Las personas subestiman mucho la frecuencia de lo que llaman coincidencia. El hecho de que sea posible que dos personas sean llevadas a detención el mismo día, más el hecho de que ellos se vuelvan novios gracias a ello; es casi imposible. Pero lo suficientemente posible para Yoongi y Jeongguk. Solo tendríamos que retroceder un poco en el tiempo; al día en el que Min Yoongi decidió ser un atrevido y Jeon Jungkook, un idiota.
Era un día cálido y soleado a mitad del Verano – esperen, las cosas no sucedieron así. Aquella mañana las cosas lucían más como un día del sombrío otoño, con un bonus de lluvias implacables. Y bien, el problema con los días de lluvia es que estos significan agua. Que básicamente significa buscar todo tipo de problemas. Problemas que inimaginablemente se resumirían en un nombre, Jeon Jungkook. Aunque realmente nadie podría culparlo; si vieras un charco enorme en el medio del pasillo, ¿me dirías que no te deslizarías sobre él?
Se dirigía a los sanitarios cuando lo vio, aquel perfecto charco. Era extraño que un niño como Jeongguk-el estudiante modelo, primero en su clase y en toda actividad extra curricular que tomara-no se detuviera a pensar que su idea estaba muy lejos de ser la correcta, y más si la gran acumulación de agua estaba a unos pasos de la sala de maestros. Pero cielos, Jeongguk solo tenía 14 años y una pequeña travesurilla no haría daño a nadie. Así que asegurándose de que la basta de sus pantalones estuvieran lo más recogidas posibles - para así evitar manchar su uniforme - y retrocediendo un poco para tomar algo de vuelo; Jeongguk se echó a correr, deslizándose por todo el corredor mojado. Hubiese sido una gran experiencia que contar a Taehyung, su mejor amigo. Y pintaba para ser uno de sus mejores recuerdos dentro de su aburrida vida, al menos eso era hasta que el más estricto maestro de la escuela decidió añadirse a la historia.
El señor Park era un hombre de 63 años, de un genio terrible y siempre listo para desaprobar las acciones de Jeongguk. No era que Jeongguk fuera un mal chico, él era inteligente y poseedor de las más altas calificaciones, pero su capacidad de atención era terrible. Le tomó 30 segundos de conteo mental para que el señor Park gritará su nombre y lo cogiera del brazo, reprendiéndolo y dándole un discurso de como los niños inteligentes deben tomar decisiones inteligentes y que este no era uno de ellos o algo así. Jeongguk realmente no estaba prestando atención, estaba más enfocado en pensar por qué rayos se le cruzo en la cabeza que esta era un buena idea desde el principio.
“Sr. Jeon, para ser un estudiante con un envidiable record académico, esta ha sido una decisión bastante estúpida que no puedo dejar pasar. Pasará dos horas en detención después de clase” el señor Park dijo severamente, dejando caer a Jeongguk en la silla frente a su escritorio. “Firme esto y vaya a clases, inmediatamente” concluyó este, entregándole la boleta de castigo a Jeongguk.
“Sí señor, lo siento señor” Jeongguk balbuceó antes de regresar rápidamente de vuelta al salón de clases tratando de no reírse por lo ridículo que le parecía la situación.
Al mismo tiempo, en otra parte de la escuela, la señora Kim estaba en medio de su clase, haciendo lo que más amaba hacer, escucharse a sí misma e ignorar toda pregunta que interrumpiera su discurso egocentrista de por qué ella era la maestra y por qué los demás necesitaban escucharla. En ese momento, Min Yoongi intentaba preguntar cuál era la fecha límite de entrega del ensayo para lo cual lo único que recibió de respuesta fue un desinteresado ‘está en la pizarra’ (Y no, no lo estaba)
“Cuando le hablo, ¿usted si quiera intenta escucharme, o es que mi voz es solo un zumbido en sus oídos?” fue la respuesta automática que le dio Yoongi.
“¿Perdone? ¿Le gustaría repetir lo que acaba decir señor Min o prefiere que pase esto como una simple tos?” La señora Kim se cruzó de brazos, dándole una mirada desafiante al menor.
“Okay, señora maravilla 3000. ¿Lo siento?” Yoongi murmuró en voz baja pero no lo suficiente para pasar desapercibido por la maestra.
“Veo que usted está buscando pasar dos horas en detención después de clase, señor Min” le contestó ella, inclinándose en su escritorio para redactar su boleta de castigo.
“No, pero supongo que no me quedará de otra” respondió Yoongi, bastante cansado de lidear con su maestra.
La señora Kim estaba a punto de estallar, con su cara luciendo más roja que un jitomate, abrió la boca para lanzar un “¡Fuera de mi clase!” directo a Yoongi.
“Con mucho gusto” Yoongi murmuró, recogiendo su mochila y tomando la boleta de la mano temblorosa de ira de su maestra. “Nos vemos mañana” añadió con dulzura antes de retirarse de la clase.
En el salón 215, el salón de detención temida por muchos, Yoongi se mecía de un lado a otro sobre su carpeta, mientras esperaba que los demás ‘delincuentes’ de la escuela se mostraran. Su interés despertó cuando vio a un chico entrar por la puerta y sentarse a su derecha.
“Hey” Yongi se inclinó con interés.
“¿Ah? hola” el muchacho contestó, levantando la cabeza y mostrando sus grandes ojos café; a la vez que acomodaba sus mechones largos del rostro. Por la estatura que Yoongi calculada, no imaginaba encontrarse con tal aspecto de conejo bebé. ‘Vaya, que es lindo’ pensó el mayor, sonriendo entre dientes, imaginando que cosa tan cruel pudo hacer un niño como ese para estar aquí.
“Parece ser que hoy no es un buen día” Yoongi murmuró.
“Muy lejos de ser el mejor” Jeongguk resopló, tirando su cabeza contra la carpeta.
“Relájate, hermano. El mundo no se va acabar por unas cuantas horas aquí. ¿Qué fue lo que hiciste?”
“Ser un maldito idiota-”
“Controle su lenguaje señor Jeon” La persona encargada lo interrumpió.
“Disculpe” Jeongguk hizo una inclinación de disculpa. “Hice algo demasiado tonto como para incluso merecer estar aquí”.
“No seas tan duro contigo, niño. Todos terminamos cayendo en alguna idiotez una vez en la vida, ¿no?”
Jeongguk levantó la mirada y sonrió. “¿Y a ti por qué te enviaron aquí”
“Aparentemente, por creerme demasiado listo para enfrentarme a mi egocéntrica maestra. De todas formas, valió la pena” Yoongi sonrió ampliamente, mostrando sus rosadas encías. “Soy Yoongi, por cierto”
“Jeongguk” el menor respondió para segundos después alzar la mirada bruscamente. “Espera, ¿eres Min Yoongi? ¿El productor?”
“Bueno, el titulo productor me queda muy grande ahora pero sí, así es como la mayoría de los que han oído mi música les gusta llamarme”
“¿Es que acaso tu no produjiste Tomorrow? Cielos, no sabes cuantas veces he reproducido esa canción en tu canal” Jeongguk dijo con entusiasmo, percatándose luego de que quizá tanta alegría y brillo en los ojos podría ser mal interpretado por el mayor. No pudo evitar sonrojarse.
“Gracias. Vaya, creo que terminaré equivocándome y el día no acabará tan mal” Yoongi le guiñó el ojo. “Pero dime, ¿qué fue eso tan estúpido que hiciste?”
“Deslizarme por un charco” Jeongguk respondió en voz baja, avergonzado.
“¿Me estas bromeando? ¿Cuántos años tienes Jeongguk, diez?” Yoongi se echó a reír.
“No me juzgues. Ni si quiera sé porque pensé que sería una buena idea en ese momento” Jeongguk hizo un puchero pero terminó riendo, también. No era estúpido la idea de deslizarse por un charco, era estúpido que haya dejado que el señor Park lo viera, o quizá estúpida era la vida del señor Park para siempre estar atento a lo que el menor hacía. En fin, era estúpido lamentarse sobre algo que ya había hecho, que más daba.
“Voy a la sala de profesores por unas cosas. Espero verlos quietos aquí cuando regrese” dijo la persona que los vigilaba antes de levantarse de su escritorio y retirarse.
“Ahora que estamos solos…” Yoongi movió las cejas consiguiendo una carcajada por parte de Jeongguk, haciendo sonreír al mayor.
“¿Qué se supone que se hace en detención? ¿Solo estar sentados o qué?” preguntó Jeongguk, un poco más relajado en su carpeta.
“Sí, básicamente. Aunque algunos maestros más estrictos te hacen hacer tareas extras o lo que sea, pero no es lo usual”
Cerca de una hora y media después, Yoongi trataba a duras penas suprimir toda risa al ver los vídeos extraños de Jeongguk en su celular. Al parecer el menor tenía una seria obsesión con cierta aplicación llamada Dubsmash. Comentarios como “esta persona no está bien de la cabeza” “Ah, en serio no conozco a esta persona” acompañaban a la cara bastante divertida de Yoongi.
“Solo admítelo. Soy lo bastante gracioso incluso para alguien tan gruñón como tú”
“Dos horas conmigo y ya crees tener un concepto de mí, ¿eh?”
“Solo Min Yoongi podría atreverse a pelearse con un maestro”
“Y solo Jeon Jungkook podría hacerme querer ir más a menudo a detención” Yoongi le dio una sonrisa de lado. “Deberíamos seguir en contacto. Salir quizá” añadió el mayor sacando su celular y entregándoselo al menor “Guarda tu número”
“Eres bastante directo, Min Yoongi” Jeongguk sonrió, a la vez que digitaba rápidamente su número en el teléfono. “Por cierto, ¿vives cerca?”
“Tengo que manejar para llegar a la escuela. Este año obtuve mi licencia así que es una ventaja no tener que tomar el bus más. ¿Y tú? ya es bastante tarde para que uno pase por aquí, de todas formas”
“No te preocupes, igual suelo caminar. Es cerca de media hora de caminata desde mi casa para acá pero no me molesta si llevo música conmigo” Jeongguk respondió, agitando sus auriculares.
“Definitivamente no hoy. Te llevaré a casa. No puedo dejar que un lindo e inocente estudiante caminé solo por ahí a estas horas”
“¡No soy lindo!”
“Sí que lo eres. Oh, mira… ya terminaron nuestras dos horas. Tenemos que irnos” dijo Yoongi saltando de su asiento, deslizando su mochila sobre su hombro y dirigiéndose hacia la puerta del salón. Percatándose que Jeongguk aún seguía en su asiento, dio media vuelta. “Vamos. Si tienes suerte, te dejaré escuchar algo que acabo de crear”
Y entonces, Jeongguk corrió tras él.