Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pink Cocktail por LovingTales

[Reviews - 234]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola mis queridas!

Les traigo el capítulo 6 el cual he dividido en dos partes para no cansar los ojos de ninguna xD, no quiero que queden ciegas leyéndo esto.

Nuevamente agradezco comentarios y les cuento que les subiré las dos partes seguidas, así no tienen que esperar tanto.

Un beso y espero lo disfruten 

Bye!

Primera Parte:


Una vez firmados los papeles Nami y Doffy tomaban un café para calmar los ánimos. Ambos permanecían en silencio hasta que la pelinaranja exclamó:


-un 11% sin descuento… ese Sanji a veces vive en las nubes... pero bueno lo importante es que zanjamos este asunto-


-Así es, prefiero perder un poco de mis ganancias que perderlo a él… pienso que si Sanji se fuera nos iríamos a la quiebra. No puedo arriesgarme-


-Tranquilo señor, no digas esas cosas horribles. Le prometo que trabajaré mucho para acomodar las finanzas sin perjudicar a nadie… espero no tener que hacer recortes de ningún tipo-


-Muchas gracias Nami, no sé qué haría sin ti-


-Por nada mi señor… lo que debo hacer ahora es hablar con Zoro, más vale que no lo tome a mal o de verdad terminaré golpeándolo-


-Bueno Zoro en realidad no tiene opción, tendrá que hacerlo de todas maneras si quiere conservar su empleo aquí-


-Perfecto, eso me ahorrará muchos malos ratos… yo me haré cargo de su contrato, luego lo traeré para que usted  firme-


-Bien Nami… entonces ve donde Zoro-


-De inmediato- respondió la chica entusiasmada-


Se dirigió a la sala de los supermodelos encontrándose esta vez sólo a Zoro y Luffy.


-¿y los demás?- exclamó al entrar-


-Se han ido con Robin para las fotografías de prueba-


-Ahh ya veo… Zoro tenemos que hablar. ¿Recuerdas que yo soy la manager de este grupillo?-


-No, pero ¿qué tiene eso?-


-Pues verás, debido a tu inexperiencia en el tema del modelaje hemos decidido darte una orientación para que vayas adquiriendo conocimientos en esto… pero como sabrás no podría  ser gratis-


Zoro parecía confundido, no obstante se limitó a seguir escuchando antes de preguntar cualquier cosa.


-¿Cómo puedes pagarnos esta ayuda?, es muy sencillo- sonrió Nami- ¡con trabajo!, deberás trabajar como asistente de nuestro modelo más exitoso y él a cambio te enseñará lo más básico del mundo de la moda-


Luffy rio y dio una palmada de ánimo en la espalda de su amigo.


-¡Bien Zoro! Te dije que servías para esto-


-oi Luffy no entiendo muy bien, entonces ¿no me pagarán con berries?-


-No chico tranquilo, no es eso. Te pagaremos tu salario correspondiente como trabajador contratado, sin embargo esta ayuda es aparte y la debes pagar trabajando como asistente- respondió Nami-


-Ya veo… entonces está bien. ¿Qué debo hacer?-


-El trabajo de asistente consiste más que nada en ayudar al modelo en lo que necesite, por ejemplo si quiere ir de compras, si quiere relajarse, si necesita asesoría con su imagen, etc. Cualquier cosa que él necesite-


-Ahhh comprendo y me parece justo… ¿quién será mi jefe?- preguntó Zoro intrigado- ¿es alguno de los chicos que conocí hoy?-


-Ehh sí sí, lo conociste hoy. Es nuestro modelo más exitoso: ¡Sanji Vinsmoke!-


-¿Sanji Vinsmoke?... no recuerdo haber conocido a nadie con ese nombre- Zoro trataba de hacer memoria-¿Cómo es?-


-Es alto, uhmm rubio, tiene los ojos celestes…-


-Ahh ¿aquel tipo de las cartas?-


-No, él es Bassil-


-Entonces no sé quién será-


-¡Es rubio, alto, ojos azules… Ahhh y tiene las cejas rizadas!-


-Cejas rizadas…. ¿No será acaso el cejillas?- preguntó Zoro exaltado-


-¿cejillas? Jajaja quizás sí, no conozco a nadie más que podría tener ese apodo- rio Nami animadamente-


-Pero aquel tipo es realmente insoportable… no quisiera trabajar junto a él. Creo que paso- añadió Zoro dando por finalizado el tema-


-Creo que no me entendiste Zoro… ahora trabajas para nosotros, así que debes seguir nuestras órdenes y créeme que esto es parte del trabajo-


-Hasta donde yo recuerdo nunca firmé un contrato para ser asistente de nadie… oi Luffy dile algo a esta mujer, tú me dijiste que sólo serían fotografías-


-Uhmm es cierto, pero había olvidado que te harían un contrato… aunque por una parte ¡eso es bueno! Tendrás un salario mensual asegurado… creo que deberías tomarlo-


-Creo que no me has entendido Luffy, yo no quiero ser el mandado de aquel tipo de cejas raras… ese sujeto está demente-


-jajajaja!, pero Zoro sólo será por un tiempo hasta que hayas aprendido- dijo Luffy-


-Así es!- intervino la pelinaranja- hasta que aprendas a posar y modelar bien… créeme que no es muy complicado y Sanji es nuestro mejor modelo….-


-Pero ya les dije que no quiero… si es con otra persona estaría bien, pero ese Sanji no me agrada en lo absoluto… creo que lo mejor es que renuncie, de todas maneras no necesitan a un tipo como yo que apenas sabe posar en una foto- exclamó Zoro al tiempo que se levantaba y dirigía a la puerta-


-¡No no no espera Zoro!, olvidé decirte que te pagaremos extra por la asistencia-


-No me interesa…adiós, dejaré la ropa en la sala de antes…-


Nami miró con desesperación  a Luffy quien nuevamente se lanzó a reír y exclamó:


-Espera Zoro, no hemos hablado de nuestro trato-


El peliverde se volteó


-Nunca me dijiste de que se trataba-


-Bueno pero ahora te lo diré… si te quedas aquí trabajando en la agencia de Mingo te llevaré a la academia de Kendo para que entrenes ahí… con todos los gastos pagados-


-¿qué dices Luffy… hablas enserio?- preguntó sorprendido por aquella tentadora oferta-


-Claro… ya te lo dije-


Aquel muchacho de cabellos verdes pareció reflexionarlo durante unos momentos, no obstante contestó:


-No, no puedo aceptar Luffy… pienso que si ya no pude entrar una vez veo muy difícil una segunda oportunidad-


-Vamos Zoro, no seas negativo… además yo sé que tú serías el mejor- el pelinegro sonrió-


-No Luffy, tú no puedes decir eso… apenas me conoces hace un día, prácticamente no sabes nada de mi-


-Eso no me importa, porque sé que eres un buen tipo… y lo que más odio en el mundo es que se arruinen los sueños de mis amigos- Luffy tenía una expresión seria que el peliverde no había visto hasta ese momento-


Zoro pareció sorprenderse y volviendo a sentarse en el sillón dijo:


-Bien Luffy, si tú dices que somos amigos entonces debes prometerme algo…-


-Lo que sea-


-Dejaremos todo en el momento en que me sienta incómodo o ya no quiera seguir…-


-¡Hecho!, no te obligaremos a hacer nada que no quieras- respondió Luffy a la vez que extendía su mano para sellar aquel trato-


-Es…espera un poco Luffy, entonces ¿Zoro aceptará el trabajo de asistente?-preguntó Nami expectante-


Luffy dirigió una mirada a su amigo esperando una respuesta.


-Está bien… lo aceptaré, aun así créeme que no estoy contento con esto-


-Ya comenzarás a sentirte como en casa- la pelinaranja le dirigió una sonrisa mientras sacaba unos papeles para que el nuevo asistente firmara-


Luego de haber rellenado un montón de formularios y firmado otros tantos Zoro estaba oficialmente contratado como modelo y asistente de la agencia Donquixote. Al finalizar el papeleo Nami entregó una copia para el peliverde mientras que la otra debía entregarla a Perona para que la archivara. Habiendo dejado todo en orden.


Caminó hacia la oficina de Doffy encontrándose con la pelirosa imprimiendo un montón de contratos y cláusulas que debían ser firmadas por Doffy y por todos quienes trabajarían directamente en la campaña.


-Vaya amiga veo que estás hasta el cuello- exclamó Nami-


-Ni que lo digas… necesito un café o un chocolate-


-Ánimo querida… piensa que estas semanas pasarán volando… además puedo venir a ayudarte cuando esté desocupada-


-Gracias Nami no sé qué haría sin ti- sonrió Perona- ¡ah tengo un mensaje para ti! Antes de que lo olvide… Robin me llamó pidiendo que te avisara que el pelirrojo de Redhawk quiere hablar contigo, así que porfavor trates de devolverle el llamado lo más pronto posible-


-¿Shanks?... me pregunto de que querrá hablar conmigo. ¿Puedes marcar el número?, prefiero resolver el tema rápidamente-


La pelirosa tomó el teléfono de su escritorio y marcando el número dado por Nico Robin se dispuso a llamar.


-Buenos días señor Shanks, le habla Perona de la agencia Donquixote… lo transferiré con la señorita Nami-


-Buenos días señor Shanks-


-Buenos días… ¿es usted la señorita Nami verdad?- preguntó la voz del otro lado-


-Así es, soy yo. ¿Hay algo en que pueda ayudarle?- Nami quiso ir directo al grano-


-Bueno en primer lugar quisiera disculparme por el mal rato que de seguro le hizo pasar mi hijo…es algo común en él ser impulsivo, así que ruego porfavor nos perdone-


-Lo cierto es que fue un momento muy complicado pero logramos recuperarnos y Luffy nos ha ayudado bastante, así que puede estar tranquilo-


-Qué alivio… y en segundo lugar tengo una propuesta que hacerle, es más bien una especie de regalo que quiero hacerle por los malos ratos que mi pequeño causó en algunos de ustedes-


La pelinaranja sorprendida miró a su amiga quien le respondió con curiosidad.


-Permítame decirle que no es necesario, agradezco su amabilidad y buena voluntad para con nosotros, pero créame que la sola presencia de su hijo aquí es como un regalo- añadió Nami con formalidad aunque a decir verdad moría de curiosidad por saber que se traía entre manos aquel sujeto-


-Imagino que están bien con él y respeto su opinión, aun así esta vez insistiré y le pido que antes escuche lo que quiero decirle-


-Muy bien… lo escucho-


Nami permaneció alrededor de 10 minutos hablando con aquel hombre, más bien escuchándolo mientras Perona juntaba formularios y los separaba en distintas carpetas mirando con curiosidad de vez en cuando a su compañera.


Luego de finalizar la llamada la manager de los supermodelos parecía más que entusiasmada.


-Nami estoy intrigada, ¿qué quería aquel sujeto tan extraño?-


-¡no creerás lo que quería!, en primer lugar se disculpó por lo de Luffy, ya sabes lo ocurrido en el casting. Y para compensarnos por aquella situación nos hará un regalo-


-¿un regalo?... ¿a la agencia?-


-¡Así es! Y no creerás de qué se trata-


-La verdad es que no puedo imaginarme nada-


-¡Haremos la campaña de Injection Shot, aquella franquicia alternativa, con la participación de nada menos que REPEL!-


-¡¿Repel?, ¿La banda de rock?! ¿Es enserio?- preguntó Perona estupefacta-


-Sí… no sabes lo mucho que ganaremos con eso… y lo mejor de todo es que el pelirrojo no pedirá ningún porcentaje, sólo debemos correr con los gastos de la banda y su paga por la campaña… esto es lo mejor que nos ha pasado hasta ahora, debo contarle a Doffy-


Nami se dirigió a la oficina del rubio donde le contó todo lo ocurrido. Doffy pareció bastante contento y animado por el regalo del pelirrojo así que dejo previsto llamar para agradecerle personalmente por su generosidad. Mientras él firmaba documentos la pelinaranja permanecía a su lado elaborando el horario de trabajo de asistente para Zoro y el de profesor para Sanji, de esta manera habría equilibrio en ambos y ella podría saber si cumplían o no su parte del trato.


Por otra parte los supermodelos se encontraban trabajando con Robin en la sección de vestuario, probando las tallas y marcas que cada uno de ellos se supone modelaría.


-Bien chicos, les entregaré un sobre dentro del cual están todas las marcas para las cuales trabajarán- señaló Robin extendiendo a cada uno un sobre de papel- No obstante hay dos marcas que nos han pedido a todos ustedes juntos… Athlete y la nuestra S.A.D- la pelinegra sonrió-


-Entonces supongo que podrá haber canjes…- exclamó Cavendish quien al parecer odiaba tener que gastar dinero en comprarse ropa-


-¡Deja eso rubia!, entiende que no se hacen canjes- le replicó Ace quien parecía feliz con la información-


-Con la mierda que nos pagará Robin, valía la pena preguntar- susurró muy despacio Cavendish a Ace provocando una risita en el pecoso-


-Entonces señorita Robin ¿hoy comenzaremos con S.A.D?- preguntó Bassil a la vez que bebía un zumo de zanahoria-


-Así es cariño, será la primera marca por ser la nuestra… Caesar y yo trabajamos mucho así que espero les gusten los diseños-


-¿Y qué hay del chico del nuevo?- inquirió Cavendish-


-Zoro ya viene en camino… así que mientras vamos-


Todo el grupo escoltado por un séquito de maquilladores y estilistas se dirigieron al subterráneo de la empresa, allí había enormes salas con focos y telones donde solían realizarse las fotografías de la campaña que no eran al aire libre. Sanji se encontraba caminando adelante, junto a Robin, dejando a sus compañeros atrás, no obstante era una actitud común en él por lo que a nadie parecía importarle. Al llegar los cinco supermodelos se percataron que su nuevo compañero ya estaba allí. El rubio dio un respingo al verlo y quiso nuevamente armar un escándalo, no obstante la mirada calculadora de Robin lo calmó.


Al parecer a todos menos Sanji parecía haberles agradado el peliverde, ya que le ayudaban dándole indicaciones y sugerencias de cómo posar.


La marca S.A.D correspondía a la línea de ropa que Donquixote vendía en el mercado. A decir verdad era bastante popular y no tan costosa como otras, por lo que las fotografías para promocionar los nuevos diseños solían ser criticadas en todos los programas y revistas de farándula. La tendencia masculina que venía para este verano era bohemian chic destacando los estampados coloridos en telas ligeras para lograr un look relajado y despreocupado. Primero debían ser fotografiados uno a uno luciendo tres conjuntos diferentes y luego venía la fotografía grupal, la cual a decir verdad tomaba bastante tiempo realizar. Generalmente los chicos eran ubicados en lugares estratégicos con el objetivo de obtener composiciones visualmente ordenadas y llamativas, jugando por ejemplo con el color del cabello, los estampados, accesorios, etc. La mayoría del tiempo en las fotografías grupales Cavendish solía ir en medio y esta vez no fue la excepción. Caesar lo peinó de tal forma que cualquiera dudaría si se trataba de un hombre o una mujer, llevaba un flequillo que le cubría casi la mitad de los ojos, los cuales  habían sido delineados de un café oscuro junto con una sombra nacarada que destacaba sus ojos claros; vestía unos jeans celestes muy holgados y rotos que habían sido doblados hasta la rodilla, en su parte superior lucía una chaqueta sin mangas color tierra con flecos la cual llevaba abierta dejando al descubierto su pálida piel mientras que muchos collares llamativos caían en su pecho.


La idea que Doffy había tenido para aquellas fotografías había sido utilizar el androginismo de Cavendish para atraer al público masculino al estilo que Robin había propuesto. Por esta razón todos los demás vestían camisas holgadas de distintos colores  y pantalones con estampados no tan vistosos junto con accesorios como tobilleras simples, sombreros de ala corta y collares con cuarzos y otras gemas en estilos toscos y artesanales.


Al lado derecho de Cavendish posaba Sanji, quien llevaba su cabello alborotado y cubierto con un pañuelo rojo que caía sobre su hombro, su infaltable cigarro en los labios a la vez que su brazo izquierdo cubría las caderas del otro rubio, como atrayéndole seductoramente hacia sí. Al  lado izquierdo Law lucía su torso desnudo dejando al descubierto los muchos tatuajes que cubrían su cuerpo. Al igual que Cavendish muchos collares llamativos caían de su cuello y unos pantalones bombachas de seda con estampado en burdeo e hilo dorado. Parecía susurrarle algo muy cerca de su oído de forma seductora al igual que Sanji.


El resto de los chicos se encontraba en distintas poses y llevaban algún accesorio muy llamativo para evitar que el centro de atención de la fotografía quedara solo en el medio.


Transcurrió la tarde bastante rápido con el ajetreo de las fotos y cuando la sesión hubo terminado para felicidad de todos, Nami junto con Zoro se acercaron a Sanji quien fumaba sentado en la escalera de salida al patio, sin haber notado que se aproximaban a él.


-Bien Sanji… déjame presentarte a Zoro, tu nuevo asistente-


El rubio dio media vuelta y mirándolo de pies a cabeza exclamó:


-No creas que esto me pone de buen humor marimo….- se puso de pie y exhaló el humo de su cigarro justo en frente del rostro del peliverde quien se cubrió la nariz-


-Y Zoro… te presento a Sanji… tu maestro- añadió Nami un tanto molesta por la actitud que ya comenzaba a presentar el rubio-


El peliverde dirigió una mirada indiferente a la vez que Nami sacaba de su cartera dos papeles con el horario de trabajo de cada uno, prosiguiendo a explicarles.


-Bien chicos necesito que pongan atención en esto… deben cumplir con este horario, ambos, de lo contrario me veré en la necesidad de reprenderlos. Zoro tu trabajo como asistente de Sanji será de lunes a viernes desde las 09:00 hasta las 16:00, por motivo de la campaña este horario no podrá cumplirse al pie de la letra durante estas semanas, sin embargo al finalizarla quedará así… ¿alguna duda?-


-No- respondió Zoro observando aquel papel que le coartaba completamente su libertad-


-Y Sanji… tu horario para enseñarle a Zoro será de jueves a domingo desde las 17:00 hasta las 20:00 horas, espero lo cumplas- señaló la manager con una mirada severa siendo ignorada completamente por el rubio-


De pronto una voz interrumpió su conversación.


-¡Hey Zoro! Quería felicitarte… apenas llegaste hoy y tus fotografías lucen increíbles- Se trataba de Cavendish-


-Eh, esto muchas gracias- respondió Zoro con timidez-


-Me pregunto si quisieras salir por unos tragos ahora… iremos junto con los chicos… ah Sanji tú también puedes venir si quieres-


-¿Ir con ustedes? JA! Debes estar bromeando… ahora me voy, tengo una cita. Nos vemos idiotas…. Nami hasta mañana- exclamó el rubio a la vez que tomaba su bolso y salía en dirección a los estacionamientos-


-No lo soporto….- susurró Cavendish- bueno ¿qué dices Zoro?-


-La verdad me encantaría y te agradezco la invitación… sin embargo no he dormido nada desde anoche y no quisiera llegar tarde mañana-


-Comprendo… entonces Nami ¿nos acompañas junto con tu amiga lolita?-


-¡Claro!, iré por ella… nos vemos Zoro- Nami corrió devolviéndose al edificio-


-Bueno Zoro entonces que tengas buenas noches y descanses- Cavendish le guiñó un ojo y entró al edificio mientras él quedaba ahí parado sin siquiera saber dónde estaba la salida de aquel enorme edificio-


De pronto le pareció escuchar aquella insoportable voz.


-¡OYEEEE CABEZA DE ALGA! ¿QUÉ ESTÁS ESPERANDO?... MUEVE TU TRASERO HASTA ACÁ-


Se trataba del cejas rizadas quien le gritaba desde el final de la escalera hacia abajo, donde él se encontraba. (N/A: recuerden que estaban en un subterráneo xD).


Sin saber muy bien si ir o no, optó por subir así de todas maneras podría encontrar la salida.


-¿Qué ocurre cejillas?- preguntó al llegar arriba-


-Ocurre que no estás cumpliendo tu parte del trabajo… si mal te recuerdo hoy es viernes así que debes llevarme a casa, estoy cansado y no quiero manejar-


-¡¿Pero qué mierda dices?!, en este horario dice claramente que trabajo de lunes a viernes desde las 09:00 a las 16:00 y son las 22:30… creo que tú eres el que no está cumpliendo-


-No me jodas marimo, yo soy el que manda aquí, tú solo eres un asistente simplón que debe aprender de mí, así que por hoy tendrás tu jornada en este horario y me llevarás a casa- Sanji dio media vuelta y caminó en dirección a su auto-


Sin saber muy bien qué hacer y temiendo la furia de la manager, Zoro le siguió hasta su lujoso auto. El rubio buscó las llaves en su bolso extendiéndolas a su compañero quien miraba con preocupación cómo el otro se subía en el asiento del copiloto.


-¿Qué esperas? ¡SUBE DE UNA VEZ!, tengo hambre y mi cita se retrasará-


-No me des ordenes… además no puedo llevarte a casa-


-¿Qué mierda dices?, rápido sube y llévame a casa… si te intimida mi coche deberás acostumbrarte-


-No es eso…- decía Zoro aún parado fuera de la puerta del chofer y hablando por la ventana hacia dentro-


-¿entonces qué es?-


-No sé conducir….- se limitó a responder el peliverde-


-… Debes estar bromeando ¿no?-


-No, no es broma-


El rubio irritado apretó los puños con fuerza.


-Esa Nami… como mierda me da un asistente que no sabe conducir… tendrás que aprender, mañana mismo. Parte de tu trabajo será llevarme donde quiera ir, así que más vale que obtengas rápido esa licencia-


-Oye oye, espera un segundo… según este horario no trabajo los fines de semana- interrumpió Zoro cabreado-


-¿Y tú crees que dejaremos pasar todas las horas pérdidas de esta semana?-


-¿Qué idiotices dices?, si apenas entré a trabajar aquí hoy-


-Escucha Zoro aquí el que decide cómo se hacen las cosas  soy yo, no quiero escuchar ningún reclamo-


El peliverde parecía más que cabreado.


-Está bien cejillas… lo que tú digas. Aun así no puedo llevarte a tu casa hoy…-


De pronto se oyó una voz familiar.


-¡oi! ¡Zoro!- Se trataba de Luffy quien agitaba su mano en señal de saludo-


Rápidamente vieron como el moreno corría hasta donde ellos e imprevistamente abría la puerta trasera del coche de Sanji entrando y acomodándose.


-¿QUÉ DIABLOS CREES QUE HACES?- exclamó Sanji irritado- ¿Por qué mierda te subes a mi auto?-


-¡Es que no quiero caminar al hotel! Me duelen los pies y tengo hambre….- contestó Luffy-


-Oi Luffy, vamos caminando… seguro este cejillas va en otra dirección-


-No quieroooo… vamos cejillas no te cuesta nada llevarme al hotel- dijo Luffy haciendo un puchero-


-¿CÓMO ME HAS LLAMADO?-


-Vamos Luffy… quizás podamos tomar un autobús-


-NO, detente. Tú debes llevarme a casa…- interrumpió el rubio-


-Serás idiota… acabo de decirte que no sé conducir-


-Yo conduzco- señaló Luffy-


Ambos lo miraron con sorpresa. ¿Luffy conduciendo?, sonaba bastante peligroso sin embargo Sanji permanecía con la idea de no querer manejar su coche.


-Está bien… cualquier rasguño a mi auto corre por cuenta de Redhawk- añadió Sanji mientras encendía un cigarro-


-¡Bien!-


Habiendo cambiado de asientos, Luffy se ubicó como chofer mientras que Zoro se sentó atrás, observando todo lo que hacía su amigo al encender el vehículo. Para sorpresa de Zoro y Sanji, el pelinegro lo hacía bastante bien y con precaución. El rubio iba señalando la dirección hacia su departamento ya que Luffy no entendía el GPS del auto. Alrededor de 20 minutos después llegaron a una zona residencial bastante bonita, entraron a un pasaje donde al final se ubicaba un lujoso edificio rojo rodeado por un hermoso jardín con árboles y muchas flores. Habiendo entrado y aparcado el coche en su lugar los tres se bajaron del auto.


-Bueno aquí vivo yo, no olvides la dirección cabeza de alga porque será costumbre traerme…-


El peliverde lo miró indiferente y dio la vuelta para salir de aquel lugar


-Oye Sanji ¿hay algún autobús que pase por aquí?- preguntó Luffy-


-No lo sé… nunca he andado en autobús, pregúntale a los conserjes. Adiós- respondió el rubio mientras se dirigía al ascensor.


-¡Adiós Sanji! Nos vemos- se despidió animadamente Luffy siendo ignorado completamente-


Ambos amigos se dirigieron a la salida de aquel edificio y preguntando al conserje por la parada del autobús se enteraron que estaba a nada más que veinte minutos caminando.


El hombre amablemente se ofreció a llamarles un taxi, ayuda que en esos momentos aceptaron gustosos ya que ninguno tenía energía para caminar al otro lado de la ciudad. El taxi demoraba aproximadamente veinte minutos hasta el hotel de Luffy y treinta hasta los suburbios donde Zoro vivía. El coche se detuvo fuera de Red Line y Zoro estrechó la mano de Luffy en señal de despedida, no obstante el pelinegro hizo caso omiso.


-Luffy llegamos, ¿este es tu hotel no?-


-Sí lo es, pero me quedaré contigo esta noche-


-¿Qué?, ¿y cuando me has preguntado?- inquirió Zoro irritado-


-Pues ahora te estoy avisando… viejo continúe, me bajo con el peliverde- señaló Luffy al chofer quien aceleró- tengo mucha hambreee… vayamos por unas hamburguesas-


Zoro lo miraba cabreado. No tenía nada contra aquel chico sin embargo estaba exhausto y el mocoso no hacía más que hablar y hablar, ah y comer. Seguro arrasaría con sus provisiones en una sola noche… no obstante ya no importaba, de todas maneras le estaba tremendamente agradecido, podría volver a dormir durante las noches como un ciudadano más con un trabajo normal.


Se detuvieron en un local de comida rápida en la entrada de los suburbios. Luffy pagó el taxi, que por cierto le salió bastante caro dada la distancia recorrida, y se dispusieron a entrar a aquel sucucho. A ninguno pareció importarle el hedor a grasa y la mugre impregnada en las paredes y piso, se conformaron con unas hamburguesas enormes y una gaseosa y caminaron en dirección a la casa del peliverde.


Muchas pandillas merodeaban a esas horas de la noche las calles, sin embargo todos aquellos chicos conocían a Zoro por lo que se limitaban a saludarle con gesto amistoso. Avanzaron por entre pasajes llenos de basura y borrachos peleando hasta llegar al deplorable edificio en el cual vivía Zoro.


Al entrar Luffy se percató que se trataba de una habitación pequeña con piso de madera, algunos muebles viejos dispersos aquí y allá, una cocina diminuta y un brasero. En el otro extremo se veía una puerta que seguro daba a un baño y al lado izquierdo una enorme ventana bajo la cual se hallaba una cama.


Sin pensárselo dos veces el pelinegro se abalanzó sobre el viejo colchón dejando caer su cuerpo entre aquellas sábanas gastadas.


-¡Ehh al fin! Creo que necesitaba esto- exclamó Luffy mientras se acomodaba en la cama-


-¿quieres algo de beber o comer?- preguntó el peliverde haciendo las veces de anfitrión-


-Comería una hamburguesa…-


-¡Pero si acabas de comer una!-cuestionó Zoro a la vez que se dirigía a su despensa para ver qué podía darle a aquel mocoso tan glotón- Luffy ¿quieres arroz?- preguntó, sin embargo no obtuvo respuesta- ¡oi Luffy!-


Caminó hasta la cama y se detuvo al percatarse que su amigo pelinegro ya se había dormido. Suspiró y se dirigió a un viejo sofá en el cual pasaría la noche.


-Bueno no hay de otra- se dijo a sí mismo-


Lo cierto era que estaba agotado. Había sido un día agitado y lleno de sorpresas y cosas extrañas, nunca se hubiera imaginado que su vida cambiaría tan radicalmente de la noche a la mañana y menos a causa de un mocoso. No obstante una parte de sí se encontraba feliz al saber que iría a la academia de Kendo. Sonrió y volteándose no tardó en dormirse.


Mientras tanto en el bar Dressrosa el panorama era muy distinto. Los cuatro supermodelos se encontraban bebiendo en una mesa junto con otros chicos más de la agencia, Nami y Perona. Llevaban 4 rondas de tragos y todos parecían estar pasándola bien, excepto Law quien apenas había bebido una cerveza y miraba constantemente su móvil. Esperaba que a esas horas Doffy lo llamara para recogerlo e ir a casa, pero ya era pasada la medianoche y el rubio no daba señales.


Se levantó con la excusa de ir al tocador, a nadie pareció importarle ya que  todos estaban pasados de copas. Al entrar se miró en el espejo, lucía horrible y una expresión de agotamiento cubría su rostro. Abrió el lavabo y se mojó la cara, refrescándose. Hacía bastante calor dentro de aquel bar y en lo único que pensaba era en largarse, quería ir a casa con Doffy y dormir abrazados aunque al otro día tuvieran que despertarse temprano.


Dejó al lado su orgullo y marcó el número de su amante.


-Doffy… hola, pensé que me recogerías…-


-Law, ¿dónde estás?-


Su voz de oía tensa, seguro el rubio se encontraba cansado.


-En Dressrosa… ¿puedes venir a recogerme?-


-Ehhh, espera Law… la verdad estoy muy cansado pero enviaré a alguien. Espera afuera-


El moreno se sorprendió con aquella respuesta. Doffy nunca se había negado a hacer nada por él, era la primera vez. Sospechó que algo no andaba bien no obstante no quiso joderlo en ese momento y prefirió hablar cuando llegara a casa.


-Está bien, gracias-


Habiendo colgado volvió en busca de su bolso y haciendo un gesto rápido de despedida se escabulló entre la multitud que abarrotaba el bar a esas horas.


Aunque era verano, una brisa fría le invadió y dándose calor con los brazos se dispuso a esperar. No tardó mucho en aparecer un coche, uno de los tantos de Doffy, conducido por la jefa de personal de la mansión del rubio, conocida por todos como Baby5.


-Buenas noches Law, luces horrible- saludó aquella mujer-


-Hola… la verdad me veo y siento horrible. Vamos a casa porfavor-


-Como digas moreno-


Acelerando se dirigió a una avenida la cual llevaba directo a la mansión. A Law siempre le había llamado la atención que una mujer como ella trabajara en la casa y no en la agencia. Lo cierto es que Baby5 parecía modelo dado su escultural cuerpo y altura. Además tenía un rostro muy bonito, con bellas facciones y ojos almendrados.


Había llegado a la agencia, específicamente a un casting realizado por Robin para buscar un nuevo rostro femenino siendo escogida y fotografiada. No obstante se la pasaba en la cocina sirviendo café para todos y llevándole durante todo el día golosinas a Doffy, quien al principio agradecido las aceptaba, sin embargo después comenzó a notar que la joven no hacía más que limpiar y ordenar y servir a todos los empleados de la agencia. Optó por llevarla a su mansión, dejándola al mando de sus trabajadores y gracias a esta decisión todo siempre estaba en orden.


Al llegar Law dio las gracias a Baby5 y subiendo las escaleras corrió a toda prisa hacia el dormitorio de Doffy. Estaba dispuesto a encararlo y preguntarle que le ocurría, no obstante todo su enojó se esfumó al entrar y ver la habitación a oscuras y a su amante profundamente dormido.


Se sintió egoísta y malcriado al haber querido gritarle, por lo que rápidamente se cepilló los dientes y desvistiéndose entró en la cama, acurrucándose junto a su amado rubio. El calor que irradiaba Doffy lo envolvió por lo que se apegó aún más a él, dirigió una mirada a su rostro, lucía tan hermoso cuando dormía. Al moreno le gustaba apoyar su cabeza en el pecho del rubio con el propósito de dormirse escuchando los latidos de su corazón. De pronto fue rodeado por los brazos de su amado, quien lo apretó con fuerza contra sí, causando en Law una sonrisa.


-Te quiero Doffy…- le susurró a la vez que besaba sus labios entreabiertos, dejando caer su cuerpo sobre el del mayor y durmiéndose en unos segundos.


 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).