Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pink Cocktail por LovingTales

[Reviews - 234]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

!Hola mis amadas!

Aquí estoy hoy, un hermoso día de verano, acualizando este fic, !Al capi 7! que espero disfruten mucho. 

Si encuentran alguna falta de ortografía y/o c4r4ct3r c4mbiad0 xD perdón!, en mi ambición por actualizar rápido a veces se me pasan los detalles.

Mil besos y abrazos para ustedes, nos leemos muy pronto :)

Bye bye :D

En el capítulo anterior...

-Pero si acabamos de venir en esa dirección…. No me digas que olvidaste el camino…- exclamó Sanji con preocupación-

-Claro que no… ven es por acá-

-¡POR ALLÁ SALIMOS HACE UN RATO!... ¿acaso eres idiota?-

-Qué dices cejillas, además tú tampoco pusiste atención al camino-

-Yo estaba tomando fotos… por eso se supone que eres mi asistente. Primero arruinas mis fotos y luego olvidas el camino-

-No he olvidado el camino… es por acá-

-¡ACABAMOS DE LLEGAR DESDE ALLÁ! ERES UN IDIOTA-

-¿o es por acá?-

- No tiene caso… estamos perdidos… perdidos- dijo el rubio cayendo sobre sus rodillas-

 

----------------------------------------------------------------

Capítulo 7

 

Ambos se quedaron inmóviles durante unos minutos. Sanji se lamentaba llevando sus manos a la frente en un gesto dramático de preocupación.

-¿No te parece que exageras cejillas?-

-¡Claro que no idiota!, gracias a tu ineptitud nos hemos perdido… lo peor de todo es que está anocheciendo- exclamó Sanji distinguiendo apenas el cabello verde de Zoro-

Dada la espesura de aquel bosque las sombras los rodeaban cada vez más hasta prácticamente hacerles difícil el avanzar.

-Creo que de todas maneras es mejor que nos movamos a alguna parte… quizás retomemos el sendero-

-Tú eres el menos indicado para decir eso…. Creo que será mi responsabilidad sacarnos de aquí-  replicó Sanji y poniéndose de pie se dispuso a caminar-

Avanzaron por entre los arboles a paso lento, dada la penumbra reinante, y de vez en cuando deteniéndose para tomar aire. Sanji se le ocurrió tomar su móvil para llamar al campamento y avisar que se habían perdido, era humillante sí pero mucho mejor que pasar la noche a la intemperie y con ese asistente cabeza de alga. No obstante casi cae de espaldas al percatarse que no tenía ni una sola barrita de señal, por ende su servicio de internet se encontraba fuera de cobertura.

-Maldita sea- exclamó al percatarse de esto- tampoco mi móvil tiene señal… oye revisa el tuyo, quizás si tienes otra compañía funcione-

-No tengo móvil- contestó cortante Zoro-

-¡¿Pero qué mierda dices?!, ¿En qué época vives marimo que no tienes móvil?... bueno supongo que nada podría ser peor- suspiró el rubio- mi único consuelo es que ya deben estar preocupados por nosotros y vendrán a buscarnos-

-Apenas ha pasado una hora… dudo mucho que hayan comenzado a buscarnos -

-¡cállate! Ya no quiero escucharte más… por tú culpa estamos así-

Continuaron buscando el camino por entre los árboles, no obstante mientras más avanzaban más parecía que se perdían. El rubio iba ahora adelante y Zoro le seguía cargando aquella molesta mochila con su equipo de fotografía. Transcurridos unos cuantos minutos llegaron a un punto en el que prácticamente no veían nada. Sanji sacó su móvil para ver qué hora era.

-Las 21:08…. Aun debiera estar un poco más claro fuera de este bosque… Marimo nos devolveremos- señaló dando media vuelta-

-¿Qué? ¿Hacia dónde?-

-Buscaremos una salida a este bosque y nos guiaremos por la luz que entre… aun afuera debiera estar por anochecer-

-No creo que sea buena idea-

-La única mala idea fue haberte pedido que me acompañaras-

-¡Tú me obligaste!-

-Es tú trabajo obedecerme después de todo… y si no te gusta puedes quedarte aquí, en esta montaña- sonrió con malicia el rubio mientras pasaba a su lado devolviéndose por donde habían venido y golpeando su hombro-

-Creo que sería mucho mejor que trabajar junto a ti cejillas-

-¡¿QUÉ HAS DICHO?!-

-Quiero decir que eres una mierda de jefe- respondió cortante el peliverde mientras lo adelantaba-

-¿Cómo te atreves? Tú eres un aparecido en esto y ya crees que puedes hacer lo que te plazca… ¡delincuente!… ¡criminal!-

-Al menos no soy un tipo tan desagradable e irritante como tú-

Sanji furioso lo miró y se lanzó a él dándole un empujón.

-Cállate cabeza de alga tú no sabes nada de mí… eres un asistente inútil, ¡maldigo la hora en que acepté este trato!-

Zoro apoyado en un árbol lo miraba cabreado. Pensó que este tipo era loco pero ya había comprobado que estaba demente. Fue él esta vez quien le empujó pero con mucha más fuerza, causando que el rubio cayera apoyado en su trasero.

-¡¿QUÉ CLASE DE ASISTENTE ERES?!-

-Creo que el mejor que has tenido- sonrió burlón Zoro-

-Se acabó, ya me harté de ti… No seguiré caminando contigo así que puedes ir por donde te plazca… aunque desearía que te quedaras en este bosque para siempre. Por mi parte me largo, devuélveme mi mochila-

-Como desees- el peliverde la lanzó a propósito causando una mueca de disgusto en su compañero-

-Bueno Zoro nos vemos en el infierno- exclamó y caminó en la dirección por la cual habían venido dejando atrás a su asistente quien le miraba indiferente-

Por su parte el peliverde quedó inmóvil durante unos minutos sin saber muy qué hacer. ¿Debía seguirlo?, ¿o le dejaba que se marchara libremente? La última opción era la más tentadora sin embargo si algo le llegaba a pasar a aquel insoportable rubio toda la culpa caería en él, hasta quizás lo incriminaran por homicidio. Un escalofrío recorrió su espalda, miró a su alrededor y cayó en la cuenta que ya había anochecido por completo. Si mal recordaba esa noche habría luna llena por lo que era cuestión de un rato que se iluminara un poco más el bosque, así que decidió esperar. No sería tan idiota como ese cejillas avanzando a tientas por entre los árboles. Se sentó sobre un viejo tronco caído e hizo un esfuerzo por escuchar alguna voz o grito proveniente del campamento, después de todo ¿qué tan lejos podrían estar? Si apenas habían andado una hora por aquel maldito sendero.

Permaneció quieto y atento pero no lograba escuchar nada aparte del constante canto de los grillos y uno que otro pájaro. Al pasar un buen rato sus ojos ya se habían acostumbrado a aquella oscuridad por lo que optó por avanzar reptando hasta encontrar la salida de aquel lugar, después de todo no podía arriesgarse a caer o se vería en graves aprietos.

Había recorrido ya una buena distancia puesto que estaba cansado y sudando. Se detuvo y dejándose caer sobre las hojas secas dio un respiro. Miró al cielo del bosque y notó que como había previsto la luna pronto se encontraría sobre él iluminando el camino.

-Bien creo que es momento de seguir- se dijo Zoro a la vez que reanudaba su camino-

De pronto le pareció escuchar algo a lo lejos. Se detuvo y puso atención, no obstante no logró oir nada. Continuó reptando unos metros más hasta que nuevamente aquel sonido lo distrajo, y esta vez pudo distinguir que se trataba de gritos.

-Me preguntó si se trata de una damisela en peligro- se dijo sarcásticamente-

Lo cierto era que no quería volver y averiguar de qué se trataba porque estaba seguro que el cejillas se había metido en un aprieto, deseaba que se quedara ahí gritando toda la noche, no obstante cabía la posibilidad de que estuviera herido o hasta fracturado y si ese era el caso debía ir rápidamente en su ayuda. Aun dudando si volver o no puso más atención a la dirección desde donde venían los gritos.

-Suena como si estuviera abajo- pensó Zoro a la vez que se ponía de pie y con la luz de la luna a su favor observaba el panorama que lo rodeaba- Uhmmm al parecer allá hay una pendiente, probablemente ese cejillas se le ocurrió bajar-

El peliverde descendió con cuidado por aquella parte del bosque escuchando aquellos desesperantes alaridos cada vez más cerca. Aunque ya estaba comprobado su pésimo sentido de la orientación aquel sonido no venía de tan lejos por lo que podía guiarse un poco más fácil.

Al llegar a un plano los gritos se hicieron más claros:

-¡AUXILIO! ¡AYUDAAAA!-

Zoro miró en todas direcciones tratando de dilucidar la dirección de aquellos, ya insoportables, gritos. Unos metros más delante de él se percató que había una especie de quebrada por lo que supuso que el idiota de Sanji estaba atrapado ahí. Asomándose con cuidado y un tanto nervioso escudriñó la penumbra con sus ojos, buscando distinguir al rubio, no obstante los gritos continuaron y no precisamente de ese lugar. Un tanto aliviado por haberse evitado bajar por aquella ladera regresó al punto al cual había llegado.

Nuevamente los gritos se dejaron escuchar y esta vez Zoro logró dar con el paradero de su jefe. Caminó unos 60 metros hacia delante y se dio cuenta que había una bajada a modo de pendiente.

-¡AUXILIO!- gritaba Sanji quien se encontraba boca abajo y con su cuerpo totalmente extendido-

Zoro asomó su cabeza viendo al rubio tirado unos metros más abajo probablemente había tropezado y llegado hasta allá.

-¿Cómo vas cejillas?- preguntó con intención de asustar al rubio, quien evidentemente casi da un salto al escucharlo-

-¿PRETENDES MATARME DE UN ATAQUE MARIMO ESTÚPIDO?- exclamó agitado y levantando su cabeza en dirección hacia donde se encontraba Zoro-

-Oh no es mi intención, de hecho he venido a rescatar a la damisela en peligro que pensé estaba por acá- dijo en tono de burla-

-Imbécil….-

-Bueno nos vemos, creo que seguiré buscando- dijo mientras volvía con clara intención de cabrear al rubio-

-¿ACASO VAS A DEJARME TIRADO ACÁ MARIMO ESTÚPIDO?- gritó pero no obtuvo respuesta- ¡BAJA AHORA MISMO! Es una orden asistente de mierda….-

Sanji continuaba gritando y ordenando al peliverde que volviera, no obstante no obtuvo respuesta alguna durante varios minutos que le fueron eternos.

-Creo que me fracturé el pie…Marimo porfavor ¿puedes ayudarme?- se resignó a decir, no obstante inmediatamente vio a Zoro asomarse-

-¿Me has llamado?-

-¡VAMOS IDIOTA! Ya te lo he pedido, ayúdame-

-No te escuché muy bien- sonrió burlón-

-¡DEJA ESTO, DEBES BAJAR AHORA MISMO!!!-

-En ese caso creo que me largo-

-No no no- interrumpió el rubio- está bien… tú ganas por esta vez… porfavor ayúdame, me fracturé el pie y no puedo moverme-

-¿Ehhh? Eso está mucho mejor- exclamó Zoro mientras descendía con cuidado y llegaba junto al rubio quien efectivamente no podía moverse-

-Vaya suerte la mía…-

-¿Cómo caíste?-

-¿Es necesario decirlo?- preguntó el rubio irritado y con un leve sonrojo en sus mejillas-

-Absolutamente necesario cejillas… de lo contrario cómo saber si realmente eres un idiota o no-

-¡DEJA DE HUMILLARME!... no olvides tu lugar aquí… puede que esté herido pero sigo siendo tu jefe-

-Sí, por supuesto cejillas… déjame revisarte-

Zoro se agachó y comenzó a examinar el pie que según Sanji estaba fracturado, lentamente lo movió para comprobar si el rubio daba muchos signos de dolor, no obstante la reacción no fue la que esperaba el peliverde.

-Creo que sólo es un esguince- explicó Zoro- si te hubieras fracturado estarías retorciéndote de dolor-

-Aun así no puedo caminar….-

-Sí, probablemente sea por que acabas de lesionarte y tu pie está resentido… ah y tus pantalones rotos-

-¿Qué has dicho?- preguntó el rubio asustado-

-Que tu pie está resentida…-

-¡Eso lo sé! ¿Qué has dicho de los pantalones?-

-Ahhh están rotos… observa con cuidado-

Sanji levantó su torso y miró su pierna percatándose que los pantalones estaban rajados desde el talón hasta la rodilla.

-¡Mierda!- exclamó golpeando el suelo con los puños-

-Vamos no puedes hacer tanto escándalo por unos malditos pantalones-

-Tú no sabes nada… estos son los pantalones de Athlete Alpine… no me los saqué y ahora tendré que pagarlos… este día va de mal en peor-

-Luego piensa en los pantalones, ahora tenemos que salir de aquí… tendré que cargarte-

-¡Espera! ¿Qué hay de mi mochila?-

-¿aún tienes esa maldita mochila? Pensé que con la caída se había perdido-

-Está por allá- dijo el rubio indicando un árbol metros más abajo- ve a buscarla-

Zoro hizo un gesto de disgusto y fue a buscar aquella mochila dejándola al lado de su dueño.

-Bien entonces pondré la mochila en tu espalda y te cargaré hasta arriba- exclamó Zoro-

-¿Estás loco? Ya te dije que estoy herido y quieres que lleve ese peso en mi espalda… me matarás-

-¿Qué?-

-Cárgala tú y llévame en tu espalda-

-¿y cómo puedo hacer ambas cosas y además subir?-

-Carga la mochila en tu torso… ¡usa tu cabeza marimo y piensa como sacarnos de aquí!-

Zoro cabreado hizo como le indicó el rubio y una vez puso la mochila en su pecho procedió a agacharse para que Sanji subiera en su espalda.

-Voy a levantarme-

-Sí, ya estoy listo- exclamó Sanji sujetándose con fuerza al cuello de Zoro-

-Vas… v…estás ahorcándome cejillas….-

-¿Ah? Jajaja- rio-

Zoro tomó las manos del rubio y las puso cerca de sus pectorales.

-Ahí sí, ni se te ocurra volver a afirmarte de mí cuello-

-¡Deja de darme órdenes!- exclamó cabreado-

Cuando ya se hubieron posicionado para comenzar a subir aquella pendiente Zoro comenzó afirmándose del árbol más cercano que alcanzó. Era bastante complicado con todo el peso que cargaba con él, por lo que estaba haciendo mucha fuerza. Sanji se sorprendió al sentir la trabajada  y musculosa espalda de su asistente bajo él, así como aquellos marcados pectorales que antes no había notado. Afirmándose con fuerza y temiendo volver a caer, dejó caer su cabeza en el cuello del peliverde y cerrando los ojos para no mirar hacia abajo.

-¡Uff! Quien diría que pesaras tanto-

-¿Me estás diciendo gordo?- preguntó irritado Sanji-

-No… es sólo que me tardaré mucho en subir. ¿Podrás aguantar tu miedo?-

-¡QUÉ DICES MARIMO! Yo, yo no tengo miedo-

-¿Entonces por qué escondes tu cabeza en mi cuello y cierras los ojos?-

El rubio nervioso respondió:

-Es cansancio… y dolor, aun me duele mucho el pie-

-Sí claro, lo que tú digas….-

Zoro continuó subiendo y descansando de vez en cuando hasta que al fin lograron llegar arriba.

-¡Que cansancio!- exclamó Sanji al dejarse caer sobre las hojas secas-

-¿tú de qué podrías estar cansado? Yo fui el que subí-

-Marimo idiota… es un cansancio psicológico, el estrés de no saber si lo lograrías-

El peliverde le dirigió una mirada fría.

-Bueno creo que ahora debemos continuar… ¡ah la luna está llena! Eso hará más fácil que regresemos… creo que ahora si deben estar preocupados con nosotros-

-¿Qué hora es?-

-23:34… ya casi medianoche-

-Quizás se han ido sin nosotros-

-¿Estás demente? Eso es imposible, mañana también hay sesión y no pueden hacerla sin mí-

-Lo que tú digas, nos vemos….- dijo Zoro al tiempo que caminaba-

-¿DÓNDE DEMONIOS VAS?, ¿acaso piensas dejarme botado en medio de este lugar?-

-Fuiste tú quien dijo que podía ir donde quisiera-

-Eso fue antes de mi accidente ¿pretendes que me arrastre de vuelta al campamento?-

-Tendrías que hacerlo si estuvieras solo-

-Si estuviera solo nada de esto estaría pasando, mi madre solía decir: Hazte responsable de tus actos o vete a la mierda-

-Creo que me voy a la mierda… nos vemos cejillas-

-¡VUELVE AQUÍ! Marimo insoportable… tendrás que cargarme. No te gustaría que te acusaran de asesinarme-

Zoro se detuvo en seco y regresó donde el rubio tomándole fuertemente del cuello.

-creo que el único insoportable aquí eres tú… cejillas-

-Si tanto te lo parezco entonces tendrás que acostumbrarte… es tu trabajo después de todo- sonrió con un gesto burlesco-

Apretando los puños con rabia Zoro se agachó dejando subir en su espalda al rubio quien nuevamente le apretó el cuello con fuerza.

-Esta vez es a propósito por amenazarme-

Transcurrieron unas cuantas horas caminando a través del bosque hasta que Zoro decidió tomar un descanso. Con brusquedad soltó a Sanji y se tendió en el suelo para dormir.

-¿Qué crees que haces?- preguntó el rubio-

-Dormir, en un rato me despiertas y seguimos caminando…- bostezó y extendió sus brazos para luego acomodarlos tras su cuello- buenas noches-

-¿ehh? ¿Estás loco? No podemos dormir aquí, hay animales salvajes e insectos… mejor seguimos caminando-

Zoro abrió un ojo y exclamó:

-¿Acaso tienes miedo cejillas?-

-Por supuesto que no ¡y deja de llamarme así!...-

-Entonces no te molestará hacer guardia un rato, buenas noches- Zoro dio la espalda al rubio y se durmió, o al menos eso trató de hacer-

Sanji nervioso comenzó a mirar a su alrededor, no era que tuviera miedo, para nada, más bien era preocupación… sí eso era. En aquella montaña enorme de seguro habían muchos animales, quizás osos o alguna que otra alimaña escondida por ahí y con hábitos nocturnos. Trató de no pensar más en eso y quiso cerrar sus ojos para descansar por unos minutos, hasta que sintió como la añorada somnolencia se apoderaba de él.

Llevaba dormido un buen rato cuando de pronto le pareció escuchar voces cerca de ellos, extrañas voces o más bien sonidos que parecían aproximarse cada vez más. Despertó con dificultad y viendo que su compañero aun dormía puso atención. Por unos segundos no le pareció escuchar nada y llegó a pensar que todo había sido un mal sueño, no obstante de pronto oyó claramente como unas malezas, metros delante de él, comenzaban a moverse. Sin saber muy bien qué hacer atisbó con esfuerzo para lograr distinguir algo, no obstante cuando tuvo la intención una nube cubrió la luna y todo se volvió bastante oscuro. Sin pensarlo dos veces comenzó a zarandear a Zoro quien no despertaba, puso más empeño en esto último logrando que el peliverde abriera los ojos confundido.

-¿Qué ocurre cejillas?-

-Shhh he escuchado un ruido cerca de aquí… puede que sea un animal- susurró-

-¿Y qué hay con eso?... es una montaña obviamente estará repleta de animales- exclamó volviendo a su posición inicial y dándole la espalda al rubio-

-Ehhh pero es que…-

-Buenas noches…-

Sanji miró nervioso a su alrededor y nuevamente aquel sonido acompañado esta vez por un gruñido.

-Marimo… despierta… creo que hay algo grande delante de nosotros….- exclamó sin obtener respuesta de Zoro-

Cabreado se armó de valor y tragando saliva se arrastró, con su pie aun doliendo, cerca del matorral asomándose lentamente por entre las hojas. Casi sufre un ataque al corazón al ver que al otro lado se encontraba un enorme, más bien gigante jabalí que comía dándole la espalda.

Retrocedió lentamente hasta volver al lado del peliverde a quien comenzó a zarandear con fuerza pero en silencio.

-Despierta idiota ¡hay un jabalí gigante delante nuestro!.... ¡despierta!- susurraba-

-No me jodas… déjame dormir- exclamó entre sueños-

-Habla más despacio o podrá oírnos-

-¿De qué demonios hablas cejillas?...- despertó molesto Zoro- ¿dices que hay un jabalí?, de seguro estas inventando-

-Por supuesto que no, lo he visto está allá, detrás de aquellos matorrales…- señaló en aquella dirección-

-Harás que te golpee… deja de parlotear y vigila-

-¿Tú golpearme a mí? ¿Quién rayos te crees?... y ya te dije que bajes la voz o nos atacará el jabalí. Vamos levántate y marchémonos-

-Deja de joder con el puto jabalí, no seas cobarde-

-No me levantes la voz marimo de mierda, ya te dije que el jabalí está allá-

De pronto Zoro cabreado se puso de pie y caminó en dirección hacia donde le había indicado el rubio.

-¿QUÉ HACEEEES IDIOTA?- trató de susurrarle fuerte mientras veía a Zoro caminar despreocupadamente hacia aquel lugar-

-Voy a comprobar que eres un mentiroso y exagerado-

-Regresa ¡te verá!- Sanji parecía realmente nervioso y miraba a su alrededor con desesperación mientras Zoro se abría paso por entre los matorrales-

-Ya te dije que eran inventos tuyos… aquí no hay nada- exclamó volteándose a ver al rubio quien no cabía en su sorpresa-

-Pero… pero si yo… yo lo vi-

-Además de insoportable eres mentiroso… ya me está hartando las pelotas este maldito trabajo de asistente-

-Ma…ma….ma-

-¿Qué ocurre cejillas?-

-Ma…ma…marimo… el… el ja..jaba…jabalí- trató de decir Sanji mientras apuntaba con su dedo al lado de Zoro-

-Acabas de ver que no hay ningún jabalí por acá… ¿seguirás con eso?-

-¡EL JABALI ESTÁ DETRÁS TUYO!-

-¿Eh?- dijo Zoro confuso a la vez que se volteaba y se encontraba frente a frente con aquel enorme, más bien gigantesco animal-

Un escalofrío recorrió su espalda y trató de mantener la calma para no provocar a la bestia. Lentamente trató de retroceder mientras el jabalí seguía atentamente sus movimientos y gruñía cada cierto tiempo. Cuando creyó que podría salir airoso de aquella peligrosa situación, un  grito de espanto terminó por arruinarlo todo.

-¡AHHHH! UNA ARAÑA GIGANTE EN MI PIERNA!- vociferó Sanji mientras lanzaba al arácnido en un movimiento rápido-

Esto provocó la ira del animal quien sin dudarlo se abalanzó con la intención de atacar a Zoro. El peliverde rápidamente corrió y arrastrando a Sanji se dispuso a subir a un árbol.

-Rápido cejillas súbete a mi espalda-

-Espera mi mochila está abajo-

-¿Estás demente o qué?, ¿no ves que el jabalí nos atacará?, rápido súbete-

-NO! No sabes cuantos berries me ha costado aquella cámara… ve a buscarlo-

-Que te jodan- exclamó a la vez que cargaba al rubio sobre su hombro quedando la cabeza de éste en su espalda-

-¡Bájame! Te ordené que fueras por la mochila-

-Me importa una mierda tu puta mochila-

En esos momentos el jabalí dio una fuerte estocada contra el tronco del árbol, que por suerte Zoro ya había escalado rápidamente.

-Eso estuvo cerca…- dijo Zoro acomodándose en una de las gruesas ramas de aquel milenario árbol-

-¿qué hay de mi cámara?-

-¿No puedes simplemente comprar otra?, ¿no se supone que eres tan millonario?-

-Sí lo soy pero no quiero perder todas las fotos que he tomado-

-Bueno eso es otro tema… no creo que el jabalí le haga nada a tu cámara-

Ambos miraron hacia abajo y vieron como el animal se alejaba, no sin antes pisotear por completo la mochila del rubio quien se cubrió los ojos con un gesto de dolor.

-Creo que me han lanzado una maldición…- exclamó y dejó caer su espalda en el tronco del árbol-

 

Horas antes en el campamento, todos se encontraban compartiendo aquella deliciosa cena que se había dispuesto. Pasteles, frutas, pan, queso, mucha variedad de jugos y sándwich era lo que comían los trabajadores, agradecidos dada la jornada tan ardua que habían tenido ese día.

Cuando hubo terminado la cena todo el personal se dispuso a guardar las carpas, armarios, desarmar focos, etc., dejando los buses cargados en tan solo una hora. Aquellos vehículos eran los primeros en salir así que Nami los despachó conforme y deseándoles buen viaje.

-¡Bien! Todo listo… sólo quedamos nosotros. ¿Ya se han reunido todos?- preguntó la pelinaranja a Nico Robin-

- Voy a comprobarlo, acabo de completar las listas de los que ya han salido-

-Perfecto iré a avisarle a los chicos- exclamó Nami caminando en dirección a la van en la cual regresarían a la agencia- ¿ya están todos?-

-Nami, hola… aun no llega Law, y falta Sanji y el chico nuevo- dijo Cavendish-

-¿Cómo?, ¿dónde están?-

-No lo sabemos, acabo de darme una vuelta por los baños, subí al mirador y no me pareció ver a ninguno de ellos- exclamó Bassil con una mirada indiferente-

-Cavendish tú estabas sentado junto con Law ¿no viste dónde fue?-

-Así es Nami, la última vez que lo vi me dijo que iría a cambiarse pantalones y no regresó. Pensé que estaría en la van-

La pelinaranja miró a su alrededor. No le parecía verlos por ninguna parte así que optó por mantener la calma.

-Quizás fueron a hacer fotografías, esperémoslos un rato, ya deben estar por regresar- sonrió- mientras súbanse, está empezando a hacer frío-

Las pocas personas que quedaban aparte de ellos salieron en otro bus, dejando la van de los super modelos sola en el estacionamiento de la entrada al parque.

Transcurrieron alrededor de 45 minutos cuando Nami finalmente rompió el silencio.

-Me pregunto dónde pudieron haberse metido… ya está oscuro-

Los supermodelos, Robin, Caesar y Nami se encontraban dentro de la van.

-Creo que deberíamos llamar a Doffy- Caesar sacó su móvil dispuesto a llamar al jefe para avisarle de la situación cuando fue interrumpido por la pelinaranja-

-Por ningún motivo… yo estoy a cargo de esta salida, así que soy yo quien debe asumir la responsabilidad-

-Pero Doffy podría enviar un equipo de búsqueda- replicó el estilista mientras forcejeaba junto con Nami por recuperar su celular-

-Detente… ya te dije que nadie puede molestar a Doffy…-

-Entonces haz algo y llama al ejército o alguna brigada de rescate-

-¡Caesar! Qué cosas tan horribles dices… los chicos no están perdidos-

-Nami, creo que es tiempo de admitir que probablemente si se hayan perdido… Reverse Mountain es gigante y aunque los senderos están señalizados, siempre hay quienes se pierden- señaló Robin con seriedad-

-No digan eso chicos…. Hacen que quiera llorar… ¿qué pasa si les ocurrió algo?- la manager se cubrió el rostro con sus manos- no quiero ni imaginarlo-

- Tranquila Nami, yo iré a buscarlos- intervino Ace dispuesto a bajar-

-¿Qué dices Ace?, no puedo dejarte ir a ti también… ¿qué hay si te pierdes?-

-Conozco este parque como la palma de mi mano, suelo venir a entrenar todos los fines de semana desde que tengo 10 años- sonrió el pecoso-

-Aun así no puedo dejarte ir… está oscuro….-

-Nami creo que debemos confiar en Ace- interrumpió Robin- después de todo el ya ganó el Reverse Mountain Bike que se celebra todos los años… debemos creer en lo que dice-

-Robin… está bien Ace, pero déjame acompañarte-

-La verdad es que preferiría ir solo, así podría avanzar más rápido-

-Si tú lo dices…. ¿te esperamos hasta el amanecer?-

-Sí, si no regreso a las 07:00 llamen a la brigada de rescate-

-Está bien…. Ten cuidado porfavor… ah y lleva esta linterna-

-Gracias… nos vemos chicos-

El pecoso bajó de la van y se disponía a caminar cuando Nami le gritó:

-¡Espera!- bajó corriendo en dirección a Ace- ten, lleva esta mochila con provisiones y mantas en caso de emergencia-

-¿Hay papel higiénico?-

-Creo que sí… ¿Para quién?-

-Para Sanji- exclamó riendo al tiempo que se alejaba e internaba en aquel oscuro sendero-

Nami miró con preocupación cómo la luz de aquella linterna se alejaba cada vez más. Una mano se apoyó en su hombro.

-Tranquila Nami, creo que Ace sabe lo hace- trató de animarle Caesar-

Volvieron a la van tratando de tranquilizarse. Cavendish y Bassil se miraban ansiosos hasta que ambos sucumbieron al cansancio y terminaron por dormirse, al igual que Caesar.

-Ace es muy valiente- susurró Nami tratando de no despertar a nadie-

-Sí que lo es, después de todo lo lleva en su sangre…-

-Vaya que sí- contestó Nami dando un bostezo-

Mientras tanto Ace se encontraba en el mirador en el cual horas antes Sanji y Zoro habían estado sacando fotografías, más bien dicho solo Sanji. Lo más probable era que ambos habían seguido aquel sendero y en algún punto del camino se internaron en el bosque, les cayó la noche encima y no supieron regresar. Por otra parte el pecoso dudaba mucho que Law estuviera con ellos, posiblemente el moreno se había alejado solo y en una dirección contraria a los otros dos.

Se detuvo a pensar durante unos segundos. Para él que conocía a Law, estaba más que claro que el moreno se fue por su cuenta seguro en un arrebato de rabia o tristeza. Sabía que cuando algo le pasaba no le gustaba hablar con nadie y prefería la soledad, y qué mejor sitio para estar solo que aquella enorme montaña. Decidió que lo más fácil sería ir primero a por Law y luego por Sanji y Zoro.

La única pista que tenía del moreno era lo que Cavendish dijo.

-Veamos… Cavendish dijo que en la cena Trafalgar estaba sentado a su lado, y que la última vez que le vio fue cuando le dijo que iría a cambiarse los pantalones porque estaba incómodo… eso quiere decir que fue a la carpa donde tenían los armarios- pensaba el pecoso tratando de hacer un mapa mental- los armarios estaban ubicados cerca del sendero hacia el mirador sur, en el cual estoy parado. No obstante Law en una situación así, nunca seguiría un sendero para no encontrarse con nadie… está abajo… en el valle- se dijo a sí mismo devolviéndose hasta encontrar un lugar apto para bajar-

Ace conocía muy bien a Law por lo que supuso que el moreno se encontraría mirando aquella hermosa luna llena con nostalgia. La luz de la luna inundaba aquel valle que se divisaba un tanto más lejos, reinando en todo el panorama un bosque negro con tintes azulados.

-Law… ya voy por ti- pensó Ace mientras descendía por una pendiente rodeado de tenebrosos y espesos arboles-

Su descenso no fue nada de fácil, estuvo a punto de tropezar en varias ocasiones y todo producto de su idea de apagar la linterna para no arruinar el momento cuando se encontrara con Trafalgar bañado en luz de luna.

-Cielos Law, no pensé que arriesgaría mi vida en venir a buscarte a una montaña en plena noche- rio para sí mismo tras haber llegado a la entrada de aquel hermoso valle-

Abandonó la espesura del bosque para subir una pequeña colina, la hierba estaba alta y suave y muchas florecillas crecían dispersas. No pudo evitar acariciar con sus manos el pasto e impregnarse con su olor, se sentía afortunado por aquella hermosa vista nocturna observando el cielo y las montañas que lo rodeaban.

De pronto le pareció distinguir a lo lejos una figura, apresurando el paso confirmó su suposición y rápidamente corrió en aquella dirección. Se trataba de un bulto oscuro tendido en la hierba. Una vez estuvo cerca se movió sigilosamente comprobando que se trataba de Trafalgar. Al parecer se encontraba dormido puesto que no pareció alarmarse.

Se acercó con suavidad hasta que estuvo al lado del moreno y cerca de su oído susurró:

-Sabía que estarías aquí… he venido a buscarte-

Law pareció reconocer aquella voz en sueños puesto que no mostró signo alguno de miedo al ser despertado en mitad de un valle habiendo estado solo. Se frotó los ojos y distinguió la figura del pecoso.

-¿Ace?... ¿qué haces aquí?, ¿Cómo me encontraste?-

-Vine a buscarte, están todos preocupados… ten un poco de agua- exclamó a la vez que sacaba de su mochila una botella-

El moreno bebió ávidamente y se puso de pie.

-¿Cómo me encontraste?-

-Sólo hice suposiciones y bueno está demás decir que te conozco mucho-

-Ya veo… no quisiera marcharme-

-¿Qué dices Law?... ¿estabas llorando?- Ace notó que los ojos del pelinegro se encontraban rojos e hinchados-

-No, sólo un idiota lloraría por algo así…-

-¿llorar por qué?, vamos Law cuéntame qué diablos te ocurrió que terminaste aquí-

El moreno lo observó durante unos segundos, dudando si debía hablar o no hasta que cedió a la insistencia del pecoso y le relató todo lo que escuchó sobre Doffy y la llegada de su esposo. Una expresión de tristeza se apoderó del rostro de Ace, quien lo escuchaba atentamente.

-Ya veo, así que de eso venía todo-

-Era bastante obvio… pero fui un idiota y me hice ilusiones. Él solo quiso llevarme a su cama y tener a alguien con quien dormir, nada más-

-Ese bastardo… agradece que no puedes embarazarte… si llevarás un hijo de él yo te juro que lo mataría-

-Ace, muchas gracias por venir a buscarme-Law le dirigió una sonrisa que pareció iluminar su rostro-

-Sabes que a pesar de todo lo que haya pasado entre nosotros, siempre estaré para tenderte una mano-

-Lo sé… sabes, a veces realmente me arrepiento de todo y quisiera volver a empezar-

-Vamos Trafalgar, no digas eso. Debes vivir sin arrepentirte de nada… lo que pasó antes fue hermoso mientras duró y haberte vuelto a ver lo fue también-

-¿Cómo fue que terminamos así?-

-No lo sé exactamente, pero de que te amé más que a nadie, pues así lo fue…-

-Sí, yo también. ¿Recuerdas cuando lo hicimos la primera vez?-

-jajaja no podría olvidarlo, es de los mejores recuerdos que guardo… estaba temblando y muerto de miedo-

-¡y no olvides decir sonrojado!-

-Es cierto, no podría negarlo… a  veces extraño aquellos días-

Law miró al pecoso, parecía perdido en sus recuerdos mientras miraba la luna con nostalgia. Una fuerte presión invadió su pecho y no pudo hacer más que abalanzarse sobre su compañero y abrazarlo con fuerza, rompiendo a llorar.

-Perdóname Ace… perdóname por haberte roto el corazón- exclamó-

-Ya te perdoné hace mucho tiempo Law… y estoy feliz de estar aquí contigo ahora- el pecoso comenzó a acariciar el cabello de su antiguo amante- Puedes llorar conmigo, no estás solo-

-Ace…-

Law continuaba derramando lágrimas. Se sentía horrible aun después de haber pasado unas cuantas horas llorando solo. Además a este hecho se le sumaba la presencia de Ace, quien muchos años atrás había sido su primer novio (menor que él), al cual engañó con un profesor de teatro rompiéndole el corazón. Ahora estaba pagando todo lo que había hecho antes, sufriendo lo mismo que le hizo sentir a Ace cuando rompieron. La diferencia era que el pecoso sufrió solo y en silencio y él ahora estaba a su lado, apoyándolo y dándole ánimos. Realmente no merecía siquiera su compasión.

Así pasaron varios minutos, sin que ninguno de los dos dijera palabra, solo mirándose a los ojos y acariciándose de vez en cuando.

La temperatura había comenzado a bajar y Ace notó como el cuerpo de Law daba pequeños temblores producto del frío que comenzaba a sentirse.

-Bien Law, tenemos que solucionar tu problema-

-¿Cómo podría hacerlo?-

-Olvidando… creo que olvidar es el mejor remedio, aunque es algo lento y doloroso pero a la larga será lo mejor-

-¿Olvidar a Doffy?, podría ser capaz… aunque no lo sé, aún lo amo-

-¿Le dijiste alguna vez que lo amabas?-

-No… nunca me atreví, supongo que siempre temí este desenlace-

-Es entendible, aun así creo que lo mejor que puedes hacer, y aunque te cueste, es salir con la frente en alto de esta situación y fingir que entre tú y él nunca pasó nada… ya sabes de alguna manera harás que se sienta culpable-

-Tienes razón… debo ignorarlo y hacerme el desentendido-

-Así es Law… bien vamos, debo ir a dejarte a la van-

-¿qué? ¿y tú vas a quedarte aquí?- preguntó confundido el moreno disponiéndose a caminar-

-jajaja no, no, es solo que no eres el único que está perdido-

-¿A qué te refieres?-

-Sanji y Zoro, el chico nuevo, también están perdidos. Al parecer fueron a sacar fotografías y hasta hace un rato no regresaban-

-Ya veo… ¿le avisaron a Doffy?-

-¡Vamos Law! Acabamos de decir que lo olvides y preguntas por ese vejete, hay muchos más jóvenes  que se matarían con tal de estar junto a ti-

-¿sí?, ¿cómo quiénes?-

-Ehhh como Sanji… Cavendish… yo por ejemplo-

-¿Tú? Quizás si lo intentaras…-

-No puedo- sonrió el pecoso- ya es tarde para mí, recuerda que estoy comprometido-

-Cierto, ese tal Marco… ¿qué pasa si detengo la boda?-

-Sería la segunda vez que arruinas mi vida- rio Ace- venga, vamos rápido-

-Sí, te acompañaré a buscar a esos dos, me hace bien estar junto a ti-

Ambos sonrieron y se apresuraron a regresar al camino por el cual Ace había llegado.

Al mismo tiempo y un tanto más lejos de ahí…

-La luna está preciosa… desearía poder tomarle una fotografía-

-Si tanto quieres baja a buscar esa puta cámara-

-Ya no tiene caso… está deshecha, rota, inservible-

Sanji se encontraba apoyado en aquel enorme tronco mientras Zoro permanecía extendido a lo largo. Aquel era un árbol realmente enorme puesto que sus ramas eran capaces de soportar una cabaña sobre ellas.

-Quisiera tener una cabaña en este árbol, sería genial observar este paisaje todos los días…-

-¿Hasta qué hora piensas hablar?- le interrumpió Zoro quien trataba de dormir-

-¡hasta que me plazca!... maldito marimo-

Minutos después ambos se encontraban dormidos, no obstante el frío se sentía cada vez más intenso y Sanji había comenzado a temblar. Zoro se despertó súbitamente al sentir que un insecto caminaba por su rostro, irritado se levantó percatándose que el rubio no hacía más que tiritar.

-Después de todo es un debilucho- pensó sacándose su chaqueta y arropando al rubio-

Mientras dormía aquel sujeto no lucía tan desagradable, es más, parecía una persona normal. Zoro se le quedo viendo durante unos segundos, era cierto que el cejillas algo tenía en su rostro que lo hacía lucir diferente a los demás, aunque a ciencia cierta no podía descifrar de qué se trataba. De un momento a otro el rubio abrió aquellos enormes ojos celestes y se encontró frente a frente con Zoro observándole.

-¡AHHHHH! ¿QUÉ CREES QUE HACES IDIOTA?, ¿POR QUÉ ESTÁS TAN CERCA MÍO?- gritó alarmado-

El peliverde pareció sonrojarse y exclamó:

-Solo estaba cubriéndote para que no temblaras de frío-

Sanji cayó en la cuenta que estaba tapado con la chaqueta de Zoro-

-¡Waa!, quítame esto de encima- dijo a la vez que lanzaba la chaqueta al peliverde- apesta a sudor y desodorante barato-

-¿Qué mierda dices?, eres un idiota débil y cobarde… solo te abrigué porque temblabas de frío-

-¿Yo temblar de frío?, qué idioteces dices… mi cuerpo es capaz de soportar muy bajas temperaturas sin sufrir daño alguno- exclamó Sanji orgulloso-

-¿Entonces por qué tienes los labios morados?-

-¿Ehh?, es la luz que los hace ver así… ahora creo que es momento de continuar, no quisiera estar quieto cuando baje la temperatura-

-¿No has dicho que soportas el frío?-

-Ya cállate y bájame-

-Cómo ordenes…-

Zoro se colgó de una rama e indicó al rubio que se apoyara en su espalda y comenzaron a bajar con mucho cuidado. Casi caen de golpe al quebrarse una de las ramas sin embargo los reflejos de Zoro fueron más rápidos y logró sujetarse a tiempo.

Al llegar abajo el peliverde recogió aquella maldita mochila que tantos malos ratos le había hecho pasar.

-¿Para qué recoges esa mierda?, ya está rota…-

-Bueno quizás no del todo-

-No quiero verla… -

-Como prefieras- exclamó cargándola en su torso nuevamente-

A paso lento se internaron por el lado contrario del cual habían venido, esta vez caminando sin rumbo alguno y con el único objetivo de huir del frío.

-Qui… qui…qui… quisiera un café… con… con… le… ch…che- decía Sanji temblando producto del frío-

-Tus dientes castañean… extraña reacción para alguien que supuestamente soporta tanto frío… además se te caen los mocos-

-¡cálla.. callat…cállate!-

-Sí está bien, pero a estas alturas del partido no puedo dejar que cojas un resfrío- exclamó Zoro deteniéndose. Bajó a Sanji y se sacó la chaqueta para luego rodearlo con ella- Así está mejor-

-¿Qué haces?- preguntó el rubio sonrojado-

-Pues evito que te resfríes y de paso evito un escándalo de la jefa-

-Ya te dije que no quiero esta chaqueta, apesta a sudor-

-Si es que estás preocupado por mí, yo no tengo frío- le interrumpió Zoro, causando una mirada de sorpresa en el otro-

-¿Yo?, ¿preocupado?, ¿por qué mierda yo me preocuparía por ti?... vamos apresúrate y continuemos- exclamó Sanji acurrucándose en aquella mullida chaqueta impregnada con el olor de su asistente-

-No lo sé, yo tampoco debiera preocuparme por ti y aun así fui a ayudarte… supongo que será una especie de camaradería-

Sin responder a esto último, Sanji se sintió aliviado. Realmente estaba tiritando de frío y sentía que todo su cuerpo se congelaba, aunque le costara admitirlo gracias a aquel inepto asistente se sentía mucho mejor, quedándose dormido sobre su hombro al poco rato.

Zoro continuó avanzando por el bosque con la luna ya detrás de sí. Su único deseo era que el amanecer llegara pronto pero según sus cálculos no debían ser más de las 03:00 de la madrugada. Súbitamente sintió voces acercarse, poniéndose en alerta agudizó aún más su oído. Efectivamente alguien o algo parecía acercarse rápidamente por entre los árboles, y él se encontraba desarmado y con un idiota dormido en su espalda… que mejor situación. Optó por esconderse tras unos árboles, evitando despertar al rubio y observó entre las sombras.

-Ehhh veo muy difícil que esos dos hayan venido a parar aquí- exclamaba una de las voces-

-Confía en mí, sé que los gritos venían de esta dirección-

Zoro se esforzó en observar mejor y logró distinguir que se trataba de dos hombres jóvenes con una linterna.

-¿Crees que están por aquí?-

-Sí… si no es aquí estarán a unos cuantos metros-

Nuevamente el peliverde hizo un esfuerzo y esta vez logró identificarlos. Se trataba de conocidos… ¿Ace y Law?, ¿acaso estaba soñando?

-¿qué hacen ustedes acá?- preguntó Zoro mientras salía de entre los arboles-

Ambos jóvenes casi saltan de la impresión, no obstante al ver a Zoro cargando al rubio en su espalda sonrieron.

-Ves Law te dije que estaban aquí…-

Notas finales:

¿Es muy evidente mi amor por Law? XD

Un besito a todas y agradezco a  quienes se toman el tiempo de leer esto. 

Les prometo que la cosa cada vez se pondrá mejor

Besos!

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).