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Mi vida. Mi felicidad. [XiuBaek] por HoneyXiumin99

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Notas del fanfic:

 ¿Amen mi idea random? (?)

Bueno, aquí les voy:

 

Yo… era realmente feliz; bueno, ahora lo soy, incluso más que antes pero… existe un fragmento de mi historia que desearía eliminar de mi memoria, pero lamentablemente no es posible.

 

Nací como cualquier niño normal: Dos brazos, dos piernas, dos ojos, una nariz, dos orejas…ya entienden la idea. Tuve una niñez hermosa; mis padres aún siguen felizmente casados y viven en la casa que les regale una vez que cumplí la mayoría de edad. Siempre fui bueno en temas académicos, mi promedio era el mejor del aula y gracias a ello gane varios amigos, así como también enemigos. En mi adolescencia no cambié mucho a como originalmente actuaba.

Fue una época dura para mí pero a la vez hermosa. Pasé casi dos años negando mi desviación sexual, pero a fin de cuentas terminé aceptándome y hasta ahora no me arrepiento de la decisión que tomé. Ser homosexual me cerró varias puertas pese a que no se me note tanto, aun así me abrió otras que gustosamente tomé en cuenta.

Por ese entonces conocí a una persona que logró acelerar mi corazón de una manera que rayaba en lo insano. ¿Recuerdan esas caricaturas en las que al ver una persona que les atraía mucho, su corazón golpeaba contra su pecho y se podía ver el movimiento ya que sobresalía? Bueno, algo así me pasaba a mí. Nuestra relación fue muy acogedora,  realmente linda y tierna. Sin embargo… una tragedia pasó.

 

Yo… perdí una pierna, me amputaron la derecha. Todo sucedió una tarde en la que salía de mi practica regular de futbol; caminaba por una calle cualquiera hablando con él mientras trotaba (llevaba los audífonos puestos) y en una de esas me tropecé con un bloque que me hizo rodar. Quedé boca abajo con las piernas extendidas y bueno… un carro pasó y a lo que quise reaccionar nada más pude recoger una pierna. La otra fue aplastada por los dos neumáticos. Mi quejido fue tan fuerte que varios peatones se detuvieron y JongDae preguntaba desesperado por el audífono qué me había sucedido. Fue un momento traumático para mí, tanto que caí desmayado al instante.

Desperté en una habitación de hospital. Tarde apenas un par de segundos en espabilarme para empezar a llorar desconsoladamente al percatarme de que, efectivamente, una parte de mi cuerpo se había ido.

Como todo adolescente lleno de desesperación grité palabras como “quiero morirme” o “¿de qué sirve la vida ahora?” mientras era sujetado por los frágiles brazos de mi madre que también derramó lágrimas al ver a su hijo en ese estado.

Con los días pude tranquilizarme pero eso no evitó que dejara de llorar, no. Todo lo contrario. Lloraba todas las noches, no dormía por estar ocupado  expresando mis sentimientos por medio de agua salada que brotaban intensamente desde mis ojos. Era un hecho que tampoco me alimentaba, ¿para qué?

Pero lo que más me dolió fue cuando, una semana después, JongDae fue a visitarme. Apenas lo vi entrar mi corazón volvió a acelerarse como el primer día de mi enamoramiento; sonreí abiertamente y le dije lo mucho que lo amaba y extrañaba. No obstante, JongDae no dijo nada, estaba con una expresión neutra mientras veía más allá de mis caderas. Sentí mucho miedo. Y bueno, todo empeoró cuando dijo: “No creo poder soportar esto, MinSeok. Será mejor que lleguemos hasta aquí”.

Eso fue todo lo que necesité para empezar a desmoronarme.

 

Según mi madre parecía un muerto en vida: mis ojos perdieron el brillo, vello empezó a brotar en mi rostro, tenía la mirada perdida, el cabello largo y estaba flaco. Ni siquiera mi mejor amigo, ChanYeol, pudo reponerme. Odié mi cuerpo, odié mi existencia y sobre todo detesté ver todos aquellos ojos expresando lastima hacia mí. Fue horrible, de sólo pensarlo mi cuerpo se estremece de una manera espantosa.

 

Asistí nuevamente a la universidad pero sin ganas, como era de esperarse. ChanYeol era el encargado de mover la silla de ruedas en la que reposaba, e incluso dijo ser “Mi piloto” y hacía bromas de ello para alegrarme. De vez en cuando me reía porque, joder, las bromas eran tan estúpidas que daban risa. Gracias a su ayuda aprendí a disimular el dolor tras sonrisas forzadas y fue más sencillo sobrellevar todo. De vez en cuando escuchaba murmullos desagradables refiriéndose a mí y simplemente sonreía de manera automática, no queriendo darles el lujo de verme sufrir por su estupidez.

Hubo un tiempo que tuve que conducir la silla de ruedas y, tomando un poco de palabras para presumir, ahora tengo músculos muy envidiables y calientes (palabras de mi actual pareja).

A pesar de tales logros, no dejaba de pensar en mi relación fallida. Maldición, realmente lo amaba y al parecer el muy estúpido no lo hacía ya que me dejó cuando más lo necesitaba. Por dios, era una mísera pierna, ¡una pierna! Claro que en aquel entonces una pierna significaba mucho.

 

Estoy agradecido con mis padres por darme el bienestar que necesitaba, pero me tomo el atrevimiento de adorar al estúpido alto con orejas graciosas por presentarme a la persona más maravillosa del mundo.

 

Su nombre es Byun BaekHyun y… llevamos ocho años juntos, claro, sin tomar en cuenta el año en  el que nos tomamos un tiempo para conocernos.

Al principio no estaba muy contento con la idea de entrar en una relación cuando no podía superar del todo la pasada, además de que el temor constante de perderlo al igual me perseguía hasta en los sueños. No obstante, sus adorables pucheros y ojitos brillantes me aseguraban  que él era mi pareja destinada. Sí, sí, ya sé, muy cursi, pero es la pura verdad.

 

¿Y ahora? Vivo la vida cada minuto como si fuera la última, regalando sonrisas sinceras a las personas que me rodean, adorando a mi novio cada vez más (e incluso pensamos en casarnos, ¡¿No les parece emocionante?!) y, sobretodo, fijar mi vista en el futuro, sin reparar en los grandes obstáculos que pusieron a prueba mi mentalidad.

 

 Y bueno, creo que es todo. Gracias por tomarte el tiempo de leer mi dramática vida. Seguiré haciendo las actualizaciones constantes y esta vez les vengo con una gran sorpresa.

 

Los quiero.

 

PD: Para las personas que seguramente van a preguntar sobre mi vida sexual pues le digo que es DI-VI-NA. Perdí una pierna, pero no mi pene. Tengan eso en mente ♥

 

***

 

Un click en el mouse y la publicación salió a la luz. Cerró la laptop, suspiró y terminó de acomodar la espalda en el espaldar de la silla. Sin duda eso había sido muy liberador, además de que BaekHyun le vivía diciendo que cómo es posible que no haya hablado de su vida a los seguidores de su página de Facebook.

Sonrió nuevamente luego de que una tonta imagen de su novio apareció en su cerebro de improvisto. ¿De verdad no era un sueño todo lo que vivió en esos ocho años junto al pelinegro? Porque de ser así no quería despertarse nunca.

 

Miró alrededor del lugar y ensanchó aún más su sonrisa al ver su ropa envuelta con la de BaekHyun y varias de sus pertenencias repartidas por todo el lugar. Oficialmente estaban viviendo juntos.

 

—Amor~— canturreó BaekHyun una vez que ingresó a la habitación. — ¿Qué prefieres? Blanco… —sujetó la prenda por el gancho y la pasó frente a su cuerpo para dar cierta imagen de cómo se vería con la prenda colocada—… ¿O rojo?

 

Sonriendo, MinSeok asintió. —El rojo te queda bien.

 

— ¿Bien? ¿Sólo “bien”?— hizo una mueca, bajando los brazos hasta dejarlos a los costados de su cuerpo y pasó el peso de su cuerpo de una pierna a otra, estando en una pose muy… particular.

 

Eso era algo que MinSeok de verdad amaba. Se había ganado una diva en su vida. —Corrección, te ves hermoso con ese color.

 

—Sigue— arqueó una ceja.

 

—El rojo te sienta tan bien que siento envidia de que a ti te luzca mejor que a mí. —BaekHyun agarró los dos ganchos en una mano y con la que dejó libre hizo cierto ademán, indicándole que continuara. —Y siento que muero cada vez que tu hermosa piel es adornada por semejante tono.

 

—Por eso te amo~— sonrió satisfecho mientras dejaba las prendas desordenadas en la cama. Inmediatamente fue hasta su novio y se sentó sobre él, uniendo pecho con pecho y descansando su cabeza en el espacio que hay entre el cuello y el hombro de MinSeok. —Minnie.

 

—Dime— susurró aún con la sonrisa danzando entre sus labios.

 

BaekHyun rodeó el cuello de MinSeok y lo abrazo con posesividad. —Nunca me dejes.

 

—Yo debería decir eso, ¿no crees?

 

—Para nada, sabes que no sería capaz de dejarte. Ya dije que seremos arrugaditos y aún nos amaremos.

 

—Nunca estuve tan de acuerdo con algo. — BaekHyun lo miró. —Te amo.

 

—Yo más, Minnie. —Y a lo que se dispusieron a compartir un beso más, a BaekHyun se le ocurrió una idea. — Cariño, ¿y si me haces el amor?

 

— ¿Hace falta preguntar?— le dio un corto beso en los labios. —Pero necesitaré ayuda para llegar hasta la cama.

 

—Pues vamos~

***

 

Comentarios:

Anónimo: A pesar de las circunstancias lograste salir adelante. Estoy muy orgulloso y feliz por ti, Baozi. 

Notas finales:

¿Y? ¿Qué tal? ¿Tomates? D:

 

Quiero aclarar que cualquier parecido con la vida real es mera coincidencia (?) Les juro que todo salió de mi cabeza chenchual eve

 

Porfi dejen sus rws y nos leemos después~


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