Cendrillon
***
Una oficina pequeña solo iluminada por la luz de la luna que entraba por las ventanas, con las cortinas corridas.
Sentada frente al escritorio mientras un hombre caminaba a su espalda, hablando.
-tendras solo hasta la medianoche, ¿entiendes? -sus palabras suenan duras mientras le entrega la fotografía
-...-mirando hacia el suelo con seriedad, toma la fotografía sin ver a la persona en ella
-si lo haces bien tendras un buen premio, algo que has anhelado desde que llegaste aquí- posa su barbilla sobre sus dedos cruzados, con los codos puestos en el escritorio
-eso, ¿que podría ser?- por fin su mirada se dirige a la de él con un tono de interés y sorpresa, un cambio de actitud que logro una sonrisa en aquel hombre.
-tu libertad-
***
Después de ver un sueño donde bailábamos
toda la noche parece que
Todo desaparecerá con la campanada
De media noche
***
Esa tarde le habían recogido en un carruaje para llevarle al castillo donde se llevaría a cabo la fiesta; una habitación para ella sola, con propósito de que se arreglara con calma para la fiesta que empezaría a las 9 de la noche; un privilegio que se les concedía a los invitados que conseguían invitación.
Luciendo un vestido y guantes blancos, zapatillas de cristal, terminando de subir su media blanca y atando el arma a su pierna bajo su vestido, las campanadas le dan aviso que la fiesta ha empezado, suelta su largo cabello rosado y toma el antifaz blanco con filo dorado que ocultara su identidad esa oscura noche.
***
Dedos que me atraen, diciéndome que no
Pueden esperar
Salto los escalones, tres a la vez, mientras
Hago mi escape
****
Bajando la escalera al salón principal, se detiene unos escalones antes de llegar al suelo, teniendo así una visión perfecta de todos los invitados; su vista pasa de una persona a otra intentando localizar a su objetivo.
El anfitrión de la fiesta, un príncipe de cabello azabache y ojos carmín, o esa fue la descripción de la fotografía que le habían dado.
Nadie parece tener aquellas características a pesar de la cantidad de disfraces allí.
Una mano toca su hombro.
Se voltea.
Los ojos rosados recorren a la persona frente si de pies a cabeza.
-¿buscas a alguien?- cabello azabache en una coleta larga, ojos carmín y traje cual príncipe, sin embargo...
-...una chica- sus rosados ojos no caben en la sorpresa, esta confundida, nadie le dijo que el anfitrión tenia una hermana, su trabajo se vuelve un poco mas difícil tras esa revelación.
-vaya, lo has notado- con una sonrisa juguetona mira a su sorprendida invitada
-¿será que conoces al anfitrión?- trata de sonar natural, no quiere causar sospechas, mientras acomoda uno de sus rosados mechones con gracia, tras su oreja.
-Marceline Abadeer a tus servicios, my lady- haciendo una corta reverencia, tomando la pequeña mano de la pelirosa depositando un casto beso en ella.
-...imposible- Si, Abadeer, ese era el apellido de su víctima, pero era un chico al que debía matar...¿o no?. No, ella nunca pregunto si era un hombre o mujer, solo lo supuso tras ver la fotografía, a primera vista si pasaba como un chico; ella...se había equivocado.
***
Tiemblas de frío dentro de la carroza
Baila en estas ropas que volverán a ser
harapos y tú serás tú al amanecer
***
La azabache le ayuda a terminar de bajar las escaleras, le sonríe y le invita a tomar lugar en el baile.
Sin perder oportunidad este da inicio, la mirada rosada y carmesí pelean por descubrir la identidad de su acompañante, mientras el vals continua.
-no me has dicho tu nombre- sonríe, la mirada carmesí parece haber ganado aquella batalla.
-...Bonnibel- duda pero decide finalmente revelar su identidad a su futura víctima tras una leve sonrisa. Esta nerviosa. Aquel "príncipe" le pone nerviosa.
Eso no puede ser.
La mayor asesina en el mundo nerviosa como si fuese su primera vez.
***
Una voz susurra suavemente y me dice
"Busca a un hombre enmascarado en la
multitud"
Ato una daga bajo mi vestido y sigo un plan
Para quitarle todo lo que tiene
***
Se ha perdido en el baile y la dulzura de aquel "príncipe impostor", el tiempo se acaba. Su tiempo se acaba.
El reloj marca las 10:30.
Y una desesperación recorre suavemente a la pelirosa.
Se le ha ordenado matar a aquella persona pero hay algo en ella que no le deja cumplir con su trabajo.
¿Acaso nuestra bella asesina se ha enamorado?
***
Huérfanos se juntan dentro del castillo
Con sus sonrisas ocultas, desaparecidas o
Falsas
Ellos no se rodearan de amor sincero
Provisto por las alas de un ángel
***
Ella lo sabe. Esta protegida. La mitad de los invitados allí, fueron enviados para darle una coartada.
Saludos cordiales al "anfitrión", halagos, sonrisas; todo eso no es más que una farsa, nuestra querida asesina lo sabe, esas personas solo desean obtener puntos con el jefe tras una buena actuación.
Las miradas, los murmullos, de aquellas personas, hombres y mujeres; la mirada rosada lo sabe, se están preguntando por quė aun no lo ha hecho.
Ella también se lo pregunta.
El reloj marca las 11.
¿Se esta arrepintiendo?
***
El vidrio olvidado en las escaleras
Lentamente se quema hasta ser cenizas y
Desaparece en el aire
***
El baile no cesa, aquel "príncipe impostor" no parece tener intenciones de soltarle, la música se detiene un momento; es su oportunidad.
Le invita a salir al balcón de aquel gran castillo tras susurrarlo a su oido, con un sonrisa coqueta, la azabache no duda en aceptar esa invitación.
***
Debo irme ahora, me estoy estremeciendo
A pesar de que te veo mirando de reojo el
reloj
***
Se recargan en el barandal de piedra de aquel balcón, la luz de la luna baña el gran jardín.
Pasa saliva, esta nerviosa, mira a su alrededor, el viento helado traspasa su vestido, tiembla, y la azabache lo nota; un gesto de caballerosidad y tiene la gabardina del "príncipe" sobre sus hombros.
La pelirrosa voltea a verle con sorpresa, la oji-carmín solo le sonríe; su antifaz es negro con la orilla plateada, resalta esa mirada rojiza y logra un sonrojo en la asesina.
El reloj se acerca rápidamente a la medianoche, la mirada del "príncipe" lució preocupada por apenas un segundo tras voltear a ver el reloj en el gran salón.
...
Tic-tac
...
Tic-tac
...
11:30
...
***
Pateando mis zapatos de cristal lejos, no
Puedo decir lo que quiero decir
Mis dedos se acercan a tu cuello antes de
Que pueda detenerme
***
Silencio.
Ninguna sabe que decir, solo contemplan el panorama que la noche les proporciona.
Sus pies duelen, bailo por mucho tiempo, decide dejar sus zapatillas a un lado sin que la azabache lo note.
Un suspiro y ya tiene la mirada rojiza sobre ella.
No puede apartar la mirada rosada de los ojos carmín, su mente desea decir gracias por la gabardina.
Pero de sus labios solo escapa la palabra "adiós" mientras sus manos lentamente se enroscan en el cuello descubierto de la azabache.
Le sonríe.
Y la seguridad de la asesina se tambalea, baja los brazos, ¿por que le ha sonreído?
Sus mejillas se han vuelto húmedas de repente.
***
Beso las lagrimas que caen de tus ojos
Y en ese mismo momento, sentí un
Escalofrío en mi interior
***
-realmente...eres un príncipe- sonríe tristemente mientras permite que la azabache limpie las lagrimas que caen por sus mejillas, con sus labios.
...
11:50
...
Las lagrimas siguen saliendo de sus bellos ojos mientras dirige su mano hacia la daga bajo su vestido con sutileza.
***
Por favor, no dejes que suene la
Campanada de media noche
Me encuentro a mi misma arrodillada ante
Ti
***
No puede con eso, sus piernas tambalean y cae al suelo.
Mira el reloj, solo le quedan un par de minutos.
Debe hacerlo.
El "príncipe" se agacha a su altura, preocupada le toma de los hombros con dulzura en su mirada. Quiere que los ojos rosados le vean.
No puede voltear a verle, esa mirada carmín solo logra que dude de lo que va a hacer y ya no tiene tiempo para dudar.
La daga en su mano enguantada tras su espalda.
Las manos de la azabache ahora tomando sus húmedas mejillas.
Su llanto ha sido acallado tras un beso de su "príncipe impostor".
***
A pesar de que grito: no lo hagas!, mi
Mano se desliza
Despidiéndote para siempre
***
Las campanadas suenan y la daga atraviesa el cuerpo del "príncipe".
Sangre brota.
Sus guantes antes de un blanco lleno de pureza se han teñido de un rojo carmín, el rojo de aquellos ojos que le habían quitado el aliento hacia apenas unas horas...Unos minutos...
***
Tu que tienes el aire de una princesa
Llevas el humo de disparos en tus ojos
Mi fría fachada no fue rival para tu fuego
Y sentí como atravesó dolorosamente mi
Hielo
***
El cuerpo del "príncipe" termina de caer en sus brazos.
Aun tiene esa sonrisa en sus labios mientras ve a la asesina con cariño.
Logra acariciar el cabello rosado frente ella mientras ve la mirada de dolor de su compañera.
La azabache lo sabia, que esa noche irían a por ella, que su vida acabaría antes de la medianoche.
En ese momento no sabia quien seria el que acabaría con su vida, sin embargo ahora...se alegraba que hubiera sido ella.
Su asesina de cabello rosado.
***
Aun puedo sentir tu suave aliento sobre mi
Piel
Pero ahora se siente como un sueño
Lejano
***
Abraza a la azabache contra si, mientras las lagrimas vuelven a caer por sus mejillas humedeciendo el traje del "príncipe".
¿Como puede darle una mirada tan llena de ternura a la persona que fue a acabar con su vida?
***
La luna de plata crea un velo que brilla a tu
Alrededor
Tu sonrisa brilla como la estrella mas
Brillante
***
La fiesta continuaba dentro del gran salón, nadie parecía percatarse realmente de lo que había sucedido.
Y si lo hacían era solo para sonreír, su princesa había cumplido con aquel ultimo encargo.
Su blanco vestido se iba tiñendo por la sangre de la azabache.
Su daga tirada en algún rincón.
Con la luna iluminando aquella escena.
Aquellos últimos momentos del "príncipe" azabache.
***
Mi vestido se romperá
Y mi tiara de oro será pisoteada
Con mis manos y pies en un gesto de
disgusto
Por lo que te he hecho
***
Por un momento pensó en salvarle rompiendo su vestido para curar la herida, pero era demasiado tarde; la azabache lo sabia y se lo hizo ver.
Lanzando lejos la tiara que adornaba su rosado cabello y quitando el antifaz de su rostro, se aferro a su príncipe azabache.
***
En este momento nuestras almas están
Unidas
Por el duro filo de plata de tu cuchillo
Pero si yo no soy quien detendrá tus
lagrimas
Entonces es un romance de un solo lado
***
-fue un verdadero placer bailar contigo; mi princesa asesina- le sonríe y el corazón de la pelirosa se contrae aun mas
-no hables..!!- sus lagrimas siguen cayendo, pero el "príncipe" ya no puede limpiarlas
-Bonnie...te ves mejor sonriendo- intenta acariciar la mejilla de la pelirosa pero sus fuerzas ya no alcanzan para ello
***
Detén el tiempo en este mismo instante
Estoy completamente atada a ti
Dios, si tienes piedad permíteme quedarme
Aquí
Mientras cuento cada latido de tu corazón
***
Grita de frustración volteando su mirada al cielo mientras siente la vida de la oji-carmín desvanecerse en sus brazos.
¿Acaso intenta suplicar al cielo que no se lleve a su "príncipe"?
Eso es imposible.
"Cariño, el cielo a ti ya te ha abandonado."
Llora mientras se niega a soltar el cuerpo de la azabache.
Los minutos siguen pasando; es hora de irse, quedarse allí en ese momento ya no es una opción.
***
Superado con emociones que fluyen
He sido abandonado para ahogarme en
esta calidez
Desde este momento, mi cuerpo ya no se
Moverá
***
Todo ha acabado.
Un beso en la frente de la azabache mientras le deja recostada en el suelo, en una posición de "princesa durmiente".
Dejando su antifaz blanco en el pecho de la oji-carmín, termina por levantarse y buscar una salida del castillo con ayuda de los "bufones" que el jefe había contratado.
Sale por la puerta principal siendo invisible a los ojos de los verdaderos invitados; dejando tras de si su tiara y zapatillas.
Entra al carruaje que le esperaba con el jefe dentro de él.
La ve de arriba a abajo, su vestido teñido de rojo; sonríe.
-veo que lo hiciste- el hombre habla y ella solo aparta la mirada con odio lleno de tristeza- vaya, hace tantos años de eso; pensé que no le reconocerías, pero tu mirada me dice lo contrario
-...- voltea a verle, no entiende a que se refiere
-has ganado tu libertad- su mirada pasa de la ventana a los ojos rosados- a cambio de la vida de tu prometida.
***
¡Todo es igual a un cuento de hadas!
***