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Confession (Yoosu) por alexriden02

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Notas del capitulo:

Bueno este es el final, gracias por leer.

..…

 

Yoochun no podía creer que su padre lo obligara a casarse con alguien a quien no amaba. Salió echando humos por los pasillos del centro comercial.  Se detuvo frente a la tienda de libros y Junsu corrió a verlo.

 

- Presidente Park. ¿Está bien?

 

Sin decir palabra alguna, Yoochun abrazó a Junsu.

 

- Pre-Presidente – dijo  Junsu dudando en corresponder al abrazo.

- Hoy quédate conmigo.

 

 

Te quiero, solo te quiero

Por favor dime algo, aunque me hagas daño

Sin que nadie lo sepa, un secreto solo entre nosotros dos

Vamos a amarnos, sin que nadie más lo sepa.

 Vamos a amarnos.

Vamos a amarnos.

 

 

- ¿Esta borracho? – Junsu le preguntó y Yoochun le sonrió.

- No me dejes – dijo Yoochun antes de caer dormido.

- ¿Presidente Park?

 

Antes de que alguien más lo viese en ese estado, Junsu llevo a Yoochun dentro de la tienda.

 

- ¿Qué  paso? – preguntó Hani.

- Esta borracho y no es bueno que los empleados lo vean en ese estado.

- Tenemos que llamar a su asistente personal – dijo Hani saliendo de la tienda para buscarlo.

 

 

Junsu no supo en qué momento Yoochun se despertó, lo cogió de la mano y lo llevó fuera de la tienda. Una vez en la calle tomaron un taxi. Yoochun le entrego una tarjeta al conductor y este asintió.

 

- ¿A dónde vamos? – preguntó Junsu.

- A mi casa.

- Estoy en horario laboral…

- Solo hoy, quédate a mi lado – pidió Yoochun recostándose en las piernas de Junsu antes de quedarse dormido, otra vez.

 

 

Con ayuda del conductor y algunos empleados de Yoochun, Junsu pudo subir a su jefe hasta su habitación.

 

- ¿Tú debes ser Junsu? – pregunto la anciana de vos dulce.

- Si… ¿Usted como sabe quién soy?

- Yoochun siempre  habla de ti – dijo ella acariciando la frente de Yoochun con ternura – Soy su nana. Lo crie desde que perdió a su madre.

- No lo sabía.

- Yoochun es alguien muy reservado – dijo ella acercándose a la puerta – Por favor cuida de él desde ahora.

 

La mujer se fue y Junsu no sabía qué hacer. Yoochun estaba profundamente dormido. Curioso cómo es su costumbre se puso a mirar la habitación de su jefe. Era amplia y daba una hermosa vista del jardín. Lo que le extraño al llegar era no ver una decoración navideña. ¿Yoochun no celebraba la navidad? Esa pregunta rondo por su mente hasta que se detuvo frente a un portarretratos. En ella había una hermosa mujer y un niño. Junsu dedujo que el niño era Yoochun. En sus manos tenía un pequeño muñeco de nieve. En esa foto se veía muy feliz.

 

- Ella es mi madre.

 

Junsu asustado volteo y se encontró con Yoochun sentado en la cama.

 

- Es muy hermosa – respondió Junsu dejando el retrato en la mesa donde lo encontró.

- Ella ahora es un ángel – dijo Yoochun con mucha tristeza – Mi madre murió cuando yo tenía diez años un día como hoy.

- Yo… lo siento – ahora Yoochun sabia porque Yoochun no tenía adornos navideños en su casa.

- Gracias, pero no tienes que mostrarte triste.

- También perdí a mi madre cuando era un niño.

- ¿Cómo puedes seguir sonriendo si la perdiste? – le preguntó curioso pues Junsu siempre reía y se veía tan feliz.

- Ella estaría muy triste si me ve llorar, si yo sonrió ella sonríe. Yo quiero que ella en el cielo sea feliz.

- ¿Si yo sonrió mi madre será feliz?

- Ella lo será.

- Junsu… yo solo puedo sonreír si estas a mi lado.

 

Las mejillas de Junsu se calentaron. No podía creer estar escuchando aquello. ¿Era una confesión? Junsu negó con la cabeza. Después de todo Park Yoochun estaba borracho y no sabía lo que decía.

 

 

-  Presidente… yo…

- No me llames así – Yoochun froto sus cabellos – Hoy mi padre me despidió.

- ¿Por qué hizo algo así?

 

Yoochun sonrió de costado el ver la dulce expresión de Junsu. Definitivamente estaba enamorado de él.

 

- ¿Recuerdas al chico que nos encontró aquella noche? – Junsu asintió y Yoochun siguió con su relato – Mi padre apareció con Haru para que nuestro compromiso siguiese y anunciar nuestro casamiento.

 

Junsu hizo una mueca de disgusto que no pudo disimular.

 

- Pero él  rompió con usted. ¿Por qué su padre quiere que  vuelvan a comprometerse?

- Dinero. Haru es el hijo de un empresario muy importante y nuestro matrimonio significaría una sociedad de mucho millones.

- ¿Usted  lo ama? – Junsu se cubrió la boca rápidamente. La pregunta había escapado de su mente  sin control alguno.

- No lo amo. Estoy enamorado de alguien más  – respondió con una amable sonrisa a Junsu – Por eso me negué a casarme y mi padre me despidió cerrando mis cuentas bancarias. Prácticamente me dejo en la calle.

- ¡No puede hacer eso, usted es su hijo!

- Solo soy una inversión de la que no pudo sacar provecho – respiró resignado a la actitud de su padre.

- Pero lo dejo en la calle… sin nada.

 

Yoochun estiró la mano para acariciar la mejilla de Junsu. Los ojos de Junsu mostraban verdadera preocupación y eso enternecía el corazón de Yoochun.

 

- No estoy tan mal. Tengo esta casa, es mía y tengo algo más.

- ¿Qué?

 

Con ambas manos Yoochun cogió el rostro de Junsu y se acercó lentamente sin dejar de verlo a los ojos.

 

- A ti – respondió a centímetros de besar los labios de Junsu.

- P-Pres… presidente…

- Mi nombre es Yoochun…

 

 

Junsu algo torpe bajo las escaleras.

 

- ¿Se va? – le preguntó la nana.

- Si – respondió con una pequeña sonrisa – Mi hermano debe estar preocupado – miró las llamadas perdidas que tenia de Jaejoong – El presidente Park se quedo dormido.

- ¿Volverá mañana?

- Tal vez.

 

Junsu cubrió con ambas manos sus labios. De no ser porque su jefe se quedo dormido, él lo habría besado.

 

- ¿En qué estoy pensando? – se preguntó saliendo de aquella casa – Solo es mi imaginación… No tengo que hacerme falsas ilusiones. Él dijo que  amaba a alguien más. Que afortunado es esa persona.

 

 

Yoochun estaba viendo a Changmin posar en su nueva sesión fotográfica  para el catalogo de verano. Cuando terminó, Changmin se le acerco.

 

- Se lo de tu padre.

- Todo el mundo lo sabe – Yoochun dijo mostrándose integro. No podía dejarse vencer por haber perdido la fortuna de su familia.

- Si necesitas dinero o cualquier cosa solo dime.

- Gracias – sonrió animado por saber que amigo no era tan desalmado como él pensaba – Hoy pase a buscar mi cheque de despido. No es mucho dinero pero podre sobrevivir.

- ¿Esto significa que eres pobre? – apareció Yunho con unos papeles para que Changmin los firmara.

- No me importa ser pobre – dijo y tanto Changmin con Yunho estaban desconcertados. Park Yoochun había nacido en cuna de oro y ahora no le importaba ser pobre.

- Te lo dije Yunho-hyung, él enloqueció.

 

Yoochun soltó una sonora carcajada que hizo sospechar a Changmin que era verdad, su amigo había  perdido la razón.

 

- ¿Esto es por el chico delfín? – le preguntó Changmin mientras formaba un corazón con los dedos.

- ¿Chico delfín? – Yunho  miró a Yoochun.

-  El nuevo empleado de la tienda de libros – comentó Changmin.

- ¿Nuevo empleado? – Yunho le preguntó a Yoochun quien solo le sonrió como respuesta – ¿De quién está hablando Changmin?

- De la  razón para abandonar mi fortuna – dijo sin importarle su dinero – Aunque no sé si él me ame.

- ¿Te confesaste? – le preguntó Changmin y Yoochun negó – ¡Perdiste toda tu fortuna sin saber si él te ama! ¡Es un hecho, estás loco!

- Tal vez lo este y por eso quise que nos reuniéramos aquí.

 

Yunho y Changmin se miraron para luego ver a Yoochun. Ambos estaban preocupados por su amigo.

 

- Mañana me declarare. Si él me acepta todo habrá valido la pena.

- ¿Si te rechaza? – le preguntó Changmin.

- No me rendiré – Yoochun dijo muy confiado – Si él me rechaza no perderé las esperanzas de conquistarlo.

- Realmente debes estar enamorado del chico delfín.

- Si – sonrió – Pero necesito tu ayuda como Max Changmin.

- ¿Cómo Max Changmin?

- Si, tus contactos en el mundo de la música y de ti – señaló a Yunho – Necesito que me consigas el anillo de mi madre, está en mi ex oficina.

 

Yoochun estaba seguro que podía confesarse y ser correspondido. Tal vez Junsu no lo amaba, pero él haría todo por obtener su corazón. No se daría por vencido.

 

 

Junsu esa tarde en la tienda se vio frente a frente con Haru. Él hermoso chico de cabellos dorados lo miró con desprecio.

 

- ¿Necesita algo? – Junsu le preguntó intentando ser amable.

- No creas que ganaste – abofeteo a Junsu – Yoochun me ama. ¡Aléjate de él!

 

Con la mano sobre su adolorida mejilla, Junsu se repuso y le devolvió el golpe.

 

- ¡No vuelva a tocarme!

- Araña trepadora – Haru se repuso desafiando con la mirada a Junsu – Crees que te quedaras con la fortuna de Yoochun. Estas muy equivocado.

- ¡No quiero ninguna fortuna! – Junsu se defendió – ¡Yo quiero que el presidente Park sea feliz!

- Quieres que sea feliz a tu lado. ¡Eso nunca lo permitiré!

- ¡No soy yo! ¡El presidente no me ama a mí, él está enamorado de otra persona!

- Ya decía yo que Yoochun no podía amar a alguien como tú… tan patético  – sonrió con desprecio a todo lo que era Junsu – Veo que te duele que Yoochun no te ame. ¿Es porque lo amas?

- Si – Junsu dijo sin temor – Estoy enamorado de él, pero porque lo amo… dejare que sea feliz con la persona que ama. No soy tan egoísta para atarlo a una vida infeliz a mi lado.

- ¿Estás diciendo que soy egoísta?

- Si usted lo amara, lo dejaría ir y ser feliz con quien él si ama.

- ¡Tú no sabes nada! ¡Yoochun me ama, solo esta castigándome por abandonarlo!

 

Junsu no lo dudo más. Cogió con fuerza el brazo de Haru para bajarlo de ese pedestal que él mismo subió. El chico era unos centímetros más alto y aun así nada lo intimidaba cuando había tomado valor para decirle unas cuantas verdades.

 

- Si usted lo amara como dice, no lo hubiese dejado. Pero es tan egoísta que solo pensó en usted  mismo y nunca se detuvo a pensar en los sentimientos de él. ¿Se preguntó alguna vez que era lo que sentía el presidente Park? ¿Cuáles eran sus sueños? ¿Qué le gusta y que no le gusta? ¡¿Alguna vez pensó en él como persona y no como si fuera dinero?!

 

Haru tenía sus ojos abiertos. La actitud de Junsu lo tomo por sorpresa y él no sabía que responder.

 

- ¿Qué está sucediendo aquí? – les preguntó el señor Park llegando junto a  su secretario personal y unos guarda espaldas.

 

Junsu no necesitaba dar explicación, sabía que no importara lo que dijese  estaría despedido. Cogió un poco de su orgullo y se quito el uniforme de la tienda.

 

- No necesita despedirme. Renuncio – antes de salir por la puerta se dio la vuelta para ver a el señor Park – Su hijo es un buena persona y usted no debería verlo como uno de sus negocios. Él perdió a su madre, no lo obligue a perder a su padre.

 

Dicho aquello Junsu se fue de la tienda sin mirar para atrás.

 

 

Sin pensarlo, Junsu llego a la casa de Yoochun y fue recibido con un fuerte abrazo por la nana de su ex jefe. Al no encontrarlo en su casa, Junsu estaba por irse pero la adorable nana quiso que se quedara para hablar. Junsu así lo hizo.

 

- Así que tú también te encuentras  desempleado – dijo la nana sirviendo unas tazas con café.

- Pero mañana  buscare un nuevo empleo – Junsu se mostro optimista.

- Eres tan alegre Junsu. Me gustaría que vinieras más seguido a visitar a mi Yoochun.

- Creo que lo hare.

- ¿Por qué te ves triste?

- Solo pienso que si  el presidente Park se casa con esa persona que él ama, no creo seguir viniendo… a su esposo podría no gustarle.

- No digas tontería. Al esposo de mi Yoochun le encantara verte.

- ¿Usted sabes quién es esa persona?

 

La nana asintió con una enorme sonrisa en sus labios arrugados.

 

- Es un chico muy guapo, pero es tan tierno y alegre. Su corazón es  puro y noble. La primera vez que lo vi pensé que era un ángel  – sonrió animada al recordar la primera vez que vio a Junsu entrando junto a Yoochun – Sabes, Yoochun mañana se le confesara.

- Ese chico es muy afortunado – dijo no pudiendo seguir disimulando su tristeza.

 

La nana de Yoochun al ver a Junsu tan decaído quiso hablar, pero le había prometido a Yoochun guardar el secreto hasta mañana. Ahora se arrepentía por hablar de más.

 

- ¡Junsu! – Yoochun llegó con una sonrisa en sus labios  pero noto diferente a Junsu – ¿Estás bien?

 

Junsu ocultando su tristeza asintió.

 

- No esperaba verte, pero quieres acompañarnos a cenar.

- No – Junsu se puso de pie e hizo una reverencia – Tengo que irme.

- ¡Espera! – Yoochun lo detuvo – Algo sucede. Por favor dime.

- Renuncie – rió intentando no verse patético llorando.

- ¿Por qué estas llorando?

- Es mejor no volver a vernos – Junsu dijo sin poder evitar sus lágrimas.

- ¿De qué estás hablando?

- Mis ojos son más rápidos que yo y si continuo viéndolo no podre arrancarme este sentimiento.

- Junsu…

- Por favor no diga nada. Solo escúcheme y después déjeme ir – Junsu fallidamente intento secar sus lagrimas – Nunca he amado a nadie antes, aunque trate de evitarlo y borrar esto que siento por usted… no puedo, esto crece cada vez mas y me pregunto ¿Está bien que yo lo ame? Y la respuesta es no, no está bien porque usted no siente lo mismo por mí.

- Junsu, yo…

- No se disculpe – le pidió Junsu secando sus propias lagrimas – No es su culpa. No tiene que decir nada. Solo quería que supiera cómo me siento.

 

Junsu salió corriendo antes de que Yoochun dijese algo más.

 

Con su corazón latiendo, Yoochun se quedo congelado, solo viendo a Junsu alejarse.

 

- Yo también te amo.

 

 

Después de llorar toda la noche al llegar la mañana  Junsu se sintió un poco mejor. No era culpa de Yoochun no amarlo y era algo que debía superar. Se miró en el espejo, listo para ir al concierto de su grupo favorito. Cogió su abrigo y una bufanda. Se detuvo a ver la bufanda gris en sus manos. Era de Yoochun.

 

- No debí ilusionarme con esta falsa historia de amor – llevó la bufanda su pecho y la sujetó con fuerza – Pero sigo aferrándome a ti.

 

 

Jaejoong cogió la mano de su futuro esposo y miró a su pequeño hermano antes de ingresar a la sala para el gran show.

 

- ¿Junsu no estás feliz?

- Lo estoy hyung – respondió mostrando una falsa sonrisa.

- Yo se que estas mintiendo. ¿Qué sucede?

- Estoy triste por no haber ganado uno de los pases  para conocerlos. Ese era mi regalo de navidad para ti.

- Te amo por intentarlo y el mejor regalo es que seas mi  hermano – Jaejoong abrazo a Junsu dándole besos por todo el rostro.

- No mientas. Le dijiste a Yunho-hyung que el mejor regalo que te hizo fueron esas entradas  para el concierto – miró a su cuñado – ¿Cómo los conseguiste?

- Tengo buenos amigos  – respondió cogiendo a Jaejoong de la cintura – Y quería hacer feliz a mi futuro esposo.

- Guarden algo para su luna de miel – Junsu hizo un gesto de desagrado al ver como Yunho y Jaejoong se besaban.

 

 

Después de la presentación y algunas canciones, los cinco integrantes de SS501 saludaron a sus amadas fanáticas.

 

- Antes de continuar, queremos compartir una de nuestras viejas canciones.

 

Junsu y Jaejoong se tomaron las manos mostrándose muy emocionados.

 

- ¿Cuál crees que cantaran?

- Love like this o warning  – respondió Junsu muy emocionado.

 

Hyun Joong  cogió el micrófono para seguir hablando.

 

- Esta canción que cantaremos, está dedicada a una persona.

 

Las fanáticas gritaron eufóricas.

 

- Pero no lo haremos solos – señalo un lado del escenario – Park Yoochun es un buen amigo nuestro y queremos hacerle un favor esta noche.

- Seremos Cupido – dijo Jung Min y las  fanáticas gritaron emocionadas.

 

Junsu casi se desmaya al ver a Yoochun en el escenario y centímetros de sus ídolos. Ahora maldecía que su cuñado  consiguiera las primeras filas. Se escondió detrás de un cartel  así Yoochun no lo veía.

 

- Él, esta noche confesara sus sentimientos a la persona que ama.

 

Yoochun asintió e hizo una reverencia a Hyun Joong. Junsu quería que la tierra lo tragara.

 

- Tengo que irme – Junsu se levanto de su lugar dispuesto a salir del lugar. Ya era suficiente saber que Yoochun amaba a alguien más como para verlos juntos.

- ¿A dónde vas? – Jaejoong lo siguió.

 

Yunho se puso de pie y salió tras Jaejoong.   

 

- Lo siento – Junsu se disculpo con otra fanática por haberla pisado en su huida. Los  asientos eran muy estrechos y quedo atrapado cuando las fanáticas se pusieron de pie.

- Kim Junsu.

 

Escuchar su nombre en boca de Yoochun lo obligo a ver el escenario.

 

- Kim Junsu, por favor escucha.

 

 

 

Esta latiendo, continua latiendo

Desde la primera vez que no encontramos por casualidad            

Creo que me he enamorado,

He debido enamorarme totalmente de ti.

No puedo dejar de mirar tus ojos

Tus suaves manos, tu blanca piel, me muero por acaríciate otra vez

Quiero besar tus labios

 

Diciendo que te quiero, diciendo a todas horas que te quiero

Esas palabras desaparecen cuando te tengo delante

Me gustaría decirte tantas palabras como estrellas hay

Si solo pudiera confesarte lo que siento

 

Los ojos de Junsu se llenaron de lágrimas y una sonrisa se dibujo en sus labios.

 

Un gran tonto, me comporto como un estúpido

Da igual las veces que haya practicado, no me salen las palabras

Tus suaves manos, tu blanca piel, me muero por acaríciate otra vez

Quiero besar tus labios

 

Diciendo que te quiero, diciendo a todas horas que te quiero

Esas palabras desaparecen cuando te tengo delante

Me gustaría decirte tantas palabras como estrellas hay

Si solo pudiera confesarte lo que siento

 

Ojala pudiera encontrarme contigo

Camino despacio por esos lugares en los que sé que sueles estar

Mientras repito miles de veces “te quiero” en voz baja

Aun estoy nervioso, hoy te lo diré

Te quiero, solo te quiero

Por favor dime algo, aunque me hagas daño

Sin que nadie lo sepa, un secreto solo entre nosotros dos

Vamos a amarnos, sin que nadie más lo sepa.

 Vamos a amarnos.

Vamos a amarnos los dos.

 

- Kim Junsu ¿Vamos a amarnos?

 

Junsu entre lágrimas  llevó sus manos a su corazón que no dejaba de latir.

 

Jaejoong y  Yunho se quedaron sorprendidos viéndose uno al otro, y después voltearon a  ver a Junsu quien ya tenía la atención de todos.

 

- Por favor di algo.

 

Junsu cogió aire en sus pulmones antes de gritar.

 

- ¡Te amo! ¡Te amo Yoochun!

 

Yoochun sin pensarlo saltó del escenario. Un pequeño golpe, él soportaría ese dolor con tal de estar cerca de Junsu. Pasando aquel mar de chicas llego hasta Junsu.

 

- Te amo, te amo – repitió acortando la distancia que lo separaba de Junsu y sacando el anillo de su madre para ponerlo en el dedos de Junsu  – Prometo amarte para siempre.

 

Junsu se puso en punta de pie y beso a Yoochun. Un beso tierno. Un beso entre dos personas que se amaban. No tardaron en escucharse aplausos.

 

 

Esa tarde Junsu junto a Jaejoong y la adorable nana estaban decorando la casa de Yoochun con adornos navideños. Pequeños colgantes de Papá Noel, guirnaldas de bayas rojas, carteles navideños para la puerta, calcetines navideños sobre la chimenea y guirnaldas doradas.

 

- Junsu que escribirás en la pizarra navideña – dijo la nana colgando el adorno sobre una de las paredes principales de la sala.

 

Junsu no lo dudo y escribo “Feliz navidad. Te amo”

 

- Tengo que colgar la corona de Papá Noel en la puerta – dijo Junsu corriendo para abrir la puerta y colgar el adorno antes de que Yoochun llegara.

 

Cuando Junsu abrió la puerta se encontró con Yoochun del otro lado.

 

- Hola – Yoochun lo saludo y Junsu corrió a abrazarlo.

- Dejen algo para su luna de miel – dijo Jaejoong intentando desenredar las luces navideñas – Estas cosas parece vivas – gruño.

- No son difíciles solo se necesita paciencia – Yunho llegó y cogió las luces para hacer el trabajo de desenredarlas.

- ¡Yunnie! – Jaejoong no dudo en plantarle un pasional beso frente a todos – Hoy prepare una cena deliciosa para esta noche buena.

- Eso es música para mis oídos – apareció Changmin y Junsu lo saludo con una reverencia.

- ¡Changminnie! – Jaejoong corrió a abrazarlo – Hice el doble de todo sabiendo que vendrías.

 

Junsu se rió  bajito al ver como a Yunho fruncía el ceño. Desde que Yoochun se le había declarado, sus vidas se mezclaron de una manera tierna y divertida. Jaejoong amaba a Changmin y no perdía oportunidad de mimarlo, eso ponía muy celoso a Yunho. Con el poco dinero que tenia Yoochun abrió una agencia de publicidad, la cual fundo en sociedad con Yunho, quien renuncio a su anterior trabajo. Poco a poco la pequeña empresa estaba dando frutos.

 

- Tranquilo, es amor de madre – dijo Yoochun a su amigo.

- Lo sé – Yunho suspiró  – Pero creo que tengo celos de padre.

 

Yunho y Yoochun rieron a carcajadas.

 

- ¿De qué se ríen ustedes dos? – les preguntó Junsu muy curioso.

- De que Yoochun es un tonto – dijo Yunho sin perder su sonrisa.

- ¿Por qué soy un tonto? – preguntó ligeramente molesto.

- Si hubieras aceptado las invitaciones de Jaejoong no tendrías que haber esperado dos años para volver a ver a Junsu.

- ¿Volver a ver?

 

Yoochun tomó las manos de Junsu.

 

- Tengo algo más que confesarte – dijo sintiendo arder sus mejillas – Hace dos años, cuando regrese de estudiar… en el aeropuerto un apuesto chico se tropezó conmigo.

- ¿Un chico?

- Si. Fue amor a primera vista.

- ¿Entonces no me amas?

- Espera – lo detuvo antes de que Junsu se fuera molesto – ¿No lo recuerdas? Ese chico eras tú.

- ¡Yo!

- Tropezaste conmigo y dejaste caer un paquete rojo con un listón  blanco.

- ¡Oh! – Junsu se sonrojo – Lo recuerdo… pero ¿Por qué no dijiste nada?

- Pensé que tu hermano era tu novia y no pude seguirte.

- Ahora entiendo porque ese día me dijiste que Jaejoong era hermosa – Junsu se cruzo de brazos – Que fácil te diste por vencido.

- Por eso esta segunda vez que te vi hice todo por conquistarte – abrazo a Junsu por la cintura mientras veía a Yunho echar humos al ver a Jaejoong y a Changmin juntos. 

- Jaejoong en verdad tomo muy bien su papel de madre – dijo Junsu viendo como su hermano alimentaba en la boca a Changmin.

- Junsu, tenemos que decorar el árbol – dijo la nana y Junsu corrió de la mano con Yoochun – Todos venga – sonrió junto al árbol.

- ¿Por qué esta tan emocionado? – preguntó Changmin a Jaejoong.

 

Los ojos de Jaejoong se llenaron de un brillo especial al igual que su hermano.

 

- Cuando una familia coloca los primeros adornos al árbol de navidad, ellos y sus deseos siempre estarán juntos. Por eso Junsu esta tan emocionado.

- Eso es un poco cursi – dijo Changmin comiendo un poco mas de galletas de jengibre.

- Después comerás – Jaejoong lo cogió de la mano.

 

Yoochun se quedo viendo a su futuro esposo. Todavía era difícil para él creer que podía ser feliz y que cada mañana tenía la dicha de verlo  dormid a su lado. 

 

- ¡Casi lo olvido! – Junsu corrió hasta unas cajas – ¡Lo tengo! – enseñó el paquete rojo con el listón blanco.

- ¿Qué es eso? Es igual al aquel regalo – dijo Yoochun recordando cuando conoció a Junsu.

- Hace dos años una mujer me lo regalo al bajar del avión  y por eso tropecé con Yoochun. Me dijo que lo abriera hoy.

- ¿Hoy? – todos preguntaron en coro.

- Ella dijo que cuando decorara  el primer árbol de navidad junto a la persona que amaba podía abrir mi  regalo – dijo Junsu deshaciendo el moño blanco así abrir la caja.

 

Los ojos de Junsu se llenaron de lágrimas.

 

- Es omma – dijo sacando del interior de la caja una pequeña foto.

 

Jaejoong coge la foto y la ve con mucha ilusión. Dos mujeres sentadas en una mecedora y cada una llevaban un niño pequeño en brazos.

 

- Este bebé eres tu Junsu – dijo Jaejoong emocionado al recordar a Junsu de pequeño.

- Ella es mi madre – dijo Yoochun tomando la foto en sus manos – Y ese niño soy yo.

- Es una broma de pésimo gusto – dijo Changmin sin creerle a su hyung.

- ¿Nuestras madres se conocían? – Junsu preguntó viendo a Yoochun.

- Hay algo escrito del otro lado – agregó Yunho.

 

Yoochun volteo la foto.

 

- A nuestros amados hijos, feliz navidad. Si ustedes son felices nosotras siempre sonreiremos  – leyó Yoochun y no pudo evitar llorar.

 

Junsu lo abrazo con fuerza.

 

- Después de todo estaban destinados – acotó Yunho abrazando a Jaejoong.

 

 

 

Notas finales:

Fue muy melosa la historia? 

Despues de todo depende de vosotras si quieren un epilogo (uno corto)

Nos leemos pronto o tal vez nos encontremos en otra historia!

Alex


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