Su cuerpo se había quedado completamente inmóvil. Desde su posición podía ver sus ojos reflejados en aquellos y oscuros que le observaban. ¿Cuánto lo separaban? Tan sólo unos pocos metros, unos pasos eran suficientes para quedar parado en frente de él, pero sabía que en esos momentos no podían permitirse ese lujo.
Yun Ho conocía a la perfección a Jae Joong (incluso tal vez mejor que él mismo), sabía que la forma en que se mordía el labio inferior y la imposibilidad de apartar la mirada era una muestra de sus nervios. También podía notar como su mano se movía con suavidad estrujando la tela de su camiseta militar, un gesto totalmente inconsciente y, que por unos segundos. Dejando en evidencia que se había olvidado donde estaban.
También era consciente que los estaban mirando. Ojos curiosos de los demás reclutas que habían asistido a esa práctica los analizaban con cuidado. Sabiendo que cualquier reacción negativa o por demás positiva sería tema de conversación en los próximos días en ambos batallones.
Pero aquella incómoda situación no duró mucho tiempo. El comandante que se encontraba al lado de Jeong retomó las indicaciones que le estaba haciendo, obligándolo a girar su cabeza y rompiendo el lapsus de innatismo de Jae Joong.
A partir de allí intentaron no volver a mirarse. Yun Ho se mantenía subrayando y caminando de un lado al otro para memorizarse lo que debía hacer la semana siguiente en el espectáculo. Mientras que Jae Joong seguía fielmente las indicaciones de su capitán al mando y practicaba los temas a presentar. Pero de vez en cuando uno de sus compañeros debía llamarle la atención porque su mirada se encontraba buscando la ajena, aquella que era pequeña y risueña.
El calor que azotaba ese mediodía se agudizaba con los rayos de sol que caían directamente sobre todos los reclutas que estaban trabajando. Aprovechando unos momentos de descanso, Yun Ho buscó un lugar que lo refugiara de la luz y se sentó con los libretos sobre sus piernas para memorizarlos. Concentrado en ir anotando diferentes puntos en cada párrafo, con la adrenalina en su pecho en busca de cumplir por encima de las expectativas su trabajo.
Estaba tan concentrado en aquellas letras que no se percató de que alguien se había acercado hasta sentarse a su par. Mirando con atención las cosas que realizaba.
-¿Así que estaré en un escenario lateral?-
Yun Ho se sorprendió y se giró a verlo. Jae Joong le sonrió con suavidad y por unos breves segundos ambos compartieron aquel gesto antes de volver a ver la hoja trazada. Como si hablar no fuera necesario para comprenderse o sentirse cómodos.
-Es lo que arreglaron nuestros maneger. Creo que el segundo día yo estaré en los escenarios del sur y tú en el principal.- le comentó mientras que daba vuelta sus anotaciones y le mostraba a su ex compañero lo que acababa de decir.
-Habrán muchas fans.-
Yun Ho pensó que Jae Joong no había cambiado. Sus palabras eran suaves y su mente divagaba mientras que su boca pronunciaba sus pensamientos. Eso fue suficiente para que el que una vez fuera su líder, sonriera.
-Sí. Será un espectáculo abierto así que podremos verlas.-
Con cuidado, el miembro de JYJ se había mordido el labio inferior y sus manos se volvieron a mover inquietas sobre sus propios muslos. Consiguiendo que el bailarín riera, era tan transparente.
-¿Qué estás pensando?- indagó sin más, sonriendo de esa forma en que sus ojos se volvían dos pequeñas líneas de expresión.
El más grande se sorprendió por unos segundos y luego volvió a bajar la mirada. Sabiendo que lo que estaba por decir no era correcto.
-¿Aún está mal que nos veamos en público?... Ya han pasado seis años.-
De alguna forma Jeong sabía que estaba por decir eso. Por unos segundos el silencio fue el protagonista entre los dos. Mientras que Jae Joong miraba sus propias manos Yun Ho lo observa a él.
-Tienes razón…-
Esa frase se perdió en el aire y fue algo inmediato para el vocalista el mirarlo con total sorpresa, abriendo sus labios y sus ojos, intentando saber si había escuchado correctamente.
-¿La tengo?-
Yun Ho rió con cuidado y extendió su mano, acariciando con sutileza los cabellos cortos de esa persona que había significado su vida antera en algún momento.
-Sí. Hablaré con maneger ssi hoy.-
No importaba que fueran adultos de treinta años, no importaba si algunas personas habían captado aquella situación que rompía todas las reglas impuestas. En esos momentos eran simplemente el Kim Jae Joong y Jeong Yun Ho que se habían quedado congelados en el 2009 sonriéndose como había sido por años.
El sonido de un silbato sacó de su pequeña ilusión a Jae joong quien debió incorporarse y con un gesto firme asentir al llamado de su capitán a cargo.
-Hablaré esta tarde con mi maneger, espero mañana tengamos algo resuelto.- le aseguró Yun Ho al incorporarse de su sitio para despedirlo.
-Entonces nos veremos mañana, Yunnie ah.-
Ambos compartieron una última sonrisa en sus labios y se despidieron con su mano en el aire. El líder de TVXQ vio esa ancha espalda alejarse con sus compañeros y dejó salir un corto suspiro de sus labios. Era la primera vez en años que sentía su corazón desbocarse de esa forma.
-Me mataran…-comentó con suavidad al aire y luego emitió una pequeña carcajada. Ahora si ya no le importaba con tal de mantener viva la sonrisa en los labios de Kim Jae Joong.
YUNJAE
-¿Mr. Shim?-
Changmin detuvo su caminata cuando la joven recepcionista le habló en ese suave en inglés. Se permitió observarla unos breves segundos, antes de notar que tenía entre sus delgados dedos un paquete de color madera.
-Le llegó esta mañana de Corea del Sur. Me pidieron le entregara directamente.-
-Muy amable, muchas gracias.-
La muchacha correspondió aquella sonría que sostenía el cantante en sus labios hasta que este alcanzó a sus amigos en el elevador.
Por unos segundos, Chang Min pensó en que antes de irse de aquella ciudad debería invitar una copa a esa hermosa mujer, pero de inmediato sus pensamientos se centraron en la carta que había recibido.
Sus amigos podían ser sumamente escandalosos cuando se lo proponían, pero en ese instante todo pasó a un segundo plano. Leía con cuidado esa letra algo desprolija que la conocía con sumo detalle. Sintiendo cierta nostalgia al percatarse la cantidad de tiempo que había transcurrido desde que había tenido en frente a ese bobo hyung.
Sus pasos siguieron el camino que hacían sus compañeros hasta llegar a su habitación. Sentándose con cuidado al borde de la cama cuando terminaba de leer esas últimas líneas. Emitiendo una pequeña carcajada.
-¿Una carta?- la pregunta de su compañero que hizo que Chang Min elevara su cabeza y lo observara. –Es de Corea, por lo que intuyo es de Yun Ho.-
-Bingo~- con una sonrisa más amplia dejó a un costado aquellas hojas escritas a mano. Subiendo sus píes a la cama luego de haberse quitado los zapatos. –Digamos que un viejo de treinta años tuvo una pequeña crisis por ver sonreír a su ex pareja y ahora se verán públicamente luego de seis años. ¿Debería volver a Corea?- preguntó antes de terminar riendo.
Fin…