Sasuke
Estoy sentado torpemente en la silla de madera, en una posición muy incómoda, pero es inútil buscar algo mejor. Mi mirada se centra en la ventana, las nubes para ser exactos. Tengo que dejar de hacerlo aún me quedan algunas ecuaciones que resolver. No tenemos más que algunas pocas semanas en la escuela pero aun así no me puedo acostumbrar a esto. Es verdaderamente estresante estar aquí casi todos los días, de todas formas tengo notas altas podría faltar algunos días y aun así nadie me superaría.
Me levanto de mi asiento para ir a revisar, en cuanto lo hago siento las miradas de mis compañeros sobre mí, se cómo me miran con resentimiento u odio aunque la verdad no sé si me importe se las razones por la que me miran así.
Como siempre el profesor me felicita por mi buen trabajo, se la verdadera intención que tienen solo tratan de hacerme sentir cómodo y que sea más social lo sé y lo admito no me gusta estar alrededor de la gente no cuando no es mi familia, si agradezco que lo hagan pero es una pérdida de tiempo ya que ni siquiera yo se la razón del porque alejo a las personas de mí. Tal vez sea por que las chicas me miran como un trofeo u otras razones. Pero no importa solo quiero salir de aquí.
Las horas pasan lentas que parecen nunca terminar, cuando por fin suena el timbre de salida todos salen corriendo mientras yo me mantengo una distancia prudente para no acabar entre la multitud. Estoy cerca de la escalera que principal cuando una voz me detiene.
-Uchiha, necesito hablar contigo- me llama mi tutor particular, el profesor Kakashi. Solo suspiro y le sigo.
-Toma asiento- me indica en cuanto entramos a su oficina. Después de sentarme el comienza a hablar.
-¿Sabes que este es tu último año en la preparatoria no?- hago un ligero movimiento de cabeza.- ¿Y también a lo que quiero llegar?-.
Trato de contestar pero por alguna extraña razón no puedo, solo vuelvo a cabecear.
- Solo quiero que seas más social con tus compañeros o al menos con tus vecinos, tus notas son perfectas no hay quejas ahí-.
Vuelvo a asentir y trato de que mi mirada se centre en el profesor. Causando que el ambiente entre nosotros se tense.
-Entonces sabes a qué Universidad vas a entrar- dice tratando de aligerar de ambiente-Tal vez a Oxford o Cambridge*, como dicen entre más lejos mejor ¿no?-
-No- contesto sin duda. Esto no me está gustando.
-¿Por qué no?-.
-No necesitamos hablar de esto ahora-.
-Está bien, puedes retirarte-.
Por fin, tomo aire fresco una vez que estoy afuera y me encamino a los suburbios más ricos de la ciudad. Podría haber aceptado de ir a una de las mejores Universidades de todo Londres, tengo muchas razones para hacerlo pero no lo hago ya que tengo una razón realmente importante por la cual me quiero quedar. Cuanto me encuentro cerca de mi casa veo a mi madre a punto de irse de esta.
-Hola Sasuke- me saluda.
-Hola madre ¿A dónde vas?- pregunto pero ya se la respuesta.
-Voy a mi oficina, llegare tarde no me esperen-.
-Está bien, adiós-.
-Adiós cariño- hago una mueca y entro a casa.
Como siempre mi padre ha de estar en su empresa y mi hermano mayor no se en donde se le ocurrió meterse ahora. Voy directo al cuarto de la persona que siempre quiero ver y puedo hablar con ella tranquilamente.
Mi primo. Naruto Uzumaki Uchiha.
Voy hacia su habitación y abro la puerta lentamente y lo que veo me deja paralizado. No sabía que regresaba hoy, veo como Minato golpea fuertemente a su hijo, salgo de mi estado de shock cuando escucho su voz.
-Esto es tú culpa Naruto, tú hiciste que mi esposa se muriera- le grita. Es cuando veo que va a salir de la habitación. Me alejo lo suficientemente rápido y lejos como para simular que no he visto nada.
-Hola Sasuke, acabas de llegar de la escuela- me saluda viéndose un poco nervioso. Consigo calmarme un poco para hablarle.
-Si tío Minato, con permiso tengo que estudiar- digo entrado a mi dormitorio.
En cuanto entro a mi habitación, busco el botiquín de primeros auxilios. Lo tengo desde hace tiempo en mi cuarto. Minato casi nunca viene y cuando esta solo viene para golpear a Naruto y culparlo por la muerte de mi tía Kushiha, soy el único que lo sabe ya que Naruto me lo contó una vez cuando nos comenzaron a dejar solos, todavía recuerdo su rostro empapado en lágrimas, me alegro de que mis padres casi nunca nos presten atención ya que hay noches en las que yo me escabullo hacia su cuarto y lo abrazo toda la noche.
Mis padres por supuesto que no lo saben ya que no siempre los veo en casa, mi madre es diseñadora de ropa y siempre está ocupada por eso y a veces sale a casinos, pero la verdad sospecho que está ocultando algo por que antes no se dedicaba a tiempo completo a su trabajo, mi padre rara vez lo veo es como si viviera por el trabajo siempre está en su empresa o de viaje y por ultimo mi hermano es como si ya no fuera pare de esta familia siempre se mete en problemas.
Asomo mi cabeza fuera de mi habitación para ver si mi tío se encuentra cerca, cuando veo que no hay nadie me dirijo rápidamente hacia con Naruto. Abro la puerta con cuidado.
Veo a Naruto entre sus cobijas, aunque su cara la esté cubriendo con la almohada sé que está llorando. Me acerco a su cama con cuidado de no hacer ningún ruido, coloco el botiquín en su mesa de noche y me siento a su lado cuidadosamente acariciando sus cabellos dorados.
-Sasuke- dice mientras levanta su cabeza de la almohada-.
-Si Naruto estoy aquí no te preocupes-. Entonces el salta hacia mi abrazándome con fuerza y correspondo rápidamente poniendo una de mis manos en su cadera y la otra acariciando cariñosamente su espalda.
Si es la razón importante por la que no me puedo ir de aquí, no lo puedo deja solo en esta casa.
- Shh… ya no llores, ven tengo que curarte esas heridas- le digo mientras lo separo un poco de mí. Él dice un ligero si y se sienta en la cama mientras tomo e botiquín para curarlo. Nos quedamos callados mientras trato sus heridas.
-Está bien, tardara una pocas semanas en curarse completamente no están tan marcadas-. Le menciono mientras lo miro a sus ojos, esos ojos azules llenos de lágrimas contenidas. Me duele verlo llorar.
Naruto repentinamente me vuelve abrazar, tardo un poco en reaccionar pero cuando lo hago fortalezco el agarre y comienza a llorar fuertemente.
Nos mantenemos así, hasta que su llanto se transforma en sollozos. Sigo sin poder creer que Minato golpea a su único hijo o que lo culpe de algo que él no tiene nada que ver, solo lo hace para hacerlo sentir culpable.
-Sasuke- me llama entre sollozos.
-Si, Naruto-
-No me dejes-
-Nunca-.