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Cornerstone. (Reituki) por Misakiraptor

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Notas del fanfic:

Link de la canción con la que me inspire( Los medio obligo a que la escuchen) :
https://www.youtube.com/watch?v=6qGUbySECtI

¡Hola! Hace mil que no ponía nada, lo siento, estoy muuuuy ocupada con mil cosas y fics sin terminar. Maldita costumbre la mía.

Hoy les traigo este one-shot un tanto... peculiar.

Es muy random a decir verdad, ehjé. Está basado en Cornerstone, una canción de Arctic Monkeys y bueno, quedó súper raro pero me gustó. (?)
Espero que a ustedes también les guste.

Saludos.~

Hace un mes que lo conocí y no puedo olvidarlo.

No puedo olvidar su dulce y varonil voz. No puedo olvidar su hermosa cara y su embriagadora personalidad…

No puedo olvidarte, Takanori.

Quién diría que un viernes aburrido y monótono como siempre podría transformarse en ‘mi algo’ maravilloso y desquiciante.

Había salido de la empresa en la que trabajo; cabe aclarar que ese trabajo no era para mí, era algo que no me hacía feliz y que hacía porque no me quedaba de otra. En fin, era un viernes agotador donde no podía esperar llegar a mi solitaria casa, darle de comer a Oscar y prender la televisión para continuar con la serie que me tenía enganchadisimo; sí, mi vida no sonaba muy emocionante y de hecho no lo era... Hasta que lo vi a él.

Conducía por la carretera tarareando una canción que sonaba en la radio y si bien no me sabía su nombre me conocía algunas estrofas. La canción estaba por terminar cuando lo vi a lo lejos; Tenía el pelo rubio (obviamente teñido)corto y alborotado, usaba un pantalón negro bastante apretado que hacía resaltar sus lindas piernas, una camiseta blanca y una camisa manga larga a cuadros negro y rojo y unas botas negras; un chico totalmente despampanante.

Pare el auto viendo como él sonreía y se acercaba a la ventanilla.

¡Gracias por parar! He estado haciendo dedo como dos horas y nadie ha tenido la amabilidad de llevarme.—Habló con una voz tan sexy que no pude evitar imaginármela gritando mi nombre. Él abrió la puerta y se sentó en el asiento de copiloto.

Akira.—Fue lo único que pude decir torpemente y vi como él inclinaba su rostro ligeramente hacia un lado como un cachorrito que no entendía lo que su amo le decía.—Que… Mi nombre es Akira.—Dije carraspeando y mirándolo de reojo mientras conducía, pude ver una sonrisa apareciendo en sus labios de una manera tan bonita que me sentí afortunado de poder presenciar ese momento.

Lindo nombre… El mío es Takanori, y nuevamente, gracias por llevarme.

De nada. Uhm, podría preguntar qué hacía un chico como tú en la carretera a estas horas.

¿Un chico como yo?—Preguntó enarcando una ceja y soltando una risita mientras negaba con la cabeza.—Soy algo así como un mochilero. Me gusta viajar por todo el país y esta vez toco volver a casa, se acerca navidad y estaré un tiempo en la ciudad por la familia.—Dijo mientras se encogía de hombros y sujetaba su mochila verde militar un tanto gastada. La miraba incluso con cariño y me pregunté qué tantas aventuras habrán vivido juntos.

¿Cuánto tiempo más o menos?—Pregunté mirándolo un segundo para luego volver a ver al frente. Estábamos un poco lejos de la ciudad… Y pensar que yo siempre me quejaba del viaje que tenía que hacer de casa hasta el trabajo y ahora no puedo ser más feliz por eso… Quería pasar más tiempo con él y el camino me lo permitiría.

No lo sé… Un mes, quizás un poco más, pero luego de que las festividades acaben me iré… Digamos que no nací para estar mucho tiempo en un lugar, necesito estar de aquí para allá.—Habló volviendo a soltar una risita y en ese momento pensé que sin dudas era una de las personas más interesantes que conocí en mi vida.

Interesante… ¿Y qué haces para vivir entonces?—Pregunté, porque por más que puedan darte un aventón nadie te alimentaría así por qué sí.

De todo un poco, canto en los bares si me lo permiten, camarero, cualquier cosa simple para sobrevivir me basta. Ya sabes, no necesito mucho, sólo comida y un lugar para dormir, luego la diversión va por mi cuenta.—Se notaba que realmente le gustaba su vida, y aunque sonara un poco emocionante yo no podía imaginarme haciendo lo del chico; dejar todo para empezar de cero dejando que la vida te sorprenda… Era algo totalmente descabellado, algo emocionante y peligroso que iba totalmente en contra de mi forma de pensar “no te arriesgues y vete por lo seguro”. Totalmente aburrido y predecible… Como yo.

 Vaya… —Pronuncié y escuché  una de sus risas coquetas.

Lo sé, sé lo que estás pensando… “Este chico está loco” y sí, probablemente lo esté, pero un poco de locura nunca viene de más.—Y apoyó su mano en mi muslo, mirándome con coquetería, haciéndome casi atragantar con mi saliva, tosiendo duramente.—¿Qué pasó? ¿Estás bien?

Sí, sí… Sólo me atragante.—Respondí y él quitó su mano de mi muslo con una lenta caricia que me estremeció por completo.

Ok… Tú no me has contando nada de ti, no sé, ¿tienes pareja?, ¿cuáles son tus sueños?, ¿qué haces para vivir?, aunque por ese traje que tienes estoy seguro que estás en alguna aburrida empresa, sin ofender.

Mhm… No tengo pareja, no sé cuáles son mis sueños y efectivamente trabajo en una empresa… Ehhh, tengo una ave que se llama Oscar, es adorable.—No sabía qué más decir. No tenía nada interesante que contar.

Oh, yo tengo un perro, obviamente está  en lo de mi madre, no podría arrastrarlo conmigo, es demasiado mimado como para llevarlo a mis aventuras.—Dijo y sus ojos brillaron, se notaba que quería al chucho. Y por más tonto que sonara, envidie a un perro.

Estuvimos viajando un rato hablando sobre cosas de nosotros, aunque el que más hablaba era él, por supuesto. Me contaba sobre las aventuras que tuvo por todo el país, como cuando se disfrazó de chica para pasar gratis a un evento y casi casi lo descubren, pero supo disimular bien, sin embargo uno de sus amigos que hizo allí si fue descubierto y lo echaron casi a patadas del lugar. Él lo cuenta y aún se ríe, aunque haya pasado tiempo de eso, mientras que yo lo único que puedo pensar además de que su vida es emocionante, lo bien que se vería con bragas y una pollera corta.

Bien, aquí bajo yo. Muchísimas gracias por traerme hasta aquí.—Dijo y abrió la puerta de copiloto saliendo.

¿Te volveré a ver?—Pregunté y él me miro sorprendido; supongo que por el tono casi de suplica que implemente al hacer aquella duda.

Si el destino lo quiere, supongo que sí.—Dijo encogiéndose de hombros. Habíamos hablado mucho en ese viaje para saber que no era una excusa, que él literalmente dejaba todo a manos del destino y lo que las locas cosas del mundo quieran para él. Yo prácticamente le rogué al cielo que me vuelva a poner en su camino.

Bien… Cuídate mucho, Takanori.—Contesté y recibí una sonrisa de su parte.

Gracias por traerme hasta aquí, Akira, no sé cómo agradecértelo. Espero verte pronto.—Respondió caminando y antes de irse del todo se dio media vuelta hacia donde yo estaba, inclinándose por la ventana y capturando mis labios con los suyos. Sus labios y los míos estaban fríos, aun así el contacto era exquisito; sus labios sabían a uva por muy raro que suene y se me hizo increíblemente delicioso y adictivo. Su lengua pasó por mi labio, acariciándome lentamente, haciéndome estremecer. A los pocos segundos abrí mi boca dándole el permiso que tan ansiosamente ambos queríamos.

Su lengua jugaba profesionalmente con la mía, enredándose en torno a ella y acariciándose mutuamente. El beso era intenso e incómodo por como estábamos posesionados, pero eso no importaba porque se sentía demasiado bien.

Una de mis manos fue hasta sus cabellos y sí, eran más sedosos de lo que me imaginaba.

Solté un suspiro cuando poco a poco nos fuimos separando, sus labios eran la gloria misma y yo quería un poco más de ese sentimiento placentero que recorría mi cuerpo haciéndome sentir vivo por primera vez.

Gracias nuevamente.—Susurró volviendo a besarme, sólo que esta vez fue un pequeño choque de labios, algo suave y tierno que me hizo suspirar sobre sus apetecibles labios.

Antes de poder hacer o decir algo él se fue, caminando con elegancia y seguridad, dejándome ahí, en el coche, impactado y deseoso de más contacto.

Medio gruñí y encendí el auto para dirigirme a casa… No sabía nada de él además de su nombre. Demonios.

——— 

Había pasado una semana desde que vi a Takanori y no podía sacarlo de mi cabeza; su sabor, su aroma, su forma de ser.

Hoy era la fiesta de la empresa, había mucha gente reunida y yo no tenía ganas de nada. Sólo quería verlo ¿Era demasiado pedir?

Escuchaba que todos charlaban muy amenamente y de repente creí verlo.

Me moví entre la multitud de la empresa. No solía hablar con nadie, salvo con Aoi y Uruha, pero ahora la parejita estaba hablando con unos hombres que ni la más mínima idea de cómo se llamaban.

Deje el vaso de gaseosa que tenía en la mesa más cercana y me acerque con el corazón latiendo rápidamente, ¡lo volvería a ver!

Cuando me acerque me di cuenta que no era él, sólo un chico muy parecido, muy muy muy parecido, pero no él.

Hablé un rato con él y descubrí que era gay y que pensaba que yo era lindo, entonces decidí arriesgarme.

Disculpa, sé que sonará raro pero… ¿Puedo llamarte por su nombre?—Pregunté y en menos de dos segundos sentí mi rostro húmedo; me había tirado el juego alejándose mientras susurraba “idiota”.

Suspiré mientras todos me miraban y cuchicheaban sobre lo que pasó. Y sí. Me lo merecí.

 ———

Habían pasado dos semanas, cansado de ver que el destino se reía en mi cara fui a mi restaurant-bar favorito, “Rusty-hook” era un sitio muy tranquilo y la comida era deliciosa.

Me senté en el asiento de siempre escuchando una canción que tocaba Kei, un guitarrista que hace poco empezó a trabajar en RH, la música era relajante y un tanto nostálgica, me gustaba. Cerré mis ojos un momento pensando que era todo demasiado raro, sólo lo vi una vez y ahora estaba obsesionado con él, prácticamente. Debería parar.

O eso pensé hasta que lo vi, sentado comiendo una ensalada mientras leía un libro. Se veía demasiado encimado en su lectura y sus ojos brillaban con entusiasmo, era demasiado guapo.

Ni siquiera pensé, ya estaba cansado, así que me levanté y fui hacia dónde estaba él y sin decir nada le sujete del rostro y le besé, tiernamente, un beso que no fue correspondido del todo; la sorpresa supongo.

Me separé y lo vi… Oh, oh. No era Takanori… Ni siquiera era chico. Era una chica muy mona con pelo corto y bastante plana quien me miraba sorprendida con un rubor fuerte en las mejillas, sin embargo no decía nada. Me sonrío y me ofreció sentarme con ella, yo encantado acepté.
Hablamos un rato, era una niña muy dulce, tenía 27 años, se llamaba Akemi y estaba trabajando de psicóloga. Aproveché y le conté porque la había besado, la vi un tanto decepcionada. Supongo que no es agradable que te digan “te confundí con un chico” y como si yo no pudiera superar mi nivel de estupidez le dije extremadamente cortés, ansioso de una afirmativa…

Por favor, si no es molestia… ¿Podría llamarte por su nombre?

Sobra decir que su respuesta fue un “no” claro y fuerte para luego tranquilizarse y decirme que si quería podía hacerle consultas en el hospital.
Vamos bien, Akira…

———

Tres semanas, ya habían pasado tres semanas desde que lo vi y las esperanzas de verlo se iban a medida que los días pasaban.

Le conté la historia a Uruha y Aoi, ellos simplemente me dijeron que lo olvidara, que siguiera mi vida…. Como si fuera tan fácil vivir luego de ese beso y todas las sensaciones que trajo.

Era viernes y Aoi y Uruha me medio obligaron a acompañarlos a un boliche. Dijeron que era bueno de vez en cuando salir a bailar, pero sé que en realidad quería  ver si lograba olvidarme de él c on otro… Cosa que dudo.

Llegamos a The parrots beak, un sitio que siempre se llenaba, era bastante popular por la música y la bebida especial de la casa “The blue angel” y la diversidad sexual que se respetaba y promovía.

Entré con mis amigos y pronto la música casi me ensordece. Ellos estaban hablando prácticamente a los gritos sobre lo divertido que era este lugar y se pusieron a bailar, yo mientras tanto miré el lugar y… Lo vi, moviendo las caderas de un lado al otro seductoramente con sus cabellos todos despeinados, me pareció un peinado diferente pero lo deje pasar y me acerqué, notando que tenía el brazo con ** parece que ni eso le detenía la fiesta.

Cuando me acerqué a él, vi que se alejó hacia al baño, yo simplemente lo seguí, y cuando entramos lo vi… No era él. Sólo otra persona malditamente parecida a él.

La música resonaba con fuerza, hacia demasiado calor, tanto que los vidrios se empañaban y yo estaba cansado, quería irme, y de lo posible… Con ese chico.

Grité para que me escuchara.

¿Puedo llamarte por su nombre?—Él sólo me miró y llevo su dedo al espejo escribiendo “No, no puedes llamarme por su nombre”. Suspiré resignado y me di media vuelta. Esto ya se estaba volviendo patético.

Fui hacia mis amigos y le dije que me iría, ellos insistieron en que me quedara o sino acompañarme pero me negué a ambas, así que me fui solo, frustrado y triste.

Estoy empezando a pensar que me lo imagine o algo parecido... No quiero olvidarme su hermosamente guapo rostro.

——— 

El auto no me andaba, se había parado cerca del trabajo. Frustrado suspiré y baje de mi coche, tendría que tomar un maldito taxi. Estuve un buen rato esperando uno hasta que por fin pasó uno y paró. Me subí y salude cortésmente al conductor.

Cuando me senté sentí un peculiar aroma en el aire, un olor que yo me había forzado de grabar en mi memoria… El aroma a Takanori.

Carraspee y le dije la dirección de mi casa mientras me acomodaba para viajar más cómodo disfrutando de la esencia que percibía en el aire mientras la radio llenaba el vacío que había entre el conductor y yo.

Sabía que si doblaba en esta cuadra podría llegar más rápido a casa pero me quedé callado y lo dejé ir por el camino más largo. Su perfume en el cinturón de seguridad era casi embriagante y sabía que ese olor masculino pero a la vez muy suave y dulzón sólo podría pertenecerle a él.

Cuando llegué a mi destino me saque el cinturón de seguridad a regañadientes y le pagué al taxista. Al bajar me había dado cuenta de lo que hice; me guarde todos los atajos con tal de sentir el aroma a un chico que sólo vi una vez.

Definitivamente me estoy volviendo loco”. Suspiré y me metí en mi casa tratando de no quemar mis neuronas pensando nuevamente en Takanori.

——— 

Era viernes y no tenía ganas de irme a casa, no tenía ganas de nada, sólo quería distraerme un poco. Mientras conducía seguí de largo, no iría a casa, iría a cualquier lugar, el que sea. Algo diferente a lo que usualmente hago.

Pasé por un lugar llamado “Cornerstone”, la luz morada y verde resaltaba en el cartel, casi llamándote. Frené el auto cerca del sitio y fui a paso decidido, esa especie de bar había llamado mi atención completamente.

Cuando entré vi el lugar, inspeccionándolo un poco. Era un sitio bastante mono, moderno, y con luces de colores adornándolo. Miré a la gente y vi a alguien muy parecido a Takanori. De hecho nadie podría parecerse más a él que esa persona.

Tragué saliva mientras lo veía hablar por teléfono, parecía disgustado, como si estuviera peleando con alguien, me acerque a él y me senté a su lado en la barra, pedí dos vasos de Vodka, uno para mí y el otro para el chico casi idéntico a Takanori.

¿Para mí?—Preguntó el chico el cual tenía una voz similar a la de su amado, sólo que bastante más gruesa, seguramente por el vicio que tenía entre sus manos el cual a los segundos le dio una calada.

Era demasiado parecido, casi idéntico, incluso tenía el cabello rubio, sólo que más largo y peinado de diferente manera, tenía unas pupilas azules y sus labios eran un poco más rosas que los de su Taka.

Sí… ¿Te gusta el Vodka?—Hablé tratando de sonar ¿seductor? No sé, sólo sabía que necesitaba tenerlo conmigo. Era lo más próximo que tendría con respecto a Taka.

Todo lo que sea alcohol.—Respondió casi con coquetería mientras lo miraba. Era seductor. Jodidamente seductor, haciéndolo casi estremecer.—Ruki.

Akira.—Respondí y vi como volvió a sonreír, tomando su vaso de Vodka.

Lindo nombre… Como el dueño.—Me dijo y sonreí, no sólo porque él era extremadamente guapo, ni porque se pareciera tanto a Takanori, sino porque me consideraba guapo, porque tenía una oportunidad con él y eso me emocionaba. Me emocionaba poder estar con alguien que era prácticamente el fantasma de Taka.

Tú también eres muy guapo.—Le contesté y él sonrío nuevamente, para luego mirar su teléfono, donde alguien lo estaba llamando. Torció el gesto y apagó el celular, brindándome toda su atención.

Vaya, estamos en el mismo canal entonces.—Me respondió y yo sólo asentí, pidiendo un trago más. No sabía cómo abarcar el tema.
Luego de un par de vasos de Vodka y unas cuantas indirectas sexuales por ambas partes pensé que ya podría decir lo que estaba pensando desde el principio.

 Sabes… Conocí a alguien que se parecía demasiado a ti.—Solté para luego morder mi mejilla interna con nervios. No quería perder esta oportunidad.

¿En serio? ¿Tan guapo?—Respondió con una gracia y coquetería que a cualquiera encantaría.

Mucho, al igual que tú.

Vaya… Gracias. Tú no te quedas atrás.—Guiñó el ojo y su mano acariciaba mi muslo, incluso más arriba, haciendo que mi sangre que centré en cierta parte de mi anatomía.

Ehm… Sé que sonará raro, pero ese chico realmente me volvió loco.—Abarqué el tema y él sólo enarcó una de sus cejas, prácticamente diciendo “¿Y a mí qué?”

Wow, que loco.—ironizo mientras me miraba con una sonrisa de costado.

La cosa es que no lo volví a ver.—Temía cagarla, él era realmente encantador y increíblemente parecido al dueño de mis locuras.

Son cosas que pasan.—Comentó como si nada para luego volver a tomar algo.

Sí…— Tosí sin saber cómo decirlo. Él notó mi timidez y sonrío, acariciando mi mano.

Di lo que quieras decir.—Habló dulcemente, como si fuera un padre que quiere sonsacarle la verdad a su hijo.

Yo, eh… ¿Podría… Eh… Llamarte por su nombre?—Terminé de decir y vi como su rostro se llenaba de sorpresa para luego soltar una risa.

Realmente se supone que no, pero sí… Puedes llamarme como tú quieras.

Notas finales:

¿Y? ¿Les gustó?¿Lo odiaron?
Todo muy random, I know. (?)
Pero practicamente mi mente me gritaba que lo escribiera. 

En fin, disfrute haciéndolo y ya, ahrre.

Se me hizo gracioso que todos se parezcan, porque ya saben; asiaticos. Ah, re idiota. (?)
Nah, la canción lo dice así, lo juro, ah.
Me gusto el jueguito de Takanori/Ruki.

PD: Akira y Ruki van a garchar... En mi mente.

PD2: Taka jamás volvió a aparecer. (?)

PD3: Ahora Taka era un fantasma, ahrre. -Demasiado Supernatural, sorry not sorry, ahrre. (?)


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