Onodera no soportaba más, se encerró en su habitación y se hecho en su cama, cerró los ojos y deseó que todo aquello fuese un sueño, que su madre nunca le mintió, que no se casaría! y menos con un hombre!, que podría al cumplir los 17 irse de aquella jaula, a la que llamaban "casa", estudiar en una universidad, tener amigos, tener una novia, tener una casa y que nadie lo prive de su libertad! Entre tanta preocupación quedó en un profundo sueño, el más profundo que pudo tener en su vida, deseando que aquello no terminara...pues al despertar, su vida cambiaría por completo.
Onodera Pov:
-Joven Ritsu! Joven Ritsu! Despierte por favor!-
Onodera poco a poco fué despertando, aquella ama de llaves lo empujaba para que despertara de una vez.
-Mmm que pasa, por qué me despiertas.-
Onodera por fin abrió por completo los ojos, se sentía muy cansado y debil.
-Joven Ritsu, sus maletas estan listas, debe prepararse, además su madre le dejó un sobre, esta en la mesa de la sala.-
Onodera al escuchar sobre la carta se quedó unos segundos helado.
Onodera Pov:
Cuando por fin estaba completamente despierto, la ama de llaves mencionó un sobre, fué en ese momento donde la sorpresa y la ira aparecieron en mi. Tan solo faltaba esto, que mi madre se largara de la casa para ya no sentir mas culpa al ver como su hijo se va por un casamiento obligado...
Me paré de inmediato y caminé hasta la sala, donde vi aquel sobre, realmente no podía creer que aquello este sucediendo.
Lo abrí y leí su contenido.
"Disculpame Ritsu, no podía seguir con esto"
Al leer esas cortas palabras, ya no soporté más y arrugué el papel y lo aventé en alguna parte de la sala, no soportaba más, yo no quería esto, por qué me pasaba esto a mi?
Miré el reloj y me quedé atónito ante la hora que era.
-La 1 de la tarde?-
Me quedé sin aliento por un segundo, para finalmente salir corriendo en busca de la ama de llaves, la encontré en el pasillo doblando unas mantas.
-Dime a qué hora van a venir a recogerme!!-
Ella paró su acción para mirarme.
-joven Ritsu, vendrán a las 2, debería de estar preparándose.-
Al escuchar aquello me di media vuelta.
-Mierda!-
Dicho aquello y corrí a mi habitación, me cambie de ropa y metí ropa indispensable y el libro de historias de vampiros de mi padre, tambien guardé un monto regular de dinero. Todos piensan que me quedaré con los brazos cruzados mientras me obligan a casarme, no de broma!.
Miré el reloj y vi que eran la 1 y media, tenía que salir de aquí!
Tomé mis cosas y bajé a la sala, la ama de llaves me observó y dijo.
-Joven Ritsu, lo que usted esta haciendo no servirá, además usted no conoce ninguna otra parte, a esepción de la biblioteza y su casa.-
-No tengo tiempo que perder, quizas no conozca algún lugar al que ir, pero...si conosco algunos atajos, si me quedo aquí esperando, no me lo perdonaré nunca, al menos debo intentar huir de ellos. Muchas gracias, todo este tiempo le haz servido a mi madre no?-
Ella asintió.
-Eres muy valiente, soportar las tonterias de mi madre debe ser muy dificil no? Bueno, adios!-
Dicho aquello y di media vuelta para retirarme, pero me tope un gran cuerpo. Era un hombre muy alto, vestido con un traje negro y con lentes oscuros, se notaba que era fuerte, pues su contextura lo demostraba, comparado con el, yo era un diminuto fideo. No exageraré, pero me quedé helado del susto.
-Usted debe ser el nuevo amo Ritsu, con mucho respeto le pido que venga conmigo, mis hombres lo esperan afuera, si pone resistencia tendremos que usar medidas drástricas.-
Me quedé helado, miré a traves de la ventana y vi a otros 3 hombres, igual de grandes y robustos como aquel hombre, estaban esperando parados en una camioneta negra.
Era imposible, faltaba media hora! y ya estabn aquí?, era imposible!
-Ustedes dijeron que vendrían a las 2! Por qué llegaron antes de la hora acordada?-
-Le informamos a la señora que esta detrás de usted que llegaríamos a las 1:30, jamás dijimos que a las dos, pero ya no perdamos tiempo joven amo, el gobernante y su hijo lo esperan.-
Voltee la vista y miré a la ama de llaves quien estaba con la cabeza agachada.
-Disculpeme, pero era una orden de su madre.-
"Otra vez" Pensé, me habían mentido otra vez, sonreí con tristeza y prepotencia, mi familia, y las personas que conocía me habían mentido nuevamente, pero saben? Eso no va hacer que yo me quedé quieto, aunque sea debo luchar! Sé que es en vano, pero si no lo hago o al menos intento escapar, jamás me lo perdonaré en toda mi vida.
Salí con aquel hombre hasta la puerta, cuando por fin estuve fuera, di un gran respiero y corrí unos metros para finalmente chocar con un gran cuerpo y caer.
-Pero qué?-
Miré y era uno de los guardaespaldas, no lo había visto hay, era imposible!
-Joven amo, si usted trata nuevamente de escapar, me temo que tendremos que ser algo agresivos con usted, así que no lo vuelva a hacer.-
Dicho aquello y me ayudó a levantarme, con la cabeza agachada subí al auto, y empezó el viaje.
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Onodera estaba lleno de rabia, el no poder hacer nada, y tener que esperar a el futuro que se le venía, habían dos guardaespaldas a sus dos lados, en el asiento del co-piloto haía otro, y en el asiento del conductor estaba el primero que había visto. El viaje duró dos horas, realmente era algo alejado el lugar, notó a través de la ventanilla, como poco a poco hiban cambiando las casas, de las más comunes y pequeñas, hasta las más grandes y finalmente las mansiones.
El auto paró, y el guardaespaldas que conducia volteo a mirarme.
-Joven amo, ya llegamos a la mansión Masamune, lo escoltaremos hasta la puerta.-
Asentí y al salir me quedé muy sorprendido ante la gran casa que veía frente a mi, era de color gris, grande, elegante y a la vez moderna, tenía áreas verdes a su alrededor, y una gran pileta o fuente de agua, realmente esto era a lo que se llamaban mansión.
Caminé y los grandes hombres me seguían por detrás, al llegar a la puerta voltee y estos ya no estaban, me quedé un tanto sorprendido, pero ya no me asombraba como antes, pues deducía que ellos eran vampiros, y los vampiros tienen habilidades sobrehumanas.
La puerta se abrió haciendo que saliera de mis profundos pensamientos, vi a un hombre de tercera edad, era un mayordomo, vestía perfectamente un uniforme, era bastante alto y su cabello era blanco como su bigote.
-Es un honor vivir para conocer a la pareja del amo Takano Yo soy Sebas, y sirvo a la familia Masamune desde hace mucho tiempo, llámeme si me necesita, yo aparecere en cualquier momento.-
Parecía una persona bastante agradable, realmente estaba en desacuerdo con todo esto del matrimonio, pero no por ello hiba a tratar mal a aquel hombre, y menos a una persona de avanzada edad.
-Mi nombre es Onodera Ritsu, un gusto.-
Sebas sonrió amablemente y dirigió su vista a las grandes escaleras que estaban al extremo de la sala.
-Amo Onodera, suba por esas escaleras, el amo takano y el amo Rett lo estan esperando en la oficina, la puerta esta abierta así que usted sabrá cual es.-
Asentí y subi las escaleras, realmente aquella casa era muy hermosa, me quedaba cada vez más impactado por lo grande y bella que era.
Al estar en el segundo piso, vi una puerta abierta, caminé y al ver dentro de ella vi a un hombre de aproximadamente 50 años, tenía el cabello negro, hiba vestido en terno, estaba sentado en un elegante escritorio.
-Oh! Un gusto Ritsu no? Pasa por favor, siente como en tu casa, bueno...esta pronto será tambien tu casa, ven, sientate.-
Caminé y me senté en una de las sillas en frente de aquel hombre.
-Eres identico a tu abuelo, aunque algo más bajo de estatura, que mono! Parecerías una chica si te dejaras el cabello largo!-
Dijo aquello y realmente me enojé.
-Con mucho respeto señor, pero no aceptaré que me hande hablando de esa forma.-
-Oh! Lo siento, lo siento, pero no podía contenerme, realmente te pareces tanto a él, no sabes cuanto esperé por conocerte, espero que estes tan emocionado y feliz como yo por esta boda que se viene!-
Cuando escuché aquello de estar emocionado y feliz estallé.
-Emocionado? Feliz? Usted no comprende nada! Me estan obligando a esto! Yo no quiero casarme, soy muy joven aún! además, me estaré casando con otro hombre! Yo no quiero eso! No quiero casarme! Anule esta boda! y el contrato!-
Cuando terminé, estuve algo agitado, realmente necesitaba soltar todo ello.
-Almenos no soy el único que esta en contra de todo esto.-
Escuché esa voz, era de un hombre, estaba detrás mio! Voltee a ver y vi a un hombre muy guapo, era joven, le calculaba unos 24, era de alta estatura, cabello y ojos castaños, vestía ropa casual oscura, su piel era clara, me sorprendía el hecho de tener que aceptar, que era un hombre bastante guapo y apuesto.
Aquel chico se apoyo en el escritorio de Rett, bastante fresco y a la vez con molestia dijo.
-Viejo, tienes que anular todo esto, ni el ni yo queremos que esta boda se haga, por qué no me dejas tranquilo de una vez por todas? Acaso piensas que atandome a alguien no dejaré de darme salidas con mis amigos? Sabes como soy, no te temo, ya no soy un niño, soy más fuerte que tú, si me lo propongo podría qitarte esa gran confianza de ti mismo.-
Con una sonriza y una mirada retadora observaba a aquel hombre, quien aunque fuese dificil de creer, era su abuelo.
-Takano, ya hablé contigo, no me hagas quedar mal, además...estarte comparando conmigo? Sabes muy bien que podría hacer que ese boquita tuya deje de soltar tonterías en este mismo instante, tienes razón, ya no eres un niño, pues entonces te trataré como un adulto que eres, ok? Controla tus impulsos...-
Ambos hombres se miraron de forma retadora, sus ojos se tornaron rojos, realmente en cualquier momento empezaba una pelea desastrosa.
-Takano, no hagamos más un espectáculo en frente de tu futura esposa, o no querrás...que mi paciencia culmine y mande a mis hombres a por...esa personita especial no?-
Al escuchar aquello, takano enfurecido lo miró con enojo.
-Si te atreves a hacerle algo, yo, con mis propias manos, te mato.-
Dicho aquello y se alejó de él, se dió media vuelta y salió de la habitación, Rett sonriente dijo.
-Es un niño mimado, por favor, disculpa esat escena que armamos, realmente esto es una vergüenza.-
Yo me quedé muy sorprendido, no entendí nada de lo que ellos dos habían dicho, además que estuve en medio de una discusión incómoda, tan solo me quedó la duda de quién era esa "persona especial", tenía curiosidad.
-No hay problema señor.-
-Oh! no me digas señor! Dime Rett, con confianza, después de todo, seremos familia pronto!-
Lo miré y con bastante seriedad lo miré.
-Con mucho respeto le quiero hablar sobre este te...-
No terminé ya que al instante aquel hombre habló.
-Ritsu kun! No tengo la mínima intensión que de esta boda se valla a cancelar, además yo ya no puedo hacer nada, pues yo mismo firmé para que esto jamás se valla a anular, además, esta fué una decisión entre tu abuelo y yo, si no se cumple yo...-
Se quedó en un momento en silenció, y me quedé bastante impactado y a la vez sentí temor al ver como una persona tan carismática como aquella podría mostrar un aura y una precencia tan oscura y aterradora, era verdad, esta gente...no era humana.
Continuará.