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El hermano de mi amiga. por Mc-19051

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Notas del capitulo:

Muchisimas gracias por haber comentado en el capitulo anterior :'D 

Me alegra saber que algunos ya están interesados en esta historia <3

Después de que el hermano de la trigueña se fuera, un silencio algo tenso se formó entre los dos amigos, la trigueña al ver esto decidió romperlo soltando una /muy/ nerviosa risa.

-Podría decirse que lo invocaste.- Se pasó su mano por la nuca riendo con nerviosismo, mirando la parte trasera de la cabeza de su amigo que aparentemente miraba la puerta con cierto aire de estar hipnotizado.

-¿Esta soltero?- Fue lo único que se dignó a preguntar dirigiendo su mirada hacia la trigueña, denotando su /más que obvia/ curiosidad.

La morena denoto su sorpresa con la simple expresión de abrir como platos sus ojos /en este caso único ojo al ser el otro mayormente tapado por su cabello/ hizo varios intentos para hablar pero por su cerebro  no circulaban respuestas posibles, tal vez, ver tanto yaoi le estaba empezando a afectar.

Claro, que ver ¨yaoi¨ desde los 12 años, no era algo exactamente sano para la mente, ahora por su cabeza circulaba la pregunta ¨¿Arturo estará interesado en Oscar?¨ Cuando tu pasatiempo número uno es ver relaciones homosexuales entre hombres, cualquier indicio a la homosexualidad en la vida real puede ser tomado como ¨Live-Action Yaoi¨.

Arturo simplemente se arqueo de hombros, cerrando los ojos y votando un suspiro.- No me sorprende que lo este, parece un aborto fallido de mandril, sinceramente.- Miro a su amiga la cual lo miraba expectante, decidió proseguir.- La mujer que decida estar con él debe estar loca o ciega, bueno, al menos esa mujer no tendría una razón lógica para sentir celos ¿Qué otra mujer se fijaría en ese mandril abortado?- Susurro frunciendo el sueño prediciendo lo que su amiga estaba pensando.

-Oh, no creas.- Sonrió levemente, al fin se dignaba a contestar.

-¿Qué quieres decir con eso?

-Su última ex lo dejo por celos.

-¿Estaba loca esa tipa o qué?- Frunció aún más el ceño.

-No, simplemente tenia mala experiencia con los hombres, y como Oscar es un tanto despistado, ella creyó que  la ignoraba y decidió acabar la relación.

-O sea- Sonrió divertido.- Aparte de ser increíblemente horroroso es un idiota ¡No me sorprendería que fuese a morir solo!

-Joh.- Se quejó la chica haciendo un leve puchero.- No lo critiques tanto, él tiene sus defectos como todo ser vivo en esta tierra, pero también tiene sus dotes.

-¿A si? ¿Cuáles?- La reto juguetón.

-Que te los diga el, porque yo no sé cuáles son.

Ante tal comentario ambos rieron levemente, eran en esa clase de momentos que uno siempre recuerda cuando esta nostálgico.

-Tendré tu comentario en cuenta.- Susurro el pelirrojo mientras se levantaba de su lugar.

-¿A dónde vas?

-Me tengo que ir ¿O quieres que duerma aquí?

-No sería mala idea, Oscar esta aburrido de estar con ¨Manuela¨.- Arturo hizo una notoria mueca de asco al escuchar ese comentario, miro con rabia a su amiga.- Si las miradas mataran…- Susurro está sonriendo tranquilamente mientras se levantaba.- Vamos a la cocina para darte esas preciosas manzanas.

[…]

-En verdad lo siento por andar pidiéndote cosas todo el tiempo.- Se disculpo el pelirrojo rascándose la nuca con vergüenza, se sentía como una carga, y odiaba sentirse como tal.

-No te disculpes, cariño.- Michelle le sonrió con tranquilidad poniéndose una mano a cada lado de la cadera.- Si no te las doy a ti, terminan perdiéndose, Oscar traga como loco al igual que yo, pero simplemente no es suficiente, y ya sabes lo que dicen ¨Una manzana al dia mantiene al médico alejado¨.

-Je.- Una risa nerviosa salió de sus labios.- Bueno, muchas gracias, de todas formas.

-No hay de que.- Le sonrió con dulzura.

[…]

De todas las cosas que el odiaba hacer, era caminar solo por las calles de la ciudad a altas horas de la noche, tuvo que literalmente salir disparado de la casa de su amiga para intentar evitar que lo agarrase la noche en las calles /cosa que obviamente no funciono/ boto un  suspiro mirando sus pies, esas tenis desgatadas que en su tiempo fueron de un brillante color verde ganándose  a veces el comentario sarcástico de la gente diciéndole ¨¡Se te van a perder!¨ , ahora no sabía exactamente que tonalidad de verde eran, si eran verde bosque cutre o verde ¨cansao’¨ sonrió levemente recordando el origen de eso.

Su amiga, como era más que obvio, venia de Latinoamérica, claro que cuando la conoció en secundaria no entendida casi nada de lo que le decía y como el sabía que ella tampoco entendía los modismos europeos, más de una vez la llamo ¨guarra¨.

Lo que más le daba risa era la manía de ella de decir ¨coño¨ y ¨verga¨ palabras que en su país, hacían referencia a las partes genitales de la mujer y hombre, respectivamente.

Los latinos y españoles, el latino distorsionaba enormemente el español original, y ponía unos modismos más que extraños, y claro ¿Por qué no añadir más de 50 malas palabras a su diccionario? Coño, verga, carajo, ¨mardicion¨, cagar, culero, cotisua’, parrillero /con la última siempre se confundía, porque creía que su amiga se refería a alguien que LOGICAMENTE hacia parrillas, pero no, se refería a alguien que iba en moto ¿Qué clase de lógica era esa?/.

Y un montón de palabras extrañas más, como si eso no fuese poco, cambiar la pronunciación de la mitad de las palabras ¨¡Ay Deoh! Casi me mocháis err’ deo’¨ qué traduciéndolo a su precioso idioma era ¨¡Ay Dios mio! Casi me cortas el dedo.¨ Enigma de los latinos.

El punto era que con ¨cansao’¨ su amiga se refería a ¨gastado¨, una sonrisa se dibujó en su rostro ¨Esas tenis tuyas están más que cansa’as, tienen un sensual verde cansao’¨

Suspiro levantando la mirada de sus pies y volviendo a la realidad, se percató de que ya había llegado a su destino, un edificio que a simple vista parecía estar más que abandonado ¿Qué esperaba viniendo a saber que era el conjunto de apartamentos más barato en todo el país… O quizás del mundo? Se sentía un vago al vivir allí, pacientemente esperaba a ser mayor de edad, para irse finalmente de allí.

Aunque fuese difícil de creer para muchos, Arturo vivía con alguien que lo ¨cuidaba¨ y ese alguien dudaba mucho en si llamarle alguna clase de familiar, lo único que hacia ese alguien era pagar la renta del apartamento acostándose con el gerente de allí, sumamente sencillo ¿No?

Rara vez traía comida, o más rara era la vez que traía algún producto para el pequeño apartamento, en un principio lo hacía, pero simplemente dejo de hacerlo de la noche a la mañana ¿La razón? Pese a los años, para Arturo, la razón seguía siendo un total misterio.

Subió todas las miserables escaleras que llevaban al antepenúltimo piso, hubiese tomado el ascensor, pero este estaba averiado, se averió hace como 5 años, tuvo una falla mientras subía, el sistema que lo elevaba se colapsó, haciendo que cayese con rapidez hacia el fondo y con el estrepitoso choque matando a todas las personas que venían abordo, la policía vino, y el caso al final quedó flotando, y el ascensor quedo simplemente inútil ¨Maldito gerente avaro de mierda, ojala le de cáncer en el culo¨ Pensó sumamente molesto Arturo llegando al octavo piso del edificio, donde caminando por el pasillo /que a la larga terminaba pareciendo  ser sacado de alguna película de terror de poco cortometraje/ llegaba al diminuto apartamento que compartía con su… Algo.

Subir ocho pisos a través de escaleras era mejor que salir a correr todas las mañanas, todo sería perfecto si Arturo no estuviese enfermo del corazón ¿Que mejor manera de perturbar a un niño de por vida que diciéndole ¨si juegas te puedes morir¨? Un ¨talentoso¨ doctor le había dicho hacía muchos años ya que tenía una clase de deficiencia cardiaca, no podía agitarse mucho y tampoco podía hacerlo muy seguido, o algo así era, él no lo recordaba con claridad.

Solo recordaba la conversación.

¨-¿Te gusta correr?¨

¨-¡Sí! Me gusta jugar al ¨corre que te pillo¨ ¿Alguna vez lo ha jugado? ¡Es mi juego favorito!¨

¨-Claro que lo he jugado, pequeñín, pero ya tú no puedes jugarlo.¨

¨-¿Por qué no?¨

¨-Porque si lo juegas, puedes llegarte a morir.¨

Si, definitivamente, esa era la mejor manera para un pediatra de decirle a un niño que tenía una deficiencia cardiaca.

¨Pediatra es el culo del gerente.¨ Pensó Arturo fastidiado, recordando esa conversación ¿Qué clase de pediatra le decía eso a un niño? ¨Bueno, al menos el muy hijo de puta era sincero.¨ Suavizo un poco su enojo, mientras metía la llave en la cerradura /oxidada/ de la puerta, escucho pacientemente el ¨click¨ dando a entender que la cerradura ya había sido abierta, abrió la puerta hacia dentro haciendo que las bisagras /también oxidadas/ chillasen, perforando sus tímpanos, no importaba el tiempo que llevaba viviendo en ese sitio, jamás se acostumbraría.

A duras penas y serbia la electricidad, ya que el servicio del agua… A veces te salía agua, otras veces te salían cucarachas de los grifos. El gas, el gerente posiblemente no sabía el significado de eso. La electricidad era simplemente miserable, solo un lado del apartamento contaba con electricidad, el otro era todo un riesgo si quiera conectar algo a los enchufes, puede que tuvieses suerte y no te pasara nada, pero si la electricidad ¨estaba en sus días¨ podría mandarte una descarga eléctrica de suma potencia.

Suspiro dejando la bolsa llena de manzanas en el mesón, agarro una y le dio un mordisco, tenía hambre y esa manzana estaba jugosa, un leve cosquilleo le recorrió la boca al sentir ese dulce sabor allí.

Mastico un poco, pero su proceso alimenticio se vio interrumpido por una voz femenina.- Que lindo hijo tengo, me trajo la cena.- Arturo trago con amargura, esa mujer simplemente  le daba asco y como si no fuese poco tenía que llamarla ¨madre¨ aunque sería una gigantesca mentira decir que esa mujer lo era.

Si no hubiese sido por un humilde señor /Que en paz descanse/ que se encontró en el parque, jamás hubiese sabido lo que era un libro, ese humilde señor, le pago sus estudios, inclusive fue a su graduación del bachillerato, y lo felicito diciéndole ¨Estoy orgulloso de ti, hijo.¨ El hombre tenía problemas con sus verdaderos hijos, y Arturo era como alguna clase de ¨consuelo¨ para él,  no en el mal sentido.

Un niño de ocho años, inteligente, que no recibía atención por parte de sus padres, era la mejor manera de no sentirse solo para el señor, el señor gustoso lo hubiese criado como su propio hijo sino fuese porque la zorra de Susan  se lo prohibía y con facilidad podría denunciar al señor como ¨pedófilo¨, Susan el nombre de la zorra de su madre, había obtenido algunas ventajas de tener a un niño y ser madre soltera, la gente se apiadaba de ella, y le ayudaban dándole dinero, comida, etc.

El señor simplemente se limitó a pagarle los estudios y cuidarlo al menos en ese aspecto, de vez en cuando le daba dinero para poder comprarse golosinas /cosa que siempre le agradecería/ si Susan no hubiese intervenido, tal vez estuviese viviendo en mejores condiciones, lástima que la muerte tenía en su lista a ese buen hombre, Arturo fue a su funeral, hablo un buen rato con los hijos de ese señor, enterándose de los nombres de estos, ¨Andru y Druan¨ eran mellizos… Que lo  único que tenían de parecido era el color de los ojos y su fisionomía, porque el cabello de uno era azul oscuro con las patillas celestes, y el otro simplemente era albino.

Los ojos eran simplemente únicos, y el que creía que el color morado era de por si extraño, eran de un gris tan claro que asimilaba al blanco, se quedó como imbécil viéndolos, y su orgullo fue destruido cuando Andru simpáticamente le comento ¨El contacto visual en la conversación es importante¨ era una clara indirecta a que Arturo se había quedado como imbécil mirándole directamente a los ojos.

Retomando rienda en la realidad, noto como su madre mordía con total tranquilidad una de las manzanas de la bolsa.- No es la cena cinco estrellas que esperaba, pero me es suficiente.- Susurro esta con la boca llena.

Arturo simplemente suspiro, su madre andaba entre sus treinta-y-tantos, una mujer que en sus tiempos fue hermosa con su larga cabellera castaña y ojos que parecían batallar entre ser azules y violetas, una piel hermosamente pálida, que con facilidad podría confundirse con ser de porcelana, pero ahora, toda esa belleza se había esfumado.

Dejando simplemente ver a una mujer, cansada de la vida, cuyos ojos habían perdido todo rastro de vida, y su piel había tomado un tono grisáceo, dándole un toque mucho más fúnebre, su cabello que antiguamente era lacio y elegante, ahora era una simple maraña sin cuidado.

Las bolsas que reposaban bajo sus ojos eran la obvia evidencia de todas las noches que pasaba sin dormir por estar como una zorra acostándose con cualquier ser capaz de moverse existente.

Estaría bien si cobrara, pero la muy zorra lo hacía por mero placer, puta  en resumidas cuentas.

El olor a múltiples colonias masculinas combinadas le causo un revoltijo en el estómago ¨ ¿Qué hombre en la tierra se revolcaría con esa cosa?¨ Se preguntó a sí mismo el pelirrojo mirando a su madre de reojo.

¨Tal vez el hermano de mi amiga¨ Se respondió a si mismo mentalmente, sonriendo levemente, solo esperaba al otro día para ir a la casa de ella y gozar un rato. A ella no le molestaba, aparentemente, o tal vez si lo hacía y simplemente era prudente y no lo mostraba.

Su sonrisa se esfumo al caer en cuenta con eso último, bajo la mirada durante unos segundos.-Pero es que soy miserable.- Susurro con amargura, aguantando las ganas de llorar, odiaba cuando se ponía ¨así¨.

Su madre, lo miro con cierta nostalgia.- No eres el único que se repite eso el día a día.- Susurro esta mientras tiraba el residuo de la manzana a la cesta, levantándose así y alejándose del chico dejándolo solo con su mar de pensamientos.

Notas finales:

Espero les haya gustado y gracias por leer :'D


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