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Do you know what you got into? -YoonMin- por Fighter

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Notas del capitulo:

y luego de siglos :v traje lo que seria la segunda parte. decidí colocarlo dentro del ff mismo y no ponerlo a parte. Esto, en mi cueta de Wattpad, lleva el nombre de "Hibridos" :3 

Su cuerpo se sentía en extremo frio y no lograba entender en donde estaba, solo sabía que no veía nada. Sus manos rozaron lo que creyó era una pared y se apoyó en ella, guiándose para caminar.
Estaba desesperado por encontrar una salida o algo que le indicara en qué lugar se encontraba en aquel momento; ni siquiera sabia como era que había llegado ahí, al menos, el porqué de haberse encontrado dormido en un húmedo suelo de cemento y tierra.
Jimin lograba oír el sonido lejano de las gotas de agua cayendo en algún charco por allí, pero nada más; no había ventanas, puertas ni mucho menos, la luz del día o la noche.
Lo más curioso es que no tenía voz, no le salía.
¿Estaría soñando? ¿Era esta una pesadilla?
Temeroso, se animó a estirar una de sus manos a la derecha, dejando solo la otra para aferrarse y se sorprendió. Definitivamente no le costó nada el descubrir que se encontraba en un pasillo estrecho de, quizás, un metro de ancho.
Park continuó su marcha arrastrando los pies por el sucio suelo y las manos por las rugosas paredes húmedas. No supo calcular cuánto tiempo había permanecido así, caminando sin rumbo, hasta que sintió una fría corriente de aire azotarle entero, haciéndole estremecer mientras cerraba los ojos por la sorpresa. Tardó un poco más en estabilizarse de nuevo en su lugar luego de la sorpresa y abrió los ojos, consiguiendo ver una ranura tenue de luz más lejos; con esperanzas renovadas, Jimin caminó lo más rápido que le dejaba ir su miedo, hacia la luz.
A cada paso que daba, el pelinegro era cada vez más consciente de que el espacio se volvía más pequeño, dificultándole el caminar. Cuando ya se encontraba a pocos pasos de la franja de luz, no tuvo más opción que caminar de costado, estirando su mano izquierda hacía, lo que él creía, era su libertad. Al llegar a ella descubrió, con pesar, que su cuerpo no cabía del todo en tan estrecho lugar, pero, decidido, se forzó a cruzar de todos modos; Jimin achicó aún más su plano estómago y se giró de perfil, empujando su cuerpo entero en la estrechez del lugar. Un gemido de dolor resonó en su pecho y su mueca se distorsionó a un gesto de dolor cuando la presión comenzó a hacerle daño en la espalda, la cara, el pecho… y Jimin se encontró siendo capaz de oír gritos desgarradores, aunque no supo si provenían de él.
Aquellos alaridos se hacían cada vez fuerte mientras el dolor lo invadía.
El chico se detuvo y sollozó en silencio, derrotado por el esfuerzo y el dolor, aun con la mano extendida y la vista clavada en la luz; le faltaba tan poco para pasar, pero ya comenzaba a sentir como el pecho le dolía al intentar respirar.
¿Qué iba a hacer ahora? Estaba atrapado, solo y sin voz. No podía ser capaz de pedir ayuda, siquiera podía llorar de dolor.
Jimin mordía sus labios con fuerza; cerró los ojos he intentó despertar. Contó hasta cien, pero el sonido de las gotas y los gritos aun persistían así como la luz que atravesaba sus parpados.
Hasta que algo agarró su mano izquierda.
Horrorizado, Jimin trató de ver, pero se encontró con la nada, puesto que la luz se había ido. Park jaló su mano del fuerte agarre, obteniendo que este se haga más fuerte y lo tirara hacia adelante. Pese a su lucha, el joven comenzó a ser tirado en los estrechos pasillos. Su piel se sentía arder por el fiero roce y sentía que perdería el brazo en cualquier momento, pero eso no fue todo; la presión aumentó y prontamente comenzó a sentir como su piel y su carne eran cortadas por pequeños trozos filosos de algo incrustados en el pasillo.
Sus dientes se apretaron con fuerza y quiso llorar, pero el dolor tan infinito que sentía lo estaba volviendo loco, y aquello seguía tirando de él.
La sangre corría caliente por toda su piel y creía que ese era su fin, pero su mano fue liberada y su cara besó el suelo en una violenta caída.
Ya en el suelo se encogió de dolor y se quejó en voz muda, temeroso de abrir los ojos. La luz atravesó sus parpados cerrados y la melodía lenta pero lejana de un piano inundó sus sentidos.
Jimin se animó, primero, a palpar lentamente el suelo y, luego, abrió los ojos con la misma lentitud.
Suelo, paredes y el techo de una sala completamente blanca le alertó.
Con sigilo, Jimin se sentó, revisándose a sí mismo para mirar sus heridas, pero no halló ninguna, siquiera el mas mínimo rastro de sangre. Suspiró y obtuvo un escalofrío.
Su mirada, la cual estaba clavada en el suelo, fue capaz de percibir el rojo de una gota espesa; sangre se acumulaba en un pequeño charco a sus pies, a pocos centímetros de él. El terror se agolpó en él, acechándole cuando siguió el rastro.
Deseó gritar cuando lo vio; el cuerpo de un joven chico yacía destrozado en aquel minúsculo pasillo por el cual él creía haber pasado. La sangre del otro goteaba fervientemente, gota a gota, entre los dedos de la mano estirada.
Jimin se impulsó hacia atrás, cubriéndose la boca cuando descubrió que aquel muchacho era su mejor amigo: Kim Taehyung.
Gruesas lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas. Jimin tomó su cabeza y la ocultó entre sus rodillas, temblando.
No podía creer que algo tan grotesco le sucediese a su amigo, a su hermano de otra madre.
Y todo era tan retorcido junto a aquella lenta melodía a la cual se le había unido el sonido de un saxofón.
Park deseó, nuevamente, poder desgarrarse la garganta con gritos y partirse la cabeza contra la pared, pero quería convencerse de que era una pesadilla.
- Jimin…corre…
La profunda voz de Taehyung se coló entre sus dedos sonando rota, susurrante.
El choque de una palma se escuchó, esta vez, frente a él; la imagen de un Taehyung descuartizado, reptante, dirigiéndose a él, le pareció aún más horrorosa que la melodía torcida que sonaba.
- Corre…
Volvió a gemir el menor cuando las luces del cuarto comenzaron a parpadear, oscureciendo lentamente el lugar.
La risa profunda se instaló en un rincón, en alguien que estaba de espalda a ellos.
Jimin volvió a temblar y, lentamente, se deslizó hacia arriba con los ojos clavados en esa criatura que comenzaba a tener espasmos. El chico vio con terror como el otro ser se daba de topes contra la pared, gritando violentamente.
Jimin dio un paso al costado, asustado, aferrándose a la pared.
- Niño…niño…-rezaba con voz trémula el otro-es otro niño…no estarán felices, no.- otra risa ahogada hizo saltar a Park en su lugar-¿por qué…? ¿por qué tuviste que ser un varón?- esta vez lloró y la imagen espeluznante acompañó al sonido de los huesos rotos.
El pelinegro sintió como sus piernas se volvían débiles con cada espasmo de terror que le invadió; y es que el otro estaba girando solo su cabeza para verlo, girando tanto que sus vertebras estaban quebrándose una a una, hasta que lo vio de frente y gritó corriendo hacia el asustado joven.
- ¿¡por qué naciste como un niño!?
Jimin interpuso sus brazos como escudo cuando la fuerza del otro le venció; aquel ser le mordía sin piedad alguna, intentando alcanzarle con las manos para herirle lo mayor posible. Park pataleó y se ocupó de liberar un brazo para luchar con este, dando empujones y tirando golpes que no tenían efecto visible en el otro.
- Jimin.
Una voz lejana, ajena a ellos lo llamaba.
¿Taehyung?
Pensó, pero no podía ser; su amigo estaba tirado en el suelo, ahogado en un charco de sangre.
- ¡Jimin!
De nuevo oyó la insistencia de aquel llamado.
El pelinegro mordió con fuerza y empujó al tipo que tenía las mandíbulas apretadas en su antebrazo, asestándole un golpe que, para su sorpresa, se sintió muy real.
- ¡Taehyung!
Jimin abrió los ojos de golpe, encontrándose confundido y agitado en el nuevo panorama; sus compañeros y un profesor estaban reunidos en torno a él, con rostros preocupados y aterrados, como si hubiesen visto lo que Jimin vio.
Y fue ahí cuando Park Jimin se dio cuenta.
Sus nudillos se encontraban un tanto lastimados, como si en verdad hubiese golpeado a alguien. ¿Lo había hecho? ¿Era real aquello? Sus ojos viraron hacia el frente tan rápido que le dolió la cabeza.
- ¡Taehyung, ¿estás bien?!
La urgencia en la voz de SeokJin le alertó, trayendo consigo la imagen de un joven rubio con la nariz sangrante y el labio superior partido.
Oh, mierda. Había golpeado a su mejor amigo.
Notas finales:

que tal? subiré uno mas n.n 


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