Realmente ocurriría un asesinato en su departamento, Kyungsoo se encargaría en dejar sin testículos a Sehun y luego iría por Luhan a arrancarle cada uno de sus cabellos.
¡Maldita sea! Estaban viéndose de nuevo.
No tenía derecho a reclamar y lo sabía ya que su relación estaba siendo producto de la ruptura de los mencionados anteriormente, pero de verdad era celoso y no permitiría que se vieran. Ni siquiera por ese jodido perro que tanto su actual novio como su ex había rescatado meses antes de separarse. No sentía remordimiento alguno por “ocasionar” la separación de ambos, Sehun ya le había asegurado que la relación con el chino los últimos dos años había sido mas por costumbre que por amor.
Y una mierda, escuchó la puerta siendo abierta y frunció el ceño con más molestia sentado en el pequeño poof de la sala. Sehun llegó sonriente con una bolsa en sus manos. Lo mataría.
-No vas a creer lo que pasó. –un extraño Sehun con sonrisa felina dejó sus zapatos en la entrada, dio media vuelta pero al ver su malhumorado novio torció el gesto y frunció el ceño. -¿Qué coño te pasa?.
-¿A mi?. –respondió retóricamente levantándose del suave y cómodo mueblecillo. Se acerco a su castaño y ahora extrañado novio en busca de alguna marca, quizás chupón en su precioso cuello o alguna mierda que le indicara infidelidad. –Estabas con Luhan, ¿Por qué mierdas tienen que seguir viéndose?.
Oh, Joder. Sehun realmente odiaba que su pequeño Kyungsoo fuese tan inseguro. En otras circunstancias le habría causado ternura pero en ese momento se sentía realmente feliz y no dejaría que ese pequeño demonio arruinara su felicidad.
-No estaba viendo a Luhan. –le miró con evidente molestia mientras iba despojándose de su ropa luego de dejar la bolsa que traía en la encimera de la cocina, tirándola al suelo aun a sabiendas de que ese detalle le enfurecería, no le importaba de igual modo ya que el verano en Seúl estaba siendo muy fuerte y lo único que quería era darse una ducha- Estaba viendo a Cookie, ya se ha recuperado de su pequeño accidente. El veterinario dijo que pronto estará tan activo como siempre. Eso estaba haciendo, deberías verlo incluso su pelo esta volviendo a tener brillo en cuanto se recupere lo traeré a casa.
-No quiero a ese maldito saco de pulgas en mi departamento. –su voz se escuchaba bastante alterada, no solo debía soportar que ellos se vieran sino que también debía velar por un asqueroso animal con pelos y pulgas. Ni loco. –Estoy molesto contigo Sehun, no quiero que te veas con Luhan y me importa una mierda si te enojas tampoco quiero a tu jodido animal.
Era impresionante la manera en que Kyungsoo podía lastimar a su novio pero cuando estaba enojado no medía sus palabras y si, odiaba jodidamente demasiado a Luhan y aun mas odiaba el hecho de que pudiese hacer feliz a su novio mediante un mugroso perro; No le importaba que este tuviese un accidente mientras Luhan lo paseaba. Quizás hubiese sido mejor que ese auto le sacara las tripas así Sehun estaría desligado totalmente del rubio cara de niña.
Unos minutos después tras un silencio mortal –aunque sabia que su novio había escuchado cada una de sus palabras carentes de tacto- salió del baño totalmente limpio y oloroso, entró a la habitación y luego de algunos minutos salió vestido y con un pequeño bolso en sus manos, ¿Qué iba a hacer? Ese era el bolso que usaba cuando iba a casa de sus padres a pasar el fin de semana.
-¿Sabes algo?.- preguntó en la puerta, justo en el momento que se ponía los zapatos con una expresión neutral y típica que empleaba cuando realmente estaba furioso. –nunca he dejado a Luhan por ti. –y antes de que su alterado novio comenzará a gritarle estupideces continúo- Cuando nos conocimos tu y yo realmente sentí que podríamos estar juntos, mi relación con Luhan estaba siendo simple costumbre y eso hizo que fuese fácil terminar y no sufrir.
La ira de Kyungsoo pareció ceder y su rostro se relajó, tratando de acercarse al menor solo recibió un gruñido que lo hizo quedarse en su lugar.
>Sin embargo. –acotó mientras habría la puerta y sonreía melancólico. –ya no estoy seguro de haber tomado la mejor decisión. –dicho eso simplemente se fue.
Y Kyungsoo se derrumbó como nunca antes, se dio cuenta que estaba siendo injusto, que estaba siendo celoso cuando Sehun claramente lo quería y que estaba perdiéndolo por su egoísmo e irracionalidad. Discutir por un estúpido animal y seguir quejándose por una relación que había terminado hace mas de año y medio no estaban siendo acciones maduras de su parte.
Esa noche lloró solo en su habitación, en mucho tiempo no había llorado y solo en ese momento se dio cuenta que el castaño que había conquistado su corazón con acciones infantiles y detalles pequeños realmente se estaba decepcionando de su persona. Esa noche durmió junto al pequeño cupcake con corazones que Sehun le había traído, arrugando con su mano derecha la notita que venia en este adherida en un palillo de azúcar.
“Te amo Kyungsoo”. Era la primera vez aunque fuese por notitas que Sehun le decía que lo amaba.
Había pasado una semana y aunque Kyungsoo solo quería ahogarse en su departamento debido a la depresión y a la desesperación de que Sehun no contestara las llamadas, tuvo que seguir con su ritmo normal de vida. Debía ir a trabajar y también a estudiar, eso quizás podría no dejarle tiempo para pensar en el castaño alto pero cuando se encontraba en la soledad de su hogar simplemente lloraba y dejaba que la televisión o incluso el internet ahogara sus penas amorosas.
Casi se ahoga con la gran cucharada de cereal que tenia en su boca cuando escuchó la puerta siendo abierta, giró su rostro y se encontró con el rostro cansado de su novio –o tal vez ex novio- el cual se sorprendió al verlo en el mueble con ese enorme tazón de cereal de aritos.
-Que susto me has dado. –comentó cuando ingresó completamente al lugar, ya no hacia tanto calor por lo que su vestimenta era jovial pero no tan sexy como a Kyungsoo le gustaba que Sehun usara. -¿Qué haces aquí?.
-Es mi departamento. –comentó a la defensiva, impresionándose incluso el mismo por el tono que estaba usando. Se aclaró la garganta y le miró lleno de remordimiento- Es decir; nuestro.
-Quiero decir a esta hora. –decidió obviar lo ultimo mencionado por el mayor, era claro que vivía mas allí que en otro sitio pero no discutiría eso en aquel momento- pensé que estarías en clases o algo así.
-Decidí quedarme en casa hoy, no me he sentido bien últimamente..
-¿Estas enfermo?. –su voz salió realmente preocupada e incluso avergonzada. Se acercó al pelinegro y tocó su frente tratando de medir la temperatura. –no tienes fiebre. ¿Te duele algo?.
-El corazón, eso me duele. –y fue en el momento en que rompió en llanto, arrepentido por todas las mierdas que había estado haciendo, arrepentido por ser un mal novio e incluso un mal amigo al no comprender los sentimientos de Sehun para con su mascota. –perdóname Hunnie, yo soy un imbécil y lo se pero no quiero hacerte daño, por favor no regreses con Luhan.. Yo..
-Shh.. Estaba bien, deja de llorar que odio que hagas eso. –limpió con mucho cuidado las gruesas lagrimas que salían de los ojos negros y redondos, acercándose suavemente a dejar un casto y puro beso en sus labios.-Estuve con Jongdae estos días, no respondía a tus llamadas porque necesitaba pensar en nuestra relación. –en ese instante el corazón de Kyungsoo se detuvo y tal vez fue tanto el horror reflejado en su rostro que Sehun sonrió y volvió a besarlo. –Te amo y no voy a dejarte, no voy a dejar de ver a Cookie y tampoco a Luhan porque el realmente es mi amigo.. Si quieres seguir conmigo debes aceptar eso y..
-Si, si, si, si.. –se apresuró a responder, dejando el tazón de cereal a un lado y abalanzándose sobre su novio hasta quedar a horcajadas sobre él. –dejaré de molestar con eso e incluso aceptaré que veas a Luhan pero debo estar cerca y yo.
-Hecho.
-¿Me perdonas Hunnie?.
-Te perdono. –le tomó medio segundo darse cuenta en la posición que estaba con el menor e intentó separarse con el rostro encendido de un vivo color carmesí pero el castaño solo gruñó en desaprobación. –Te he extrañado.. –una serie de besos comenzaron a descender por su blanquecina y fina mandíbula dándose paso hasta el cuello níveo pintado con pequeños lunares oscuros.
-Te deseo, Joder Hunnie, perdóname..
-Ya has dicho eso. Te amo.
-Y yo te amo a ti.
Eso fue todo para que ambos chicos decidieran comerse la boca con pasión, acoplando sus cuerpos entre vaivén y otro. Se extrañaban a morir, jamas habían estado separados durante una semana y eso estaba haciendo estragos en el deseo sexual de ambos.
Y es que el sexo formaba parte fundamental de aquella relación, tanto como las conversaciones y los planes futuros el sexo era simplemente algo que no desaprovechaban porque eran jóvenes y libidinosos. El pudor se había ido en el momento en que Kyungsoo se arrodillo frente a Sehun en la tercera cita para hacerle una mamada en el baño de la escuela a la que asistía su pequeño sobrino de seis años.
Pronto las prendas de vestir fueron desapareciendo de sus cuerpos, quedando esparcidas por todo el lugar. Ya luego se encargaría Sehun de recoger todo. Estaban desesperados el uno por el otro, las manos del menor arrancando sin recato alguna alguna prenda que le impidiera adueñarse del cuerpo de su pelinegro fogoso favorito. “No es solo sexo” fue lo que dijo Sehun aquella vez que le pidió a Kyungsoo salir oficialmente, habían estado follando por al menos cuatro meses antes de estar juntos como pareja y que no era solo sexo pensaba cuando luego del orgasmo Kyungsoo lo mimaba con besos en su clavícula. Eso le encantaba.
Siguiendo con el ambiente cargado de placer ambos se besaron con hambre, se tocaron de manera indecente y gimieron en la boca del otro con cada roce de sus miembros erectos. De un momento al siguiente Kyungsoo estaba sobre sus rodillas con el culo en alto sobre el sofá de tres plazas esperando ser empalado hasta perder el sentido.
-Métemela ya..
Tan sutil Kyungsoo a la hora del sexo, eso solo provocó una fuerte nalgada a culo deseoso haciendo al pelinegro estremecerse hasta la punta de los pies. Sehun no necesito prepararlo por mucho tiempo porque con dos dedos en el interior de su novio ya este se retorcía, pronunciando maldiciones muerto de deseo. Y se dio paso a su cuerpo, le embistió tan fuerte que el bajo no puedo evitar gemir en protesta por la brutalidad del menor, le encantaba pero también le dolía, de igual modo se concentró en recibir de su novio todo lo que no había recibido en una semana. Gimió, jadeó y sollozó cuando al pasar los minutos el chico tras él dio en su próstata y de no ser porque tenia bastante resistencia a la hora de follar probablemente se habría corrido en ese momento. Por su parte Sehun gruñía y mordía de vez en cuando la espalda perlada y sin imperfecciones de su novio fijando su mirada en ese delicioso punto donde su miembro se perdía entre el culo del pequeño chico celoso y perfecto con el que quería compartir muchos años de su vida.
-Uhh.. –el pelinegro tuvo que sostenerse con fuerza del sofá cuando sintió su orgasmo a punto de llegar y cuando Sehun se dio cuenta de ello llevó su diestra a masturbarle logrando así que este se derramara en su mano. Un par de embistes mas y también logró correrse en su interior siendo sumamente difícil debido a que el mayor apretaba sus paredes anales incesantemente por su orgasmo.
Un cuarto de hora después ambos estaban en la ducha, limpiando el resto de orgasmo de sus cuerpos y diciendo una que otra idiotez que terminaba en uno que otro beso incluso en fuertes nalgadas.
-Hunnie, ¿Estas listo?. –su ceja enarcada le confirmó a Kyungsoo que siempre estaría listo. Amaba que luego del sexo le dieran una mamada en la ducha.