tengo! Mamá todos los meses me da dinero. Sino cómo crees que podría vivir en tu mismo edificio-

-No puedo creer que seas una sanguijuela todavía- bromeó el pecoso- Lo siento, yo tengo que hacer. Marco ha estado muy ocupado y todo lo referente a la boda ha caído en mis hombros… pero guarda algo de dinero para nuestro regalo- sonrió- Bien chicos, nos vemos mañana, adiós-

-Supongo que yo también me marcho. Nos vemos chicos- exclamó el solemne hombre y tomando sus cosas se marchó-

-¿No que mañana era el día donde nos podíamos ir temprano?- preguntó Zoro extrañado, causando un ataque de risa en su colega-

-!Jajajajajaja tienes razón! hey Zoro por qué no me ayudas en algo-

-Dime-

 

El rubio sonrió y se acercó lentamente.

-Tengo una amiga… y ella… bueno, ella ha quedado prendada  de Sanji y aunque ambos se dieron los números, no ha podido ponerse en contacto con él-

 

Zoro le miraba indiferente.

 

-¿Y cómo quieres que te ayude?-

-No lo sé, pues tú sigues en contacto con él ¿no es así?-

-Sí, quiero decir vive conmigo pero pienso que no es un buen momento como para que ella quiera intentar algo con el cejillas-

-¿Por qué no?-

-Pues porque después de todo aquel lío por el que ha pasado, no creo que quiera salir con nadie-

-¿Cómo dices? ¿Sanji rechazando a una chica como Pudding? uhmm eso es extraño… ella es supermodelo como él y muy popular-

 

Zoro comenzó a sentirse bastante cabreado con aquel tema.

 

-Mira, lo único que puedo hacer por ti es preguntarle. ¿Te parece?- exclamó intentando que su molestia no quedara al descubierto-

-Sí… gracias- respondió Cavendish extrañado ante el repentino cambio en su tono de voz-  y bien, ¿te animas a ir conmigo de compras?-

-Lo siento, tengo cosas qué hacer. Nos vemos- dijo cortante-

 

Rápidamente el peliverde se puso de pie y salió del camarín sin siquiera voltearse a mirar a su compañero, quien bastante intrigado ante el comportamiento de Zoro se cruzó de brazos y permaneció sentado en el sofá.

Como siempre el tráfico a esas horas de la tarde era un verdadero desastre. De haber sabido que el autobús estaría detenido en un atochamiento por más de cuarenta minutos habría cogido el metro sin dudarlo. Suspiró y observó por la ventana. Apenas a unos metros se vislumbraba uno de los tantos centros comerciales de la ciudad.

 

-Supongo que podría pasar a comprar algo de comer… muero de hambre- pensó al sentir su estómago rugir-

 

Rápidamente bajó y deslizándose entre los autos tomó la acera en dirección a la entrada del enorme edificio. Al menos el aire acondicionado terminó por relajarlo y ya sin más apuro comenzó a recorrer el lugar.

 

-Me pregunto que puedo llevarle al cejillas para comer… quizás no le gusten los dulces- se dijo a sí mismo al tiempo que se internaba en el supermercado y cogía un carro-

 

Lentamente comenzó a recorrer los pasillos en búsqueda de víveres y para cuando hubo salido se percató de las muchas cosas extrañas que acababa de comprar.

Sin querer darle más vueltas al asunto se apresuró a la salida y para cuando cayó en la cuenta de lo mucho que demoraba en encontrarla, estaba perdido.

 

-Mierda… lo único que me faltaba. Esas estúpidas salidas, parecen laberintos- se dijo ofuscado y caminó a paso rápido-

Para su mala suerte había caminado sin prestar mucha atención a lo que le rodeaba por lo que yendo en dirección contraria a por donde había entrado en esos momentos se encontraba sentado frente a una enorme librería.

Un tanto resignado luego de dar vueltas y vueltas prefirió tomar un respiro antes de salir de aquel lugar. Se sentía extraño y aunque intentara alejar esa sensación de su mente sabía que tras hablar con Cavendish su humor había cambiado. ¿Qué mierda le estaba sucediendo? es decir, quizás toda esa inquietud se debía a lo desubicado del comentario del rubio… ¿cómo podía esperar que el estúpido cejillas se fuera a una cita con la tal Pudding luego de haber quedado prácticamente en la calle? solo bastaba  tener un poco de sentido común para darse cuenta que era una estupidez. Se dio una bofetada mental por seguir dándole vueltas al asunto.

 

-Tsk… él puede hacer lo que quiera- pensó y aún molesto entró a la librería-

 

Ya casi eran las nueve cuando finalmente salió del centro comercial y para no tener que esperar el maldito autobús cogió el primer taxi que pudo. Cuando llegó a casa se percató que Sanji se encontraba sentado en la acera con una expresión de nerviosismo que no pasaba desapercibida.

 

-¿Cejillas? ¿Qué haces afuera?- preguntó al llegar justo frente a él-

-Ah eres tú… nada, solo salí de casa y olvidé las llaves-

 

¿Salir? ¿Dónde pudo haber ido? se preguntó, pues conociendo al rubio no había ningún sitio muy agradable donde ir.

-¿Qué tal tu día marimo?- preguntó mientras Zoro abría la puerta-

Aún más asombrado ante esta pregunta sintió su pulso acelerarse.

-Eh… bien, todo bien gracias. ¿Y el tuyo?-

-Supongo que no tiene sentido quejarme-exclamó un tanto resignado- Intento no aburrirme-

 

Ambos entraron a la casa. Mientras Zoro se dirigió a la cocina Sanji se dejó caer sobre el colchón.

-Que alivio…-

-Nami me pidió que te diga que tu pago tardará unos días en llegar-

-Lo veía venir… está bien, gracias. ¿Algún otro mensaje?- inquirió sin levantar la vista del suelo-

-Sí- respondió mientras se acercaba hasta la cama- Cavendish me dijo que te pongas en contacto con su amiga-

 

El rubio arqueó una ceja.

-¿Amiga?... ahh debe ser esa chica quien insiste tanto en llamarme-

-¿Te ha llamado?-

-Sí, pero la verdad no estoy en condiciones de salir con nadie. Puede esperar que recupere mis cosas si tanto desea conocerme-

-Hablando de eso Doffy te envió saludos-

-Podría haberme enviado un cheque…-

 

Hubo un momento de silencio hasta que ambos comenzaron a reír.

-Jajajaja eres un aprovechado cejillas-

-¿Qué dices?, con todo el dinero que tiene ya habría recuperado mis cosas-

-Supongo que sí…-

-Y yo supongo que me trajiste algo para cenar-

-Pues sí… supones bien. Una de esas hamburguesas que tanto adoras-

-¡¿Hamburguesas yo?! ¿Bromeas?-

-Tranquilo, es una broma. Encontré una ensalada verde y pensé que podría gustarte-

-¿Ensalada verde?- preguntó al observar el paquete que su asistente le cedía- Ahhh una ensalada orgánica fresca del huerto verde-

-Eso mismo…-

-¿Dónde fuiste por la tarde?-

-Eso no es de tu incumbencia-

-Está bien…-

-Pero si tanto insistes en saber te puedo contar que encontré la entrada a un parque-

-¿Parque?- inquirió, divertido por las siempre predecibles respuestas de su jefe-

-Así es. Cogí un camino cercano a la estación de policías-

 

Zoro comenzó a hacer memoria.

 

-No recuerdo haber escuchado nunca de un parque por esta zona-

-Pero ¿qué dices? si te estoy contando que estuve allí- replicó un tanto desconcertado- ¿O acaso crees que me lo he inventado todo?-

-No estoy diciendo eso. Lo único que sé que hay en ese lugar es  la entrada trasera del viejo cementerio de la terminal gray-

 

Sanji sintió un escalofrío comenzar a recorrer su piel.

-¿Cementerio?-

-Sí… y déjame decirte que nunca más asomes tu nariz por ese lugar. Se dice que han desaparecido alrededor de 20 personas por esa zona, y en circunstancias bastante extrañas-

-¿Desaparecidas?- tragó saliva al recordar lo solitario del lugar- Está bien… yo no iré más-

-No lo hagas. Espero que ese sujeto que vi no te haya estado siguiendo-

 

Sanji se sobresaltó.

 

-¿Sujeto? bromeas, no recuerdo haber visto a nadie-

-¿Y entonces quién era el hombre que se encontraba en la esquina cuando llegué?-

 

El rubio puso los ojos como platos.

 

-¿Qué hombre?-

-Un sujeto que estaba parado en la esquina. Apenas me bajé del taxi se alejó rápidamente-

-¿Qué dices? !yo no vi a nadie!-

 

Bastante nervioso por lo que acababa de escuchar, hizo a un lado la ensalada y se abalanzó a la ventana no sin antes apagar las luces.

-¿En qué esquina dices que estaba?- inquirió sin despegar la vista de la calle-

Sin embargo no obtuvo respuesta.

-Marimo te estoy preguntando dónde viste al sujeto-

Nuevamente hubo un silencio y en vez de la respuesta que esperaba pudo distinguir un sonido sofocado. Se volteó rápidamente y qué sorpresa se llevó al ver a Zoro tratando de contener un ataque de risa.

-!ME MENTISTE!- gritó al sentir la risa explosiva de su asistente-

-!Hubieras visto tu expresión!-

-!!!Eres un!!!... !Deja de burlarte de mí!-

 

Por más que Zoro intentaba controlar su risa, terminaba ahogándose en sus propias carcajadas.

-Lo siento… lo siento. Sí, es la entrada trasera del parque de juegos acuáticos- terminó por decir mientras untaba mantequilla de maní sobre una galleta-

-¿El parque de la playa? ¿colinda con este sector?-

-Sí, pero honestamente nadie llega tan lejos como para darse por enterado, después de todo el parque es enorme. Incluso si tomas un sendero desde esta zona puedes llegar a la carretera que lleva hacia East Blue-

-Cielos, nunca lo hubiera imaginado-

-Ya he ido un par de veces. Es un trayecto muy bonito, ideal como para tomar fotografías-

 

Sanji puso una expresión de tristeza.

 

-Lo mismo pensé hoy-

-Bueno si te animas mañana podemos ir al cementerio-

-!Ya deja eso!- bufó molesto- ¿Lo dices enserio? ¿y qué hay de la agencia?-

-Nami nos autorizó para salir temprano-

 

-Que injusto… cuando yo estaba nunca nos daban días libres y ahora que no voy Nami se ha relajado-

-No seas rencoroso. Además mañana me entregan mi nueva bicicleta, aprovecharé de probarla en ese sendero-

-¿Bicicleta? podrías haber comprado un coche-

-Un coche es mucho más costoso que una bicicleta- argumentó mientras hurgueteaba una de las tantas bolsas de compras-

-!Vamos marimo, no seas tacaño! tarde o temprano necesitarás un coche-

-No lo necesito por ahora, estoy bien así-

 

Sanji le miró perplejo.

 

-Toma, te traje algo para que no te aburras tanto- exclamó mientras le cedía una pesada bolsa de papel- La verdad no sabía muy bien tus gustos, pero me atreví a escoger estos-

Aún más sorprendido abrió el paquete encontrándose con tres gruesos libros.

-Gracias- se limitó a responder, con ese leve brillo en sus ojos que Zoro ya conocía tan bien-

Sintió sus mejillas comenzar a arder.

-Bueno iré a descansar- exclamó, cambiando de tema rápidamente- Si mañana vamos a ir tenemos que partir temprano- Apenas llegue de la agencia te quiero listo para salir-

-No me des órdenes… muy bien… creo que me quedaré echando un vistazo a estos- dijo el rubio, al tiempo que  señalaba los libros-



Para cuando despertó ya era pasado las diez y él apenas lograba abrir los ojos. Lo cierto era que la noche anterior se desveló leyendo y cuando se dio por enterado ya era de madrugada.

 

-Maldición… me he quedado dormido- pensó al recordar el viaje que habían planificado- Todo esto es culpa de ese idiota que tengo por asistente, si solo me hubiera despertado…-

Poniéndose de pie a duras penas observó a su alrededor y cayó en la cuenta que el marimo no se encontraba por ninguna parte.

 

-No se atrevería a irse sin mí….- murmuró-

-Claro que no me atrevería, sólo revisaba mi bicicleta mientras dormías- interrumpió Zoro, quien se asomó por la ventana que estaba justo arriba del colchón, causando un sobresalto en Sanji-

-¿Acaso quieres matarme del susto?-

-Ya deja de reclamar y levántate-

 

Pasados unos cuantos minutos y luego de que ambos hubieron desayunado al fin estaban listos para salir.

 

-¿Llevas agua?-

-Sí, ten aquí está mi botella-

-!¿Y pretendes que yo la lleve?!-

-Por supuesto, por eso eres mi asistente, además quiero montar esa bicicleta también- indicó mientras alistaba una pequeña mochila-

-Respecto a eso no se si sea buena idea llevarla. Estaba pensando que el camino es bastante pedregoso en algunas partes por lo que no quisiera dañar las ruedas-

-Pero yo quiero ir en bicicleta- protestó-

-Es un sendero empinado… ya te dije que no sé si sea muy buena idea-

-Vamos marimo, no seas egoísta-

-No lo soy, solo no quiero tener que cargar esa bicicleta cuando te des por vencido-

-¿Acaso dices que no puedo? !no me hagas reír!, ambos sabemos que estoy mucho más en forma que tú-

Zoro suspiró divertido.

-Está bien, como digas. Te seguiré trotando-

-Genial. ¿Es el mismo camino que tomé ayer?-

-Sí, debemos tomar la entrada del parque y luego nos desviamos por un sendero-

 

El sol ya comenzaba a sentirse abrasador a eso del mediodía, por lo que presurosos ambos salieron en dirección al parque. Tras recorrer el camino hacia la arboleda ambos se detuvieron en la entrada.

-Dios… que calor. Gracias al cielo trajiste agua-

-No es momento para detenernos. Adelante, continúa cejillas-

-!No me des ordenes! !y deja de llamarme así!-

 

Siguieron la misma ruta que Sanji había tomado el día anterior, sólo que esta vez desviaron hacia una quebrada, seguida por un extenso bosque de pinos. El verde de las colinas y las hierbas que crecían alrededor del camino eran una deliciosa y tentadora imagen para dormitar un día de verano tan caluroso como aquel, sin embargo si querían llegar rápido a su destino no había tiempo que perder.

 

-Este sendero se ve un tanto… inestable para bajarlo en bicicleta- dijo Sanji mientras pasaba su mano por la frente, ya bastante sudada por el esfuerzo de subir el camino anterior-

-Te dije que era pedregoso y no apto para bicicletas. Si quieres puedes bajar por la hierba- indicó mientras él comenzaba a descender cuidadosamente-

-¿Qué? por supuesto que no. No quiero dañar las flores o ¿Qué pasa si se atraviesa  un animalito?-

 

Zoro le miró algo curioso.

-Es decir no creo que sea muy buena idea, no quisiera enredarme en algo y caerme… sería tu culpa después de todo marimo- terminó por decir y cogiendo la bicicleta de las manillas comenzó a llevarla lentamente-

-Como quieras- sonrió al tiempo que veía a Sanji descender lentamente-

 

Mientras el rubio bajaba precavidamente, Zoro le seguía sin dejar de fijarse en el camino y anteponiéndose ante cualquier piedrecilla o agujero.

 

Finalmente llegaron al linde del bosque y para cuando tomaron uno de los senderos ambos se percataron de lo mucho que habían caminado.

 

-¿Estás seguro que es por acá?-

-Sí, aunque no recuerdo haber visto estos árboles-

-¡¿Qué?! no me digas… no sé cómo pude haber olvidado lo inepto que eres en esto-

-¿Ah? ¿A qué te refieres? no olvides que soy yo quien conoce el camino cejillas, así que más te vale mantener la boca cerrada si quieres evitar problemas-

-¿Me estás amenazando?... no seas atrevido, no olvides que soy tu jefe-

-Si, si,lo que digas cejillas-

-!Argggg! !Que odioso eres!-

 

La fresca brisa del bosque cargada con el aroma de los pinos se convertía en una atmósfera apacible y llena de quietud, sintiéndose apenas el crujir de los árboles y el viento meciendo las frondosas copas. Esta vez era Zoro quien llevaba la delantera, devolviendose de vez en cuando y causando sobresaltos a Sanji quien atentamente trataba de ir recordando el camino.

 

-¿Falta mucho para llegar al otro lado del bosque?-inquirió un tanto intrigado por el largo periodo de tiempo que llevaban caminando- No recuerdo haber visto que esta zona fuera tan extensa-

-Verlo desde arriba nunca es lo mismo que cruzarlo cejillas, y a todo esto ¿para qué trajiste la bicicleta si no la has vuelto a montar?-

-Pues ¿cómo quieres que pedalee tranquilo por un sendero que no conozco?-

-Tsk… ya queda poco, recuerdo haber visto este lugar-

-Eso espero… no quisiera que termináramos perdidos como la otra vez-

-Jajajaja pero eso fue tu culpa, no puedes darme toda la responsabilidad de lo ocurrido- rió divertido-

-¿Es una broma? ambos sabemos que fue tú culpa-

-No me jodas cejillas… por cierto ya veo el camino-

-Ya era hora… son casi las 4-

-Deja de preocuparte por el tiempo, ¿cuál es el apuro?-

 

Un tanto asombrado ante estas palabras respondió:

 

-Supongo que es cierto… bueno ya que supuestamente ahí está el camino me adelantaré…-

Rápidamente se subió a la bicicleta y pedaleó a toda velocidad en dirección a lo que parecía ser el fin de aquel sendero.

 

Sintió el viento golpear su rostro y entonces recordó que de la última vez que había pedaleado de esa forma ya iban muchos años. Y entonces una imagen de su infancia le vino a la mente.

 

-Vamos hijo, tú puedes-

-Pero me da miedo caerme-

-Si lo haces yo estaré aquí para recogerte-

-No quiero caerme ! Por favor llévame tú!-

-Vamos Sanji, ve, tú puedes solo-

-Está bien-

Apenas pedaleó, unos cuantos metros más abajo perdió el control de la bicicleta y cayó. Las lágrimas no tardaron en salir de sus ojos.

-Vamos querido, ponte de pie e intentalo de nuevo-

-Pero me duele, ahora no quiero intentarlo, voy a caerme de nuevo-

-No lo harás-

-Sí lo haré, me caeré de nuevo-

-Cariño, toma mi mano. A veces es necesario caer para que aprendamos. Te prometo que esta vez no te vas a caer-

Con la mirada fija comenzó a andar. Su corazón latía rápidamente y el camino frente a él parecía quebrarse en un precipicio cada vez más abrupto. Sin embargo puso todo de sí y esta vez pudo andar por la colina sin caerse.

-!Lo estoy haciendo mamá! !mírame! !Ya no tengo miedo!-

-!Eso es Sanji! !Ahora nunca lo olvidarás!-

Con el viento soplando furioso sobre su pequeño rostro, volteó y vio la figura de su madre sonriéndole desde la colina.

 

-Tenías razón, esto nunca se olvida mamá- pensó mientras disminuía la velocidad hasta detenerse en una bifurcación-

-!¿Qué crees que haces? es en esta dirección!- la voz de Zoro le sacó de sus pensamientos-

-!Ya voy!-

 

Es ese momento tomaron un sendero empinado por una quebrada, el cual metros más arriba tenía una espectacular vista al mar.

-¿Estás muy cansado?- preguntó Zoro al observar a Sanji, quien a duras apenas había logrado subir llevando consigo la pesada bicicleta-

-Claro que lo estoy… no es tan sencillo cargar esto por una cuesta-

-Bueno te lo dije-

-!Ya cállate y ayúdame!-

 

Se sentaron a descansar por unos minutos mientras ambos comían una merienda silenciosamente. El mar, aún distante, se encontraba agitado y a pesar de la distancia si ponías atención podía escucharse las olas golpeando la pedregosa bahía.

 

-¿Habías venido muchas veces antes a este lugar?- Sanji se atrevió a interrumpir el silencio-

-La verdad no, sólo había venido una vez y fue hace muchos años. Solíamos venir al parque con mis amigos cuando éramos apenas unos niños, sin embargo nunca nos atrevíamos a cruzar el bosque y cuando lo hicimos nos llevamos el susto de nuestras vidas al encontrar un cadáver-

-¿Eso es otra de tus bromas?-

-No, eso es en serio- respondió Zoro, deteniéndose unos instantes a observar cómo cambiaba la expresión del rubio-

 

Y es que ya conocía tan bien su rostro, la forma en cómo se iluminaban o ensombrecían sus ojos o cuando intentaba mentirle pero el brillo en su mirada terminaba por delatarlo. Lo que más le divertía era las muecas de disgusto que ponía cuando algo le desagradaba o por el contrario cuando se sorprendía ante algo. Si se detenía a pensarlo aquel idiota era por lejos la persona más antipática , egocéntrica y mal humorada que había conocido, pero al mismo tiempo era la más sincera. En todo aquel tiempo que llevaba trabajando para él se había dado cuenta de lo difícil que era ser Sanji Vinsmoke y lo mucho que él se esforzaba por aparentar ser alguien fuerte e indiferente en ese mundo tan superficial. Pero su máscara tenía muchas aberturas y él había sido capaz de ver entre ellas.

-Eso es algo… muy traumático supongo- exclamó Sanji al tiempo que bajaba la mirada-

 

Zoro sonrió.

 

-En algún punto sí, lo fue, pero ya no. Además eso ocurrió hace muchos años y ya ni supe más de esos amigos-

-¿Qué ocurrió con ellos?-

-Algunos se marcharon de la ciudad en busca de mejores oportunidades, otros cayeron en las drogas y bueno los otros dos viven en el piso de arriba-

-Ahhh esos ruidosos-

-Así es, pero a pesar de su apariencia de pendencieros son buenos tipos-

-Supongo que algo así  he aprendido en este lugar-

-¿A qué te refieres?-

-Pues me refiero a que por ejemplo yo pensaba que apestaría vivir en la terminal gray y aunque admito que los primeros días fue así, luego sentí que no estaba tan mal… es decir a pesar de lo idiota que pude haber sido contigo en un momento, me dí cuenta que no eras tan inepto como yo pensaba-

Un tanto confundido Zoro suspiró.

-En verdad fuiste muy idiota-

-!No exageres! muchas de esas situaciones se ocasionaron a causa tuya, así que tampoco te hagas el especial- señaló con un leve sonrojo en sus mejillas-

-¿Hacerme el especial? -

-!Arggg! !Olvídalo! No puedo decirte nada sin que termines burlándote de mí- exclamó y adelantándose cogió la bicicleta y comenzó a descender-

 

El peliverde permaneció sentado por unos instantes observando al rubio caminar con dificultad, arrastrando la pesada bicicleta en una escena que no pudo hacer más que causarle ternura. Se puso de pie y descendiendo con cuidado alcanzó al cejllas, tirando con cuidado la rueda trasera, haciendo que el rubio se volteara asustado.

 

-Deja eso, yo lo llevaré-

-¿Me estás diciendo inútil?-

-No, sólo te estoy ahorrando el sufrimiento de bajar esta polvorosa quebrada arrastrando esto. ¿O es que acaso me dirás que planeabas bajarla pedaleando?-

Sanji se detuvo y observó lo abrupto del camino. Sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.

-No planeaba nada-

-Entonces sígueme, yo iré primero-

 

Con mucho cuidado y procurando no tropezar con ninguna roca, ambos descendieron aquella ladera hasta llegar a una verde y fresca planicie, rodeada de robles y algunos manzanos. Justo delante de ellos, podía distinguirse la carretera y el mar.

 

-¿Y dónde está aquel parque acuático? ¿o era otra de tus mentiras?-

-¿Ahora piensas que todo lo que digo es mentira?-

-¿Qué más quieres que piense? después de todo no ha sido tu única mentira-

-¿Lo dices enserio? ¿tú criticándome eso? por favor cejillas, ambos sabemos que eres el rey de las mentiras-

-¿Yo? jajajajaja no seas aprovechado, si me pusiera a contar todas las mentiras que has dicho no me alcanzarían los dedos-

-Bueno, mentiroso que miente a un mentiroso tiene mil años de perdón-

-!¿Qué?! jajajajajajaja no puedes ser tan idiota marimo… es “ladrón que roba a ladrón tiene mil años de perdón”, así es el dicho- reía divertido-

-Es lo mismo- rió Zoro mientras montaba la bicicleta- Es mi turno de andar. Ahora que lo pienso ni siquiera la he usado y eso que es mía-

-¿Me dejarás solo acá?-

-No, me adelantaré un poco-

-No puedes adelantarte… además ya está atardeciendo-

-¿Y eso qué?-

-Pues nada, que no puedo quedar solo en un lugar como este-

 

Zoro arqueó una ceja.

-Entonces corre detrás mío-

-!¿Qué?! ¿correr? ¿Acaso estás demente?-

-Solo un poco… ¿o te da miedo no poder alcanzarme?-

-Por supuesto que no me da miedo, es más, cuando estaba en el instituto solía correr en el club de atletismo… así que hazte a un lado y observa como te gano-

-Si tú lo dices...-

-Yo haré la cuenta… en sus marcas… listos…- exclamó y en ese instante echó a correr- !YA!-

-!Eres un tramposo! !saliste antes!- rió Zoro y comenzó a pedalear a toda velocidad hasta alcanzar al rubio quien no dejaba de reír estrepitosamente-

 

Lo cierto era que efectivamente Sanji corría bastante rápido, tanto así que ambos se mantuvieron a la par por unos segundos. No tanto porque Zoro fuese lento, sino más bien por lo dificultoso del terreno. No obstante el peliverde terminó por tomar la delantera momento en el cual el rubio exclamó:

 

-!Cuidado! !Un perro corre hacia tu derecha!-

-!¿Qué?! - exclamó al tiempo que desviaba la vista hacia su derecha-

 

Justo en ese instante la rueda delantera impactó con una pequeña roca, haciendo que perdiera el control de la bicicleta, y de paso cayera con todo el peso de su cuerpo hacia delante, yendo a parar varios metros y justo bajo un árbol.

 

-!JAJAJAJAJAJAJA!-

La estrepitosa risa del rubio fue suficiente para hacerle reaccionar.

-!Cejillas!... cielos mi espalda, vaya que caída-se quejó-

-Debí grabar aquello- exclamó el rubio al tiempo que alcanzaba a su asistente  y le extendía la mano para que se pusiera de pie-

 

No obstante Zoro tiró de él, causando que cayera de bruces.

 

-Eres un tramposo cejillas-

-Hubieras visto tu cara de preocupación por el perro ¿Acaso les temes?-

-No, pero no es agradable que te persigan en bicicleta-

-Bueno al menos ya sabes que no puedes ir tranquilo conmigo-

-Supongo que estamos a mano-

 

Ambos se miraron fijamente por un momento hasta que Sanji apartó los ojos, dirigiendolos a la carretera que yacía ahora a unos pocos metros.

 

-Que extraño, es una carretera pero no se ve pasar ni un solo auto-

-Ocurre que este camino no ha sido terminado del todo. Esta parte sigue en construcción algunos kilómetros más adelante, sin embargo en este trayecto no existe desvío alguno por lo que se encuentra cerrada-

-¿Entonces estas playas no son aptas para el baño?-

-Hasta donde tengo entendido no, como puedes ver es una zona llena de rocas y el terreno es muy irregular...y qué decir de los acantilados marinos-

-Ya veo… entonces sería una pésima idea venir a nadar-

-No tanto como tu idea del perro-

-Jajajajaja no puedo creer que hayas caído con eso… es decir, si caíste literalmente- rió mientras estiraba sus brazos y observaba el sol poniéndose justo en frente suyo- Aún así es un lugar muy bello-

-Si lo piensas bien es bastante tranquilo para estar tan cerca de la ciudad-

 

Permanecieron observando el mar por unos minutos. Las nubes resplandecían doradas sobre sus cabezas desplazándose tan sutilmente que el tiempo parecía haberse detenido. La suave y fresca brisa marina pareció alejarlos de sus pensamientos pues ambos permanecían en un tranquilo silencio.

 

-Creo que ya es tiempo de regresar- interrumpió finalmente Sanji mientras comenzaba a caminar de regreso de donde habían venido-

-No es buena idea tomar el mismo camino para volver. Vamos por la carretera. Llegaremos mucho más rápido-

-¿Estás seguro? quizás esta carretera no sea la misma que dices tú-

-Si lo es, por algo lo digo. Confía en mí, si vemos que no es el camino nos devolvemos-

-Eso no me convence-

 

Con el atardecer a sus espaldas caminaron por la orilla del  pavimento. A medida que iban avanzando el camino se extendía curvilíneo siguiendo la geografía de la hermosa playa de aquella zona. Realmente cuando fuera inaugurada sería una enorme atracción turística.

 

-Este camino parece nunca acabar. Ya deberíamos haber distinguido un edificio, pero hasta ahora no he visto nada- reclamó Sanji-

-Eso es porque estamos muy lejos. Cruzamos la montaña ahorrandonos alrededor de cinco kilómetros de carretera-

-¿Entonces todo eso tendremos que caminar?-

-Sí- respondió a secas-

-Tsk… está bien-

 

A pesar de que la carretera era plana, a esas alturas del día el cansancio ya se hacía notar en las piernas del rubio. Mientras Zoro avanzaba lentamente en bicicleta él le seguía a duras penas. Sin embargo cuando hubieron recorrido cerca de 2 kilómetros debió detenerse unos minutos.

 

-Marimo espera… espera un momento-

-¿Uhm? ¿Qué ocurre cejillas?-

-Me duelen los pies, tomemos un descanso-

-Si descansamos ahora se nos hará muy tarde-

-Solo será un momento, de verdad no puedo caminar-

 

Zoro le observó un tanto preocupado.

 

-Ven, sube-

-¿Dónde?-

-Aquí, yo te llevaré-

-¿AH? ¿estás loco? No puedes pedalear cargándome en tu espalda- protestó el rubio-

-No te cargaré en mi espalda, debes sentarte aquí- dijo al tiempo que señalaba el grueso marco de metal de la bicicleta-

-No haré el ridículo de esa manera-

-!Pero si no hay nadie!, vamos cejillas, no me hagas perder la paciencia-

-¿Qué dices? JA! no me hagas reír… soy  siempre yo quien debe tener paciencia contigo-

-¿Y prefieres caminar los 3 kilómetros restantes?-

 

Sanji frunció el ceño y resignado, se puso de pie acercándose lentamente hasta donde se encontraba Zoro.

 

-Tsk… está bien. Me subiré, pero si llegamos a caernos todo esto será tu culpa-

-Está bien, prometo que no caeremos-

 

Haciendo un esfuerzo, más psicológico que físico, se sentó en el frío tubo de la bicicleta, acomodándose lo mejor que pudo entre las manillas y los fuertes brazos de Zoro.

 

-Procura no cargarte mucho hacia los lados- le indicó  al tiempo que estiraba sus brazos para alcanzar las manillas-

-!No procuraré nada! me dijiste que no nos íbamos a caer- reclamó encarando al marimo, quien ahora se encontraba a escasos centímetros de distancia-

-Entonces olvídalo… bueno comenzaré a pedalear-

-Que pesadilla…- murmuró mientras se afirmaba con dificultad-

 

Tras haber recorrido unos metros la sensación de incomodidad comenzó a desaparecer, sin embargo parecía ser que aquella situación tan dramática para Sanji era algo divertido para Zoro, quien de vez en cuando soltaba las manillas, perdiendo el control de la bicicleta cada tanto.

 

-!Ya deja de hacer eso!- le reprochaba-

-Jajajaja lo siento, lo siento, juro que es sin querer-

-No te creo nada-

-Vamos cejillas, relájate y … - nuevamente soltó las manillas dejando que el vehículo tomara cualquier dirección- Disfruta el paseo-

-!Si no dejas de hacer eso prometo que me bajaré y lanzaré esta bicicleta al mar y de paso a ti!-

-Está bien, no lo haré más-

 

El sol ya había desaparecido dejando tras de sí una pálida y rosada estela que en esos momentos se diluía con las casi extintas nubes doradas.

 

-!Cuidado un perro!- exclamó de pronto Sanji, causando un sobresalto al peliverde, quien esta vez realmente casi pierde el control de la bicicleta-

-!Pero qué haces cejillas! ¿no te das cuenta que en verdad casi caemos?- le reprochó-

-Jajajajajaja es mi venganza por lo de antes-rió fuertemente- Vamos pedalea más rápido-

 

Zoro arqueó una ceja. Y es que no podía dejar de extrañarse ante el repentino cambio en el rubio. En primer lugar parecía estar disfrutando aquello pues de vez en cuando miraba de reojo el paisaje y sin olvidar unas pequeñas risas que le era imposible ocultar.

 

-¿Quieres que vaya más rápido? ¿Qué ocurrió con eso de que no hiciera tonterías?- preguntó, más por necesidad de escucharle que por una respuesta-

-!Yo no recuerdo haber dicho eso!-

-¿De veras? hace apenas unos minutos lo dijiste-

 

Hubo un momento de silencio.

 

-!Al diablo con eso! Esto es lo más divertido que he hecho en mi vida- respondió al tiempo que volteaba y sonreía como nunca antes le había visto hacer- !Vamos Zoro! pedalea más rápido-

 

Por un instante sintió su corazón detenerse. ¿Podía ser que acaso estaba enloqueciendo? ¿O podía ser cierto que el estúpido cejillas le había llamado por su nombre?

 

-!¿Qué haces?! dije que aceleraras no que te detuvieras- le reprochó un sonriente Sanji, quien le hizo volver en sí-

 

Rápidamente comenzó a pedalear más rápido. Ahora sentía su corazón latir acelerado al tiempo que observaba desconcertado el suave y dorado cabello del rubio agitarse con el viento, llevando su fragancia hasta su nariz, impregnándole de su aroma ligero y veraniego, como el mismo atardecer en el cual se encontraban.

Por un instante sintió la necesidad de detenerse y tomar aire, pues había comenzado a sofocarse y un frío sudor recorría su espalda, sin olvidar los nervios que se estaban apoderando de él a un ritmo inesperado.

¿Qué demonios le estaba ocurriendo? parecía ser que el tiempo se había detenido y que todo a su alrededor desaparecía, dejando solo al rubio frente a él. Intentó alejar esos pensamientos y concentrarse en el camino, pero le fue imposible. Por más que intentaba volver en sí cada vez que Sanji volteaba y le sonreía su mundo comenzaba a derrumbarse.

¿Por qué? se cuestionó, ¿Por qué verlo sonreír le hacía sentir de aquella forma? ¿Por qué no lograba sacarlo de su cabeza por más que intentara? ¿Por qué sentía que ahora él sonreía como idiota? y lo peor de todo ¡¿Por qué demonios se sentía tan feliz en ese momento?!

Intentó tomar aire y mientras pedaleaba los suspiros escapaban de sus labios. Ya bastante agitado se detuvo por unos instantes causando un gesto de sorpresa en su compañero.

 

-¿Qué ocurre?-

-Nada, sólo necesitaba tomar agua-

-Está bien- exclamó al tiempo que se dedicaba a observar cómo bebía de la ya casi vacía botella- Estaba pensando que quizás podríamos venir nuevamente -

 

Aquel comentario casi le provoca un ahogo.

 

-¿Te gustaría?- se atrevió a preguntar, con la voz entrecortada-

-!Sí! creo que sería divertido. Podría traer mi bicicleta también, quiero decir cuando logre recuperar mis cosas-

 

Zoro le dirigió una mirada de curiosidad, la cual no pasó desapercibida para el rubio.

 

-Es decir si o si tendrás que acompañarme, es una orden después de todo- indicó y desvió la mirada como siempre solía hacer cuando se daba cuenta de lo diferente que se estaba comportando-

-Creo que es una orden a la cual no podría negarme- le respondió y entonces le cedió la botella-

 

La sonrisa que se escapó de los labios del rubio fue suficiente para hacerle dar cuenta de lo que estaba sucediendo. Por más que intentara fingir, su verdadera esencia terminaba escapándose prácticamente por cada poro de su cuerpo, siendo imposible seguir engañándolo.

Zoro ya estaba seguro, acababa de convencerse de que, no el fondo sino más bien en la superficie, Sanji era una buena persona atrapada en un mundo frívolo y banal. Y lo más extraño de todo… lo más raro era que esa persona cada día le encantaba más.

 

-!Ya terminaste de beber! continuemos- exclamó emocionado al tiempo que se acomodaba-

-Como digas… con el compromiso de que tú prepares la cena-

-!¿Qué?! tú no me das órdenes-

-Está bien, está bien-

-Pero ¿Qué te parece si cenamos gazpacho?-

-Suena delicioso- respondió Zoro al tiempo que comenzaba a pedalear más rápido, dejando atrás la carretera y junto a ella un agónico atardecer-




Notas finales:

¿Qué les pareció? 

Lamento si hubo algún error en la redacción. Realmente me temblaban las manos por actualizar pronto y quizás pasé un detalle por alto. Lo cierto es que morí de amor y hasta mi propio corazón se aceleró en la parte final del cap. 

!Dios es que parece que hasta yo misma me estoy enamorando de Sanji! XD

Besos hemos@s :* 

Nos leemos a la próxima :) 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).